La chispa
Siempre habia deseado a la chica de la oficina de al lado.
LA CHISPA
Se había acabado la jornada laboral y Juan salía de la oficina, cuando hubo cerrado la puerta observó como la chica de la oficina contigua también salía de la misma. Se llamaba Ana, era una chica muy guapa y a la que deseaba enormemente nuestro protagonista, la saludó y fue hacia el ascensor y le llamó, al de poco llegó ella y se pusieron a esperar que llegase.
Estuvieron hablando, el ascensor llegó y él atentamente la abrió la puerta, al entrar le rozó y ya no pudo aguantar más, la cogió y poniéndola contra el borde de la puerta la besó en la boca apasionadamente, Juan pensó que ella le iba a dar un sopapo pero muy al contrario le respondió al beso metiendo su lengua en su boca jugando con ella, se estaban comiendo literalmente mientras las manos de los dos se acariciaban voluptuosamente, pararon un momento y fueron al baño de mujeres que era el más próximo, además era del único que tenían llave a mano, franquearon la puerta y antes casi de entrar él la lanzó contra la pared de tal manera que él se situaba a su espalda, quería notar su culo con su polla, la fue besando detrás de las orejas mordisqueándoselas mientras la iba quitando la blusa y con una mano también él se quitó la camisa, se bajó los pantalones y solo se dejó el bóxer, mientras la fue besando por su columna cm a cm mientras la acariciaba el resto de la espalda y la sobaba bien sobado el culo, de un golpe la bajó los pantalones y la arrancó el tanga, ella gemía por la excitación, la lengua de Juan bajó a su culo y buscó el agujerito trasero, y con la lengua lo empezó a humedecer mientras con un dedo la rozaba en los labios vaginales, la fue humedeciendo el ano y cada vez la metía la lengua un poco más hasta que introdujo un dedo y empezó a girarlo dentro, cosa que hizo que ella jadease y se estremeciese.
Ana estaba con los pantalones y el tanga que había caído entre ellos en los tobillos, era una chica de estatura media, de pelo largo liso moreno, por los omóplatos, delgadita pero de cuerpo duro pero sin definir, ojos negros, labios finos pero carnosos, nariz pequeña, un culo pequeño y respingón que destacaba bastante, unos pechos pequeños con unos pezones como dos fresitas de reducidas dimensiones y color café oscuro y un coño con el pubis arregladito de vello negro.
Metió otro dedo, ya tenía dos dedos metidos y siguió intentando hacer más sitio hasta que ya los dos dedos entraban y salían con enorme facilidad, entonces se levantó y besando el cuello la abrió con una mano las nalgas y con la otra colocó la polla a la entrada de la cueva y fue empujando.
Ayyyyyyyyy, por favor hazlo con suavidad--- logró decir Ana entre continuos gemidos y jadeos de la calentura que tenía.
Cuando la tuvo toda dentro Juan comenzó un movimiento suave de mete y saca, agarrándola entre tanto de los pechos y estrujándolos, Ana se estaba volviendo loca de placer, él entretanto cada vez la follaba con más fuerza el culo y la masturbaba el clítoris metiéndola dos dedos en la vagina y restregándoselo con el pulgar en el botón de placer.
La retiró la polla del culo y la dio la vuelta fundiéndose en un profundo beso y cogiéndola en el aire la sentó en el lavabo justo en el borde clavándosela de un golpe en el cono. La agarraba de las nalgas mientras la follaba con fuerza, Ana estaba completamente desatada y llegando al orgasmo que tuvo casi desmayándose consiguiendo que su amante en una de sus penetraciones profundas se corriese abundantemente, se la sacó y entonces observaron que por descuido se habían dejado la puerta abierta y estaba la empleada de la oficina de la esquina observándoles con los pantalones en los tobillos y la mano en el coño masturbándose.
