La chica del autobús
Las caricias de Ana se fueron haciendo más intensas y sus besos más apasionados. De pronto lleva mi mano a su vientre y me susurra desgranando mimosa sus palabras: - ¿sabes?, será una tontería pero estoy muy caliente, bueno, creo que tengo hasta las braguitas húmedas, ¿tu crees que la chica del autobús las tendría tan mojadas como yo?.
La joven del autobús
Mayo se había despedido con grandes tormentas y durante varios días solo vimos cielos plomizos y grises, de hecho no había día en el que la lluvia no hiciese acto de presencia así que estábamos deseando el fin de tan inestable tiempo para volver a ver cielos azules y sentir el calor del Sol y sobre todo, soñábamos ya con las vacaciones que se presentían muy cercanas.
Con los primeros días de Junio volvió el Sol, los campos relucían de verdor y humedad, las flores estallaban por doquier como si de una segunda Primavera se tratase, el termómetro subió rápidamente y nosotros mismos cambiamos para adaptarnos a la nueva climatología, por demás tanto tiempo esperada.
Acababan de ponernos una línea de autobús cerca de casa y yo había decidido utilizarla dejando olvidado el coche, me resultaba más cómodo y además aprovechaba para ir paseando desde la última parada al Despacho.
Normalmente solía cogerlo temprano y a esas horas en mi parada era la única persona que cogía el autobús por eso me sorprendió una mañana el ver ya esperando a una chica joven, no había nadie más en la calle y mientras me acercaba aproveché para mirarla.
La joven tendría sobre unos 27 o 28 años de edad, morena y de pelo corto y vestía más que cómoda, falda corta y camiseta ajustada . Al llegar a su lado la saludé y ella correspondió con una leve sonrisa y no cruzamos ninguna otra palabra mientras llegaba el autobús.
Apenas esperamos unos minutos y este hizo acto de presencia, venía completamente vacío y la joven subió al mismo delante de mí, apenas dos escalones pero suficientes para que yo pudiese admirar el color de la piel de sus muslos, su falda era bastante corta y desde luego era evidente que con el más leve movimiento dejaba al descubierto una buena parte de su anatomía.
La joven se acomodó en uno de los asientos traseros y yo me quedé de pie cerca de la puerta central. El autobús arrancó y el movimiento me hizo tambalear ligeramente, me agarré a la barandilla y de forma instintiva miré hacia donde se encontraba la chica, ella también me miraba y me pareció que sonreía ligeramente, la verdad es que estaba bastante bien , el corte de pelo le confería un cierto aire travieso y pícaro y casi sin darme cuenta mis ojos descendieron sobre ella para encontrarse con una agradable sorpresa, la joven tenía ligeramente separados sus muslos, y la falda, al sentarse, se le había subido algo más que un poco y con ello me ofrecía una maravillosa visión no solo de sus muslos sino también del blanco de sus braguitas.
Furtivamente mis ojos se posaron sobre ella para admirar el máximo posible de su intimidad y claro, descubrió mi mirada pero lejos de acomodar su postura sus labios se entreabrieron ligeramente mientras de forma casi imperceptible separaba un poco más sus muslos.
Apenas fue una fugaz visión pero el blanco de sus braguitas relucía contrastando con el moreno de su piel y desde donde yo me encontraba podía admirar como aquellas se ceñían sobre la parte más íntima de su anatomía.
Aquella situación me parecía electrizante aún cuando no podía estar seguro de que ella lo hiciese deliberadamente o que simplemente se tratase de algo fortuito y casual pero lo cierto es que ella era consciente de mis miradas y no hacía nada por componer su vestimenta.
El autobús llegó a otra parada y subió más gente, ahora no tenía ya visión directa sobre la chica y hube de contentarme con disfrutar del paisaje urbano mientras mi mente recreaba el suave color de sus braguitas.
Ella se bajó una parada antes de la mía y me pareció que al descender del autobús me buscaba con la mirada, en cualquier caso debo reconocer que esto último no dejó de ser más que una suposición mía.
Llegué al trabajo y me olvidé por completo de la escena, y el día fue tan ajetreado que no volví a acordarme de ella.
Al día siguiente me dirigí de nuevo al autobús, allí estaba también ella ya esperando y claro, mi mente se despertó de inmediato y me pasó veloz las imágenes del día anterior.
Sonriendo para mis adentros la saludé y ella me contestó con la misma sonrisa del día anterior, hoy había cambiado de ropa, llevaba un vestido ligero de algodón también muy corto y bastante ceñido a su cuerpo.
El autobús apareció y ella subió y nuevamente, - bendije al inventor de los peldaños-, el vestido se le subió peligrosamente y la piel de sus muslos me saludó incitante, la chica tenía unas piernas preciosas y unos muslos torneados y morenos.
Se acomodó ocupando el mismo lugar que el día anterior y yo me situé también junto a la puerta esperando ansioso que se repitiese la situación del día anterior.
Y la Diosa fortuna se confabuló a mi favor, sentada el ajustado vestido de la joven se le arremolinaba dejando al descubierto una buena parte de sus muslos, fijé mis ojos sobre ella y por un instante nuestras miradas se cruzaron, me sonrió, mis ojos descendieron ligeramente y como ayer ella separó los muslos en esta ocasión de forma más perceptible.
El blanco de sus braguitas atraía por completo mi mirada, la íntima prenda destacaba atrayendo irremediablemente mi atención sin que la chica hiciese ademán alguno de proteger su intimidad, antes bien parecía disfrutar con el juego mientras yo era consciente de que me estaba excitando como un colegial.
