La casa en la playa.

Versión extendida y completa de mi segunda historia, de como la lujuria y la pasión nublan el juicio o la moralidad, y de como en medio de ese caos destructivo y devastador, en mitad de las peores condiciones posibles, brota una semilla, y de ella nace una flor tan bella como inquebrantable.

Os informo que ando escribiendo varias historias, en especial una que me tiene desesperado, creo que es una gran idea pero no doy con la forma de expresarlo como deseo, y mientras miro ese cuadro a medio hacer, mi mano no deja de garabatear bocetos divertidos, este es uno de ellos, un relato de inicio meramente sexual, pero suficientemente atractivo como para publicarlo.

A partir de ahora los relatos serán 100% ficticios, o al menos un 99%, siempre con mi toque personal. Así que os deseo una buena lectura, mis disculpas anticipadas por mis errores, y que os guste o no, comentéis para saber vuestra opinión.

LA CASA ENLA PLAYA.

Depresión post vacacional, así lo llaman ahora, es esa sensación de hastío y sopor al regresar de unas vacaciones, lo que toda la vida se ha llamado volver a tu mierda de vida, pero la gente se afana en ponerle nombres a las cosas para sentirse mejor, supongo, a mi no me ayuda. Me estoy volviendo loco, y no es por que tenga que volver a una vida rutinaria y normal en todos los aspectos, si no por el hecho de que todos a mi alrededor se comportan de forma natural, como si no hubiera pasado nada en estos 3 meses de vacaciones que me he pasado en la casa de la playa con la familia, es como si un gran dinosaurio se hubiera paseado por el centro del salón  y solo yo pareciera haberlo visto,  cuando trato de hablar de ello, me evitan, se hacen los locos o directamente me ignoran. Pero casi lo prefiero, estoy destrozado por dentro.

Me llamo Samuel, aunque desde cierta trilogía sobre un anillo me llaman Sam de vez en cuando,  tengo 19 años, y voy camino de empezar la universidad. Físicamente soy como sacado del molde de la normalidad, 1,84, 72 kilos, pelo oscuro, algo largo y ensortijado,  rostro típico con una mandíbula marcada y cuerpo con tendencia a coger peso, por lo que siempre estoy cuidando lo que como no perder la figura, que pese al esfuerzo, no es nada del otro mundo. Soy un chico tranquilo, aletargado, y mucha gente podría decir que un soso, me cuesta hacer amigos o desenvolverme con otras personas, tímido y poco dado a salirme del tiesto. Describir a la gente es algo que no termino de dominar, incluso yo no soy una excepción, para ayudar  iré usando símiles conocidos para que podáis hacernos una idea, en mi caso, alguna vez me han dicho que me parezco a Matt Damon, pero con los ojos marrones más ordinarios y comunes posibles.

No soy virgen por que a una amiga mía del colegio, algo descocada, se le metió entre ceja y ceja que yo fuera su acompañante en la fiesta de graduación, y esa noche vi las estrellas por primera vez con una mujer, era bajita, con granos y pelo castaño recogido casi siempre, con un kilo o dos de más. No fui el 1º que entró en ella pero fui “de lo menos decepcionante”, esas fueron sus palabras, después de aquello quedamos 2 o 3 veces pero perdimos el contacto. Hasta ahí llega mi exigua experiencia con mujeres.

Mi vida es de lo más aburrida, y en gran parte se debe a mi padre, Roberto, es un hombre adusto, taimado, serio y cuadriculado hasta decir basta, con aspecto cansado y un físico que vio muchos mejores tiempos, 1,78 y 85 kilos con barriga prominente, algo de chepa de pasarse horas trabajando sentado y el pelo blanco, donde le queda. Su símil seria  Bruce Willis, rechoncho y sin atreverse a afeitarse la cabeza pese a la caída del cabello. Ronda los 50 años y se ha pasado desde los 17 trabajando en una empresa de la cual ya es socio, y que ayudó a convertir en una gran compañía nacional de abogados, juristas y notarios, lo que ha ayudado a que mi familia tenga una vida holgada económicamente, no somos millonarios pero tenemos más que la mayoría. Eso si, mi padre hace que sudes para ganarte con esfuerzo lo que deseas, al menos a mi. Siendo una forma educacional muy válida, a mí ya me resulta cansado, es una reválida constante desde los 8 años que quise un juguete y me pasé 1 mes limpiando la casa de Madrid donde vivíamos desde que tengo memoria. A  partir de  entonces, el dinero para la escuela, la ropa, los caprichos y los favores, todo tenia un precio para mi padre, siempre encontraba algo que tuviera que hacer para ganarme lo que quería o necesitaba, y lo peor es que nunca parece suficiente, su mirada siembre me juzga, pero creo que no tiene otra, o al menos yo no se la he llegado a ver. Jamás se ha puesto violento o enfadado, no le hacia falta, no es ese tipo de hombre, apenas bebe alcohol y dejó de fumar, algo que no mejoró su carácter, simplemente  imponía un respeto sepulcral con su mirada y sabia hacerse respetar sin alzar la voz ni levantar la mano a nadie.

Todo ello se compensa con mi madre, Carmen, un persona exageradamente servicial, algunos dirán que una mujer florero, se desvive por hacer feliz a los demás y está totalmente dominada por mi padre, pero siempre encuentra la manera de suavizar las cosas. Es dulce y atenta, es casi una niña de 7 años pero con 41. La diferencia de edad entre mis padres era de agradecer por tener diferentes formas de pensar. Mucho se dijo sobre que se casaron de penalti por mi hermana mayor, mi madre  tenía 18 años recién cumplidos cuando se casaron y no llegaron a los 9 meses juntos cuando nació mi hermana. En este caso tengo que decir que mi padre fue listo, pese a su edad actual es una mujer bella, o eso me dicen mis amigos, y viendo fotos suyas de joven, más. Puedo sentir a algunos hombres como al verla  la devoran con los ojos, cosa que muy  a mi pesar he usado para hacer amistades, ningún chico decía que no a venir a mi casa si estaba ella, se los metía en el bolsillo con meriendas y juegos inocentes, tan dulce y cándida que no se daba cuenta de su efecto en los chicos. Es de  1,70 de altura y no llegará a los 67 kilos, estilizada y elegante, con la cara fina y agradable, ojos negros y una espesa melena morena  hasta la cintura, pechos erguidos aunque discretos y caderas anchas debido a parirnos a mi hermana mayor  y a mi de forma natural, una figura que quedaba de escándalo con los vestidos  que solía llevar, siempre recatada y sin enseñar nada, pero no hacia falta para saber que era una preciosidad. Me recuerda mucho a Mary-Louise Parker, con el pelo liso y la piel menos blanca.

Lo mejor de mi vida es mi hermana mayor, Marta,  tiene 23 años y está terminando la universidad, es el rayo de sol que se cuela en mitad de las nubes de tormenta gris que es mi vida, sin saber muy bien por qué, o de donde lo aprendió, es alegre, dicharachera, cariñosa y atrevida. La envidio por que tengo la sensación de que a ella mi padre siempre la ha tratado de forma menos severa, le han permitido cosas a cambio de nada, un móvil  o pagarla el piso de estudiantes, cosas por las que yo tendría que dejarme el alma, pero a la vez la adoro, es imposible no hacerlo. Es de esas mujeres que te llegan al alma con su forma inocente y desprendía de ver la vida. Su aspecto físico es el de  una versión joven de mi madre, misma altura y cuerpo, aunque sus caderas son  menos voluptuosas, y diría que más pecho, o al menos mejor colocado por la edad, sus ojos tiran hacia la miel en una mezcla del negro de mi madre y el marrón de mi padre, que la queda genial. Lleva el pelo hasta los hombros siempre cuidado con lacas para darle un efecto ondulado y mojado. Pese a que  le gusta llevar vestidos, ya que muchos los comparten  mi madre y ella al tener  una  talla similar, también le gusta llevar alguna  vez   vaqueros ajustados, camisetas desgastadas y zapatillas en vez de tacones. Por lo demás, si las ves juntas parecen hermana mayor y menor,  no madre e hija,  la magia del maquillaje ayuda en eso a mi madre, pero no creo que use demasiado. Podría usar a la misma actriz que usé con mi madre para definirla, pero diré que, por la forma de su nariz y su juventud, tiene más de Anne Hathaway.

Una vez hechas las presentaciones iniciales, vamos a intentar explicar el  por qué de mi frustración actual una vez acabado el verano. Todo comenzó al acabar mi curso de bachillerato a finales de junio, tanto mi hermana como yo habíamos terminado nuestros estudios, yo sobresalientes para variar, otra cosa seria una decepción en mi casa, y mi hermana logró sacar el curso de su carrera, no es raro que eligiera ciencias sociales. Ambos pretendíamos que, esta vez si, por fin, nuestro padre nos dejara unas vacaciones a nuestro aire, como jóvenes que éramos queríamos ir a comernos el mundo, pero de nuevo se impuso su criterio, no había otra, así que iríamos a la casa en la playa a la afueras de Valencia que teníamos como residencia, a la que íbamos año tras año. Y no solo iríamos 1 mes como solíamos hacer, no, nos íbamos a pasar los 3 meses de vacaciones allí por un “merecido descanso” que le dieron a mi padre. Algo que parece bueno, pero que no lo es, por que después de 10 años haciendo lo mismo era tedioso, los días en casa haciendo trabajos de mis estudios, apenas ir a la playa 2 o 3 veces a la semana, y si había suerte salíamos a comer a algún restaurante. Mi padre entendía unas vacaciones  como descanso, y no como diversión. Yo tenia ganas de ir con mis pocos  amigos a una casa de un familiar en Ibiza, fue nombrar esa ciudad y a mi padre casi le estalla la cabeza, un “no” rotundo salió de sus labios, y ya no había nada que hacer, incluso a mi hermana, que tenia una idea parecida, pero para irse a un crucero, le negó toda opción. Así que me resigné a pasar otras tristes y repetitivas vacaciones con mi familia en la playa, al menos tendría a Marta para sobrellevar el aburrimiento.

Según se iba acercando las fechas para irnos, pasó lo que siempre pasa en estas cosas, a mi padre no le hacia gracia que se nos unieran “chupopteros”, así que los días eran una disputa constante sobre gente que teníamos la esperanza de llevar para hacer más ameno esas vacaciones, y mi padre rechazándolos, cual tenista, pero ocurrió el milagro. Mi tía Sara, la hermana menor de mi madre, se divorció de su marido, un capullo del que no merece la pena hablar, y mi madre, siempre tan servicial y atenta, la invitó a que se viniera con nosotros en las vacaciones para  despejarse. Supongo que los años de matrimonio ayudaron a  convencer a mi padre de que la dejara venirse, y según dijo que si, mi hermana entró a cuchillo y dijo que si la tía se venia, ella también quería llevarse a una amiga, creo que mi padre la dijo que si sin pensarlo, y un nombre sonó en el aire, Sonia,  su mejor amiga, otra cabra loca como mi hermana, pero mucho más adulta y atrevida en su forma de ser.  Fue cuando mi hermana le dijo a nuestro padre, que seria injusto que yo fuera solo, (por esos detalles la quería), así que por  efecto dominó me dejó llevar a un amigo. Yo solo tengo 3 amistades, o al menos 3 que pasen el filtro de mi padre, y a todos les hacia ilusión pasarse las vacaciones conmigo, aunque visto ahora, creo que no era yo, y si mi cariñosa madre, mi hermana soltera y la libertina de su amiga Sonia, las que les atraían. Al final  decidí   llevarme a Jaime, una elección difícil, pero simple, ya que mis  otros 2 amigos se iban a Ibiza con mi plan de vacaciones original. Jaime es un vecino de mi misma edad,  venia de buena familia, y que guardaba unas apariencias de chico formal, serio y educado,  pero en realidad fumaba marihuana,  era un egocéntrico manipulador y un capullo integral cuando nadie importante le oía, ¿Que por qué soy amigo de alguien así si reconozco sus defectos? Os preguntareis,  creo que pensaba que alguien como yo no podía permitirme elegir amigos, o alejar a sus amistades, nunca me había considerado gran cosa como para darme el lujo de escoger.

De golpe esas tediosas vacaciones se habían convertido en casi lo más atrevido y prometedor que haría en mi vida, no era mucho, pero mi padre solo iba de la casa a la playa, y viceversa, y eso cuando no se perdía haciendo visitas a vecinos,  el resto del tiempo podríamos pasarlo los demás lejos de su halo de sobriedad.

Mi tía Sara se mudó a nuestra casa unos días antes de salir, por lo visto, su ya ex marido, lo estaba llevando muy mal y la estaba agobiando. Al llegar a casa de uno de los últimos días de clase, volvía con ciertos nervios,  sabia que se iba a trasladar ese día y Sara ya debería estar en casa, era un cambio novedoso y estimulante, algo nada habitual en mi vida. Al abrir ña puerta yo solo vi bolsas y maletas, tardé unos minutos en colocarlo todo en su nuevo cuarto, por orden de mi padre,  y luego presentarme en el salón. A mi tía la había visto 2 veces en mi vida, a mi padre no le gustaba  su forma de ser, (nada raro), pero creo que era como trasformaba a mi madre, juntas se alejaban mucho del canon de seriedad y cortesía que le gustaba a él. La última vez que  vi a mi tía Sara tendría 12 años, y solo recuerdo regalos que me traía, me encantaban por que eran gratis, no tenía que trabajar por ellos.

Casi no salgo a saludar de la vergüenza que me daba, pero me armé de valor, que se esfumó nada más verla. Al mirarla en el salón me sonrojé, era tan diferente y tan extravagante que me quedé observándola  más de lo aconsejable. Tiene 33 años, es rubia platino, teñida, iba con un pintalabios rojo pasión adornando unos labios finos y  apetecibles, rostro similar al de mi madre pero sin estragos de  la edad. Vestía un traje de cuero rojo tan ajustado que sonaba al moverse, con un chaqueta de vestir del mismo color, cerrada y realzándola, dejando claro que la rama familiar de mi madre cría bellezas, pero esta era diferente, por que no solo lo era, si no que lo mostraba, un amplio escote que hacia rebosar 2 senos turgentes rozados por la cabellera rubia, con  unas caderas estrechas que aún así mantenían  la tela del vestido tirante. Nada más verla un nombre me golpeó  la cabeza, Patricia Conde, era casi un calco. Con los tacones era de mi altura, y al acercarse me cogió la cara con sus manos para darme una lluvia de besos que me dejó la cara marcada de carmín, con una sonrisa hipnótica, al verme tan embobado al mirarla,  me sacudía saludándome.

-SARA: ¿y este grandullón quien es?

-CARMEN: no seas boba……es Samuel.

-SARA: ¿no me digas?…….. ¡es imposible!, la última vez que le vi no me llegaba ni al ombligo, ¡y mírale ahora, está hecho todo un hombre! – al decirlo dejó caer su mano,  resbalando por mi pecho, y con solo eso sentí mi miembro moverse.

-YO: yo……si…….es que……- si normalmente me cuesta expresarme, aquella mujer me había desmontado.

-ROBERTO: no incomodes al chico.

-SARA: no incomodo nada, solo estoy saludando – mi padre ya iba a replicar pero mi madre le cogió del brazo con gesto tierno, y calmó su temple.

-YO: encantado…..de saludarte – logré juntar agallas y mirarla a los ojos unos segundos, eran de un oscuro penetrante, tras unas gafas de diseño que le daban un aire aún más arrebatador.

-SARA: espero no importunar con mi presencia, solo quiero pasar pagina.

-CARMEN: no digas tonterías, nos lo vamos a pasar genial de nuevo juntas – al decirlo ambas se cogieron de la mano y rieron de forma histriónica, los dientes de mi padre rechinaron, solo por eso merecía la pena tener a mi tía allí.

La instalamos en el cuarto de invitados y esperamos a mi hermana para cenar, no recordaba una cena más alegre jamás, ni en mis cumpleaños. Entre mi hermana y mi tía lograron arrancar a mi madre  la fachada de sobriedad, y  juro que vi algo similar a una sonrisa en mi padre con algún comentario. Después de cenar nos quedamos charlando, no quería que aquello acabara nunca, me sentía un rebelde escuchándolas hablar, era emocionante, y no podía apartar la vista de mi tía, fue tan evidente que  cruzamos las mirada unas cuantas veces, y en vez de fingir no darse cuenta, como cuando mi madre o mi hermana me pillaban mirándolas, sonreía y me apretaba con su mano en el brazo. Se hizo tarde, y ayudé a mi tía, a petición suya, a organizar su cuarto por la cantidad de cosas que traía, más que unos días parecía que se venia a vivir, tardé 1 hora en colocarlo todo, hubiera tardado menos si ella no estuviera por allí, su sola presencia me erizaba la piel, y al acabar me dio un abrazo, algo libio y suave, pero me llevó al paraíso, eran tan poco habitual los gestos de cariño en mi casa que  la apreté tan fuerte que gimió con una sonrisa, y no se separó de mi hasta que me di cuenta de que casi la tenia en vilo en el aire.

-YO: lo….lo siento……..no……- al soltarla sus pechos votaron ante mi y me quedé mirándolos otra vez, me puso un dedo en la barbilla para alzarme al vista.

-SARA: no pasa nada, se agradece un buen abrazo, parece que lo necesitabas.

-YO: es que…mi padre……..ya sabes……

-SARA: ya, es un buen hombre, pero….- se acercó a susurrarme al oído - …es un poco estirado – la sola idea de reírse de mi padre me puso colorado, o fue  que sus labios me rozaran la mejilla, ya no lo sabia.

-YO: un….un poco – se me debió notar en la cara mi propia sorpresa al decirlo.

-SARA: jajaja no pasa nada, será nuestro secreto, pero me tienes que hacer un favor…. - alarmado por la bronca que me podía caer por faltarle al respeto a mi padre,  asentí con la cabeza -…estos tacones me están matando, necesito un buen masaje y tú tienes buenas manos.

-YO: yo……no sé…..dar masajes – casi echo a correr.

-SARA: tranquilo, yo te enseño  – me cogió de la mano y me arrastró a la cama donde se dejó caer con cierta elegancia, me senté a su lado tratando de disimular que no miraba la parte baja de su falda, puso sus pies en mi muslo y se sacó los zapatos con los dedos, soltando un bufido de placer.

-YO: ¿que hago?

-SARA: poner las manos en lo pies es un comienzo…..- su forma de hablar y moverse era como si yo fuera tonto, pero no lo soy, era ella quien me retraía, su fragancia a rosas me llenaba la nariz y el movimiento de sus dedos de los pies me recordaba a un oleaje suave.

Rocé sus pies con mis dedos y al poco me cogió de las manos y me fue adiestrando, hasta que se recostó de gusto sobre la cama disfrutando de aquel masaje. Descuido o no, podía verla serpentear sobre el somier, y la falda se abría lo justo como para dejarme ver la cara interna de sus muslos. Al rato se puso en pie y me dio un sonoro y largo beso en la frente como agradecimiento, regalándome un 1º plano de su escote, y se metió en el baño desprendiendo un contoneo dulce mientras se quitaba la chaqueta y veía su  figura marcada bajo el cuero. No es que fuera más guapa, o tuviera mejores curvas que nadie, es que no había visto a  nadie ser tan abierta conmigo, nadie salvo Marta, y ella no lo hacia de forma sensual, pero mi tía si.

Me fui directo a mi cuarto y me hice la mejor paja de mi vida, y no andaría lejos de lo que sentí al practicar sexo, la tenia tan dura y grande como nunca la había visto,  en 4 sacudidas mal dadas me vacié, o eso creía, por que no se me bajó el empalme y me tuve que hacer otra. Para que engañar, me pasé la noche entera soñando con follarme a mi tía, y el hecho de saber que pasaríamos 3 meses en la misma casa no ayudaba a disipar esa idea perversa de mi cabeza.

Los siguientes días hasta irnos de vacaciones solo confirmaron que aquello no fue fugaz, mi tía era así de abierta, no creo que pensara en mi de forma sexual, simplemente se mostraba tal como era, y eso enfurecía a mi padre a la vez que me absorbía a mi. En 3 dais ya había logrado que mi madre sonriera más que en los últimos 10 años de matrimonio, y mi hermana se sumaba a esa ola creciente de diversión. Antes de partir mi padre ya se arrepentía de que Sara viniera.

La mañana del viaje fue algo caótica, Marta me pidió que   recogiera a Sonia, su amiga,  en mi motocicleta, que me había pagado yo trabajando por las tardes en un bar junto con el remolque para llevarla en el coche a la playa. Las cosas de Sonia ya estaban en nuestra casa, pero la noche anterior se fue a “dormir” a casa de un “amigo”, por lo que sabia era un pobre diablo que se la tiraba cuando ella quería. Al ir a recogerla, y verme llegar,  me saludó como siempre, dando saltos a gritos como si no la viera, el “amigo” estaba detrás, con ojos llenos de tristeza, seguro de que Sonia se iba 3 meses, no la tendría cerca y que ella no le iba a esperar siendo una niña buena. Al llegar se estaban dando el lote con lengua delante de mí, a modo de despedida. Pude ver como Sonia seguía igual que siempre, pelo largo hasta el trasero, color caoba, liso y suelto, con la cara llena de pecas bonitas y nariz respingona, ojos verdes esmeralda y tez  blanca. Su cuerpo era el pecado, de 1,65, a ella le gusta alardear de sus pechos,  según algún sujetador que me he “encontrado” suyo en el baño de mi casa cuando se quedaba a dormir, tenia una 110 y la copa más grande que se podía encontrar en las tiendas juveniles, eran como melones maduros. Tenia el culo firme y bien  puesto por su edad, pero a mi nunca me gustó como le quedaba por que sobresalían unas cartucheras prominentes, escuchaba en casa que no le vendría mal perder unos kilos, pero no puedo  decir de donde, era voluptuosa y rebosante, pero no le sobraba nada, kelly brook es la mujer que más se le acerca físicamente.

Dejó al chico aún con los ojos cerrados del sabor de su lengua y se montó en la moto detrás de mi como paquete, del saltó que pegó sentí sus senos ondular en mi espalda y se agarró a mi torso gritando como una loca. El camino fue difícil por tener que centrarme en lo que tenia delante y no detrás, pero al llegar a casa y aparcar me dio uno de sus típicos besos en el cuello, tengo cosquillas ahí, me conocía demasiado bien, siempre lo hacia y me gustaba, para que negarlo, era una de las pocas mujeres, que no eran una familiar, con las que me atrevía a hablar.

-SONIA: ¡vamos, que se nos hace tarde, verás que bien nos lo vamos a pasar!

-YO: eso espero, me alegro de que puedas venir.

-SONIA: y yo de poder ir, me voy a beber hasta los charcos ….- era capaz, una vez tras otra la he visto borracha.

-YO: ten cuidado con lo que dices, mi padre puede………

-SONIA: a tu padre que le den por culo, yo me voy a divertir, y no va a quedar un solo tío allí que no me folle – le encantaba ser así de brusca por que me hacia ruborizarme, aunque, como con el alcohol, tampoco es que no fuera capaz.

Al subir ya estabamos todos,  Jaime, al vivir en el mismo bloque, ya se encontraba en mi casa siendo objeto de alabanzas por parte de mi padre, por su exquisita educación, tenia ganas de gritar que era un fumeta y un estúpido, pero no  ganaría nada con ello, quedaría como un descortés a ojos de mi padre, perdería a uno de mis pocos amigos y encima me quedaría sin compañía para las vacaciones. Jaime era guapo, todas lo decían, pelo castaño claro, con media melena que se engominaba para dar la sensación de chico refinado, ojos azul oscuro, una incipiente barba descuidada, y rostro casi angelical. Su cuerpo era bastante esmirriado, flaco, con 1,82 de altura no llegaba a los 65 kilos, brazos y piernas esqueléticos  con  tendencia a arrastrar los pies. Cuando salió una película romántica de un diario, todas le  decían que se parecía a Ryan Gosling,  yo bromeaba que quizá si engordaba 15 kilos. Al verle en casa con un pantalón blanco, náuticos y una camiseta de marca, ya pensaba que era un error llevarle, era tan guapo y atractivo que ninguna mujer se fijaría en mi en esas vacaciones.

-JAIME: menos mal que habéis llegado bien, temía que os hubiera pasado algo – sonreía mirando a Sonia, no a mi, pero sus palabras siempre eran educadas en presencia de otros.

-YO: todo bien, no voy a  estropear el viaje.

-SONIA: ¿donde está Marta?

-CARMEN: en su cuarto tratando de elegir que ropa llevar – Sonia salió disparada para ayudarla en tan ardua tarea.

-SARA: ¿y este chico quien es? – saludó como siempre al salir de su habitación, acercándose a dar unos besos,  Jaime sonrío por dentro al verla,  con un traje amplio de estampados y con un generoso escote.

-JAIME: encantado de conocerla señorita, soy Jaime amigo de Sam – le cogió la mano y se la besó cual caballero.

-SARA: ¿señorita?, jajaja que educado, muchas gracias, yo soy su tía, Sara.

-JAIME: dígame que nos acompañará en este viaje, no podría soportar no poder seguir admirando su belleza – la carcajada general enterró la verdad oculta tras esa galantería.

-SARA: jajaja que amable, pues si, pero no te preocupes, no molestaré a los jóvenes – Jaime ya iba a soltar otra perla, le conocía demasiado bien.

-YO: Jaime, ¿me ayudas a enganchar el remolque y poner la moto? – me miró perdonándome la vida.

-JAIME: claro, como no – al bajar me iba dando golpecitos en la espalda y al llegar abajo me revolví.

-YO: ¡para ya, ¿no?!

-JAIME: que calladito te lo tenías, ¡vaya cuerpazo tiene tu tía!

-YO; no hables así de ella – era ira, pero no le faltaba razón.

-JAIME: solo digo la verdad, ¿y me voy a  pasar 3 meses con ella, tu madre, tu hermana  y con Sonia?, pufffff

-YO: ni que fueras a ligártelas – fue una chanza.

-JAIME: ya veremos……….¿te imaginas? jajajaja ¿a tu tía comiéndomela mientras lamo las tetas de Sonia? – fue grosero,  pero no puedo decir que no se me hubiera ocurrido a mi antes.

-YO: deja de decir tonterías, como te pases de la raya te mando a casa.

-JAIME: me comportaré como un caballero, pero si me dan pie……..- su entonación era perniciosa.

-YO: no te lo darán – quise ser tajante, Jaime se había llevado a la cama a todas las que había querido, era mono  y un cabrón, y por lo visto eso gusta a las chicas. Pero lo que quería decir era que deseaba que mi tía  diera pie, si, pero a mí.

Ibamos a ser solo 4 en el viaje,  y al final éramos 7,  por suerte mi tía también conducía y tenía coche, así que nos dividimos en el de mi padre y el suyo. Obviamente todos quieran ir con mi tía, así que me tocó ir con mi padre y mi madre, mientras que a mi hermana, su amiga y Jaime fueron todos en el de Sara. Mi hermana me iba mandando mensajes de ánimo sabiendo la tortura que estaba pasando,  4 horas de viaje con mi padre en silencio, mi madre adormilada por unas pastillas contra el mareo, y un poco de música clásica de fondo. Me mandaba fotos de cómo se reían,  y de las ocurrencias de Jaime o Sonia, fue una agonía hasta que llegamos a la entrada de la casa. Habíamos llegado más tarde que Sara, ya que mi padre no pasaba el limite de velocidad ni por error, y nos estaban esperando en la calle entre risas y diversión, al llegar no pude evitar ir a abrazar a mi hermana, que me acarició el pelo como solo ella sabia.

-MARTA: ¡ya estamos aquí!, no ha sido para tanto jajajaja

-YO: a la vuelta te vas tú con ellos – al alzar la vista vi a Jaime tonteando con Sara, mi tía se comportaba igual que conmigo, pero Jaime no era yo, él se aprovechaba, o lo haría, y eso me enfurecía.

-ROBERTO: subir a la calzada,  que os van a atropellar, y un poco de calma – “siempre tan divertido, eh padre”, era un barrio residencial y no había un alma a  medio día y pleno sol.

-CARMEN: pues aquí está, nuestro hogar los próximos 3 meses – señaló a un dúplex enorme que tenia delante.

Al entrar la casa entera olía a cerrado, abrieron todas las puertas y ventanas,  un profundo olor a mar lo invadió todo. La casa estaba a medio kilometro de una playa no muy conocida, pero si limpia. Estaba construida en una calle que era una curva del residencial,  con la entrada principal a todas las casas en la parte interior, y que por la curva exterior tenían amplias parcelas con piscina, jardín, barbacoas y acceso a la playa. La casa eran 3 pisos, a todos se podían acceder desde fuera por unas escaleras de piedra por el exterior, que daban a los balcones de uno  de los lados. Por dentro, el bajo era un amplio salón y cocina tipo americana, con un baño completo, el garaje y   un porche orientado al mar, el 2º piso eran 3 habitaciones y otros 2 baños, con varios balcones, en el 3º piso  otras 2 habitaciones con 1 baño,  y una terraza de 10 metros cuadrados. La verdad es que si no fuera por lo aburrido que se me hacia aquello con mi padre, el lugar era paradisiaco, tenia un super mercado no muy lejos,  un mercadillo cada 2 días o  fiestas de pueblos cercanos cada semana, incluido un largo paseo marítimo lleno de restaurantes, chiringuitos, heladerías y tiendas de verano, el paseo terminaba en una macro discoteca que montaban en periodo estival, sin techo y con la música tan alta que se oía por las noches desde mi casa, mi padre la odiaba por que de jueves a domingo no le dejaban dormir.

Por no andar mucho escaleras abajo y arriba, los más adultos se quedaron con las habitaciones del 2º piso, una para mis padres y otra para mi tía, quedaba  una libre pero preferimos dormir juntos  todos arriba. Por intimidad en una habitación las chicas y en otra Jaime y yo,  así que nos pasamos medio día instalándonos y moviendo camas, pero para la cena ya teníamos todo montado.

Salimos a comer a un restaurante cercano, gracias a la insistencia de mi tía y mi hermana,  y pese a mi padre, aquello iba bien, me divertía, me lo pasaba bien y me reía. Luego dimos un largo paseo por la playa, mi tía se colgó del brazo de Jaime, que era tan encantador a sus ojos como repulsivo a los míos. Mi hermana se abrazó a mí, obligando a Sonia a cogerme del otro brazo, por cortesía o por querer hacerme sentir bien, pero no por ello las aparté. Supongo que todos estabamos cansados, así que nos fuimos a dormir pronto a casa, allí Jaime me dejó ver media bolsa de marihuana, y se lío varios porros, fumándose uno en la terraza antes de acostarse.

A la mañana siguiente me desperté solo en la habitación, al mirar por la ventana vi a Jaime metido en la piscina, salpicando agua a mi tía y mi madre  que andaban con unas limonadas por el borde de la piscina, iban con camisones frescos de verano, tan sencillas y tan guapas, sonriendo al mojarse los pies. Jaime era tan escuálido que parecía que iba a romperse, pero tenía esa capacidad de divertir a la gente que yo ansiaba y no tenia. Me puse el bañador y bajé corriendo para no perder el paso,  pero mi padre me llamó en la terraza, estaba sentado con  bermudas y una camisa abierta, me puse a su lado y me habló de la familia y de lo unida que debe estar, que tenia que ser responsable y cuidar de  todos ya que él no podría vigilarnos a todos. Bufé cansado, yo quería ir de vacaciones, no ser el perro guardián de nadie, pese a pensarlo me callé, asentí y le dije que no se preocupara.

Salté al agua con fuerza dando un susto a Jaime y empapando los pies de mi tía, que reía sin parar, al emerger, Jaime me cogió por detrás y trató de hundirme de nuevo al agua, pero era como si una hoja quisiera derribar a un árbol, le sacaba bastantes kilos.

-YO: ¿y mi hermana y Sonia?

-CARMEN: Sonia fue a comprar algo de pan esta mañana y ha hecho amigos……- “poco ha tardado” - … han ido a charlar con ellos un rato hasta la hora de comer.

-JAIME: ellas se lo pierden, ¿y si vamos a la playa?

-SARA: si, por favor, estoy ansiosa.

-CARMEN: no se, sin ellas……- se giró a mi padre- …...Roberto ¿que dices?

-ROBERTO: yo estoy de vacaciones, me quedaré un rato aquí y luego iré si me apetece – eso, en su idioma, era un no, se quedaría bebiendo alguna cerveza, o se daría un chapuzón en la piscina, quizá luego se quedara  viendo la TV hasta la hora de comer.

-JAIME: pues estos 2 caballeros, si les parece bien, les van a llevar a la playa, mis señoras – hizo una reverencia hacia las sonrisas de mi madre y mi tía.

-SARA: ¡pues vamos ya!, que se hace tarde – se agachó para extender su mano y ayudarme a salir de la piscina, por un segundo estuve tentado de lanzarla al agua, pero no pude, quien si pudo fue Jaime, que tiró a mi madre al agua en idénticas circunstancias, me quedé blanco, y se hizo el silencio, hasta que mi madre salió del agua a carcajada limpia.

