La chica del cementerio 10

Perdonen la demora en seriooo

La puerta se abrió de golpe y una silueta dio a notar que era el abuelo de Paula, con una expresión de desagrado y ojos un poco desorbitados; se aclaró la garganta fuertemente para levantar a Paula y a Sarah, la rockera en respuesta se levantó de un sobresalto mientras la vergüenza se apoderaba de ella mientras miraba a su abuelo a los ojos.


Sarah continuaba dormida con una expresión de estar en sueño profundo, sin percatarse de Guillermo que la observaba, Paula clavó sus ojos azules verdosos en el suelo mientras su piel palidecía.

-¿Qué estás haciendo? – Preguntó con un tono tosco a su nieta.

-¿Qué estoy haciendo de qué? Ya me viste – Ironizó.

-Sabes muy bien que acepto tus preferencias, Paula, he sido incondicional contigo, pero que hagas eso en mi casa no te lo permito.

-A veces me pareces muy extraño abuelo… Cambias de humor constantemente

-No me faltes el respeto, no quiero que tu amiguita tenga que ver mi otra faceta que tu perfectamente conoces.

-Ay ya abuelo, ya me iré de aquí.

-De aquí no te irás, tu tía vendrá a cenar hoy, y te llevará con ella.

-¿Pero qué mierda estás hablando? ¿Acaso vine aquí para ver como iba a estar encerrada de nuevo? No me jodas.

-¡No me faltes el respeto Paula! – Guillermo alzó la voz y Sarah de un sobresalto se despertó.

Mientras el abuelo gritaba, Paula se levantaba desnuda y comenzaba a vestirse mientras Sarah mantenía la vista fija al horizonte, una mirada perdida que expresaba desconsuelo, una noche de terror, un día de pasión y una tarde de horror… Muchas emociones para dos días, debía irse, y si necesitaba estar lejos de Paula para estar bien sería necesario, le estaba ocasionando demasiados problemas, pero había arriesgado todo por ella, la decisión sería complicada, sus pensamientos se vieron interrumpidos por un estruendoso grito que aclamaba "DÉJAME EN PAZ" dirigido hacia el señor Guillermo.

Sarah envuelta entre las sábanas expresaba terror, veía como Guillermo se le abalanzaba a Paula impidiéndole salir, el viejo abuelo era irreconocible.

-Mira suéltame – La rockera empujó al abuelo. – Vístete Sarah.

El abuelo salió de la habitación con un estruendoso portazo que hizo rechinar el marco.

-¿Qué le pasa Paula? – Sarah hablaba cada vez más asustada.

-No sé que demonios le pasa, al parecer está volviendo a tomar su mierda de pastillas, hazme el favor y vístete ¿Sí?

-Ya, ya, pero no me grites.

Sarah se levantó rápidamente colocándose la vestimenta que traía puesta y deslizando las desgastadas cerdas del cepillo por su enmarañado cabello.

Paula (Narrador)

No puedo creerlo desde cuando él se pone así, ahora va a venir a traerme a la imbécil de mi tía para llevarme con ella de nuevo, simplemente no lo puedo creer, que he hecho para merecerlo se supone que él sabía de mi sexualidad y de lo que quería con Sarah, la había traído ya hace días y se pone con estas, no soporto la angustia descomunal de mi pecho al imaginarme sin Sarah, no llevo ni una semana de conocerla y ya hasta me siento dependiente ¿Qué me pasa? ¿Qué tengo? Ya hasta tuve relaciones con ella, no puedo dejar que mi tía me lleve, no faltando un año para mi mayoría de edad, no así… A ver, no hay nadie en el prado, mi auto está a unos pocos metros, podríamos escapar por la ventana, pero mi abuelo tiene la mala maña de observar por su ventana, ya casi oscurece, pero llegará mi tía ¿Qué hago?

-¿Qué estamos esperando? Vámonos ya – Me habló Sarah con su voz angustiada sin saber que hacer, se notaba la desesperación en sus ojos, debía salvarla de esta

-No nos quedará de otra que escapar corriendo...

-Paula demasiado drama, ¿Me dirás que está pasando?

-Ya te lo dije Sarah, por favor no me hagas contártelo de nuevo

-Ok, tu tía, ¿Qué haremos con ella?

-No haremos nada, no podemos dejar que me vea, no ahora

Me asomé de nuevo a la ventana y vi un auto rojo acercarse entre los arbustos, con ligero paso, pasó al lado de mi auto y se estacionó al lado del árbol más grueso, era mi tía, por supuesto que lo era, salió de su auto encaminándose hacia la casa, ya había caído el atardecer, debía escapar apenas entrara por la puerta y mi abuelo la recibiera… Se abrió la puerta y mi abuelo la saludó con un abrazo, entraron y de inmediato le indiqué a Sarah que saliéramos por la ventana.

