La chica del guardia 4

Una fiesta, cervezas, el calorcito, separada de mi marido y el amante al lado una fuerte combinacion para un placer sin limites

La Chica del Guardia 4

Hola amigos de TODORELATOS, antes de continuar con mi historia, quiero agradecer a todos por dedicar su tiempo a dejar comentarios, espero que mis demás relatos que iré subiendo poco a poco sean de su agrado a manera de agradecimiento les Había enviado una foto pero no sé porqué este relato no se publico con la foto agradecería a los administradores de TODORELATOS me hicieran saber porqué no se pudo publicar.

Debido a mi infidelidad con el guardia, tuve con mi esposo una crisis matrimonial muy fuerte, el, por motivos de trabajo se fue a una ciudad en el norte de México, así que me quede sola por un tiempo, mi última vez que estuve con Roberto, como ya conté, fue extraña y como era costumbre en nosotros después de una sesión de sexo dejamos de buscarnos una o dos semanas; se acercaba una celebración en la empresa donde trabajo, llamada la fiesta de la buena producción, en la que los patrones hacían una mega comida para todos los trabajadores de la compañía, esa vez iba a ser en un rancho a las afueras de la ciudad. Todo mundo se preparaba para ese festejo, debido a que Roberto, aunque no era de la empresa, trabajaba ahí era seguro que estaba invitado.

Llego el día tan esperado y me vestí para la ocasión muy sexy, traía un vestido holgado rojo con zapatillas blancas, un brasiere negro y unas tangas de hilo negras, como siempre muy diminutas; como era de esperarse, mis padres no me dejaron que me fuera en el carro sola ya que iba a agarrar carretera, mi papa se ofreció a llevarme hasta haya amenazaba con ir por mi pero yo le insistí que no fuera, ya que de por si era una vergüenza que me llevara “mi papi” a la fiesta como para que fuera por mí no me la iba a acabar con las burlas, le dije que sobrarían las amigas que me llevarían de regreso a mi casa, al llegar al lugar sentí como las miradas de algunos hombres me comían, ya que el vestido era algo entallado a mi cuerpo y mis nalgas se veían muy marcadas y como traía tanga se veían mis cachetes muy bien delineados, el lugar era como todos los de los ricos, como de ensueño era una casa muy grande y elegante, tenía una terraza en la parte de atrás donde estábamos todos, había música en vivo y el ambiente estaba muy ameno, hice los saludos de inicio a la gente que se me acercaba, como de costumbre a mis compañeras que más les hablaba, en eso estaba cuando sentí una mano que firmemente me agarraba en mi cintura, era mi amante se veía muy bien vestido, muy formal me saludo con un beso en la mejilla muy cerca de mis labios me aparté y le dije –aquí no pórtate bien por favor no quiero ser la plática de las  víboras de la oficina el lunes ok?- el me miró como que fui muy convincente, porque hizo un gesto de aprobación; en eso se acercó un vendedor con su esposa ella trabaja en las oficinas y me saludaron, yo muy sacada de onda no entendía nunca les había hablado a ellos, en eso Roberto se adelantó y me dijo- te presento a mi primo- se mandaron una mirada de complicidad entre ellos, me sonrojé pero era de esperarse, los hombres nunca se quedan callados con sus conquistas siempre tendrán alguien a quien presumirle, en eso Roberto propuso que anduviéramos juntos los cuatro y accedimos todos, nos sentamos en una mesa Roberto de mi lado, por el otro lado estaba Carlos su primo y Gina la esposa de Carlos, estaba de mi lado. Nos pusimos a platicar Gina y yo de cosas de la oficina, ellos por su lado, platicaban del futbol transcurrió la comida y tomé cervezas un poco más de la cuenta, fui al baño Carlos y Gina estaban bailando cuando salí del baño estaba afuera Roberto, me acerqué a él y me jaló de la mano a un jardín que estaba cerca, había muchos arbustos, sin que nos vieran nos metimos al fondo del jardín, nos empezamos a besar como locos el me subió el vestido y me acariciaba mis nalgas, me empujaba hacia él y sentía como su verga empezaba a crecer a la altura de mi pubis, me bajo los tirantes del vestido y me besaba mis tetas bajando mis copas del brasiere, yo solo cerraba los ojos y me abrazaba a su cuello, en eso, oímos un ruido muy cerca de nosotros me acomodé la ropa lo mas que pude y volteamos a donde venia el ruido, era otra pareja pero ellos estaban acostados en el pasto era una chica del trabajo llamada Yaneth, estaba con su pantalón en los tobillos y un vendedor llamado Juan encima de ella penetrándola, gemían muy fuerte se notaba que a ella le estaba gustando su ración de verga, sentía como la mano de Roberto se metía en mi culo hizo a un lado el hilo de mi tanga y me acariciaba mis labios, que estaban mojadísimos pedían a gritos una lengua o un pene, en eso estábamos cuando se escucharon otros ruidos ellos se levantaron rápido y nosotros salimos corriendo de ahí, se término la fiesta y Carlos y Gina nos dijeron que nos iban a llevar, salimos del rancho en el carro de ellos pero el problema era que como había habido rifa de regalos, Carlos se había sacado una bicicleta grande, Roberto un microondas, Gina una vajilla y yo un equipo de sonido, pues el espacio se redujo yo me fui en las piernas de Roberto Gina en tono de broma le dijo- no te aproveches de Rubí si te hace algo gritas nosotros te defendemos jajaja – y Roberto le contesto –y si ella se aprovecha de la situación yo también grito y me ayudan- nos reímos todos.

