La chica que quería entregarse (y 3)
Finaliza el relato de nuestro primer encuentro.
Tras un rato para recuperarnos, me levanto. Necesito tomar algo y no le he pedido a ella que se traiga nada. Miro en la mesa y hay una botella de agua y dos vasos boca abajo, cortesía del hotel. Demasiado suave. También encuentro los dos pañuelos por el suelo. Ella me mira desde la cama. Está tumbada y se le han caído los tacones al suelo. Le lanzo uno de los pañuelos. "Ponte la venda". Se sonríe.
Ella se ata el pañuelo sobre los ojos. Mientras recojo el otro y vuelvo a atarle las muñecas sobre su cabeza. Ella vuelve a estar expectante, tumbada boca arriba. Los brazos estirados hacia arriba tiran de sus pechos, dejando los pezones apuntando al techo. Su vientre se mueve al ritmo de su respiración. Sus piernas, con sus medias negras, dejan colgando los pies fuera de la cama. La vuelvo a tener a mi merced, esperándome.
Abro el minibar, a ver qué hay que se pueda utilizar. Nada fuera de lo común: botellas pequeñas de alcohol, minilatas de refrescos, alguna chocolatina y una bolsa de patatas. Cojo una botellita de vodka y la abro. Me acerco a la cama despacio. Me acerco a su oído. "Ya estoy aquí". Sonríe nerviosa. Dejo caer un poco de vodka sobre su pecho. Pega un respingo. Debe estar frío. Recojo con la lengua el vodka que se desliza y lo llevo hasta el pezón. Le doy vueltas con la lengua. Noto como se va poniendo duro. No dejo ni un rastro de vodka. Derramo más por su vientre, despacio hacia su rajita. Recorro con la lengua el reguero. Me paro en su ombligo. Ella respira más fuerte. Sigo hasta su rajita. La lamo de arriba a abajo por fuera. Introduzco la lengua. Los sabores se mezclan. Ella está ya gimiendo. Juego con su clítoris. Voy aumentando el ritmo. Ella se mueve cada vez más. Arquea la espalda, gime, mueve su coñito al ritmo y lo pega contra mi lengua que sigue jugando dentro. Ya está llegando al orgasmo. Se nota en sus movimientos, sus gritos. Se corre. Noto los fluidos. Yo echo un poco más de vodka y vuelvo al mismo ritmo, con la lengua en su clítoris. Empiezo a meter y sacar un par de dedos. Los jadeos se vuelven a convertir en gritos. Se escuchan entrecortados. Sigo metiendo y sacando los dedos y ya van 4! Parece que se vaya a morir de placer. Explota otra vez, soltando más jugos. Pienso si la habré cansado demasiado. Esta explosión de placer me tiene totalmente empalmado y con la polla pidiendo guerra.
Le derramo un poco de vodka sobre la boca. Bebe como puede y se relame. Aún sigue con la respiración agitada y entrecortada. Me pongo sobre ella con la polla frente a su boca. La paso por su boca. Ya sabe lo que toca ahora. Saca la lengua buscándola. Quiero follármela. Estoy que exploto. Tras varios lametones, la doblo un poco para que entre entera en su boca. Voy metiendo y sacando mi verga de su boca y va rozando todo el interior. Como momento de dominación está muy bien: estoy sobre una chica con las manos atadas, una venda en los ojos y la polla metida en su boca, pero no es muy cómodo y yo estoy a cien.
La pongo de lado y me tumbo detrás de ella, pegando mi cuerpo al suyo. Aparto su pelo y pego mi verga a su culo. Joder, es que me encanta ese culo. Separo sus nalgas y meto mi polla entre ellas. Mi glande está acariciando otra vez ese agujerito. Poco a poco se va haciendo hueco. Su interior aprieta mi miembro y noto mucho calor. Empiezo a meter y sacar la polla poco a poco. La agarro desde atrás para hacer cada vez más fuerza. He pasado el brazo y tengo cogido uno de sus pechos. El otro lo he deslizado sobre su cadera y lo tengo sobre su coño, masajeándolo. Sigo empujando. No voy a durar mucho más. El roce por dentro me está poniendo el capullo a 100 grados. Ella empieza a lanzar sus gritos. Le encanta gritar y a mi me pone más. "Dame... dame más fuerte". Un poco más fuerte. Ya llego. Me corro dentro.
