La Chica de los Tatuajes I
Tengo que decirlo, esta niña fue mi perdición, pero nunca podría quejarme... en este relato, si no hay rosas...
Para quien no ha leído mis anteriores relatos, mi nombre es Aleida, soy una orgullosa lesbiana de 1.51mts de delgada figura, blanca, pelo castaño, no tengo cuerpo de modelo, pero mis ojos verdes y mis pechos pequeños me hacen feliz.
También tengo que decir que practico el BDSM, antes como sumisa, y ahora como Dominante de mi actual pareja, Ella es una mujer hermosa, un poco más alta que yo, de piel muy blanca, pelo corto negro como la más oscura noche, y una sonrisa picara que derretiría hasta el tempano más grande del mundo.
Todo en mi vida estaba en su mejor momento, estaba feliz con Ella, mis estudios estaban viento en popa y no podía quejarme de absolutamente nada, pero como casi siempre pasa en estos momentos, algo acaba con toda esa felicidad de un plumazo tan rápido que no podrías prepararte para soportar el golpe.
Ella consiguió un una beca impresionante para estudiar en argentina, no se iría para siempre, pero igual me derrumbe horriblemente, a pesar del dolor, hice tripas corazón y la apoye al 110%, incluso la anime a aceptar la beca por más que duremos 6 meses separadas.
No entrare en detalles sobre su partida, ni manchare el relato con detalles dramáticos y cursis, pero solo diré que dure las primeras 2 semanas llorando todas y cada una de las noches por su partida, sentir el vacio en mi cama, el frio de mi cuarto, el olor de Ella que todavía estaba en la almohada, y eran cosas que no podía controlar.
A pesar de todo esto, hablaba con Ella a diario, gracias a algo maravilloso llamado video llamada, no era lo mismo, pero ver su rostro me daba fuerzas cada día para seguir, aunque también fue el culpable de incontables sesiones de masturbación de mi parte, Ella me hacia sufrir cada vez que tenía la oportunidad mostrándome su hermoso cuerpo.
Un día que estaba especialmente caliente por sus video llamadas entre al centro comercial donde tenía la sex shop la Chica de los Tatuajes, tenía que ser el destino, las casualidades o el maldito karma, pero justo cuando entre a uno de los baños del centro comercial estaba ella retocando su perfecto maquillaje.
¿Cómo mentir? ella estaba preciosa, una extraña mezcla que solo podría describir como “erotismo gótico”, alta (bueno para mí), unos 1.70mts, delgada aunque con un cuerpo fuerte producto de horas de gimnasio, unos pantalones negros de jean muy ajustados, una blusa igual de ajustada negra con sujetadores rojos, un cabello corto rojo que cubría parte de su rostro y unos tatuajes que prácticamente cubrían su brazo izquierdo y parte de su pecho, sublimes.
Nada más me vio su cara seria tipo “te golpeo si me hablas”, cambio por una sonrisa hermosa, tengo que decir que me desarmo enormemente, recibí su saludo casi en shock, y ella parecía que estaba viendo su regalo de navidad.
Me pregunto cosas, banales, como estaba, que había sido de mi vida, porque no la había llamado luego que me dio su tarjeta, yo estaba un poco impactada por ella, y la verdad estaba medio incomoda por hablar en el mismo baño donde había hecho el amor con mi novia meses atrás.
Creo que leyó algo de mi rostro, y me invito a pasar por su tienda, termine de refrescarme en el baño y la acompañe, por mi mente pasaban muchas cosas, sabía que mi novia me mataría si se enterara que estoy hablando con la Chica de los Tatuajes, y aun mas si supiera que ella me estaba llevando a su tienda.
Entramos y para mi sorpresa no acomodo el aviso de cerrado y lo dejo tal como esta, como sabrán una tienda sex shop tiene la conveniente característica que no se puede ver a su interior, tonta de mi que lo recordé luego de entrar a la tienda, ¿o ya lo sabía?
