La chica a la que no le gustaban mis cartas II

Alejandra por favor, organiza tu cuarto.

Alejandra despertó sobre Jenn, quien tenía la mano sobre su cabello, como si hubiese estado acariciándola durante la noche y una felicidad recorrió su cuerpo. El sonido brusco de la alarma hizo que el cuerpo de Jenn diera un pequeño brinco, seguido del primer suspiro de la mañana.

  • Pesas mucho – dijo Jenn somnolienta.

  • Buen día para ti también – le dijo Alejandra abrazándola aún más.

  • Será mejor levantarnos, hoy te declaras – dijo Jenn levantándose bruscamente de la cama, dejando a una Alejandra confundida.

Se alistaron entre comentarios graciosos que se hacían de vez en cuando, como “que cuerpazo”, o abrazos fugaces y pequeñas mordidas ¿Quién pensaría que eran mejores amigas? Parecía un noviazgo en su mejor etapa, pero no era así.

  • Estas hermosa Ale – le decía por quinta vez, al ver que en su intento por salir de la habitación, Alejandra se devolvía a verse en el espejo de cuerpo entero que tenía en una esquina.

  • Estoy muy nerviosa Jenn – decía Alejandra con su mirada fija en su reflejo, mordiendo sus labios.

  • Todo saldrá bien – le decía Jenn mirándola con ternura – es una tonta si no nota lo especial que eres – suspiraba.

Alejandra posó su mirada en ella, se miraron por lo que pareció una eternidad, sin saber que pasaba por la mente de ambas, el sonido de una bocina las sacó de aquel trance y por fin bajaron.

Organiza tu cuarto .

Y se fueron a clases.

Jenn tomó de la mano a su amiga, quien agitaba su pierna repetitivamente mirando por la ventanilla del auto. Un choque de sonrisas fue suficiente para que Alejandra notara que no estaba sola, Jenn estaba para ella.

Al llegar al sitio temido y a la vez esperado por Alejandra, ambas chicas se bajaron y caminaron directo al salón. Ambas caminaban calladas, con las miradas perdidas, parecían robots.

Se sentaron pesadamente en los asientos, mientras llegaban los demás alumnos.

  • Oye – dijo Jenn, rompiendo el silencio. Alejandra la miró - … - Jenn suspiraba, con su mano derecha tomó suavemente el mentón de su amiga y entrecerrando sus ojos y una media sonrisa le dijo – sé que no sé cómo te sientes, o tal vez sí, pero no lo recuerdo, en fin – agregó sonriendo aun con dulzura – estaré para lo que necesites – le explicó – cuando hables con ella, estaré lo suficientemente cerca, en caso de que bueno… tu entiendes – finalizó, provocando una sonrisa en Alejandra.

  • Gracias – le sonrió Alejandra - ¿Jenn? – Dijo confusa - ¿Nunca te has enamorado? – aquella pregunta descolocó a Jenn.

  • No lo sé – respondió mirándola – creo que sí, una vez, pero estaba pequeña, no sé si pueda llamar a eso “enamorarse” – dijo haciendo el gesto con sus manos.

  • ¿De quién? – preguntó curiosa, pues conocía a Jenn desde prácticamente, toda su vida y jamás había escuchado que su amiga le contara sobre algún amor.

  • Pues… - y cuando se disponía a responder, llegó el profesor de su primera clase.

Jenn se giró hacia el frente, dejando a Alejandra esperando su respuesta. Miró como su amiga sacaba sus cosas del morral y pensó que era muy hermosa, no creía que jamás se hubiese enamorado y entonces muchas cosas vinieron a su mente.

Eran mejores amigas de toda la vida. Jenn jamás había tenido alguna pareja, no que ella supiera y Alejandra tampoco. Nunca habían besado a alguien, pero Alejandra se había enamorado, al menos, eso pensaba, pero Jenn no.

  • ¿Me estás escuchando? – preguntó Jenn, haciendo que Alejandra volviera a la realidad.

  • ¿eh? – dijo Alejandra haciendo una mueca de confusión.

  • Que ya la clase terminó y el otro profesor no vendrá, es hora – le respondió Jenn.

  • S-sí – tartamudeó - ¿Dónde está Victoria? – preguntó.

  • Creo que acaba de salir, vamos – Jenn la tomó de la mano y salieron del salón.

Dieron la vuelta hacia el patio que quedaba del otro lado, guiadas por la voz chillona de Miranda, que se escuchaba a lo lejos y la vieron sentada en el pequeño jardín situado justo al centro del patio. Por suerte, Miranda hablaba con otros compañeros, bueno, no hablaba, gritaba y Victoria estaba sola.