En la siguiente parada no subió nadie y pude continuar disfrutando del juego mientras ella dejaba que yo la admirase y pensé que tal vez la excitase exhibirse o que tal vez estaba simplemente disfrutando al jugar conmigo pero lo cierto es que ella hacía todo lo posible por colocarse en la mejor postura para que pudiese admirar lo que ella me ofrecía.
Aquel día ella no bajó en su parada sino que lo hizo en la mía, pero tampoco me dirigió la palabra, solamente instantes antes de perderse entre la gente sentí como me miraba directamente mientras sonreía provocativa.
Durante la mañana en el trabajo me acordé varias veces de ella y justo es reconocer que fantaseé pensando que se me insinuaba mucho más claramente y la cosa se calentaba mucho más, en fin, como digo: ¡fantasías!.
Aquel día volví pronto del trabajo y en cuanto Ana mi esposa - y yo estuvimos solos le relaté lo sucedido, bueno, tal vez lo adorné un poco para hacerlo más picante, y lo más curioso es que a Ana no solo no le sorprendió aquello sino que más bien le excitó, de hecho conforme le relataba mi experiencia comenzó a darme suaves besos en el cuello mientras dejaba que sus manos volaran por mi cuerpo.
Las caricias de Ana se fueron haciendo más intensas y sus besos más apasionados. De pronto lleva mi mano a su vientre y me susurra desgranando mimosa sus palabras:
- ¿sabes?, será una tontería pero estoy muy caliente, bueno, creo que tengo hasta las braguitas húmedas, ¿tu crees que la chica del autobús las tendría tan mojadas como yo?.
No pierdo la oportunidad, mis dedos se deslizan entre sus muslos , la humedad de su sexo ha mojado ya sus braguitas y estas me esperan deliciosamente calientes y mojadas, le toqueteo por encima de la intima prenda y los primeros gemidos escapan de su garganta.
Pronto mis dedos se meten debajo de sus braguitas, Ana tiene el coño completamente calado y su calentura me excita. Toqueteo su hinchado sexo y voluptuoso me empapo de sus jugos, luego llevo mis dedos a mi boca y paladeo el aroma de su deseo, Ana gime quedamente mientras mis dedos hacen diabluras en su sexo y de pronto me dice :
¿Estoy muy mojada?
Su voz suena tan melosa que me excito como un tonto, ondula sus caderas y permite que mis dedos visiten a su antojo su más secreto pasaje, me estoy excitando por momentos y siento como mi polla se endurece ansiando sentirse libre.
Sus labios buscan los míos y la calidez de su boca me funde con un beso largo y profundo, su lengua me come mientras alza las caderas invitándome a visitar el lugar que más desea.
Dejo que mis dedos se deslicen dentro de su rajita presionándole dulcemente el endurecido clitoris, ella gime y se aprieta contra mí, separa los muslos y su sexo se abre mientras su coño liba sin cesar íntimos jugos.
Ana está excitadísima y yo más, la meto mano por todas partes, deslizo sus braguitas y estas se pierden como por arte de magia, la desnudez de su sexo me pone a mil, le toco los hinchados labios vaginales y comienzo a acariciarla más intensamente, húmedos y femeninos jugos me empapan y me enredo con su clítoris que enhiesto y desafiante se me ofrece lujurioso a mis juegos.
Ana jadea de placer, siento la urgencia de su deseo, sus manos tratan de quitarme los pantalones y en un instante sus dedos atrevidos se meten dentro de ellos aferrando mi dura polla.
La siento más cachonda que nunca y su deseo me excita al máximo, la toco el clítoris y Ana exhala un fuerte gemido al tiempo que toquetea morbosa mis huevos, después sopesa mi polla entre sus dedos abarcando todo su contorno, sus caricias me ponen como una moto y mi polla se hincha al máximo mientras juega con el grueso capullo enrojecido por la intensa erección.
La meto mano en todo el conejo y sus caderas tiemblan de deseo, sus gemidos inundan la habitación, hago presa de su chichi y todo se derrama en ella , Ana se contrae en pequeños espasmos y me come literalmente a besos al tiempo que su orgasmo estalla casi de improviso, sus besos arden en mi boca, gime y jadea como una loca mientras se derrama en una larga corrida, su coño palpita entre mis dedos y todo en ella tiembla mientras el orgasmo la deja casi sin aliento.
Ana queda exhausta pero el deseo no la abandona, echándose ligeramente hacía atrás deshace el íntimo abrazo que nos une, sus ojos brillan de lujuria y entonces va y me dice:
" mira, yo también te lo voy a enseñar todo ... "
Y dicho y hecho, sus manos alzan su falda hasta la cintura, la cara interna de sus muslos parece brillar y mis ojos se posan firmes en el mechón de su vello púbico, Ana está dispuesta a ofrecerme más, sus dedos se deslizan sinuosos por su pubis para separar los labios de su coño, ahora me lo enseña completamente abierto, puedo ver sus abultados pliegues vaginales y el pequeño botoncito de su clítoris y todo empapado de blanquecinos jugos.
-" A lo mejor, - me susurra Ana - ", te gustaría comérmelo, así, bien abiertito para ti, bien sabroso y húmedo, ¿ no te gustaría pasar tu lengua por aquí cariño?, - termina Ana incitante mientras separa más los abultados labios de su coño-.
