La cobradora del seguro

Esta historia relata como mi amigo Esteban hace realidad una de sus fantasias eróticas.

La cobradora de seguros

El relato que les voy a contar es una historia verídica, le pasó a un amigo mío hace unos cuatro años aproximadamente, me la conto a mí y yo os la contare a ustedes, con algunos detalles más.

Esteban tenía 20 años cuando ocurrió el suceso que les voy a relatar a continuación, un suceso que a más de uno le gustaría vivirlo en sus carnes. Una fantasía hecha realidad. Esteban es un chico tímido, no muy propenso a salir de juerga ni tampoco a relacionarse con chicas, es un chico no muy agraciado físicamente de cara, aunque sí de otras cosas que más adelante descubriréis. Vivía en un chalet de un pueblecito pequeño con sus padres, en el cual también vive la chica que hizo realidad su primera fantasía erótica.

Llego Agosto y con él, el calor agobiante de esa época del año en España. Esteban estaba de vacaciones y se levantaba tarde, se ponía en el PC y empezaba a ver las páginas Webs porno que solía ver todos los días antes de acostarse, pero ese día al levantarse y ver que se encontraba solo en casa se dispuso a hacerlo desde primera hora de la mañana.

Pasada ya una hora, estaba desnudo delante del PC, masturbándose con los videos porno que mostraba su monitor, su polla en estado normal tenía ya un estado considerable (18 cm. aproximadamente), pero en ese momento, después de una hora de tiki-taka alcanzaba ya los 24-25 cm de longitud y estaba muy excitado y caliente. Estaba ya a punto de explotar cuando sonó el timbre de la puerta, se apresuro a levantarse y mirar por la ventana a ver quién era la persona que llamaba a la puerta.

Esa persona era la chica que iba cobrando a domicilio el recibo del seguro, esa chica que él cada vez que la veía deseaba verla desnuda y follarsela sin parar, pero que nunca se atrevería a decirle ni hacer nada.

Ella se llamaba Elena y también vive en el pueblo, era unos 7 u 8 años mayor que él, era bajita, 1.55 aproximadamente, rubia, ojos verdes, delgadita y lo que más le gustaba a Esteban, sus increíbles tetas, una talla 110.

Una chica con una complexión delgada y unas tetas de ese calibre lo ponían a mil.

Como iba diciendo llamaron al timbre y al asomarse por la ventana, la vio, su polla también se alegro de verla porque a punto estuvo de correrse en la ventana de la habitación, pero se contuvo un poco, ya que fue a vestirse apresuradamente antes de que se fuera Elena, se puso los slips, pantalón y camiseta corta.

Bajo las escaleras que separan la primera y segunda planta del chalet, con una erección que apenas podía ocultar bajo los pantalones, pensó en no abrir la puerta, pero Elena insistía llamando, al final y después de pensárselo varias veces abrió la puerta. Allí estaba ella, Elena, con un short que dejaba ver sus piernas, unas sandalias que dejaba ver todo el pie, os digo esto porque Esteban es un fetichista de los pies, las uñas las tenia pintadas de negro, lo cual todavía le ponía más caliente y un top de tirantes, que le realzaba mas las increíbles e inmensas tetas.

-Hola.

--Hola

-¿Esta tu madre?, venía a cobrar el recibo del mes.

--No, ha salido.

-Vaya!!!----- Lo dijo mirando hacia mi entrepierna----- ¿Cuándo vendrá?

--Supongo que vendrá pronto.

-Bueno, dentro de un rato, cuando termine de cobrar en esta calle vuelvo, hasta luego.

--Hasta Luego.

Se marcho, Esteban se asomo a la calle para verla por detrás, por cierto, también tenía un culo increíble, me saludo con la mano y me sonrió.

Esteban pensó en masturbarse pensando en esa situación, pero en ese momento sonó el móvil, era su madre, para decirle que no llegaría a casa hasta la tarde, entonces pensó en Elena, ella llegaría dentro de media hora aproximadamente y estaría solo otra vez con ella,

Pasaron 45 minutos y volvió a sonar el timbre, era Elena, abrió, esta vez venia más sonriente, ya que había cobrado todos los recibos y había terminado la jornada.

