La cena de negocios

Una historia del dueño del mundo, donde cualquiera puede ser mi esclava hipnotizada sin saberlo

Estas en el restaurant en una cena de negocios, tu jefe está preocupado porque cerrar el negocio depende de esa cena, tú te sientes nerviosa, eres una chica guapa, con un cuerpo que le daría envidia a cualquiera, las tetas de buen tamaño y un culo de ensueño, muchos hombres están tras de ti pero a ti solo te interesa tu trabajo. Estas vestida con un pequeño vestido, muy escotado el cual llevas desabrochado dos botones más de lo normal, y no usas sujetador, el vestido te llega arriba de las rodillas, en conjunto llevas unas pantimedias naturales, te encanta como se siente tu concha con el rozar del nylon, no tienes nada debajo de ellas, y llevas esos tacones que te encantan. Te los pusiste en la tarde pensando que el atuendo ayudaría a aliviar la tensión de la cena. La negociación esta complicada los 3 clientes están indecisos mientras tu jefe, tu subordinado y tu tratan de convencerlos de la negociación.

La plática está en pleno de repente suena tu celular y  ves un mensaje que te dice: ve al baño es importante , tú te levantas excusándote y te diriges al baño, piensas que es aquel investigador privado que contrataste la semana pasada para que averiguara algo que te pusiera a la delantera de tus clientes pero el mensaje era de un numero privado, cuando entras suena tu teléfono es una voz familiar que solo dice “Sleepy Slave” no te da tiempo de nada sabes que estas en su poder y no te puedes Resistir y solo aciertas a decir: si amo estoy a tus ordenes no tengo voluntad haré lo que tú me ordenes, mientras con la mano libre sacas una teta del vestido y te empiezas a acariciar el pezón. Te quedas ahí en el baño con las tetas de fuera y el teléfono en el oído esperando las órdenes de tu amo...

Dices: amo ordéname y te obedezco, la voz irresistible del otro lado del teléfono te dio sus órdenes a cada una tú solo dices: Amo no tengo voluntad haré lo que me ordenas.

En cuanto cuelgas el teléfono te ves al espejo y te acomodas la teta que tienes de fuera y que no entiendes que hacía fuera de su lugar, regresas a tu silla y como lo habían planeado estabas sentada entre dos de los clientes y tenias exactamente en frente al tercero,  pero por alguna razón no te puedes concentrar sientes calor y sientes que cada uno de tus acompañantes se te queda viendo las tetas debajo de tú escoté, cada momento que pasa te sientes más cachonda, sientes como las pantimedias se te empiezan a mojar, y empiezas a pensar en cada una de los 5 bultos de tus acompañantes. no sabes que hacer, estas excitada los pezones se te paran y los demás lo notan debido a que no llevas sujetador, tu mente empieza a alejarse de la plática y de la negociación, y estas tan excitada que lo único que quieres es mamar una de las vergas y tenerla adentro, pero te tienes que concentrar, tienen que cerrar ese negocio a como de lugar así que para distraerte te empiezas a mover de un lado al otro cruzas las piernas a cada momento pero no te puedes estar quieta, el calor de tu concha es cada vez más fuerte y más irresistible, sin fijarte tocas uno de tus pezones después de un rato recuerdas que te están mirando y quitas la mano.

Para calmar tus ansias buscas un chicle, lo sacas de tu bolsa  pero se te cae,  al momento de agachar por él, miras de reojo abajo del mantel por lo menos quieres ver como es el bulto de los pantalones e imaginarte el grueso de cada verga, pues el mantel es largo y no podías ver nada desde donde te sentabas, volteas rápido  mientras buscas el chicle, cuál es tu sorpresa al ver que dos de tus clientes están con las vergas de fuera tocándose mientras que los otros tres hombres tienen sus manos arriba de sus pantalones, pero se ven los bultos ya abajo.

Te incorporas mas excitada aun y lo decides, si! necesitas probarlas así que tiras tu bolsa de tal manera que varias cosas caigan debajo de la mesa. Dices perdón tengo que agacharme a recogerla.

Ves las caras de tus clientes debido a que los dos que tenían sus vergas de fuera sabias que rápidamente iban a guardar ese manjar para que no te dieras cuenta, con toda velocidad y astucia te metes bajo la mesa y todas las vergas estaban guardadas pero los bultos seguían ahí.