Sarah era demasiado lenta bajando, le pedí que se apresurara y finalmente cayó al suelo, golpeándose contra las macetas que estaban en el jardín, maldita sea Sarah y su torpeza… Salté ágilmente sobre el césped mientras salíamos corriendo hacia mi auto, de pronto sentí como los gritos de mi abuelo se aclamaban desde mi ventana

Entre mis bolsillos buscaba la llave de mi auto, ¿Y las llaves? ¡MIERDA! Olvidé que se quedaron sobre la cómoda, no puedo volver ahí… Estoy metida en una bien grande, y mi coche no pienso dejarlo por acá

-¿Qué pasa Paula?

-Las llaves… Se quedaron sobre la cómoda

-No se quedaron sobre la cómoda, yo las tomé, abre el auto y vámonos

Muy bien bendita seas Sarah, el alivio que sentí en ese momento no supe explicarlo, nos metimos en el auto rápidamente, obviamente la alarma sonó al abrirlo con el control remoto, vimos a mi abuelo y a mi tía saliendo de la puerta de la casa con cara de asombro, con paso rápido mi tía se acercó hacia su auto mientras yo arrancaba con el mío a la velocidad con la que suelo viajar, 160 Km. /h.

El auto rojo se puso en marcha comenzando una persecución, Sarah mantenía los ojos cerrados con las manos colocadas a los costados del asiento del copiloto, como olvidar que ella odiaba estas velocidades, llegué a la autopista y para mi suerte estaba totalmente despejada, siempre había amado estos autos, el motor y las velocidades son impresionantes… Definitivamente estaba comenzando a sentir esa adrenalina propia de mí… No me importaba tener que escapar de la ciudad, para mantenerme a salvo junto a Sarah, económicamente no estábamos mal, así que no nos veía tan mal futuro para los próximos días

El auto rojo de mi tía estaba detrás de mí, las velocidades obviamente no eran las mismas, llevaba la sangre de mi padre, corredor de autos, no me importaba nada más, simplemente me centraba en lo que estaba sintiendo en este momento, la adrenalina continuaba apoderándose de mí, mi tía no tendría ventaja, su auto no corría tan rápido, la distancia entre nosotras era pronunciada, sin embargo no la perdía de vista por el espejo retrovisor.

El motor rugía como una bestia embestida, por supuesto no me alcanzaría, claro que no… Mi rostro se veía reflejado en el espejo, mi rostro marcado por la tensión, le pedí a Sarah que volteara y me dijera si pudiera ver si mi tía venía sola o con mi abuelo, para empeorarlo todo venía con mi abuelo… No me importaba, ellos esta vez no podrían conmigo, no hoy… No esta vez

Las curvas eran mi pasión, por supuesto que lo eran, en una curva a pesar de que debería desacelerar yo aceleraba, una ventaja para mí, ellos tendrían que disminuir su velocidad, eso me daría más tiempo para escapar

El tablero me indicaba como iba aumentando cada vez la velocidad, Sarah tenía cara de desear vomitar, eso no me importaba en esta ocasión, ya comenzaba la parte de las curvas, la parte que más estaba deseando poseer, aumenté la velocidad a 180 desapareciendo completamente de vista sin que mi tía pudiera verme, no me ganaría, lo sabía… Pasé por 4 curvas y comenzaba de nuevo la ciudad, tuve que desacelerar hasta 80 deslizándome por los suburbios yendo directamente hacia el restaurante que nadie conocía y nadie podía ver – Estaba muy escondido.

Aparqué mi auto en un pequeño callejón que solamente yo conocía, nadie vivía allí, hace mucho tiempo que había dejado de ser un área residencial. Rápidamente tomé a Sarah de la mano llevándola hacia el restaurante pidiendo a Alexander un vaso de agua helada para que Sarah calmara sus nauseas, estaba verdaderamente mal y era por mi culpa, pero al fin y al cabo era para salvarnos a las dos.

-¿Estás bien? – Mi pregunta era estúpida pero debía preguntárselo.

-No, no estoy bien… Fuiste demasiado rápido a sabiendas de que ese tipo de velocidades me ponen mal.

-Era para salvarnos Sarah. – Tomé su rostro entre la palma de mi mano

-Pero sabes que eso me hace sentir horrible ¿Ahora a dónde demonios vamos a dormir?

-Vamos a un hotel ó a lo que sea, pero tendremos un lugar, ahora por favor sólo cálmate.