-Hola de nuevo.

--Hola.

-¿Ha llegado tu madre?

--Estará a punto de llegar, ¿si quieres pasar mientras y sentarte? – Mentí.

-Bueno, ya he terminado hoy, solo me queda tu recibo, esperare un poco.

--Pasa, por favor y siéntate.

-Gracias.

--¿Quieres tomar algo mientras esperas?

-Un vaso de agua, por favor.

Fui a la cocina a por el vaso de agua y se lo dio, estuvieron hablando durante 10 minutos. Cada vez que se agachaba un poco se le veía el sujetador de encaje blanco, Esteban esta muyyy caliente y la polla le estaba empezando a crecer, ella se dio cuenta.

-Vaya lo que tienes ahí--- Le soltó Elena, mirándole la entrepierna.

Elena se abalanzo a tocarle la polla, Esteban se puso rojo como un tomate y no se creía lo que le estaba pasando.

--Perooooo….. ¿Qué haces?

-Perdona, lo siento, no me podido contener ante semejante cosa.

Esteban nunca hubiera pensado que haría lo que iba a hacer a continuación. Le cogió la mano y le dijo que siguiera, que le estaba poniendo malo, la beso, ella le correspondió, a pesar de ser su primer beso a una chica, no lo había hecho nada mal.

-Te he mentido.

--¿Cómo?

-Mi madre no vendrá hasta la tarde.

  • Peroooo.

--Es que quería verte otra vez, eres guapísima y estas buenísima. Me encantan tus tetas, tu culo, tus piernas, todo.

-Ya te vi antes, la primera vez que vine. Estaba con una erección de caballo.

Se hizo el silencio, al cabo de unos segundos, me dijo:

--Te perdono, pero con una condición.

-¿Cuál?

--¿Qué me dejes ver lo que tienes ahí?

Me baje el pantalón y me quite la camiseta, me quede en slip. Ella se quedo sorprendida,

--Todo.

Obedeció, con mucha vergüenza, era la primera vez que una chica lo veía desnudo, me quite el slip y me quede completamente en pelotas. Aquello parecía un mástil, él nunca se lo había visto tan grande. Ella se agacho y lo cogió con su mano, solo podía coger un poco de aquel miembro.

-Vaya pedazo de polla que tienes. La quiero toda para miiiiiiiiii!!!!!!!!

--Espera—le dijo—desnúdate tú también.

-Está bien, yo te he visto a ti, ahora tu a mí.

Empezó a quitarse la ropa, comenzó por el top, dejando a la vista el sujetador de encaje blanco. Se bajo el short, llevaba un minúsculo tanga negro.

--Dios, vas a hacer que me corra. Es la primera vez y no sé si me voy a aguantar ante semejante escena.

--Espera un poco.

Me dijo que le desabrochará el sujetador, lo hice, y sus inmensas tetas se quedaron libres, yo flipe en cuanto vi aquello.

--¿Te gustan?

-No……. me flipan. Son increíbles.

Se bajo el tanga, al fin veía su primer coño. Se quedo embobado viendo aquello, se dio cuenta de que la polla le iba a estallar.

-Me voy a correr!!!!!!!!!!, no aguanto.

Ella se agacho y le cogió la polla, se la metió en la boca y empezó a chupar.

--SiSIISISISISISISISISISISI, gritaba.

Se estaba corriendo en la boca de ella. Ella se lo estaba tragando, cuando acabo, yo empecé a manosearle todo el cuerpo, me cogió la mano.

--¿Te ha gustado?

-Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

-Pues la próxima vez que nos veamos habrá más.

--Pero, ¿no vamos a follar?

-No, ahora no. Es tarde y me están esperando.

Se vistió, me dio un beso y se dirigió hacia la puerta.

--La próxima vez daremos un paso más.

-No me puedes dejar así, ¿Seguro que habrá próxima vez?

--Si, seguro.

Cogió la puerta y se fue.

Así fue como Esteban comenzó su andadura sexual con Elena, próximamente, si os gusta, os contare la segunda parte de esta historia.