La chacra de los sueños -I-

A Joaquin lo esperan dias de gloria en la chacra de los 14 “Magnificos”. Pero antes debe superar duras aunque gratificantes pruebas. Para eso Antonio le promete hacerle una fiesta de iniciación con Maxi su sobrino de 18 años acompañados de varias sorpresas en una suerte de prueba de fuego para llega

La chacra de los sueños –I-

En mi trabajo diariamente me hago el hoyo con un consolador de fabricación casera.

Una vez por semana me fabrico uno con un condón, un pequeño palo grueso y corto de unos 15 centímetros o un cartón enrollado al que lo envuelvo con una goma espuma o bastante papel delgado; en la punta formo como una cabeza de pija con bolsas de plástico hecha una pelotita para quede bien blanda a la hora de entrarme por el culo, y generalmente pongo el condón cuando la poronga tiene un diámetro aproximado de seis a siete centímetros. Una pija divina.

La guardo en un cajón cuidadosamente para que nadie sospeche sobre mis gustos. Suelo llevar a mi querido “amigo” al baño de la oficina de enfrente donde trabajan unos diez compañeros a pocos metros de la puerta que cierro por unos cinco minutos. Es el tiempo que me lleva llenarme el orto de gel y embadurnar la divina pija de mentira.

Yo los siento hablar, reírse sin saber que me estoy haciendo el culo casi en sus narices. Cuando no me hago la paja  para acabar, me incrusto la pija y salgo del baño para ir a mi asiento y me quedo horas con la poronga enterrada disfrutando y nadie imagina que me hago culiar de esa manera.

Otras veces en mis sesiones masturbatorias y perforaciones de culo frecuentes, me hago la película de que uno de mis compañeros entra al baño porque dejé, en un descuido, sin llave y me ve ensartado en el culo. Pero mi compañero del sueño es un tipazo, muy compinche y discreto. En lugar de ridiculizarme, cierra la puerta y echa llave.

-Te ayudo, me dice.

Sabe que, si me gusta la verga por el hoyo, también la adoro por la boca. Y baja con paciencia el cierre de su pantalón, sacando despacio su muy buena pija blanda. Cierro mis ojos y abro la boca mecánicamente y me la pone de una sola vez hasta que mis labios chocan con su vello púbico que huele bien.

En segundos, la pija del sueño está firme, cobra una vida inusitada y crece la temperatura a mi alrededor. Me la trago toda, casi 17 centímetros hermosos, con unas bolas enormes que tomo como un trofeo con mis dos manos, como la adoración a una imagen religiosa. Y me fascinan, el tamaño, el gusto, la situación.  Lo miro por primera vez a los ojos, pero él tiene los suyos cerrados, su boca abierta, ligeramente húmeda, está gozando, disfrutando mi mamada…

Sigo con el sueño. En silencio me deja comer la bella pija y le trago toda la leche mientras él trata de no gritar o hacer ningún gesto. Seguimos sin hablarnos y sin mirarnos mientras las imágenes del sueño se van diluyendo muy despacio. No veo que se abra la puerta, a él lo veo irse hacia atrás, la traspasa despacio, con la bragueta abierta y la poronga afuera. Y su cuerpo esfuma, como en esas películas con efectos especiales. Lo último que veo, claro está, es su trofeo impecable, brillante, desnudo sin esconderse de mí que lo despido agradecido, mientras estoy sentado sobre mi pija de mentira que me canta verdades y me perfora sin piedad.

Ya tengo el hoyo bien dilatado, pero es increíble, la quiero más gruesa, quiero más verga. Y trato de imaginar que entra otro compañero. Pero nadie llega y en tanto me la doy por el culo, me la doy ferozmente. Antes de acabar, mi pija se babea pero me detengo. Saco la verga de mentira, la limpio, la beso y le pongo mas gel y ya me entra bailando; el hoyo está asombrosamente dilatado. Sigo gozando, pero esta vez un poco menos que antes. Entonces desarmo la verga de mentira y saco el condón, lo mojo con más gel por afuera y por adentro y lo dejo cuidadosamente a un costado esperando seguir su lucha contra mi devorador ano. Si, porque no es solo complaciente, mi ano devora todo.