-CARMEN: ¡mira que eres bruto! jajajajajaja

-JAIME: jajaja lo siento, ¿está bien? No quería hacerla daño, pero no he podio resistirme – se le acercó rozándole la espalda y un brazo con cara de autentica preocupación,  mi madre puso su cara de mala leche, o lo que es lo mismo, se mordió el labio, y zarandeo el dedo índice con una sonrisa amplia y tierna. Odiaba que mi madre no viera a Jaime tal como le veía yo, y me gustaba aún menos la buena relación que tenían.

-SARA: a mi no me tires eh…….. – se agachó a decírmelo.

-YO: yo….yo…….yo es……es que….- me acarició  la cara con dulzura.

-SARA: ¿vamos a la playa o no?, que necesito recuperar un tono de piel decente.

Jaime salió del agua con rapidez y ayudó a  mi madre a salir, fue la 1º vez que vi en mi madre, algo más que a mi madre, el camisón amplio estaba pegado a su piel y me descubrí pensando que  estaba buena. Ella, con inocencia, se escurrió el agua de los senos apretándoselos ante la mirada incisiva de Jaime, y se pasó las manos por la cabeza para apartar la melena negra húmeda de su cara.

-CARMEN: jo, mira como estoy……..

-JAIME: preciosa……- mi madre se sonrojó.

-YO: ¿nos vamos? – iracundo, cogí a mi madre de la mano y la separé de Jaime.

Mi madre y mi tía se fueron dentro y salieron a los minutos con todo el equipo, sombrilla, nevera, toallas y alfombrillas, dejamos móviles y todo lo de valor, los chicos solo íbamos con los bañadores,  ellas con una camiseta ancha encima del bañador y sombreros de ala ancha de mimbre con gafas de sol. Fueron 20 minutos de paseo tranquilo en los que por pura física yo tenia que llevar la nevera, nadie más podía con ella, así que me retrasaba mientras Jaime iba haciendo sonreír a mi madre o mi tía. Al llegar no había mucha gente, eran apenas 50 metros de playa escondida entre unas rocas y un acantilado, no era privada pero tenia difícil acceso si no vivías cerca, así que estaban los vecinos de casi siempre. Saludos de protocolo, y clavé la sombrilla para crear algo de sombra en una playa a 40 grados, mi madre se metió debajo medio mareada ya por el sol, las pamemas que llevaban no servían de mucho, así que se las quitaron dejando caer sus melenas, el rubio platino de bote de mi tía brillaba, pero la espesa mata larga de cabello negro azabache de mi madre ondulaba grácilmente.

-JAIME: bueno, pues ya estamos aquí, ahora al agua.

-CARMEN: no, antes crema, que si no nos pasamos 2 semanas quemados sin poder salir.

-SARA: no es mala idea.

Mi madre me dio la vuelta cual maniquí y me echó de un bote grande de una bolsa que había llevado, me puso tanta crema que creía que se iba a terminar el bote, pero no, incluso dándome en la cara y hombros, cuando me di la vuelta mi tía hacia lo mismo con Jaime.

-JAIME: bien, ahora vosotras – ayudó a empezar a quitarse la camiseta ancha a Sara.

-CARMEN: no hace falta, ya nos la damos nosotras, vosotros id a jugar…..- “mi madre sigue pensando que tengo 13 años”, se cogió el dobladillo de su camiseta tratando de bajárselo, ¿la daba vergüenza mostrarse delante de mi, o de Jaime?, no lo sabia.

-SARA: no seas antigua mujer……- y se quitó su camiseta del todo,  dejando su cuerpo al aire y el sol, apenas cubierto por un biquini minúsculo, rojo, con poca tela en el culo y solo unos triángulos muy certeros en los senos, se echó la melena a un lado y Jaime se apresuró a embadurnarla con cara de salido, mientras Sara me miraba con una medio sonrisa burlona.

-CARMEN: pues nada, échamela tú, hijo.

Siguió los pasos de su hermana y se quitó la camiseta, mi madre iba con un bañador de cuerpo entero azul marino, le pasaba como con los vestidos, no enseñaba nada, pero no hacia falta, se le marcaban los pezones bajo la tela, con el culo firme y duro. Se bajó los hombros del bañador sujetándose por los senos, aparté su melena con delicadeza y me dediqué a darle crema tratando de no parecer un baboso, dándome cuenta que mi mente iba por donde no quería que fuera. Tenía la espalda tan suave y delicada que seguía pasando mi mano después de que la piel absorbiera la crema. Llegado un punto mi madre se dio la vuelta y me dio un beso en la mejilla mientras se colocaba los hombros del bañador usándome de biombo, vi sus mejillas coloradas del sol, luego se extendió crema por la cara, los brazos y las piernas, igual que hacia Sara ante nuestras miradas.

-JAIME: tengo que decir que para nada aparentan su edad, son 2 mujeres muy agraciadas.

-SARA: jajaja mira al don Juan.

-CARMEN: se agradece mucho viniendo de un chico tan joven y apuesto – ambas se sonrieron.

-JAIME: es un placer.

-YO: vamos al agua, ¡te echo una carrera! – quería alejarle de ellas.

Gané sin dificultad, y me metí en el agua queriendo perderme, el sabor a sal y el movimiento de las olas me envolvió y por un segundo me creí un pez, hasta que recordé que necesitaba aire, al salir Jaime cayó sobre mi de bruces, jugando hasta que se quedó a mi lado flotando.

-JAIME: ¿que coño haces?

-YO: ¿que?

-JAIME: no paras de joderme con tus tonterías, tengo a tu tía a punto de caramelo……..

-YO: ¡tú alucinas!

-JAIME: eso crees, pero a esa me lo follo, te lo digo yo, ¡dios!, míralas como se mojan las piernas entrando lentamente en el agua……mira como se le  mueven las tetas a tu tía, ya la tengo como una piedra.

-YO: deja de hacer el tonto, si la asustas…….- me quedé congelado, “si la asustas se cerrará a mi”, iba a decir.

-JAIME: tú también te la quieres tirar eh………si te portas bien te dejaré que te la folles cuando termine con ella – quise replicarle de mil maneras, desde pegarle o decírselo a mi padre, ¿como se atrevía a ser tan cerdo?, pero no salió de mi boca nada, salvo un….

-YO: ¿como?

-JAIME: jajaja lo sabia, tú déjame a mi….ahora haz lo mismo que yo, pero con tu madre.

Se sumergió en el agua y le seguí, sentía un profundo vacío en mi estomago de saber que estaba haciendo algo malo, y  sin embargo le seguía. Nadamos hasta ponernos detrás de ellas, que ya estaban a media cintura en el mar, nos acercamos con cuidado, Jaime asaltó a mi tía abrazándola por detrás y pegando su pelvis a su trasero, a un 1º grito de susto surgió  otro de risas, fue cuando hice lo mismo con mi  madre, ambas sonreían mientras se querían liberar, pero las teníamos sujetas, a mi me costaba menos doblegar a mi madre,  Jaime casi no podía con mi tía, pero al final la levantó en el aire y la hundió en el agua, hice lo mismo con un celo enorme de hacer daño a mi madre, que me miró sorprendida y riéndose, tapándose la nariz. Lo hicimos tantas veces, sacándolas del agua y volviendo a hundirlas,  que ya estabamos casi con el agua por los hombros, en una de las salidas, vi como Jaime le tenia cogida una teta a Sara, que trataba de apartársela sin mucho esfuerzo, no me lo creía, y ante su dejadez, quise imitarlo,  así que yo hice lo mismo y el cogí una teta a mi madre. Fue como si un millón de agujas se clavaran en mi cerebro por atreverme a ello, me temí una reprimenda, pero solo encontré risas y miradas cómplices, sentí el pezón duro y firme bajo la tela húmeda de licra, y sin saber como, apretaba y soltaba masajeando, mientras la alzaba por el aire y la dejaba caer lo justo para darle con mi miembro en la cadera.

-SARA: ¡jajaja para ya, que me ahogo!

-JAIME: no hasta que me des un beso.

-SARA: jajaja ¡que golfo eres!, ¡para o me enfadaré! – la hundía otra vez, y si bien el agua lo cubría, la forma del levantarla indicaba que la otra mano estaba por detrás entre sus muslos.

-CARMEN: jajaja ¡para Jaime!, o la vas ha hacer daño.

-JAIME: solo pido un beso.

-SARA: está bien, uno  solo….- al decirlo la soltó, y cuando recobró el aliento se acercó a Jaime, que ponía la mejilla, Sara fue a besarle allí, y Jaime se giró dándola un pico rápido, alejándose antes de recibir el impacto de un manotazo tibio.

-CARMEN: ¡jajajajaja que golfo!

-SARA: ¡será renacuajo!, ven aquí,  que te voy a  dar lo tuyo – le perseguía, Jaime fingió huir, pero se dejó atrapar, cuando le cogió Sara, le hico varias hundidas.

-YO: pobre Jaime – tan anonado estaba que llevaba 2 minutos con mi madre entre los brazos, cogiéndola una teta sin decir nada, y del movimiento del mar mi polla creció en su culo sin control, entre eso y que veía los pechos de Sara luchando por salir libres,   mi madre debió notarlo.

-CARMEN: anda, déjame que la ayude – me cogió de la mano de su pecho y me apartó con delicadeza, acudiendo a ayudar a Sara.

Lo que se veía era a 2 adultas jugando con un crío, lo que  sentía era a un cerdo ligándose a 2 mujeres. Mi madre empezó a buscarle cosquillas a Jaime, demasiado cerca del ombligo, y la pelvis.

-JAIEM: ¡¿que haces ahí parado?, quítame a Sara de encima!

Acudí veloz, y ataqué por la espalda a Sara, que al sentir mi erección en su espalda se dejó llevar, la levanté sacándola del agua casi por completo, soltó un suspiro de asombro justo antes de que la dejarla caer, la di con mi verga en el culo hasta hacer resbalar la tela del bañador entre las nalgas, como no dijo nada, lo volví ha hacer, y esta vez la cogí una teta como había visto, y repetí la operación hasta que me cansé. Las risas de Sara solo eran tapadas por las de mi madre, que estaba asediada por Jaime, cara a cara, siendo hundida sin remisión en el agua, la tenia rodeada por la cintura mientras ella manoteaba fútilmente. Si Jaime estaba como  yo, mi madre tenia que sentir su polla en el vientre, y  no decía nada, solo reía y trataba de huir de una mirada directa a esos ojos azules de Jaime, que estaban inyectados en sangre. Lo comprendí, Jaime iba a por todas, no solo a por mi tía,  mi madre, Sonia, y hasta mi hermana estaban en peligro. Mi mirada cambió a precaución y medio solté  a Sara.

-SARA: no te preocupes, solo estamos jugando.

-YO: esto…..yo es que…..- se dio la vuelta rodeándome por el cuello con una mano, mientras se colocaba una teta dentro del biquini, sin ninguna celeridad, sentía mi miembro palpitar en su cadera y no podía dejar de mirar sus ojos profundos.

-SARA: ¿tú que? – me quedé blanco, y todavía más cuando me dio un beso dulce en la cara, tan cerca de mis labios que por un segundo creí que probaría su boca. Pero casi fue peor,  tan largo y sentido que me ardía la cara allí donde sus labios se posaron.

Se alejó para ayudar a su hermana,  y entre las dos agotaron a Jaime, yo solo pude alejarme y masturbarme en el mar, tenia miedo de que alguien me viera, pero no podía seguir así de empalmado al salir del agua, no hizo falta mucho para descargarme. Al regresar estaban saliendo ya del agua, Sara se colocaba el biquini totalmente descolocado, y mi madre se sacaba la goma del bañador del culo. “¿Que  acabo de hacer a mi tía y a mi madre?, ¿y por que se han dejado?”, estaba tan excitado como confuso, así que salí tras ellos en silencio. Todos se reían, y nos tumbamos al sol, yo me quedé mirando la espalda de mi tía, se había desabrochado el biquini y se le veían los laterales de los senos, Jaime le dio otra capa de crema a cada mujer y me tiró el bote a la cara mientras le daba un masaje a mi madre con cautela.

-CARMEN: ha sido genial, hacia mucho  que no me divertía tanto.

-SARA: pues no queda nada hermana.

-JAIME: son muy duras de roer, voy a tener que esforzarme más.

-SARA: si…mucho más – le guiñó un ojo.

Busqué a mi madre con la mirada, pero estaba adormilada boca abajo, se había bajado de nuevo los hombros del biquini, Jaime estaba muy ocupado dándole una 3º capa de crema a Sara, que ronroneaba como una gata.

-YO: mama, ¿tú no tienes biquini? – “¿pero que haces?” me gritaba a mi mismo.

-CARMEN: si, tengo alguno, ¿por qué?

-YO: nada, por que así te pondrás más morena, digo…..por enseñar más…..al sol…..quiero decir – Jaime me miró sorprendido, no más de lo que estaba yo.

-CARMEN: ¡pues si!, me traeré biquinis mejor, aunque están viejos, tendré que comprarme algunos.

-SARA: es que vas muy recatada, de verdad, ¡con el cuerpo que tienes!, te puedo dejar algunos.

-CARMEN: habló la otra….con los tuyos parecería una……..- se cayó a tiempo.

-JAIME: ¿y ahora que hacemos?

-CARMEN: vamos a casa a comer, y esta tarde nos vamos a un mercadillo que hay en el pueblo si a  Roberto le apetece,  cenamos y  a  casa.

-SARA: ¿a casa? Mujer vámonos de fiesta, algún chiringuito habrá……

-JAIME: eso es, Sara, muy buena idea.

Transcurrió tal como dijo mi madre, comimos, y mi padre se echó la sienta, mi hermana apareció con Sonia, y otros 3 tíos que habían conocido en el paseo marítimo, lo que se conocía como 3 chulos de playa, altos, guapos, bronceados y musculosos, casi siempre sin camisa. Nos acompañaron durante las compras, ya que mi padre accedió a salir un rato, Jaime le regaló unos pareos transparentes a Sara mientras que mi madre se compró unos biquinis más juveniles y bonitos que los que tenía. Al cenar, Marta dijo que iban a salir con los chicos a tomar algo, y Sara se sumó al carro, tras ella Jaime, y tras Jaime yo, mi madre decidió quedarse con mi padre, por no dejarle solo tanto tiempo.

Jaime y yo, con unas bermudas y unas camisetas íbamos bien, mientras  las chicas estaban con camisetas rotas a la moda, siempre con el biquini debajo por si acaso tocaba un baño, Marta iba con unos shorts vaqueros que llenaba y lucia un tipazo, mientras que Sonia escogió una mini falda elástica que la hacia vulgar, pero llamativa, con sus rebosantes senos asomando por un escote abrumador. Sara en cambio escogió un bañador largo y uno de los pareos nuevos a modo de falda, con un leve recogido  en el pelo y tacones, eso le agraciaba. Acudimos a un chiringuito típico, con barra  y música de fondo en la playa. Jaime siguió su acoso a Sara, yo ya no sabia quien jugaba con quien, y después de lo ocurrido en el mar me daba miendo acercarme a ella. Mi hermana se esforzaba por integrarme con los jóvenes, pero no bebo alcohol y si mi conversación es limitada de por si, más con chicos de playa, que poco o nada tienen en común conmigo, así que me alejaba a ver el mar, distinguía a  unos chicos jugando alrededor de una hoguera. Sonia apreció  detrás de mí, dándome su beso en el cuello, apestaba a ron y tenia una copa vacía en la mano.

-SONIA: ¿que haces aquí tan solo?

-YO: no quiero aburrir a nadie.

-SONIA: aburrir dice, has venido a divertirte, ¡mira donde estás!..... – señaló la fiesta y la oscuridad de la noche -….  no puedes quedarte aquí solo.

-YO: ¿y que hago?

-SONIA: vamos a bailar, anda……- me daba pánico, pero la bebida la insuflaba fuerzas, me arrastró a la pista.

Se movía como hacían todas, contoneando sus caderas sin seguir ningún ritmo, y jugando a acercarse a mí y separarse, sin duda la enviaba mi hermana para animarme, pero eso no evitaba que disfrutara del roce de su piel, o de sus piernas coronadas en la mini falda, casi sin querer me lo estaba pasando bien, sentía el roce de sus protuberantes pechos y su melena se mecía con cada gesto como una cascada rojiza, sus ojos verdes brillaban con las luces y su desinhibición natural era exponencialmente acrecentada por la bebida. Me cogía las manos y se las ponía en la espalda, la nuca o la cadera, llegando a sentir su pelvis frotándose contra mí, tuve que agradecerle el esfuerzo y me separé de nuevo acalorado como poco, otros chicos se ocuparon de que a Sonia no le faltara alcohol y compañía.

Vi como Jaime tonteaba con alguna otra chica mientras caía un porro tras otro,  y como  mi hermana estaba sentada en unas sillas charlando con unas chicas. Busqué a Sara con la mirada, preocupado, me costó encontrarla, estaba en la barra con 2 tíos rodeándola, sonreía con afabilidad pero leí pedir ayuda en su mirada, la invitaban a una copa a tras otra, así que al rato me pasé por allí, y fue ella la que saltó a  mi encuentro.

-SARA: ¡aquí estás amor!, menos mal…- y me soltó otro beso peligrosamente cerca de los labios -…. ya está chicos, le encontré – la nube de moscones se disipó.

-YO: ¿que……..

-SARA: puffff que agotador es esto, no lo recordaba así, menos mal que has aparecido, otra copa más y termino en la cama de alguno de esos….- su aliento también olía a copas de más, se tambaleaba con los tacones y se me agarraba para sujetarse, tenia ese hipo tonto que se te pone y arrastraba las erres al  hablar.

-YO: ¿harías el amor con uno de ellos?

-SARA: puf…jajajajajaja…amor, de eso ya he tenido con mi marido……..ex marido……hablo de follar salvajemente – al decirlo se apoyó en mi hombro y casi me provoca otra erección.

-YO: ¿pero tú…..

-SARA: soy mujer Samuel, y llevo mucho sin nadie que calme mi fuego, ¡oh dios!, y te aseguro que estoy ardiendo, a todas nos pasa, incluso a  tu  madre.

-YO: no, ella……- me cerró los labios con su dedo índice de forma torpe.

-SARA: shhhhh no seas bobo, ¿te crees que a tu madre le preocupa la soledad de tu padre?, Están follando ahora mismo, y como animales según me dice tu madre – casi exploto al oír eso.

-YO: ¡imposible!, son…….

-SARA: marido y mujer, como tal  follan, y si no me crees, ven.

Me cogió de la mano y me llevó hasta casa,  no sin dificultades, la costaba andar y apuraba una copa entera al salir de la fiesta, que al llegar a casa, 10 minutos andando, estaba vacía. La seguía sintiendo de nuevo ese pavor entre la travesura y la vergüenza. Fuimos a hurtadillas por detrás, subimos por la escalera  y entramos en silencio, se quitó los tacones y fuimos al 2º piso, donde los ruidos empezaron a sonar. Sara iba envalentonada por la bebida y yo la ayudaba a no tropezar, con miedo a que hiciera ruido. Nos pegamos a la puerta y escuchaba a mi madre gritar poseída, Sara sonreía sin soltarme una mano, y cada grito apretaba más contra mis dedos, me llevó abajo de nuevo, y subimos por fuera asomados al balcón que daba a su cuarto. Vimos a mi padre boca arriba desnudo, y mi madre montándolo como nunca creí posible, desnuda y con  sus tetas vibrando al son del ritmo de sus caderas, no eran tan grandes como para botar, pero era hipnótico.  Mi padre no hacia nada, estaba quieto mirando a su mujer gritando a pleno pulmón. Tan agachados estabamos para verlos, que tenia a mi tía delante de mí, acuclillada y yo rodeándola por detrás, con un brazo en su cintura, y su culo en mi verga, que estaba dura de ver a mi madre moverse.

-SARA: mira como rebota, la condenada esta gozando como una perra.

-YO: pero es mi madre……

-SARA: es una mujer, y necesita lo que todas, un polvo de vez en cuando.

-YO: parece que gozan – se me ocurrió decir.

-SARA: normal, según me dice tu madre, tu padre la tiene bien gorda…. – una revelación que me dejó pasmado – …algo hereditario por lo visto – tardé 20 segundos en entenderla.

-YO: ¿dices que yo?

-SARA: por lo que siento……… no vas mal armado, ¿eres virgen? - era como si no estuviéramos hablando de mi polla dura en su culo, sin apartar ninguno la vista del recital que estaban dando mis padres, aunque la verdad es que lo daba mi madre.

-YO: NO……..hubo una chica…..

-SARA: zorra afortunada.

-CARMEN: ¡OHHHH SI, OHHHHH SI, FOLLAME PAPÁ, FOLLAME! – era increíble como se movía, sus giros de cadera eran espectaculares, mi padre levantaba la mano para acariciarla un seno, pero se cansaba y la bajaba.

Mi madre se retorció en un alarido y se bajo de él, que la puso boca abajo ladeándola un poco y doblandola una pierna, para penetrarla desde arriba, fue cuando vi la polla de mi padre, era oscura y parecía pesada, tenia un grosor considerable, y al metérselo varias veces obligó a mi madre a agarrarse a la pared,  mi padre fue acelerando hasta gruñir como un cerdo y hacer temblar toda la cama, mi madre soltaba un gemido agudo con cada ida y cogía aire a la vuelta, soltaba frases soeces, inconcebibles para mi en sus labios, “mi padre la está matando”.

-SARA: dios………la está haciendo polvo jajajaja.

-YO: ¿que hago?

-SARA: con ellos nada, en cambio  yo……… no se con quien, pero necesito sexo…… – cogió mi mano y la bajó entre sus muslos, sentía un calor abrasador por encima del bañador, y mientras mirábamos a mis padre fornicar, acariciaba el coño de mi tía. Y lo peor es que todo parecía normal.

Mi madre estaba berreando como una vulgar guarra, y mi padre sudaba a chorros, pasaron unos minutos interminables en que al final mi padre dio 4 fuertes embestidas y se dejó caer, su rabo hizo un arco hasta golpearse el vientre, flácido y brillante, mi madre se dio la vuelta buscándole con los labios por un rato, pero mi padre estaba agotado y se durmió, dejando a mi madre con cara mustia.

-YO: yo……

-SARA: ven.

Me llevó a la playa de nuevo, medio camino de la mano, al llegar estaba desierta, me desnudó  sin más, y  se puso a chupármela, casi me caigo al suelo, medio borracha en la oscuridad acertó de pleno, se me puso tan dura que me parecía que explotaría,  sus manos en la base de mi miembro sujetaban la barra que engullía con unos labios tan carnosos que me hacían doblarme de placer,  al sentir su lengua bufé, y a los 2 minutos me corrí por la exposición de sensaciones, no es que fuera mi 1º experiencia con sexo oral, que lo era, es que era mi tía, borracha, encendida por ver a mis padres hacerlo.

-SARA: ¡no me jodas, y yo con este calentón!

-YO: yo…yo……….es que……….- me moría de vergüenza, me senté en la arena y me retraía hasta hacerme una bola, ella me acarició con ternura.

-SARA: no pasa nada…….anda…..ponte la ropa – obedecí cual cachorro.

Al regresar llamamos a la puerta para avisar, ayudé a Sara a llegar a su cuarto, por que le daba vueltas todo, la acosté y me quedé mirándola sin saber que hacer, según la dejé se durmió. Al rato me fui a mi cuarto,  pasé media noche queriendo llorar sin dormir, no sabía que había pasado y por qué,  así que me levanté a beber algo. La casa estaba en silencio, unas horas antes había escuchado ruido de puertas, quizá mi hermana y Sonia hubieran regresado, pero Jaime no estaba en mi cuarto, al ir a la cocina escuché sonidos de fondo en la terraza, me asomé para ver a Sonia en la piscina dándose el lote con un chico, y a Jaime con otra chica desconocida, con aspecto de ir tan borracha como los demás. No me creía la facilidad con la que Jaime la susurraba al oído, y la hacia abrirse de piernas mientras su mano se perdía por dentro de sus bragas, fue un alivio saber que Jaime al menos estaría ocupado con esa chica, y dejaría a mi tía en paz.

Regresé asqueado a mi cuarto, “ese podría haber sido yo si te hubieras quedado en la fiesta”, me tumbé, y  a los minutos apareció Jaime sonriendo, no dijo nada y se acostó. Yo seguía sin poder dormir así que bajé al cuarto de mi tía, la puerta abierta que  había dejado me dejó verla, en la cama con la piel brillando con la luz de la noche, tenía el culo en pompa y un seno fuera de las mantas.

-MARTA: tú también les has oído, ¿no? – sobresaltado me di la  vuelta y  vi la figura de mi hermana en camisón.

-YO: yo no…….es que……….- me estaba volviendo un cerdo salido y temía que se diera cuenta.

-MARTA: siento si Sonia y Jaime te han despertado.

-YO: ah…no pasa nada…..¿cuando has vuelto?

-MARTA: he llegado con Sonia, pero me he ido a la cama mientras ella jugaba con ese tío, ahora está arriba durmiendo, dios, cuando está borracha Sonia ronca como un oso.

-YO: ¿no se lo ha follado? – se me escapó, era una pregunta sincera, pero  Marta interpretó como una broma.

-MARTA: no, era un mierda, no lo veras más, pero yo estoy cansada y necesito dormir, con ella en mi cuarto es imposible.

-YO: yo también tengo sueño, pero no consigo cerrar los ojos

-MARTA: jajajaja como de críos, eres un vampiro, de noche no dormías y te ponías a mi regazo hecho una bola jajaja.

-YO: no me acuerdo……

-MARTA: yo si, tendrías 6 o 7 años, me gustaba acariciarte el pelo mientras te dormías, si quieres podemos probar.

Asentí perdido, no sabia que pensar, estaban pasando demasiadas cosas en poco tiempo, nos metimos en el cuarto libre del 2º piso y me tumbé en la cama, Marta se puso como un buda y dejó recostar mi cabeza en sus piernas, se pasó 1 hora jugando con mi pelo hasta que me dormí. Al despertar estaba solo en la cama,  no sabía ni que  hora era, al llamar a alguien solo contestó Sonia, que estaba despidiéndose de un tipo, en la puerta.

-YO: ¿quien era?

-SONIA: nadie………un chico que conocí ayer, ha venido por que nos quieren invitar a una fiesta.

-YO: ¿donde están todos?

-SONIA: tus padres y Jaime han ido a la playa con tu tía, tú hermana esta dándose una ducha, ¿que tal ayer? Me lo pasé genial pero te perdí la pista.

-YO: no sabría que decirte……- nunca mejor expresado.

-SONIA: déjate de ir de puntillas, ve y disfruta de lo que quieras, para eso son las vacaciones – se acercó de frente y me besó en el cuello haciéndome reír, antes de alejarse piso arriba.

Me di una ducha y desayuné, no sabia a donde ir así que esperé a mi hermana, que bajó envuelta en una toalla y secándose  el pelo, Sonia estaba esperándola para salir de nuevo, me invitaron a ir con ellas, pero no hubo manera, me sentía tonto en compañía de aquellos chicos, así que me quedé en casa solo unas horas, hasta saqué los libros de texto de algunos trabajos que tenia que hacer. Me fui abajo al salón ya que, pese al lujo, solo hay  aire acondicionado allí, el resto de la casa dependía de la brisa del mar, y  a  determinadas horas era insoportable estar en los cuartos de los pisos superiores, al igual que a otras el aire y la falta de protección dejaba helada la casa. Pasadas unas horas escuché ruido en la puerta, y por algún motivo, me escondí.

-SARA: ¿HOLA? ¿HAY ALGUIEN EN CASA? – gritaba repetidamente.

-SEÑOR: vamos, necesito divertirme.

-SARA: espera que miro – repasó cada cuarto, todo menos los balcones, donde me encontraba.

Subieron a su cuarto y pude ver con cuidado como un tipo alto y fornido, de unos 40 años y demasiado bronceado,  la seguía por el cuarto. Ya estaban desnudos cuando me “instalé”, Sara sonreía mientras se dejaba acariciar, la polla del tipo, con la luz de sol y totalmente dura, resaltaba, aunque tenía la impresión de que no era tan grande como la mía o la de mi padre. Mi tía se tumbó en la cama abriéndose de piernas,  una leve mata de pelo moreno apareció, tumbó al hombre en la cama y comenzó una felación como la que me hizo a mi, pero  duró más de 4 minutos, de hecho su polla pareció endurecerse hasta que Sara lo cabalgó, casi sentí como la atravesaba, y el alarido de Sara lo denotó.

-SARA: ¡vamos imbécil, fóllame de una vez ¿o lo tengo que hacer yo todo?!

-SEÑOR: jajaja eres una guarra  de cuidado, te voy a follar tanto que te vas a volver loca.

-SARA: ¡ohhhh si……..fóllame…………dios! - el hombre se movía y mi tía vibraba con él.

-SEÑOR: ¿sabes?, me encanta follarme a desconocidas

-SARA: ¡cállate y dame fuerte, ayer me quedé con ganas! – eso me dolió más que verla montando a otro.

Pasaron muchos minutos en que el hombre se deleitó con mi tía, cambiaron a la postura del perrito, y luego  mi tía se recostó abierta de piernas con ángulo de 180º,  dejándose perforar mientras se pellizcaba los pezones, el hombre no aguantó tanto y se corrió dentro de mi  tía de forma salvaje, ella cogía su semen de dentro y lo lamía de sus dedos, mientras jugaban a acariciarse, era tan demencial como atrayente, y yo terminé de vaciarme de la brutal paja que me había hecho.

-SEÑOR: ¡dios!, me vuelves loco.

-SARA: no ha estado mal, ahora vístete y vete.

-SEÑOR: dame un segundo y te haré gozar – la estaba chupando un pezón con habilidad.

-SARA: ¡he dicho que te largues!, puede venir alguien y verte, no quiero dar explicaciones.

El hombre la soltó una palmada en una teta y se fue jurando en palabras inaudibles, me pasé otra hora escondido, como me sentía, invisible, perdido. Me fui a la piscina y nadé un rato, apareció Sara con gesto serio y se sentó en la orilla con los pies en el agua, con un camisón  azul claro y amplio.

-SARA: ¿que tal estás?

-YO: bien.

-SARA: oye………lo de ayer…..siento si……….es que estaba muy borracha, no me acuerdo de mucho, pero te debo una disculpa.

-YO: no pasó nada.

-SARA: no es nada personal, desde lo de mi ex ando algo……..estúpida.

-YO: te entiendo, no te preocupes.

-SARA: eres un sol de chico.

-YO: gracias…..pero ya soy un hombre, no un chico.

-SARA: claro que si – su sonrisa dulce me enamoraba a cada segundo, pero su tono fue condescendiente.Mi madre y mi padre aparecieron por detrás saludando, y entraron en casa sin acercarse.

-SARA: no les digas nada a ellos, no se como se  tomarían que bebiera de más.

-YO: descuida…..- el sonido de un chapuzón sonó detrás de mí y Jaime salió entre Sara y yo.

-JAIME: ¿que es lo que no quieres que sepan? – Sara me miró con gesto cómplice.

-YO: nada que te importe.

-SARA: eso,  jajajajaja.

-JAIME: así que esas tenemos, eh…..- se acercó a Sara y la cogió por la cintura echándosela encima, cayendo los 2 al agua, de nuevo Jaime la tenia empapada entre sus brazos, y riéndose.

-SARA: ¡que manía tienes de  tirarnos al agua! – se alejó unos pasos.

-JAIME: es que estáis preciosas con el pelo mojado, tú pareces una sirena – el camisón se empapó al instante pegándose a su piel y la parte baja flotaba subiéndose.

-SARA: eres un encanto…… - se volvieron a  juntar.

-JAIME: ¿sabes que hacen las sirenas?, bucear……..- Sara soltó un grito corto al verse por el aire y hundirse en el agua por el empujón de Jaime, que luego la agarró dejándola bajo el agua unos segundos, mientras ponía su pelvis en su trasero –…..mira como la gusta.

-YO: suéltala,  la vas a ahogar.

-JAIME: no, déjala así, quiero ver como reacciona, si sale riendo es mía, si no, que la den por culo y me busco a otra.

Esperé ansioso, los segundos parecían horas, Sara pataleaba y la sensación era de peligro, quería actuar pero también saber, Jaime se mostraba firme y casi pasado un minuto la soltó, Sara salió cogiendo aire en una bocanada enorme, y los 2 nos quedamos mirándola expectantes, se sujetó el pecho con una mano recuperando el aire, y miró a Jaime…….

-SARA: ¡eres un animal……..! - y le sonrió, Jaime casi salta de alegría, pero lo que hizo fue ir a por ella, que huyó a esconderse detrás de mí.

-JAIME: ¡ven aquí, sirena mía!

-SARA: ¡por favor, Samuel!, ayúdame…..- sus suplicas no escondían la broma, yo estaba perdido viendo como el camisón se le pegaba a los senos.

-JAIME: ¿y quien te ha dicho que él te protege?, ¿y no sea otro cazador de sirenas? – la pillé al vuelo, cogí a Sara, que se vio atrapada entre los dos, la sujeté de los brazos echándoselos hacia atrás mientras Jaime se pegaba a su pecho, de frente.

-SARA: jajaja que malos sois, 2 contra una, ¡ya podréis!

