La chica del guardia 3

La tercera vez que fui la puta del guardia fue en un cuarto de hotel y algo raro paso

La chica del guardia 3

Ya habían pasado casi 2 semanas de la última vez que cogí con Roberto pero todos los días recordaba lo que había pasado me mojaba toda de recordarlo, hacía una semana que él había salido de vacaciones sentía tranquilidad de no verlo, pero al mismo tiempo ansiedad de estar con el, debido al incidente de mis pantaletas blancas, me di cuenta que le gustaba mucho la lencería y pensando en el, me fui a comprarme tangas, brasier y bikinis muy sexys imaginándome que él me vería con ellos, un viernes al salir yo del trabajo, estaba él en la entrada recargado en su coche, al verlo me dio un vuelco el corazón me hizo señas de detenerme y lo hice abrí mi ventanilla y se agacho busco mis labios y me besó al tiempo que metía su mano entre mis piernas y me agarraba mi pubis, lo bese de una forma desesperada agarrándole su nuca, apretaba mis labios a los de él; nuestras lenguas se enredaban el no dejaba de frotarme mi panocha con sus dedos, eso me mataba y mi cuerpo enseguida reaccionó empecé a mojarme se separó y me dijo:

-calma mamacita ¿me extrañabas?- dijo sonriendo muy seguro de el –con ese beso estoy seguro que si-

Me daba coraje eso ya que él tenía razón, lo extrañaba, sus besos sus caricias descaradas, su aliento que me embriagaba, extrañaba su verga dentro de mi, no le conteste únicamente sonreí y le dije-¿cuándo regresas?- el sin dejar de acariciarme por debajo de mi falda me dijo –hasta el miércoles ¿falta mucho verdad? Vengo solo a verte y a invitarte a salir a portarnos mal amorcito ¿vamos?- era ya de noche y obviamente no podía dejar de faltar a mi casa, aunque casi quería gritar que si quería salir con él le dije que no, él me insistía en el oído lamiéndolo suavemente, besándome el cuello yo me extasiaba con lo que me hacía abría mis piernas a todo lo que me daba mi falda para sentir sus dedos, me hizo a un lado mi tanga y por lo mojada fácilmente metió dos de sus dedos en mi vagina, yo me levantaba lo mas que podía y el metía lo mas que podía sus dedos, seguía insistiéndome besándome el cuello, mis labios, yo cerraba los ojos experimentando tantas cosas tan ricas no pude mas y tuve un orgasmo ahí en el carro con sus dedos dentro de mí, se aparto porque venía alguien, yo baje mi falda rápido eso me hizo regresar a la realidad me negué a salir con el pero le dije –mañana sábado salimos, vienes otra vez por mi y nos vamos a donde tú quieras- tuvo que acceder y me volvió a besar, sus dedos todavía brillaban por mis fluidos, se los metió a su boca y los chupo yo me reía de sus ocurrencias me fui a mi casa toda mareada, por fin me iba a ver con el fuera de el trabajo sabia que me llevaría a un hotel y no me importaba era lo que más deseaba, estar con él sin temor a que nos descubrieran.

Llegue a mi casa, cenamos mi esposo mis hijos y yo, nos fuimos a dormir y ya en la cama le dije a mi esposo que no saldría a las 5 de la tarde como de costumbre, ya que tenía que hacer un trabajo importante en la oficina, y que saldría como a las 9 más o menos nos dormimos, al día siguiente ya para irme me bañe y me rasure toda mi panochita la deje sin un vello, metí en mi bolsa la lencería que había comprado para mi amante, así como un baby doll medias con encaje y ligueros llevaba puesta una minifalda de mezclilla, una blusa escotada amarilla, un brasier amarillo con una tanga de hilo amarilla de encaje, me fui al trabajo ansiosa de ser otra vez la puta del guardia.

A la salida de mi trabajo me asome y efectivamente ahí estaba el en su carro, Salí caminando le dije al guardia que dejaría mi carro que más tarde lo recogería, Salí casi corriendo y me metí al carro de Roberto, lo encendió volteó a verme y ya sin recato lo bese, recargue mi cabeza en su hombro y nos fuimos me puso una mano en su entrepierna, la tenia durísima y nos fuimos; efectivamente me llevo a un motel pidió una habitación llegamos cerró la puerta, me abalance a su cuello nos besamos nos fuimos desnudando poco a poco hasta quedar el completamente desnudo y yo con mi tanga, me cargo y me llevo a la regadera del cuarto la abrió y nos metimos seguíamos besándonos como locos, el agua caía en nuestros cuerpos, en nuestras caras, se sentía muy rico me hizo a un lado la tanga y me frotaba mi sexo yo agarraba su palo y sus bolas las acariciaba, en eso se dio cuenta que estaba rasurada sonrió y se agacho –como a mí me gustan – me dijo y enseguida me puso una pierna en su hombro metió su cara en mi cosita, yo como podía me agarraba a la pared y a las llaves de la regadera me comía muy sabroso mi sexo mordía mis labios vaginales y mi clítoris de una forma que me volvía loca me hizo llegar a un orgasmo intensísimo se bebió todos mis jugos yo trate de no caerme; se paro y me agacho yo me hinque y me metí su verga en mi boca metía todo lo que podía y con mis uñas le acariciaba sus bolas, eso lo volvía loco pensé que iba a llegar en mi cara, pero no, me levanto y me puso de espaldas me arranco la tanga de un tirón, eso me excito mas apunto su miembro en mi vagina y me penetro de un tirón, sacándome un alarido de placer empezó a bombear yo gemía de placer como una loca, nuestros cuerpos desnudos con el agua hacían un ruido al chocar el me agarraba de mis tetas me pellizcaba mis pezones yo frotaba mi clítoris, en eso se tenso sabia que le venía un orgasmo apure mis movimientos en mi clito y al sentir su esperma caliente dentro de mi me vino otro orgasmo riquísimo.