Nos quedamos quietos durante un rato. Ella sigue con las manos atadas y la venda. Le deshago los nudos. Descansamos un rato y nos tomamos unas chocolatinas y lo poco queda del vodka. La habitación huele a sexo. Nos quedamos un rato sobre la cama y me quedo dormido.
Me levanto y me voy a la ducha. Joder, ya no estoy tan joven para estas sesiones. Y eso que hago ejercicio habitualmente! Abro el grifo. Es una ducha grande con mampara de cristal y una pared como de pizarra. Pasado un minuto aparece ella por la puerta. "¿Puedo?", me pregunta. "Claro, pasa". Se quita las medias y las deja en el suelo. Se mete en la ducha. Me meto bajo el chorro de agua y me despejo la cara. Me cambio con ella. Se moja el pelo, ayudándose con las manos y se frota los ojos. La miro desnuda. Qué cuerpo más bonito. Siento como me recorre otra vez el gusanillo. Ella me mira y lo nota. La rodeo con mis brazos y la beso, en la boca, luego en el cuello, luego en el lóbulo de la oreja. El agua sigue chorreando por nuestros cuerpos. Ella baja una de sus manos y coge mi verga. Sonríe. Está dura como una piedra otra vez. Se pone de rodillas. Empieza a jugar con la lengua y mi capullo despacito mientras me mira a los ojos. Se ayuda con la mano. Baja hasta mis huevos y los empieza a chupar. No deja de mirarme. Vuelve por mi polla con la lengua. Se mete el capullo en la boca y lo aprisiona. Empieza a chupar poco a poco. Sigue mirándome y eso me gusta. Ve cómo me está poniendo a mil con su boca y con su lengua.
Tras un rato de afanarse sobre mi verga la tomo del brazo y la levanto. La pongo contra la pared de pizarra, le aguanto los brazos arriba y me pego a ella. Bajo mis manos por sus brazos, sus pechos, su cintura, su cadera. Meto la mano por delante tocando su coño. El agua de la ducha nos sigue empapando. Separo sus piernas y busco su rajita con mi polla. La meto de un golpe. Suelta un gemido. Empiezo a meter y sacar mi verga. Ella sigue apoyada a la pared con las piernas abiertas. Yo la cojo de las caderas, empujando fuerte. Noto como en cada embestida chocan mis huevos con su coño y ella se mueve entera. Al rato ya está gritando otra vez. "Así... así... sigue... sigue". Tiro un poco de su pelo, mientras sigo empujando, levanto su cabeza y arquea su espalda. Mi polla roza todavía más con su interior. Ella también lo siente. Va a tener un orgasmo en breve. Intensifico mis empellones. Ella lanza un "Sí" larguísimo y explota. Yo estoy a punto de correrme. Así que saco mi verga de su coño, la pongo rápidamente de rodillas y le meto de golpe la polla en la boca. Le cojo la cabeza por detrás y empiezo a empujarla. Me estoy follando su boca frenéticamente. No voy a aguantar mucho más. No sé si se está ahogando un poco. Me voy ya. A punto de correrme saco mi verga, pero ella se la vuelve a meter y suelto el primer chorro de semen dentro de su boca. No sale ni una gota. La polla me da un segundo espasmo y suelto otro más. Ella sigue limpiando mi miembro con su boca. Succiona tanto que potencia todavía más la sensación de placer. Me está dejando seco. Me quedo de pie recuperando el aliento.
Terminamos la ducha y nos vestimos. Ella volvía a tener su camisa blanca, su falda negra, sus medias y sus tacones. Volvimos a quedar una segunda vez, pero no quiero aburriros con la misma chica... a no ser que alguna me lo pida.