La casada cristiana (3: empezando a emputecer)

Recordé que hubo mujeres en mi vida, que estaban cansadas de ser tratadas con cariño, damas muy decentes que pedían a gritos ser tratadas como putillas, damas que necesitaban sentirse sumisa ante la voz de un hombre que les ordene que hacer.

Bueno había dejado de ver a la bella hermana que por mas de tres meses había logrado alterar todos mis deseos de regenerarme en cuanto a mi lascivia por las mujeres, y fue por eso que me aleje de la iglesia evangélica.

Luego de ese periodo un día de esos subo al micro y la veo sentada en uno de los asientos, me acerco a saludarle como cualquier amigo, pensando que quizás no quiera saber de mi, para sorpresa mía no fue así todo al contrario me respondió , me preguntó que hacía a donde estaba hiendo y cosas así, luego de un tramo llegamos a sentarnos por fin juntos y empezamos a platicar otros temas como que tal esta ella, como le va con su esposo, si el la hace feliz, y si me ha extrañado como yo a ella, a lo cual ella respondió que sí, que si me extraña que desea estar a mi lado, que en las noches al cerrar sus ojos recuerda los momentos de locura que vivimos, de cómo nos amamos en el baño y en mi coche.

Yo le pregunte – deseas ir a otro lugar para platicar –

Ella respondió – no sé creo que otro día hoy salí a visitar a mi madre que esta enferma -, pero detrás de esa respuesta se sintió un claro que sí, vayamos a donde tu deseas, entonces lo único que quedaba por hacer era insistir esperando que cambie de parecer o quizás intentar ser más duro, pues es bien sabido que algunas mujeres desean ser tratadas un poco fuerte para que se sientan en verdad deseadas, si uno les trata muy suave piensan que están saliendo con alguien muy débil que no le gusta correr riesgo, y por supuesto yo no deseaba dar esa imagen aún menos, sabiendo que el esposo de ella se caracterizaba por hacer todo lo que ella deseaba, por asearle la casa, por ayudarla a lavar la ropa, cosas así que hace muchas veces que el hombre se vea débil ante una dama, así que le dije- baja, vamos a conversar a otro lugar- ,

ella se quedo fría y me dijo – como?, que dices me estas pidiendo que baje?- ,

era obvio que hace rato se lo había pedido, la diferencia era que ahora se lo estaba ordenando, ella continuo

y adonde quieres que vayamos?-

yo le respondí – no te preocupes, solo baja no preguntes.

Ok ok, pero no creo que demoremos no?

Ahí pude darme cuenta, que algo que le atrajo a ella de mi, no era mi caballerosidad ni fama de mojigato, sino era esa actitud que tome desde la primera vez de ordenarle, o al menos ella lo tomó así, entonces recordé que hubo mujeres en mi vida, que estaban cansadas de ser tratadas con cariño, damas muy decentes que pedían a gritos ser tratadas como putillas, damas que necesitaban sentirse sumisa ante la voz de un hombre que les ordene que hacer.

  • no, no creo que demoremos – le dije, ella estaba vestida con una falda de

color veis muy ceñida a su silueta que dejaba adivinar sus espectaculares piernas, sin llegar a la obesidad, un culo muy bien formado por donde se le mire era apetecible, con unas sandalias que las ponían más elevadas de lo normal, una blusa color rozado con botones al frente, también dejaba adivinar sus perfectos senos, estaba con el cabello sujeto todo para atrás, traía una bolsa (Cartera) color rojo, aretes largos de plata con pequeños detalles de piedritas rozados, estaba pintada los labios con un color bronce oscuro, muy bien delineado, tenía una sonrisa perfecta con la cual podía conseguir el mundo, con la cual podía conquistar una y otra ves a quien ella desease.

La conduje a un hostal, sin decirle palabra alguna, me hice al ofendido mostrándole mi rostro muy serio para que la cosa se haga mas interesante para ella, para que le entre curiosidad por saber que es lo que me pasa, porque es que estoy molesto.

Al llegar al hostal le dije – entra aquí vamos a platicar mejor-, ella creo que por comprobar si efectivamente le estaba ordenando me dijo – que dices, quieres que entre, acaso olvidas que soy una mujer decente-

Yo le respondí – que pasa cariño, estas sorda?, no entiendes cuando te dije que entremos aquí?, que parte te repito?.

  • No, no te pongas así papi, solo deseo saber si deseas entrar aquí, no es para que te enfades.

Una vez instalados en la habitación, la empuje a la pared y con su rostro pegado a la pared empecé a susurrarle al oído – mmm, vida, deseaba acariciar tu cuerpo, este cuerpo delicioso que estoy seguro al igual que el mío necesita ser amado, mmm amor, me vuelves loco- al instante empecé a levantarle la falda y vaya sorpresa ella estaba sumamente callada, cerrada los ojos, dejándose hacer lo que a mi se me antojase comprendí que estaba con una mujer que deseaba a un hombre de verdad.

  • mm amorcito, este culo delicioso que tienes,, lo necesito,, lo deseo mucho- y empecé a besarle las piernas a morder algunas partes mientras ella gemía, baje su calzón al suelo, comencé con una lamida de su coño en esa posición

  • mm hace mucho no sentía esto- ella dijo, continué lamiendo su coño y su ano mientras con mis manos acariciaba su vagina la cual estaba completamente depilada, que delicioso aun siento en mi mano esa sensación de hembra con el coño depilado, saque sus senos para empezar a masajearlo, aplastaba sus pezones de tal manera que en cada una de ellos provoque un gemido de mi hembra.