Íbamos platicando yo iba en el centro de la parte trasera del carro, me iba agarrando de los asientos delanteros y Roberto venia agasajándome como era de esperarse, ya era de noche todos excepto Carlos, veníamos tomados y como estaba oscuro el coche por dentro, Roberto venia metiéndome mano me hizo a un lado mi tanga y me venía metiéndome dedos en mi cosita, yo trataba de no gemir ya que veníamos platicando todos, entrecerraba los ojos al sentir como me penetraba con sus dedos era riquísimo, al poco rato sentí como se sacaba su verga y me levantó un poco quería cogerme ahí con público y en el coche, yo me oponía a eso y cada vez que me levantaba de las nalgas yo me volvía a sentar, me daba miedo que nos descubrieran; en eso subió sus manos y me agarro las tetas yo inmediatamente se las baje volteando a verlo con enojo le hice señas que estuviera en paz, pero era inútil el muy desesperado no se ponía quieto, volvió a insistir me levanto de las nalgas muy fuerte y metió su pene a la altura de mi panocha, estaba muy excitada al sentir como frotaba su pene en mi cosita me encendió tanto que al poco rato le agarré su verga con una mano y me la metí, sentí como me llegaba hasta el fondo mordí mis labios para no gritar de placer, con una de sus manos me frotaba el clítoris era riquísimo, Gina ya se había dormido y Carlos venía manejando, arañaba los respaldos de los asientos de adelante del placer de sentir la verga de mi amante, ese pene que me hacia toda una puta, sin querer se me empezaron a escapar gemiditos de la cogida que me estaba dando Roberto Carlos se dio cuenta y volteó a vernos.