  • Ve, yo estaré aquí – le dio un beso en la mejilla y la empujó suavemente para que caminara hacia Victoria.

Alejandra le sonreía por el gesto, tomó aire y caminó hacia el pequeño jardín.

  • Hola Ale – saludó alegremente Victoria que la veía llegar.

  • Hola – le saludó de vuelta – oye… quería hablar contigo un momento – soltó sin más. Victoria la miró – verás, estos días han estado llegándote cartas.

  • Si, así es – afirmó Victoria.

  • Pues, las cartas te las he escrito yo – Alejandra sentía su corazón salirse por su garganta y tragaba fuerte, mientras miraba a Victoria, esperando una respuesta.

  • Lo sé – le sonrió.

  • ¿Lo sabes? – Alejandra la miraba confundida.

  • Sí ¿tu novia no se pone celosa? – preguntó, dejando más confundida a Alejandra.

  • ¿Mi novia? – Preguntó extrañada - ¿De qué hablas?

  • De Jenn ¿No es tu novia? – preguntó señalándola. Alejandra miró hacia donde Victoria señalaba y vio a Jenn recostada sobre una pared, con sus manos juntas mirando hacia cualquier lado – creí que lo de las cartas era una broma entre ustedes.

  • N-no, ella es mi mejor amiga – dijo volviendo su vista a Victoria – y t-tú me gustas –

  • ¿En serio? – Sonrió sorprendida - ¿sabes que mi novia me dejó por una de tus cartas? – le preguntó dulcemente.

  • Lamento mucho eso, no creí que tuvieras novia – se apresuró a decir Alejandra.

  • No te preocupes – le dijo – era algo que iba a terminar de igual manera – agregó suspirando.

El minuto de silencio que prosiguió, pareció una eternidad. Victoria miraba a Alejandra y le regalaba una que otra sonrisa amigable cuando cruzaban sus miradas. De vez en cuando Alejandra volteaba a mirar a Jenn, quien entendía lo que pasaba y le hacía señas para que le hablara a Victoria.

  • ¿Te gustaría… salir algún día? – dijo carraspeando Alejandra, rompiendo el silencio.

Victoria le sonrió, de esa manera que hacía que Alejandra se derritiera y le dijo – Claro.

No entendía por qué no estaba completamente feliz. Lo estaba, pero esperaba que ese momento fuese más interesante. Tal vez, había esperado tanto por aquello, que ya no esperaba nada.

  • Genial – dijo menos nerviosa - ¿Te parece el sábado? – le preguntó entusiasmada.

  • El sábado estaría bien – le respondió - ¿A dónde iremos? – preguntó curiosa.

  • Eso es una sorpresa – le dijo guiñándole el ojo. Sorprendida ella misma por su actitud, jamás en la vida se imaginó teniendo esa conversación con la chica de sus sueños – pasaré por ti a las 5 – agregó sonriente, ya teniendo en mente a donde la llevaría.

  • Eres muy linda – soltó Victoria, haciendo sonrojar notablemente a Alejandra – y más aún cuando te sonrojas – Alejandra no podía estar más sonrojada en ese momento. Sentía ese sentimiento de calidez en su cuerpo, de estar cómoda, lo comparó por un segundo, con otro sentimiento similar que alguna vez sintió, no era igual, tenían notables diferencias, pero pensó que solo sería la calidez de lo que alguna vez deseó con muchas ganas y lo que sentía ahora no le llegaba ni un poco cerca, pero aun así era reconfortante y le gustaba.

  • Debo parecer un tomate – susurró Alejandra apenada, tapándose un poco la cara.

  • Un tomate muy lindo – dijo Victoria, riendo por la ternura de la chica a su lado.

Jenn observaba a lo lejos la escena y sonreía, por fin su amiga había sido correspondida. Junto con la débil brisa que hacía, la chica suspiraba recordando algunos momentos, su amiga era feliz y ella no era la razón, no le molestaba en lo absoluto, le asustaba un poco el hecho de que pudiera ser remplazada. Las cosas cambiarían desde entonces, Jenn estaba consciente de ello, pero tal vez su amiga no.

Alejandra dejaba caer su cuerpo lleno de adrenalina amorosa sobre la suave cama de Jenn.

  • Es hermosa – suspiraba Alejandra – muy hermosa.

Jenn sonreía pesadamente, sin saber muy bien por qué. No quería ni siquiera pensar que estaba celosa de Victoria. Así como llegaba la idea a su mente, de la misma manera la desechaba.