-JAIME: solo estamos jugando….. – la cogió de la nuca y la dobló por el estómago metiéndola bajo el agua, sentí su culo apretarse contra mi erección creciente, y luego Jaime se puso la cabeza  de Sara entre la piernas, Sara estaba inmovilizada y moviéndose desesperada, la iba a soltar cuando Jaime me cogió del brazo – ….espera unos segundos, si te sonríe al salir te aseguro que te la follas tú también.

-YO: ayer me la chupó…… – Jaime se sorprendió –…. no duré casi nada, estaba borracha, dice que no se acuerda…….

-JAIME: ya…….está más necesitada que una monja……anda suéltala.

Lo hice y Sara sacó la cabeza de entre las piernas de Jaime, escupiendo agua, doblada con mi polla en su culo y la cabeza a poca distancia de la cintura de Jaime.

-SARA: ¡joder, casi me ahogáis! jajajaja -  se giró y se apoyó en mi pecho para coger aire.

-YO: yo……- iba a disculparme cuando Sara saltó sobre mi, caí de espaldas y metí mi cabeza entre sus senos, me pilló desprevenido,  no se apartaba y me tenia bajo el agua agarrado, vi como su cuerpo se movía, como una teta amenazaba con salírsele del escote,  y como Jaime se colocaba detrás de ella, tratando de “ayudarme” sin perder la oportunidad de pegarse a ella, en tantos gestos que vi como su miembro se le salía de la pernera y se frotaba con los muslos de Sara.

Pasé un milenio allí debajo, hasta que me harté, quise subir pero no me dejaba, así que casi por instinto la mordí  una teta, al salir al aire las risas eran dominantes, Sara se sujetaba el pecho,  asombrada,  y Jaime sonreía.

-SARA: ¡que bruto, me ha mordido……!

-YO: lo siento…..yo…….me ahogaba…y……- me dio un manotazo suave con su sonrisa picara.

-JAIME: me encanta jugar a esto.

-SARA: jaja y a mi, sois unos piratas muy duros, yo soy débil, una flor delicada……- sus susurros casi me conmueven, se pegó a mi pecho cual mujer desvalida y la abracé, me daba igual que mi polla se doblara por la presión de su cuerpo, y por lo visto a ella igual. En un descuido trató de  volver a asaltarme, pero esta vez la cogí de la cintura y la hundí de espaldas, me rodeó, con las piernas, y la vi manotear sobre mi pecho.

La tenia sujeta de la cintura y con una mano la hundía por el vientre, el pecho o el cuello, pasaron muchos segundos y sus gestos se volvían feroces, hasta que sentí un golpe en los testículos, del dolor la solté, y me doblé sobre mi mismo, Jaime se reía mientras Sara, esta vez, vomitaba agua, para luego sonreír.

-YO: ¡me has…….!

-SARA: tú me has mordido una teta………¡en el mar no hay normas, marinero!

Al ir eso, Jaime al atacó, literalmente, la cogió de las muñecas y la arrodilló  hundiéndola en el agua, según la postura, la cara de Sara tenia que estar a la altura de su miembro, fue hábil y no la dejó respirar hasta que sin  otro remedio tuvo que  darle un mordisco a su pene, salió huyendo entre risas y la  perseguí sin creerme del todo lo que pasaba. Fue cuando mi madre apareció en escena, con los brazos cruzados se reía al borde de la piscina, con el biquini de la playa  puesto, de los nuevos más juveniles y atractivos,  era naranja y de corte deportivo, con un pareo en la cintura.

-SARA: ¡por dios, hermana!, ayuda, yo sola no puedo con estos 2.

-CARMEN: déjenla muchachos….

-SARA: ¡no seas tonta, no quiero que paren, quiero ganar! – salió del agua mostrando medio seno y con el camisón tan levantado que se le vio un tanga color naranja, la cogió de la mano y la tiró al agua.

-CARMEN: ¡nooooooooo,  el pareo!

-SARA: jajaja – se tiró al agua y emergió atacando a Jaime, era una lucha equilibrada, Jaime solo podía con ella, si ella lo permitía, y lo hacia.

-CARMEN: tú,  ven aquí ……- nadó hasta mi y trató de hundirme, su pareo era largo, y mojado le impedía moverse, así que se lo quitó, dejándome ver a mi madre en su esplendor, esos biquinis diseñados para jóvenes le quedaban de escándalo, tenia menos pecho que mi tía, pero aún así era preciosa, ahora me daba cuenta,  antes lo sabia, pero en ese momento me fijaba en ello.

Al atacarme la dejé ganar muchas veces, hasta que a la 5º la pillé de espaldas, y mi miembro la atravesó entre los muslos, metí mi mano entre sus piernas y la alcé tan alto que la saqué del agua, sonrió,  la hundí he hice lo mismo que con Sara, la dejaba hundida mucho tiempo, tanto como quería, hasta que la dejaba salir, y como su hermana, sonreía y volvía a por más. Perdí la cuenta del número de veces que sentí sus senos y su culo sobre mi piel, y la de las veces que mi polla se rozaba con ella, se me salía por la pernera de lo dura que estaba,  y pese a ello, si mi madre no paraba, yo menos.

-SARA: ahora vas a saber lo que es bueno – al girarme vi a Jaime salir del agua y a Sara atacarme, mientras soltaba a mi madre.

-CARMEN: ¡jajaja verás ahora!

Se lanzaron contra mi las 2, no sabía que hacer y aprovecharon para hundirme, tanto tiempo que el agua estaba calmada y pude ver como un labio mayor del coño de mi tía se había salido del tanga, y como el biquini de mi madre se había movido tanto que se le veía medio pezón. Aquello era demasiado, logré coger impulso  de un tirón, levanté a las 2 del suelo, las apreté una contra la otra y las hundí a la vez, dejándolas entre mis piernas,  mi madre estaba debajo y Sara de espaldas a mi a 4 patas bajo el agua, la rozaba la piel entre las nalgas,  y el movimiento por querer salir no ayudaba, comencé de forma inconsciente a masturbarme contra ella, hasta que sentí la corriente eléctrica y me corrí encima de ellas bajo el agua, las solté asfixiado, y al emerger ambas escupían agua, y se reían, fueron  a por mi, pero no podía más.

-YO: ¡tiempo!…………no puedo…..estoy muerto……

-CARMEN: ¡ohhh! con lo bien que nos lo estamos pasando……- “y yo”, pero no era solo físico, me sentía mal, avergonzado,  ni mi madre ni mi tía parecieron darse cuenta de lo que había pasado.

-SARA: jajaja creo que por hoy hemos ganado hermanita – chocaron sus manos mientras se recolocaban todo.

-CARMEN: vamos a comer.

Salieron del agua y se secaron al sol unos minutos antes de entrar en casa, yo me quedé en la piscina conmocionado de lo que había hecho. Era asombroso como Jaime había logrado ganarse tal confianza en menos de 2 días,  que yo le siguiera el juego y aún más que mi  madre y mi tía fueran tan……extrovertidas. En una situación normal jamás habría logrado meterle mano a esas mujeres, ni se me hubiera ocurrido intentarlo, pero con un simple juego de hundirse, que   parecía tan inocente, podías cogerlas una teta o que te dieran un mordisco en el paquete, y que todo fuera  normal.

La primera en caer.

Lsa siguientes semanas fue un calco, daba igual en la piscina o en el mar, los 4, Jaime, Sara, mi madre  y yo, jugábamos a hundirnos, y la temperatura subía cada vez más, me sorprendió que mi madre fuera tan permisiva, mi padre tenia razón, Sara la cambiaba, nunca pensé que fuera capaz de retorcerle los huevos a Jaime para que la soltara, ni de usar sus pechos como arma asfixiante contra mi. Por suerte, mi padre estaba perdido, no salía de casa, y si lo hacia era solo para ir a ver a los vecinos. Un día al volver de la playa nos fuimos a duchar y nos quedamos hablando Jaime y yo, mientras el se fumaba un porro.

-JAIME: ¡dios, ¿has visto como se ha puesto Sara?! le importa una mierda que se la meta entre las piernas, se deja hacer lo que sea, me ha pegado tantos mordiscos en la polla para coger aire que tengo marcas.

-YO: estaba liado…..

-JAIME: ¡ya, tú madre no se queda corta!, me ha bajado el bañador para ver si la soltaba, y al no hacerlo,  ¡te juro que me  ha besado la polla!

-YO: ¡¿estás mal de la cabeza?!, solo jugamos a sus ojos.

-JAIME: pues que juegue conmigo cuanto quiera.

-YO: ¡no seas brusco!, es mi madre.

-JAIME: a la que tú también la metes mano, no creas que no me fijo…...- me puse rojo de la verdad que era, me masturbaba a diario,  varias veces,  por culpa de los juegos con mi madre y mi tía.

-YO: ¿y que vamos a hacer? – a estas alturas era un títere en manos de Jaime, quería sexo con mi tía, y la idea de hacerlo con mi madre no me era extraña, las barreras morales se derrumbaban ante mi.

-JAIME: tenemos que ser listos, tengo que pillar a tu tía  vulnerable.

-YO: ¿y por que tú,  y no yo?

-JAIME: por que la vas a cagar, deja que la dome primero, pero tu madre no se aparta de ella.

-YO: puedo distraerla un rato.

-JAIME: no basta, tiene que estar KO, mete pastillas del mareo en su bebida al cenar, tu padre se va a dormir pronto, y las chicas se van con los de la playa,  nos vamos a quedar los 4 solos.

-YO: ¡no voy a  drogar a mi madre!

-JAIME: hazlo, o te vas a pasar 3 meses matándote a pajas como hasta ahora, solo serán una o dos para que se adormezca, yo me ocuparé de Sara.

Busqué las pastillas y obedecí, en parte por que tenía miedo de Jaime, o de que me dejara solo y perdiera aquella diversión tan rara que sentía. Pasó el día de lo más normal, y a la cena mi madre  se bebió su limonada de un trago, y nos quedamos abajo viendo la TV un rato. Todo ocurrió como dijo Jaime, mi padre se fue a dormir nada más cenar, y su sueño era profundo,  nos quedamos los 4 solos en el salón de abajo, sentados en los sofás, mi madre y yo en uno, Jaime y Sara en otro. Mi madre empezó a dar cabezazos, se acurrucó sobre  mi buscando calor y acomodo,  y se apoyó en mi pecho para quedar KO, iba con un suéter largo de fina tela que la cubría poco más allá de los muslos, me recosté de lado y ella se venció sobre mi, usándome de colchón, la zarandeaba de vez en cuando pero estaba ya dormida. Jaime me miró y le leí en la mirada que yo me tenía que “dormir” igual, como si pudiera con el peso del cuerpo  de mi madre pegado a mí, con sus pechos golpeándome con cada respiración.

Jaime era un genio, o me lo parecía, al sentarse se puso de tal forma que a Sara no le quedó otra que sentarse entre sus piernas, al pasar el tiempo ella se cansaba de mantenerse erguida y se iba ladeando hasta que estaban los 2 sentados con el pecho de Jaime pegado a la espalda de Sara, aprovechando para darla un masaje lento y calmado. Jaime iba solo con unas bermudas mientras que Sara llevaba una corta falda con vuelo y una camiseta de un solo hombro, de remate cogió unas mantas del sofá y la tapó cubriéndola desde las rodillas hasta el pecho, y tan relajada del masaje, que se dejó recostar sobre Jaime, que la rodeó con los brazos por el vientre, y la iba susurrando cosas inaudibles, la hacían sonrojarse y mirarlo hacia atrás con descaro, mientras de vez en cuando la besaba en el hombro libre de tela y de la melena rubia que le había acomodado al otro costado

-JAIME: odio estas  películas románticas, endulzan el amor y lo hacen irreal.

-SARA: no lo sabes tú bien……….y baja la voz, o los vas a despertar.

-JAIME: vale, pero es que no me imagino a hombres así, ¿su marido es tan romántico? – ahora susurraban los 2.

-SARA: mi ex marido, y si lo fuera,  no seria mi ex…..

-JAIME: si no es indiscreción, ¿por que lo dejaron?

-SARA: pues por cosas de adultos…..

-JAIME: yo soy un adulto.

-SARA: verás…….es que……el tiempo…los roces……al final la pasión se apaga y te das cuenta de que ese hombre no te hace feliz – sorbió por la nariz disimulando su tristeza.

-JAIME: no creo que un hombre no sea feliz con usted a su lado, es una belleza de mujer.

-SARA: jajaja gracias, pero era yo quien no era feliz.

-JAIME: pues era un idiota, es usted hermosa y muy divertida.

-SARA: jajaja eres muy amable, pero no me llames de usted, que me siento vieja.

-JAIME: nada más lejos de mi intención, seria un insulto – la apretó contra si, y Sara le devolvió el gesto con una mirada de refilón por encima del hombro que derretiría a cualquiera.

-SARA: eres un cielo, me estoy divirtiendo mucho, y gracias a ti   los pesares no me agobian – la acarició la cara y Jaime se quedó mirándola atónito.

-JAIME: pídame lo que sea, y la complaceré como pueda.

-SARA: por favor…¿me darías un fuerte abrazo? – se giró sobre si misma y  extendió los brazos, se fundieron unos segundos, al separarse Jaime ya no se alejó, estaban tan cerca que Sara tuvo que levantar las piernas  y pasarlas por encima de  la de Jaime, para ponerse cómoda.

-JAIME: si puedo ayudarla en lo que sea, dígamelo, soy su fiel servidor.

-SARA: ya haces mucho – le estaba acariciando la nuca jugando con el pelo de Jaime, que  empezó a vencerse hacia Sara, que sonreía dulcemente.

-JAIME: ¿puedo pedirla yo una cosa?... - Sara asintió con una sonrisa alegre - ….me gustaría besarla.

-SARA: jajaja, claro – puso la mejilla.

-JAIME: no, no me lo tome a mal, pero me gustaría besarla……..en los labios, desde el 1º día que la besé no me quito de la cabeza su sabor – Sara sonrió halagada, pero algo confusa.

-SARA: eres un encanto de niño, pero no se si….- no la dio tiempo y se lanzó a besarla, ella sonrió sorprendía, pero no se apartó mientras Jaime apretaba los labios contra ella, para justo después devolverle el beso, y cuando me quise dar cuenta sus lenguas se fundían en una.

-JAIME: dios, eres preciosa, y besas como un ángel.

-SARA: jajaja que bobo, para……pueden vernos - se había echado hacia atrás, por no se si para alejarse de Jaime, o para sentarse de frente  y recibirle mejor.

-JAIME: están durmiendo, y tu sobrino es un capullo que aunque oyera algo no se atrevería a decirlo, te deseo Sara, y se que me deseas -  se volvieron a besar, y esta vez ella le cogió del cuello y abrió tanto la boca para dejarse “violar” por la lengua de Jaime que al final un sonoro beso la cerró los ojos.

-SARA: jaja que bribón, me tienes cachonda perdida con estos juegos……. - acarició su pecho mientras le besaba el cuello.

-JAIME: pues juguemos.

La manta se bajó hasta las cinturas y pude ver lo que ocultaba, Jaime tenía una mano metida por dentro de la camiseta de Sara y amasaba un seno con delicadeza, mientras que la otra mano estaba metida por debajo del vuelo de la falda. Le quitó la parte de arriba y se dedicó a besarla las tetas que rebosaban en un sujetador  azul de licra,  lamió hasta oír gemidos de Sara que apretaba su cabeza contra sus tetas, mientras alguna vez nos  miraba de reojo, por si nos despertábamos, pero mi madre estaba KO, y yo escondido detrás de ella, lo veía todo desde la seguridad. Entones Sara se volvió a poner de espaldas a Jaime, y se tapó de nuevo, solo veía sus cabezas y sus pies, el resto era un movimiento aleatorio bajo la manta, pero tenían las cabezas tan pegadas y los gestos eran tan rítmicos que podía adivinar que Jaime la estaba masajeando un pecho con una mano, mientras la otra hurgaba entre las piernas de Sara, que en un momento dado sacó su camiseta, y después el sujetador de debajo de la manta, Jaime la susurraba cosas y besuqueaba la piel de su espalda y hombro,  ella  giraba la cara buscando sus caricias. Pagaría por tener rayos x, me conformaba con estar usando a mi madre para frotarme de forma sibilina, la sujetaba de la cintura para que no se  moviera, y apretar  su culo hacia mi, que hacia de  dique para mi brutal erección.

-SARA: ohhhh dios……..sigue…….- murmuraba con pausa.

La mano entre las piernas ya era rápida, y el ángulo de lo pies era amplio, Sara hacia fuerza para subir y bajar por el cuerpo de Jaime, mi idea fue rezar por que no se la estuviera follando ya, se le arqueaba la espalda de tal forma que la manta parecía hincharse, para luego caer a plomo, de forma que  la manta cayó de nuevo, y vi a Jaime sonreír. Una mano estaba pellizcándola un pezón rosado, magullado, totalmente duro y saliente, mientras que vi como la falda estaba del revés, y Jaime tenia la otra mano metida por dentro de las bragas, masturbando, ella estaba apoyada con ambas manos en las piernas de él, subiendo y bajando frotando su trasero con ritmo.

-JAIME: ¿te gusta?

-SARA: ¡oh. Dios….si…..me encanta…..no pares! -  Jaime la besó en el cuello y apretó tan fuerte que sonó el vacío, y tras unos segundos se separó dejando una marca clara que duró días, eso solo hizo que Sara gimiera y se retorciera de placer.

-JAIME: vamos, córrete de una vez, yo también necesito de tus caricias – aceleró tanto la mano que Sara abrió los ojos y la boca, de la sorpresa casi ni respiraba,  luego sentí como se tensaba hasta que unos minutos después su cadera dio fuertes latigazos.

-SARA: ¡madre mía, que gusto joder!

-JAIME: te toca, chúpamela – Sara soltó un bufido y le miró absorta.

-SARA: no seas grosero, te lo agradezco, pero no soy una cualquiera.

-JAIME: mujer, no me puedes dejar así -  la apartó para dejar ver su miembro totalmente duro fuera del bañador, al verla, Sara palideció ruborizándose.

-SARA: jaja, está bien, pero una paja y punto.

Le cogió la polla y volvió a taparse, mientras se besaban con pasión, la manta revelaban un gesto repetitivo, de vez en cuando  se bajaba, y al final veía como Sara le masturbaba a 2 manos mientras Jaime la pellizcaba los pezones con fuerza.

-SARA: jajaja estoy cansada, ¿puedes seguir tú?

-JAIME: yo no he parado, es injusto…..no se por que se la chupas a ese imbécil y  a mi no….- me señaló con la cabeza, quise matarlo.

-SARA: ¿te lo ha dicho?, ¡dios que vergüenza!, por favor no lo digas, estaba borracha……..- borracha si, pero se acordaba, me había mentido.

-JAIME: claro que si, es un mierda, en cambio yo te doy lo que necesitas, pero solo si me correspondes.

-SARA: jajajaa vale, pero ni una palabra.

Se dejó caer hasta ponerse de rodillas y lamió su glande un par de veces, Jaime se recostó como el líder de una manada y dejó que empezara a comérsela, Sara usó  la manta de escudo y se tapó ella sola,  aunque era ridículo ver el bulto de su cabeza subir y bajar en la pelvis de él, cualquier a que mirara sabia que pasaba, con  manta o sin ella. Jaime me chistó y me asomé, su gesto de OK con el pulgar me enfureció, luego me dijo que mirara bien.

Le quitó la manta de la cabeza, y le ayudó apartándola el pelo rubio, haciéndola una coleta con la mano, no hacia falta guiarla, se la comía con devoción, hasta que Jaime le cogió la cabeza con ambas manos y  se puso en pie, sin sacarla de su boca empezó a follársela, tal cual, usaba su cabeza como un melón al que embestía, el sonido de ahogarse era claro, y la saliva brotaba de su miembro, poco pudo hacer Sara salvo dejarse penetrar la boca como si fuera su coño, y al rato Jaime se vació en su boca, sin pedirla permiso o avisar,  se sentó en el sofá sonriendo, mirando a Sara, de rodillas con la cara llena de babas y semen, pero no sonriendo menos.

-JAIME: eres un regalo del cielo.

-SARA: jajaja que bestia eres, me has hecho daño – le limpiaba la barbilla con el dorso de la mano.

-JAIME: lo siento, es que me pones a 100.

-SARA: no pasa nada, pero tienes que tranquilizarte, esto no puede pasar  más.

-JAIEM: ¿como?

-SARA: si, ha sido peligroso, pueden vernos.

-JAIME: el único que tendría huevos a decir algo seria tu cuñado, si tenemos cuidado de que no nos vea podemos hacer lo que queramos.

-SARA: no es solo él, mi hermana y el pobre Samuel…..

-JAIME: no hemos hecho nada malo, pero si lo deseas no volveré a tocarte.

-SARA: NO, no es eso…- gateó hasta su regazo.

-JAIME: pues no soy de piedra, si te tengo cerca pasará esto, y lo sabes.

-SARA: está bien…..pero ten cuidado – Jaime sonreía de forma diferente cuando lograba que alguien hiciera lo que él quería, pensando que era idea suya.

-JAIME: ven aquí, mi sirena – la cogió de la mano y se la subió de rodillas encima, besándose con lentitud, mientras Sara se quitaba los restos de la cara.

-SARA: vístete, se van a despertar y no me pueden ver así.

Lo hicieron y se fueron a ducharse, yo solo pude quedarme abrazado a  mi madre y rogar por que no le hubiera manchado la blusa con mi semen de tanto rozarme, al par de horas mi madre se despertó algo desorientada, y la tuve que ayudar a acostarse, al ir a mi cuarto Jaime estaba en la terraza, fumando un porro.

JAIME: ¿has visto? Dios, es más puta de lo que pensaba.

-YO: está deprimida y se siente sola.

-JAIME: como quieras………ya está en mi mano, solo es cuestión de tiempo que me la folle.

-YO: ¿y yo?

-JAIME: tú cierra la boca y espera, no hagas nada ni digas nada, como si no hubiera pasado, como lo jodas te mato, ¿me oyes?

-YO: no me gusta que me faltes al respeto, le dices que soy imbécil y un mierda.

-JAIME: por que lo eres, la tienes en tu casa y no haces nada, menos mal que he venido, le hacia falta una buena polla y un hombre de verdad, tú no lo eres.

-YO: eres un capullo – me fui de allí ignorando sus palabras, al bajar vi a mi tía metida en la piscina, y me acerqué con curiosidad, estaba metida en el agua apoyada en la pared, con un biquini negro y diminuto.

-SARA: hola Samuel, ¿has ……dormido bien?, la película era horrible…….

-YO: yo……….como un tronco……

-SARA: me alegro, yo estaba algo acalorada y me he salido a refrescarme.

-YO: ¿estás bien?

-SARA: genial, mejor que en mucho tiempo…….- su sonrisa picara me acaloró las mejillas - ….ha sido una gran idea venir.

-YO: si puedo ayudarte en algo…..- metí ficha.

-SARA: muchas gracias amor, pero no necesito nada ahora mismo, salvo tu compañía, si me haces el honor – con un gesto me invitó a  meterme en el agua, lo hice con calma, nadó hasta mi y me abrazó con dulzura, sentí sus senos en mi piel, con los pezones aún duros de la excitación,  y su olor a cloro y mujer saciada.

-YO: ¿a que viene esto?

-SARA: eres un gran chico, y quiero que lo sepas, se que Jaime está acaparando mi tiempo, pero  siempre serás mi favorito – era un crío a sus ojos, y quería prepararme ante lo que se acercaba, me pellizcó la mejilla y me besó tantas veces en el carrillo que me dio vergüenza ajena.

Nos pasamos media hora haciendo el bobo en el agua, pera luego volver a casa, me metí en la cama y soñé con que era yo quien destrozaba la boca de Sara a golpes con mi pelvis, pero no lo era, y el amanecer me dio de bruces con la realidad. Jaime me azuzaba para ir a la playa con mi madre y mi tía, mi padre  dormía, así que los 4 de siempre fuimos al mar. Mi tía seguía levantando pasiones con un  biquini anaranjado y de medio culo,  pero era mi madre la que me sorprendía, se presentó con un biquini rojo pasión, tan escueto que apenas le tapaba nada, Jaime le dedicó mucho tiempo en dar crema y luego en el agua jugamos un rato a hundirnos, hasta que Sara y Jaime se separaron, y mi madre tiró de mi un poco para alejarnos de ellos.

-CARMEN: déjales un rato a solas.

-YO: ¿por que?

-CARMEN: Sara está recuperando su sonrisa, Jaime la está ayudando, y no quiero que se estropee.

-YO: pero Jaime es …….- mi madre me acarició la cara - ….mamá, tengo que decirte algo, pero…….no se si………

-CARMEN: cariño, soy tu madre, y te quiero, puedes decirme lo que sea.

-YO: es que Jaime…..

-CARMEN: ya lo sé, es un poco bala perdida, pero es bueno que esté aquí, te hace ser mas abierto a ti también.

-YO: ya, pero es que mi tía…..y él……..

-CARMEN: no tienes que tener envidia de sus atenciones, Sara lo está pasando mal y solo coquetea con él…..

-YO: no es solo eso……..han estado ……ya sabes……antes – me miró confusa.

-CARMEN: seguro que son cosas tuyas…….no te preocupes, todo va bien.

-YO: pero mamá……

-CARMEN: tienes que dejar de pensar así, y divertirte tú, como cuando jugamos – increíble, tan abnegada era que se cegaba ante la evidencia.

-YO: pero es que estos juegos…….yo………

-CARMEN: ¿te refieres a los roces y eso?

-YO: es que…….alguna vez……..

-CARMEN: son cosas normales hijo, eres ya un hombre y esas cosas pasan, una erección no es nada malo – me alegraba que lo dijera ella, a mi no me salían las palabras.

-YO: pero no por que esté jugando contigo – me cogió de la cara, estaba rojo y su biquini minúsculo me la estaba poniendo dura.

-CARMEN: no pasa nada amor mío, hasta me siento halagada, que tú y Jaime,  tan jóvenes, os pongáis…….contentos con nosotras, es dulce.

-YO: es raro….

-CARMEN: puede, pero es un precio bajo por verte reír,  creo que te cuesta demasiado tener interacciones con los demás.

-YO: no soy  muy afable, lo sé  – me dio otro abrazo y apretó contra mí, sentí su cuerpo pegado a mí y sus labios besándome en la cara.

Quise insistir, buscar apoyo contra Jaime, pero si mi madre no venia maldad en aquello, ¿por que iba ha hacerlo yo?, Jaime y Sara jugaban a algo, se les veía de lejos, pero no a hundirse, aunque parecían divertirse, por la postura casi diría que la estaba masturbando en mitad del mar, al salir del agua Jaime le soltó varias cachetes en el culo a Sara, cada uno más fuerte que el anterior, Sara  se reía después de sisear con cada golpe, al juntarnos mi madre les preguntaba.

-CARMEN: ¿que tal el baño?

-SARA: muy relajante…….- dio un golpe de cadera a Jaime que volvió a azotarla, tan fuerte que sonó un eco y Sara gimió.

-CARMEN: ¡que bruto jajaja! – Jaime la sonrió, mientras Sara se frotaba el culo escocida, ¡y le soltó un cachete a mi madre!,  que dio un saltó, y sonrío coqueta, sorprendida.

-JAIME: tengo dos manos, tenga cuidado……

-CARMEN: ¡jajaja que trasto! – se retorció para ver la marca de la mano de Jaime en su nalga, y Sara tenia otras cuantas, al tumbarse boca abajo las vi bien, y Jaime me dio un palmada tan fuerte en la espalda que del dolor me doblé.

-JAIME: no seas nenaza, y ayuda a tu madre a echarse crema – deshizo el nudo de la espalda del biquini de Sara y se pasó 10 minutas frotándola con calma, yo hice lo mismo con mi madre, que ni se inmutó al soltarla las lazadas.

-CARMEN: uffff,  que buenas manos tienes hijo…….deberías darme masajes más a menudo - desde el principio del verano Sara me pedía masajes en los pies y la espalda, ya tenia cierta maña.

-SARA: te dije que  hace maravillas con las manos.

-JAIME: no es el único – Sara tosió ante su osadía, pero mi madre,  cándida, lo entendió mal.

-CARMEN: ¿ah si? Prueba tú, a ver si le mejoras…..

Le faltó tiempo para apartarme de mi madre  y ponerse de rodillas en sus muslos, con el culo en 1º plano, y empezar a frotarla, mi madre ronroneaba pasados  unos minutos, sin darse cuenta de cómo Jaime amasaba su culo con la pelvis con cada vaivén.

-CARMEN: la verdad es que tampoco lo haces mal jajaja.

-JAIME: será un placer darle un masaje siempre que quiera – hasta eso me quería arrebatar.

-SARA: ¿me tengo que poner celosa? – la sorna llevaba algo de certeza.

-JAIME: como he dicho, tengo 2 manos……..- y el muy cabrón le dio otro azote a mi madre en la otra nalga, hizo moverse su piel en una marea excitante, mi madre se sobresaltó alzando el cuerpo y dejándome ver sus pezones, eran diminutos y oscurecidos.

-CARMEN: ¡ah bestia!, jajajaja ten cuidado – se tapó con rapidez los senos con una mano mientras con la otra se frotaba con energía el culo.

-JAIME: jajaja lo siento, es que tiene un cuerpo increíble.

-CARMEN: eres un zalamero, anda y échate crema, que te vas a quemar.

No obedeció, pese a los 45º  del medio día, hasta parecía querer quemarse. Una vez secos, regresamos a casa a comer, Jaime y yo caminábamos por detrás viendo a las 2 mujeres caminar en biquini y con la marca de las manos de Jaime en sus traseros. Sonia y mi hermana seguían perdidas con el grupo de amigos que habían hecho. La presencia de mi padre nos tranquilizaba a todos, Jaime dejaba de ser el “bribón o trasto” y se convertía en el yerno perfecto,  creo que mi padre preferiría tenerle a él como hijo. Por la tarde nos quedamos en la piscina mientras mi padre y mi madre se echaban la sienta, pero algo me decía que podrían estar follando. Sara y Jaime compartían asiento mientras yo leía un libro.

-SARA: jajaja de verdad que me duele el culo, ¡eres un animal!, mira las marcas que me has dejado……- se ponía en pie, levantando el camisón y mostrando su culo enrojecido.

-JAIME: lo siento, es que los porros me ponen un poco tonto.

-SARA: ¿fumas porros?

-JAIME: marihuana, de hecho me fumo ahora uno – y de un petate sacó uno bien largo, ante la mirada de Sara, lo encendió y le dio varias caladas, echándole el humo a la cara para hacerla rabiar.

-SARA: que bien huele, hace tanto que no la pruebo…….

-JAIME: ¿fumabas?

-SARA: claro, en el instituto,  lo dejé al casarme…………..¿me darías  una calada? – Jaime sonrío y le ofreció el porro, lo cogió con elegancia y mirando de reojo, le dio varias caladas.

-JAIME: hey, más despacio, que es mierda de la buena….- Sara tosió al echar el humo, con una medio carcajada.

-SARA: jajaja es fuerte, ¿tú fumas Samuel?

-YO: no.

-JAIME: no paro de ofrecerle, pero se niega, se cree mejor que yo…….

-SARA: haces bien Samuel, esto no es bueno…..- y le quitó el porro de nuevo a Jaime para darle varias caladas.

-YO: ya veo…..- apartó la nube de humo con la mano con rapidez, no supe por qué hasta que mi madre apreció de la nada.

-CARMEN: ¿que hacen? – Sara sonreía y Jaime pretendía esconder el porro.

-JAIME: nada, charlando……..

-SARA: y fumando………marihuana……..- Jaime soltó un chorro de aire y la situación se pauso por un instante.

-CARMEN: pues que no se entere mi marido, que nos ahorca a todos – se sentó a mi lado y le rozo la pierna a Sara, se miraron complices.

-SARA: ya se que lo dejé,  por unas caladas no pasa nada….

-CARMEN: estabas muy rara cuando fumabas.

-JAIME: ¿y usted fumaba?

-CARMEN: ¿yo? jaja ni loca, algún cigarro, yo era de beber….. – Jaime le ofreció el porro a mi madre, se quedó mirando curiosa.

-JAIME: pruébalo.

-CARMEN: no se si está bien…….

-SARA: venga mujer, que estamos de vacaciones.

Timorata, lo cogió y le dio una calada, puso cara de asco, y le dio otra antes de devolvérselo a Jaime, una serie de sonrisas fueron subiendo de nivel hasta que los 3 se reían sin un motivo, se pasaban el porro, y luego otro, hasta que se hico casi de noche.

-CARMEN: me mareo un poco…..

-JAIME: esa es la idea,  me tira la espalda y así se me pasa.

-CARMEN: normal, te habrás quemado por no ponerte crema.

-JAIME: ¿alguna buena samaritana que me ayude a echarme crema?

-SARA: yo misma, pásate por mi cuarto luego……….y te ayudo - de nuevo Jaime y su golpe de genio, ya tenia excusa para meterse en su cuarto.

-CARMEN: la verdad es que me viene bien, me duele el culo jajajaja.

-SARA: ¿a ti también? Mira como me ha puesto este bruto – se quitó el camisón quedándose en biquini, girándose mostrando el culo, las marcas eran menos visibles,  pero allí estaban.

