La chica del autobus

Un viaje sin pensar, y un polvazo excepcional en un micro, con una desconocida y en un colectivo.

La Chica del Autobús.

Debo reconocer que soy una persona a la que le gusta la libertad y confieso que me han tocado vivir situaciones de todo tipo; pero lo que me pasó aquel día no fue solo mágico, sino sorprendente. Había viajado a una de las ciudades importantes de la Argentina, Buenos Aires precisamente, con motivo de concurrir a un curso que se dictaba y que obviamente era de mi incumbencia y lógicamente, fundamental para mi profesión. Era indudable que después de un curso de dos días y unas ocho horas de viaje estaba sumamente cansado y lo que quería a la vuelta era solo dormir, y eso hice precisamente. Salimos como a las seis de la tarde y puedo asegurar que subimos al micro y me quedé dormido, nada me perturbaba, ni siquiera la película que estaban proyectando.

Luego de algunas horas de viaje y antes de llegar a destino, como a unos 120 km. pasamos por una ciudad, y allí me desperté, y claro, luego de orientarme, corrí la cortina y pude observar a través de la ventanilla del colectivo, entre los pasajeros que se alistaban para subir, a dos chicas, que sin duda eran hermosas y las vi así; una de ellas bastante alta, como de 1,70 metros, rubia, con un pantalón de jean muy apretado y una remera también muy adosada a su cuerpo, que esculpía una fantástica mujer y a su lado, la otra escultura, morocha, de rulos, muy arreglada, con zapatos de tacos altos, una delantera espectacular, erguida, perfecta con una remera que apretada dejaban ver la presión que ejercía sus pezones luchando por hacerse notar y una minifalda azul de seda ajustada en sus caderas que dibujaban unas curvas increíbles, hasta pude imaginarme deslumbrado sus medidas; su escote provocaba las miradas de todos los que pasaban a su lado, incluso de otras mujeres que miraban con cierto aire envidioso, sus labios carnosos le daban un toque sensual único, reflejando un color rojo púrpura muy atractivo.

Mientras el tiempo pasaba, yo las observaba y por momentos llegaba a imaginarme cosas obscenas provocadas, lógicamente por esa situación y los hombres sabrán que es lo que pasa por nuestras cabezas cuando vemos una mujer. Cuando subieron al colectivo trataron de ubicarse ya que estaba bastante lleno aunque no así en el fondo, yo me encontraba sentado del medio hacia atrás y sospeché que ellas se dieron cuenta que las estuve observando desde arriba. Cuando pasaron por mi lado, la de minifalda se sonrió como queriendo decir algo que por mi vergüenza no pude interpretar. A cada paso inundaban el pasillo con un perfume que lo único que hacía era enloquecer los ratones de mi cabeza. Sentí que ellas, un par de butacas más atrás, cuchicheaban y sonreían como cómplices de algo que me inquietaba sobremanera, y se me puso que debía hacer algo para averiguarlo. Así que me levanté de mi asiento, y fui hasta el micro bar del fondo a buscar un café y vi que la chica que me había mirado estaba sentada sola. Tomé un vaso y serví mi café. En ese momento sentí que una voz sensual me dice:

me servís un café?

Y yo como todo un gran caballero así lo hice y se lo alcancé cuando con su mirada provocadora tomó el vaso con las dos manos pero con una de ellas rozó los dedos de mi mano. Fue en ese momento que me di cuenta que algo interesante podría suceder. Entonces le dije:

puedo sentarme? Y compartimos el café?

Claro...., me dijo, apresurada, y nos presentamos, y la charla surgió:

Mi nombre es Jorge, y el tuyo?

Yanina.......A qué te dedicas?

Soy ingeniero y estoy volviendo de un congreso en Buenos Aires y vos?

Soy estudiante, pero ahora me vine a pasar unas mini vacaciones a lo de mi amiga Karla

Cuántos años tenes?

23 y vos?

29

mmm, pareces mucho más joven

si...me lo dicen muy a menudo.

Me servís otro café?

Me dijo y apoyó la mano que sostenía el vaso en su pierna y sin querer rocé su piel con uno de mis dedos y su mirada se clavó en mis ojos y se mordió el labio inferior como queriendo provocarme y le dije:

sabías que sos muy linda?

También me lo dicen muy a menudo (y sonrió)

Estas de novia?

Si!... pero...eso no va a ser motivo para que yo disfrute de mis vacaciones al máximo.

Eso me daba la pauta de que podía avanzar mas profundo en el tema y aprovechando la oscuridad del micro, me acerqué a su oído y casi con miedo le dije:

sabes que ese perfume tuyo me altera bastante

el tuyo también, es como audaz, inquietante y misterioso.

Estoy sufriendo una tentación

Entonces no la sufras, me dijo y con la respiración entrecortada me acerqué a su boca muy lentamente y sentí la humedad y el olor de sus labios. Ella cerró los ojos y sintió.

Me imaginaba que estaría pasando por su cabeza en ese momento, ya que yo sabía que ella tenía novio, que hacía solo unos minutos que nos conocíamos, que éramos dos extraños atraídos por una magia o tal vez por un mutuo deseo.

