La cita - por Alesandra

Un grupo de autores de TR hemos decidido escribir una serie de microrelatos como ejercicio. Esperamos que sean del agrado de los lectores.

Te imagino alto, moreno, de mirada profunda, dedos robustos. Anchas espaldas, labios carnosos, glúteos redondos, piernas fuertes y macizas. De voz varonil, sensual, envolvente. Te imagino con olor fresco, perfume suave que se mezcla con el de tu piel. Grueso sexo de venas hinchadas, de glande brillante... dulce como tus labios.

Brazos largos para refugiarme. Lengua carnosa y suave para acariciarme. Dedos hábiles, bonita sonrisa, brillante mirada y una recta nariz. Risueño, optimista, pícaro y erotizante. Esta última parte es la única que conozco. La que vistes con palabras y amplias líneas cada noche. A las 23.00 se abre la ventana del perfecto caballero, a quien nunca pregunté como era su sexo, su cara, su estomago, su pelo... solo sus besos.

No me hablaste de pollas, ni coños, fuiste sutil. Al leer tus palabras, los músculos internos de mis muslos se contraen apresando los labios de mi vulva. Me fatigas... y con los ojos fijos en el monitor sigo tus indicaciones, imagino tus deseos, mientras las palpitaciones me dominan. Mi mano rebusca entre los húmedos pliegues tu esencia, que se mezcla con mi cálida y viscosa humedad... la que virtualmente saboreas... Frente a ti, apreso, como si mis dedos fueran una tijera, mi sexo, me castigo y me estremezco... me imagino tu mano ardiente...

Y cada noche me sorprendes, me subyugas, me enloqueces... No quisiste darme más, ni datos, ni fotos... juraste que serías capaz de crear en mi la adicción de desearte. Tanto, que no sé cómo hoy hemos llegado a quedar. Sólo cuando he estado segura que quiero sentir tus manos recorrerme, como dijiste que lo harías, tu lengua acariciarme de esa forma tan precisa... hacerme sentir tan sucia y a la vez tan desinhibida...

Tras la esquina te espero, asoma una camisa blanca, unos pantalones negros, no hay altura, ni piernas macizas, ni brazos largos, ni grueso sexo... Siento pánico!... Rubia, femenina, labios de fresa, bajita, abundantes pechos... dulce como una niña...en tu mano la rosa maldita que lleva mi nombre, que porta mi cita... ¿Eres tú a quien tanto deseo?