-CARMEN: pues mira yo – hizo lo mismo, pero solo levantó el camisón, mostrando el trasero, y apartando la nalga de sus bragas, la 1º mano casi no se veía, pero la 2º era como un calco perfecto, las 2 se tocaban y se frotaban con alegría ante mis ojos.

-JAIME: es que no puedo evitarlo – se puso en pie y azotó a Sara otra vez, apretando sin apartar la mano en su culo y besándola en la mejilla.

-CARMEN: jajaja, se agradece – al oírlo, con la otra mano, la giró y la dio tal azote que mi madre se puso de puntillas arqueando la espalda.

-SARA: ¡que la vas ha hacer daño! – mi madre se giró boquiabierta, le dio un manotazo tierno en el hombro mientras se apretaba la nalga al rojo vivo.

-CARMEN: no pasa nada boba, estoy bien – lo aparentaría, pero se apretaba tan fuerte el culo que debía de dolerla.

-JAIME: ¿nos vamos al agua? – y cogiendo de la cintura  a Sara la alzó hasta tirarse a la piscina, y comenzaron a retozar, mi madre me cogió de la mano y me llevó al borde de la piscina, quitándose el camisón, me rodeó con sus brazos y nos dejó caer al agua.

Nos pasamos 2 horas jugando a calentarnos, Sara ya ni venia a por mi, Jaime la tenía colmada de todos los mimos que necesitara. Mi madre en cambio se mostraba atrevida y osada, sentía sus muslos en mi miembro y sus pechos en la cara de forma constante, la veía frotarse el culo y con un gesto hábil se lo agarré masajeando, cosa que agradeció con una sonrisa amable. Empezaba a darme igual que fuera mi madre.

Al cenar las chicas aparecieron, Marta y Sonia, apenas una hora, se ducharon y salieron vestidas con trajes de noche, Sonia destacaba con un escote que se sostenía de milagro con un vestido azul claro,  mi hermana estaba vestida de blanco con una diadema de flores, parecía un hada del bosque. Al irse, mi padre y mi madre se fueron a pasear, y yo me quedé en casa, Sara se subió a su cuarto y al rato Jaime la siguió, no había que ser un letrado para saber que pasaría algo, salí corriendo a ver que pasaba por la escalera exterior.

Era de noche cerrada,  subí a hurtadillas al balcón y vi como Jaime se estaba quitando la camiseta, estaba algo rojo pero nada que un día de cremas no subsanara,  se tumbó boca abajo y Sara le repasó el cuerpo entero, luego se tumbó a su lado y jugueteaban a acariciarse, se fumaron otro porro y las caricias subieron de nivel, hasta que Jaime metía su mano entre los muslos de Sara, la comía la oreja hasta que asintió, y la desnudó en un abrir y cerrar de ojos, mientras Sara apuraba el porro. Jaime se metió entre sus piernas,  lamía y besaba su entrepierna,  se retorcía cuando besaba su clítoris, pasados unos minutos Jaime subió por el cuerpo de Sara, lamiéndole las tetas y la susurró algo al oído, ella asintió otra vez, mientras le daba la última calada a Jaime, que embistió con la cadera y penetró a Sara. Se dobló de gusto, y mis temores fueron realidad, Jaime se estaba cepillado a Sara. Yo buscaba como masturbarme sin delatarme,  mientras no apartaba la vista del cuerpo vibrante  de Sara, recibiendo golpe tras golpe rebotando con más energía cada vez, eso me mató y me saqué la polla para machacármela fuertemente. Mientras Jaime la pellizcaba los pezones, ella se masturbaba el clítoris durante el  asedio, se abrió de piernas hasta rodearle con ellas y aferrarse a su nuca para gritar en silencio. Me corrí apenas 5 minutos después, Jaime duró unos minutos más, con mucho mejor ritmo  que el desconocido que se la cepillo al 2º día, luego   dejaba que Sara hiciera el trabajo con giros de cadera mientras él no se movía.

-SARA: ¡vamos cabrón, fóllame!

-JAIME: ruégalo.

-SARA: no seas crío, ¡fóllame ya!

-JAIME: o lo ruegas o te quedas como estás.

-SARA: ¡fóllame, te lo ruego, métemela y hazme vibrar, por favor!

-JAIME: si lo pides así……

Embistió, de nuevo,  y hasta la cama se movió, al hacerlo Sara se alzó abrazándolo y dejó que él llevara el ritmo de cada acometida, una y otra vez, hasta que el sonido de sus sexos era atronador, se besaban y se daban cachetes o bofetadas leves. Jaime se separó y se sentó en el borde de la cama, Sara acudió dócil y le montó de rodillas, esta vez ella dominó y Jaime gozó lamiéndola un pezón cuando el vaivén se lo permitía, le metió un par de dedos en la boca, y ella los chupó, luego bajó la mano a  su ano y lo acarició, apretando hasta que entraron un dedo tras otro, eso hizo a Sara gemir y gritar poseída, le daba igual todo, ya estaba vibrando como deseaba,  Jaime, y no yo, la había llevado allí, ya era suya, y a fe que durante 10 minutos follaron como animales. Jaime se corrió tan fuerte que Sara salió disparada,  acudiendo  a chupar el semen caliente que aún brotaba, guiada por una mano de Jaime en la nuca.

-JAIME: ¡dios, follas como una diosa!

-SARA: para ser tan joven, no lo haces mal – un forma suave de decir que la había vuelto loca.

-JAIME: aún no has visto nada, me gusta tu culo, ponte a 4 patas.

-SARA: jajaja ¿serás capaz?......- otro azote la sumió en la lujuria, se puso sobre la cama a 4 patas y Jaime hundió su lengua en su coño, y su ano, se pasó unos minutos haciéndola gemir mientras ella se acariciaba el clítoris.

Para entonces, Jaime ya la tenia como una piedra, de nuevo una buena visión me dejó ver que aunque el acompañante de mi tía iba bien armado,  la mía era mejor, o eso me parecía, más ancho al menos, aunque el escuálido cuerpo de Jaime resaltaba su miembro y no ayudaba a la comparación. Jaime apretaba contra su ano, y  se la metió lentamente por el culo a mi tía, yo ya iba por mi 2º paja, y no podría creerme como rebotaba la piel de su culo ante cada golpe.  Sara mordió una almohada para acallar unos gritos que se oían pese a ello,  y cuando  estaba dándole más fuerte, mi tía se dobló, arqueó la espalda y soltó un alarido animal, Jaime se separó y metido 3 dedos en el coño, con una velocidad terrible,  vi como un chorro salía  de Sara, que de inmediato echó el culo hacia atrás para volver a ser empalada. Jaime la azotaba tan fuerte que tenia la mano roja, la cogió del pelo como las crines de un caballo, hasta que se corrió dentro de su culo y se venció sudando sobre la espalda de Sara, que estaba jadeando y riéndose.

-JAIME: ¡madre mía, que culo, que animalada, que mujer!

-SARA: jajaja, gracias, echaba de menos  buen sexo anal, uffff gracias, te compensaré con creces.

-JAIME: guarda tus compensaciones, vamos a follar a diario, ¿me oyes?, ni loco te dejo escapar.

-SARA: es peligroso, si se enteran…….

-JAIME: no lo harán, somos listos, podemos hacerlo sin que se enteren – la metía una mano entre la piernas y cogió restos de mil cosas, se los hizo chupar cuando se dio la vuelta, y quedaron cara a cara, el rostro de mi tía era un puzzle desecho, pelo alocado, restos de rímel corrido y pintalabios por la cara.

-SARA: jajaja como negarme……

Los dejé jugando a besarse y vestirse, al bajar vi a mi madre dormida como un tronco en el sofá de abajo, no pude evitarlo y me tumbé a su lado, de forma inconsciente se abrazó a  mi  y me dejó su culo ofrecido, lo cogí con firmeza mientras me frotaba con ella, Jaime apareció y me vio, susurrando me decía que todo iba bien, y se fue a darse una ducha, a los pocos segundos vi la sombra de mi tía, y fingí dormir separándome de mi madre, debió de asomarse para asegurarse que no habíamos oído nada, y se fue. Me quedé dormido y fue mi madre la que me despertó por la mañana.

-CARMEN: ¿que haces aquí?

-YO: nada, te quedaste dormida abajo, y aquí me he quedado, ¿y tú?

-CARMEN: puf…..que sopor……..no se que me ha pasado, estaba tan cansada…….- evadía la respuesta, no era la 1º vez que mi madre dormía lejos de la cama de mi padre por alguna bronca de las que nunca hablaban.

-YO: ¿ya estás mejor?

-CARMEN: como nueva, ¿vamos a la piscina?, me apetece jugar…..- me dio un beso en el pecho y se levantó, no podía dejar de mirar el culo de mi madre, era increíblemente bonito.

-YO: ahora voy – subí a mi cuarto a ponerme el bañador, donde Jaime estaba tumbado cogiendo aire.

-JAIME: me ha dejado seco, ¡que mujer!

-YO: lo he visto todo.

-JAIME: jajaja vicioso, pues ya ves, ahora tu tía es mi puta.

-YO: no es tu  puta, te aprovechas de ella……

-JAIME: y ella de mi.

-YO:  me dijiste…..

-JAIME: me da igual, imbécil, voy a follármela hasta que me canse.

-YO: eres un desgraciado, no tendría que haberte traído.

-JAIME: pues estoy aquí, mala suerte, ahora vete, necesito descansar para follarme a tu tía.

Lograba echarme del cuarto de mi casa, tenía tal poder sobre mí con sus promesas vacías que le dejaba dominarme, o puede que simplemente fuera un cobarde. Mi tía ni me respondió cuando llamé a la puerta. Al salir a la piscina mi madre estaba en el agua chapoteando.

-CARMEN: ¿y los demás?

-YO: están cansados dicen – “seguro que lo están………de follar”

-CARMEN: jaja pues tú y yo, contra el mundo.

Me metí en el agua y nos abrazamos, mi madre me leía en la cara cuando necesitaba su cariño, y lo necesitaba. No jugamos a nada, solo nadamos, pero no por ello los roces pararon,  mi madre estaba buena, ya era plenamente consciente, con  sus biquinis ya no escondía nada, y todo lo que le podría faltar de pecho lo compensaba con un culo de cine, se movía con una elegancia increíble, colocándose el escote o sacándose la goma del bañador del culo, cosas poco refinadas lograba que parecieron estudiadas.

-CARMEN: ya estás triste de nuevo……..

-YO: no puedo evitarlo, Sara está muy……….centrada en Jaime.

-CARMEN: se que la quieres, por eso debes apartarte un poco, no pienses en ti, si no en lo bien que le va ha venir a ella estas vacaciones.

-YO: pero quiero ser yo quien juegue con ella….- sus caricias en mi cara me hacían sentir aún más crío de lo que me veía.

-CARMEN: pues juega conmigo – era su solución para todo, ser ella quien se desvivía por los demás.

Luchamos un rato a hundirnos, al estar solos no me cortaba, ni ella, roces, caricias, apretones y sentir nuestras pieles en contacto,  me puso como una piedra, y ella lo debía de sentir, pero no paraba. Una de las veces la hundí tanto tiempo que me bajó el bañador, me puse rojo, ella se rió al atacarme a traición, así que me enfurecí y la levanté por el aire, de un tirón la arranqué la parte de arriba del biquini y se quedó blanca tapándose las tetas, tiré la prenda tan lejos que golpeó la pared de la casa en la terraza, y la boca de mi madre se abrió tanto que temí haberme propasado.

-CARMEN: ¡ve a por ella, ahora! jajajajja - estaba atónito, mi madre con el agua por la cintura y el torso desnudo apretándose las tetas con las manos.

-YO: has empezado tú…..

-CARMEN: Samuel, no puedo quedarme así jajja por favor, ¿y si me ven?

-YO: yo te veo, eres preciosa mamá, deberías ir así a la playa – se puso colorada, quizá más por que yo se lo dijera.

-CARMEN: ya, y tu padre me mata jajaja

-YO: la mitad de las veces no viene, por favor, me haría feliz……vértelas - puso ojos tiernos, y se soltó los pechos, dejándome grabar en la retina aquella imagen.

-CARMEN: ..…son horribles, se me han caído un poco y no es bonito, anda déjame que me ponga algo……

-YO: no, mamá, estás genial, de verdad, eres la mejor – la abracé, no me creía que aquella mujer, mi madre, con tal de agradar, estuviera enseñándome las tetas.

-CARMEN: está bien, pero ni palabra, y menos  a tu padre

Como si me fuera a creer, nos pasamos otra hora jugando, y ahora si, mordí, besé y lamí las tetas de mi madre, sin pudor, al igual que ella, se reía y se dejaba, creo que la rebeldía de aquello la atraía tanto como a  mi, salimos al sol y se tumbó boca abajo,  yo boca arriba con una erección tan clara que mi madre no apartaba la vista de ella.

-CARMEN: veo que has heredado cosas de tu padre.

-YO: ¿eso crees?

-CARMEN: también la tiene  gordita – se tapó la boca como sin creerse decirlo en alto.

-YO: pues para lo que me sirve……..

-CARMEN: ¿puedo verla?, tengo curiosidad……- ¿me estaba volviendo loco yo, o mi madre?, pero al momento tenia la polla fuera, tiesa y dura.

-YO: ¿como la………?

-CARMEN: jajaja es una buena herramienta hijo, vas ha hacer feliz a unas cuantas….deberías irte con Marta y Sonia, alguna amiga podrá aliviarte – hacia esfuerzos por apartar la vista.

-YO: no sabría ni como hacerlo, me da pánico hablar con ellas, menos ligar, aquí solo hay tontas que no me gustan.

-CARMEN: no seas brusco, estamos de vacaciones y no todos somos cerebritos como tú, también se desinhiben y parecen menos de lo que son, deberías conocer mejor a la gente antes de juzgarlas.

Esa idea rebotó en mi cabeza unas horas, en las que tomamos el sol casi desnudos, podía tener razón pero yo solo deseaba a mi tía. Sara apareció un rato después, y me pidió que la llevara en moto al pueblo, ya que necesita ir a la farmacia, sentir sus senos en mi espalda valía la pena el viaje. Quiso quedarse sola pero no la dejé, tenia curiosidad por ver que compraba, crema depilatoria, cuchillas, y con algo de disimulo la pastilla anti baby, por lo visto a Jaime le gustaban rasuradas y correrse dentro. Ella obedecía a Jaime, lo peor fue verla comprar otra caja de pastillas contra el mareo de mi madre, tenían intención de dejarla KO más a menudo.

Todo se repitió al llegar esa noche, esa y unas cuantas después, Jaime era tan educado con mi padre delante como fanfarrón sin él, empezó a azotar el culo de Sara a menudo, y el de mi madre, sin motivo, al cruzarse por la casa o al estar en la terraza o piscina. Sara jugaba, mi madre se reía, y ambas coqueteaban con descaro con aquel chico. Nos pasábamos un buen rato en la terraza antes de acostarnos, Sara se sentaba directamente encima de Jaime, mientras se fumaban un porro,  sin muchos prejuicios por la presencia  de mi madre, que les miraba con gesto alegre. Al final Jaime lograba quedarse a solas con Sara, nos íbamos todos a la cama menos él, que se iba a la de mi tía,  y follaron, les oía por que su habitación estaba debajo de la mía, y al par de horas Jaime subía exultante.

Un lobo entre corderos.

A partir de entonces, y durante 3 semanas, fue lo mismo, mi madre tratando de compensar la ausencia de Sara en nuestros juegos, mientras se dormía a menudo por las pastillas que la metían en la comida, y así mi tía follaba a todas horas cuando Jaime quería, fumaban porros y se dedicaban a buscar momentos para gozar, al principio les espiaba, llegado un punto me cansé, Jaime se ocupaba de describirme a posteriori  cada detalle de sus encuentros. Mi tía parecía en una nube, para ella era un juego inocente, por raro que fuera, mientras que Jaime se aprovechaba, la mitad de las noches dormían juntos.

Los demás iban cada uno a sus cosas, llegando al mes de vacaciones ya tenia todos mis trabajos hechos. Sonia tenia un noviete de verano al que se tiraba alguna que otra vez en casa, le costó pasarse por la piedra, por lo menos, a  4 chicos antes de dar con uno de su agrado, era increíblemente escandalosa, pero por lo visto nadie decía nada de aquello. Marta se iba al piso de abajo a dormir en la cama libre cuando Sonia estaba con él, o cuando iba tan borracha que roncaba como un marinero curtido,   yo  la acompañaba para dormir como hermanos. Mi padre no se enteraba de nada, solo dormía, comía y alguna que otra vez escuchaba como hacia gozar a mi madre, cuando se ponían serios temblaba la casa. Marta era la única que parecía mostrar interés por mí, pero se cansó de querer animarme, y empezó a disfrutar por su cuenta junto a Sonia, con chicos y fiestas. Mi madre se ocupó de que no me faltara diversión en el agua, pero por muy excitante que fuera, era mi madre.Una de esas mañanas, en que Jaime volvía  del cuarto de Sara, se me presentó enfurecido.

-JAIME: estoy hasta la polla de tu tía, dios,  me estoy cansando de ella…….

-YO: pues déjala….

-JAIME: no digas jilipolleces, no la voy ha dejar…………no sin otro chocho  que follarme.

-YO: pero mi tía……

-JAIME: folla bien, pero hasta el mejor plato de comida te cansa si te lo ponen a diario.

-YO: pues búscate alguna de tu edad……

-JAIME: ya he pensado algo así, pero Sonia está con ese tipo y tú hermana…..- cambio el rictus al verme la cara - ….tranquilízate capullo, tu hermana está buena, pero no creo que sea su tipo.

-YO: más te vale, ella no, por favor – le rogaba por que le veía capaz de todo y yo no era capaz de pararlo.

-JAIME: dios, si no fuera por tu padre me follaba a tu madre………..- sentí una punzada en el corazón.

-YO: ¡ella no, es mi madre!

-JAIME: y la otra  tu tía, y ya me he hartado de llenarla de semen, menos mal que se tomó la pastilla, si no ya tendrías un sobrino de camino jajajaja pero es que tu madre…….

-YO: mientras esté mi padre no te atreverás - era casi un alivio.

-JAIME: ni de coña, jajaja ese hombre me acojona, y tu madre es tan dócil que seguro que se lo dice nada más metérsela.

Se terminó su porro y seguimos manteniendo las apariencias unos días más, en los que me asqueaba ver como mi tía y Jaime se comportaban casi como novios, y nadie decía nada. No se si lo que me molestaba es que Sara se hubiera dejado engatusar hasta ese nivel, o que fuera con Jaime, y no conmigo, con quien se divertía.

Como suelen decir las desgracias no viene solas, 4 días después una fuerte discusión en el cuarto de mis padres nos llamó la atención de todos, que en el salón esperábamos, escuché bajar a mi padre, y verle con el traje de oficina me dio pánico.

-ROBERTO: lo siento chicos, pero os tengo que dejar, me necesitan en el trabajo.

-YO: NO – mi padre me abrazó, creía que era por que le echaría de menos, y no por que, sin él, Jaime no mantendría las distancias con mi madre.

-ROBERTO: lo siento hijo, pero son cosas de adultos, pórtate bien y cuida de todos.

-MARTA: jope papa, eres increíble, nos obligas a venir aquí, para irte……

-ROBERTO: a tu madre ya la he dejado claro ese punto,  lo siento – se fundieron en un abrazo largo, de esos que me daban envidia no recibir por parte de mi padre, pero estaba mirando a Jaime, y como se frotaba las manos.

Mi padre se despidió de todos, vendría a buscarnos cuando termináramos las vacaciones ya que nosotros nos podíamos quedar allí esos 2 meses que faltaban, nos dijo que se pasaría algún fin de semana, pero si tenia trabajo sabíamos que no lo haría, de hecho quiso llevarse a mi madre con él, pero entre mi madre que no quería irse, y yo que no quería que se fuera y quedarme solo, logramos que se quedara. Al hablar con mi madre se la notaban las lágrimas en los ojos, y una semana entera la pasó triste y llorando cuando creía que nadie la veía. Ni los esfuerzos de Jaime por consolarla la sacaron de su apatía. Pasado ese tiempo mi hermana logró hacerla salir de fiesta con ellas, irían a  la macro discoteca, con música moderna y alcohol fuerte, mi madre accedió solo por complacer a mi hermana, Jaime, Sara y yo nos sumamos en tropel.

Al salir y pasear camino a la discoteca pude deleitarme, mi hermana iba con un vestido de licra azul claro con zonas oscuras a los lados, tan ajustado como corto, y mostrando gran parte de la espalda, sin escote, apenas maquillada y con su pelo bien cuidado. Sonia no pudo evitarlo y salió sin sujetador, una osadía con aquellos senos, con un vestido amarillo chillón, un escotazo de infarto acabado en  el ombligo y vuelo hasta las rodillas, tenia que recolocarse la prenda todo el tiempo para no enseñar más de lo que se pretendía, mucho más maquillada que mi hermana, cuando a mi entender, con un colorete resaltando sus ojos verdes quitaba el hipo a cualquiera. Mi tía eligió un vestido de rayas descocado, enseñando  espalda con escote en palabra de honor, tan corto que al andar se le veían las nalgas, ceñido y con una melena rubia bien lisa, con sus gafas de diseño. Todas con tacones y arregladas, una delicia mejor la una que la otra.

Mi madre salió la 1º vez al salón con un vestido amplio y recatado, el abucheo general la hizo sonreír, y volver a vestirse, esta vez con un traje negro de tela elástica, un traje serio y sobrio, pero más actual, sin escote ni enseñando nada, solo un poco de caderas hacían que por la goma del vestido se le  subiera la falda por los muslos, con unas botas altas de tacón. Cualquier hombre mataría por esa compañía, y estabamos solo Jaime y yo, con el otro  “amigo” de Sonia. Los 3 con camiseta y bermudas, es injusto para todo el esfuerzo que habían hecho ellas por estar preciosas, pero que le vamos ha hacer.

Como esperaba, al llegar, era una macro discoteca hecha en la playa, apenas 4 verjas y una barra hasta arriba de jóvenes, música alta y un calor agobiante, no era el estilo que más podía encajar en mi madre,  se pegó a mí, ya que  tampoco  era mi hábitat. Mi madre  pidió una copa de vino y el camarero se rió en su cara, se tuvo que conformar con un mojito que habían hecho en toneles y del que, menos el ron, parecía que se habían olvidado  de poner el resto de ingredientes, incitada por Sara bebió rápido,  para cuando mi madre iba por la mitad, Sara  ya llevaba 2. Jaime no se separaba mucho de mi madre, pero se cortaba, tenia trabajo con Sara, y  Marta le huía como de la peste, que no tardó en estar acompañada por 2 chicos.

Pasaron los minutos y mientras Sara daba un recital con Jaime de vulgaridad al bailar, mi madre y yo estabamos en un lateral charlando y riéndonos, un chico tras otro venía a sacarla a bailar, y ella se negaba cortésmente, sin darse cuenta de que nadie la oía por el volumen de la música.

-CARMEN: vamos a tener que salir a bailar o no me dejarán en paz – me gritó al oído.

-YO: no se me da bien…….si me ven - me miró acariciándome la barbilla con sus dedos.

-CARMEN: míralos como bailan, si es que eso es bailar, ¿crees que les importa algo como te muevas?

El argumentó era irrefutable, así que, como si tuviera 11 años en una comunión, mi madre me sacó a bailar, y para mi sorpresa se movía alegre y resulta, era raro por que la música electrónica no casaba con sus gestos de baile clásicos, ¿pero que baile logra casar con un “chunda, chunda”?, así que la seguía con cierto ánimo, hasta que Jaime apareció en escena y me tiró a Sara encima para cambiar de parejas. Sara iba borracha, y no poco, apenas se tenia  en pie y tuve que bajarla el vestido para no ir enseñando un tanga fino de seda, se movía aletargada pero pasándome el culo por el miembro, y llevándome las manos a su cadera y su vientre.

Estaba perdido buscando a mi madre, Jaime la estaba animando más de lo que yo pude, y empezó a sonreír, le trajo otra copa y se la bebió de un trago. A la hora, y otros 3 mojitos,  mi madre parecía otra más, buscando con su cadera a Jaime y dejándose sobar. Jaime llevaba media hora con su mano en el culo de mi madre, masajeando y dándola azotes sin parar, pero  no contó con  los demás hombres del lugar, y uno tras otro empezaron a pedir un baile con ella, y cada uno se atrevía a más que el anterior, una copa, un roce en el brazo, una mano en la cadera, otra en el estomago, hasta que uno la agarró del busto, mi madre sonreía halagada, o ida por la bebida, no sabría que decir. Un mulato musculoso emergió, sin camiseta marcando músculos de ébano, me recordó a Ibaka el jugador de baloncesto, aunque no tan alto, la cogió de ambas nalgas y comenzó a golpearla con la pelvis  cara a cara, ella acarició con  sus manos en sus hombros hasta el pecho de aquel hombre,  y le dejó hacer lo que quiso. Terminó mi madre  con una pierna cogida en el aire, una mano en el culo y otra cerca del pecho, los gestos eran lentos, largos y amplios, sin separar las caderas,  casi parecía que la estuviera follando, su pelo botaba y el mulato la tenía en el aire casi colgando. Los ritmos latinos empezaron, el calor y las bebidas hicieron efecto, donde miraras había chicas siendo igual de acosadas, y un par de parejas teniendo sexo a plena vista. Sara me buscaba con los labios, creo que buscaba a Jaime,  pero solo me tenía a mí, estaba tan embriagada que se caía, así que  la cogí del culo sin escuchar una sola queja. Sonia estaba encajonada contra su chico siendo manoseada, y Marta no aparecía. Jaime estaba resignado sin mi madre, pero no por ello le faltó una chica bajita y con buen culo, montándole cual caballo al bailar.

Aproveché y metí mi mano entre los muslos de Sara, no me hubiera atrevido si no llevara 3 mojitos que no se ni como terminaron en mis manos. Mi tía reaccionó abriéndose  de piernas y dejándome palpar su vulva, caliente y húmeda, me quería susurrar algo pero no salía nada de su boca salvo el olor a ron, a la 4º canción me dio la espalda y me dejó masturbarla apretando la tela del tanga, sentí un escalofrío al tocar sus labios mayores y ella se retorció buscando con su culo mi miembro, que como una estaca se clavaba en su carne. Cogí uno de sus pechos y lo estrujé hasta hacerla gemir para luego darse la vuelta y besarme en el cuello,  al alzar la vista Sara no podía ni abrir lo ojos, me buscó con los labios y cedí, la besé, y el agrio alcohol no turbó que sus  labios se abrieron para sentir recibir  su lengua, mi mano se perdió en su culo apartando el tanga y hurgando en ella, que contestó buscando mi polla y acariciándola por encima de la ropa.

-SARA: eres un cerdo……

-YO: y tú una guarra – me enfadé con ella.

-SARA: ¡Jaime!, no me hables así……- la solté y cayó al suelo, ¡creía que era Jaime!

Busqué a mi madre, encontré a 4 chicas siendo folladas por uno, o  varios hombres, cada una, y no a mi madre. Me volví loco hasta que la encontré, el mulato la seguía desmenuzando, la tenia en volandas cogida del culo subida a su torso, abierta de piernas con sus tacones mirando al cielo,  y con un gesto muy similar al sexo, si el tío estaba tieso estaría rozándose con la prenda intima de mi madre, que se aferraba a su cuello como de una rama, se le había subido el vestido y se le veían unas bragas de encaje preciosas, me acerqué a separarlos, pero no me atreví a hacer nada ante aquel bigardo de piel oscura. Media hora viendo como el mulato casi la folla, pero en un momento mi madre me vio, y se zarandeó hasta llegar a mí.

-CARMEN: hola Samuel…….dios…….que calor…….estoy ardiendo….- el mulato la siguió.

-MULATO: perdona brother, pero la mujer está conmigo.

-YO: pero………. es que……- me callé cuando la cogió del brazo y se la llevaba, mi madre reía, pero se paró a tiempo.

-CARMEN: no, no……..que es mi hijo……. -  volvió a  mi, la abracé bajándola la falda y oliendo como apestaba a desvergüenza y sudor.

-YO: ¿estás bien? – el mulato se alejaba con mirada furtiva.

-CAMRNE: si, como nunca…….necesito……..necesito otra copa……..

-YO: ya basta de copas, vamos a casa – no es que yo no fuera borracho, pero ella aparte de bebida, parecía disfrutar.

Asintió, si la digo que íbamos a la luna lo hubiera hecho igual, me costó un mundo hacerla caminar, y el último tramo lo hizo a mis espaldas montada a caballito, con las botas en las manos, al llegar a casa la dejé en la cama, pero me pidió que la desnudara, así que le quité el vestido, quedando en bragas y sujetador a juego, la arropé y me quedé dormido a su lado.

A la mañana siguiente estaba despierto con mi madre dormida sobre mi pecho, olía a la fiesta y a  hembra, y  mi erección era clara. No quería despertarla, parecía sonreír en sueños, un rato después vi a Jaime salir del cuarto de Sara, que de refilón la vi en la cama despatarrada y con agujero en el culo como un melocotón. Jaime se asomó y me pidió que habláramos. Salí en silencio y le vi fumándose un porro en la terraza.

-JAIME: pufffffffff, que nochecita niño……..

-YO: ¿trajiste a Sara a casa?

-JAIME: me trajo ella, me la encontré en el suelo de la disco chupándosela a un tipo, cuando le dije que no era yo, me arrastró hasta aquí, y me ha tenido toda la noche follándola. ¿y tú?

-YO: traje a mi madre, estaba muy mal, un mulato casi se la lleva……….

-JAIME: ya  jajaja vaya mostrenco, luego le vi zumbándose a una, la tenia de medio metro el cabrón, pilla a tu madre y la parte en dos.

-YO:  pobrecilla, casi no bebe…..

-JAIME: ¿y te la has follado?

-YO: ¿a quien?

-JAIME: a mi tía del pueblo………. ¿a quien coño va a ser?, ¡a tu madre!

-YO: ¡que va!, ¡como voy ha hacer eso! solo la acosté, y me quedé sopa en su cama.

-JAIME: definitivamente eres imbécil,  podrías haberla hecho lo que te diera la gana.

-YO: ella no es así.

-JAIME: mira, está resentida y cachonda perdida, lo sabes como yo, ya la viste ayer de mano en mano, necesita polla, y si no se las das tú, se la voy a dar yo, mejor que un mulato desconocido……...

-YO: para, ya estás con Sara, deja a las demás o……..

-JAIME: ¿o que?, ahora no está papaito,  eres un payaso que no moverá un dedo aunque le parta el culo a tu madre en tu puta cara, me la voy a  follar,  y pronto, asúmelo.

Quise hacer tantas codas, pegarle, insultarle, echarle de casa, pero al final, agaché las orejas y me limité ha hacer el desayuno. Al subir a buscar a la gente me encontré a mi hermana durmiendo sola con el vestido aún puesto, y a Sara dándose una ducha. Sonia estaba dormida, totalmente desnuda, su amigo no estaba pero se olía que había pasado la noche allí, olía a sudor y sexo. Sonia tenía una teta fuera de las sabanas y de solo verla se me endureció, era bestialmente grande, con un pezón enorme, negro  y granulado como una galleta campestre, con todo el largo de su melena caoba rozándole la figura. Abrió un ojo y me vio de pie a su lado.

-SONIA: hola renacuajo, ¿que haces?

-YO: nada…..yo solo venia……el desayuno, ¿quieres algo?

-SONIA: dios…...me da vueltas todo, algo que meter en el estómago……por favor - se puso en pie sin importar ir totalmente desnuda, vi como iba rasurada y como se metía en la ducha sin cerrar la puerta.

Bajé a terminar el desayuno, la casa parecía una residencia de universitarios un sábado por la mañana, caras largas, cansadas y sonrisas leves,  y como cuenta gotas aparecieron todos, comieron y salieron a la terraza. Mi madre fue la última, ya casi al medio día, bajó con una bata de seda, mostrando el sujetador, sin apenas cerrar en una lazada en la cintura, al verme sonrió y se abrazó a mi espalda, devorando media tostada y un zumo.

-YO: ¿como estás?

-CARMEN: bien, uffff algo abrumada, pero me divertí mucho ayer……aunque espero no haberme pasado, no recuerdo volver a casa, solo estar acostada contigo.

-YO: ya….es que….bueno…..estabas muy mareada,  te traje a casa, y me dormí a tu lado……espero no haberte molestado.

-CARMEN: ni mucho menos hijo, eres todo un caballero, si hasta me quitaste el vestido, eres un sol, pero podrías haberme quitado el sostén,  es incomodo dormir con él, además,  agradezco una cama cálida a una solitaria…..…ahora que no está tu padre…….necesito alguien a quien abrazar, me siento un poco sola sin él.

-YO: claro….pero te divertiste, ¿no?

CARMEN: jajaja si,  muchas gracias, y tengo un hijo que es un santo – su dulce abrazo me reconfortó, pero Jaime era implacable, no me concedía nada, apareció detrás de mi madre, y la levantó la bata para azotarla el culo.

-JAIME: hola Carmen, ¿como se encuentra? Ayer la vi muy alegre……. – mi madre se giró sonriendo y dejándose caer sobre su pecho.