Tomo la poronga y la envuelvo en una pequeña y gruesa toalla de manos, dejo la cabeza de plástico bien armada en la punta y vuelvo a colocar el condón, Ahora si, la pija ha cobrado nuevamente vida, y el diámetro ya es de diez centímetros. El largo es de unos 18 centímetros. Intimida, pero su armónica forma atrapa. La noto hermosa y gallarda, firme para volver a su trabajo de perforación de mi hambriento pero bien tratado orto.

Siento que el ano me pide más y estoy dispuesto a dárselo, pero en el momento que intento volver a meterme la enorme pija, veo que me cuesta, con mucho gel y gran concentración, hago lo imposible con mi cabeza para que se dilate. Trato de tranquilizarme y trabajar de manera precisa, coordinando mi respiración con la entrada de la poronga en el culo. A riesgo de que me escuchen, empujo la pija contra la pared y entra apenas la mitad de la cabeza de plástico, bien redonda, bien gruesa y me muerdo los labios para no gritar.

Alcanzo a escupirme la mano para agregar saliva nueva al borde del ano y cuando me lo toco, lo siento inflamado, hirviente. Pero sigo adelante. Empujo un poco más y la cabeza entra finalmente y quedo casi sin respiración, siento un fuego en el orto. Pero no me quejo, aún me quedan 15 centímetros de largo por diez de ancho y sé bien a lo que me expongo, sé bien lo que se me viene encima. Será finalmente un terremoto en mi culo, mi recto, mis intestinos y mi cabeza, o será el placer más grande de la semana.

Vuelvo a imaginar que entra alguien con 25 centímetros de pija para chupar, pero nadie llega. Y detrás de la puerta hay siete tal vez ocho vergas jóvenes, durísimas, quizás chicas, tal vez grandes, sin saber que las deseo con atrocidad.

Golpean la puerta, es alguien que tiene apuro y me grita y yo con casi 13 centimetros en el culo, gozando, disfrutado y sufriendo. No puedo seguir y quiero seguir.

-Ya salgo…! les digo y empiezo un rápido y torturante trabajo en reversa, trato de sacarme la poronga despacio para no dañar mi ano que tiene que seguir dándome felicidad el resto de la mañan. Vuelven a golpear cuando la pija sale despacio y me duele, me duele mucho y sale con un chorro de mierda liquida que debo limpiar urgente. Y así con el hoyo florecido, sin poder acomodármelo con saliva o gel, debo subirme los pantalones para disponerme a abrir.

Es increíble, era el mas alto, el mas joven, seguramente el de mejor pija y me lo perdí, porque no me animaba a meterlo a él ni a nadie en mi fiesta privada. Era peligroso. Sin embargo, fue allí en ese momento en que decidí seguir adelante con mi estrategia hacerme culiar mejor. Ya  con una poronga de verdad.

Uno de mis compañeros es puto. Antonio no es marica ni se le conocen machos en la oficina. Es un tipo discreto de unos 50 años, bajito, corpulento, cuida su físico, pero no sus pulmones pues fuma mas de dos atados de cigarrillos que me preocupa, porque lo quiero mucho. Es muy buena persona.

Alguna vez me dijeron que los fines de semana concurre a unas fiestas espectaculares de putos y machos en orgías de uno o dos días. No lo creí hasta que conversé con él. Fue precisamente una de esas veces en que salí del baño agitado y con la pija de mentira abultándome en la campera, y él muy sagaz se dio cuenta que me estuve haciendo la paja por el olor a acabada que dejé al irme y él había entrado. Tal vez vio algo de semen en el costado del bidet donde me lavo y me acomodo el hoyo.

Muy discreto, un día cuando desayunábamos en el barcito de la oficina se me acercó y me dijo de una sola vez.

-Yo sé que no eres un gay asumido, pero te gusta travesearte el orto. Yo lo hacia desde muy chico hasta que decidí directamente elegir ser puto y no me va mal. No me meto con nadie y tanto me cansé de hacerme el orto en soledad, es que preferí  dar el salto y buscar vergas en serio… me confesó mirándome fijo a los ojos.

