La cicatriz de mi prima

Lo sucedido con mi prima, fue algo que fue surgiendo de manera inesperada

La cicatriz de mi prima

Soy Federico, en aquella  época tendría unos quince años,  era hijo único,  por lo general cada tanto venia la hermana  de mi madre con su hija Sofía, que vivía en otra ciudad y  un par de veces al año, nos venía a ver.

Mi prima, una chica muy delgada y bonita, por supuesto que la diferencia de edad, hacia que no le diese demasiada importancia, pero mi madre en parte, me obligaba a entretenerla.

Una tarde estábamos jugando en el quincho de casa, y me comenta:

“Hace unos meses me operaron la vesícula”

Así, y como estas, fue algo dolorido?”

“No para nada, me durmieron y cuando desperté, estaba operada

“Que bueno que no sufriste”

“Para nada, solo que me quedó la cicatriz”

“Oh, que pena”

“Te gustaría verla? “

“: Bueno” contesté, sin saber demasiado donde estaba, cuando se levanta la pollera, baja algo su bombacha, mostrándome cerca de su ingle la marca de la operación.

La observe, notando como se marcaba la abertura de su vagina a través de su prenda, solo toque la marca, a pedido de ella, comentando una estupidez, diciéndole si le dolía, para nada me contestó, reiterando que la tocase nuevamente.

No pasó más nada, cuando días después regresaron a su casa.

Pasó el tiempo, prácticamente olvide la anécdota, cuando antes del año regresaron, por supuesto mi prima algo más desarrollada y bonita, algo que me llevó a darle algo más de importancia.

Cuando le pregunto:

“Desapareció tu cicatriz?

“No, muy poco quieres verla?

Cuando antes de contestarle, se levanta la falda, bajando algo su bombacha, mientras mi dedo toca su marca, solo que permanecí mas tiempo haciéndolo, que al notar que no tenia rechazo,  rocé levemente su raja, cuando comencé a tener una erección,  en el momento que mi madre nos llama para tomar la merienda.

A partir de ese momento se fue convirtiendo en una obsesión, pero no tuve oportunidad, hasta su nueva visita un tiempo después. En la siguiente oportunidad, pasó casi todo similar, solo que pude estar más tiempo tocando su sexo, al punto que me dice:

Quieres que me las baje” con una voz algo ingenua pero a su vez llena de cierta sexualidad, respondiéndole, que si lo deseaba, lo hiciese’

Así que sin demasiados problemas, se las quitó, comenzando a tocarla suavemente, oyendo como comenzando a gemir y humedecerse, algo que me excitó enormemente, llevándonos a besarnos,  mientras mi dedo hurgaba en su sexo. Cuando repentinamente cerró sus piernas, para irse corriendo al baño, sin entender que le había sucedido.

A pesar de indagarla, no me explicó que le había pasado, al igual que las veces anteriores a los pocos días, regresaron a su casa.

Casi un año mas tarde, mi madre me comunica que vendría Sofi, para realizar  un viaje a Córdoba, junto con su madre, me pareció fantástica la idea, pero por suerte mi tia, no pudo venir, así que mandó a mi prima para realizarlo, creo que eso me puso muy contento. Al verla noté que se había desarrollado bastante, se notaban sus pechos y hasta se le habían asentado  mas sus curvas, parecía mayor de lo que realmente era.

Se fue preparando el viaje, con revisión del auto de mi padre, las cosas a llevar, y todo aquello que implica una salida de vacaciones.

Decidiendo partir apenas papá llegaba del trabajo,  dado que le encantaba  manejar de noche, así que apenas terminamos los preparativos partimos rumbo a Córdoba,  charlábamos muy entretenidos cuando mi madre nos dio una manta, para que tratásemos de dormir.

Nos tapamos con ella, y aprovechado de la oscuridad, y estar cubiertos, comencé a tocar las piernas de mi prima Sofi, por supuesto se fue quedando quieta, mientras mi mano avanzaba lentamente por su entrepierna.

Las luces de algunos autos iluminaban su rostro, denotando unas facciones de placer, mientras continuaba acariciando sus extremidades.

Realmente estaba muy excitado, cuando metí mi dedo a través de sus bragas, tocando su ingle, e intentando rozar su sexo, mi corazón latía apresuradamente, al sentir el contacto de su piel.