Nos acabamos de bañar, él se salió y prendió la tv yo me metí mi bolsa y me puse el baby doll que se transparentaba todo mis pezones morenos se veían muy cachondos, venia con una tanga muy diminuta no me alcanzaba a cubrir toda mi panochita me la puse con las medias con liguero, Salí y le empecé a modelar al verme ya no volteo a la tv cerca de la cama habían puesto un tubo, me agarre de él y me movía como si estuviera en un table, me agachaba y le enseñaba mis nalgas abiertas, surtió efecto se le empezó a poner dura su verga de nuevo me quite la tanga se la avente y se la quedo oliéndola, seguía bailando me quite el baby doll y se lo avente también, ya no pudo más y me agarro y me jalo a la cama entrelazamos nuestras piernas y no dejábamos de besarnos en eso se volteo hicimos un sesenta y nueve riquísimo estuvimos un rato así en eso se levantó y me dijo:

-te puedo pedir un favor

-cual- le dije extrañada

-Quiero que juguemos un juego te va a gustar

-ok- le dije –a ver cuál es el juego

Se paró y agarró mis medias, me amarro las manos a la cama y con otras medias que traía en la bolsa me amarro los pies, con una mascada me vendó los ojos, ahí estaba yo boca arriba atada con las manos y piernas abiertas vendada y encuerada, me beso un rato el no poder abrazarlo ni moverme me estaba excitando, en eso se paró y me dijo:

-confía en mi ahorita vengo no me tardo

-adónde vas- le dije, no me contesto, solo escuche abrir y cerrar la puerta de el cuarto –¡Roberto no me dejes así, suéltame a dónde vas cabron ¡-le grité traté de soltarme pero no podía, en eso volvía escuchar la puerta que se abría y cerraba, me quede quieta trataba mínimo de quitarme la venda pero no podía, en eso sentí que se acercó a mí y empezó a sobarme las tetas, pellizcaba mis pezones, empecé responder a las caricias sentí como su boca se acerco a mis senos y empezó a chuparlos, pero era algo extraño, los chupaba de forma diferente, en eso me percate que traía un perfume que no era el de él, me asusté y quise quitarme pero no podía una mezcla de miedo y excitación me invadió, el que me estaba mamando mis tetas, puso una mano en mi sexo lo empezó a frotar mi cuerpo reaccionó al estimulo inmediatamente me mojé, su boca no dejaba de chuparme mis tetas, se notaba muy desesperado chupando una y otra tenía tres dedos metidos en mi sexo, los metía y sacaba de una forma muy tosca me dolía pero a la vez me agradaba –Roberto ¿eres tú?- le dije no me contestó seguía taladrándome con sus dedos mi panocha y mamaba y mordía mis tetas muy diferente a mi amante -¿Quién eres? ¿Dónde está Roberto?- le decía no me contestaba seguía en lo suyo, era evidente que o era otra persona y el muy cabron se estaba portando diferente para asustarme, saco sus dedos de mi panochita y se levanto sentí que acercaba algo a mi cara me acaricio las mejillas inmediatamente supe que era su verga, me la puso en mi boca y la metí trataba de comérmela toda, pero me cansaba levantar mi cabeza con los brazos amarrados, se monto en mi y empezó a cogerme por la boca, sentía sus embestidas que llegaban hasta lo más profundo de mi garganta, en momentos sentía unas ganas de vomitar, seguía con la duda de no saber quién er,a en eso se bajo mas apunto su verga en mi panocha y me la metió, solté un gemido de placer ya no me importaba si era Roberto u otro cabron, empezó a bombear suave, rico y aceleraba cada vez mas, eso me estaba poniendo a mil, bajo sus manos y las metió para agarrar mis nalgas me las apretaba riquísimo, no dejaba de besarme mi cuello y mis labios estaba en la gloria mi cogedor misteriosos sabia como tratar a una mujer, en la cama gemía y no paraba de gemir su verga estaba deliciosa raspaba las paredes de mi vagina y a cada embestida sentí que salían chorros de mis fluidos de excitación.

-aaahh!! que rico cógeme, cógeme méteme la verga quien quiera que seas cógeme más fuerte mas- le decía, el no decía ni una palabra solo resoplaba muy agitado, en eso sentí que estaba a punto de tener un orgasmo y al mismo tiempo sentí que él estaba a punto de eyacular, abría lo mas que podía mis piernas esperando la leche de ese macho que me estaba poseyendo, acelero sus movimientos se arqueo todo y se vino chorros calientes de esperma me invadieron mi panocha, no pude mas y tuve un orgasmo largo gritamos los dos cayó sobre mi fatigado, se levantó se dirigió a la puerta se oyó abrir y cerrar yo me quede sin fuerzas sentía como chorros de esperma salían de mi cosita resbalando por mi culo hasta la cama formando un charco de leche de mi amante y mis fluidos, al rato se volvió a oír la puerta abrir y cerrar se acercó Roberto y me quito la venda, no tenía fuerzas para preguntarle qué había pasado, también tenía miedo de saber la verdad, me pregunto que si me había gustado tímidamente le dije que sí, ya era tarde nos vestimos y salimos de ahí me llevo a donde estaba mi coche se despidió y se fue, me fui a mi casa ya más tranquila iba meditando se me estaba saliendo de control esto y tenia que pararlo, pero no sabía cómo me venían ráfagas de lo que paso y mi panocha se mojaba toda, por un lado quería parar esto pero por otro quería seguir siendo la puta del guardia.