-Mirá Antonio, yo sé que vos sos una persona decente de esta oficina y sobre todo discreta. Pero, por qué me dices todo esto. Y si estás equivocado?, le pregunté.

-Mira viejo, tengo ya 30 años de puto y los conozco a lo lejos, sobre todo a tu edad, te repito, no quieres asumirte como puto, y si lo fueras, eres dueño, yo no te juzgaría, pero te gusta que te hagan el hoyo, ¿o no?.

-Si claro, pero jamás conocí una verga, solamente me clavo consoladores caseros. No tengo plata para esos maravillosos conos de látex que veo en las revistas.

-Y cómo los hacés, me preguntó intrigado. Entonces empecé a contarle.

Se sonrió y me dijo que él comenzó exactamente igual, pero como era soltero y sin compromisos, compraba vibradores y se daba unas fiestas tremendas hasta que saltó el cerco y buscó vergas de verdad.

Me dijo: ¿En serio no estás haciéndote culiar aquí?.

-No,  no me animaría por el  qué dirán.

-Sí, a mí me pasa lo mismo.

-Perdóname Antonio, como hacés para culiar tranquilo, sin quilombos en tu vida…Podés enseñarme?.

-Mira, yo logré integrarme a un hermoso grupo de gente seria, discreta, que jamás alguien supondría que son putos y machos a la vez. Nos la damos entre nosotros y somos una tumba.

-Vos crees que me aceptarian.

-Si claro… yo me juego por vos que no sos quilombero.

-Dale entonces. invitame algun dia,  pero quisiera que vos me hagas culiar con alguien muy discreto que no me extorsione, soy casado y no quiero lios.

-Si,  varios son casados. Alli no pasa nada más que pijas  y leche, no nos vemos más hasta la semana siguiente y nadie intenta averiguar la actividad del otro ni donde vives.

-Qué bueno, de esa forma sí me animo. .

-Mirá te voy a decir la verdad, ellos no quieren gente que recién se decida ser puto, quieren culos bien abiertos.

-Si yo lo tengo…

-No me entendes, necesitan culos muy abiertos, que hayan recibidos ya dos pijas a la vez.

-Huy, vos crees que podré aguantar dos pijas.

-Mirá, nadie con miedo puede hacer nada, pero si te jugas, yo te ayudo. Primero vamos a cogernos nosotros a casa, luego yo te hago el orto con el consolador y cuando lo tengas adentro trataré de meterte mi pija que no es grande, pero si bien gruesa.

-Cómo, a vos tambien te gusta culiar.

-Claro, a mi me gusta todo.

-Que divino que eres. Con vos confio y me animo. Me va a doler?.

-Si, claro, te va a doler pero te voy a poner anéstesico y gel, lo vamos a hacer bien despacio.

-Y cuánto tengo que aguantar.

-El consolador tiene 20 centimetros por cinco de ancho, nadie del grupo tiene menos de 20 de verga. Luego le sumo la cabeza de mi pija, si la aguantas seguimos, si no, lo dejamos para otro dia, cuando estés más tranqui sin miedos.

-Probemos, le dije.

-Bien, este sábado te inicio en el doble anal.

-No pude dormir tres dias de la excitación y además abusé de hacerme el hoyo con mi pija de mentira para tener el orto listo y no sufrir. Lo que olvidé fue probar el anestésico, solamente me puse gel. Llegué con mucha ansiedad a la casa de Antonio y me sorprendió porque estaba acompañado por un joven bien alto y pinta sobradora. Me dijo que era un sobrino que le cayó de sorpresa.

-Pero no te preocupes, porque si vos no querés que el intervenga, no se meterá en lo nuestro.

Enseguida nos pusimos manos a la obra. Comimos  unas tostadas con miel y alguna gaseosa mientras mi amigo y “maestro” me mostraba fotos de él cuando era culiado por dos negros, luego vimos videos que realmente me calentaron, un puto ensartado por dos pijotas y comiéndose una tercera, Me puso mucho gel en el culo y empezó a masajearme con dos dedos el ano mientras veiamos una peli porno. Eran dos negrazos que le estaban haciendo la doble anal a un blanco. Me dio miedo y luego mucha curiosidad en ver la forma en que el muchacho de la pantalla se acomodaba para que le entren las pijotas. Traté de aprender y recordar pero estaba nervioso.