-CARMEN: uf……..es que hacia mucho que no salía.

-JAIME: pues se mueve de cine, me quedé con ganas de bailar con usted…….- “por que el mulato te la quitó”

-CARMEN: ¿de verdad? no me acuerdo de mucho, pero la próxima te reservo un baile – se puso de puntillas para besarle la mejilla, y Jaime la volvió a azotar.

-JAIME: será un placer - mi madre se alejó con un medio salto de alegría hacia la terraza, Jaime se lamía la mano con que golpeó el culo de mi madre, estaba solo con el bañador y me miró con sorna.

-YO: déjala en paz.

-JAIM E: jajaja esto no ha hecho más que empezar.

Salimos a la terraza, estaban todos, sentados en las hamacas o en el césped, con caras de agotamiento y sopor, Jaime se sentó con Sara, que estaba tomando el sol  y yo al lado de mi madre, escoltándola.

-MARTA: puf…….no vuelvo a beber en mi vida, ¿que mierda nos dieron ayer?

-SONIA: no lo se, pero no me acuerdo de nada jjajjaa

-SARA: el   mojito es malísimo, no veas como sube.

-JAIME: pues yo me lo pase bien…….

-CARMEN: y yo, me gustó mucho, ¿sabéis si van a volver ha hacer alguna de esas fiestas este verano? – la miramos casi todos confundidos.

-MARTA: mamá, esas fiestas son todas las semanas, de jueves a domingo, cada día ……- mi madre soltó una carcajada enorme.

-CARMEN: ¿entonces hoy hay otra?

-SONIA: y mañana, y la semana que viene más.

-CARMEN: ¿y podemos ir?

-SARA: jajajaja ¿te quedaste con ganas de más,  hermana?

-CARMEN: un poco, me sentí bien y me gustaría……

-MARTA: míranos mamá, estamos rotos.

-CARMEN: está bien, descansemos – la tristeza en su cara era clara, pero mi madre nunca discutía con nadie, ella se amoldaba a los demás, Marta me miró, y ambos sabíamos que ella quería ir.

-MARTA: no se, podemos ir……….si quieres……

-JAIME: eso, ¡a romper la noche!

-SARA: estáis locos.

-SONIA: puffffff yo…….. si vais, me apunto.

-CARMEN: ¡bien, pues esta noche fiesta!…– se puso en pie y abrazó a Marta –…. voy a hacer la comida, tenemos que coger fuerzas…..- salió disparada hacia casa.

-SARA: no sabéis lo que habéis hecho, ahí donde la veis es un peligro en las fiestas….de joven no se perdía una.

-SONIA: por favor………- la condescendencia y su incredulidad eran claras.

-JAIME: entonces vamos todos, ¿no?

-YO: claro – no pensaba dejarla sola visto su comportamiento.

La comida fue copiosa, cuando mi madre estaba feliz se convertía en una cocinitas, nos pasamos gran parte de la tarde durmiendo para cargar las pilas, aunque a las 5 de la tarde ya estabamos todos en pie, en el salón,  con ganas de marcha.

-SONIA: ¿y que hacemos hasta las 10 que empiezan?

-JAIME: podemos jugar en la playa.

-SARA: ¡si, que gran idea! – todo lo que hacia, decía o pensaba Jaime, era oro para ella.

-CARMEN: por mi perfecto, siempre que vengamos con tiempo para arreglarnos, quiero ir bien mona.

-MARTA: vale, ¿pero a que jugamos?

-JAIME: de eso nos ocupamos nosotros… – me cogió del hombro –… id a la playa, en un rato vamos.

Me arrastró hasta el supermercado del pueblo, donde compro 4 packs de 24 latas de cervezas, hielo y una baraja de cartas, al llegar a la playa estaban todas esperándonos, todas en biquini,  mi madre y Sara  con un camisón, Sonia con unos shorts vaqueros desabrochados y una camiseta blanca desgastada encima,   Marta en cambio solo iba con la parte de arriba del biquini y   una  minifalda blanca,  Jaime y yo con bañador y camiseta. Pese a preguntarle Jaime no me dijo nada del juego, nos sentamos en circulo dejando la nevera  cerca, hasta arriba de hielos y latas.

-JAIME: bien, esto va así, repartimos 1 carta a cada persona, quien tenga la de menor valor, tiene que pagar bebiéndose de un tirón una lata de cerveza, y  luego puede elegir verdad, atrevimiento o una prenda.

-SARA: ¡jajaja que divertido!

-MARTA: ¡que cabrón!, podrías haber avisado…….- se habría puesto más ropa de saberlo,  su biquini era  una obra de ingeniería que contenía sus senos de forma perfecta.

-SONIA: no me voy  a despelotar…..

-JAIME: eso es solo si pierdes, además puedes elegir, pero tenemos que jugar bien, tienes que elegir que quieres  antes de que se te diga nada, pagas prenda y te libras, pero si eliges atrevimiento, no te puedes negar a lo que digamos, y si es verdad,  tienes que ser sincera.

-CARMEN: ¡por mi bien!

-YO: esto…….- me dio una palmada que me dejó mudo, el resto asintió.

-JAIME: comencemos… – repartió cartas y perdió Jaime, que cogió un lata del revoltijo de hielos en la nevera portátil y se la bebió de un trago – …ahora decido, y elijo verdad.

-SARA: ¿y que te preguntamos?

-MARTA: ya sé, ¿fumas marihuana?

-JAIME: si, y mucha jajaja – el resto se lamentó, era algo casi de dominio publico, volvió a repartir, y perdió Sonia, que se bebió una lata sin pestañear.

-SONIA: elijo atrevimiento.

-YO: puedo…. – pretendía anticiparme.

-JAIME: quiero que te bañes en el mar tal como estás – Sonia le miró confusa, y ante la apatía del resto, lo hizo, regresó calada marcando sus enormes tetas bajo la camiseta y los pezones duros. Otra mano y perdí yo, no bebo, o no la hacia hasta ese momento,  y cumplí mi parte con la cerveza.

-YO: elijo…– con Jaime allí tenia que tener cuidado – ….atrevimiento.

-CARMEN: pobre mío……

-MARTA: ¿y si nos haces el baile del pato que hacías de pequeño? – me salvó la vida por que el brillo en los ojos de Jaime me heló la sangre, me sentía ridículo pero menos de lo que podría parecer, de golpe era un pato de unos dibujos animados que veía de  crío, moviéndome y haciendo ruidos, empezaron a  reírse y todo se volvió fugaz.

Una mano tras otra iban cayendo las cervezas, todos bebieron y jugaron, cosas bobas y tontas, pero nos divertíamos, casi parecía que aquello no era nada más que una familia feliz, hasta que la cerveza empezó a hacer su efecto, Sara estaba melosa con Jaime,  Sonia tenia hipo y se trababa al hablar, Marta iba con un globo de alegría enorme y mi madre parecía exultante.

-JAIME: bien, pierde Marta, así que bebe.

-MARTA: puf….como sube esto…..- de 2 tragos cayó su 8º lata – ….elijo….atrevimiento.

-JAIME: bien, pues…..- a esas alturas se había erigido director  del juego, se hacia su voluntad - …quiero que te des el lote con Sonia, y con lengua…….- mi madre soltó un bufido y Sara aplaudió.

-MARTA: yo……..no…….

-SONIA: vega tonta, ven aquí…..- la cogió de la cara y vi como se besaban, 2 o 3 cortos hasta que Sonia abrió la boca y le metió la lengua hasta la laringe, Marta la siguió, y pasados unos minutos se separaron, con las mejillas rojas y una sonrisa cómplice.

-JAIME: otra mano… – perdió él y tras beber se quitó la camiseta – ….empieza a hacer calor aquí – otra mano y perdió Sara.

-SARA: verdad – mientras bebía.

-JAIME: ¿has follado en la última semana?, y si es así, ¿te ha gustado? – casi se le sale la cerveza por la nariz.

-CARMEN: ¡que grosero jajjajaa!

-SARA: pues mira, si, me follo a un chico y me deja destrozada cada vez – una sonora risa salió de todos, que se olían que era Jaime, que la besó en el hombro y la azotó en el culo, había empezado su show. Otra mano y perdió mi madre, que se quitó el camisón viendo como se ponía el juego, iba con un biquini rojo tan pequeño que  le sobresalían los pechos.

-JAIME: bufffffff Carmen, está usted buenísima.

-CARMEN: muchas gracias cielo – otra mano y perdió Sonia, que eligió atrevimiento.

-JAIME: vete delante de aquel tipo de allí, y enséñale las tetas – Sonia miró a un hombre paseando a un perro, apuró la cerveza y se fue a él, mostrándole las tetas levantando la camiseta empapada, sacándoselas del biquini y jugueteando con ellas, el perro la ladró,  el hombre babeaba, y al volver un aplauso la esperaba. Otra mano, perdió Jaime, que eligió verdad, traté de desenmascararle.

-YO: ¿te gustaría tener sexo con alguna de las presentes? – pretendía que se viera pillado.

-JAIME: ¡con todas y cada una de ellas!, tendría que ser imbécil para no desear a ninguna – en vez de caer en la trampa sacó un suspiro de todas. Otra mano, perdí yo, y elegí prenda, quitándome la camiseta, Jaime me miraba desando pillarme.

-CARMEN: ¡que divertido! -  otra mano, perdió mi madre, que eligió atrevimiento.

-JAIME: ya que le gusta bailar, háganos un baile erótico,  aquí en medio – mi madre su puso en pie y sin dar quejas se movió torpe por la cerveza, Jaime puso música en su móvil y la aplaudía mientras mi madre movía el culo como una stripper, todos reían y yo me ponía como una piedra viendo como mi madre se puso a 4 patas y se retorcía como una profesional.

-CARMEN: ¡ya está!  - al sentarse estaba roja, acalorada y sudando, ruborizada por los aplausos y risas. Otra mano, perdí yo, que tras otra cerveza no podía pensar, verdad elegí.

-JAIME: ¿te la ha puesto dura tu madre?

-YO: esto….yo……….no.

-JAIME: ponte en pie……- me vi pillado,  al hacerlo mi erección era clara –… ¡MENTIROSO!, por mentir otra cerveza.

-CARMEN: no hagas trampas, hijo – ¿acaso pretendía que lo admitiera?, mi hermana estaba colorada de vergüenza y  Sonia se había fijado en mi abultado paquete. Otra mano, perdió Sara.

-SARA: puf……tal como está esto……me quito prenda – ya estaba solo con el biquini, se soltó la parte de arriba, dejándolo a un lado y regalando la visión de sus tetas, no es que no las tuviera vistas, pero de cerca eran casi perfectas, con unos pezones rosados y marcas de dientes de Jaime.

MARTA: jajajaja ¡pero tía!

-SARA: que mire quien quiera, reparte – otras 3 manos seguidas perdidas por Sonia,  que llevada por la competitividad, y 3 cervezas  del tirón,  se quitó la camiseta, luego los shorts, y después la parte de arriba del biquini,  provocó que Jaime y yo soltamos una exclamación similar, sus pechos eran grandes y protuberantes con sus pezones enormes y oscurecidos, apenas cayeron aunque  el peso era considerable.

-SONIA: a esto te gano Sara ………jajajja – de golpe entendí que se habían picado en un momento dado, no sabia cual, quizá cuando Jaime se dio el lote con Sonia en una prueba anterior. Otra mano, esta vez perdió mi madre, que eligió verdad.

-JAIME: ¿le ha puesto los cuernos a su marido alguna vez con otro hombre?

-CARMEN: jajajaja pues…………no…..técnicamente – Marta y yo nos miramos.

-JAIME: ¿como que ………técnicamente?

-CARMEN: a ver….mi marido no lo sabe, así que no se lo digáis, pero una vez el  chico que traía la compra pasó a ayudarme a colocar las cosas, me había pillado saliendo de la ducha e iba solo con una toalla anudada, y en un momento se me echó encima y nos besamos, me quedé quieta mientras su mano acariciaba mis piernas por debajo de la toalla, que  se me escurrió dejando mis pechos al aire, el tipo los lamió mientras le rogaba que parara, gracias a dios me hizo caso y me dejó acalorada, si no para lo mismo me toma allí mismo…….pero no pasó nada,  me despedí con cordialidad, pero fue raro.

-JAIME: eso no cuenta mujer, digo si se ha follado a alguien que no sea su marido.

-CARMEN: ¡ah….no!, y ni falta con la polla que gasta jajajajjja…..- la bebida empezaba a afectarnos a todos, la anécdota seria el mayor secreto de mi madre, y aquel comentario sobre el miembro de mi padre sacó a Marta de sitio, se quería enterrar bajo la arena –… no te pongas así hija, es mi marido, y  tengo que decir que  le hecho de  menos…….en la cama.

-JAIME: jajaja seguimos – ya tenia la información que quería, mi madre estaba deseando ser follada,  mi  padre estaba lejos y Carmen no se oponía mucho a ser tomada, según su historia. Otra mano y perdió Jaime,  sin más se sacó el bañador y se dejó el rabo colgando medio tieso.

-CARMEN: ¡pero Jaime! jajajajajaja

-MARTA: ¡por dios, tápate……!

-JAIME: son las reglas…..- otra mano y perdió mi madre, que se quitó la parte de arriba, sus pechos ya los tenia vistos, pero no Jaime, que se los quedó mirando – …siento si la incomodo, pero reitero, está usted tremenda.

-CARMEN: ya veo….- miraba de reojo la polla creciendo de Jaime. Otra mano y perdió Marta, eligió verdad.

-JAIME: ¿te has acostado con alguien estas vacaciones?

-MARTA: ¡pues no!, imbécil…- furiosa no era la palabra, la pregunta la incomodó más que ver el rabo de Jaime o ver a las demás con las tetas al aire.

-JAIME: recuerda que tienes que decir la verdad……

-MARTA: ¡y la he dicho!

-CARMEN: venga, otra mano – esta vez perdió Sonia, que eligió atrevimiento.

-JAIME: quiero comerme tus tetas.

-MARTA: no.

-SARA: ni de coña……- fue suficiente para picar el orgullo de Sonia.

-SONIA: perdí  yo – se puso en pie y se dejó caer sobre Jaime, que se recostó de cara a  ella, iba masajeando y lamiendo los pezones de Sonia, que a su vez se abría de piernas para dejar sobresalir su miembro erecto, seguimos jugando unas partidas más en que no participaron, Jaime se estaba dando un festín  de ubres, al regresar, la cara de Sara era de celos, y la de Sonia de suficiencia, pero ruborizada.

-JAIME: seguimos – otra mano y perdió Marta, que viendo el percal se quitó el biquini de arriba, no pude evitar acomodarme el miembro ante la visión de sus senos, eran como los de mi madre, pero más redondos y subidos,   como debió tenerlos Carmen  a su edad, con unos pezones heredados diminutos, pero rosas y erectos apuntando al cielo.

-CARMEN: ¡hija, estás como un tren!

-MARTA: ¡calla y sigamos! – otra mano, la cerveza corría perdieras o no, mi madre palmó y se quitó la parte de abajo del biquini, estaba ida,  el pubis de mi madre era fino y elegante,  como ella, con una ligera línea de bello cuidado.

-CARMEN: ¡a la mierda!

-JAIME: jajaajajaja – otra mano, apenas quedaba luz y se terminaba la cerveza, Sara perdió, atrevimiento.

-CARMEN: ¿puedo elegir yo?

-JAIME: claro.

-CARMEN: quiero que mi hermanita le de un buen beso de tornillo a mi hijo – eso seria inconcebible en circunstancias normales, pero el globo de cerveza hacia posible todo, Sara se puso en pie y se tumbó a mi lado, caí sobre ella, Sara dedicó una mirada traviesa a Jaime, para luego dejarme  besarla, me cogió la nuca y me apretó tan fuerte que su lengua casi me ahoga,  nos pasamos 4 manos  luchando por invadir la boca del otro “gracias mamá” pensé.

-JAIME: bien, últimas manos – casi sin luz y solos, solo yo y Marta conservábamos ropa puesta abajo, el resto estaba desnudo, y por lo tanto,  sin posibilidad de escapar, perdió Jaime, atrevimiento.

-SARA: ¡quiero que me comas el coño! – Marta escupió cerveza con babas en una carcajada y Jaime se apresuró a abrirla de piernas y comérselo antes de que nadie objetara. Sara le cogió del cabello mientras miraba fijamente a Sonia,  gemía de placer, nos quedamos todos mirando y al final Jaime la metía varios dedos, no era una sorpresa, casi todos se olían que Jaime se follaba a Sara a estas alturas, y sin mi padre, no tenían mucho cuidado a la hora de follar en casa,  independientemente de quien estuviera, se les escuchaba gritar  durante varias horas.

-CARMEN: ¡ya basta, que tenemos que terminar! - señaló el reloj de pulsera, su única prenda.

-SARA: así se juega…- Sonia la miraba rivalizando,  mientras Jaime lamía un par de veces su clítoris inflado. Otra mano, perdió mi madre y me temí cualquier locura.

-JAIME: pufffff ya solo quedan 2 cervezas, bébase la suya – le costó agarrar la lata y beberla.

CARMEN:………… verdad.

-JAIME: ¿estás cachonda o salida ahora?

-CARMEN: puf…….como el pico de una plancha – la última mano, perdió Sara, que estúpidamente eligió atrevimiento, Jaime miró a todas, y sonrió.

-JAIME: quiero follármela aquí,  delante de todos.

-CARMEN: no, aquí no, en casa…..- aquel comentario me hubiera vuelto loco si no llevara 12 cervezas encima, y  era el que menos bebió.

-JAIME: aquí y ahora, no puede negarse.

-MARTA: pero…puf………..es que….- no hubo tiempo, Sara se tumbó boca arriba y se abrió de piernas, lamiéndose unos dedos y preparándose  a conciencia, Jaime la penetró con tanta facilidad que se notó que no era la 1º vez, y se besaron mientras todos veíamos como se la follaba.

-SARA: ¡ohhhh dios……..fóllame…….si……….dios! — no le rodeó con las  piernas como solía, supongo que abrumada de cerveza, simplemente las dejó colgadas en el aire bien abiertas, mientras se pellizcaba un pezón y se frotaba el clítoris.

Todos les rodeamos, y con mayor o menor disimulo, disfrutamos de aquello. Jaime se dio la vuelta boca arriba y Sara le montó de cara a 4 patas, el plano desde atrás era brutal, verlo tras un cristal a oscuras no era lo mismo que aquel espectáculo. Jaime la cogió del culo azotándola, cada golpe provocaba un suspiro en mi madre, y empezó a penetrarla tan fuerte y tan rápido que parecían profesionales. Sonia no aguanto más y se sentó a masturbarse, aquella imagen me partió en dos, tiró a Marta al suelo y la hizo lamerla los pechos, le costó convencerla, pero Jaime se estaba gustando y provocó una ola de lujuria que llegó hasta mi, mi madre me bajó el bañador.

-YO: no…para mamá.

-CARMEN: vamos, hijo, que te va a dar algo, llevas con esto duro  1 hora – ¿había estado pendiente de ello?

-YO: es que, yo………- me la cogió entre sus manos, casi la admiraba.

-CARMEN: es tan ancha como la de tu padre, pero creo que más larga, aunque quizá solo sea que tienes menos bello – y me empezó a hacer una paja que me dejó helado.

La imagen debía de ser un escándalo, Jaime bombeando a Sara, cuyos lamentos se oían por toda la playa, Sonia metiéndose 2 dedos mientras Marta la dejaba los pezones duros como rocas con los dedos y sus labios, y mi madre masturbándome con brío, totalmente desnudos todos menos mi hermana, que solo levaba las bragas del bañador. Pasados unos minutos llegó la visión de mi hermana a 4 patas comiéndose aquellas ubres y su culo en pompa viendo sus propios dedos abultar por dentro de la parte de abajo del bañador, eso me hizo correrme en el vientre de mi madre, que del esfuerzo cayó al suelo. Sonia me siguió rompiendo a gritar. Sara terminó haciendo el puente boca arriba siendo perforada por el culo,  Jaime la azotó hasta ponerla  los ojos en blanco y seguir dándola por detrás mientras la estrujaba los pezones. Pasados 10 minutos de locura Jaime salió de su ano y se la hizo chupar hasta llenarla de semen la boca, la tapó la nariz y la cerró la mandíbula.

-JAIME: traga – Sara hizo gestos negativos, pero poco más resistencia ponía mientras se frotaba el pubis.

-CARMEN: traga mujer, que no sabe mal….- creo que dijo algo así, estaba mareado, la veía de refilón repasar su vientre con los dedos cogiendo mi semilla y llevándosela a la boca.

-JAIME: ¡que tragues! - Sara cerró los ojos, hizo un esfuerzo y tragó repetidamente, la bola de su garganta bajó y al soltarla Jaime, cayó de bruces a la arena.

-SONIA: ¡dios…..como la ha dejado!

-JAIME: jajajaja esto no es nada, solo jugamos -  se acercó a Sonia y la puso en pie, la sacudió la arena del culo a manotazos.

-SONIA: por que es una vieja, a mi no me dejas así….- era un reto velado.

-CARMEN: tenemos que volver, cenar algo para que la cerveza no nos afecte, y prepáranos para la discoteca – Jaime la miró asombrado al ponerse en pie tambaleándose, después del juego,  ni él esperaba que quisiera más fiestas.

-JAIME: claro….. – ahora se fue a por ella, mi madre, de forma clara, se giró y le puso el culo ofrecido esperando su cachete, Jaime sonrío y  en vez de azotarla se lo agarró con ambas manos,  con firmeza  haciendo botar sus nalgas a la vez , para luego pegar el rabo flácido a su culo y rodearla por la cintura –… la noche es joven – y ante la sonrisa boba de mi madre, ahora si, la azotó, pero fue una barbaridad, cogió un arco enorme y la golpeó con su alma,  mi madre cayó al suelo, sonó tan fuerte que pareció un obús que cayó del cielo, Jaime siseó al cogerse la mano y mi madre se retorcía en la arena frotándose el culo.

-CARMEN: ¡DIOS, QUE ANIMAL! – tardó 2 minutos en poder recomponerse.

-JAIME: es que vaya culo.

-CARMEN: jajaja que cabrón, me vas a dejar marca para varios días.

-JAIME: me gusta marcar lo mío – le oí susurrar, si era cierto, Sara, mi madre y Sonia, ya eran suyas.

CARMEN: antes de volver, y ya que estamos todos desnudos, ¿un baño a la luz de la luna? La idea le encantó a todos, que torpemente y tropezando nos metimos en el mar, a las 9 de la noche, solos y desnudos, hasta Marta, una vez en el agua, se quitó la parte de abajo.

A Sara  Jaime se la volvió a  follar en el agua, creo que liberados de esconderse,  Sonia y Marta estaban pegadas cuchicheando al ver las tetas de Sara salir y entrar del mar por las embestidas de Jaime. Mi madre casi ni se sostenía, se me pegó como una lapa por no perderse en el mar.

-CARMEN: madre mía, si tu padre se moviera así……

-YO: le oigo hacerte disfrutar.

-CARMEN: bueno…..ahora me deja satisfecha, pero antes……..dios, tu padre de joven era una barbaridad,  me dejaba sin aliento durante horas……..Jaime se mueve como lo hacia él.

-YO: mamá, Jaime es un mierda, no quiere nada más que follaros a todas……

-CARMEN: como todos los críos, no pasa nada, es natural.

-YO: pero él….- me besó en la mejilla.

-CARMEN: soy adulta Samuel, puedo manejar esto – su aliento a cerveza y mi mano notando el calor de su nalga magullada decían lo contrario.

-YO: vale mamá.

Cuando Jaime terminó con Sara salimos del agua, nos vestimos,  más o menos, el paseo y el aire fresco nos templaron los nervios, cenamos y las chicas desaparecieron en una habitación donde se oía un jaleo enorme de duchas, cambios de ropa y maquillaje. Jaime y yo estabamos sentados abajo, estaba mareado de las cervezas, pero Jaime parecía entero.

-JAIME: jajjjajaja, que fauna, yo me vuelvo loco aquí, no se a quien follarme antes, si a Sonia o a tu madre,  no sabia que Sonia tenia ese punto de orgullo jajaja.

-YO: no quiero…….mi madre…..

-JAIME: míralo, si ahora eres un santo, he visto como te ha hecho una paja, está tan necesitada de sexo como todas, ya has visto como se han puesto al vernos a Sara y a mi.

-YO: la bebida……

-JAIME: ayuda……pero los instintos son reales, anda, date una ducha y despéjate, puede que te necesite para que me ayudes a abrir de piernas a tu madre.

-YO: no lo haré – se sentó cerca y sin más, me abofeteó.

-JAIME: escucha niñato, me vas ayudar o te vas a pasar lo que queda de verano encerrado en tu cuarto mientras yo hago dios sabe que con ellas, me voy a  follar a todas, a tu madre, a Sonia y ya encontraré la manera de tirarme a tu hermana – al decirlo me puse en pie, y él detrás, me encaró, era ridículo, le sacaba 16 kilos y media cabeza, pero al levantarme la mano me achanté.

-YO: no me pegues……..

-JAIME: ¿me vas a ayudar o no? – al no contestar me pegó otra vez, y otra, hasta que era una bola en el suelo.

-YO: ¡vale! , lo haré……- dejó de pegarme y me ayudó a ponerme en pie.

-JAIME: así me gusta, ahora dúchate, y vístete bien.

Le odiaba, no sabéis cuanto, pero me tenia entre la espalda y la pared, si no obedecía haría lo que quisiera sin mi vigilancia, pero conmigo tampoco es que pudiera pararlo, las tenia a todas comiendo de su mano, el show de la playa lo había dejado claro, y si alguna no pensaba en él de esa manera, tras verle reventar a Sara en vivo, seguro que hasta a mi hermana se le pasaba por la cabeza ser penetrada por él.

La aguja en el pajar.

La cena y el agua tibia me despertaron del sopor de la cerveza, me hice 2 pajas en la ducha al empezar a ser consciente de todo lo que había pasado en la playa, Sara me había besado y me había dejado un regusto a fresas de su pintalabios en la boca,  mi hermana se lo había montado con Sonia en plan lésbico y mi madre me había hecho una paja. Casi se me olvidaba que Jaime me había soltado 4 bofetones para obligarme a ayudarle, no se como le permitía aquello, estaba borracho pero era más corpulento que él, me tenia dominado por que como a todas, nos estabamos divirtiendo de una forma perversa y excitante.

Me vestí con unos vaqueros, y una camisa, me afeité y me perfume, con unos zapatos náuticos, al bajar Jaime iba arreglado, se había duchado y estaba con la melena castaña bien peinada, sus ojos azules brillaban y vestido con un pantalón de vestir azul marino y una camiseta, en zapatillas.

-JAIME: joder, me voy a tener que poner algo mejor, estás muy bien.

-YO: gracias – su aprobación me resultó un insulto, pero no tuvo tiempo de cambiarse, las chicas bajaron en fila.

La primera fue Sonia, se había echado todo el pelo caoba a un lado dejándolo caer hasta su cintura, una sombra de ojos leve destacaba sus ojos verdes, y vestida con un traje de noche blanco, palabra de honor con sus enormes senos rebosando, sin sujetador,  el vestido era largo hasta las rodillas, con aspecto vaporoso y unos tacones a juego.

Luego bajó Sara, que casi se tropieza aún perjudicada, un vestido largo amarillo con un agujero enorme entre los senos a modo de escote, también sin sujetador, era ceñido y la realzaba con gracia, la espalda al aire y peinada con todo el cabello rubio hacia atrás con laca, dándole aspecto de recién salido del agua.

Pasó un rato hasta que Marta apareció, iba con una falda de tubo  negra ajustada hasta los muslos,  elástica y de tiro bajo en la cadera,  una camiseta corta blanca enseñando todo el ombligo,  sin mangas, y su peinado de siempre, ondulado y caído hacia los hombros, sin maquillaje alguno, o sus rosadas mejillas parecían naturales, con unos botines de tacón.

La última fue mi madre, que tras unos minutos de indecisiones, bajó vestida con ropa de Marta, todo lo que tenia mi madre era demasiado serio según dijeron, así que escogió un vestido de flores con pinta de bata de seda, con un lazo cerrado en sus riñones,  un generoso escote hasta por debajo de sus pechos, sin sujetador marcando pezones en la tela y minifalda muy por encima del muslo, con unos taconazos de vértigo, y como Marta, sin apenas maquillar, o no se notaba al menos.  Se había hecho un recogido del pelo en el flequillo a modo de diadema mientras el resto caía a su espalda. Un par de porros pasaron por muchas manos.

-JAIME: señoras, son  las mujeres más preciosas que haya visto nunca.

-CARMEN: muchas gracias, no sé si es demasiado atrevido para mi.

-MARTA: no digas tonterías mamá, estás increíble.

-YO: es verdad.

-CARMEN: jajaja sois muy amables, vosotras no estáis nada mal tampoco…..- las adulaba.

-SONIA: ¡hoy arrasamos el local!

-JAIME: que nadie vuelva a casa sin alguien a quien follarse jajajajaja

-CARMEN: ojalá, pero tengan cuidado, usen protección.

-SARA: tengo condones, y si quieren pastillas anti baby….- en 4 minutos todos teníamos condones para ese día y se  habían tomado la pastilla,  incluida mi Madre.

-CARMEN: vienen muy bien para regular mi cuerpo, pero yo estoy casada……- sostuvo incómoda.

-JAIME: no se preocupe, usted se libra, pero recuerde que esta noche es mía, me debe unos bailes – según se acercó a mi madre, se ladeó y se dejó azotar en el culo, Jaime ya no solo azotaba, se agarraba y dejaba la mano allí.

-CARMEN: de acuerdo, pero cuida de mí, por que voy algo mareada – para decir que iba pedo,  sonó leve.

-JAIME: no se preocupe – era justo lo que tenia que hacer, preocuparse.

Empezamos a salir, con Jame sin soltar el culo de mi madre. Mi hermana se agarró a mi brazo, creo que buscando equilibrio, la situación se había enfriado pero la cerveza seguía presente.

-MARTA: vas muy guapo hermano, hoy te llevas a alguna a casa.

-YO: ya me conoces…….no creo que pueda.

-MARTA: yo te ayudo, pero no te cortes, o no servirá de nada – al menos ella me ayudaría de verdad.

Mi madre caminaba del brazo de Jaime, que la sobaba descaradamente ante sus sonrisas,  mientras Sonia se ayudaba en Sara, que no iban una mejor que la otra. Al llegar a la disco  y vernos, los chicos  de la calle las decían burradas, y ellas reían felices, eran 4 hembras como 4 diosas, e iban con aspecto de pedir guerra. Nada más llegar, ronda de chupitos para todos y un mojito infernal para cada uno, eso revivió la cerveza, y empezamos a bailar en la pista. Jaime se encontró con 3 encima, mi madre era su objetivo, pero Sara y Sonia hacían pareja y se iban rifando el sitio cuando Jaime se separaba de mi madre. Marta se quedó conmigo, y bailamos de forma distendida, nada grosero, solo dábamos vueltas.

-MARTA: ¿que te parece esa de ahí? – me señaló hacia una pelirroja de pelo corto,  sentada sola en un lado con pinta de aburrirse, vestida con unos vaqueros azules y una camiseta de rayas blancas y negras.

-YO: no sé……

-MARTA: ¿y esa? – vi a una rubia de ojos azules, en un vestido elástico de  cuerpo entero azul claro.

-YO: pues no se….

-MARTA: pues aquella no para de mirarte – al girarme vi a 2 chicas juntas, mientras una estaba de espaldas, la otra me miró fugazmente 2 veces, era una morena de pelo largo y rizado, con un vestido negro de un solo hombro y grandes gafas de pasta.

-YO: ¿tú crees?

-MARTA: joder hermanito, colabora un poco – me costaba mirar a otras mientras mi hermana movía su cuerpo ante mi, aquella falda de tubo la hacia unas caderas muy bonitas, y la camiseta era tan corta que no se pegaba a su piel en el vientre, caía de sus pechos.

-YO: es que no se como entrarlas…..o que decir.

-MARTA: ya te las presento yo, luego solo tienes que ser tú, pero el tú que yo conozco, no ese soso que presentas a todas.

Me cogió de la mano y me llevó una por una a las 3 chicas, la 1º pelirroja en el suelo estaba allí por que había vomitado hacia poco, la 2º rubia ya estaba liada con alguno,  la 3º chica, en cambio, empezó a  hablar con mi hermana, y luego se presentó, Vanesa dijo que se llamaba.

-YO: encantado de conocerte….- la di la mano, mi hermana me empujó y casi me caigo encima de ella, que me dio  2 besos poniéndose de puntillas, era de 1,67 de alta como mucho.

-VANESA: un placer, me han dicho que estás estudiando ¿no? – y con aquella simple estupidez, me pasé 1 hora hablando con ella.