Su primera pregunta nada mas entramos a la tienda fue muy directa, que había pasado con mi novia, le conté la versión más corta y descafeinada que pude, Ella estaba en argentina por una beca de estudios y que seguíamos siendo pareja.
Me dijo que se alegraba de eso, y que no podía sacar de su mente la forma en que estaba tocando a su novia en la tienda justo en frente de ella, como suspiraba con cada rose, me comento que quiso decir algo, intervenir, pero no quiso romper el momento.
Se lo agradecí, aunque le dije que estaba muy apenada a pesar que me había dado de cuenta que ella se había percatado de lo que estaba haciendo, en eso me comenta que se sorprendió darse cuenta que era lesbiana, me creía completamente heterosexual, y me confesó que a ella le gustaban las mujeres, pero que se consideraba bisex.
La conversación se estaba poniendo intensa, la típica conversación coqueta que tienen dos personas que se gustan, no sé que me paso, tal vez era la distancia, lo caliente que me había puesto mi novia la noche anterior por su video llamada, o la propia belleza de la Chica de los Tatuajes, pero no tarde en llevar la batuta y acercarme peligrosamente a su cuerpo en el mostrador.
Nunca me había considerado una chica atrevida, o alguien que pudiera dominar a alguien, pero desde que descubrí mi pasión por dominar a mi novia, algo había cambiado para siempre en mi, sin pensarlo mucho y sin esperar que la culpa o el remordimiento actuaran, agarre fuertemente la muñeca de la Chica, y la pegue completamente a mí.
Y no tarde en besarla fuertemente, mejor dicho, brutalmente, casi al punto de romper nuestras bocas, de pronto la temperatura de la tienda subió por lo menos 10 grados, sin soltar su muñeca la voltee y la pegue al mostrador, metí mi mano libre en su blusa para apretar desde atrás su pezón ya erecto, un gemido de puro placer salió de su boca.
No podia creer lo que estaba haciendo, esta chica era 20cm mas alta que yo, y la estaba dominando a mi antojo y completo placer, se dejaba hacer por mi mano que pellizcaba fuertemente sus pezones, saque mi mano de su blusa y desabroche sus pantalones.
Me sorprendió ver que no llevaba ropa interior, pero me eso me excito increíblemente, baje su pantalón hasta sus rodillas, y sin contemplaciones le solté un fuerte y sonoro azote, me sorprendió ver que ella no opuso resistencia, incluso parecía que lo asimilado completamente para su placer.
No perdí tiempo y me deje llevar completamente, le solté el azote más fuerte que había dado hasta la fecha, sus glúteos quedaron completamente marcados por mi mano, su cuerpo se estremeció, pero soporto el azote enteramente.
Volteo su rostro y dijo algo que nunca podría olvidar. –Ama, puedo suplicarle que me toque? Tengo que decir que eso me agarro completamente fuera de base, pero mantuve la compostura y le propine otro azote esta vez menos fuerte, para luego sobar dulcemente sus glúteos al rojo vivo.
Metí mis dedos entre sus piernas y pude sentir su sexo completamente húmedo y caliente, la Chica de los Tatuajes estaba completamente excitada y disfrutando de cada castigo que estaba propinándole.
En ese momento paso algo que nos corto completamente, tocaron la puerta del local, como pudo se subió los pantalones no sin tener una mueca de dolor y acomodo su blusa, se quito un poco el sudor de su frente y abrió la puerta y se tranquilizo al ver que era el vigilante preguntando si iba a abrir la tienda.
Justo en ese momento llego el dueño de la tienda, lo salude como si nada y Salí, no sin antes despedirme de la Chica de los Tatuajes con un abrazo y diciéndole mi numero al oído, no quería pensar, no quería sentir remordimientos, en ese momento era una mujer diferente, otra yo, aunque sabía que esto tenía que repetirse y esa vez, no sería tan corto…