-Estás asustado, me pregunto.

-Si, la verdad que si.

-Bueno tranqui yo te voy a anestesiar.

-Lo llamó al sobrino que empezo a trabajarme el hoyo con un gel anestesico. El pendejo ya tenia la pija enorme por dentro del pantalón cuando se dispuso a acomodarse y yo de espaldas levantando las piernas. Antonio dijo que primero iba a conocerme el orto con su lengua y se tiró de cabeza a chuparme el culo. Lo hizo divino, con una experiencia envidiable,  mas de diez minutos y yo desfallecía de calentura, la leche me salia a borbotones por mi pija y grande fue mi sorpresa cuando vi que el sobrino abrió la boca para tragarme toda la esperma que largaba yo. Era puto igual que el tio.

-Que lindo puto dije, vos lo iniciaste en esto, Antonio?.

-Si claro, desde muy chico, tenía unos ocho años cuando lo empecé a educar con los dedos y a él le encantaba, hoy tiene 18 años y es bisexual con una pija de 24, no se si vos te le animas.

-A lo mejor si, pero primero por favor, ábreme bien el hoyo, sigo asustado.

-Asi que tenia solo ocho años.

-Bueno si, al principio no me lo culiaba pero solamente me chupaba la pija y le enseñe a tragar la leche, despacio fui abriéndole el culito con consoladores pequeños y vibradores que le gustaban mucho. Pero en realidad lo que más le gustaba a él es que le haga el ortito con los dedos, se los movía muy rápido y lo trataba con delicadeza, hasta le salía lechita por el pito. No se quejaba de nada, cada vez que me tragaba la leche, le daba un regalo. Ya a los 10 años o un poco más, empecé a meterle la pija, se la dejaba adentro un rato largo, mirábamos la televisión como se culiaban dos hombres jóvenes casi adolescentes y le decía que él disfrutaría mucho cuando sea grande, porque yo le estaba enseñando para que no le duela nada. Todo el tiempo en que hablábamos, yo estaba con mi pija adentro. Luego cuando tenia 13 o un poco más ya lo hacia culiar con dos o tres amigos mios no muy pijudos en la misma noche y el pedia mas chotas. Nunca vi a nade de esa edad tragar tanta leche. Pero a los 15 empecé a hacerle un tratamiento para agrandarle la pija y ahora a los 18 años ya tiene mas de 24 centimetros, una pija divina con la que me divierto toda la semana. Puedo asegurar que el pendejo es una creación mia, realmente. Lo hice putito para comérmelo yo solo y que me atienda. La maravilla de la pija hizo el trabajo, y mis dedos., A él le encanta culiarme y casi no quiere hacerlo con nadie más. Y a mi esos 24 me hacen muy feliz, aunque nunca me la pude tragar totalmente con la garganta, si pude tragar unos 15 centimetros sin ahogarme, siguió contándome.

Mientras Antonio me chupaba el culo, tambiñen me dieron ganas de mamar esa pija de 24 centimetros y se lo pedi. El pibe estuvo muy amable, me la puso en la boca semiparada y se la hice parar del todo pero tampoco logré tragármela; de verdad era tremenda, se la chupé un cuarto de hora y le encantó, mientras me hacían el hoyo con la lengua. Fue una fiesta de iniciación hermosa que me armó Antonio, quien a su vez, para que yo entre en confianza, me pidió que me lo culie. Y así lo hice. Traté de complacerlo con mis 16 centimetros normales pero él, acostumbrado a verdaderas pijas, no se quejó y me dejo gozar, respetuosamente,  me esperó que le acabe un poco en el culo y me pidió que le de el resto de la leche. Antes de acabar totalmente, me saquéla poronga y se la puse en la boca. Me tomó todo el semen y me agradeció y dijo que era riquismo.

-A mis amigos les va a encantar, dijo, lo que me hizo ilusionar mucho más. Antonio sabía cómo prepararme.