La posición no era muy adecuada, cuando mi prima se colocó de frente, bajando su prenda, donde mi dedo comenzó a rozar su abertura, ya bastante húmeda por ese juego tan estimulante, notaba su clítoris algo endurecido por el contacto incesante de mi dedo.

Por último terminó quitándose su prenda, pudiendo separar mejor sus piernas, mientras apoyaba su mano sobre la mía, tocando cada vez más su vagina, pretendiendo introducir mi dedo, percibiendo unos leves gemidos, que intentaba contener.

En el mismo momento que su mano apretó mi bulto, buscando introducirla, a lo que bajé la cremallera, y algo el pantalón conjuntamente con mi bóxer, surgiendo mi sexo erecto, al que apresuradamente mi prima lo tomó con su mano.

Mientras tocaba su vagina, percibía la humedad que emanaba de ella, excitándome cada vez mas  ante sus movimientos en mi dura verga, era el paroxismo, observaba el rostro de mi prima, ante el paso de algún vehículo

Sin poder contenerme más, eyacule súbitamente, a la vez que Sofi, comprimía mi mano con sus piernas a la vez que una convulsión parecía sacudir su cuerpo, fue un momento lleno de intensidad.

Mi prima mantuvo oprimida mi verga, un rato, hasta que sacó su mano impregnada con mi flujo, oliéndola, para luego lamerla, saboreando su sabor.

Permanecimos quietos, tomados de la mano, hasta que me dormí, al despertar ya era la madrugada, para estacionar en una cafetería, me arreglé como pude, al igual que mi prima, yendo al baño, a higienizarnos un poco. Por suerte mis padres no se percataron de nada.

Tres  horas más tarde llegamos al hotel, era una habitación grande, donde dormiríamos los cuatro, lamentablemente, no teníamos posibilidades de estar solos, mi madre cuidaba a su sobrina más que así misma, algo que no daba cabida a quedarnos solos.

Muy poco habíamos comentado sobre lo sucedido, solo que le pregunté:

“Te agrado mi semen ” , su sonrisa fue lo bastante clara, ante mi pregunta.

Si bien lo pasamos, muy bien, no hubo posibilidades de algo mas,  solo pensaba en el viaje de regreso, y más que nada en lo sucedido. La salida por la tarde, hacía de carecer de más tiempo de noche, a pesar de intentar estirar la salida.

Pero previendo lo que podría suceder, me puse unos joggings, sin bóxer, al subir al auto, mi prima llevaba un vestido abotonado, solo nos miramos y nos sonreímos como si fuese sobreentendido la manera de vestirnos. Después de algunas horas de viaje,  paramos a cenar en un restaurant, que al salir ya era de noche, como la vez anterior mi madre sacó la manta del baúl, para dárnosla, que a pesar de no hacer demasiado frio nos tapamos inmediatamente, cerrando los ojos como  para simular que dormíamos.

Mi prima se quitó las zapatillas, colocándose de costado contrayendo sus piernas, sin hacerla esperar demasiado,  comencé a tocar sus piernas,  desabrochándole algunos botones, previamente, al abrir su vestido, detecté que carecía de bragas, eso me puso a mil, llevándome a continuar desabotonando su prenda, acariciando su abdomen, subiendo mi mano, hasta descubrir que no tenia sostén, apoderándome de sus tetas, duras, aun en desarrollo, pero con sus pezones muy rígidos, oprimiéndolos hasta oírle hacer  leve gemido.  .

Saber que tenía solo su vestido,  hizo que lo desprendiese totalmente, acariciando su desnudo cuerpo, cintura, cadera, pecho, hasta intentar sacárselo, pero me contuvo, creo que era demasiado, rápidamente me bajé el joggings surgiendo mi erecta verga, que rápidamente la tomó con su mano, para iniciar una serie de movimientos.

Mientras mi mano tocaba su más que mojada vagina, exhalando un leve suspiro, por suerte mi madre dormía, y mi padre tenía puesta unos auriculares,  ayudando a que no se oyesen nuestros leves gemidos. La claridad de la noche hacia poder ver nuestras partes desnudas, incitándonos cada vez  más.