Sabes...me dijo, esta fue siempre mi fantasía, conocer a alguien que me moviera el piso, en un autobús y disfrutar del momento pase lo que pase

Entonces yo quiero ser quien haga realidad tu deseo. Y casi con un aire chistoso le dije: soy tu amo, pídeme lo que quieras y hazme lo que quieras, soy la morbosa realidad de tus mas ocultos deseos!.

Inmediatamente vino otro beso y una de mis manos yacía sobre su pierna mientras la otra exploraba sus ardiente pechos. Las lenguas se enredaban de un lado a otro en nuestras bocas y puso su mano sobre mi bragueta y sintió que mi miembro estaba caliente y muy excitado, lo suficiente como para enloquecerla, yo empezaba a calentarme, tomé el cierre de mi pantalón y ella se encargó de lo demás, desprendió el botón y mi verga salió desesperada para introducirse ansiosa en su boca, y se lo metió todo adentro.

Era una mezcla de sensaciones, saber que una desconocida me estaba chupando el pene como una verdadera puta. Yo acompañaba cada movimiento tomando de su cabeza y haciéndole saber como me gustaba más. Su lengua se retorcía sobre mi glande, dejaba la mitad adentro y con la mano me masturbaba muy suave, cada chupada era como bombas de placer en mi cabeza, yo aprovechaba y con la mano derecha acariciaba sus glúteos redondos y con mis dedos y por debajo de su tanga, podía sentir como su concha chorreaba flujo y como su culo hervía de calentura. Meterle un dedo en cada hueco la hacía gemir y gozar como una perra.

Te estas portando como una verdadera puta sabías?

Mmmm....y eso te gusta no?

Claro, seguí chupando, así

Te gusta que te chupen la verga....!!

Es lo que mas me gusta

A mi me gusta atragantarme con tu pija.

Así estuvimos como quince minutos hasta que no di más, y ella me decía ansiosa:

venite...papito, que te estoy esperando...dale...siii...mmmm

y mi semen se esparcía dentro de su boca y yo me agarraba de su culo y su cabeza para no gritar y que la gente no se percatara del hecho. Se tragó todo mi semen y me lo chupó hasta que perdí la erección, nunca nadie me lo había exprimido de tal forma antes, y para mi fue fantástico. Claro que la muy zorra estaba re caliente y no se quedaría con semejante intriga, con el pastelito caliente. Asi que al cabo de unos minutos y luego de una pequeña charla como para ganar tiempo, ella comenzó a acariciarme el miembro y lo empezó a besar despacito que no pude aguantar tener otra erección.

Sé que te gusta que te chupen la pija, pero a parte tenés unas tremendas ganas de cogerme no?

Claro, no veo la hora de penetrarte!!

Y yo de sentirte dentro mío.

Se tumbó hacia un costado y agarrado de sus tetas y cintura le hice sentir la punta del miembro en su vagina que emanaba fluido caliente como un volcán en erupción. Se lo puse hasta los huevos y mordiéndose los dientes soltó un gemido;

Mmmmmahhhhh, siii, cogeeemmme mi extraño, que deseo tu verga bien adentro.

Y se lo dí una y otra vez, me costaba llegar pues ya había tenido un orgasmo antes, asi que de tanto serrucho, tuvo su primer orgasmo y como desconforme me suplicó:

Te gusta mi cola?

Si, por su puesto, tenés un culo recalentón y muy provocativo.

Y qué esperas, cojéeme el culo, ya......ahora, rompeme toda....ahh

Mojé su agujero con el fluido de su vulva y se lo puse muy lentamente en el trasero. Un culo de película, super estrecho, pero que pedía una pija a gritos. Noté como se mordía los labios mientras gozaba casi sufriendo, para que nadie nos escuchara, era como si estuviéramos haciendo una fuerza increíble para que no nos escucharan y se dieran cuenta del macabro hecho en el colectivo, hasta que no aguanté más y tuve que despedir mis últimos chorros de semen en su interior y ella percatándose de ello tuvo su segundo orgasmo.

Sentía un cansancio mayor al de mis dos días de viaje. Sin duda, mi regreso fue super emocionante. Luego de acomodarnos y volver a la realidad ya estábamos llegando a destino. Medió su número telefónico y con unas cuantas caricias y besos nos despedimos. Yo tomé mis cosas y bajé antes de llegar a la terminal de ómnibus, de manera que no se si bajó en la misma ciudad o siguió más adelanto, nunca le pregunté su destino de viaje, solo se que disfrutamos de una atracción salvaje y nada mas, gozamos, sentimos y nos despedimos.

Ahora me quedaban dos cosas, llegar a mi casa y llamarla por teléfono cuando pudiera.

En mi casa me esperaba mi esposa, también y sin dudas con ganas de hacerme el amor, pero.......eso es tema de otra historia. Lo único que sé, es que jamás podré borrar de mi mente aquel viaje en autobús.

Joshy