Luego tomo un consolador de unos 30 centimetros por ocho, hueco y me pidio que me calce la pija y me ate los arneses y me hizo que lo culiara media hora con la poronga de goma,. Alli si lo vi gritar de felicidad pero me pidió que no se la saque por nada del mundo.

-Vamos a andar muy bien porque vos sos muy sano y tu pija no es enorme, pero es hermosa y la leche es riquísima, me dijo. .

-Empecemos a hacerte el orto, expresó y me colocó en cuatro patas para trabajarme con el consolador. Me metió 15 centimetros de golpe con mucho gel y me hizo cosquillas, pero después de los 20 centimetros ya me comence a preocupar.

-Tanquilo me dijo, y prendio el vibrador que era muy grueso.

Empece a gozar de lo lindo.

-Como vas me dijo.

-Hermoso, Antonio, es muy hermoso.

-Bueno, disfrutala ahora, porque enseguida, te soy franco, vas a empezar a sufrir, pero tendrás que hacerlo para que yo pueda integrarte al grupo una vez que estés bien listo, pero muy bien culpado. No te aceptarán si tenés el orto cerrado, allí nadie quiere complicaciones, a ellos les gusta el culo abierto para meter dos pijas. A mi ya pudieron culiarme una vez entre tres tipos y los aguanté, me explicó.

Yo no lo podia creer. Al final me clavó los 25 centimetros del consolador y volvió a prenderlo, caí desmayado prácticamente del dolor y la emoción. Cuando empecé a aguantarlo, Antonio comenzó a chuparme la  verga y me acostó encima del sobrino para que me mamara las bolas mientras yo me atrangantaba con su verga del joven. Era hermoso como me estaban enfiestando. El metió dos dedos al costado del aparato y mi culo los absorbió muy bien, después intento cuatro dedos y grite tan fuerte que el se detuvo.

-Tranqui, ya te los saco, siguió mamándome la pija y se tragó toda la leche que le largué.

-Huy…! tengo ganas de cagar, le dije.

-Tranquilo es normal, es la primera vez que te entra algo tan largo, o no.

-Si, la verdad es que siempre me hice culiar con consoladores gruesos y cortos que me fabrico son de diez centímetros de ancho, pero muy cortos. No me llegan hasta el estomago nunca.

-Bueno, tendremos que experimentar todas las variantes, porque cuando estés haciendote culiar en la granja, con unos 14 tipos, no te van a dejar respirar y si pasás la gran prueba de los 14, te será presentado el semental y alli no te podrás negar, porque si lo hacés, te agarran y te atan y te hacen culiar obligado.

-Cómo, al final te coge un caballo.

-Claro querido, que creias, que apenas con unas vergas de 30 centimetros por diez, ellos se conformaran. No alli te esperan unas tres o cuatro sesiones de pijas, y si al final no te comes la del caballo, ellos no se divierten y te sacan roja. No les interesa alguien que no se deja culiar con el semental con una verga de 45 centimetros por 15 de ancho.

-A la mierda…, te destroza.

-No creas, ya varios se la comen tranquilamente aunque lloran y sangran , pero ruegan por la pija del caballo para hacerse filmar y después disfrutar en privado la experiencia.

-La verdad, sí que ahora estoy muy preocupado.

-Pero no mi amor, tanquilizate, vamos por parte, primero culiemos entre nosotros. Vení sentate en la pija de mi sobrino. Me la clavó de una, más o menos 20 centimetros, me ardia, era muy gruesa. Me cogió casi media hora de todas las formas posibles hasta que finalmente me trague los 24 y luego me hicieron acostar totalmente sobre el pecho del sobrino, con toda la verga perdida en el culo y Antonio me hizo morder el consolador de goma cuando me dijo que me tranquilice y espere que alli me trataria de culiar con su propia pija para que empiece a disfrutar el doble anal. Pero el tenia la poronga un poco blanda y no entraba, de modo que prefirió hacer al revés. Me hizo sentar sobre los 20 centimetros del consolador en una silla, yo agarrando el respaldar y quedando el culo ensartado bien al borde la silla, y asi el sobrino empezó a meterme la cabeza de su pija muy despacio.