- " Hum,!siiiiii!, contesto yo disfrutando del morbo de la escena.
-" Ven, - me invita Ana con voz lujuriosa-, cómemelo todo, todo..., estoy muy caliente" -..
Me sitúo frente a ella, mis manos se deslizan por sus caderas y mientras mis ojos disfrutan anticipadamente del manjar Ana alza el pubis y mientras sus dedos continúan impúdicos separando los labios de su sexo me pone el coño casi en la boca.
Dios, entre sus pliegues se adivinan los fulgores blanquecinos de su reciente corrida, el coño le huele a sexo y me excito como un novato y dejo que mi lengua paladee los sabores de su piel mientras mis manos aferran sus nalgas, la atraigo hacia mí, lentamente mi lengua comienza a aproximarse a su sexo, aspiró el aroma de su excitado conejito y mi polla se encabrita de deseo, con suaves besos me deslizo ascendiendo para saborear el jugoso fruto que se me ofrece, Ana tiene el clítoris extraordinariamente hinchado y resulta difícil resistirse a la tentación de engullirlo entre mis labios.
Y naturalmente no me resisto, mi boca se cierra sobre su pequeño bontoncíto y paladeo sus calientes jugos mientras ella jadea incitándome :
"cómemelo ",- me susurra -, quiero que pases tu lengua por todo mi coño, quiero que me saborees por completo, que sientas lo húmeda que estoy... , "sabes... ", -continuó Ana con voz sensual y casi ronca de deseo-, "estoy muy excitada, me estas poniendo como una moto y necesito más, mucho más".
Y mucho más estoy dispuesto a darla, interrumpo por un instante mis lamidas y admirando su sexo abierto le digo con voz enronquecida:
"Vaya, si que está cachondona hoy mi mujercita, parece que a mi niña la excitan las chicas malas que enseñan las braguitas en el autobús, oye,- continuó provocador - ¿y si me enseñarán más cosas te excitarías también corazón?.
"¿es que quieres que te enseñe algo más picaron ? Ana jadea trémula de deseo-.
"Si claro, - siento que el juego la excita y prosigo anhelante -, verás, imagina que la chica del autobús abre sus muslos y bueno imagina que no lleva braguitas y me lo enseña todo al aire".
"Y que harías tu pervertido "- me inquiere Ana deseosa de dejarse llevar por la fantasía-.
Pues colocarme bien cerquita y meterle mano por ese culito tan rico- la contesto morboso mientras deslizo mis dedos dentro de su coño .
Y todo en Ana se desata, está tan caliente que cada caricia hace que su cuerpo se estremezca de placer, mi polla gorda y tiesa cabecea por completo, la meto los dedos al tiempo en que le como nuevamente el coño, fundo mis labios en su sexo en un íntimo beso y en el mismo instante un aluvión de fluidos me empapa, sus caderas trepidan, le chupo más el conejo y se corre como una loca y levantando el coño lo restriega por mi boca mientras derrama todos sus jugos en mis labios, caliente y viciosa Ana se derrama en una larga corrida, su coño palpita y su clitoris parece querer crecer aun más con mis caricias prolongando en el tiempo su orgasmo.
Durante unos segundos más permanecimos así mientras Ana recobraba su ritmo vital, luego con voz ronca de deseo me susurró :
" quiero que me folles, aquí, tómame ahora... " , Ana estaba casi descontrolada y yo tampoco podía resistir más tanta excitación.
Alzándome la besé en los labios y nuestras bocas se unieron compartiendo el sabor de sus jugos, lentamente la fui girando hasta situarme detrás de ella, levanté su falda y dejé que mi polla se perdiese entre sus muslos, el calor de su piel me abrasaba y la humedad de su sexo me reclamaba incitándome a penetrarla.
Apoyé mi capullo en la entrada de su vagina, estaba ardiendo, presioné dulcemente y mi polla se fue deslizando en su interior.
- " Esta muy gorda" - jadeó Ana antes de proseguir entre gemidos -, Dios y está muy dura, así, así, quiero sentirte por completo... ", - continuó susurrándome-.
Empujé mis caderas y mi polla se hundió por completo en su interior, mi pubis chocaba contra sus nalgas mientras ella empujaba su culito hacia atrás para que la unión fuera total.
Empecé a bombear en su interior y me perdí en su fuego abrasador, y mientras mis manos la aferraban por sus caderas ella gemía ardiendo de placer, su coño era un volcán y me prodigaba un placer inmenso, follamos como locos y mil y una vez mi polla entró en su ardiente cavidad arrastrando consigo ingentes cantidades de blancos fluidos que formaban un espumoso y blanquecino anillo alrededor de mi sexo.
" Así, así... " , me invitaba Ana, " sigue así, follame más, así, tócame las tetas, tocámelas por favor... " , me susurra Ana al tiempo en que coge una de mis manos y la lleva a sus pechos.
Sus tetas hinchadas me esperan, sus duros pezones duros despuntaban reclamando atención, me dejo llevar y le magreo las tetas mientras la follo cada vez con mayor intensidad mientras ambos nos aproximábamos al punto de no retorno.
Mi polla se contrae firmemente atrapada por los anillos vaginales de Ana, parece querer exprimirme por completo, estaba a mil y apenas podía controlar mis propios movimientos. La urgencia de Ana se dispara y dejo que mis dedos se deslicen por su culito hasta toquetearle la entrada de su más prohibida entrada.
