La casera

Tras no poder pagar mi alquiler mi casera me da otra opción de pago

Hola mi nombre es Ariel una chica delgada de 1,70m de altura llevo el pelo largo y liso de color castaño rosando el rojo tengo ojos verdes labios mullido que me gusta pintar de rojo. En cuanto al cuerpo estoy muy bien los chicos me suelen mirar por donde pasa mis largas piernas destacan bastante, pero sin duda lo que mejor tengo es mi culo no es grande, pero si redondito y firme, suelo ejercitarlo para que permanezca así, en cuanto a pecho no voy mal llevo una 100.

Yo nunca me he llevado bien con mi familia de echo la odiaba por lo que nada más cumplir los 18 me largué de mi casa encontré un buen trabajo y tras mucho buscar encontré un piso bastante bien. El piso era pequeño era tipo lof donde solo había una cama de matrimonio un sillón una mesa pequeña con 2 cillas y un armario empotrado, al fondo estaba la cocina que se limitaba a unos fogones un fregadero y la encimera habría estaban los armarios con las cosas necesarias para cocinar y por último estaba la única puerta del piso que llevaba a un pequeño baño. El piso no era gran cosa, pero como era el primero y estaba a buen precio decidí quedármelo. La cacera se llamaba Ana era una señora de unos 30-40 años muy bien para su edad sin duda, morena con melena ojos marones cuerpo delgado se notaba que iba al gimnasio era algo más baja que yo y sus grandes tetas destacaban su culo competía con el mío era toda una MILF. Era muy simpática y siempre me atendía si tenía algún problema con el piso. Ya llevaba viviendo en el piso unos 4 meses cuando me echaron del trabajo. Me agobie mucho por cómo pagar el alquiler, por cómo me había tratado esperaba que me diera un tiempo asique decidí llamarla

-Hola, Ariel ¿Cómo estás? - Me dijo nada más contestar

-Hola, Ana veras es que tengo problema- Dije algo nerviosa

-¿Que sucede Marta? ¿Es algo del piso? -Me respondió inquieta

-no es qué veras- Tragué saliva- Es que me han echado del trabajo- Dije con miedo

  • De acuerdo no te preocupes voy y a si hablamos tranquilamente- Nada más decirlo colgó sin dejarme responderla.

Yo me preocupé un montón pensé que iba a venir y a echarme de inmediato estaba muerta de miedo pensando a donde podía ir a casa de mis padres ni muerta y no tenía muchos amigos ya que era muy tímida y se me daba fatal las relaciones personales. Empecé a hacer la maleta por miedo a que ni me diera tiempo a hacerla. Tras terminar me senté en el sillón a esperar tras esperar un rato muerta de nervios y miedo miré el móvil y ya avía pasado 1 hora. Ana no me dijo a qué hora vendría, asique le mande un mensaje preguntándole pude ver que lo vio, pero no respondió poniéndome aún más nerviosa. Al llegar las 8:00 llamaron la puerta yo avía estado unas 5 horas esperando muerta de nervios y miedo sentada en el sillón mirando la puerta sin hacer nada más. Al oír la puerta di un brinco del susto rápidamente fue a abrir y hay estaba Ana, pero nunca la avía visto así maquillada peinada y con un traje ceñido y muy corto con tacones de aguja y un bolso grande. Estaba muy guapa o más bien súper sexy.

  • Hola linda- Me dijo con una gran sonrisa y tras esto me dio 2 besos en las mejillas muy muy cerca de la comisura de mis labios. La verdad me sorprendió ya que nunca me daba besos

  • Ho.. Hola Ana- Dije temblorosamente. A lo que ella sonrió

  • ¿Puedo pasar?- me pregunto con una vos algo sensual

  • Si claro pasa Ana – Dije mientras me apartaba para que pudiera pasar. Ana entro colgó el bolso en un gancho que era para los abrigos  y se dirigió al sillón de una forma muy sensual. Yo estaba muy confusa ella nunca solía entrar. Se sentó en el sillón cruzando las piernas. Yo cogí una silla y me senté frente a ella temblorosamente.

  • Bueno Ariel ¿Dime que pasa? – Dijo suavemente

-Bueno esto…  veras. -No me salían las palabras y podía ver como se inquietaba Ana- Es que me han echado del trabajo y no tengo dinero para pagarte- Dije rápidamente y tras terminar me quedé mirando al suelo

  • Tranquila mi niña – Me dijo muy tranquilizadora- Sabes no todo es el dinero- al oírla decir eso me alegre un poco y me tranquilice levante la mirada para verla y me quede paralizada al ver que Ana se avía abierto de piernas y no llevaba nada debajo podía ver perfectamente su coño rasurado rosa abultadito mi re su cara y la sonrisa y mirada súper picara y descarada me hicieron saber que pretendía

-Veras puta- Dijo con un tono de vos que me sorprendió ya que era un tono muy autoritario y severo- Si quieres vivir aquí o pagas el alquiler o me comes el coño.

