La chica de mis sueños

Esto si que es estar en el paraiso.

Ella tenia un cuerpo unico, sexy y provocador, que despertaba en mi muchas sensaciones que eran desconocidas hasta ese momento. No nos hablábamos, había mucha timidez entre nosotras. Los días pasaban y nuestras miradas chocaban y nod provocaba esa risa tan bonita, que me guio a hablarte. Yo soy una mujer normal, nunca me dio vergüenza acercarme a alguien, pero contigo era diferente, tu me ponías nerviosa solo con mirarme, hacias que me pusiera roja con solo un sonrisa… Un dia logre que nos sacaran una foto juntas y después de eso todo fue mas fácil , porque con la excusa de la foto me resultaba mucho mas sencillo acercarme ati, sin que las arpías de tus amigas sospecharan.

Nos hicimos amigas y entre las dos siempre hubo esa química desde el principio, era increíble como leias mis pensamientos, como sabias lo que pensaba a cada segundo del dia, a cada instante.

Un dia salimos de fiesta, y con el efecto del alcohol me declare ante ti, te confese lo mucho que te deseaba y te quería, yo solo quería q fueras mia. Para mi sorpresa su reacción fue inimaginable. Me dije que nunca había sentido tanta química con nadie y que estaría dispuesta a darme una oportunidad. Nos hicimos novias y como mi padre viajaba mucho, teníamos gran parte de los días la casa para nosotras solas. Un dia en los que mi padre se fue de viaje, la invite a mi casa.

Llego a mi casa, y estaba deslumbrante, con solo mirarla me quede totalmente paralizada. La abrace y la coloque contra la pared para poder rozar sus labios carnosos con los mios, era de lo mas excitante sentir su respiración en mi mejilla. Coloco sus manos en mi cintura casi agarrándome el culo y yo coloque las mias alrededor de su cuello. Nos besamos apasionadamente, tiernamente, humedeciendo nuestro lavios con nuestras lenguas traviesas que querían salir a jugar. A medida que pasaba el tiempo me mordía los labios con mas ternura y a la vez con mas pasión. Yo me sentía en el paraíso. Es increíble como con tan pokito, con un beso te puedes sentir como si estuvieras en el paraíso. Yo sentía todo eso y mucho mas dentro de mi.

Antes de pasar a la acción, la lleve a mi cuarto y le dije que sentiera como en su casa, que volveria rápido. Me dirigi al baño y me quite toda la ropa. Me meti en la ducha y calor del agua me erizo la piel, nose porque pero estaba algo nerviosa por lo que iba a hacer, ya que tenia miedo de que a ella no le gustara. Mientras pensaba eso el agua se deslizaba por mi cuerpo, sentía como pasaba por mis senos y hacia que estos se endurecieran.

De repente sentí como la puerta se abria. Era ella.

-¿Qué haces cariño? Todavía no me he bañado. Le dije.

-Ya lo se mi vida. Vine a ayudarte.

Sin decir nada te quitaste la ropa y te metiste a la ducha conmigo, mi cuerpo se paralizo al verte ante mi completamente desnuda. Te acercaste a mi cuerpo , me besaste el cuello y mientras lo hacias, tu mano se deslizaba hacia abajo..Susurraste en mi oído que la noche iba a ser larga pero que íbamos a disfrutar como nunca jamás. De un impulso me di la vuelta y te bese desesperadamente. Buscando la manera de excitarte coloque mis manos en tu abdomen y fui subiendo hasta tus senos, me di cuenta que te gustaba ya que echaste tu cabeza hacia atrás. Segui besándote, y acariciándote lentamente. Pase mi lengua por todo tu cuello haciendo que de tus labios saliera un gemido contenido en tu ser, tus manos acariciaban mi espalda, haciendo que la piel se me erizara, estábamos disfrutando al máximo de eso momento.