Su cuerpo se entrega por completo y su coño se cierra sobre mi polla engulléndola al máximo, Ana se corre entre gemidos y jadeos, sus grititos llenan la habitación y me enardecen y la bombea sin descanso, gime en lo más alto de la cúspide del placer en un orgasmo casi salvaje, su vagína se contrae entre espasmos y se derrite en el máximo placer regalándome su mejor corrida.
Después se queda quieta un instante y sin darme tiempo a reaccionar se libera de mí, mi polla sale reluciente de su coño mientras Ana sin concederme ni un solo segundo se acuclilla ante mí y comienza a chupármela.
Dios, casi estallo de placer, sus labios se posan sobre mi enrojecido glande, Dios, que placer, su lengua me lame por completo, me la come engulléndomela y me vuelve loco , comienza a meneármela y al tiempo desliza su mano entre sus propios muslos y comienza a masturbarse como una posesa.
Estoy a punto de correrme, ya no puedo más, todo el placer me estalla, mi cuerpo se tensa al máximo, me hierven los huevos y en un instante mi primera descarga salta entre sus labios entreabiertos, me corro como un poseso mi polla suelta un nuevo manguerazo de caliente semen y Ana lo mama como el más rico néctar para no dejar que ni una sola gota escape de su glotona boca, una nueva contracción y un nuevo pistoletazo de leche es paladeado por Ana, estoy al límite y apenas me sostengo en pie mientras Ana me exprime hasta la última gota de mi más caliente jugo.
Durante unos instantes permanecimos abrazados olvidándolo todo, después Ana, me susurra mimosa:
- "¿ Y bien, que te ha parecido lo que te he enseñado ?.
Aún jadeante y todavía admirando sus morbosos y glotones labios le contesto sabiendo que está jugando aún
- " Realmente maravilloso, todo un lujo disfrutar de un coñito tan rico y jugoso como este, estaba en su punto, como el de la chica del autobús no?
Ana sonríe lasciva y prodigándome una última lamida me susurra:
" Eres un guarrete , ¿ sabes?, pero me encanta.
En fin, que la noche aún no terminó para nosotros y todavía nos amamos otra vez ya en el dormitorio, Ana estaba super excitada, no me podía creer que la historia del autobús la hubiera puesto tan cachonda pero lo cierto es que estaba como nunca y la verdad es que follamos como locos.
A la mañana siguiente, aun con el recuerdo fresco de la ardiente sesión amatoria me dirigí al autobús y ¡allí estaba ya la chica! y justo es reconocer que me pareció increíblemente más sexi, llevaba el mismo conjunto del primer día, esta vez con una gran carpeta que apretaba contra su pecho, apenas tuve tiempo de acercarme a ella pues en aquel momento llegaba el autobús y ambos nos dispusimos a embarcar.
Antes de hacerlo la joven me dirigió una rápida mirada y luego como recreándose en el efecto que producía subió uno a uno y mucho más lentamente de lo habitual los peldaños, la falda se le subía cada vez más y claro el espectáculo estaba servido, sus muslos se exhibían sin pudor alguno y aun más cuando la joven, todavía colocada en el último peldaño se entretuvo en pedirle cambio al conductor, vamos todo un lujo, yo me encontraba aún abajo y pude disfrutar mejor que nunca no solo de sus muslos sino también de una indiscreta y fugaz visión de sus braguitas mientras me preguntaba si ella iba a continuar con los juegos de días anteriores.
Ocupó su asiento y yo mi lugar, el autobús arrancó y yo haciéndome el despistado miré hacia donde estaba ella, sus ojos me miraban y parecían casi sonreírme, lentamente bajé la vista y nuevamente separó los muslos, la falda que llevaba era muy estrecha y se la había subido bastante al sentarse por eso, el más leve movimiento de sus piernas era suficiente para que ella exhibiese sus zonas más íntimas y prohibidas.
Descubrí entre sus muslos el triángulo blanco de sus braguitas y casi trastabillo con una brusca frenada del autobús, ella se removió en su asiento y me ofreció una mejor vista, sus muslos estaban ahora bastante separados y la falda se le había subido más con lo que podía verle mejor su ropa íntima y para mi mayor sorpresa descubrí un leve tono oscuro que contrastaba con los destello blanquecinos de sus braguitas y me excite como un tonto pensando que llevaba puestas unas braguitas casi transparentes y desee que nadie subiese en la siguiente parada.
Y así fue,! gracias Diosa Fortuna!, el autobús arrancó y yo tenía a aquella chica exclusivamente para mi deleite, una nueva frenada y la carpeta de la chica cayó al suelo desparramándose algunos papeles, me acerqué a recogérselos y en aquel mismo instante ella se levantó y colocándose en cuclillas se dispuso a recoger sus notas.
Increíble, la joven estaba acuclillada recogiendo sus papeles y en aquella postura me lo enseñaba todo, mis ojos se posaron en sus muslos para descubrir el triángulo de su sexo finamente protegido por unas braguitas semitransparentes, Dios, yo creía que esto solo pasaba en las películas pero lo cierto es que la chica era de carne y hueso, que estaba allí mismo, a mi lado y no tenía la más mínima intención de proteger su intimidad.
Sentí como mi polla se ponía dura y como formaba un bulto en mis pantalones, estaba casi enfrente de ella recogiendo papeles y estaba seguro de que ella tenía que ver forzosamente la protuberancia que se me abultaba cada vez más, miré sus ojos y ella me devolvió la mirada con un brillo especial en sus ojos brillaban y casi me pareció que estaba a punto de decirme algo.