-Que están haciendo cochinos- dijo

-Nada tú sigue manejando- contesto Roberto

  • Como chingados no, si esos gemidos que da Rubí son muy obvios- dijo Carlos

Al decir eso prendió la luz interior del coche yo me tense toda, pero Roberto, como si no le importara seguía en el mete-saca; estacionó su coche en la orilla de la carretera se volteó y me subió el vestido Roberto de un tirón me jalo de los hombros hacia el respaldo de nuestros asientos, con sus rodillas me abrió las piernas y Carlos pudo ver que Roberto me tenía bien ensartada – ¡ese es mi primo no se le va ni una viva al cabrón! –gritó Carlos yo me baje mi vestido pero Roberto me lo volvía a subir, estuvimos así un buen rato Carlos no dejaba de verme parecía que babeaba de verme mi pubis, Roberto me besaba el cuello me apretaba mis tetas y ya sin importarme me entregue al placer sin importarme que nos viera su primo busque mi clito y lo frotaba con ganas, me bajo los tirantes de mi vestido y me bajo mi brasiere pellizcaba mis tetas como solo el sabia hacerlo para prenderme, voltee mi cara y nos empezamos a besar nuestras lenguas se enredaban con la pasión acostumbrada sentí una mano que me quitaba mi mano de mi clito y se ponía en su lugar, voltee era Carlos que torpemente me frotaba ahí, abrí mas mis piernas ya sin importarme nada de lo excitada que estaba, levante mis pies y los puse en los asientos delanteros así Carlos  vio como su primo me tenia bien penetrada, acariciaba mis piernas con la otra mano, estaba perdida de placer ya no gemía gritaba de la sesión de sexo que tenia con los dos, le agarre la mano a Carlos y se la puse exactamente en el lugar que me hace explotar agarre sus dedos y empecé con ellos a frotarme como loca, me venía un orgasmo me tense toda y me invadió uno de los orgasmos más ricos de mi vida, era una descarga eléctrica que me sacudió todo mi cuerpo se me nublo la vista y los espasmos de mi cuerpo era uno tras otro, mis fluidos de mi panochita era como un rio desbordado, fue tan intenso, que mordí el labio de Roberto muy fuerte al recuperarme, Roberto me volvió a levantar y me puso otra vez agarrando los asientos delanteros Gina por su parte estaba borracha y dormida ni mis gritos la habían despertado, se salió de mi, se sentó a un lado me hinco en el asiento trasero y me jalo a su verga yo obediente a la acción empecé a mamar ese trozo de carne que tanto placer me daba, escuche como Carlos abrió el coche y se salió abrió la puerta donde estaba mi culo apuntando sentí sus manos que subían mi vestido voltee y ya tenía los pantalones y la trusa bajados, froto su verga en mi vagina y como pidiéndole permiso a Roberto lo miro.

-Mi primo quiere meterte la verga mamita le das permiso- me dijo Roberto

-ay papi si tu le das permiso ya sabes que soy tuya –le conteste para seguir mamando su verga, Carlos tenía su pene algo grande y gordo, a cada frotada me hacia soltar unos gemiditos en eso sentí como su cabeza la apunto a mi cosita, me la metió empezó a bombear debido a lo excitada que estaba había entrado muy fácil sentía como raspaba mis paredes vaginales, empecé e gemir otra vez como loca estaba como nunca imagine estar como una estrella porno mientras me daba palo un cabrón en cuatro patas, le estaba mamando su macana a otro, volví a buscar mi clito y lo empecé e frotar, me invadió otra vez un orgasmo intenso a cada embestida que me daba Carlos sentía como chorreaba de mis fluidos, cuando acabe se salió Carlos se volvió a meter al coche, como si ya lo hubieran ensayado, me volvió a sentar en su verga Roberto no sé cómo se acomodo Carlos que me acerco su miembro a mis labios me lo metí a la boca y empecé a mamársela, Gina estaba como muerta Carlos le había bajado su vestido a la cintura y le había quitado el brasiere, le sobaba sus tetas eran grandes blancas con un pezón rosadito, así estábamos y Roberto se tenso señal que iba a llegar, aceleré mis sentones en su macana me apretó las caderas y sentí como su leche caliente me inundaba mi panocha, estaba muy excitado por la cantidad de leche que saco y la manera como bufaba y apretaba mis nalgas y caderas, en eso sentí como se hincho la verga de Carlos en mi boca el agarrándome de los cabellos me sofocaba con su verga hasta el fondo, de mi garganta al sentir que ya mero se venía me saque bruscamente, como ya no me pudo agarrar se acerco a su esposa dormida y se vino en sus tetas su venida también fue abundante que a Gina hasta le cayó en su cuello y cara leche de su esposo, nos acomodamos la ropa y Carlos con un pañuelo limpio a su esposa y la vistió apenas Gina se movía y se quejaba de tanto jalón que le hacia su esposo, seguimos nuestro camino y llegamos a la ciudad me dejaron en mi casa le agradecí el aventón y dentro de mí la cogida, se fueron me metí a mi casa tratando de dormir pero no podía ahora no solo había sido la amante de Roberto sino había sido la puta de dos hombres, sentía que la panocha me ardía pero me gustaba al fin me dormí sin saber que pasaría la otra vez que viera a Roberto.

Continuara…….