La cinta de Moebius
Es mi lengua quien recorre ese cuerpo o es el cuerpo quien recorre mi lengua?
Ayer en mi mente estaba mi boca muy cerca de un oído femenino
yo estaba estático
sólo se sentía mi respiración
yo la sentía y ella la sentía
era una respiración lenta pero denotaba cierta tensión
yo tenía los ojos cerrados para concentrar mis sentidos en el tacto y el oído
lentamente, en movimientos cortos y exactos, muy cortos, entiéndase como milimétricos, moví mis labios para captar la textura de la oreja
sentí que era una oreja recubierta por suaves vellos
después de recorrer un rato la tersa oreja noté que ésta reaccionó
un pequeño salto, tan milimétrico como mis movimientos, me indicó que estaba experimentando la intensidad que yo quería comunicarle con mis labios temblorosos
así que avancé:
alargando los labio, en una tarea algo animal, rocé las curvas líneas internas de la oreja
todo esto se acompañaba, como único fondo, por una respiración que si bien no era nada agitada sí era fuerte
era mí respiración
al pasar mi boca por los puntos más bajos de la oreja, mi nariz quedaba también en contacto con la oreja...
...de modo que mi respiración podía ser más nítidamente captada por la oreja que ya me iba pareciendo un ser individual y consciente
esa oreja era todo un ser, con curvas, textura, leves movimientos
mentalmente me dirigía a ella como a una persona
"acerco mi nariz a tu orificio sensible, me dejo sentir en suspiros...
adentro afuera adentro afuera tomo el aire con la boca y lo depósito allí en tu profundidad...
inhalo exhalo y repito para que te convenzas de que ahí estoy y soy real y voy adentro...
incontenible la lengue entre mi boca, sale palpa también la superficie hermos que tiene en frente...
como una serpiente se desliza hacia el orificio dejando sentir el sonido húmedo del movimiento que dada la cercanía sientes intenso...
las fuentes de saliva que suelen acompañar la excitación sensual rodean toda mi lengua facilitando el desplazamiento de ésta hasta la entrada del orificio
toco arriba, toco abajo, rodeo el círculo oscuro y misterioso y me pregunto qué habrá
adentro
sigo rodeando el círculo, soy todo lengua sin embargo, curiosamente, através de la lengua que soy, capto sonidos, sí sonidos, como la serpiente que escucha percibiendo vibraciones por medio de la piel
sonidos agudos vienen de adentro y ello aumenta la curiosidad
tú, toda oreja, en un incierto palpitar pareces apretarme y llevarme más adentro
finalmente penetro
un estrecho camino de sonidos me lleva hasta un laberinto de imágenes: tu cerebro
allí se juntan irreales miles de personajes y escenarios... entre ellos estoy yo, yo lengua, yo labio, yo nariz, yo pene, yo dedos, yo Hombre
el ambiente es maravilloso pero un cierto afán me dice que debo continuar
no es un afán... es una necesidad dérmica, un impulso de contactar tu piel y ya no eres oreja, no eres cerebro... eres cuello y yo estoy debajo de ti
te recorro, cuello, apretándome duro contra ti con la esperanza de encontrar en semejante fricción la calma
soy lengua y te surco en tu amplia curvatura: de arriba abajo, aquí y allá, voy bajo la quijada y me divierto en las líneas que forman los huesos, me acerco, por dentro, a la oreja y recuerdo mi camino de entrada y tu forma inicial
atrás de la cabeza, descubro la fuente que emana todos tus olores
es espesa y atractiva, de allí veo cómo se derrama toda tu sustancia y descubro que fue ella, su aroma, su hechizo, la que me trajo hasta aquí
sigo un río que se derrama de esta fuente
soy lengua pero te huelo
soy lengua pero te escucho
siguiendo el río subo una colina y, para mí sorpresa me encuentro en un paraíso soñado, una vieja ilusión, estoy todo, caliente y húmedo adentro de un pezón
te lamo, te muerdo, te fricciono, te senso, te empapo todo de saliva adorado pezón, te miro desde adentro... cómo cambias de forma y de color a mí contacto
A ratos fuerte y a ratos suave te toco interminablemente y ahora eres rosado y ahora rojo y ahora duro y ahora blando
toda esta teta que te rodea, su suavidad de fruto, su color blanco... son para ti un pedestal pezón erecto
ya no soy una lengua sino cinco, sino diez como los dedos y te tomo entero desde tu base, desde tu pedestal... al igual que a tu gemelo
presiono y recorro hasta estar seguro de que son ciertos
me desespero
viajo rápido a un cercano campo vasto y es tu espalda y sos espalda y yo soy diez lenguas que como dedos te abraca y como lenguas te mojan
diez lenguas es mucha saliva
tanta saliva es mucha humedad
tanta humedad empieza a concentrarse en el surco central de tu espalda formando nuevamente un río que ahora desciende
ya no soy lengua, soy humedad sólo humedad
todo un río
un torrente
caliente que te baja y te retuerce desde la espalda
bajo
bajo
bajo
veo la luz
bajo bajo caliente y siento acercarme a algo
a una salida
a un fin urgente
bajo
bajo
bajo
aceleradamente termino de recorrerte y con un último sonido agudo que retumba en todo tu cuerpo... salgo por el orificio entre tus piernas y termino por mojar toda mi lengua
era yo mismo quien estaba entre tus piernas
era mi lengua