Ana se intentó tapar mientras Juan la decía si la había gustado lo que había visto y ella poniéndose roja dijo que si y que había que repetirlo, que en su oficina no había nadie y que no iban a volver, además era viernes con lo que tenían tiempo de sobra, los tres fueron a la oficina cerrando la puerta con llave dejándola puesta para que nadie pudiese sorprenderles, Ana ya estaba desnuda lo mismo que Juan, se arrodilló debajo de él y se metió la polla en la boca para limpiársela y volvérsela a poner dura, Maria que se llamaba la otra mujer se había desprendido de la ropa que portaba y se había acercado a nuestros amigos y había empezado a besar al hombre en la boca con deseo entrelazando sus lenguas mientras con el dedo índice de la mano derecha hacía círculos en el ano del muchacho volviéndole loco de placer, luego se lo introdujo un poco, la polla de él ya estaba a reventar así que Ana paró un poco de hacerle la mamada y se limitó a comerle los huevos y acariciárselos, Maria aprovechó el momento para deslizarse boca arriba debajo de Ana y con las manos la acarició el coño pasándola la lengua por los labios vaginales con suavidad primero y luego con más velocidad haciendo que la chica se estremeciese.
Maria era de altura un poco más alta que Ana, morena de pelo por los hombros liso, labios delgados y ojos marrones, pechos medianos como dos naranjas un poco achatadas bastante bonitos, un culo más grande que el de la otra chica pero también muy atractivo y un pubis del que solo restaba una fila de vello castaño oscuro, los pezones rosados de aureola mediana, tras comerla a Ana el coño durante un buen rato cosa que hizo que se estremeciese, Juan la cogió de las caderas y la atrajo hacia él comiéndola asimismo el coño al tiempo que Ana hacía lo mismo, en el chocho de Maria se juntaban la lengua de la otra chica que se dedicaba a repasar el clítoris y la del hombre que la follaba con la misma, Maria cada vez estaba mas cachonda.
Juan la colocó a cuatro patas y se la metió de un golpe en el coño, ella colocaba el culo en pompa y bajaba la cabeza, así aprovechaba la postura para poder comerle el coño a la otra, pasaba su lengua desde el coño al culo y vuelta al coño repasando los labios vaginales, abriéndolos con los dedos, con otra mano metió un dedo en el culo mientras con dos dedos los introducía en el coño, Ana entretanto se magregaba los pechos pellizcándose los pezones, estaban los tres jadeando y muy excitados.
Juan se la sacó del coño y colocándola en el ano fue haciendo fuerza entrando el glande y luego toda la polla muy lentamente, la chica bufaba y gemía todo al tiempo, la otra muchacha se había deslizado debajo de ella y lamía su clítoris y lo atrapaba con sus labios. Juan la daba autenticas estocadas en el culo de Maria que a su vez comía el coño de Ana mientras ésta le comía a ella su coño también.
La calentura crecía por segundos y el orgasmo de cada uno estaba cerca, María fue la que primero llegó a él chillando, excitó mucho por ello y dando un pequeño mordisco en el clítoris de Ana hizo que la joven se corriese llenándola toda la cara de flujos.
Juan sentía llegar su corrida pero quería durar más, así que se la sacó del culo y esperando unos segundos se la clavó en el coño, Maria ahora estaba de rodillas en el suelo dándole la espalda completamente ensartada en su polla y con Ana frente a ella besándose apasionadamente y acariciándose todo el cuerpo, cuando el hombre llevaba varias embestidas y un buen rato follando su coño la volvió a descabalgar y se puso de pies poniendo a las dos chicas a sus pies y masturbándose se corrió en sus caras embadurnándoselas de semen, se besaron los tres durante un buen rato y se acariciaron, se lavaron vistieron y se marcharon, por fin era viernes, después de esto lo han repetido muchas veces estos combates sexuales, de hecho Ana y Juan se hicieron novios y están a punto de casarse.
Este relato es imaginario pero si queréis escribirme sobre todo las mujeres podéis hacerlo a :