La chica del karaoke XIII

Al abrir la puerta, me sorprendí mucho. Estaba ella acostada en la cama, estaba abrazada a una almohada, se escuchaba sollozando. Yo: Por qué no te has ido Lorena?? Lorena: Amor...Volviste!!! –Levantándose de la cama para abrazarme-

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Y así llegaba mi primera noche en aquel hospedaje y mi segunda noche lejos de Lorena, después de mucho tiempo durmiendo sola, y más que dormir sola, tener destrozados el corazón y el alma. En los meses que llevamos de relación jamás se me cruzó por la mente que ella me traicionaría. Se veía tan tranquila, tan enamorada, una mujer segura de sus cosas, de lo que quiere en la vida, no se ve del tipo que le gusta jugar con los sentimientos de los demás, mi razón no pudo haberme fallado.

¿Qué hará ella ahora?? ¿Se habrá ido de la casa?? ¿Habrá sacado sus cosas?? Dios mío!!! El dolor era muy fuerte...Así me quedé dormida ya como a las cuatro de la madrugada.

Amaneció mi segundo día lejos de su cuerpo, se supone que deberíamos estar preparando las cosas para el matrimonio, sólo sería una celebración con nuestras familias y luego nos iríamos de luna de miel. Todos los momentos que viví con ella se me venían a la mente y eso me causaba más dolor todavía.

Decidí ir al río, la dueña del hospedaje estaba en la recepción así que me paró. Era una mujer de unos cuarenta años, blanca, alta, se parecía mucho a la chica que me había llevado el agua el día anterior, era una señora muy bella.

Señora: Buenos días señorita.

Yo: Buenos días señora.

Señora: Va al río??

Yo: Si, necesito despejarme un poco...

Señora: Si gusta mi hija la puede acompañar. No quiero entrometerme, pero usted no se ve muy bien...

Yo: Gracias, pero deseo estar sola.

Señora: Disculpe usted señorita. Antes de irse quizá quiera desayunar.

Yo: Sólo café para llevar.

Señora: En un momento le trae mi hija, mientras siéntese.

Yo: Gracias.

Señora: Ayer usted no comió nada, si gusta a la hora que regrese le podemos tener listo un caldo, así recibe un poco de sal su estómago...

Yo: En verdad no tengo hambre, gracias por su preocupación..

Señora: Queremos que nuestros clientes estén bien atendidos..le tendremos listo el caldo para cuando regrese.

Yo: Gracias señora, es usted muy amable - En ese momento llegaba la misma chica del día anterior con un termo con café y una bolsa de papel.

Chica: Su café señorita y me permití prepararle unas tostadas, el café lo hizo mi abuela.

Yo: Gracias señorita, son ustedes muy amables. Ahora si me disculpan, me retiro...

Chica: Si desea, la acompaño, le puedo mostrar la cascada que está río arriba, podemos llegar caminando.

Lo pedían con mucha amabilidad, y aunque me negué al principio, terminé por acceder a que la chica me acompañara.

Fanny fue muy amable, era una chica muy simpática.

En el camino hacia la cascada iba mostrándome algunos rincones, que según ella, en época de verano, los visitantes enamorados se escapan por ahí para tener encuentros íntimos, era un lugar muy bonito, con los comentarios que me hacía Fanny pensaba que sería muy buenos escondites para estar con Lorena, ya que si había mucha gente, no les gustaría ver que dos mujeres se besan o se acarician, y otra vez me entristecí. Fanny lo notó y me preguntó..

Fanny: Usted tiene penas de amores, verdad??

Yo: -Suspiré profundamente- Por eso estoy aquí, quise alejarme por unos días...

Fanny: No se preocupe, este lugar es un bonito refugio, ya verá que logra calmarse en estos días que estará acá...

Yo: Gracias, es lo que más deseo...

Fanny: Sabe?? A veces las cosas no son como aparentan ser, pero es bueno que trate de calmarse, mi abuela siempre aconseja eso, así que sin decirme lo que le ha pasado, tome ese consejo.

Yo: Gracias por el consejo y también gracias por no preguntar...

Fanny: La discreción ante todo, son las reglas de nuestro hospedaje, pero mamá se preocupó por usted ya que desde que llegó no había salido de su habitación ni había pedido nada para comer o tomar.

Yo: En realidad lo único que quería era estar sola, no sabía ni la hora, no sentí hambre...

Fanny: Pues, ya verá que al llegar a la cascada y darse un chapuzón le daré hambre y comerá las tostadas que le preparé...

Yo: Gracias, en verdad...

Fanny: Mire –Dijo señalando con su mano izquierda río arriba unos 50 metros-

Yo: Qué hermoso!!! –En realidad era hermoso, era una cascada rodeada de rocas gigantes, aunque me parecía que era una sola roca gigante y caía un buena cantidad de agua, en la caída se hacía como una laguna o piscina, igualmente el suelo era de piedra y se podía ver a través del agua, era transparente...sencillamente hermoso...

