La Cena (Clavada en el sofa 2)
Despues de su noche de pasion durante los carnavales, Juan y Toni vuelven a quedar. Juan aprendera muchas cosas nuevas sobre si mismo, Toni por su parte volvera a dominar la situacion, quizas mas que nunca...
Habian pasado ya unas quantas semanas desde aquel carnaval en el que mi mejor amigo me había follado en el sofa, pensaba en ello cada dia, asi que cuando Toni me llamo diciendo que quería que nos viésemos para cenar me puse muy contento, me dijo que me trajera también a Sophie:
-Sophie?- Pregunte sorprendido.
-Si, la amiga que me presentaste la otra noche, durante los carnavales- Su voz estaba cambiando, cada vez parecía mas una llamada obscena.
-S…si…si- solo acerté a balbucear, mientras me sonrojaba.
Se rio, casi parecía que captaba mi vergüenza en la distancia y quedamos en su casa para una cena intima.
Me prepare mis mejores galas, mi peluca negra a lo Uma Thurman, una camisa blanca combinada con un corset negro y unas medias del mismo color, sandalias de tacon y una preciosa falda en piel marron que me llegaba hasta el tobillo con una cremallera que la recorria de arriba abajo. Por debajo un precioso conjunto de lencería negra.
Los días posteriores los pase nervioso, pajeandome ocasionalmente pensando en ese enorme pene dentro de mi, recordando que Toni quería probar mi boca y excitándome aun mas con eso…
Llego el gran dia, llame a la puerta sospesando la enorme bolsa donde traía a Sophie encerrada, si a Toni le gustaba ese nombre, a mi ya me parecía bien. Mi nerviosismo iba en aumento, cuando de repente, Toni abrió la puerta.
Estaba guapísimo, camisa y pantalón de pinza y unos brillantes zapatos, todo el de negro y su cráneo (que empezaba a acusar signos de alopecia) totalmente rasurado, me saludo amigablemente estrechando fuertemente mi mano y me sonrio invitándome a entrar y a tomarme una cerveza.
La conversación transcurrio , fluida, recordando la noche de marcha durante esos carnavales, las copas, la discoteca, el accidentado regreso a su casa buscando un taxi, cuando de repente, Toni sonrio y me susurro:
-Pero lo mejor fue conocer a Sophie-
Me quede mudo, paralizado.
-¿La traes?-
Mirando al suelo, musite un “si” timido.
-Pues sacala.-
Tras un rato en el baño, transformándome entre temblores, entro Juan y salio Sophie.
Me miro de arriba abajo, sonriendo como aquella vez, cuando apareció en el comedor con el lubricante.
-Estas preciosa- Me agarro por la cintura y me beso en los labios, con delicadeza. –Cenamos?-
Durante la cena, me relaje ya del todo, el vino ayudo un poco y el trato exquisito de Toni hacia mi, también, tanto me relaje que acabe sentada en su regazo y mientras el mordisqueba mi oreja yo palpaba sus endurecidos pectorales y seguimos jugando , el fue metiendo mano por debajo de mi falda abriéndose paso hasta dar con mi entrepierna…
-Veo que llevas braguitas cielo, me gusta, lo has recordado-
-Tambien he recordado otra cosa- me levante y me puse de rodillas enfrente de el, bajándole la cremallera de sus pantalones, entonces salio ese enorme y jugoso pene. Nunca había hecho una mamada antes, no sabia ni por donde empezar, mi lengua se acerco y entonces supe a que sabia el liquido preseminal, lami aquella cabeza que ahora me parecía una locura que hubiese entrado en mi culo y acto seguido me la meti en la boca, notando inmediatamente las pulsaciones de Toni en mis labios y empeze a bajar poco a poco por ese tronco hasta notar los pelos de su pubis en mi nariz, para volver a subir hasta casi sacarla de mi boca y volver a empezar, los gemidos de Toni me estaban calentando lo suficiente como para animarme a meterle velocidad y asi, mi cabeza subia y bajaba cada vez mas deprisa, hasta que note su enorme mano agarrándome de la cabeza y empujando, note otra vez sus pelos en mi nariz y acto seguido su polla que parecía que estaba por estallar, estallo…..
Levante mi cabeza sin abrir la boca, temerosa que ese liquido viscoso y caliente que me llenaba la boca ensuciase sus zapatos, pero no pude impedir que un hilillo que colgaba entre el y yo finalmente cayese en uno de sus zapatos…
Entonces me miro fijamente, con una mirada tosca y dura y secamente, casi con desprecio:
-Tragatelo-
Completamente excitada ni lo dude, de un largo trago todo su semen bajo por mi garganta. Toni señalo su zapato:
-Limpialo-
Hice el gesto de levantarme, pero su ademan adusto y severo me detuvo.
-No perra, de rodillas y con la lengua-
Obedeci, ya completamente ebria de excitación y le deje el zapato como nuevo. Se levanto observando satisfecho su trabajo y mirando su miembro ya a media asta:
-Limpiala también-
Babeando como posesa, volvi a obedecer e incluso se la devolví al pantalón, cerrando su cremallera, bajando la mirada hacia sus zapatos…
Me quede allí medio recostada en el suelo, se arrodillo a mi lado y al oído me susurro…
-Eres un autentico diamante en bruto pequeña Sophie, me das permiso para pulirte?-
No supe a que se referia y el lo vio en mi mirada.
-Espera un momento.-
Despues de remover unos cajones, volvió apresuradamente, entre las manos traía un collar de perro.
-Quisiera ponértelo pequeña, pero debes de saber lo que eso supone. Veras, en ciertos ambientes se me conoce como Amo Toni, soy dominante, me gusta el sadomasoquismo y tu serias mi primera sumisa transvestida, empezare contigo poco a poco, a tu ritmo, pero quiero que sepas que puedo ser muy cabron, te llevare al placer a través del sendero del dolor, además tengo un vestuario de latex que te encantara, prometo humillarte y follarte duro también, me serviras pero tampoco soy un loco, tu tendras tu vida, pero cuando quedemos y pases por esa puerta seras de mi propiedad y podre hacer contigo todo lo que me plazca. ¿Qué me dices?-
-S…s…si…-
-Si que?-
-Si señor-
Entonces note el collar cerrándose en mi cuello y sin dejar de mirar el suelo oi la cremallera de su pantalón bajar y un calido liquido empezó a empaparme la espalda pegándome la camisa a la piel, levante la mirada y vi a mi Amo sonriendo mientras meaba encima de mi, sin pensarlo dos veces abri la boca bebiéndome todo lo que pude, el resto bajaba irremediablemente mojándome el pecho calentándolo mientras mis manos desesperadamente buscaban la cremallera de mi falda para abrirla y acceder a un urgente alivio masturbatorio...
-Puedes darte por bautizada perrita- Su tono volvia a ser cariñoso, se arrodillo otra vez junto a mi, que cegada por la orina y la locura del momento, no acertaba a dar con la cremallera, a la que el Amo accedió con facilidad abriendome con brusquedad la falda y mientras me retorcia un pezón empezó a pajearme a lo bestia sin cuidado alguno, casi maltratándome, susurrándome groserías y dejándome claras las ganas que tenia de azotarme, violarme y torturarme…
Y allí mismo en el suelo, con su orina y mi semen, sellamos nuestro pacto….