Pasamos algunos minutos abrazadas bajo la ducha, besándonos tiernamente y acariciándonos, decidimos cerrar el agua y pasar a la habitación. Solo nos secamos, te recostaste en mi cama,y me mirabas con una sonrisa que me volvia loca,sin perder más tiempo fui a buscar lo que había comprado, y cuando te lo mostré tus ojos brillaron y te emocionaste mucho, agarraste las esposas y yo sin poder resistirme me encadenaste en la cama, me besabas, me acariciabas, me diste besos por todo el cuerpo mientras que tus manos me proporcionaban caricias en todo el cuerpo, haciendo que poco a poco me fuera transportando a un mudo completamente lleno de placer.

Buscaste el chocolate y lo fuiste colocando desde mi cuello pasando por mis senos y bajando por mi abdomen hasta llegar a mi cosita, donde colocaste chocolate y luego bajaste por mis piernas hasta que colocaste las últimas gotas en mis pies, luego con tiernos besos en mis labios fuiste bajando por mi cuello recogiendo todo el chocolate con tu lengua. Fuiste bajando hasta llegar a mis senos donde te demoraste un buen rato devorando todo el chocolate y mordiendo levemente mis pezones para causarme más excitación, yo gemía despacio y arqueaba mi espalda, me retorcía en la cama del placer,  cuando estuviste satisfecha de lamer y juguetear con mis senos bajaste por mi abdomen hasta mi ombligo donde metías tu lengua como penetrándome, yo sentía como mi cosita ardía y latía de excitación. Definitivamente eras toda una diosa en la cama y yo era la que tenía suerte de tenerte así. Estaba disfrutando mucho con tus "penetraciones" en mi ombligo. Hasta que saltaste a mis pies, me los lamias de una manera tan divina que sentí que estaba en el paraíso, fuiste subiendo recogiendo todo el chocolate con tu lengua, me lo chupabas, me dabas tiernos besos, hasta que llegaste a mi cosita.

Estaba toda llena de chocolate, la miraste con deseo y pasaste tu lengua por tus labios, yo ya estaba deseando que me devoraras como toda una salvaje pero para mi sorpresas me lo empezaste a hacer suavemente, yo me estaba desesperando... y lo que atinaba a decir era que me lo hicieras más rápido porque quería correrme de una vez. Pasabas tu lengua de abajo hacia arriba, con lentitud, para poder saborear cada centímetro, yo estaba delirando, recuerdo como tu lengua buscaba la manera de penetrarme... ¡Uff! ¡Se sentía tan bien que hicieras eso! Me tenías en el cielo, lo hiciste hasta que no aguante más y me corrí en tu boca.

Te acostaste a mi lado, recostando tu cabeza en mi hombro, luego nos besamos y te pedí que me soltaras, me dijiste que no porque aún faltaba la mejor parte. Saliste de la habitación a buscar algo en tu cartera, cuando regresaste tenías un vibrador morado en las manos ¡Wow! Eso sí era una sorpresa. No me lo esperaba.

Me lo metiste en la boca para lubricarlo, lo lamía, lo chupaba hasta que me lo sacaste de la boca y me ordenaste que abriera las piernas, así lo hice. Luego me dijiste que levantara mis caderas y te colocaste de rodillas debajo de mí, mi cosita tocaba tu ombligo y fue entonces cuando empezaste con unos masajes en mi clítoris que me volvían loca, movías tus dedos en forma circular. ¡Wow! que rico, luego sin decirme o avisarme me penetraste de un solo golpe con el vibrador mientras estimulabas mi clítoris, era doble placer...doble placer, eran dobles mis movimientos. Me estabas volviendo loca, decidiste hacer que me corriera rápido y comenzaste con el mete saca muy rápido, yo movía mis caderas al ritmo de tus movimientos... mi clítoris latía del placer...¡Wow! ...

No aguanté mucho y me corrí, me corrí varias veces ya que tu no parabas de estimularme, las convulsiones era tales que tuviste que abrazarme para tranquilizarme. Me besaste y me dijiste:

-Espero que haya gustado... a mi me fascinó hacerte venir...

Yo sólo atiné a besarla.

Luego entre besos me desató y la abracé. Ella se quedó dormida en mi pecho mientras yo la abrazaba, se sentía tan bien tenerla así después de lo que pasó. Me había gustado mucho toda esa experiencia, esa niña sin duda me encantaba.