Llegamos a la cascada y tal como lo dijo Fanny se me antojó meterme, me quité las zapatillas (Tenis en algunos países o deportivos en otros), el pantalón y la blusa y sin decir nada más me metí al agua y fui hasta la caída del agua, era una experiencia diferente, se sentía tan bien. Estuve ahí por lo menos dos horas, hasta que Fanny me empezó a hacer señas para que saliera. Al principio no quería salir, pero a insistencia de la joven tuve que salir. Ella se quedó mirándome y me alcanzó una toalla con el logotipo del hospedaje.

Fanny: Creo que ya es hora de regresar, mi abuela se preocupará.

Yo: Si, está bien...

Me puse la ropa y emprendimos el camino de regreso. Fanny me contaba algunas de las travesuras y locuras que había hecho de niña por esos lugares, su infancia si que había sido linda en medio del campo y de ese paisaje tan hermoso que tenía a su alrededor.

Al llegar al hospedaje, sinceramente, tal como lo dijo Fanny, el hambre me mataba, la señora Teresa había preparado un caldo de gallina que olía muy bien y sabía mejor, lo comí todo. Ellas se alegraron mucho de que me había gustado, pero más porque había comido. Se notaban buenas personas, nos quedamos conversando por largo tiempo, hasta que nos dio la noche y en verdad estaba muy cansada y quería descansar. Fui a mi habitación y me puse el pijama y a dormir. Me sirvió mucho caminar y la compañía de Fanny había sido muy buena, discreta, pero dando sus consejos.

Tres noches sin Lorena, tres amaneceres lejos. Al menos había podido dormir toda la noche, el baño en la cascada me relajó mucho. Decidí salir de la habitación, las dueñas ya estaban atendiendo, de la cocina salía un olor delicioso, salió Fanny y me dijo que su abuela había preparado un delicioso desayuno y me invitaron a desayunar con ellas. Así lo hice, mientras desayunamos conversamos largo, de cómo habían iniciado el negocio del hospedaje, de las travesuras de la señora Teresa cuando era niña, de la otra señora Teresa, y de Fanny.

La señora Teresa, mamá de Fanny, nos dijo que sería bueno que fuéramos otra vez a la cascada, pero después del almuerzo, nos pusimos a ver televisión, se sentía raro, estar en otro lugar pero que te traten muy bien, por momentos olvidaba lo ocurrido y pensaba acostarme en el sofá creyendo que era Lorena quien estaba a mi lado, pero al voltear, no era ella. Fanny era una niña muy linda, pero obviamente yo seguía amando a Lorena y no creo poder olvidarla, por muy bien que me puedan hacer sentir estas mujeres.

Fuimos a la cascada, y esta vez Fanny si se metió conmigo, habían momentos en que sentía muy penetrante su mirada, pero hacía como si no me daba cuenta, Fanny sabía nadar muy bien, igual que Lorena, me llamaba a lo profundo, pero no, me negué, así estuvimos hasta las seis de la tarde, cuando llegamos al hospedaje, ya casi había anochecido Fanny se aguantó un buen regaño de doña Teresa abuela, nos dijo que nos esperaba en cinco minutos para cenar, nos fuimos cada una a nuestras habitaciones, me cambié y bajé, otra vez tenía hambre. La señora Teresa mamá, preguntó

Señora Teresa: Cómo te sientes ahora??

Yo: Mejor señora...

Señora Teresa: Entonces también te funcionó la terapia de la cascada??

Yo: ¿Cómo también??

Señora Teresa: Mira hija, ya ha habido ocasiones en que vienen personas solitarias e ir a la cascada los ha relajado. Por eso cuando no saliste el primer día, le pedí a Fanny que te acompañara allá. Quizá no cambia lo que te ha pasado, pero te relaja y te ayuda a descansar.

Yo: Sinceramente gracias señora, si me ha ayudado mucho, anoche pude dormir toda la noche y espero que ahora pase lo mismo.

Señora Teresa abuela: Claro que dormirás...

Señora Teresa mamá: No has llamado a tu familia??? No crees que alguien pueda estar preocupado??

Yo: No señora, no he llamado, dejé mi celular en casa...

Fanny: Si quieres te presto el mío y llamas a quien desees...

Yo: Gracias, por el momento no, quizá mañana llame a mamá para decirle que estoy bien...

Señora Teresa abuela: Pero el problema no fue con tu mamá...lo que tienes es un problema del corazón...

Yo: -Suspirando- Si señora, es un problema del corazón  y no se imagina cómo me sentí el viernes..

Señora Teresa abuela: Pues ya está acabando el lunes, mañana es martes...niña...a veces las cosas no son como parecen...