Te acercas primero con los dos que no alcanzaron a subirse el cierre estas tan caliente que ya no te detienes,  les sacas las vergas del pantalón a ambos al mismo tiempo se ven deliciosas las acaricias pero vez mas bultos los quieres todos para ti, vas con el siguiente y le bajas el cierre y te encuentras otra verga dura, igual con el cuarto, pero cuando llegas al quinto ya la tiene de fuera y así con las 5 vergas de fuera en tu cara, tu ya no aguantas mas te descubres las tetas y empiezas a mamar una de esas vergas, mientras juegas con otras dos, así te quedas durante unos segundos pero tienes más vergas que gozar así que vas pasando por cada una de ellas mamándolas y acariciándolas, con una mano te rompes las pantimedias solo lo necesario para que entren un par de dedos y te acaricies mientras disfrutas de las vergas, todas te saben riquísimo te empiezas a tocar y las deseas todas adentro de una por una, de repente no sabes como uno de ellos se hinca dejando su verga exactamente a la altura de tus nalgas, para que te la metas en la concha,  te quedaba a punto  debajo de la mesa así que acercaste tus nalgas  y te la acomodaste en la concha y solo te dejaste llevar hacia atrás, recibiendo toda hasta adentro, solo gemiste de placer, afortunadamente alcanzaba el otro lado de la mesa para tener otra de las vergas en tu boca, masturbabas con tus manos otras dos.

No paso un minuto cuando la verga que te estaba cogiendo empezó a explotar en tu concha al mismo tiempo que la verga de tu boca derramaba todo su semen en tu garganta, te comiste todo, lo necesitabas.  Sientes como la verga aun dura sale rápido de tu concha y piensas que aun hay una verga esperándote y que no has tocado te volteas y para tu sorpresa ahí abajo de la mesa se encuentra tu otro cliente, no recuerdas su nombre solo le ves la verga te pide que te la metas en la concha, aun no está totalmente adentro toda cuando explotas en un orgasmo fenomenal Pero evitas gritar, él te dice que te quiere coger el culo tu lo deseas así que lo cabalgas dándole la espalda y ofreciendo tu culo, te penetra mientras tú con dos vergas enfrente de tu cara las mamabas cada una a ratos mientras frotabas la otra con la teta, las dos vergas se vinieron de golpe una bañándote  La cara y la otra las tetas, el culo sentías que se te iba a partir de las embestidas tan duras, pero te gustaba y acabaste en otro orgasmo un poco antes que el sé viniera en tu culo.

Se levanto y se volvió a sentar,  al cabo de un minuto tenias otra vez a los 5 perfectamente sentados en sus lugares, tú te acomodaste el vestido, por fortuna las medias no se corrieron con tanta embestida lo que te convenció a no quitártelas y a seguir sintiendo que algo de tus jugos y del semen se quedaron impregnados en ellas, te limpiaste el semen de la cara y de las tetas y con los dedos te metías a la boca para seguir saboreándolo. Querías quedarte ahí pero algo dentro de ti te decía que debías hacer algo mas, te levantaste y sentaste en tu silla, nadie del restaurant pareció notar nada, los 5 hombres tomaban las bebidas como si nada hubiera pasado.

Pides Perdón y te levantas nuevamente al baño, ahí te encierras, marcas un número y cuando contesta la otra línea solo atinas a decir: amo soy tu esclava tus deseos se han cumplido he mamado y cogido 5 vergas pero ninguna se parece a la suya, mi amo!!

Tú amo te felicita dejándote masturbar pensando en su verga, te acaricias la concha que aún tiene semen, y cada que encuentras un residuo te lo llevas a la boca. Te tocas pensando en una verga en particular esa que no tiene igual, por tercera vez en la noche  tienes un orgasmo pero ahora más fuerte cuando acabas solo dices: Tu eres mi amo y yo tu esclava!!, Tu amo te da más ordenes por teléfono mientras tú con la mirada perdida y las tetas desnudas las oyes con atención.  Te vistes y te arreglas sabes que ya no es necesario que te abras mas el escoté te diriges a la mesa pensando que es momento de cerrar el negocio y que no tienes mucho tiempo porque algo dentro de ti te dice que tienes una cita mas tarde…