Pero no lo hizo y durante unos instantes le ayudé a recoger los papeles más pendiente de sus bragas que de aquellos pero en fin todo lo bueno se acaba alguna vez y el autobús se detuvo en la siguiente parada, terminamos de recoger los papeles y ella se levantó componiendo sus ropas mientras me daba las gracias y sonreía.
Aquel día bajamos en la misma parada y nuevamente ella me sonrió al marcharse, llegué al Despacho y la verdad es que durante la mañana, entre lo de la noche y lo que acababa de ver no hubo forma de concentrarse en nada, total que para que engañarnos, me pasé el día caliente y fantaseando.
Y esa noche con Ana recreé las picantes escenas que había vivido hasta convertirlas en alto voltaje mientras se las susurraba al oído y el efecto fue abrasador, estuvimos follando más de dos horas, Ana estaba más caliente que nunca, tanto que mientras me montaba como la más experta amazona y justo antes de correrse sobre mí hasta se atrevió a efectuarme proposiciones indecentes
" ¿Sabes?, me gustaría que lo hicieras con ella.
" Estás loca, que me la follé?
" Siiiiiiiiii, me corro solo de pensar como le bajas las bragas y le tocas el coñitooooooo
"¿Entonces quieres que me la follé , así , como a ti ahora ?
"Así, así con todo dentro , me corroooooooooo"
No hubo más, sus besos me comieron y me cabalgo hasta exprimirme por completo.
Esa noche di varias vueltas a aquello y en fin, aunque me quedé más que intrigado con su propuesta pensé que no era más que una idea morbosa en un momento morboso, aunque justo es reconocer que me había puesto muchísimo.
Al día siguiente hube de bajar a trabajar en coche, volvería tarde y lo necesitaba aunque la verdad es que me acordé del autobús toda la mañana y el día se me fue volando entre papeles a resolver e imágenes calenturientas.
Total que terminé tarde y al volver con el coche pasé justo por la parada del autobús donde la chica y yo bajábamos cada mañana y para mi sorpresa allí estaba ella, esperando al autobús supongo.
El semáforo hizo que me detuviese justo al lado de ella, me vio, sonrió y enseguida levantó la mano llamando mi atención, bajé la ventanilla y se acercó al coche:
" Oye , perdona ¿ podrías llevarme a casa ?, creo que he perdido el autobús, ¿ te importaría, bueno si te viene bien claro ..?.
Su pregunta me pilló por sorpresa, la verdad es que aquella situación no la hubiera imaginado nunca y no sabía muy bien que hacer pero tampoco era cosa de decir que no, claro, así que le contesté amable:
- " Claro, por supuesto, sube, te llevo".
En un instante se acomodó en el asiento y con ella el coche se llenó del aroma de su colonia, insinuantemente femenina y no sé porqué pero pensé que aquello se me iba a escapar de las manos.
Durante unos instantes no hablamos luego ella fue la primera en romper el hielo:
" oye, gracias por llevarme, no me apetecía nada esperar otro autobús, además creo que vivimos muy cerca, ¿ no ?.
"pues si", -contesté yo casi como un autómata-, bueno, al menos cada cogemos el mismo autobús, ¿ donde quieres que te dejé ?, -le pregunté a mi vez-.
En aquel momento comenzamos a dejar atrás la ciudad para coger la ronda que nos llevaría hacia casa, ahora iba más rápido y apenas había coches.
" Pues, la verdad", - me contestó ella con un tono de voz más suave- , "verás, he tenido un mal día en la Universidad y dirás que estoy loca pero si no tienes prisa la verdad es que me gustaría dar primero una vuelta para relajarme o si lo prefieres parar por aquí y fumar un pitillo, bueno, ya te digo que dirás que estoy loca ,pero de verdad me vendría bien ¿ te importaría?"·.
No tuve tiempo de responder, en aquel momento ella deslizó su mano por mi muslo y la fue subiendo dulcemente oprimiéndome con suaves toqueteos.
Ahora si que aquello se escapaba por completo a mi control, apenas me había atrevido a mirarla pero furtivamente mis ojos descendieron sobre sus muslos, Dios, llevaba la falda muy subida y mi pene estaba respondiendo de forma automática a su leve insinuación, bueno, en realidad debo reconocer que estaba ya completamente duro.
" Bueno " ,- continuó ella -, si quieres, claro ", - en aquel momento sus dedos alcanzaron a toquetear el bulto de mis pantalones y ella sonrió- , bueno, veo que este al menos si quiere, ¿ y tu?, no te preocupes, no te voy a comer, aunque... ¿ sabes?, creo que me gustaría .
La chica estaba lanzaba y aunque yo no respondía mi permisividad le daba nuevas alas, sentí como su mano se enredaba con la cremallera de mis pantalones y como la deslizaban hacia abajo mientras ágiles y expertos dedos se introducían furtivos para toquetearme la polla a su antojo mientras esta se hinchaba al máximo.
Al menos no había tráfico pues yo no era capaz de fijar mi atención, solo sentía como la excitación me iba embargando y como mi polla respondía instintivamente a sus cada vez más directas caricias.
En un instante me la sacó y en el mismo momento sus dedos se engarfiaron sobre ella presionándola, un leve gemido de placer escapó de mis labios y una contracción alzó mis caderas,
-" ¿ te gusta ?, - inquirió ella con voz melosa -.