La invité a copas hasta  emborracharla, o al menos ponerla a mi nivel, pero descubrí a una mujer lista y divertida, coqueta pero firme, que entendía mis estudios, ella estudiaba también,  se la veía despierta y activa, fue agradable y dulce, pero de un forma inteligente, con un tono de voz agudo. Luego bailamos un rato, muchas veces vi su sujetador sin hombros por el lado sin hombro del vestido al moverse, y pese a ello  parecía una mujer hecha y derecha, era  1  año mayor que yo. No volví a ver a la chica que la acompañaba a ella, ni a mi hermana, así que estabamos solos ella y yo, tan  borrachos que me dejaba meterla mano en bailes calientes, sentí mi  miembro atrapado entre sus nalgas,  y alguna vez la cogí una teta, eran menos grandes que las de Sonia, pero eran voluminosas, el vestido la escondía una barbaridad, parecía una mujer del montón, pero tenia un pecho exagerado para la espalda y torso tan pequeños que tenia, al igual que brazos y piernas finas, con un culo duro y bien puesto. Pero de todo lo que veía, lo que más me atraía  era su pelo, unos rizos alegres que le daban un aire muy sensual, estaba tan embobado en ella y su pelo que perdí la pista a todos, me entró miedo de cualquier cosa, y me fui a buscarlos, Vanesa me siguió de la mano, no pensaba soltarla, y no es que opusiera resistencia alguna,  2 mojitos de allí dejaban tocado a cualquiera.

La primera que encontré fue a Marta, sonreí triste al verla en una barra sentada con un chico muy mono susurrándola al oído y rozándole las piernas con los dedos, “se merece un desahogo si es verdad que no ha follado con nadie desde que está aquí”, me  llegó a ver de la mano con Vanesa, y levantó la copa en señal de cariño. La 2º fue Sonia, apareció colgada de su noviete de playa, iba tan ciega que no se sostenía en pie, constataba continuamente que sus tetas seguían bajo la tela y no se habían salido del vestido blanco,  apenas se movía mientras que el tipo la magreaba. La tercera fue a Sara, besándose con un hombre, tenía una teta saliendo por el agujero del vestido,  estaba abstraída de su entorno, el tipo  la tenia sujeta de la cintura mientras daban pequeños golpes de cintura uno contra el otro.

Estaba preocupado, Jaime y mi madre no aparecían, y si él no estaba con Sara…….Di varias vueltas hasta que di con ellos. Mi madre estaba perdida, totalmente, era una cascara vacía, se meneaba, pegando su pelvis a la de Jaime, al son de las manos de él, que las tenía bajo el vestido agarrándola del culo, no paraba de buscarla con sus labios, se dejaba besar en la cara y el cuello, pero se apartaba cuando intentaba besarla en la boca, lo justo para no besarse pero no lo suficiente como para resultar grosera. Jaime la hablaba la oído y la sacaba los colores, mientras con ritmos lentos apretaba y soltaba el trasero, que  en círculos masajeaba con calma. “Mientras solo sea eso”. Me quedé bailando con Vanesa, muy cerca, tranquilizándome, no mirábamos con sonrisas leves y  ella acabó  buscándome con los labios, me derretí al sabor de cereza de su boca, sus gafas eran un obstáculo delicioso y sus rizos me rozaban la nariz, con un olor dulce a manzana. Seguíamos charlando de cosas de las que pensaba que nunca hablaría con una mujer en un sitió así, y llegado un momento me bajó las manos a su culo, era como  sus pechos, a la vista no se notaba, pero tenia unas posaderas dignas de mi madre. La apreté contra mí, como veía hacer a Jaime,  y  los pechos  de Vanesa me cortaron el aire, verla a milímetros de mi cara, riéndose y mordiéndose el labio, me llevaban al paraíso y me perdí en ella. Sentí una mano en mi hombro, era Jaime.

-YO: ¿y mi madre?

-JAIME: hemos estado un rato bailando, jajaja como se mueve, pero ha venido el mulato y se la ha llevado hacia la pista – se me bajó la borrachera de golpe.

Busqué desesperado entre la multitud, había un chica chupándosela a 4 tíos a la vez, otra pareja follando y un grupo a su alrededor masturbándose, pasé entre ellos con Vanesa de la mano, y llegué al punto donde encontré a mi madre la noche previa. Estaba en manos de 2 mulatos, uno por delante y otro por detrás. Mi madre estaba con cara de no darse cuenta de nada, el de delante era el de ayer, con el mismo torso desnudo y musculoso, tan pegado a  ella que sus pelvis eran una sola, y sobándola las tetas por encima de la tela, el 2º era un poco más bajo y rechoncho, estaba levantándola el vuelo de la falta y cogiendo el culo a mi madre, nunca se lo había visto a mi madre en tanga, que  era blanco y pequeño, y dejaba que se lo cogieran con mimo.

-VANESA: ¿esa es tu madre? – se me puso delante pegándome su cintura  a la mía.

-YO: si, es que mi padre se ha ido y está algo sola…….- quise justificarla, sin atreverme ha hacer nada, esta vez no fue cobardía, me temía perder a Vanesa si la soltaba, su pelo negro y enroscado me hacia cosquillas en la barbilla,   la rodeé por el vientre  apretándola contra mi.

-VANESA: y tan sola,  jajajaja esos 2 se han follado a media discoteca, el grandullón la tiene como el brazo de un bebé.

-YO: eso he oído, ¿tú……..?

-VANESA: ¡que va!……ojalá, llevo un calentón desde que llegué aquí hace 2 semanas……- me cogió la mano y me la llevó a un pecho, sentí el pezón duro y estrujé con cariño.

-YO: yo……podría…..si me dejas…..claro….- se giró para besarme, su aliento sabía a menta del mojito,  a cereza de sus labios,  y a deseo. Su lengua me dejó ardiendo,  apreté su culo hasta ponerla de puntillas, y sin saber por qué, la azoté,  soltó un gemido dulce al sonreír.

Me pasé 20 minutos viendo como a mi madre la hacían de todo, le habían abierto el vestido y se frotaban contra ella, el grandullón la susurraba cosas y mi madre abría la boca ofendida, pero luego le devolvía el comentario al oído, el grandullón hizo un gesto y el de detrás se fue a por otra chica que había medio ida, en 5 minutos estaban ambos desnudos y el tío la estaba follando en mitad de la discoteca, la chica en cuestión iba con una falda  rosa dada la vuelta, y rebotaba contra él.

-YO: vaya tranca.

-VANESA: jajaja pues la del otro es más grande.

-YO: ¿el que tiene  a mi madre cogida del culo, elevándola sobre su pecho,  mientras la besa en el cuello después de cada caliente giro de caderas? – soltó una carcajada.

-VANESA: el mismo, ayer le vi con una aquí, la chica gritaba tanto que tapaba la música, y se corrió tantas veces que casi se desmaya, la tuvo que coger en el aire y follarla como si fuera una muñeca rota.

-YO: ¿y si mi madre……- “al menos no seria con Jaime”, fue mi pensamiento, estaba confundido con lo que estaba pasando, borracho por las cervezas o mojitos,  y caliente por culpa de Vanesa.

Una copa tras otra, mi madre se dejaba un poco más, ahora el mulato la elevaba y  le cogía un seno mientras que una copa más tarde la chupaba un pezón, los tenia como estalactitas y apretaba su cabeza contra ellos, luego metió su mano entre las nalgas de mi madre tirando del tanga, cada vez más fuerte hasta que, ruborizada, soltaba gemidos audibles. El vestido cayó al suelo y mi madre estaba solo en tanga en mitad de una macro discoteca siendo ultrajada por un mulato enorme y con una tranca descomunal, según todos. Aquello era demasiado, cogí a Vanesa de ambas tetas y comencé a darla golpes de cintura, se recostó sobre mi dejándome hacer lo que quisiera, no sé si era yo, la bebida,  o el mulato, pero Vanesa estaba tan cachonda que se subió la falda del vestido y se metió la mano en las bragas para frotarse, mientras, se sacó un seno por el lateral y se bajó el sostén poniéndome a pellizcarla el pezón.

-VANESA: ummmmm…..por favor……… sigue.

Me sentía extrañamente bien, pese a lo que veía, o precisamente  por ello, pero no perdería la oportunidad, Vanesa iba a ser mía esa noche.  El mulato le susurró algo a mi madre, y esta primero negó con la cabeza y luego asintió, al momento le desabrochó el pantalón y se la sacó, no mentían, eran una barbaridad, de largo seria  más que la mía, pero como todas las  que había visto, me seguía pareciendo menos ancha que la mía, según me comentó mi madre  yo  la tenia gorda, como mi padre,  y eso era importante según me dijo. Mi madre  cogió asombrada aquella butifarra negra, y tiró de la piel hacia atrás mientras el tío la empujaba de la nuca para arrodillarla, mi madre se negó a chupársela, le susurró al oído y al momento se vistieron, bueno, el mulato se abrochó el pantalón y mi madre se puso el vestido de flores sin cerrar.

-YO: vamos con ellos.

-VANESA: ¿a donde?

-YO: creo que van a mi casa….¿vienes? – la iba a dejar si decía que no, pero me besó, guardándose el pecho que yo  llevaba un buen rato amasando, y bajándose el vestido.

-VANESA: vamos.

El camino fue raro, dejé atrás a todos, vi a Jaime con Sara otra vez pero poco más, y seguíamos a 20 metros al mulato y mi madre, la llevaba colgada del brazo, le temblaban los tobillos al caminar con los tacones y el alcohol, así que el paso era lento, y alguna que otra vez se paraban a acariciarse, cosa que repetía con Vanesa. Con algo más de luz vi que Vanesa tenia un montón de pecas y los ojos azules, su cara era algo redonda y agradable, con una nariz respingona, sumándose a su figura espectacular aquellos rizos tan divertidos. Me dijo que tenía una 100 de pecho, pero no la creí, me parecía poco para lo que había tenido en las manos, así que me explicó que tenia muy poca espalda pero mucho busto, y lo importante para el tamaño del pecho son la letra de las copas, no el número, ya que eso solo mide el contorno del tórax, y  la letra el del busto,  ella gastaba una D,  o una E, según las marcas, en torno a 22 centímetros, y que la costaba un mundo encontrar sujetadores de su talla bonitos, me lo decía como si me hablara del numero de sus pies. Paseábamos tras mi madre y el mulato, y la veía andar a mi lado, era preciosa, coronada con unas caderas exageradas y una minúscula cintura, era como si hubieran cogido a una chica flacucha y bajita, y le hubieran puesto las tetas y culo de una diosa. Por decir alguien, Pilar Rubio encajaba con su forma física, pero con un pelo rizado contundente y unas gafas de secretaria sexys.

Al llegar a casa el mulato  cogió en brazos a mi madre y  la subió a su cuarto, nosotros subimos por la escalera exterior y nos sentamos en el balcón en el sitio que sabia que se veía todo desde la barrera, con Vanesa entre mis piernas frotando su culo contra mí.

-VANESA: ¿vamos a espiar a tu madre mientras ese  morlaco se la folla?

-YO: es que…….mi padre no está…….

-VANESA: ¿y quieres describirle bien como le pone los cuernos?

-YO: no……… yo solo cuido de que no lo pase mal……

-VANESA: jajja tranquilo, mal no lo va a pasar – giró mi cara y la suya para besarnos, su legua era viva y  se subió el vestido para abrirse de piernas y llevar mi mano a su mojado tanga, se quitó el hombro del vestido y se sacó el sujetador del todo, así que mientras con una mano la frotaba por encima de la tela en el coño,  la otra la pellizcaba y estrujaba los senos.

-YO: ¿no…..te parece…raro?

-VANESA: jajaja reconozco que para un primer encuentro es raro, pero me encanta.

Ambos vimos como mi madre se echó a los brazos del mulato nada más aparecer, que la cogió del culo y se la subió encima, mi madre le rodeó con las piernas y se fundieron en un beso cálido y húmedo, hasta la lengua de aquel mulato parecía enorme, dejó su boca y le cogió una teta oprimiéndola hasta apretarla el pezón y lamerlo, chuparlo y al final, darla un mordisco, mi madre arqueó la espalda ofreciendo  el otro seno, que sufrió el mismo destino.

-MULATO: ¡mamacita que rica está!

-CARMEN: gracias, eres muy dulce – hasta borracha, en brazos de un hombre que no era su marido, y  medio desnuda,  era agradecida.

El vestido de flores cayó al suelo, y vi como el hombre tenia la mano hurgando dentro del tanga de mi madre, al rato la dejó bajar y se derrumbó en la cama,  al bajarse los pantalones su miembro apareció imponente, mi madre se tapó la boca con ambas manos al verla, y quedó de piedra de pie a su lado.

-MULATO: venga….que no muerde….- la cogió de la cintura y la pegó a él, mi madre buscó su polla y al cogerla pajeó suavemente, mientras devoraban sus pezones, estaban tan salidos que parecían estallar.

-CARMEN: jajaja es que es muy larga.

-MULATO: te va a hacer gozar mami.

-CARMEN: la de mi marido es más ancha, y la de mi hijo igual, pero la tuya es más larga – al oír eso Vanesa soltó un bufido, y yo me llené de un orgullo extraño, bueno era saberlo, pero que se lo dijera mi madre a un desconocido……..

-VANESA: ¿es verdad? – se giró, me sacó la camisa y me bajó los pantalones, al vérmela totalmente dura sonrió.

-YO: ¿tú que opinas? – quería saberlo.

-VANESA: ¡jajaja que me vas a romper!, es menos larga que la suya, creo, pero desde luego más ancha, no puedo rodearla con los dedos – sentir sus manos pajeando con lentitud me calentaron, se dio la vuelta para seguir mirando mientras una mano a su espalda me masturbaba, yo seguía agarrándola de entre los muslos y de un pecho, pero esta vez metí mi mano por dentro del tanga y sentí sus labios mayores con un poco de bello cubriéndolos.

Mi madre se dejó bajar el tanga, y el mulato la cogió de una pierna y se la puso en el hombro, cogiéndola de la cintura y hundiendo su boca en la intimidad de mi madre, que se aferró a su cabeza con firmeza, la lengua enorme hizo vibrar su cuerpo, que se retorcía, y al final se venció sobre el mulato, que se tumbó con mi madre de rodillas en su cara, tardó unos minutos pero Carmen se dejó caer a 4 patas y entonces vi como la comía el coño, tenia la lengua tan larga que pareció tener un micro pene  y la follaba con él. Cada lametón era una onda expansiva en la espalda de mi madre, que gimió poseída hasta temblar, entonces la giró y siguió comiéndola el coño mientras mi madre cogía su rabo como mástil, entendió la idea aunque le costaba llevarla a cabo, pajeaba con calma mientras cerraba los ojos y abrió la boca de placer, el mulato empezó a  usar sus dedos, y mi madre se movía como si la penetraran. Al  empezar a comérsela sus ojos destilaban  descaro, chupó el glande varias veces para luego meterse media barra en la garganta.

-MULATO: ¡oh, si mamacita, que bien la chupa!

-CARMEN: jajaja es fácil, la de mi marido es menos fina – era raro oírla mencionar a mi padre tantas veces en esa situación.

-MULATO: ¡siga chupando, cómasela entera!

-CARMEN: no puedo metérmela entera jajajajaja

Eso dijo, pero pareció intentarlo, de vez en cuando se dejaba ¾ dentro y el tipo daba un golpe de cadera que la hacia toser, pero solo respondía con una sonrisa y un lametón al glande. Vanesa se quitó el tanga y se estaba masturbando ferozmente, metiéndose dedos enteros en ella, sobe con celeridad sus dos pechos, pese a tener manos grandes se me salían, rebosaban y no podía con ellos, luego me dejó seguir con mi  mano sobre  la suya en su pubis, era  un calor abrasador y terminé metiéndola los dedos yo, mientras lamía su cuello, pero ninguno dejaba de mirar.

Mi madre reventó, literalmente, salió dispara rodando por la cama en un momento en que se guardó silencio, se hizo una bola cogiéndose de entre los muslos,  y el mulato la azotó el culo con la cara brillante de los fluidos que habían caído sobre él, la cogió de la mano y la dejó boca arriba, casi crucificada, mi madre no opuso resistencia alguna, al soltarla quedó igual, pero esta vez el hombre la abrió de piernas, mi madre acertó a sacar un condón de los que nos dio mi tía y se lo hizo poner, él escupió en su mano preparándola y jugó con el glande unos minutos hasta que apretó, mi madre soltó un alarido leve de travesura, y cuando el glande la penetró, se abrió de  piernas hasta casi romperse,  dejó que el miembro de ese hombre la abriera poco a  poco, llegando a  un punto en que mi madre ya si que dio un pequeño respingo, seria hasta donde llegaba mi padre,  y allí se aferró a las sabanas y gritó.

-CARMEN: ¡por el amor de dios, que pedazo de polla, fóllame cabrón, destrózame! –  daba golpes de cadera para meterse más dentro de ella.

-MULATO: ¡jajaja mamasota que aguante, que hembra! – dio un empujón final y hasta Vanesa sintió  como algo se rompía en mi madre.

Poco duró aquella cara desencajada, el mulato cogió posición y la sacaba y metía con ritmo, mi madre recuperó su propia conciencia  y le abrazó buscando sus besos, el tipo la sujetaba para que no cerrara las piernas, que era lo único que podía hacer para tratar de gozar menos, pero   no la dejaba, sus bellos se rozaban al chocar los sexos y mi madre  cogía inercia. El mulato aguantó unos minutos a un ritmo animal, tanto que mi madre explotó en un orgasmo que la hizo frotarse el clítoris, se dejó caer boca arriba.

-MULATO: ¡mamita, que cuquita, que rica está!

-CARMEN: jajaja eres una bestia, mira como me has dejado…. – y al momento lo montó de rodillas cara a cara, y se penetró de nuevo, dando giros leves de cadera, casi regodeándose –… esto no termina así – y le dio un bofetón con gesto divertido

El mulato respondió cogiéndola de los brazos y llevándoselos a la espalda, apoyando lo pies  empezó un rimo de caderas brutal, mi madre soltó un alarido de sorpresa y su cara era de disfrutar de forma absoluta, solo cada golpe cortaba un gemido  continuo que se te metía en los tímpanos,  ver aquello era demencial. Vanesa se corrió con mi mano en su pubis, y yo en su espalda, su paja me mató,  o tal vez era mi madre siendo salvajemente follada lo que me volvía loco. Otro orgasmo dobló a mi madre, que para su desgracia sirvió para que sus pechos fueran lamidos y mordisqueados, aún con las manos a la espalda.

-CARMEN: ¡ah, si, ah, sigue! – soltaba pequeños gritos agudos mientras no dejaba de sonreír.

Al rato mi madre ya dominaba con la cadera, era imposible mantener ese ritmo, el mulato estaba roto y sudando, y mi madre se movía con virulencia, le pedía más y el tipo no podía, era increíble, mi madre era una insaciable maquina de follar. Se pasó media hora rebotando hasta que se tumbó de lado y se lamió los dedos, el tipo la fue a buscar a su espalda, y cuando iba a penetrar, mi madre preparó su ano, casi me da algo verla meter varios dedos en aquel culo, el tipo debió pensar lo mismo, así que la dejó actuar, hasta que apuntó su miembro y apretaron ambos. Mi madre se acomodó varias veces, pero al final le entró media tranca antes de sisear, luego el mulato la cogió de las caderas y la empezó a follar como antes, el tipo gastó su reserva para hacer que mi madre se corriera otra vez sin dejar de frotar su clítoris, pero cuando lo hizo no dejó de pedir más y girar su cadera, así que el mulato se contuvo, pero era tarde, ella movía su pelvis  tan rápido que él ni se movía, y   llenó de semen el látex entre bufidos, vi los latigazos que recorrían sus cuerpos y mi madre brillando de perlas de sudor, buscando con su culo algo de acción en un miembro ya flácido. Pasaron unos minutos y ambos se durmieron.

-VANESA: por favor, vamos a tu cuarto, ¡necesito que me folles!

-YO: es que……..yo……- se puso en pie y se desnudó  del todo, no hubo argumento mejor.

Me la llevé a escondidas  a mi cuarto, al entrar pasamos por todas las habitaciones,  me encontré a Jaime follándose a Sara en su cama, al verle me miró con cara mustia, Sara iba tan borracha que no se movía, seguro que el cabrón quería a mi madre, pero ella estaba descansando de un polvo criminal. Me fui antes de que viera a Vanesa, en el cuarto libre de abajo estaba Marta, la oía susurrar y gemir, pero no abrí la puerta más que para ver su melena moviéndose al compás del sexo. En la habitación de Sonia salían ronquidos, al mirar estaba tumbada sobre su noviete, desnuda y con su polla dentro, ambos dormidos.

-YO: ¡joder, ¿es que aquí follan todos menos yo?!

-VANESA: dame una cama y arreglo eso.

Nos metimos  en mi cuarto y la dejé en el colchón, se abrió de piernas y me metió entre ellas, sus besos eran largos y sensuales,   me puso a 100,  Vanesa buscó mi miembro y lo apuntó a su entrada, apreté tan fuerte que al entrar gritó como pero al pisarlo, pero sentía placer en aquello, seguí apretando y cogiendo espacio hasta que por fin la tenia dentro, su cara era de presión, pura, me clavó las uñas a la espalda y me rodeó con las piernas. Respiro profundamente y comenzó a moverse sin mi permiso, lamí sus tetas y sus pezones carnosos,   eran grandes y rojos, los lamí hasta dejarlos húmedos y salientes.

-VANESA: ¡jajaja si que es ancha, madre de dios, me estás matando!

-YO: gracias.

-VANESA: ¡no me des las gracias, y fóllame!

Entendí que debía ser como Jaime, como el mulato, destrozarla, así que cogí impulso y di 4 fuertes empujones hasta que Vanesa se estiró de placer, temblando,  al sacarla y meterla rápidamente la presión casi me hacia daño, sentía el roce decrecer, pero nunca desaparecer. Ella se sujetaba de  los pezones con una mano para evitar el dolor del movimiento de sus senos, trataba de frotarse el clítoris pero cada embestida la hacia sujetarse a la cama, una y otra vez sin parar. Cansado, me dejé caer de lado, y ella me montó, como había visto hacer, buscó mi erección y se penetró, dándome una bofetada, su sonrisa me confundió, quería que fuera su mulato,  pues lo seria. La cogí de los brazos y de igual forma planté lo pies, me pasé 3 minutos follándola  todo lo fuerte que podía, y sus ojos se pusieron blancos echando la cabeza hacia atrás, soltaba un bramido con cada penetración y sus tetas botaban aleatoriamente al no poder sujetárselas, sus gafas grandes, que hasta ahora habían aguantado en su sitio, salieron volando.  Luego empecé a azotarla, una teta, el culo o a cogerla del cuello y apretar fuerte mientras la abría en dos, todo  la hacia vibrar, y pude sentir un hilo de fluidos bajar de su sexo por el mío, lo que más me encendía, por raro que fuera, era su pelo, una maraña de cabello suelto y  rizado, eran muelles negros saltando sin parar.

-VANESA: ¡sigue, por dios, sigue, me vuelves loca, sigue!

Sus gritos eran fuertes, pero yo no podía más, la cadera ya no me respondía. De refilón vi a Jaime en la puerta, el cabrón estaba fumándose un porro mientras me venia follar, los gritos de nuestro encuentro sexual le habrían alertado, casi pierdo el ritmo por su culpa, pero esa vez ganaría yo, puse a Vanesa a 4 patas de cara a él, y la penetré tan fuerte que se me salió  al 2º golpe, al meterla otra vez entró limpia hasta la base, Vanesa soltó un alarido de película de terror, dejó caer el pecho y se convirtió en un potro con un agujero, la estaba destrozando, podía hacerlo, fui consciente de ello,  y Jaime lo estaba viendo.

No se cuanto pasó, minutos o horas, solo se que Vanesa se corrió y yo también, pero ninguno parábamos, vi las primeras luces del alba cuando me tumbé al limite del desfallecimiento, sin un gramo de energía, Vanesa estaba a mi lado con gesto descompuesto, parecía que iba a echarse a reír en cualquier momento, pero no podía por que se le salía el corazón por la boca.

Me quedé dormido abrazado a ella, daba igual cuantas veces follé con mi amiga en el instituto, aquello fue jugar, esto fue sexo de verdad. Me despertó Vanesa al moverse sobre mi pecho, adormecida se acunó en mi,  quise quedarme así de por vida, pero la resaca me había dejado un gran dolor de cabeza, y una serie de ruidos durante los siguientes minutos me hacían abrir los ojos, todas las mujeres de casa  se pasaron por la puerta para ver si de verdad estaba con una chica, luego Jaime me llamó con un dedo al entrar al cuarto,   y me sacó a la terraza, mirando de lejos a Vanesa, fumando otro porro.

-JAIME: joder con el imbécil, vaya jaca te has buscado.

-YO: se llama Vanesa, es muy maja – estaba ilusionado.

-JAIME: y vaya tetas, aunque las de Sonia son mejores, follará bien, ¿no?

-YO: oh…….si…..me……me ha dejado roto.

-JAIME: bueno es saberlo, me gustan que sepan moverse – le miré asustado.

-YO: no, Vanesa es mía, déjala en paz.

-JAIME: ¿otra vez?, y si no lo hago, ¿que? – enfurecido le cogí del cuello y le saqué medio cuerpo por el balcón del 3º piso.

-YO: ¡te juro que como la  toques un pelo te tiro por la puta ventana, ¿me oyes?! – su cara era de miedo, y no por que estuviera levitando  a 15 metros del suelo, si no por mis ojos, estaban inyectados en sangre, nunca me había visto así, ni él…….ni nadie.

-JAIME: vale, tranquilo, tengo coños de sobra en casa…. – le solté lentamente, me temblaban las manos, era más increible lo que acababa de hacer que el hecho de que me hubiera acostado con Vanesa - ….. ¿y tu madre?

-YO: pues mi madre se ha buscado un mulato, el de la disco, ayer la dejó medio ida, pero creo que mi madre es un poco…….

-JAIME: ¿ancha de caderas?, si, lo he pensado, si tu padre la tiene ancha, tiene que hacerla ver las estrellas, por muy mulato que seas, es un hueco que solo tu padre puede cubrir, espero poder ser su suplente.

-YO: folla con mi madre si quieres, pero deja a Vanesa en paz – de golpe aquella desconocida era mi 1º prioridad.

-JAIME: no necesitaba tu permiso, pero gracias.

Eran cerca de las 3 de la tarde cuando la vida regresó a la casa, fuimos bajando según nos encontrábamos, a todos les dolía la cabeza o estaban hechos puré, mi hermana sacó por detrás a un chico,   regresó sola y avergonzada, Sara estaba en los brazos de Jaime, como siempre, y Sonia estaba casi dormida, se les había oído  follar de fondo a ella y su noviete por la mañana, pero a nadie le pareció oportuno decir nada sobre eso. Mi madre bajó sola y con la cara demacrada, pidió que no gritáramos,  pese a que nadie lo hacia, y se tomó un par de cafés.

-JAIME: bueno, que tal ayer, ¿fue bien no?

-CARMEN: puffffff todo me da vueltas……dios……ya no tengo edad.

-SARA: jajaja pues bien que te divertiste.

-CARMEN: la verdad es que si, ¿podemos ir a la disco hoy también? – todos la miramos absortos.

-MARTA: ¡por dios mamá!, míranos,  no podemos con nuestra alma.

-JAIME: yo voy si Carmen va.

-SARA: pues si ellos van,  yo también.

-SONIA: voy seguro.

-MARTA: yo no puedo…….estoy molida.

-CARMEN: si no puedes no vengas, pero me gustaría mucho.

-JAIME: es verdad, vamos a darla el gustazo a la mujer, que aún me debe esos bailes, que ayer se me escurrió entre los dedos.

-CARMEN: jajaja es verdad – yo esperaba alguna noticia del mulato, pero no apareció, le habría echado en cuanto se despertó mi madre, y no la borracha salida que fue aquellas noches.

-JAIME: además, así este hombre nos presenta a su chica…..- me golpeó en el hombro,  todas fingieron sorpresa y curiosidad.

-CARMEN: ¿ah si...? Cuéntanos hijo……

-MARTA: que golfo….- “¿yo?” Aquella noche habían follando todos,  mi mejor amigo con mi tía, mi madre con un mulato, y mi hermana y su amiga con 2 pseudo desconocidos, ¿y yo era el golfo?, supongo que era por lo raro de aquello.

-YO: es una chica que conocí ayer, se llama Vanesa,  y es muy maja, no es una imbécil de playa, es lista, y divertida, y……- me cortó Jaime.

-JAIME: y te deja meterte entre sus piernas  jajajajajaa – la carcajada general fue gloriosa, estaba rojo de vergüenza, o de orgullo.

-CARMEN: ah, pues quiero conocerla, podríamos jugar esta tarde como ayer,  y así la vemos, invítala a quedarse, está arriba ¿no? – sabia que estaba, no había bajado.

Obedecí y subí a buscarla, estaba  dormida, desnuda con una sabana blanca cubriéndola partes del cuerpo aleatoriamente, y con una sonrisa de ojera a oreja, me fijé en sus labios, eran gruesos y brillantes,  tenia una ligera separación entre los paletos de los dientes, algo que me pareció arrebatadamente sexy. El olor a café recién hecho que le llevé la despertó, estaba algo desorientada,  al verme me regaló su sonrisa, se frotó con desgana  la mata de pelo rizado que tenia como una leona,  con un gesto de  cansancio y agotamiento.

-YO: buenos…….buenos días,  ¿quieres …….café?

-VANESA: ¡oh dios, si!…..me duele la cabeza…. – se incorporó dándome un beso tierno y dulce, para abrazarme después con calidez, me enamoré de ella por solo ese gesto,  casi temía que al despertar y verme, saliera corriendo. Cogió la taza y bebió un sorbo.

-YO: ¿puedo……….no se, traerte alguna pastilla………. o algo? – era tan nuevo en esa situación que no terminaba de mirarla.

-VANESA: no gracias, jaja eres un cielo, pero no hace falta, en un par de horas se me pasa.

-YO: ¿y…..como estás? – no sabia que decir.

-VANESA: muy bien……..ha sido maravilloso, aunque lo tengo todo borroso, me caí muerta cuando…..terminamos.

-YO: nos dormimos – al fin la miré a los ojos.

-VANESA: jajaja ya decía yo, pues te agradezco mucho esto, lo necesitaba…. – dio otro sorbo y sonreía al verme mirarla, totalmente enajenado - …. ¿Que? – ladeó su cabeza tocándose un hombro con la barbilla, cayendo un mechón de pelo en su frente, y casi me tiro encima de ella.

-YO: es que………. eres preciosa……. ayer, de….de noche  y con lo que bebí, no pude darme cuenta,  pero ahora……….eres hermosa.

-VANESA: jajajaja tú tampoco estás nada mal, y me caes genial.

-YO: y tú a mi…..– me apresuré a decir- ….pero nos conocemos muy poco.

-VANESA: ya he visto a tu madre ser montada como una yegua y me has llevado al paraíso esta noche, creo que podemos decir que nos conocemos un poco jajaja – se acordaba, y me alegré por ello.

-YO: supongo……. – no me salía nada más de mi cabeza, bastó para hacerla girar la cara con cariño.

-VANESA:   necesito una buena ducha, ¡dios!, tengo que tomarme la pastilla, ¿lo hicimos a pelo? – asentí preocupado de golpe.

Vanesa empezó a  reírse y se  hizo un vestido con la sabana, se bebió el café y se fue a ducharse, yo estaba sentado en la cama expectante, fui a buscar su ropa que estaba por el balcón de mi madre, al salir Vanesa estaba solo con una toalla, se vistió ante mí, con movimientos claros de malestar corporal, sobretodo al caminar.

-YO: ¿y ahora, que hacemos?

-VANESA: yo me tengo que ir a casa de mis amigas,  estamos al final de la calle  de vacaciones todo el verano, estarán preocupadas, o supongo,  si es que están despiertas.

-YO: ah….- se me notó mi tristeza, se sentó a mi lado y me cogió la cara besándome como si fuera mi novia desde hacia décadas.

-VANESA: no te preocupes,  podemos quedar, se que soy un poco directa……….. pero me gustas de verdad.

-YO: claro, como no, de hecho esta noche vamos a volver a ir a la disco, y esta tarde jugamos a algo, aquí en casa,  ¿si te quieres venir……?- la miré implorando algo, no se si que viniera, o no, por Jaime.

-VANESA: bueno……más violento que lo de tu madre no puede ser…

-YO: por favor, la situación es muy rara en casa, trato de que Jaime no se lleve por delante a todas, no hables del tema de mi madre.

-VANESA: ¿ese rubio escuálido que vi ayer?

-YO: si, ya se folla a mi tía, y ahora va a por mi madre………. y las demás – se lo decía sin pensar en como la afectaría

-VANESA: no diré nada, pero no podré venir hoy, vamos a irnos mis amigas y yo unos días a ver a unos familiares suyos, ¡joder que pena!…..¿te llamo la semana que viene? …….si no te parece mal – “¡que coño me iba parecer mal!”, aunque sin ella me sentiría ínfimo en aquella casa.

Se recostó de espaldas apoyándose sobre mi pecho, me iba dando una serie de largos y divertidos besos mientras metía su número de teléfono en mi móvil, y se hizo una foto lanzando un beso para ponerla de perfil cuando me llamara, y otras cuantas a los dos juntos, en las que me quedaba mirándola totalmente incrédulo, una de esas fotos fue con ella mordiéndome el mentón de forma traviesa, me pareció la mejor foto de toda mi vida, y la puse de fondo sin pensarlo.