Me quede atontada ante lo que me dijo no savia que hacer o decir. Yo no era virgen pero apenas avía tenido experiencias sexuales y solo con chicos , aunque reconozco tenía cierta curiosidad en el sexo lésbico nunca me atreví y no esperaba que la primera vez fuera algo ni parecido.

-¿Qué pasa puta no entiendes? – Dijo con vos autoritaria y algo enojada – O me comes el coño o te vas de mi casa- Dijo mientras acomodaba la falda del vestido para dejar más expuesto su coño

  • Heee…  es que yo – Dije temblando- No soy lesbiana

  • Crees que me importas- Dijo con un tono cada vez más enfadado- Pues perfecto mira si hasta ya tienes echa la maleta lárgate de aquí estúpida- dijo muy enojada mientras se iba a levantar.

-Espera- Grite, pude ver como sonreía satisfecha. Mientras yo me comía la cabeza sin saber que hacer al final me decidí- Está bien le comeré el coño- Dije nerviosa, aunque no quería hacerlo tampoco me quería quedar en la calle y si era solo eso lo podría soportar

-Muy bien puta – Dijo Ana con un tono complaciente mientras se abría bien de piernas esperando a que me acercara- Ven aquí puta

Me levante algo torpemente por  los nervios y me disponía a acercarme cuando Ana detuvo diciéndome

-A gatas putas -Dijo burlándose – Como la perra que erres

Obediente me puse a 4 resignadamente  caminé la corta distancia que me separaba de Ana un par de pasos solo y entonces hay me encontraba frente al coño de mi casera dispuesta a hacerle sexo oral tenía la boca seca. Al fijarme pude ver un pequeño brillo entre los labios era su jugo. estaba indecisa y no savia como empezar ya que era la primera vez comiendo un coño cuando sentí la mano de Ana agarrándome por detrás de la cabeza y empujándome contra su coño.

-Vamos puta no tengo todo el día- Me dijo a la ves con tono de enojo

Al tener la cara contra el coño de Ana pude oler un aroma que me éxito sin que lo esperara. Abrí la boca saqué la lengua y empecé a lamer su coño el sabor era salado pero agradable y me recordaba al mío cuando en ocasiones al masturbarme terminaba lamiendo mis dedos. Empecé a lamer como si fuera un helado de abajo a habría. Aún tenía la mano de Ana en mi nuca impidiéndome que pudiera separarme o moverme de forma confortable.

-No está mal putita- Dijo Ana con tono placentero- Ahora mete tu lengua en mi coño

Por alguna razón que Ana me diera su aprobación me encantaba y el sabor y el olor de su coño cada vez me Gustaban más y excitaba. Obsediendo metí mi lengua en su coño saboreando directamente sus espesos jugos que se posaban en mi lengua. Cuando metí la lengua Ana me agarró más fuerte de la cabeza y empezó a mover su pelvis de forma que mi lengua entrara y saliera de su coño. Dado un momento miré así arriba hacia Ana y pude ver su cara de placer mientras usaba mi lengua para follarse. Al verla disfrutar me dio placer de algún modo y empecé a gemir junto a Ana. Tras un rato más Ana tirándome del pelo me separa de su coño me dejo confusa no entendía por qué me aparto si le estaba gustando, yo deseaba seguir quería comerle más el coño. Ana tirándome de nuevo del pelo hiso que mirara hacia arriba hacia ella y se inclinó hacia mí con una sonrisa.

-Menuda putas estas echan- me escupió a la cara. Dejándome atónita y sin embargo me éxito- ¿quieres más puta? ¿Quieres comerme el coño? – me dijo con tono de superioridad

-Yo… yo... eto ...- No sabía que responder lo deseaba pero no sabía por qué y por qué ella. Antes de poder decidir qué decir recibo un tortazo en la cara que hace que gire la cara.

-Responde puta estúpida- Me dijo en tono severo y enojada.

-Siiii – Grite de inmediato el bofetón me dolió pero también me éxito y de una vez comprendí por qué. Era una sumisa sexual, al fin entendía por qué cuando  veía porno el BDSM me ponía tan y tan cachonda.

-¿Sí que puta? – Me dijo en tono burlón.

