La cena

Venga cojones que no tengo todo el tiempo del mundo. Raquel pareció mirarles con mala cara y un bofetón la tiro al suelo.

Continuacion se:

María esta de compras

Nos vemos

Fragmentos de vida

Los orgasmos de María

Ya eran casi las ocho. Así que pasaron por casa y se cambiaron para ir a cenar.

Fueron a cenar a un restaurante que todo se hacía completamente a oscuras, para poder saborear con mayor énfasis los platos. Pidieron una degustación y agua para cenar. La verdad es que sin luz te esforzaban más por reconocer las texturas y los sabores. A media comida Pablo noto una mano en su polla. La mano no era de María y la verdad es que se meneaba con gusto por su bragueta. Desabrochó los botones y saco la polla fuera. Al poco Pablo sintió la calidez de una boca contra su capullo y como se engullía su polla hasta el final. Apretó la cabeza que también le estaba mandando y movió su cadera para traspasar la garganta. Una pequeña arcada sonó en el silencio de la sala. María le pregunto.

¿Estás bien?

Muy bien, me están comiendo la polla de puta madre.

¿Qué dices?

Y María bajo una mano para notar como la cabeza subía y bajaba tragando la polla de Pablo. Este ya no iba a poder aguantar mucho más así que surco el cuerpo que le estaba comiendo también y de encontró con unas preciosas tetas de una talla más que respetable. Apretó sus pezones y la boca se abrió llevando su polla hasta lo más hondo de esa garganta. Ahí Pablo la envidtio con fuerza y sujetando su cabeza se corrió en su garganta soltando unos buenos reguerones de leche calentitos.

Jodeeeer que bien me la has comido.

Chuuusss que mi marido está ahí cerca y se puede mosquear. Te espero en el bar de la esquina cuando salgas.

Tengo pareja.

Pues ve con ella igual lo pasamos bien.

Pablo explicó a María la proposición de su compañera de banco, ya que estaban en bancos corridos. Y María abriendo mucho la boca, le dijo.

Vale, por mí no hay ningún problema. Esto si que es una cita a ciegas. Jajaja

Bueno, casi que se que tiene unas tetazas.

Cuando salieron fueron directos al bar de la esquina y ahí se presentaron.

Hola soy Pablo y mi compañera es María.

Pues yo soy Raquel y mi compañero es Ramón.

Una vez presentados se sentaron y pidieron unos cafés.

Bueno la verdad es que estoy muy sorprendido.

Pues mira, te cuento dijo Raquel. El caso es que estando en la cola os hemos visto y nos habéis gustado y una vez dentro aunque hay poca luz al principio hay un poco más y os hemos encontrado sentando nos al lado. Lo demás ya lo sabéis jajaja.

Pues si ya lo sabemos ya.

¿Y que podemos hacer por vosotros?

Más bien, con nosotros. Somos una pareja liberal y los sábados nos gusta buscar gente que nos guste, para pasar la noche con ellos, si quieren claro.

Y hoy os habéis fijado en nosotros. Pues cuéntanos un poco.

Mira el caso es ir a nuestra casa ahí tenemos de todo y preparar una fiesta para los cuatro, tomar unas copas y bueno lo que surja.

Vale me parece bien la idea, pero nosotros no bebemos, ¿ No importará?

Pues no, para nada. Casi mejor así.

Yo tengo el coche aquí en el parquin ¿ Vosotros?

Yo lo tengo un par de calles más abajo.

Os llevo y luego os sigo.

Vale.

Las chicas montaron en el asiento trasero y Ramón monto conmigo en el delantero. Nada más girar en la primera calle Raquel se pegó a los labios de María y empezó a comerla la boca, mientras su mano buscaba su coñito.

Hummm que rica estás y muy húmeda.

Saco una teta por fuera del vestido de María y empezó a comerla los pezones. Aquí llegamos a su coche.

Ve tú solo Ramón, que yo tengo trabajo.

Serás puta.

Raquel bajo su cabeza al coñito de María y lo empezó a comer con gusto y pasión. Lo rodeaba con su lengua y buscaba el clítoris para luego meter un dedo en su coñito y volver a chupar el clítoris. María gozaba agarrada a la cabeza de Raquel . Esta empezó a intensificar los roces de su lengua en el coño de María y está no pudo mas que correrse en la boca de Raquel que se relamió , lanzándose a besar a María.

Que bien sabes y que coñito más bonito tienes, parece una flor. Ramón salió con su coche y Pablo lo siguió mientras las chicas seguían comiéndose en la parte de atrás. Ahora era María la que tenía la mano entre las piernas de Raquel, mientras le chupaba sus gordos pezones. La mano de María cada vez iba más deprisa, hasta que Raquel en un grito desgarrador, se corrió soltando un buen chorro en dirección al cuerpo de María, que quedó bañada de sus jugos.

En ese momento llegaban a la casa. Salieron de sus coches y tomaron camino hacia la casa. Entraron en esta y se dirigieron al salón ahí tomaron asiento unos enfrente de otro y se sirvieron unos agua minerales.

En estas estaban cuando escucharon unos extraños ruidos en el piso de arriba. Ramón se puso en alerta y Pablo se tenso escuchando.

_ ¿Quien anda ahí???

¿¿ alguien???

Nada se escuchaba hasta que aparecieron tres encapuchados con unas recortadas. Los tres llevaban unos pasamontañas invertidos que tapaban sus caras

_ Vamos a ver. Esposar a estos dos.

Los hombres esposaron a Ramón y Pablo a los radiadores.

_ Mira que dos putitas tenemos aquí. Están bien buenas las dos ehhh.

Desnudaros del todo.