Al bajar la presenté a mi hermana y las demás, Jaime la sonrió y quiso darla 2 besos cogiéndola de la cintura, pero  Vanesa se apartó con descaro y salero,  esa tontería me hizo quererla más. Al irse me dio un beso de tornillo delante de todos, que miraban en completo silencio,  me dejó sin aire, y me costó soltarla la mano cuando amagaba irse, con una sonrisa encantadora.

-CARMEN: ¡jajaja mírale que cara de enamorado tiene!

-MARTA: ¡que don Juan! jajaja – me abrazaron por detrás, yo  sonreía abrumado.

-JAIME: una buena pieza,  si señor – lo dijo como el que queda 2º en una carrera.

-SONIA: parece un poco rara – lo parecía.

-YO: no, es perfecta – “es como yo necesito que sea”.

-CARMEN: jajaja como la defiendes, estás colado por ella jajajaja, ¿vendrá luego?

-YO: no….sale unos días, pero quedaremos.

-MARTA: me alegro un montón hermanito.

-JAIME: a mi me parece bien.

Una vez lo dijo él,  todas asintieron, las tenía en su mano, tenia que estar atento con Vanesa o caería en sus redes. Comí algo mientras todos iban a la piscina. Jaime se dio un festín, cuando llegué tenia a todas sin la parte de arriba y tratando de ahogarle, supongo que lo logró con facilidad, ya que el  juego del día anterior había subido en nivel de confianza de todos. Mi madre salió a por mi y me tiró al agua, fue un escándalo de senos, pellizcos, roces, y desvergüenza, pese a pensar en Vanesa no pude evitar pegarme a Sonia, que estaba preciosa con todo su pelo mojado y suelto, lo tenia tan largo que si arqueaba la espalda podía llegarse a rozar los muslos por detrás con las puntas del cabello, y sus pechos mojados era acariciados sin disimulo. Jaime iba a por mi madre,  la cogía del culo o la cintura y la daba golpes de cintura mientras la doblaba el cuerpo, pero no se arriesgaba a más mientras estuvieran sobrias. Al salir a tomar el sol  Jaime y Sara trajeron unas cuantas copas de vino, y se tumbaron juntos, Sara  estaba boca arriba, él la acariciaba como si no estuviéramos allí, por el vientre, los senos y luego metió su mano dentro del biquini, ella se abrió de  piernas y le dejó masturbarla, todos mirábamos de reojo, era raro oírla gemir  sin que nadie pusiera un pero, bebiendo copa tras copa.

Mi madre me pidió que le echara crema cuando iba por la 3º de vino, se puso en pie a trompicones, pero Jaime salió disparado soltando un azote a Sara, cuando llegó, mi madre se  dio la vuelta, esperó su azote sonoro con  agarre de nalga por parte de Jaime,  y luego se tumbó boca abajo. Jaime se sentó en su culo y la dio un largo masaje calmado, mientras Marta y Sonia hablaban demasiado bajo, mirando a Jaime. Yo no podía apartar la vista de las tetas de Sonia, pese a ir todas en top less, era única, arrasaba, y me miraba burlona cada vez que me veía mirándoselas, me gustaba mirarlas, pero ahora trataba de decidir si las de Vanesa eran mejores.

-SONIA: parece que Vanesa no te ha quitado el apetito de un buen par de tetas….- me dijo al tumbarse a mi lado.

-YO:….. es que las tienes muy bonitas.

-SONIA: jajaja Marta, tu hermano dice que tengo tetas bonitas jajaja ¿que te parece?

-MARTA: que se está espabilando  mucho jajajaja.

-JAIME: y que tiene razón, no es tonto el chaval.

El masaje de Jaime subió de temperatura, metió las nalgas del bañador de mi madre a modo de tanga y tiró con fuerza hasta sonrosarla las mejillas, luego la dio la vuelta y sin preguntar le dio otro masaje de frente, se pasó 5 minutos manoseándola las tetas hasta que mi madre le dijo que ya era suficiente, la puso en pie y mi madre, bien adiestrada, le dio un golpe de cadera pidiendo su cachete de turno, Jaime la sonrío y la cogió del culo a dos manos dedicándole un chupetón en el cuello.

-CARMEN: jajajaja ¡no seas bruto!

-JAIME: como usted me pone – esa fue la reprimenda, pero no se apartó, se quedó unos diez minutos amasándola las nalgas apretándola contra su polla, seguramente dura, y chupándola el cuello,  mi madre apartaba su melena, y se ladeaba alzándose para  ofrecer más piel a sus labios.

-SONIA: ¡para por dios!, que la vas a dejar una marca enorme – Jaime se separó con la polla bien marcada, y mi madre abrió los ojos traspuesta.

-JAIME: envidia es lo que tienes, pero eso se soluciona  ya mismo – soltó a mi madre, que casi se vence hacia delante al dejar de sentirle. Jaime se tumbó encima de Sonia, que jugó a evitarle hasta que le cogió de las tetas y se las comía, jamás había visto hacerle un chupetón a una teta, pues vi varios en pocos minutos, y como siempre, Jaime logró que la mujer  facilitara su labor, en este caso Sonia le apretaba la cabeza contra sus senos, soltando ligeros gemidos burlones.

-SONIA: ummmmmm la verdad es no lo haces mal – le rodeó con una pierna y pude ver como el bulto de Jaime se frotaba contra su pubis.

-JAIME: ¡dios!, nunca me canso de unas tetas así – chupaba y tiraba hasta que la piel no daba más de si, y soltaba dejando caer el seno con un sonido de vacío característico, la carne tierna tardaba unos segundos en dejar de temblar.

-SARA: vale ya con las tetas de  Sonia – estaba cruzada de brazos, Jaime la miró con calidez.

-JAIME: a ti ya te follo, así que cierra la boca – y fue lo que pasó, un silencio mudo con Jaime succionando los enormes senos de Sonia, mientras todos mirábamos, y alguna se ponía otra copa.

-CARMEN: Samuel, son las 5, deberías ir a por cervezas para jugar esta tarde antes de ir a la discoteca.

-JAIME: cierto, ve a por ellas, tengo ganas de jugar.

Tercer día de fiesta.

Fui a buscar las putas cervezas, tenía la sensación de que en cuanto salí de casa, Jaime ya se estaba follando a Sonia, y si tardaba mucho mi madre iba detrás. Así que  en 5 minutos regresé con otros 4 packs de 24 latas a los pies de la moto, al entrar temía ver a Jaime ya en acción, pero estaban todos en la puerta esperándome, se habían puesto el biquini y  mi madre era la única con un camisón fino, Jaime solo con el bañador. Yo me puse una camiseta por tener una prenda más. Mientras las chicas se turnaban en  hacer manitas con Jaime camino de la playa, solo mi hermana me ayudó con las cervezas y la nevera hasta arriba de hielos. Al llegar a la arena hicimos un círculo y comenzamos.

Seria repetitivo decir que ocurrió, resumiré en que la 1º hora fue inocente, a partir de ahí Jaime se volvió osado, y ya tenia a mi madre sin ropa, a Sonia con las tetas fuera y mi hermana tuvo que dejarse meter mano, a mi me hacia tonterías para humillarme, hacer verme con un crío, para minimizarme ante las demás. Al par de horas estabamos todos desnudos y con un subidón de cerveza notable, por suerte era una playa apartada y en esas horas no pasaba mucha gente. A estas alturas Jaime se había cebado con mi madre, le había comido las tetas, le había hecho hacerle  una  paja,  y se dieron el lote unos 5 minutos, eso me dejó cierta libertad con las demás, y Sonia fue asediada, bailes, caricias, y llegué a pedirla una cuabana que me dejó muerto, mi polla desaparecía entre aquellas montañas. Mi hermana y Sara fueron castigadas por elegir verdad, descubrimos que mi hermana había probado el sexo anal, y cual de sus ex follaba mejor, un tal Pedro, mientras que Sara relató como perdió su virginidad con  el hijo del carnicero  a los 16 años, y que tuvo líos lésbicos en la  universidad. La cerveza y el calor pasaba factura y empezamos a pedirnos cosas subidas de temperatura.

-JAIME: pierde Carmen  – que se bebía las cervezas como chupitos.

-CARMEN: verdad jajaja

-JAIME: ¿te follaste al mulato de anoche? – se puso azul de congestión, pero ante la mirada atónita de Marta, asintió.

-CARMEN: ¡si, jajajaja dios!, es que tenia un calentón…….

-MARTA: ¡pero mamá, ¿y papá?! – la cogió de la mano con dulzura.

-CARMEN: hija, tu padre no está, y estoy harta de dormir sola, no es nada, solo me divierto, como tú.

-JAIME: quedan pocas latas -  quería pasar rápido  para evitar discusiones morales. Perdió Sara, y aproveché que mi madre distraía a Jaime.

-YO: quiero que me a la chupes, tía – sonó tan decidido que gateó hasta mi y comenzó a chupar el glande, aquello abrió los ojos de todos, le costaba horrores metérsela pasado el capullo, pero lo compensaba con una lengua viva.

-JAIME: mira como le comen la polla a tu hijo – apretó a mi madre contra él, pegando su culo a su erección sin que mi madre apartara la vista de mí.

-CARMEN: jajaja es que es hijo de su padre, casi no puede tragársela jajajaja.

Me hizo hundir los dedos en la arena de placer, y en 5 minutos me vacié en su boca, la mayor parte se lo tragó. La siguiente mano perdió mi madre, que seguía eligiendo atrevimiento pese a todo.

-JAIME: ummmmmm ¿que se me ocurre….?

-CARMEN: poco se me ocurre ya, golfo, me has hecho de todo……jajajajaja

-JAIME: cierto, háztelo tú misma, hazte un dedo.

Se tumbó en mitad del circulo y se abrió de piernas mirando a Jaime, chupó varios dedos y empezó a jugar con sus labios mayores, los separó y frotó su clítoris mordiéndose el labio, para terminar metiéndose 3 dedos, se martirizaba ella sola con un ritmo animal,  se  arqueaba mostrando unos pezones que rayarían diamantes, comenzó a pellizcarse uno, y luego a suspirar rápido dando golpes con el culo contra la arena, hasta que tembló de gusto y se hizo un bola.

-JAIME: espectacular, dios…. ¡que mujer! – recibió un aplauso tímido. Otra mano, perdió Marta, que ya estaba  colorada como una fresa, eligió verdad.

-JAIME: ayer te follaste a uno, ¿te dejó satisfecha?

-MARTA: jajaja ¡que cerdo eres!…… ¡pues no!……se quedó dormido y no me gustó – terminó su cerveza.

-YO: solo queda una lata.

-JAIME: tengo una idea, pero no se si os gustará, sois demasiado remilgadas……- aquello fue justo lo que era, una trampa.

-SARA: claro, míranos que recatadas, aquí desnudas y chupando pollas……..dilo.

-CARMEN: eso, podemos con todo jajajaja.

-SONIA: yo hago lo que sea…….

-JAIME: me gustó mucho terminar follando con Sara, y creo que a todos verlo, ¿que tal si la última lata siempre sea el colofón con sexo? El que pierda tiene que dejarse follar, pero puede escoger con quien, tienen que ser hombre y mujer, nada de rollos gay, ¿que os parece?

-MARTA: un poco fuerte…..pero…… ¡que coño!

-CARMEN: claro que si, reparte jajajjaa – parecía ansiosa por que le tocara.

-SONIA: ¡madre mía!, estamos locos….

-SARA: pues no juegues, niña…- seguían picadas.

Jaime era un genio, si tenían que ser hombre y mujer,  siempre ganaba, de las 4 mujeres, una era mi madre, otra mi hermana, y la 3º mi tía, a la que ya se tiraba, las 3 le elegirían a él de cabeza, aparte de que si perdía él podía follarse a cualquiera,  y  si perdía yo solo podría ir a  por Sonia. Al repartir estaba nervioso, dimos la vuelta a la carta a la vez, y la matemática no fallaba, perdió Jaime.

-JAIME: jajajaja que bien – se frotaba las manos mientras abrió la última cerveza que le se bebió  mirando a las 4 mujeres, Sara casi parecía ya dispuesta cuando - ……. a Marta – me quedé de piedra, “mi pobre hermana”, pero tenia sentido, Jaime ya tenia a mi tía, mi madre estaba cerca, y había empezado a camelarse a Sonia, mi hermana era la única que no caía en su juego, y no perdió la oportunidad.

-MARTA: ¿en serio,? es que……..

-CARMEN: ¡no seas boba, ¿no ves que guapo  es Jaime?! Tendrías que estar agradecida – no seria real decir que eso fue el  alcohol, mi padre había enseñado a pensar de esa forma a mi madre. La mujer estaba para complacer, el mulato podía dar fe.

-JAIME: yo decido, así que……ven aquí – Marta se puso en pie, ruborizada, borracha y avergonzada, pero seguía preciosa.

Se acercó a él sin saber que hacer, Jaime la cogió de la mano y se la puso de rodillas encima, se besaron un poco, de forma torpe, Marta estaba incomoda, mientras Jaime repasaba sus nalgas. Pasaron unos minutos largos en que Marta se  excitó, ya estaba  metiéndole la lengua buscando la suya. Jaime se recostó en la arena y mi hermana cogió su pene, apuntó y bajó la cintura con cuidado, soltó un par de gemidos agudos hasta meter medio miembro.

-JAIME: es la más grande que te han metido, ¿verdad? – mi hermana no dijo nada, pero su cara roja decía que si. Por un momento pensé que si la de Jaime la hacia gozar, siendo un miembro ligeramente por encima de las medidas estándar, la mía debería hacerla ver las estrellas.

-CARMEN: jajajaja pobre hija mía, mírala como  disfruta - lo hacia, tenia sus reparos pero el movimiento lento de sube y baja la estaba llevando al cielo.

-JAIME: dime, ¿te gusta como te follo?

-MARTA: si…..- susurró tímidamente.

-JAIME: ¿mejor que el de ayer?

-MARTA: ¡ohhhhhhh si!, mucho mejor…..  – apretaba los labios para no gemir cuando Jaime ya embestía con fuerza haciendo temblar los senos y las nalgas de mi hermana.

-JAIME: ¿y mejor que Pedro? – el que nos había dicho que fue su mejor polvo, mi hermana guardó silencio y aguantó la respiración unos segundos mientras la estaban matando.

-MARTA: ¡DIOS, SI, MEJOR, JODER, COMO ME GUSTA! – estaba gozando mucho más de lo que admitió nunca.

-JAIME: ¡pues muévete un poco,  no voy a hacerlo yo todo! – y la soltó uno de sus azotes, lo que provocó que mi  hermana se soltara,  se puso a 4 patas sobre él y movió su cadera con energía.

-SARA: ¡joder!, como se mueve la niña…..

-CARMEN: es hija mía, seguro jajajajaja

Marta dio un recital, hasta Jaime la paraba alguna vez entre besos, tuvo que darla la vuelta para dominar, la abrió de piernas, de espaldas contra la arena, y la folló como mejor sabia, mi hermana cerró los ojos y se frotaba su cuerpo de adolescente,  sintiendo cada penetración. Jaime cayó sobre ella y le rodeó con los muslos, él lamía sus senos que estaban tensos y firmes.  Sonia estaba a su lado masturbándose al ver aquello, mi madre no perdía detalle y mi tía estaba furiosa, quería haber sido ella. Jaime duró bastante, la estaba llevando a disfrutar de aquello, la puso de lado y la estaba penetrando desde atrás acariciando su clítoris, Marta golpeaba la arena al sentir como una oleada de calor la llenaba, y estalló soltando lo que seguro fue su 1º orgasmo vaginal, hasta para mi fue reconocible en su cara esa sensación de sorpresa o confusión al sentir  algo nuevo y placentero. Poco después la llenó de esperma caliente, mi hermana había cogido cierto ritmo y aún se movía mientras la virilidad que la había encendido  se desinflaba.

-JAIME: ¡puf…….madre mía…….me vais a matar!

-CARMEN: como las gasta mi niña eh…..

-JAIME: solo espero que su madre sea mejor – se puso en pie y azotó el culo de mi madre, que le miró con ojos lujuriosos.

-CARMEN: ya lo probarás…

-MARTA: ¡dios…..se me ha corrido dentro…..estoy llena de….! – se colocaba en pie mientras se tocaba el pubis manchado de semen y  sus propios fluidos.

-JAIME: de mi,  princesita  - se fue a por ella, que le recibió de brazos abiertos medio ida, se besaron con calma y la azotó el culo varias veces.

-MARTA: ¡joder, me haces daño!, dame más suave – ya era suya, fue dándola azotes hasta que dio con la intensidad que a mi hermana le pareció idónea.

Regresamos desnudos a casa, nos dimos una ducha,  al rato cenamos, para vestirnos e ir de fiesta, nada había cambiado los planes. Jaime y yo nos pusimos algo decentes en pocos minutos,  ellas se pasaban media hora cambiándose de ropa,  y maquillándose, pero merecía la pena.

Todas bajaron con una capa de maquillaje extra, y a mi entender innecesaria,  iban muy borrachas como para hacerlo bien. Mi madre eligió un vestido blanco  con tirantes,  largo hasta lo pies y vaporoso, a contra luz se le marcaba una figura apoteósica, y casi se intuían sus pezones al ir sin sujetador. Mi hermana la siguió con una camiseta blanca enseñando un hombro y el biquini, con  unos shorts negros elásticos del que sobresalían los lazos de las bragas del bañador. Sonia arrasó con un top de flores elástico marcando un sujetador al límite de su capacidad en un escote tan vulgar como atrayente, y unos shors blancos sin abrochar del todo. Mi tía Sara esta vez jugó fuerte, con solo un corsé negro arriba, que le realzaban los senos hasta el punto de que al caminar vibraban como flanes,  con un pantalón  largo de cuero negro pegado a su piel. Todas con las bragas del biquini “por si acaso” se daban un chapuzón, pero solo mi hermana llevaba el sujetador del biquini arriba.

Fue como volver al pasado un día entero, ronda de chupitos al comenzar, y mojitos infernales, a la 2º copa ya estabamos con la cabeza perdida. Sara tuvo que buscarse un maromo, no le faltarían pretendientes, por que Jaime se quedó pegado a mi madre, sobándola por encima del vestido. Sonia se encontró a su noviete,  y me quedé con mi hermana bailando de forma graciosa, pero  no me miraba a los ojos.

-YO: ¿que te pasa?

-MARTA: nada……es que…lo de Jaime….me ha dejado traspuesta.

-YO: folla bien……- dije triste.

-MARTA: puffff joder que si……bueno, si…… pero no es eso….es que….me has visto……. y mamá.

-YO: es algo raro, pero……me gusta este rollo, así conocí a Vanesa – me miró por fin, con un halo de la luz que era de mi vida.

-MARTA: ¡es verdad!, una lastima que no pudiera venir, te puedo buscar a otra…….- sopesé si seria acertado, había demostrado tener buen ojo.

-YO: no, creo que Vanesa será mi chica este verano……. si me llama, dijo que me llamaría……..¿y si   la cago?

-MARTA: bobadas, es una afortunada, eres un cielo, no se que haría yo sin ti……. pero es que Jaime está desmadrando todo un poco….

-YO: ¿un poco?

-MARTA: si, pero estamos de vacaciones, y no vengo a pasarlo mal, que sea lo que dios quiera, por que necesitaba un buen polvo y me lo ha dado.

-YO: es un cerdo…..

-MARTA: lo sé, y mamá o la tía,   hasta Sonia,  pero de vez en cuando las mujeres necesitamos un hombre así,  han idealizado el amor, y no siempre buscamos a un chico bueno, dulce y tímido como tú - no supe como sentirme, si eso era bueno o malo para mi.

Nos pasamos una hora riéndonos, me usaba para espantar a algún moscón que la pretendida, luego vimos a Sonia sin el top de flores, subida a hombros de un chico gritando a pleno pulmón, y a Sara como una reina mora con 4 tíos a su alrededor regalándole los oídos.

-MARTA: a quien no veo es a mamá…….

-YO: estaba con Jaime, o eso espero.

-MARTA: ¿oíste lo que dijo jugando?........ ¿lo del mulato?

-YO: si……les vi ayer tonteando.

-MARTA: y yo, pero no pensé que…….ya sabes, es mamá.

-YO: ¿por que para ti está bien liarte con Jaime pero no ella con un mulato? – se me había bajado un poco el pedo y fue un pregunta demasiado sesuda.

-MARTA: por que yo no estoy casada.

-YO: ella también ha venido a pasárselo bien, fue papá el que se fue y la dejó aquí, nos dejó a todos, y a mamá le gusta el sexo bastante, y  si es duro mejor,  yo  creo  que papá la templaba y la deja saciada.

-MARTA: ¿si?

-YO: bueno, no deja de decir que la tiene muy ancha,  que la encanta……..siempre que ha estado con papá se comporta como una novicia, pero lleva una semana larga sin él,  y mírala…….

-MARTA: ahora que lo dices, no recuerdo nunca que papá se  haya ido más de unos días de casa, pufff pues aún quedan 2 meses……me preguntó…¿como lo hará mamá?

-YO: pues es muy animal, se mueve como una tigresa……- me miró extrañada.

-MARTA: ¿como lo sabes?

-YO: bueno…..es que la he visto un par de veces en casa, la 1º con papá la primera semana…..y ayer….la vigilaba……la vi con el mulato, con lo de Vanesa……… les seguimos a casa y los vimos……

-MARTA: ¿de verdad?, ¿y como fue?

-YO: pues la verdad es que parecía que mamá estaba un poco perdida, el mulato la llevaba de la manita, la tiene grande el cabrón, pero cuando empezaron de verdad……. mamá le sobrepasó, me quedé de piedra.

-MARTA: ¡que fuerte!, ¿crees que estarán ahora por aquí?

-YO: no lo sé, ¿les buscamos?

Me cogió de la mano y como niños traviesos correteamos, la llevé a la zona de los mulatos, eran fácilmente reconocibles, había un corrillo de mujeres buscando a un varón disponible para “bailar”, la fama latina es merecida, verlos moverse era mágico, o al menos tenia a las mujeres absortas y con ganas de ser las elegidas, estaba el mulato grandullón, se lo señalé a Marta que se rió al verlo de cerca, le estaba metiendo tal meneo a una chica que la tenia cogida de las tetas sacadas de su top y le daba golpe tras golpe en el culo con la cadera, tan fuertes que la chica se quejaba entre sonrisas.

-MARTA: ¡madre mía, pobre mamá, mira que mostrenco!

-YO: y ese otro de la rubia pegada al cuello también la metió mano.

-MARTA: es más bajito pero tiene aspecto de fortachón jajajaja, que golfa es  mamá jajajajja.

-YO: si…….- tuve que reconocer - …. pero aquí no está.

-MARTA: ¿no es esa de la plataforma? – al girarme la vi subida a una tarima que había en mitad de la discoteca, junto a otras chicas, nos acercamos lo que pudimos ya que se formó un pelotón de gente.

-DJ: ¡MUY BIEN, HA LLEGADO LA HORA,  CAAAAAAAAAAAAAAAAAAMISETAS MOJADAS!, la vencedora se lleva una copa gratis – Marta y yo nos miramos asombrados, mientras Jaime cuchicheaba al oído del DJ.

Fue de película americana, había 5 chicas, todas de entre 18 y 25 años, jóvenes y  guapas,  2 con pechos tan grandes como Sonia o Vanesa, se quitaron los sostenes, las que lo llevaban, dejándose los top o camisetas, y una a una las fueron presentando, entrevistando y tirado cubos de agua encima, mientras se movían o contoneaban, fue divertido. Mi madre era la última, solo por su edad madura evidente en su rostro, pero hermosa,  fue aplaudida y piropeada ante su atrevimiento, se reía a carcajadas mientras la preguntaban cosas picantes, y 2 tipos terminaron volcando un barreño en su cabeza, mi madre no bailó, al sentir el agua taconeó de frío e impresión, echándose la melena hacia atrás mientras el agua no dejaba de caer, luego se tuvo que sujetar el vestido por que se le salió un tirante. Pasado el mal trago  dejó que la empaparan moviendo las caderas, al acabar toda la discoteca retumbaba de aplausos, gritos de ánimo y silbidos. Mi madre estaba para follársela allí mismo, con todo el pelo mojado goteando con un flequillo travieso cayendo por su  frente hasta sus senos, una sonrisa divina mientras se apartaba el agua del rostro con gestos elegantes, ya fuera frotándose las mejillas hacia fuera o apretándose la nariz con los dedos índice y pulgar, el colmo era un vestido que la envasaba al vacío, se marcaban sus pezones duros y las bragas del biquini, su figura era un escándalo y ganó de calle el concurso, dando una lección de sensualidad y  erotismo a las otras chicas.

Jaime la abrazó y la alzó en el aire, y al dejarla caer la dio tantos azotes en el culo que salían volando gotas de agua con cada impacto, la gente se reía ante aquello, pero mi madre se mordió a un dedo juguetona, le cogió la cara a Jaime y le besó metiéndole la lengua, Jaime respondió con gusto y la temperatura de la discoteca subió 5 grados, la cogió del culo y se la montó encima bajándola de la plataforma. Les seguimos hasta la barra, donde mi madre sonreía con la mano de Jaime en su trasero, la susurraba cosas que la hacían sacar la cintura con ritmo sobre su mano, y pidió su premio, otro mojito que se bebió del tirón, apoyada de espaldas a la barra, Jaime la besaba sin parar, mi madre se los devolvía y se dejaba hacer con un brillo en los ojos anti natural, pero que ya vi la noche anterior al llevarse al mulato a casa.

-YO: se la va a follar.

-MARTA: puffff ya ves…..mamá me ha puesto cachonda hasta a mi………

-YO: ¿que hacemos? – pretendía que me ayudara a impedirlo.

-MARTA: quiero verlo…. – me cogió del brazo con fuerza –…. necesito verlo.

Jaime estaba desesperado, tiraba de mi madre para sacarla de allí mientras ella bailoteaba sin parar, ni nos vieron pasar  a su lado, salieron como almas que persiguiera el diablo y les seguimos, Marta se apoyaba en mi muy perjudicada, pero segura de querer ver aquello. Esta vez mi madre no paró por el paseo marítimo a jugar, llevaba de la mano a Jaime a toda velocidad, al llegar a casa dimos un rodeo para ir por la escalera exterior, vi de refilón como en el sofá de abajo estaba Sara, sin el corsé y a 4 patas con le pantalón y las bragas a medio muslo, siendo follada por un completo desconocido, de fondo entraron mi madre y Jaime, que pasaron sin prestar atención, subimos antes que ellos y le enseñé a Marta el “rincón de la lujuria”, una zona de un balcón del cuarto de mi madre desde el que se veía todo, pero no te veían.

-MARTA: ¡dios…esto es muy fuerte!

-YO: no tenemos por que verlo.

-MARTA: pero quiero hacerlo…..ese cerdo casi me mata en la playa.

La luz se encendió y entraron a trompicones en la habitación, Jaime acosaba a mi madre que se reía ante su ímpetu, recostó a mi madre en la cama boca arriba y se tumbó encima dándola un fuerte chupetón en el cuello mientras amasaba sus senos bajo la tela mojada, Jaime estaba loco de lujuria, la cogió del escote y rasgó la tela que, vaporosa y húmeda, cedió hasta el ombligo sin problemas, le cogió de los pezones y los chupó con dureza, mi madre gimió y le apretó contra ella.

-JAIME: ¡dios, llevo semanas deseando follarte!

-CARMEN: pues haberlo hecho – le quitó la camiseta a Jaime y le besó por todo el pecho, llegando a morderle en el vientre un, poco marcado, abdominal.

-JAIME: tu hijo no me dejaba, pero lo voy ha hacer ahora – le rompió de todo el vestido quedando hecho jirones, le levantó las piernas y sacó las bragas con firmeza, la abrió de piernas y se regaló la vista con el coño de mi madre.

-CARMEN: ¿me lo comes? – Jaime obedeció, se sintió en la cara de mi madre como le gustaba cierto gesto de su boca ente sus muslos, aunque no adiviné cual era.

-JAIME: ¡que buena estás! – y hundía su lengua en sus labios mayores, tirando con la boca de ellos.

Pasados unos minutos mi madre gemía con cierta vibración en el vientre,  Jaime se desnudó por completo, tumbándose boca arriba, mi madre acudió a su pene y le devolvió el favor con un mamada que le costaría hacer a muchas profesionales, se la metía entera y se la llenaba de babas para luego dejarla seca.

-MARTA: joder con mamá, ¡como la chupa!

-YO: si papá la tiene grande, esta le resultará fácil.

-MARTA: ya, pero aún así……- disimulaba, pero se había metido la mano dentro del short y se estaba acariciando.

Jaime la cogió de la cabeza a mi madre y la subía hasta besarse de nuevo, mi  madre pasó una pierna por encima para montarlo y buscar su miembro.

-CARMEN: la verdad es que no la tienes tan grande como el mulato o mi marido.

-JAIME: ya sabe lo que dicen, no importa el tamaño del barco, si no el movimiento de la marea…..- una carcajada sonora se el escapó a mi madre, que al instante ejerció fuerza y se la metió entera de golpe, entrenada por el mulato el día anterior, era normal.

Mi madre sonreía mientras Jaime casi estaba en una nube, fue la 1º vez que le vi perder el control de la situación, mi madre movía la cadera como un oleaje, se apoyó en la cabecera de la cama con la manos, y rompía con la cintura en aquella verga que la abría, Jaime probó azotándola el culo, eso solo la aceleró más, la cama parecía dar saltos con cada gesto y Jaime trataba de esforzarse,  fueron 10 minutos en que    logró sacarla de rueda, y antes de poder hacer nada mi madre tembló varias veces y se dejó caer de lado al sentir como Jaime la llenaba.

-JAIME: ¡puffffff  como se mueve!

-CARMEN: jajaja muchas gracias, pero no hemos terminado, a mi no me dejas a medias – le comió la polla hasta recuperar el aliento, Jaime la miraba asombrado.

La puso a 4 patas, y lamió sus dedos para acariciarla entre los muslos, mi madre había cogido ritmo, no dejaba de mover la cintura, hasta que la empaló, soltó un par de gritos leves y luego sintió cada azote en las nalgas hasta el fondo de su ser. Marta se corrió delante de mí, pero no por ello dejó de mover su mano entre sus piernas, yo me estaba pajeando sin remedio. Marta estaba cachonda, seguramente recordando como la había hecho gozar Jaime hacia unas cuantas horas, y como ahora era su madre la que disfrutaba.

-CARMEN: ¡vamos, dame fuerte, necesito correrme! – Jaime la miraba atónito, estaba sudando, dejándose la piel y mi madre le empujaba hacia atrás buscándole con la cadera.

-JAIME: ¡dios, que mujer, que loba, folla como una diosa!

Mi  madre clavó las 20 uñas en un sprin final quedándose quieta, y rompió a gritar con una explosión de sensaciones que bañó las sabanas, Jaime la azotó tanto que se hizo daño en un dedo, y acabó de   descargar dentro de mi madre. Ambos cayeron de lado a la cama, mi madre sonreía con diversión mientras Jaime cogía aire a bocanadas.

-JAIME: ¡joder!…me ha pillado  con la guardia baja….puedo hacerlo mejor…..- lo había dado todo y estaba exhausto.

-CARMEN: no, ha sido increíble…..mejor que el de ayer – era cortés hasta mintiendo, el mulato la dio más trabajo y no creo que ella se quedara contenta del todo – …..te mueves muy bien, verte con Sara, y hoy con mi hija me hizo pensar en ti  y   mojar mis muslos jajajajaja soy insaciable.

Lo decía de forma dulce, sin darle importancia, se acurrucó a su pecho,  se quedaron riendo y susurrando. Marta me cogió de la mano y me llevó a la piscina, con la boca abierta y a carcajadas.

-MARTA: ¡jajajaja le ha dejado seco!

-YO: ya te lo dije…….

-MARTA: ¡pero si  Jaime me ha follado como en mi vida!, ¡y mamá en media hora lo ha matado!

-YO: ya lo dijo Sara, mamá ha despertado.

Nos dimos un necesario chapuzón en la piscina, tenia que rebajar el calor de mi cuerpo, y Marta también, chapoteamos rememorando lo visto. Al rato vimos a Sonia con su noviete entrando a hurtadillas en casa, y  unos minutos más tarde  la oíamos gritar desde la piscina.

-MARTA: pufff con lo borracha que va, y follando, esta noche no duermo, ¿puedes dormir conmigo? me ayuda.

-YO: claro – me revolvió el pelo con ternura.

Nos dimos una buena ducha antes de  meternos en la cama libre, yo me quedé en calzoncillos, y Marta se fue a cambiarse, se duchó y volvió con un camisón de satén dorado de tirantes hasta medio muslo, sin sujetador y con el pelo así estaba para comérsela, se tumbó, y de forma natural se hizo un bola sobre mi pecho, obligándome a abrazarla.