  • Quiero comerte el coño, quiero ser tu puta, quiero que me folles. – Dije mirándola a los ojos con una cara muy excitada con tono muy morboso.

-Jajaja- Rio Ana- Ya savia yo que eras una putita aunque no pensé que la sacaras tan rápido y fácil jijijiji- Tras decirlo con un tono complacida. Se inclinó y me beso- Buena niña- Me dijo tras separarse

Entonces me soltó y cuando me disponía a volver a comerle el coño ella me aparto y se puso de pie indicándome que me quedara hay. Fue a por su bolso volvió con él se centró busco algo en el bolso y tras cogerlo puso el bolso en el suelo al lado del sillón.

-¿Estas dispuesta a ser mi puta?- Me pregunto de forma serias- Podrás vivir gratis aquí pero tendrás que ser mía. Estar a mi disposición 24H obedecerme en todo lo que te ordene dime ¿Estas dispuesta puta? – Me dijo con tono completamente serio.

Me puse a pensarlo bien podría vivir de forma gratuita pero no me convencía del todo ser prácticamente la esclava, aunque al haber tenido mi despertar sexual en el BDSM me encanto así que tras mucho pensar trascurriendo unos minutos respondí.

-Si estoy dispuesta a ser tuya- Le respondí con una sonrisa, a lo que Ana sonrió y me dio otro beso esta vez más largo y apasionado.

Entonces Ana me muestra lo que cogió del bolso era una gargantilla de cuero con un corazón de metal en el centro. Se inclinó y me lo puso – No te lo puedes quitar nunca putita es un signo de que me perteneces. – Tras decirlo me dio un beso

Entonces se volvió a acomodar en el sillón levantándose el vestido para que el acceso a su coño fuera más fácil – Termina el trabajo mi puta come me él coño- Dijo con tono de satisfacción y hasta cariñoso. Yo nada más oírlo me tiré a comerle el coño esta vez de forma segura a pesar de ser la primera vez que lo así lamí metía la lengua chupaba el clítoris. Bebiéndome cada gota de su espeso jugo cada vez me sabía más a néctar el coño de mi ama. Yo estaba súper cachonda y húmeda podía oír los gemidos que soltaba Ana tras un rato de comerle el coño Ana no aguanto mas

-Joder me…  me corro- Decía entre gemidos y gritos- Bébetelo todo puta – Tras decirlo soltó un orgasmo que me baño la cara con su jugos yo lamí el coño limpiándola y luego pasaba mi mano por la cara para llevar los jugos hasta mi boca y chuparlo. Me trague cada gota de jugo que soltaba.

Ana entonces se levantó y se quitó el vestido dejándome ver su espectacular cuerpo con sus grandes pechos, sus pezones morenos y grandes que estaban bien duros. Se vuelve a sentar en el sillón.

-Desnúdate, Quiero ver el cuerpo de mi nueva putita- Me levanto y con timidez me empiezo a desnudar – Para tonta, hazlo bien que sea sexy.- Yo no savia como hacerlo, intente hacerlo lo más sexy que pudiera medio bailando como si fuera un estriptis. Me quede completamente desnuda frente a Ana y por vergüenza me tape mí pecho y mi coño.

Ana se levanta se acerca y me aparta las mano – No tengas vergüenza putita. Este cuerpo es mío.- Me empieza a manosear y acariciar mi cuerpo, Me manosea bien fuerte mis tetas pellizcando mis pezones dejándolos bien duro. Luego pone su mano en mi coño notando lo húmedo que lo tenía. Di un saltito al notar su mano, al mirarla a la cara pude ver una sonrisa –Parece que tu coño tiene ganas de que lo use jaja-  Me metió 2 dedos y me empezó a masturbar suavemente, no podía reprimir mis gemidos de placer. Ana me pellizcó un pezón mientras me seguía masturbando y ponía su boca a milímetros de la mía.

Sentía un montón de placer, como nunca avía sentido antes. Intente besarla ya que lo necesitaba pero Ana aparto su cara, para acto seguido soltar mi pezón y darme un fuerte bofetón. -¿Qué crees que ases puta? Yo decido lo que haces-  Me dijo furiosa para luego darme otra bofetada por la otra mejilla, cada bofetada me dolía un montón pero a su vez me éxito. Luego puso su mano en mi cuello para asfixiarme mientas me masturbaba bien rápido y fuerte. Al quedarme sin aire apenas podía soltar gemidos mientras estaba al límite de la excitación y estaba a punto  de correrme. Ana lo noto ya que puso una sonrisa y me miraba con mucho deseo. – ¿Te quieres corre putita?- Me pregunto, yo al no poder soltar ni un sonido  asentí como pude a lo que Ana sonrió. –Lo aras cuando te diga ni un segundo antes – Me dijo y a la ves aumento el ritmo y la dureza de su masturbación. Yo estaba al límite no solo por la masturbación tan agresiva que me estaba dando sino también por la asfixia. – Ahora, córrete para mi puta-  Como si fuera un interruptor al oír su orden un gran orgasmo me invadió provocándome una gran corrida que hizo que grandes corros de jugos salieran disparados asía el suelo. Ana aflojo su mano en mi cuello y entonces me beso  muy dulce – Buena putita- Me dijo con una dulce sonrisa.