- " si", - alcancé a decir por fin.
-" Y no te gustaría también ver mi conejito, ¿ sabes ? ahora no voy como esta mañana, te acordarás no ?, me quedé pensando en ti y llevo todo el día muy húmeda tanto que he tenido que quitarme las bragas, estaban empapadas, mira, compruébalo tu mismo".
En realidad fue ella quien guió mi mano y la deslizó entre sus muslos, casi salto en el asiento, era verdad, no llevaba bragas, su sexo estaba desnudo caliente y mojado, dejé que mis dedos recorriesen la suave piel de sus muslos y sentí la deliciosa humedad de su sexo, estaba realmente calada, me excité aun más y dejé que mis dedos visitasen tan íntima zona trazando leves movimientos circulares.
-" hum..., lo haces muy bien, lo haces muy bien, sigue, así, suave, sigue..., - ahora la chica tenía la voz profunda y sensual, te gustaría que te regalase mis braguitas ? -me preguntó con voz picante- , así podrías olerme mientras conduces".
Y dicho y hecho, sin saber como sacó sus braguitas y las deslizó por mi rostro, olían a mujer a sexo y estaban de verdad húmedas. La situación se había vuelto muy caliente y los dos estábamos excitados, ella me masturbaba lentamente mientras mi mano hacía lo propio en su más profunda intimidad y claro, sus pequeños gemidos llenaban el coche.
La joven se volvía más audaz en cada movimiento y su mano se empeñaba ahora en soltarme la hebilla del cinturón, enseguida sus dedos traviesos y expertos consiguieron deshacer la pretina de mis pantalones y mi erecto pene saltó como un resorte,
-" ! hum, que rica la tienes ! - ronroneó ella -, creo que esto se está poniendo muy caliente, ¿ que te parece si buscas un sitio algo más tranquilo y así podemos jugar con esto... ?.
Al tiempo en que terminaba su picante pregunta sus dedos se encargaron de bajarme la piel de mi polla para descubrir por completo mi hinchado capullo.
Por mi cabeza pasaban todas las sensaciones, el morbo del momento me estaba sobrepasando, mis dedos se enredaban en la húmeda pelambrera de su sexo mientras ella misma se removía inquieta en el asiento consiguiendo que mi mano apreciase el volcán que tenía en su coño.
Me toqueteaba a su antojo sin dejar de masajearme la polla, y en el mismo tono insinuante me dijo:
-"creo que ya casi me lo has visto todo, pero sabes... mis tetitas están esperando que las toques, hum... se me ponen duros los pezones solo de pensarlo, hum... me encantaría que me los chupases, tienes unos labios que me vuelven loca, para por favor, no puedo resistir más, tengo el coño ardiendo, necesito tenerte dentro , hum... que placer me das, sigue así, sigue, ahí, tócame ahí"
La joven dirigía prácticamente mis movimientos y yo estaba cada vez más excitado, sentí como sus muslos presionaban contra mi mano como queriendo indicarme la urgencia de su deseo y la inminencia de su goce y mis dedos se empaparon de jugos mientras ella no dejaba de susurrarme:
-" asi, asi, que bien, que gusto, más, dame más".
Sus gemidos iban subiendo de intensidad y yo apenas podía concentrarme en la conducción. De pronto ella gritó,
-" me corro, me voy, asi, asi".
Al mismo tiempo cerró sus muslos con fuerza y mis dedos se entregaron a la orgía final, ella movía su mano de forma descontrolada y gritaba de placer
- " así, me estoy corriendo, así, así...ya me viene, sigue, sigue, ah.. ", -la joven lanzó un gemido intenso y se derramó en un larguísimo orgasmo, todo su cuerpo temblaba, su coño palpitaba entre mis dedos, estaba calada y en aquel momento yo la deseaba intensamente.
La intensidad de su orgasmo no parecía haber disminuido un solo ápice su excitación, pues aun con la respiración entrecortada se volcó más hacia mí,
-" me has puesto a cien, , estoy supercaliente y sabes que, voy a comerte la polla, voy a chupartela hasta que se te ponga tan dura que tengas que metérmela hasta dentro, quiero que me folles ¿ sabes ?, quiero que la metas y que me hagas correr otra vez".
Apenas terminaron sus palabras cuando los ardientes labios de la joven se deslizaron raudos hacia mi polla, su boca me engulló por completo y sentí como su nerviosa lengua se empeñaba en hacerme mil y una diabluras, aquello era increíble, yo estaba circulando por la ronda mientras me comían la polla y gracias a Dios apenas transitaban vehículos en el sentido de nuestra marcha y menos mal que alcancé a ver a quinientos metros un desvió hacia un camino vecinal.
Ella estaba realmente excitaba, sus movimientos eran rápidos y su respiración agitada, sus labios me lamían todo el capullo y su lengua se encargaba de prodigarme las más exquisitas caricias mientras ella con voz entrecortada me susurraba:
-"tócame las tetitas, por favor, sacamelas, estoy ardiendo, te deseo".
Su excitación me apremiaba y dejé que mi mano se posase sobre su blusa para sentir su tembloroso pecho, mis dedos se posaron sobre sus senos pero su urgencia era aun mayor, con su propia mano se soltó, casi diría que arrancó los botones y al mismo tiempo llevó la mía hacia sus calientes pechos para oprimirla contra ellos, la joven exhaló un suspiro,
- " para ya, si no voy a tener que montarte aquí mismo, estoy ardiendo, necesito tu polla en mi coño, quiero sentir su dureza en mi interior, quiero que me taladres, para por favor".