A esa altura el muchacho ya tenia la verga como una piedra. Yo veía visiones de todos los colores cuando entraron los primeros cinco o diez centímetros. Ya tenia el hoyo desvirgado por primera vez con dos pijas, pero Antonio insistia en que me las coma entera a las dos. Me puso muchísimo gel y empezó a alentar al sobrino para que me culie mas fuerte. La pija no entraba porque yo con mi cabeza la rechazaba del miedo. El se dio cuenta y empezó a mimarme, me tocaba la cabeza, me decia cosas sensuales como, tranquilito mi amor, aflojate para recibir esa maravillosa verga de mi sobrino, tenés que abrir la cabeza para que te entre toda, estamos para que disfrutes y la recibas entera, nadie te hará daño, tratamos de educarte el hoyo para lo mejor que viene después, mis amigos de la chacra te están esperando con ansias para culiarte y hacerte coger con el caballo.

Eso me vino bien, escuchar que voy a ser culiado, recontraculiado, me excita, me encanta que me digan que me van a culiar. No me gusta mucho la procacidad verbal, pero escuchar que me cogen , que me culian  que me hacen el hoyo, me excita mucho. Y les dije. Si, si, si, si, háganme bien el hoyo, culienme bien, culiame Antonio.

-Tranquilo primero comete el consolador y la poronga de Maxi y vamos a ver si después puedo terciar yo. Si si si si…! Antonio, culiame vos tambien,

-Asi me gusta mi amor, que me pidas la pija.

-Te la estoy rogando Antonio, haceme vos tambien el culo, rompeme el ano, sangrame, culiame, pero haceme feliz.

-Si querido, ya vas a disfrutar, tranqui y me puso mas gel.

Alli mismo entraron los 24 centimetros del sobrino y yo estaba en el cielo.

-Que culiada hermosa que me dan, ¡cómo me están culiando de lindo Antonio, sos un genio, era asi cómo me imaginaba alguna de tus fiestas, donde me ibas a culiar y a  hacerme culiar. Sigan cogiendome que me fascina. No acaben por favor. Quiero coger varias horas.

-Tranqui tenemos seis o siete horas para cogerte.

-Huy, qué hermoso…, esto es vida. Sigan dándomela, culiame cogeme, culiame más  culiame con fuerza. Traeme mas pijas... Cuándo me llevarás a que me culien tus 14 amigos .

-Este sábado mi amor, faltan tres dias nada más.

-Y mientras tanto, como me preparo….

-Vas a ponerte dos consoladores todos los dias, uno liso y el otro rugoso aunque te duela, eso lo hará al culo mas fuerte, más aguantador  y un cono de máximo tamaño para dormir; tenés que dormir con la pija adentro, tiene que ser un cono para que no se te salga, tiene 15 centimetros, pero como es blando, se te mete todo y se angosta al final por eso ciñe bien al borde del ano. Y te raspa y te hace gozar, vas a acabar cien veces de felicidad.

-Dale Antonio, meteme vos tambien la pija, quiero tres pijas hoy.

-No mi amor, es mucho por hoy, te prometo que mañana te culiamos entre tres y vas a tener una sorpresa.

-Si, decimela ahora.

-No puedo, por las dudas el proyecto me salga mal y no me cumplan, pero trataré de tener tres pijas para vos mañana.

-Me fui rogando que el tiempo pase rápido, yo soñaba con las 14 pijas de esa chacra de los sueños y pasar la prueba para llegar al caballo. Ya era una obsesión y todavía no había conocido ni mínimamente todo lo que me esperaba el sábado. Cuando me desperté esa mañana con el cono de latex en el culo, me vi que estaba todo mojado por haber acabado una barbaridad en el sueño. Me bañé y me descubrí que el hoyo estaba tan estirado, que me entraba toda la mano. Pero al rato de caerme el agua fria, fue cerrándose y me vestí como para una fiesta. Iban a culiarme de lo lindo y estaba ansioso. Iría a buscar vergas y las tendría. Además Antonio me habia prometido sorpresas. Una sorpresa que no imaginé jamás. Llegué a  su casa y estaba haciendo jugar a un impresionante perro doberman que yo no lo había visto antes. Me dijo que acababan de traérselo, que era suyo, pero generalmente lo prestaba a gente muy amiga. Antonio me contó que el perro, Luchino, es un experto en culiar putos, más que hembras de su raza. Yo no lo podia creer.