Tras tanto placer yo estaba exhausta las piernas me temblaban y apenas podía quedarme de pie. Ana Me empujo hasta la cama donde caí desplomada boca abajo y del impacto revote. Entonces Ana fue a por su bolso que estaba al lado del sofá y te el saco un strapon con un gran dildo negro en forma de polla realista con venas y todo.  –Ponte a  4 puta, te pienso dar bien duro –  Me decía con una cara de lujuria mientras se ponía el strapon. Yo la miraba sorprendida por el tamaño del gran dildo y con bastantes ganas de probarlo. Me puse a 4 como me ordeno Ana, ella se puso inmediata mente detrás de mí arrodillándose. Me dio un azote en cada nalga bastante fuerte que me hizo dar un chillido. Ana Coloco y restregó el dildo contra mi coño embadurnándolo con mis jugos ya que estaba bien empapado por todo lo ocurrido. Tras lubricar bien el dildo metió la punta en mi coño, luego me agarro por la cintura –Haber como gritas puta-  Tras decirlo me metió todo el dildo de una fuerte embestida provocándome un gran grito que me salió del alma Tras el cual mis brazos fallaron cayendo de cara contra la cama aunque mis piernas seguían firmes. Ana empezó a follarme bien duro con fuertes embestidas en la que me la sacaba casi por completo para volver a metérmela de una dura embestida. –Aaaaa joder es muy grande y gorda duele mucho- Decía entre gritos y gemidos mientras agarraba y tiraba de las sabanas incluso las mordía. Ana no paraba ni suavizaba sus embestidas seguía follando me duro mientras me cogía por la cintura y de vez en cuando me daba azotes en el culo. - ¿Te gusta verdad putita? Te encanta que te follen duro con una gran polla – Me decía Ana entre risas mientras aumentaba el ritmo de las embestidas. Con tanta intensidad y dureza no tarde mucho en correrme –Joder, Joder me corro- Gritaba mientras soltaba un gran choro de jugos sobre la cama. Ana me azoto súper fuerte y sin parar mientras me gritaba -¿Quién coño te ha dicho que te puedes correr puta de mierda?- Siguió fallándome aún más duro y rápido mientras me agarraba del pelo, tirando del fuerte hacia atrás mientras no paraba de azotarme. –Por favor no aguanto más, solo déjame descansar – suplicaba entre gemidos de placer mientras me lloraban los ojos. Mi mente se empezaba a nublar ya solo podía sentir la mescla de dolor y placer que Ana me hacía sentí. Ana solo reía mientras me follaba brutalmente. Yo no tarde en sentir que me correría de nuevo y por miedo a como reaccionara Ana Le suplique –Por favor deja que me corra no puedo más me quiero correr- Ana tardo un poco pero finalmente me respondió – Córrete puta córrete para tu ama- Nada mas oír la aprobación me corrí en un nuevo orgasmo que hizo que choreara.

Tras la corrida Ana me saco el dildo se levantó de la cama, Mientras yo quede tirada en la cama jadeando e intentando recuperarme de aquella gran follada que me avía proporcionado tanto placer y dolor que nunca avía sentido. Ana se quitó el strapon lo tiro a la cama cerca de mí. Luego fue a por su vestido al sofá se lo puso agarró su bolso y se acercó a la cama, abrió el bolso y lo volteo asiendo que todo el contenido callera en la cama, yo observaba sorprendida como una pequeña montaña de juguetes sexuales caían en la cama. – Son parte de los juguetes que usare contigo guárdalos y asegúrate limpiarlos bien cada vez que los use, no quiero coger nada- Entonces se da la vuelta y se dirige a la puerta abriéndola para antes de salir mirarme –Mañana abra más puta, atenta al móvil- Me sonrió y se fue serrando la puerta. Yo quede hay tirada en la cama exhausta y sin poder moverme, finalmente me dormí.

CONTINUARA…

Espero os allá gustado. Comentad deseo leer vuestras opiniones, me encantara seguir escribiendo mi historia para que la conozcáis.