La celada...

Mi novio lo deseaba, era su fantasía, pero yo lo terminé disfrutando.

Martín me habia advertido que algún día me iba a entregar a su Gran Danés de dos años para que este debutara sexualmente. Era una fantasia que el tenía de verme debajo del gigantezco animal, tratada por el mismo, como una vulgar perra de su especie, y yo aunque me negaba permanentemente a vivir esa experiencia, ya me habia hecho a la idea que tarde o temprano lograría su objetivo y aparecería yo debajo del animal.

Ese día estaba arrodillada en el piso, haciendole una fellatio a Martín, cuando Arlequín, el Gran Danes de mi novio, irrumpió en la sala. Sentí que el perro olfateaba mi cuerpo sudoroso; pero estaba demasiado ocupada con mi novio como para poder ver que hacia, hasta que senti una pata suya apoyada en mi espalda, y a Martín que dijo algo, ordenándole al perro que se retirara.

El perro no obedeció la órden y por el contrario, estaba ahora intentado montarme torpemente por detrás y pese a las órdenes de Martín, instándolo a alejarse, seguía intentándolo, aunque ahora con mayor insistencia ante mi inmovilidad. No podía liberarme de su acoso estando arrodillada, por lo que desatendí mi tarea para con el pene de mi novio y me quise levantar, pero Martín fue mas rápido y me sujeto fuerte por el cuello obligámdome a permanecer en esa posición.

Comencé a gritar: -¡No! ¡No!.... Pero Martín me puso la mano en la boca y me sujeto, el perro aprovecho la situación para acomodarse detrás mio y con mi cola expuesta, comenzó a lamer entre mis nalgas mi vagina y mi ano.

No se el tiempo que me tuvo Martín en esa posición, arrodillada en el suelo con mi culo a merced de la lengua de su mascota, pero tanta insistencia logró sus frutos y mi cuerpo comenzó a sentirse invadido por temblores y oleadas de placer interminables, hasta que no pude aguantar más y me sobrevino un imponente orgasmo que dio por tierra con cualquier intento de resistencia...no se luego del primer orgasmo cuantas veces más me vine pero ya estaba casi apunto de desmayarme en esa posición entonces escuche a Martín decir: -¡Muy bien Arlequín! ya la tienes

El perro como si hubiera estado esperando esa frase se trepó encima mío y sus patas delanteras me aferraron contra su poderoso pecho y Martín lo ayudo a encontrar el camino hacia mi cola con su mano, intenté salirme en un último intento por evitar lo que ya era casi inevitable, pero un prolongado gruñido me paralizó.....fue un segundo, pero fue suficiente para que Arlequín acertara en su estocada el lugar equivocado, y la punta de su verga se incrustó dolorosamente en mi ano, al tiempo que me embistió y me penetró con fuerza y volví a gritar llena de asco y miedo; pero el sonido quedo ahogado con la mano de Martín. Arlequín ya estaba firmemente dentro de mí cola y sus paras me sujetaban con fuerza, mientras su peludo vientre se apoyaba en mis nalgas, me rasguñaba pero eso no me dolía, si no su miembro que iba creciendo en longitud y grosor y que se movía veloz y profundamente dentro mio.

Me sentí disgustada y enojada con Martín, pero mi sorpresa fue mayor cuando ante tanto bombeo, me hizo venir de nuevo una y otra vez, mi cuerpo no podía evitarlo, el miembro de Arlequín estaba bien dentro de mí y lo sentía como algo estupendo. Martín miraba la escena fascinado, y me soltó, seguro que yo ya no podria hacer nada ya por escapar, por la fuerza con que era retenida por el perro y en mi agotamiento, dejé de luchar y comencé a sentir como me poseía aquel inmenso animal.

Martín que aún estaba arrodillado frente a mí, impulso su miembro dentro de mi boca abierta y se lo empecé a chupar con gusto se movió en mi boca como lo hacia el perro, de repente, el perro me sujetó por la cintura con mucha mas fuerza y sentí como el bulbo del animal pugnaba por meterse dentro mio. Sentí un dolor muy fuerte en mi ano, Arlequín me bombeó ahora con mas fuerza aún y sin que yo pudiera hacer nada por impedirlo, pese a que intenté cerrar mis nalgas, la bola se introdujo dolorosamente dentro mío, cumpliendo la finalidad de sujetarme para obligarme a recibir la descarga que asegura la procreación de su especie y enseguida chorros de semen del perro comenzaron a depositarse en mi vientre, estaba demasiado excitada y termine en un orgasmo mientras Martín me llenaba la boca con su semen.

Estaba ya muy agotada y me deje caer hacia delante , ya que perdí fuerza en los brazos por el peso del perro en mi espalda y caí con la cara contra el piso y quedé desmayada con mi culo en pompa a merced de Arlequín, que cuando estuvo seguro que ya no me podría escapar, paso una pata por sobre mis caderas y quedo con su culo apoyado contra el mio. No supe cuanto tiempo permanecí así, me desperté porque sentía un fuerte dolor en mi culo y el perro aun estaba pegado a mi, cola con cola, llenándome aún de semen ya que sentía su poderoso e inmenso miembro latir muy dentro mio...... Martín me dijo que me relajara y asi seguí quieta esperando que el animal se vacie y saque el miembro de mi interior. Cuando Arlequín me lo sacó luego de mas de media hora de espera, pude ver en su totalidad el monstruo que me había enterrado con esa enorme bola al final de su miembro, no podía creer que me había entrado todo eso, mientras Martín me tomo dulcemente en sus brazos y me puso de pie y me dijo: ahora te esperamos Arlequín y yo todas las noches mientras duren tus vacaciones, en este mismo lugar para gozarte Floppy....