Sarah se mantuvo callada, la verdad es que esa postura de ella me molestaba muchísimo, al parecer no terminaba de entender de que estaríamos en serios problemas sí nos llegasen a atrapar, ella era mayor de edad, que problema iba a tener… Pero yo no, mi custodia la tenía mi abuelo, ahora lo que me faltaría es que fueran a la comisaría y me reportaran… Una nochecita en un reformatorio sería la gota que derramó el vaso

Dejé a Sarah en la mesa y me fui al baño, necesitaba recapacitar acerca de cómo demonios mi vida había dado un giro de este modo y todo porque conocí a una nueva mujer, ¿Ella empeoró mi vida? ¿Yo empeoré la suya? Sin duda yo empeoré la suya, si no se me hubiese ocurrido ese viaje a la playa ese tipo no nos hubiera pillado y le hubiese hecho lo que le hizo… Sin duda alguna todo esto es mi culpa… ¿Salirme de su vida o permanecer en ella? ¿La dejo ó no la dejo? ¿Para qué seguir a su lado sí sólo lo estoy empeorando?

Los pensamientos continuaban adueñándose de mí, era una decisión que haría un cambio drástico en mi vida, ya por supuesto me había acostumbrado a Sarah, ¿Y sí después la buscaba? ¿Y sí me doy cuenta de que en verdad no puedo dejarla y la busque y ella ya no esté para mí? ¿Y si jamás me perdona lo que le hice? ¿La dejo ó no la dejo? ¿Qué debo hacer? ¿Por qué me siento tan atada a una persona?

Me observé en el espejo, tampoco podía ver el lado negativo de las cosas… No podía olvidar la tarde que pasé con Sarah en el prado de lo que anteriormente solía ser mi casa, no podía olvidar que esta misma tarde acababa de hacerle el amor, tampoco podía olvidar el día en que la conocí en aquel extraño cementerio en donde mis penas de una forma sombría se transformaron en alegrías… Pero tampoco podía ignorar el hecho de que seguía haciéndole daño.

Me observé nuevamente, escuchaba el piano resonando en mis oídos que venía del vestíbulo, aquella canción de Beethoven, posiblemente Mozart, pero sin duda me encantaba… Aquello complicaba mi decisión, mi rostro ya no era el mismo rostro de antes, mis ojos a pesar de todo lo sucedido brillaban, y la causa era Sarah… Tal vez pude haber traído problemas a su vida, pero debía sacarla de ellos… Era casi imposible, no había transcurrido siquiera una semana ¿Y ya amaba a Sarah? Muy bien estaba tardando demasiado en el baño, ya era hora de salir.

Me acerqué nerviosamente a la mesa del fondo, Sarah tenía la mirada perdida

-¿Estás bien? – Bien mi pregunta era realmente estúpida, pero necesaria.

-Se hace lo que se puede. – Sonrió.

-Sabes que jamás quise que nada de esto sucediera, simplemente quisiera que todo pasara y volver a ser las mismas personas de hace unos días cuando nos conocimos

-Yo también, Paula, sin embargo es realmente complicado después de todo lo que ha sucedido, tú eres menor de edad… Tu grandiosa tía puede venir arrastrándote hacia su casa y más nunca dejarte salir

-Eso no sucederá, Sarah… Yo no permitiré que suceda

-¿Y que harás? ¿Te pasarás la vida huyendo hasta que cumplas los 18?

-Sarah por favor te pido que me entiendas….

-Te entiendo, Paula, pero también entiende lo complicado que es para mí presenciar todo lo que he presenciado… Desde un intento de violación hasta que tu tía te quiera llevar con ella para alejarte de mí para siempre

-Lo sé, lo sé, lo siento… Esto deberíamos hablarlo en un lugar más privado… Vamos a un hotel, no haremos nada malo por favor

-No hace falta que supliques, Paula

-Vamos entonces

Nos levantamos de la mesa, me despedí de Alexander echando un último vistazo a aquel restaurante, si me alejaba de Sarah jamás podría poner un pie en un lugar como ese… En donde fue nuestra primera comida… No lo soportaría…Decidí no tomar mi auto, desentonaría mucho entre los autos y mi tía podría reconocerme fácilmente, en una ciudad llena de taxis, tomé un taxi mientras mis pensamientos se perdían por la ventanilla pensando en mi futuro… ¿Alejarme ó no de Sarah?


Ante todo quisiera disculparme por toda la tardanza de este capítulo tan corto, como ven esta situación de las clases y toda la cosa me tiene atareada, y ni hablar de navidad… Espero que no se haya perdido la continuidad de mis relatos, la verdad es lo que menos planeo

Quisiera que todos los lectores que suelen leerme me digan si les parece un final feliz entre Paula y Sarah ó posiblemente que separe a estas dos protagonistas para siempre

No deseo comentarios de "tú eres la escritora, deberías decidir" Quiero su ayuda porque la verdad está en 50/50 esa decisión final

Les deseo una feliz navidad para todos ustedes, un poco atrasada jaja

Trataré de no tardar con la continuación del relato

Los amo!!

Besos a todos

Se acerca mi cumpleaños y quiero pedirle a la querida chica glamm mi continuación de Blood Love, no me interesa que ya haya terminado ajajajajaja Xd

Ivanna V. <3