-Si querido, te lo traje para que vayas acostumbrando el culo. Primero te haré culiar con mi sobrino y luego te la pongo yo, pero cuando hoy estés muy pero muy caliente, trataremos que te culie el perro. Estás de acuerdo.

-Por supuesto, le dije. Jamás me habia cogido un animal, pero yo le tenia confianza a Antonio.

-Y cómo tiene la pija.

-Mirá, es delgada, pero tiene casi 25 centimetros y él tiene la costumbre de meterla entera, porque tiene una fuerza tremenda, vas a tener que acostumbrarte a recibirla. No te puedo hacerte culiar por la mitad, el perro la pone entera y de golpe.

-Está bien, probemos.

-Antonio empezó a chuparle la pija al perro mientras yo le mamaba la verga al sobrino. Al rato ya le vi la garcha al perro, enorme, no me parecia tan delgada.

-Pero, que te ocurre si se te mete la bola entera, le dije.

-No te preocupes, me dijo Antonio, el suele meter la bola, pero en pocos minutos te la suelta, no es como otros perros que se queda pegado, este perro sabe desprenderse. Es un profesional. Si, claro, ya vas a ver.

La pija del perro tenia mas de 20 a esa altura d ela tarde y todavía no nos habia culiado a ninguno.

-Querés mamársela, me pidió.

-Claro, a ver si me gusta. Empecé a chupársela al perro muy despacio, pero él se quedaba muy tranquilo, de manera que segui tragándola hermoso, tenia una panchura espectacular. El perro sabe hacerse chupar la verga. Yo sentia correr su leche por mi garganta pero cuando el perro empieza a correrse no termina nunca. Va tirando leche de a poquito y la pija se le pone durísima, un fuego.

-Dale ahora!, ya…ya… me gritó Antonio y no entendia. Si querido, ya está la pija lista, dejate culiar ahora antes que se distraiga .


Entonces me di vuelta y me deje montar por el perro y él solo me colocó las dos manos en mis hombros y empezó a empujar  pero yo tuve que ponerle la punta de la pija en mi ano para ayudarlo. Estaba muy lubricado, de modo que me entraron los 30 centimetros de golpe. Quede asfixiado por la culiada y me imaginé que el perro iba a dejarme que me recomponga, pero es un animal con un instinto extraordinario para culiar, y jamás dejó de empujar y de serrucharme el culo. Me clavó toda la pija y empezó a culiarme terriblemente fuerte. No me dolia el ano, pero si me dolia arriba cuando me clavaba la pija muy adentro de los intestinos. Cada estocada era una puñalada, no me daba tregua. De verdad no la estaba disfrutando, porque el perro no se queda quieto, pero la culiada me sirvió para que mi cabeza diera vueltas sobre la poronga del caballo que tal vez me comeria en pocos dias. Al final el perro acabó lo que parecian litros y Antonio me gritó que me saliera, para que le chupara la leche al perro y me sali, se la deje hermosa, pero Antonio me sorprendió con una jugada magistral, después de tragar toda la leche, se paró, me besó en la boca y me pasó toda la leche del perro, no lo tenia ni imaginado, entre los dos nos comimos el semen del bicho y nos besamos. Al final se lo agradecí, mientras lo abrazaba le fui diciendo lo mucho que lo queria por haberme hecho ese regalo y las experiencias que me había hecho conocer.

-Querés que te culie ahora mi sobrino mientras nos besamos.

-Si Antonio, Hace ya lo que quieras conmigo, haceme el orto como vos sabes.

-Cuando yo acabe, querés que mi sobrino te siga culiando, o estás cansado…

Si querido, háganme el orto como ustedes quieran, hace años que no soy tan feliz como esta tarde.   No me imagino como serán esas 14 pijas que me esperan y el semental que me prometes.

-En verdad, querido, entiendo que estés un poco asustado y ansioso. Pero ni te imaginas lo que te espera….! Ni te lo imaginas….

Joaquin

Email. – murrieta111Qhotmail.com