  • No puedo creer que haya aceptado salir conmigo – seguía diciendo Alejandra – tengo una cita con Victoria – levantándose de la cama - ¿Puedes creerlo? – preguntó alzando sus manos y dejándose caer nuevamente en la cama con los brazos abiertos.

  • Lo creo, lo creo – decía Jenn soltando una pequeña sonrisa, aunque solo logró gesticular una mueca extraña - ¿A dónde piensas llevarla? – preguntó, mientras se quitaba su uniforme escolar.

  • ¡No! – Exclamó aterrada – tenía un lugar pensado, pero… - observó a Jenn – imaginaba ir al sitio acompañada de otra persona – finalizó con cierta melancolía.

Jenn solo escuchó la parte donde afirmaba que no tenía pensado el lugar a donde llevar a su cita – pues esta grave eso – solo pudo agregar.

  • ¿A dónde llevarías tu a alguien que te gustara? –

Jenn la miró, mientras subía por sus piernas un pantalón holgado para estar en casa – pues… - sonrió al pensar – la llevaría a la azotea del Queen Mall a ver el atardecer – suspiró – y mientras empiezan a salir las estrellas, le daría besos cortos con cada estrella que se encienda.

Alejandra suspiraba pensando la escena y luego frunció su ceño lentamente - ¿la llevarías? – Preguntó mirando a Jenn - ¿A una chica? –

Jenn sonrió – Sí – le respondió sacando su lengua – mientras hablabas con Victoria, una hermosa chica se acercó a mí – le dijo recordando la graciosa escena.

  • ¿Y te gusta? – preguntó seria Alejandra.

  • Es muy agradable – le respondió – no es como si ya estuviese enamorada de ella – agregó – también saldremos el sábado.

  • Oh – dijo sorprendida Alejandra - ¿Por qué no me lo habías dicho? – preguntó un poco incómoda, aunque no sabía muy bien que era lo que le incomodaba. Tal vez el hecho de que por primera vez, hablaban sobre citas que realmente iban a tener y no era de aquellas charlas que tenían sobre como querían que fuese su cita perfecta.

  • No quería opacar tu logro – le dijo tomándola de los hombros – eres una chica muy valiente, estoy orgullosa de ti – agregó mordiéndole una mejilla. Un gesto de amistad entre ellas. Ya saben “amistad”.

  • ¿La llevarás al Queen Mall? – preguntó a la vez que su mejilla se tornaba roja por la mordida.

  • Noo – dijo sobresaltada – llevaré a la indicada y ahora es que empezaré a conocer a esta chica – dijo mientras se sentaba en la cama y miraba por la ventana como empezaba a llegar la noche – es Miranda.

  • ¿¡MIRANDA?! – gritó Alejandra posándose de un salto frente a su amiga.

  • Sabía que te pondrías así – dijo bajando su mirada al suelo.

Alejandra empezó a dar vueltas por el cuarto, diciendo una cantidad de cosas en francés. Idioma natal de su madre.

  • Ale – resopló – no entiendo nada de lo que dices – no era la primera vez que sucedía.

  • ¿Por qué Miranda? – Preguntó arrodillada al frente de su amiga – De todas las chicas del colegio ¿por qué ella? – parecía que suplicaba una respuesta.

  • Ella solo se acercó y habló conmigo – empezó a relatar Jenn – y su voz es muy dulce – agregó – le pregunté eso – carcajeó – me dijo que su voz chillona era para molestar y no sé cómo pasó, pero me invitó a salir y pues… - recordó que en ese momento había mirado a Alejandra muy feliz con Victoria – le dije que sí – finalizó con una sonrisa falsa que Alejandra no notó, pues en ese momento se levantaba y le daba la espalda a su amiga.

  • Será una cita doble – espetó Alejandra colocando sus manos en su cintura.

Jenn hizo una mueca de confusión - ¿En serio? – preguntó para estar segura de lo que escuchaba.

  • Así es – dijo Alejandra aun seria – no te dejaré sola con esa niña – y se cruzó de brazos.

  • Ya verás que es una buena persona – Jenn se levantó de la cama y pasó su brazo alrededor del cuello de su amiga – en tal caso que haga algo que no debe, puedes darle una paliza – dijo divertida – así como yo se la daré a Victoria si llega a hacerte daño – agregó esto guiñándole un ojo a Alejandra.

Organiza tu cuarto.

Alejandra estaba en su casa en menos de cinco minutos, llegó a su habitación y se dejó caer en ella, alegre, angustiada, confundida y quedó dormida tal cual como había llegado. Con uniforme, con tantos pensamientos rondando, con una sonrisa y una lágrima. Durmió.

______________________________________________________________

@thundervzla

Espero este también les guste. Saludos a los que comentan, son unos bellos todos xD