La casada
Un engaño para follar, me hice pasar por una casada sabiendo el morbo que le daba a Juan para poder quedar con él....
Por la mañana temprano escribí a Juan por la aplicación con el perfil de la casada y le dije que no podría hablar con él porque tenía a mi marido enfermo en casa… así ya me lo había quitado de encima todo el día. Él me pidió que le enviara fotos por email, así que me hice una cuenta falsa de email y le mandé unas fotos que encontré por ahí. Ahora, tenía que hacer crecer el interés en Juan y que no sospechara nada.
-Estefanía: Buenos días.
-Juan: Hola.
-Tenemos noticias de nuestra casada?
-No, bueno, sí… le pedí fotos por email esta mañana y no me ha contestado todavía… qué nervios!!!! Tenía al marido malo.
-jajajajaj, si que tiene morbo esto!!! cuando recibas las fotos me las mandas.
-Claro, no te preocupes.
Bebimos un poco de vino y él introdujo la polla en la copa para que se la chupara… hmmm, excelente cosecha!!! Ahora, Juan coge mis piernas hacia arriba, mis largas piernas, las sujeta por los tobillos y penetra mi vagina con fuerza mientras me sube y me baja las piernas con sus manos, haciendo fuerza y penetrándome hasta el fondo… me volvió loca!! que sensación… además así yo no tengo acceso a mi clítoris, tengo que dejarme llevar por el placer de la penetración y su polla llegaba a sitios que jamás habían sentido una polla… madre mía!! otro orgasmo!!! y sin acariciarme el clítoris, lo nunca visto en mi.. me había pasado muy poquitas veces en mi vida y estaba feliz… pero esto no acababa aquí. Juan me levantó cogida de la mano y me llevó hasta mi habitación, a la cama, donde me dijo que me quería penetrar el culo… me tumbó, volvió a agarrar mis piernas me las echó hacia atrás y fue introduciendo su polla, poco a poco, jadeando de placer… tenía todo su miembro dentro de mi culo … ohhhh me encanta!!! ahora me pide que me ponga a cuatro patas para seguir follando mi culo. “Tócate mientras te follo, vamos!!! córrete ¡guarra! como te gusta mi polla en tu culo, ¿verdad, puta? hmmmm… me voy a correr… córrete tu también ¡puta!” Mientras, me azotaba, me pegaba todo lo fuerte que le apeteció… me gustó esa mezcla de dolor-placer y cuando sentí uno de los azotes sentí que me iba a correr…. Ahhhhhhhh los dos llegamos juntos al orgasmo… no se puede explicar con palabras … el placer me llenó todo mi ser. Recorrió todo mi cuerpo de arriba a abajo… oía a Juan jadear como antes no lo había oído. Como habíamos disfrutado!!! Es mi hombre… no lo puedo dejar escapar.