La cena de despedida, desenlace

Lo que pasó...no sabía que decirle, pero debía aceptar la propuesta, por humillante que fuese

Así fue como empecé a comerme ese moreno coñito

Que me encantó, por cierto, lo tenía muy cuidado, Majo era delicada y dulce, incluso lamiendo, chupándosela , yo, le di un mordisquito, suave y se puso como una loca, yo que estaba desnudo y a su alcance, note un puñetazo entre la base del miembro y los mismísimos, que estuve un par de minutos, muy, muy, dolido.

Al día siguiente me llamó Naira, quedamos en la plaza, y cual fue mi sorpresa, que llego en un taxi, mi hizo subir en él y por el camino, me explico a donde íbamos.

  • Mira Juan , han montado, un museo erótico permanente y sex-shop y yo, me he comprometido con una amiga a encontrar a dos chicos, para el local.

Lo veía un poco oscuro, no sabía que decirle, pero debía aceptar la propuesta, por humillante que fuese.

- Te doy a elegir entre, Glory Hole, el agujero de la gloria, o el examen médico. Tienes poco tiempo para decidirte , me comentó, mientras que el taxi recogía al segundo pasajero, yo me decidí, por el agujero.

-Mira , te presento a Vicent, él es al que se le asignará la estancia del examen médico , que consistía y lo cuento porque lo vi, en lo siguiente, le pusieron una máscara y lo ataron desnudo a una mesa de masajes, amarrado con cuatro arnés. Había un paquete de guantes de látex, que se ponía la persona interesada en hacerle una exploración a sus genitales, previo pago de seis euros por cinco minutos. Él tenía prohibido hablar.

Al fondo del local, había una pared circular roja, completamente redonda , de unos dos metros de diámetro, con varios agujeros, a distintas alturas, tenían como unas cuatro o cinco cortinillas, para tener un poco de privacidad, durante los diez minutos que duraba la sesión; a los tres chicos que estábamos dentro, nos metieron como un huevo de metal en el culo, con cables y con unas esposas nos inmovilizaron los brazos por atrás.

Cada vez que un/a cliente quería que sacásemos los atributos por el agujero, pulsaba un botón verde y una descarga eléctrica, por cierto bastante dolorosa, notábamos en el pompis. Y si tardabas un poquito repetían, calculo que yo, estaría desde las diez de la mañana hasta las ocho de la tarde, y me pulsaron el botón unas quince veces, de las cuales sólo acudí a ocho. El resto del tiempo, estábamos sentados en unos minúsculos taburetes fijos en medio del teatrillo.

La primera vez alguien me masajeó los huevos, me retiró el prepucio al máximo y con su lengua me masajeó el glande hasta la eyaculación, de los diez minutos que disponían , nos sobraron tres, los cuales me reí mucho, a la fuerza, porque me hizo cosquillas en las partes, yo, me retiré, pero como tenemos una cuerda atada a los testículos , la persona que ha pagado, tira de ellos para disfrutar de su tiempo , al cabo, de ni de cinco , otro timbre, una fuerte descarga a la que no acudí, y eso, que me llamaron tres veces más con insistencia, estuve a punto de llorar por el fuerte dolor . Suerte que mientras que juegan no pulsan el botón.

Calculo que la segunda vez, unas manos finas , serian de una joven, porque oímos como voces de jovencitas ,que buscaban algo para una despedida, seguramente, e hicieron una especie de suerte, metieron las quince monedas, entonces, la luz roja que duraba diez minutos, se encendía y podían empezar, utilizaban en este local, un sistema de luces ,las que daban permiso a aquello en donde estuvieras. Pues la niña no almorzó leche , estaba entumecido por la anterior mamada, las caricias, cosquillas y palmadas, sí , porque creo que luego una amiga de la joven pago para pellizcarme y tirar de mis partes, yo me retiré pero un fuerte tirón me obligo a sacarlo, mas bien ella con su maña, ya que con un radio de doce cm una saca lo que quiere, ja, ja..

No les cuento más de esta mañana, pasaron los días, cerca de diez, fue cuando me llamo Lola.

-Juan, hoy es el día, mi marido ha salido y desearía que pasases esta tarde conmigo. Me dijo Lola, uf ,con la ilusión que tenía que me llamase, no creía que fuera tan …, cachonda, yo contentísimo , me acerqué al baño e hice operación pelos fuera, me rasuré mucho, me recordaba la etapa de los doce años, hace más de veinte

Cuando entre en su casa, la vi vestida de criada, no exactamente de la chacha que le asiste, le gusta vestir con falda corta negra y una blusa azul de manga corta, pues ella, ese día se había vestido como la sudamericana, que por cierto, es una morena atractiva, al contrario que Lola que siendo atractiva, es una rubia autentica, pechugona y con unos pezones muy desarrollados, en alguna ocasión creo, que os comente que es una xxx.

Vamos al grano y os cuento para terminar lo que pasó.

- Juan, sabemos lo que sientes por mí, pues mira, te voy a dar estas próximas veinticuatro horas AMOR, acuéstate a la mesa, me dijo y allí me amarró con un acuerda roja, de manera torpe, pero eficaz, yo accedí por supuesto, y descubrí lo que representaba amor para ella.

A ceite

M asaje

O rgasmo

R epetimos

Pues imaginaos, un litro de aceite, unos pechos suaves una boca sensual, unas manos diestras… Creo porque no lo veía, que a mitad de la tarde los orgasmos eran secos, porque con cuatro corridas, me había dejado más seco que un desierto

Si quieren hacer algún comentario privado : juandosamo@live.com