Yo: Lo mismo me dijo Fanny ayer señora...

Señora Teresa abuela: Es lo que siempre le digo. Mira, ya te calmaste, creo que ya debes hablar con esa persona.

Yo: Claro que lo haré, pero ahora no, quizá en los días siguientes, aún quiero seguir unos días más en este lugar, es muy lindo...

Señora Teresa mamá: No te preocupes hija, puedes quedarte hasta cuando lo desees...

Así pasaron los días, era viernes, el sábado haríamos la ceremonia simbólica de matrimonio con Lorena. La señora Teresa tenía razón, debía conversar con ella, ya estaba calmada. Podía enfrentarla y que me diga en la cara por qué me hizo eso, por qué me traicionó de esa manera.

Desperté temprano, me di un delicioso baño, arreglé mis cosas y bajé a desayunar.

Le pedí a la señora Teresa la cuenta del hospedaje.

Yo: Buenos días señora Teresa.

Señora Teresa mamá: Buenos días hija...

Yo: Señora, después del desayuno me retiro del hospedaje.

Señora Teresa mamá: Te vas?? Qué pena...Espero que puedas arreglar tus problemas hija...

Yo: Justamente por eso me voy señora, no puedo escapar todo el tiempo, ya me siento mejor, así que creo que podemos mantener una conversación calmadamente...

Señora Teresa mamá: Cuando quieras puedes volver –Me entregó la factura por el hospedaje y la alimentación y le alcancé el dinero-

Ya en el desayuno, la señora Teresa le anunció a su madre y a su hija que yo me retiraba.

Fanny: Te vas?? Por qué tan pronto???

Yo: Pues como dijo tu abuela, no puedo seguir huyendo, así que debo ir a enfrentar  las cosas.

Fanny: Te voy a extrañar Tati...

Yo: Yo también, las voy a extrañar a las tres

Señora Teresa abuela: Ya sabes que cuando quieras, puedes volver, esto más que un frío hospedaje es una casa, tu casa para cuando lo necesites...

Fanny me acompañó a mi habitación

Fanny: Te voy a extrañar, en serio Tati...

Yo: Yo también las voy a extrañar...Gracias por todo, te considero una buena amiga...

Fanny me abrazó muy fuerte, yo le correspondí al abrazo, pero me separé al poco tiempo. Tomé mi mochila, el casco y las llaves de la moto, me dispuse a salir...

Yo: Gracias por tu apoyo Fanny- Y salí de la habitación, Fanny salió tras de mi, en la recepción estaban las dos señoras Teresa, nos despedimos con un abrazo, les agradecí por todo y salí.

Arranqué la moto, este camino no lo conocía bien, así que regresé con calma, llegué como a las cinco de la tarde, fui directo a mi casa.

Abrí la puerta, caminé lento, el dolor volvía a aparecer, cada parte de la casa me recuerda a Lorena, dejé la mochila en el sofá, aquel sofá en que pasamos nuestra primera tarde juntas, abrazadas, besándonos. Dios por qué duele tanto. Fui a la cocina por un vaso con agua, las cosas estaban intactas, bebí el agua y fui a la habitación. Al abrir la puerta, me sorprendí mucho. Estaba ella acostada en la cama, estaba abrazada a una almohada, se escuchaba sollozando.

Yo: Por qué no te has ido Lorena??

Lorena: Amor...Volviste!!! –Levantándose de la cama para abrazarme-

Yo: Por qué me llamas amor??- Tenía los ojos hinchados, quizá había llorado-

Lorena: Por qué te fuiste mi vida?? – Me preguntaba suplicante por una respuesta-

Yo: Lorena, y aún lo preguntas?? Cómo demonios crees que me sentí cuando llegué a la posta y te encontré acostada en la camilla y esa mujer besándote???!!!

Lorena: De qué hablas amor??- Lo dijo muy sorprendida- ¿Cómo crees que voy a hacer eso??- Se acercaba a mi- Yo te amo y jamás besaría otros labios que no fueran los tuyos mi cielo...

Yo: Lorena, lo vi con mis propios ojos- Separándome de ella- No mientas más por favor...

Lorena: Yo no estaba acostada en la camilla por gusto mi cielo, y eso te lo puede confirmar cualquier persona del pueblo.

Salimos a vacunar esa mañana y hacía mucho sol, sentía mucho calor primero, luego empecé a sudar frío y no recuerdo nada más, hasta que muy lejos empecé a escuchar tu voz, entonces abrí los ojos y sólo veía que hablabas, gritabas, pero no entendí nada de lo que dijiste. Cuando te vi salir, quise pararme, pero no pude, la enfermera siguió atendiéndome. Le pedí que me diga, que me explique qué había pasado; entonces me dijo que me había desmayado y que don Roberto y don Eustaquio ayudaron a llevarme a la posta y que ella me daba los primeros auxilios y entonces entraste tú al consultorio y que gritabas que por qué te había hecho eso, ella no entendía, y me dijo que te preguntaba que qué hacías ahí, y que te retires del consultorio.