Venga cojones que no tengo todo el tiempo del mundo. Raquel pareció mirarles con mala cara y un bofetón la tiro al suelo.

_ ¿ Te he dicho que te desnudes, no me has entendido?

Zas otro tortazo cruzó la cara de María.

_ ¿Tu también, estás sorda o que?

Ambas mujeres procedieron a desnudarse.

_ Lo que tenemos aquí…… qué maravilla mira que cuerpazos.

Bajando su cremallera el jefe de los ladrones les dijo a las chicas que fuesen a chuparle la polla. Estás en un principio se negaron, pero unos tortazos las hicieron ir corriendo donde el jefe.

_ Joder sois muy desobedientes. Abrir bien la boca, todo lo que podáis. Las manos en la espalda y el culo separado de las piernas.

Las dos mujeres abrieron la boca y buscaron la posición que el jefe les había dicho.

El jefe se acercó a María y la metió la polla en la boca hasta la garganta, está tosió y tubo una gran arcada, que casi hace que toda la cena saliese por su boca. Se acercó a Raquel e hizo la misma operación, Raquel aguanto mejor y agarrándola de el pelo empezó a follarla la boca. La follaba con ganas y con fuerza y Raquel tenía ya su pecho lleno de babas. Paso a por María y está ahora aguanto mejor las envestidas. El jefe aunque no tenía una polla muy grande poco más de 16 sí que era muy gordita y las llenaba toda la boca. Miro a uno de sus secuaces y este puso a Raquel con las tetas pegadas en la mesa.

Ahí procedió a atarla las manos a las patas de la mesa. Poniendo a María en frente la ataron también a las patas de la mesa. Las cabezas de las chicas , quedaban prácticamente en frente.

El jefe dio la orden y los secuaces empezaron a sacar sus pollas. Había uno que la tenía muy grande y se había encaprichado de María. La sujetó la cabeza contra la mesa mientras la metía su polla. Sabía que la podía desgarrar y fue despacio hasta tenerla toda dentro.

María a pesar de la violación, se estaba poniendo muy cachonda, notando como esa polla rozaba contra las paredes de su coño y entraba y salía lentamente. Toco con sus huevos el culo de María y está se hizo un charco. Aquí aprovecho el esbirro para entrar y salir de María con todas sus fuerzas. La daba muy fuerte mientras apretaba si cabeza contra la mesa. María gemía y gritaba, estaba a punto de correrse, quería correrse pese a la situación y así lo hizo, bañando la polla del negro con sus jugos.

El otro de los esbirros había estado escupiendo en el culito de Raquel y ahora apuntaba su polla al agujerito. Este tenía una polla de unos 13cm y finta, por lo que entró perfectamente en el culo de Raquel, que nada más sentirla empezó a gemir. A la vez que la sodomizada, la daba fuertes palmadas en el culo. Raquel se estaba volviendo loca, estaba empezando a entrar en trance. Los azotes y la sodomización la estaban llevando al éxtasis. El esbirro ya no aguantaba más y se Corrió en el culo de Raquel. El jefe se acercó a María, la empezó a comer el culo y la follaba con la lengua. El de la gran polla la había desatado y echándose al suelo se la puso encima. María bajo lentamente por esa polla hasta tenerla toda dentro. Empezó a cabalgar la con lentitud para acostumbrarse otra vez asa tranca. El jefe se acercó a su culo y lentamente fue entrando en él. Mientras el de abono entraba el jefe salía y viceversa. Los movimientos eran cadenciosos y seguidos.

María notaba como un calor extraño la recorría el cuerpo del coño a la cabeza y de la cabeza al coño. Lentamente el calor crecía hasta que un grito salió de su boca.

_ Siiiiiii cabrooooneeee siiiiiiii jodeeeer me corroooooo

Pero estos no pararon y María tenía un orgasmo detrás de otro estaba como ida y no paraba de correrse. Por fin sintió como el jefe la llenaba el culo y el otro el coño. Cayó rendida en el suelo. Los ladrones se fueron. Y se quedó María en el suelo y los otros tres atados. Cuando María se recuperó, los fue soltando a todos. Los chicos estaban alucinados sobre todo Pablo que tenía la polla como un hierro. Raquel se lanzó a comer esa polla mientras decía.

_ Joder, María a tendido lo suyo, pero yo me he quedado con las ganas.

Y se metió la polla de Pablo hasta el fondo. Mientras, Ramón su marido se acercó por detrás y empezó a comerla el culo y a meterla un par de dedos.

_ Joder cabrón, como sabes lo que me gusta

Pablo seguía alucinado pero la maestría de Raquel chupándole la polla era indescriptible. Ra nos se acercó a si mujer y la metió la polla por el culo de un certero golpe. Esta se fue sentando sobre el hasta tener su polla bien ensartada. Acerco la polla de Pablo ha su cueva y se ensarto con ella. Ahora estaba feliz, con dos pollas dentro y subiendo y bajando por ellas.

_ Vamos cabrones, vamooooos partirme en dos, vamooos .

Ambos hombres se esforzaron en su tarea hasta que la sintieron temblar sobre sus pollas completamente mojadas.

Pablo y María se vistieron y salieron rumbo a su casa.

Raquel mientras le decía a su marido.

_. Joder esta noche ha sido fantástica. Los chicos se han portado divinamente y estos dos no se han dado ni cuenta.

_ Esto hay que repetirlo.

_ Pues si jajaha

Mientras Pablo y María montaban en el coche. María estaba extrañamente, pensaba que había gozado como una perra, se había sentido muy sucia y la había gustado.

En casa pensaria con mas calma.

Aquí termina esta saga, pues ya no tiene sentido seguirla.

Muchas geacias por vuestra fidelidad