Era imposible resistirse a tanto deseo, mi polla estaba al límite de su hinchazón y mi capullo estaba reluciente de jugos y supersensible a sus caricias.
Sin que en ningún momento ella dejase de chupármela conseguí salir de la ronda al camino y desde allí avanzar lentamente hasta situarme en un lugar al abrigo de las miradas indiscretas.
Detuve el coche y ella sin poderlo resistir ni un solo segundo más dejó momentáneamente mi polla para intentar situarse a horcajadas de mi, la posición era difícil y casi instintivamente eché el asiento hacia atrás mientras ella misma se acomodaba sobre mi y colocaba mi polla en la entrada de su ardiente coño.
" Te deseo, susurraba ella, no sabes como te deseo, follame, follame bien..".- me decía mientras sus dedos guiaban mi capullo ente sus labios vaginales.
Mi polla se deslizó en su interior y sentí el caliente abrazo de su sexo mientras me hundía dentro de ella. La joven exhaló un profundo gemido al tiempo en que comenzaba a cabalgarme con furia, su cuerpo saltaba contar el mío como si estuviese montando un caballo salvaje mientras nuestros pubis se enredaban presa de un deseo casi incontenible.
Le saqué las tetas y me maravillé de la tibieza de sus pechos que se bamboleaban frente a mí al ritmo de nuestra trepidante follada, la joven gemía cada vez más, estaba como desatada y mi polla estaba recibiendo un placer cada vez más intenso, sus labios susurraban,
-" que bueno, que bueno, así, sigue así, pellizcame los pezones, así, así, me voy, me voy, me corro otra vez, así, así.....", - la joven estaba por completo descontrolada, su coño parecía querer engullirme la polla y de su vagina manaban jugos sin cesar empapando todo mi vello-.
Dios aquello era muy caliente y el morbo de la situación me estaba poniendo al límite. Ella me cabalgaba al máximo clavándose mi polla en su más profundo interior, su orgasmo era más que inminente y su rostro delataba su estado de excitación, comenzó a gemir y a moverse de forma casi desordenada, la aferré de las caderas y empujé con fuerza dentro de ella mientras sus gemidos me excitaban,
-" ahora, ahora, ya me viene, no pares, no pares por favor, ya, ya.."
Con un profundo gemido la joven se derramó por completo, su coño se tensaba sobre mi polla con las contracciones de su orgasmo y ella parecía volverse loca de placer,
- hum... que corrida, Dios, que bien me lo haces, que bien-
Al mismo tiempo se volcó hacia mí, sus labios se posaron sobre los míos y noté el calor que de ellos irradiaban, sus besos eran increíbles, parecía querer comerme por completo mientras mi polla entraba y salía de su encharcado coño.
Yo estaba casi al límite, sentía en mis testículos la presión de mi semen presto a dispararse y sentía como mi polla se contraía en pequeños espasmos que no hacían sino aumentar el placer de la chica,
- " voy a sacártelo todo, quiero que me folles bien, que me riegues, así, así, que bien, , te follo bien así??, te gusta -continuaba ella mientras su pelvis se movía adelante y atrás proporcionándome un intenso placer-.
Sentí como mi leche estaba a punto de dispararse y empujé con más fuerza en su interior, ella presionó sus músculos vaginales sobre mi polla y aquello fue el principio del éxtasis, sentí como un pistoletazo de semen saltaba con una fuerte contracción de mi polla mientras mi orgasmo se desataba en toda su intensidad, mi leche saltó a borbotones llenando su interior mientras ella se derramaba en un intenso orgasmo,
- " así, así, me urgía ella, que caliente está tu leche, como me gusta, así.... hum.....
Nos corrimos casi al unísono, mi polla palpitaba dentro de su coño y ella temblaba de placer, los dos estábamos perlados de sudor y nuestra respiración delataba el placer y la intensidad de la follada.
Nos quedamos rendidos, el aire estaba impregnado de aromas sexuales y nuestra respiración resultaba entrecortada. A pesar de la intensa explosión de placer mi polla aun permanecía dura dentro de ella y nuestros cuerpos estaban íntimamente unidos.
Me besó con fuerza introduciendo su lengua en el interior de mi boca para después comenzar a besuquearme el rostro y desde allí lamerle el cuello mientras me susurraba:
-" hum... todavía sigues caliente y en forma, y yo... mira que mojada me has puesto, oye, me dijo melosa ¿ porque no aprovechamos esa cosa tan dura sobre la que me siento y me pruebas por detrás ?, -
Su voz era un susurro insinuante y sus palabras produjeron el efecto de endurecerme aun más la polla,
-" ah, te gusta la idea marrano , -continuó ella mientras removía sus caderas sintiendo como mi polla aumentaba de grosor- , así que te excita metérmela por el culito ¿ verdad ?, pues a mi me vuelve loca, solo de pensarlo me pongo como una moto y siento que me derrito, pero sabes...,- su voz era cada vez más picante -, tengo un culito muy estrecho y vas a tener que abrirlo muy despacito aunque se me ocurre que podrías empezar por comerme el coñito y así pues...".
Sin terminar la frase ella descabalgó de mí y con agilidad felina se pasó al asiento de atrás, se reclinó y separando las piernas me invitó a probar su bocado más sabroso. Su coño estaba completamente abierto y podía ver las hilachas de su vello púbico empapadas de sus jugos y mi semen, su clítoris emergía erecto entre sus labios vaginales perlados de jugos blanquecinos y su pequeño agujerito aun permanecía entreabierto rememorando al anterior huésped que habitó en su interior.