Yo, ante sus palabras me quedé muda, no sabía si creerle o no. Pero si me preocupó los motivos por los que se desmayó, no sabía qué decir...

Yo: ¿Cómo pasó eso??

Lorena: No se amor, te digo, me empecé a sentir mal, eran náuseas, luego el sudor frío. Se me bajó la presión y me desmayé. Amor –Acercándose a mi para tomarme las manos- Créeme, yo jamás jugaría contigo, traicionarte a ti, es traicionarme a mi misma, porque te amo demasiado – Empezó a llorar- No sabía dónde habías ido, tu celular en la mesa y tu nota...Cómo podría irme??- Me abrazó muy fuerte- Te amoo!!!

Yo: Por qué no me buscaste??

Lorena: Fui a la casa del campo, creí que irías para allá y nada, no te encontré, terminé pasando la noche allá, pensando que llegarías en cualquier momento.

Yo: No, sabía que irías a buscarme allá, por eso no fui – Al verla llorar, también me hizo llorar- Y por qué te desmayaste??

Lorena: No sé, sólo se que se me bajó la presión...

Yo: Vamos Lorena, eres médico, y debes saber el motivo...

Lorena: Debes ser por la caminata, y las emociones juntas...Por qué no me dices amor??

Yo: Es que todo es raro...

Lorena: Si no me crees vamos al  pueblo y tú misma pregúntale a quien desees, tú más que yo conoces a esa gente y sabes que son muy honrados, que no se prestan a ninguna tontería.

Yo: -El deseo por creerle lo que me contaba me ganó y ahora quien la abrazaba era yo- Te amo demasiado mi vida.

Lorena- Empezó a llorar otra vez, pero ahora era un llanto más fuerte, más emocionado- No imaginas la falta que me has hecho mi vida!!!

Yo: -Llorando también- te juro que me quise morir cuando vi a la enfermera encima de ti mi vida.

Lorena: Pero, no me besaba amor, ella me estaba revisando, estaba muy asustada...

Yo: -La miré seriamente- Tengo una semana que no pruebo tus labios amor...

Lorena no aguantó más y tomó mis labios con los suyos, y nos besamos desesperadamente, era como si no pudiésemos vivir más sin estos besos tan deliciosos. No sé cuánto duró este beso, pero sólo paramos cuando sentimos nuestras gargantas resecas.

Lorena: No más vuelvas a hacer esto por favor, tú sabes que te adoro Tati, que me muero si me faltas...

Yo: Está bien amor, pero es que eres muy bella y sé que a cualquiera le puedes gustar, y más estos labios deliciosos...-Piquito-

Lorena: Pero sabes que estoy loca por ti y que estos labios sólo son tuyos, no quieren ser de nadie más.

Yo: Más te vale...

Lorena: Vamos a la cocina, tengo mucha hambre...

Yo: Yo también mi vida...

Me preguntó por el lugar en que había estado estos días y le conté de Fanny y las señoras Teresa. No le gustó que haya compartido tanto con “esa niña” como la llamó..

Lorena: Pues ya iremos para allá y que “esa niña” vea que tienes dueña - y tomó mi mano, donde tengo el anillo de compromiso y me lo señaló-

Yo: Pues tú también tienes dueña – e imitando su gesto tomé su mano y le señalé el anillo. Ambas reímos.

Ahora nuestras risas eran de felicidad, de tranquilidad.

Por qué no me esperé a que me diga cómo pasaron las cosas?? Creí lo primero que pensé ver o que mis celos me hicieron ver, entonces recordé las palabras de la señora Teresa, cuánta razón tenía.

Lorena: Señorita, quíteme esta duda que me está quemando el corazón-Dijo acercándose a mí con un vaso de agua-

Yo: Qué duda amor?-Tomando agua-

Lorena: -Dándome un besito- Mañana te casarás conmigo??

Me quedé mirándola, en sus ojos siempre he observado sinceridad, respeto y ternura. Díganme si me puedo negar a compartir el resto de mi vida con ella. Le respondí el beso.

Yo: Tú qué crees?? Acaso crees que te dejaré libre para que cualquiera venga y me robe este corazón que es mío??

Lorena: TE AMOOOOOOOOOOOO!!!!!! Gracias mi vida- Dándome un beso más  largo todavía.

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Gracias a las personas que siguen leyendo mi relato y a los que comentan y valoran: HombreFX, Lililunita, Dulzhita y a las “nuevas” Silvia, Karol y Mekare, gracias!!! Es por ustedes que me inspiran para seguir escribiendo. Y ya, este si es el penúltimo capítulo. Gracias...qué pasó con Alphamon?? Extrañé tus comentarios.