Después de tanto toqueteo, mi prima tuvo una fuerte convulsión, que mi padre, a pesar tener los oídos tapados, preguntó si sucedía algo, y yo le contesté que estaba soñando, en escasos minutos terminé eyaculando, sintiendo la dulce mano de mi prima, oprimir mi aparato, para luego llevarse un par de dedos a la boca, chupando mis líquidos.

No pasó más de una hora que lo repetimos, manteniéndonos semidesnudos bajo esa manta, era algo más que excitante, no podíamos acercarnos demasiado, para evitar ser descubiertos, aunque nuestras piernas se rozaban bastante, mi deseo de besarla era incontenible,  mamar sus tetas y chupar su sexo, y mi prima parecía desear sorber mi verga, porque la oprimía con su mano, circundando la lengua sobre sus labios.

Por supuesto que mi deseo de penetrarla era más que evidente, pero sabia que eso podría ser descubierto rápidamente, así que nos mantuvimos con esa postura, de solo palpar nuestro cuerpo.

En determinado momento se giró, apoyando su culo lo más cerca mío, oprimiéndolo contra mi pelvis, solo comencé a tocárselo, esos apetitosos glúteos que había desarrollado, hasta que mi índice inicio un recorrido sobre su raya, hasta arribar hasta su ano, subiéndolo y bajando en ese impetuoso camino, hasta que lo detuve en su tentador ano, ese acto pareció alterarla aun más, que continúe asiduamente, hasta que mi dedo lo comencé a oprimir en su abertura, mientras mi prima se acomodó, como en la espera de ser introducido,   en ese aun intacto lugar.

Eso no solo la altero mas, sino que comenzó   a moverse, mientras lentamente mi dedo se iba introduciendo, hasta que las paredes de su membrana comenzaron a oprimirlo  de una manera alocada, mi temor era ser descubiertos pero a pesar de eso no cesamos en nuestro apasionado momento.

No dejaba de jalar mi dedo en su culo entrándolo y sacándolo,  pasó por mi mente meterle mi verga, pero llegaría a ser algo complicado y muy evidente, así que mientras acariciaba su espalda, mi índice se desplazaba por su conducto rectal.

Así continúe, hasta llevarla a otro activo orgasmo, mientras que  ante mi gran calentura, terminé eyaculando sobre sus nalgas, traté de limpiar mi esperma con la mano mientras acariciaba ese apetecible culito de mi prima, por suerte tenía una toalla del hotel, que me sirvió para quitar mis flujos. Aunque se podía sentir el olor característico de esa efusión.

Nos arreglamos un poco, y a pesar de la excitación que nos embargaba, nos dormimos profundamente, no sé qué tiempo transcurrió, cuando mi padre se detuvo en un gasolinera, aprovechando para tomar un café, diciéndonos si queramos bajar.

Dije que después lo hacía, mientras mi prima, seguía durmiendo, apenas quedamos solos, Sofí, se giró para besarme, no tardé en levantar su falda, fue un momento intenso, cuando ella, me baja el joggings, toma mi verga y comienza a introducirla en su boca de una manera desesperada, me estiro sobre el asiento, sintiendo las intensas succiones que comienza  aplicarme.

Mis gemidos se hacen más que evidentes, alterando mas a mi primita que incrementa su labor, devorando mi aparato de una manera descomunal, creo que si llegaba mi madre no me daba cuenta,

Tomé la cabeza de Sofí, que no se detenía en su accionar, sintiendo que mi eyaculación era inmediata, traté de persuadirla, aunque continuo abocada a su tarea, cuando me corrí en su boca,  que con voz bastante entrecortada por la energía prodigada, le digo

Me mataste, primita”

“Hace rato que tenía ganas de hacértelo, además me encanta el sabor de tu esperma.”

Detectando que no había escupido mis fluidos, cuando me besa en los labios degustando el sabor de ellos, permaneciendo un rato abrazados dándonos leves caricias, hasta que salimos del auto para ir a tomar algo y utilizar los sanitarios.

Horas más tarde llegamos a nuestra  casa, estaba bastante cansado, por lo sucedido, así que nos acostamos cada cual en su habitación, hubiese dado cualquier casa por hacerlo con mi primita pero era imposible. Cuando nos levantamos estaba su medre que venía a buscarla para regresar a su casa, a pesar de la insistencia para que se quedase unos días más, no tuvimos éxito en ese pedido.

Posiblemente tendríamos que esperar otro largo tiempo hasta volver a encontrarnos.