Recliné ambos asientos y ella levantó sus piernas para pasarlas por encima de ellos de forma que tenía frente a mí su coño ligeramente levantado y abierto, yo estaba tan excitado que no me importaba la dificultad de movimientos, mi polla estaba completamente dura y deseando visitar su trasera avenida.
Me deslicé entre sus muslos y comencé a paladear todos los caldos de su conejito, su coño sabía a sexo casi en estado salvaje y sus femeninos aromas se mezclaban con el más fuerte de mi semen, le lamí sus labios íntimos y comencé a lenguetearle el clítoris, ella contrajo las caderas en un pequeño espasmo mientras sus manos empujaban mi rostro contra su coño
Hundí mis labios en su sexo y comencé a chuparle directamente el clítoris, lo tenía duro y sabroso y me excitaba sentir las contracciones de su vientre con cada lenguetada, ella seguía provocándome, sus labios susurraban,
-" así, cómemelo así, bésame ahí, hum... me gusta, me gusta así, que bien me lo chupas, me estas poniendo a cien, mira como mis caldos empapan mi culito, hum... se está abriendo para ti".
Mi polla cabeceaba entre mis muslos y sentía como el placer me embargaba, ella tenía el coño caliente y yo estaba dispuesto a regalarle la mejor de mis lamidas.
Continué besándole el conejito mientras ella susurraba nuevamente,
" hum.... como me estas poniendo, me vas a hacer correr, me toco las tetas para ti, así, así, cómemelo todo".
Sus palabras tenían el efecto de enardecerme aun más y me dediqué con más ahínco si cabe a mis caricias sintiendo como ella se disponía a entregarme su más íntimo regalo, de su vagina libaban jugos sin cesar y resbalaban por mi barbilla, ella estaba más que a punto, deslicé mi dedo por sus nalgas y dejé que se apoyase suavemente en el pequeño agujerito de su culo, ella se estremeció de placer al sentir la íntima caricia y levantó el culito ligeramente de forma que yo pude penetrarla ligeramente con mi dedo, en aquel momento pareció que en ella se desataban toda la furia de los Dioses, comenzó a moverse convulsivamente, sus manos me empujaban contra su coño y mi dedos se deslizaba cada vez más en le interior de su culito.
En esta ocasión no hacía falta que ella me anunciase nada, estaba al límite y todo en ella temblaba de placer, con un profundo gemido se corrió sobre mis labios, su coño se pegó a mi boca y paladeé todos los jugos de su corrida aun mezclados con mi semen, ella se corría como una loca y sus gemidos se convirtieron en pequeños grititos de su enronquecida voz.
Durante unos instantes continué chupándole el coño sintiendo como cada una de mis lamidas aun la provocaban coletazos de placer y deseando que llegara el momento en el que mi polla visitase su más estrecha avenida.
Ella me susurró,
-" metemela en el culito, así, ahora, te estoy deseando"
Y al mismo tiempo me empujó suavemente hacia atrás para permitirla a ella colocarse en la posición en la que más me deseaba.
Se colocó apoyando las piernas semiarrodilladas sobre el suelo del coche, su culo estaba alzado y ella misma separó sus nalgas para invitarme a visitar su pequeña gruta.
Mi polla estaba hinchada al máximo, sin poderme resistir me acerqué a ella y coloqué mi capullo en su entrada posterior para que ella se encargase de guiarla, sus dedos colocaron mi polla y sentí como ella misma se echaba hacia atrás consiguiendo que mi capullo entrase ligeramente en su culito.
- " Te gusta, eh.. me dijo, es muy estrechito para ti y te va dar mucho gusto, asi, metemela más, empuja tu polla, quiero que me folles bien el culito, hum ... - ella gimió, en aquel momento mi polla estaba casi por completo en su interior, su culo se abría perfectamente y presionaba sobre mi polla proporcionándome un goce intenso-.
Suavemente comencé a bascular dentro de ella, sentía como mi polla se deslizaba en su interior y como ella empujaba sus caderas hacia atrás para conseguir que se la metiera hasta el fondo, sin poderme resistir se la clavé del todo, mis testículos chocaron contra sus nalgas y sentí como el placer tanto tiempo contenido comenzaba a desbordarme
Deslicé una mano entre sus muslos y a pesar de la forzada postura conseguí tocarle el coño, estaba calado y me excitaba tocarle toda su rajita abierta para mí y dejar que mi dedo recalase en el agujerito de su coño mientras mi polla la llenaba por detrás.
Ella gemía cada vez con mayor intensidad y sentía como su clítoris palpitaba entre mis dedos, sentí como mi orgasmo se me escapaba sin control alguno y casi en el mismo instante un chorretón de leche saltó disparado llenando su culito, mi corrida fue increíble, mi polla se sacudía en su interior y soltaba pequeños disparos de leche y en cada contracción sentía que me derramaba nuevamente,
-" así, así, me dijo ella, estoy a punto, me voy a correr, así con tu polla en mi culo, así, me voy, me voy - gimió mientras su cuerpo se convulsionaba firmemente unido al mío, creo que su orgasmo fue aun más intenso que los anteriores y los anillos de su culito presionaban sobre mi pene mientras su coño se derretía liberando los más calientes fluidos-.