  • mmm, papito, así , has que goce como hace mucho no lo hago- ella dijo.

Yo quería disfrutarla en esa posición, me acomodé de tal forma que pudiera succionar sus senos mientras la penetraba, mmm que delicioso sentir sus piernas tambalearse, que delicioso sentir sus enormes senos y sus pezones erectos de tanto placer, le metía la lengua dentro de sus hermosos labios, por ratos la mordía para que regresase de ese viaje de placer que estoy seguro le hacia olvidar que estaba viva, y así una ves que le causaba un poco de dolor la volvía a bombear con mi poya dentro de su coño llevándola a emitir mas gemidos y mas gemidos,

Antes de acabar le dije – quiero que me chupes el pene, quiero que te lo metas bien adentro y te tomes mi leche cuando salgas, me entiendes?-

  • si, dijo ella, claro que entiendo será como tu dices papi, tu me vuelves loca.

  • así? , de hoy en adelante serás mi puta y te haré el amor cada vez que te encuentre sola, te llevaré a donde yo desee para que goce de ti entiendes?

  • Si si papito – dijo ella mientras chupaba mi pene, pasaba su lengua por la cabeza de mi pito para ir bajando con su lenguita afuera por todo mi miembro y finalizar en mis testículos.

  • Mmm que delicioso me lo chupas, veo que te encanta mi pene, te encanta?, respóndeme, te encanta?? Le pregunté,

  • Si, si papi,,, solo el tuyo he tenido dentro de mi boca, solo el tuyo me ha dado tanto placer,, aaaahg, mmmm

Entonces ella empezó hacerme el mejor sexo oral que en los últimos años aya tenido, mientras yo acariciaba sus enormes senos, apretujaba sus pezones y trataba de acariciarle sus enormes nalgas. Luego acabe en su boca, a ella se le chorreaba por el contorno de sus labios mi semen, era una imagen morbosa, esos labios gruesos y bien formados ,mmmmm

-me encanta lo que me haces Víctor- me dijo - haces que me sienta una verdadera perra con todo lo que me haces- continuo, mientras yo solo gozaba ese momento y al ver a esa mujer, sentí que nuevamente me daban ganas de hacerle el amor, así que la puse boca abajo en la cama, para empezar a meter mi lengua en medio de tan deliciosas nalgas, blancas, carnosas, grande, ummm las apretaba para abrir camino a mi diestra lengua adentrarse y hacerle gozar,

-ummm, umm papasito, que haces?, mmm – dijo ella, mientras yo continuaba alistando el tan preciado anito, seguro no vuelto usarse desde la última vez que lo hice mío, pero esta vez era en una circunstancia distinta, estaba en una habitación muy parecido a un antro, pero era tan apropiado para llenarlo del fuego de nuestra pasión, pues esta vez quería hacerlo de tal forma que ella este segura que es mi perra, aunque no le guste, a ella le agradaba ser penetrada de una manera salvaje, le gustaba ser dominada y estaba cansada de ser tratada como una monja, lleno de mimos, halagos, simplemente desean ser tratadas como hembras.

  • mmmm papasito, sigue así- dijo, en eso coloque mi pene a la entrada de su anito rosadito, muy dilatadito estaba su anito listo para que mi pene pudiera entrar sin causarle tanto dolor pero si provocándole un gusto que solo ella lo sabrá.

  • siente amor mío, siente como te lo rompo- le dije, - me gusta así, que te retuerzas,, mmm putita mía- le seguía diciendo al oído mientras ella estaba boca abajo en la cama, abriendo los labios dejando ver la punta de su lengua afuera de ésta, como si sintiese tanto placer ser penetrada de este modo.

La bombee el culo tanto como pude, la abría lo máximo que podía y a medida que lo hacia sentía en mi mano como su culo se mojaba de tanto sexo que teníamos, apretaba sus senos y mordía su espalda, tanto a ella como a mi no nos interesaba si su esposo la encontraba así, éramos dos animales amándose, tanto que nuestros cuerpos sudaban, y el de ella se llenaba de mordidas, mmm que delicia.

  • mm papasito, despacio, por favor me vas a dejar huella,, mmm me vuelves loca,,-

ufff fue tanto lo que penetre que sentí como se desgarro su anito, ummm fue como sacarle de virgen vaginalmente, pero esta vez era analmente.

Luego de tanto sexo y pasión nos vestimos limpiándonos simplemente con un poco de papel secante que nos dio el hotelero al ingresar, nos vestimos y ella se arregló lo mejor posible, eran altas horas de la noche, le acompañé hasta la puerta de su casa, la luz de la casa estaba apagada, nos despedimos y yo apreté sus nalgas por ultima vez susurrándole al oído – eres mi perra, eres mi putita y yo siempre te llenaré de semen – a lo que ella dijo – si si, soy tu puta, soy tu mujer y tu lo sabes- nos abrazamos en su puerta , saco su llave y no la he vuelto a ver desde ese día hasta hoy, quizás nos encontremos mañana o hoy, lo único que siento es que hoy la recuerdo.

Gracias por leerme. Califica mi relato, para saber si estoy bien o estoy errando en algo. Ojala encuentre una amiga peruana que sea como ella, gustoso le daría mi atención. Besos a todas.