Dormimos una barbaridad, nos habíamos pasado 3 dais de fiesta, más tiempo borrachos que sobrios, o desnudos y jugando, que vestidos. Me desperté con Marta apoyada en mi hombro, con su cara pegada a mi cuello y su olor en el pelo a limpio del champú. Me dolía el brazo del peso de su cuerpo y tenia los dedos entumecidos, pero me negaba a si quiera moverme, parecía tan inocente y dulce así dormida, que no quería despertarla. Escuché algún ruido de vida pasadas las 5 de la tarde y no antes. El ruido y el olor de la cocina por fin despertaron a Marta media hora después, me pilló mirándola a los ojos, y al reconocerme sonrió, me rozó con la nariz en la barbilla con una de esas sonrisas tan naturales que derretirían los polos.

-MARTA: ¡dios!……que bien he dormido, ¿y tú?

-YO: he dormido con un ángel, creo que bien – torneaba los ojos y me ponía morritos cuando le decía esas cosas.

-MARTA: tienes que decirle eso a Vanesa,  te la llevarás de calle.

-YO: si me atreviera……

-MARTA: eres duro de roer, pero un sol  de chico  jajaja – se me abrazó más fuerte, sentí sus senos en mi piel, y una pierna suya sobre mi, la estruje con fuerza hasta que gritó con dulzura y la solté.

Recuperé mi brazo cuando se puso en pie, pude llegar a ver medio culo de mi hermana, que iba en tanga, antes de que se colocara el camisón, me fui a dar una ducha y ella también, al salir del baño estaba Jaime sentado en una silla, fumando en el balcón un porro.

-YO: hola…….- al verme siseó.

-JAIME: hola………

-YO: ¿que tal ayer?

-JAIME: pues me folle a tu madre, si es lo que  quieres saber, guarro, ¡y no veas que bien folla!, me dejó tiritando la muy puta.

-YO: creo que está buscando sustituir a papá, y tú no das la talla – le solté como respuesta a sus comentarios groseros.

-JAIME: jajaja está comiendo de mi mano, solo me pilló cansado,  ¡que tres días niño!…….no puedo con mi alma – sonó a excusa, pero tampoco puedo decir que mintiera, yo había “jugado” mucho menos que él, y estaba roto, con las piernas rígidas y como si tuviera unas obras en la cabeza.

Bajamos  a comer algo, mi madre estaba preparando una ensalada mientras Sara la hablaba del tipo de anoche, al vernos cambiaron de tema, y charlamos mientras comíamos, Marta y Sonia bajaron después, y nos volvimos todos a las camas para dormir hasta tarde, cenamos ligero y ya, algo más enteros,  vimos un par de películas para reírnos, fue como si de golpe esos 3 días se hubieran esfumado, y todos fuéramos una gran familia feliz y normal. Llegó a ser raro acostarse a la 1 de la mañana, y no a las 6 o 7, pero nuestros cuerpos  pedían descanso a gritos.

-MARTA: ¿puedes dormir conmigo esta noche  Samuel? Te juro que eres como un somnífero…..

-YO: claro, como hoy jajaja

-CARMEN: eh, yo también tengo la cama fría.

-JAIME: ya me acuesto yo con usted – Sara echaba chispas al ver como Jaime azotaba a mi madre y esta le daba golpecitos con la cadera, pero se mantenía callada.

-CARMEN: vale, pero sin cosas raras,  que te conozco jajaja – fingían que no habían follado ya, sin convencer a nadie, Jaime la cogió de la mano y subieron juntos con el sonido de un azote tras otro de fondo.

-SARA: pues yo también quiero dormir con alguien……

-SONIA: a mi no me mires, estoy destrozada, y necesito mi espacio.

-MARTA: bueno, podríamos dormir los 3 en tu cama tía, que es más grande…..- su solución me encantó.

Subimos a su cuarto, Marta fue a cambiarse para dormir, y Sara me invitó a quedarme mientras hacia lo mismo, se desnudó por completo y se puso un tanga tan diminuto que apenas se veía,  se tumbó en la cama llamándome, me recosté sobre ella por detrás y la abracé con fuerza.

-SARA: sabes…….estoy harta de Jaime, es un niñato.

-YO: ¿y por que le has dejado…….tomarte? – no supe decirlo más suave.

-SARA: no sé, al principio me gustaba jugar con él, pero ahora, está detrás de todas, y me ignora – “mientras eras tú la que jugaba te parecía bien, ahora juega con otras y no te gusta”.

-YO: es un cerdo, y seguro que se ha metido en la cama de mi madre para tirársela.

-SARA: eso ya lo hicieron anoche, me la dicho tu madre, jajaja la muy loca dice que  le gustó, que la tiene como un fideo pero la divierte, puf, lo que le ha hecho tu padre no tiene cura, Jaime a mi me vuelve loca, veo las estrellas y me desvanezco, y a ella  “le divierte”, no se, quizá es que hacia mucho que no me tomaba nadie.

-YO: ¿y el de ayer?, te vi abajo al llegar……

-SARA: un cualquiera, ni me acuerdo de su nombre o su cara, fue amable conmigo  y me folló bastante bien.

-YO: se me hace raro hablar de esto………así.

-SARA: mi niño, a estas alturas las cosas están claras, vamos a disfrutar mientras dure – se giró y me dio un tierno y cariñoso beso en los labios, me recordó a la 1º vez que la vi en casa, aquella mujer de bandera fuerte y sensual.

Marta entró traspuesta, iba con otro camisón idéntico al de la noche anterior, pero blanco, al verla Sara la sonrió con amabilidad, y al instó a quitarse el camisón, algo avergonzada accedió quedando como mi tía, solo con un tanga blanco, algo más grande que el de Sara. Me recosté y por unos minutos las tuve a las dos en mis brazos, sentía sus pechos en mi y su respiración calmándose al son del ritmo de mi corazón, hasta que se durmieron. Pasados unos minutos comencé a escuchar a mi madre gemir,  sonidos de azotes uno tras otro seguidos de risas,  y Jaime soltando improperios, estaban follando de nuevo, y ahora sin poder culpar a la bebida, pero  el sopor y el calor corporal de mis 2 acompañantes me vencieron, y caí dormido junto a ellas.

3 días con mi tía.

Un calor agobiante me despertó, era el sol pegando fuerte por la ventana, al ubicarme sentí mi miembro duro presionado, estaba en forma de cuchara pegado a la espalda de mi tía, y con un seno en la mano, Marta estaba pegada a mi,  con sus pechos en mis omóplatos y un brazo por encima mía. Me quedé quieto como una estatua, sin saber que hacer, quizá mi tía se molestara por la erección, así que traté de moverme.

-SARA: shhhh quieto – se abrió de piernas y sentí mi miembro caer entre ellas.

-YO: tía……- cerró los muslos,  me creí desvanecer.

Pasó un largo rato hasta que Marta se movió tumbándose hacia el otro lado, entonces pude separarme y sentir como salía de su prisión cárnica, pero al momento se giró sobre mi, apoyada en mi pecho con su barbilla en mi cuello.

-SARA: tienes una buena polla, lo sabes, ¿no?

-YO: bueno……eso dice mamá.

-SARA: y yo, y cualquier mujer,  he visto algunas más largas, pero no más anchas, debes dejarlas rotas de placer, a mi me duele la mandíbula de chupártela ayer – bebidos se hacían unas cosas que, luego al mencionarlas sobrios, resultaban incomodas, al menos a mi.

-YO: pues no se, Vanesa parecía feliz…..- sorbió por la nariz con un sonrisa muda, mi comentario fue tan inocente que no me di cuenta de lo que había dicho.

-SARA: normal – Marta se movió y gimió entre dientes.

-MARTA: callaos leche, quiero quedarme aquí para siempre, no salir de esta cama nunca…….- Sara me puso un dedo en los labios y sonrió traviesa, extendió su mano y la pellizcó el culo, Marta se sobre saltó y se giró, pero vio a Sara sonriendo, frunció el ceño con cariño y se giró a seguir durmiendo,  Sara empezó a rozarle el contorno del cuerpo, que a contra luz del sol anaranjado parecía de  cobre pulido.

Al hacerlo me ponía un pecho en la cara,  no hice nada por miedo, solo miraba como Marta soltaba zarpazos queriendo apartar aquellos dedos que la acariciaban,  le hacían reírse y erizarla la piel,  hasta que se revolvió con una sonrisa enorme y atacó a Sara con la almohada, que ofendida, se puso de rodillas y  jugaron a pelearse conmigo en medio.

-MARTA: ¡serás pesada, Sam, ayúdame! – me incorporé y cogí a Sara de la cintura pegándola  a la cama, se reía mientras luchaba por liberarse y Marta la hacia cosquillas en el vientre.

SARA: ¡no por dios, cosquillas no, que me muero! – eso solo azuzó a Marta, que empezó a hacerla  “pedorretas” en el estómago doblándola de risa.

Ninguna pareció percatarse de mi erección, hasta yo me olvidaba de ella, aquello empezó como un juego inocente, Sara se liberó y logró coger del abrazo a Marta, buscándola cosquillas hasta encontrarlas  en las costillas, Marta se revolvió como una loca entre carcajadas y gritos.

-SARA: ¡ayúdame con ella, Sam!

-MARTA: ¡ni se te ocurra!, que te busco el cuello…..  - solo con decirlo traté de esconderlo, y Sara me atacó, es algo superior a mi, la solté y huía de ella mientras me pegaba los pechos a la nuca y me hurgaba con los dedos en la garganta, estaba rojo y me reía tanto que me ahogaba.

-YO: ¡para…..por favor jajajja para! – no lo hacia.

-MARTA: ahí os quedáis, huyo cual cobarde a darme una ducha – la imploré ayuda pero me revolvió el pelo y se fue.

-SARA: jajaja ahora estamos solos tú y yo – trataba de alejarme, pero lograba llegar a mi cuello.

YO: ¡para………para…….. o…..o …..!- seguía sin parar haciéndome reír.

Me hinché de orgullo y la cogí de la cintura elevándola medio metro,  ante un grito de sorpresa la dejé caer a la cama boca abajo, subiéndome encima de ella, aprisionándola y haciéndola cosquillas por los costados, se movía como una culebra, tanto que se me salió la polla del calzoncillo y la estaba pegando con ella en el culo, se sintió el cambio de tono en las risas de Sara,  creí que era otra cosa, se giró como pudo, se alzó buscándome el cuello, tan fuerte que caí sobre ella, que estaba de medio lado, me apretó contra su cara y clavamos nuestras miradas.

-SARA: ¿si te pido una locura la haces?

-YO: ¿que puede ser?

-SARA: bésame…. – y alzó sus labios, volví a  sentir un sabor a frambuesa reconocible, y al 3º beso, su lengua me invadió, y se lo devolví.

-YO: tía…yo……..una cosa  es cuando jugamos…pero Vanesa….- me acarició la cara con ternura.

-SARA: faltan unos días para que vuelva, podemos divertiremos mientras, tú  y yo – sacó una de sus piernas de entre las mías y me rodeó con ella.

-YO: ¿y Jaime?

-SARA: jajaja soy mujer de sobra para 2 – fue lo mejor que pude sacarla, así que la azoté con fuerza, se sorprendió gratamente, tanto que lo volví  ha hacer, y entonces me apretó contra su seno, lo lamí con fuerza y pude notar su dureza en los labios.

-YO: ¡que buena estás tía! – alardeó con un gesto coqueto, y me alejó de sus senos besándome, ella se reía ante mis torpes conocimientos.

-SARA: calma potrillo,  tenemos tiempo, ahora a desayunar –  me seguía dando besos cortos y tenia las mejillas coloradas, pero la solté.

Algo decepcionado y esperanzado a la vez, me fui al baño a aliviarme, al bajar estaban todos desayunado con caras renovadas, decidimos por 1º vez ir todos a la playa como familia, y pasar la mañana allí para comer en un restaurante cercano. Con mucha más gente a esas horas, Jaime y yo fuimos precavidos, aparte de que el noviete de Sonia, Jony según dijo llamarse él mismo,  estaba por allí, un chico alto y musculoso, rapado al cero y un pendiente en una ceja, Vin Diesel pero con acento de paleto Valenciano. Eso no cambió que mi madre seguía el juego a Jaime, le gustara como la follaba, o no, le atraía el morbo, y un par de cachetes en su trasero siempre la dejaban dócil y mansa.

Sara se pegó a mi, pero no soy imbécil, sabia que estaba resentida y que yo era una opción de celos a Jaime, pero no por ello no me aprovecharía de ello, si no fuera conmigo buscaría a otro con quien intentarlo. Además,  Sara había ido con un diminuto biquini de tanga, que le quedaba de fábula, y me pasé media mañana en el agua frotándome contra su trasero.

Al salir al sol, una por una se quitaron la parte de arriba y se quedaron así, a Jony casi le sale la sangre por la nariz de verlas los pechos. Todas tenían ya las marcas del biquini del sol y no las querían, teníamos un moreno ya marcado pasado 1 mes y pico allí. Pese a ello Jaime se dedicó a darle cremas a todas, menos a Sara, que me eligió a mí ante su sorpresa. Me esmeré en dejarla relajada y recorrer su espalda con cuidado.

-SARA: ¡que gusto de hijo hermana!, que manos tiene…….- lo decía bien alto para los oídos de Jaime.

-CARMEN: no es lo único en que destaca mi niño jajajaja.

-MARTA: ¡MAMÁ! JAJAJAJA – se puso colorada, no menos que yo, todas sabían que se referían a mi miembro.

-SONIA: ¿tenemos algún plan estos días? – se habría cansado de salir con los de su edad y  hablaba en plural con nosotros.

-MARTA: yo tengo que descansar,  estoy magullada del fin de semana……

-JAIME: jajaja si es que eres una floja……- la dio un buen azote que la dejó enrojecida la zona del glúteo.

-CARMEN: no lo es, yo también tengo que relajarme un poco, ya no tengo edad.

-SONIA: quien lo diría….- si raro era que mi madre tuviera ese aguante, más lo era que Jaime se hubiera follado ya a mi madre, mi tía y mi hermana, y la más ligera de cascos de todas, Sonia, siguiera sin catarlo.

-SARA: vosotros haced de lo que queráis, yo me voy al mercadillo del pueblo de al lado, y no me apetece coger el coche, ¿me llevas con la moto Samuel?

-YO: si……bueno….si no os importa…..

-JAIME: pensaba que podríamos volver a jugar esta tarde todos……quédate.

-SARA: no gracias, tu te has quedado sin derecho a decirme que hacer  - un frío cortante cruzó la playa, pero Sonia y Marta relajaron el ambiente repasando las cosas menos lascivas del fin de semana.

Pasamos un par de horas  en la playa y comimos una paella exquisita, para regresar a casa y echarnos una gloriosa siesta, Sara me llevó a su cuarto a dormir y se quedó en bragas como de noche, Marta se subió a su cuarto pero se bajó a nuestra cama pasado un rato.

-MARTA: ¿puedo quedarme aquí? es que Sonia y Jony…….- no hacia falta que dijera nada, se les escuchaba bien. Marta iba en tanga y sujetador sin más.

-SARA: claro bonita, ven aquí – le hizo un hueco entre los 2 para ella.

-MARTA: me sienta a cuerno quemado que Sonia se porte así, le da igual que esté al lado.

-YO: es tu amiga.

-MARTA: ya……y Jaime el tuyo, pero duerme con mamá….vaya par de idiotas nos hemos traído.

-SARA: jajaja no te preocupes, mi cama está siempre disponible para vosotros – Marta la abrazó y luego se quitó el sujetador para estar más cómoda.

Nos abrazamos de forma cariñosa, quedando soporíferamente traspuestos. No puedo decir que no fuera una gozada dormir con ellas 2, casi desnudas, no fue raro despertarme con la espalda de mi hermana pegada a mi y una erección colosal, raro  fue ver a mi tía al otro lado besando un seno a Marta, lo hacia con una delicadeza sobrenatural, casi sin tocarlo, pero tenia su pezón bien duro.

-YO: ¿que haces?

-SARA: shhhh que la vas a despertar.

Poco a poco fue subiendo la intensidad de sus besos y el calor de Marta aumentó, lo sentí en mi cuerpo, gemía ahogada en sueños, Sara se acomodó y le cogió de ambos senos jugando a lamerlos y besarlos, daba pequeños rodeos con la lengua sobre sus pezones justo antes de chuparlos. La respiración de Marta se aceleró y terminó despertándose acalorada.

-MARTA: jajaaja ¿que haces tía? – su casi nula reacción negativa me confundió.

-SARA: vengarme por dejarme sola esta mañana con tu hermano después de las cosquillas.

-MARTA: que mala soy….- y en vez de apártala la apretó contra su pecho, mordiéndose el labio y sacando el culo al sentir mi erección.

-SARA: tienes unos pechos preciosos, me gustaría tenerlos así – los acariciaba con delicadeza.

-MARTA: los tuyos no están mal…..

-SARA: antes, a los 25, me sentía orgullosa de ellos, pero ahora….te veo a ti,  no digamos a Sonia, y me da cosa…..

-MARTA: no digas bobadas, míralos……- se los cogió con cariño - …seguro que Jaime  goza con ellos.

-SARA: no se……¿tú que opinas Sam? – de golpe me habían metido en la conversación.

-YO: bueno, es que compararse con Sonia es un error…….tienes unas tetas muy bonitas tía.

-SARA: gracias…….¿te gustaría tocármelas? – asentí ansioso, se alzó de medio lado sobre Marta y me las puso cerca, las cogí con rudeza, casi sopesándolas.

-MARTA: jajaj así no, tonto, tienes que hacerlo con suavidad – se puso detrás de mi y me fue guiando con cuidado, Sara  tenia una medio sonrisa boba mientras veía como mi hermana me enseñaba a tocar unos pechos con sensualidad, me quedé estupefacto al sentir como se ponían duros y firmes, y jugar con sus aureolas fue delicioso.

-SARA: jajaja una mujer sabe como tocar a otra mujer eh……- Marta volvió en medio y acarició sus senos lentamente, dándole pequeños besos tiernos a cada pecho.

-MARTA: puf….me estoy acalorando mucho eh…..me tengo que ir a dar una buena ducha.

Tardó uso segundos en dejar de besar sonoramente los pechos de Sara, y luego me besó en la mejilla revolviéndome el pelo, se fue echándose aire con la mano al cuello y Sara se dejó caer boca arriba tirando de mi, que seguí chupando sus senos como la había visto hacer a mi hermana.

-SARA: ¡dios…..como me pone Marta!, me recuerda a tu madre de joven.

-YO: se parecen mucho – dije al sacarme un pecho de la boca.

-SARA: ¿te cuento un secreto? Tu madre y yo tuvimos nuestro momento……yo tenia 17 años,  y se quedó en mi casa unos días para verme, se puso tan borracha que jugamos toda la noche la una con la otra, siempre me gusta una buena polla, pero aquellos días me iba un poco de todo,  me dejé llevar y creo que a ella le gustó.

-YO: ¿y luego que hicisteis?

-SARA: nada, como si no hubiera pasado, eso me dejó triste, tu madre volvió a casa y no se habló del tema jamás …..- sonó melancólica y me apartó de sus pechos, para meter la lengua a jugar en mi boca - …deberíamos darnos una ducha para irnos al mercadillo.

Esa mujer me ponía enfermo, me llevaba  al limite del paraíso para arrebatármelo, cayeron 3 pajas como 3 soles en la ducha, salí con el brazo cansado, con un bañador y una camiseta, Sara escogió una falda negra de tubo hasta los muslos y un top dorado, no se veía sujetador aunque luego vi que llevaba uno de esos sin tirantes, tampoco es que necesitara realzarlos, seguro que antes habían estado mejor colocados, pero no la deslucían para nada, y con unos tacones grandes con un leve recogido de pelo estaba sencilla e increíble.

Se abrazó a mi espalda al subirse a la moto y tuvo que remangarse la falda con esmero para abrirse de piernas y sentarse, sentí sus manos en mi tórax, no como sujeción, sintiendo mi cuerpo. Los botes de los badenes eran divertidos y aceleré un poco de más para sacarla un suspiro de nervios, al llegar me dio un par de besos cálidos de emoción y se cogió de mi brazo paseando por el mercadillo. Fueron 2 horas en que fui su novio, es la mejor forma de describirlo, me preguntaba como le quedaba tal cosa, me ofrecía cosas a mí, señalaba con emoción y no se separa de mí, dándome tórridos besos de vez en cuando. Tomamos un helado mientras nos sentamos en la playa, se puso entre mis piernas y me hizo rodearla con los brazos por el vientre, apoyada sobre mi pecho con las piernas juntas dobladas de lado, respirando el mar y apretándome contra ella.

-SARA: echaba de menos un día así…….gracias.

-YO: pensé que Jaime te hacia feliz.

-SARA: me divertía con él,  Samuel,  ha hecho que me sienta joven y viva de nuevo, pero solo quiere sexo, y ya no conmigo, es normal a su edad, las hormonas están locas, pero tú me has hecho feliz  sin necesidad de ser grosero, descortés o meterme mano más allá de lo que te pida, eres un buen chico.

-YO: ¿y por que le elegiste a él?, sabias que me gustabas…..

-SARA: desde el 1º día que te vi en Madrid, por como me mirabas era demasiado evidente, quizá si no fueras mi sobrino, sin tu padre al principio y si alguno hubiera dado un paso en esa dirección..….Jaime era menos complicado……..pero eso ahora da igual – se giró hundiendo su rostro en mi cuello,  inspirando con dulzura y chupándome la piel  haciéndome reír, sin llegar ha hacerme cosquillas.

-YO: deberíamos volver, no me fío de Jaime solo en casa……

-SARA: bien que haces, a tu madre  ya se la ventila sin cuidado alguno de que les oigan.

-YO: pues démonos prisa – me levanté y de un tirón la puse a ella de pie, se sacudía arena de la falda, y me miró comiéndola con los ojos.

-SARA: ¿me ayudas? …– me cogió de la mano y se la puso en el culo, estaba tan duro como imaginaba, y tan tierno como deseaba, pasé la mano unas cuantas veces hasta sacudirla toda la arena, la miré con ganas de azotarla -…..hazlo.

Lo hice una vez,  ante su sonrisa otra, y al final daba igual si tenía arena o no, solo importaba la sensación de piel botando en mis dedos, me dio tal beso que me la puso dura, y tardamos 1 hora en llegar a la moto, aparcada a 100 metros, de tantas carantoñas.

-SARA: ¿puedo pedirte una tontería?

-YO: claro  – ese día podría pedirme mi cabeza en una bandeja, que yo mismo me la cortaría.

-SARA: me apetece conducir la moto, ¿me dejas?

-YO: no se, ¿sabes llevarla? – negó con la cabeza.

-SARA: no he cogido una nunca, aunque si he ido de paquete muchas veces – se apoyó medio palmo sobre mí, mirándome con ojos de corderito.

-YO: está bien, pero con cuidado – un beso fugaz en los labios me lo agradeció, casi rutinario.

Me subí a la moto y me pasé a la parte de atrás, Sara metió su culo entre mis piernas y sentí mi polla a reventar contra ella, que de forma traviesa contoneó la cadera hasta encontrar una pose cómoda, con mi miembro entre sus nalgas. La rodeé con los brazos cogiendo el manillar y explicándole todo lentamente, metí mi cabeza por encima de su hombro y ella atendía mientras alguna vez giraba su cara para darme un beso en la mejilla, su pelo me  rozaba en la cara y me ponía nervioso. La puse el casco y recé por no caernos.

Arranqué la moto y desde detrás nos alejé del mercadillo y posibles daños colaterales, nos metí en una carretera secundaria poco transitada y allí subí de velocidad, con ella siguiendo mis manos, gritaba al sentir el aire en la cara y  reía nerviosa, hasta que solté el manillar poco a poco y ella se hizo cargo, soltó un alarido de diversión mientras guiaba la moto con celo, no pasamos de 30 por hora y aún así la sensación era agradable, siguiendo el contorno de la orilla del mar al atardecer.

Fue media hora en que daba pequeños tumbos y la corregía siempre atento, en el último bache casi nos vamos al suelo, así que cogí el mando definitivamente camino a casa, pero sin cambiar de postura.

-SARA: ¡jajaja que divertido!

-YO: no es para tanto…….

-SARA: ¿a cuanto lo puedes poner?

-YO: he llegado a ponerla a 110 por hora cuesta abajo, pero normalmente no paso de 70, por precaución.

-SARA: ¿y si le metemos caña? solo hasta casa, ¡dale gas hasta el tope!

-YO: no sé si es buena idea…..

-SARA: por fi, por mi…..- una travesura más de verano.

-YO: agárrate bien.

Aceleré fuerte, y la moto hizo un poco de caballito, eso bastó para cortarle la respiración a Sara, a partir de ahí fui cogiendo velocidad, llegamos  a 86 sin problemas, pero éramos 2 personas y en llano, no subiría más. Pese a ello la sensación era genial, divertida y distendida, Sara daba pequeños gritos con cada bache o curva cerrada, se aferró a mis brazos en vez del manillar y sentía sus uñas clavadas en mi, luego extendió los brazos hacia arriba, gritando como una loca, fue una sensación rara de libertad. Al llegar a casa había arena en el asfaltó y al frenar la moto derrapó unos pocos metros, fue un colofón genial, Sara se giró para darme tantos besos largos y húmedos que parecían uno solo.

-SARA: ¡jajja ha sido genial!

-YO: si,  un poco.

-SARA: ¿un poco?, ¡casi nos levamos a un pobre gato por delante! jajajaja dios, eres un encanto…..- cogió el par de bolsas de las compras y la vi contonear su culo con salero al entrar en casa.

Estaban todos abajo, Jaime en el suelo con mi madre sentada encima, Jony y Sonia en un sofá y Marta estudiando de fondo, al vernos  nos saludaron y se pasaron unos minutos hablando de lo que Sara había visto en el mercado para que las demás compraran.

-SARA: sabéis, estoy harta de las marcas del biquini, quedan horribles, así que he visto unos bañadores muy monos y os he comprado unos cuantos.

-CARMEN: ¡que peligro! – pero todas acudieron a las bolsas.

Sacaron unos, groseramente, diminutos biquinis, eran de colores vivos y  de tanga de hilo, apenas un triángulo no más grande que la palma de una mano en la zona del pubis, y otros de menor tamaño aún en los senos, si superaban a una patata frita “tipo nacho”, era por poco.

-MARTA: ¡por dios tía!, donde nos metemos esto, es minúsculo.

-SARA: esa es la idea, ya nos ha visto media playa con las tetas al aire, ¿que más da?

-CARMEN: jaja parecen juveniles.

-SONIA: ¿y donde pretendes que meta yo a estas?...  – se amasó los pechos de forma devastadora –… si esos triángulos no me tapan ni los pezones jajajaja.

-JAIME: pues probar……..venga..….y nos damos un chapuzón en la piscina, que llevamos aquí toda la tarde – bastó un azote a cada una para que le obedecieran, aunque Sara ya se estaba desnudando y poniéndose uno amarillo fosforito.

-SARA: ¿como me queda? – se me puso dura, era brutal y descaradamente obsceno, se le marcaban los labios vaginales.

-JAIME: ¡de cine!, me muero por ver como le queda a Sonia jajajjaa – si a Sara, que tenia un pecho normal, se le salían…..

-CARMEN: ¡me encantan! - mi madre se puso uno azul cielo, era igual de obsceno pero ella lograba que quedara menos grosero, marcaba labios igual, y hasta la línea de bello, pero al darse la vuelta su culo merecía una trilogía de películas.

-MARTA: es ridículo… – escogió uno rosa fucsia, fue  mejor que a mi madre, ya que sus pechos hacían que tuviera una forma mucho más sensual y firme –…. además, se me salen los pelos de….ahí – me fije mejor y tenia 4 cabellos  sobresaliendo.

-SARA: tengo para depilarte hija mía, es que tienes una mata ahí que ni la jungla…….- Marta se puso azul de vergüenza.

-SONIA: ¡esto es imposible! - apareció con solo la parte de abajo, de un verde pistacho que le quedaba de cine con sus ojos, pero la parte de arriba en la mano -…esto no me tapa una mierda, mejor voy sin ello – eso nadie pudo negarlo, le quedaba la parte de abajo tan tirante, al ser elásticos,  que se tenia que acomodar la tela por que se le  metía por dentro de sus labios mayores. Entre las chicas quisieron ayudarla a ponerse la parte de arriba, pero eran incapaces, el diseñador no pensó en mujeres con senos de ese volumen.

-JAIME: estáis de fábula – se pasó unos minutos azotando nalgas al aire sin parar, supongo que quería convencerlas de que no usaran otro bañador.

-SARA: jajaja no tan rápido que también tengo unos para vosotros………- Jaime se quedó banco, y yo más, sacó unos tangas morado y blanco, de hombres.

-JAIME: ¡ni de coña me pongo yo eso!

-CARMEN: jajaja por favor, solo para ver como queda jajajaja.

-MARTA: nosotras hemos cumplido, os toca.

-YO: pero si son diminutos, ahí no me cabe la……….- Sara lo miró de reojo.

-SARA: solo se puede saber de una forma.

-MARTA: venga por fi, jajajaja.

Cuando cogí el blanco rompieron  a aplaudir, me di la vuelta y me bajé el bañador, para luego ponerme aquello, la sensación de meterse por el culo fue rarísima, y traté de meterme la polla en aquella tela, pero no había manera. Jaime me siguió por no quedarse atrás, pero su aspecto era peor que el mío, tan escuálido y sin  terminar de llenarlo.

-CARMEN: ¡a ver!, dad la vuelta……

-YO: no, mamá, no valen.

-SONIA: deja que decidamos nosotras jajaja.

-SARA: eso, venga chicos.

Jaime se dio la vuelta y sonaron carcajadas, el se lo tomó a bien con su salero natural, pero al darme la vuelta yo se callaron de golpe.

-SONIA: ¡joder con el chaval!

-SARA: jajaja si sale así le detienen seguro jajaja.

-CARMEN: si ya os decía, como su padre……- hizo un gesto agarrándose el antebrazo esclarecedor, luego se acercó y trató de colocármelo de otra manera, pero no había forma, si me metía la polla se me salían los huevos y si los metía a ellos, me quedaba cruzada y saliéndose por encima.

-SARA: pues nada, mañana iremos a  buscar algo más…….de tu talla – estaba abochornado, si, pero me gustó las miradas de todas.

Por lo visto los 2 tangas se los quedó Jony, noviete de Sonia, al que le quedaban bien, y nos pusimos unos bañadores normales para salir a la piscina casi de noche. Marta y Sara tardaron un poco, la iba a rasurar mientras el resto nos dimos un chapuzón en el que en cuanto tocaron el agua, los biquinis se convirtieron en una 2º piel allí donde había tela, los pezones se marcaban hasta las aureolas, y que decir de los labios mayores. Al rato apareció Sara dando carantoñas a Marta, que estaba algo sobrepasada,  al verla de cerca era claro que se había rasurado al 0, ahora si, se la veía como una de esas modelos de biquinis de  calendario, tan preciosa y sensual que parecía haber nacido y desarrollado para llevar ese biquini. Mientras, Sonia se daba el lote con Jony, Jaime acosaba a Marta nada más entrar en el agua, de lejos a la que mejor le quedaba en conjunto, mientras mi madre y Sara trataban de hundirme, pero solo lograban que se les salieran los pechos y la parte de abajo las apretara, se pasaban más tiempo recolocándoselos que jugando, pero parecían encantadas con sus nuevas prendas.

Nos vestimos y cenamos entre risas, Jony se iba a quedar por lo visto con Sonia a dormir, así que Marta, que estaba harta de sus gemidos, se mudó a mi cuarto, total, yo dormiría con Sara y Jaime con mi madre. Sara se volvió a vestir con la falda de tubo y el top dorado, pero sin el sujetador, y pasadas las 2 de la mañana nos íbamos retirando a la cama, los últimos, Sara y yo, que al rato escuchamos a mi madre y Jaime con ruidos de sexo. Sara me llevó de la mano a la habitación de mi madre, y me pegó a su espalda mientras abría la puerta en silencio,  vimos a Jaime boca arriba dándole tal velocidad a las embestidas por el culo de mi madre,  haciendo el puente de espaldas a él, que su miembro no termina de verse nítidamente al salir y entrar. Nos pasamos 10 minutos mirando como Jaime demostraba que de verdad le pilló cansado aquel 3º día de fiesta, mi madre estaba en la gloria sintiendo como la follaban.

-SARA: jajaja parece que si que la divierte……

-YO: Jaime se mueve muy bien, sabe que hacer con una mujer.

-SARA: si, pero eso es solo practica, cualquiera puede hacer vibrar a una mujer si sabe donde tocar o como acariciar, esta mañana Marta te ha enseñado un poco como tocar bien unos pechos.

-YO: ojalá aprendiera, con Vanesa me sentí algo perdido.

-SARA: pues menos mal, por que la oí gemir y gritar como a una perra……..

Un cambio de posición de mi madre, montando ahora de rodillas dándole la espalda a Jaime, nos obligó a dejar de curiosear, y Sara me llevó de la mano a su habitación, con un andar exagerado en su movimiento de caderas bajo la falda, y contoneando su cuerpo entero con alegría, al entrar caminó hacia la cama,  sentándose y destilando sensualidad.

-SARA: ha sido un buen día……

-YO: si….y sin resaca jajajajaja

-SARA: como colofón me gustaría que me dieras un masaje en la espalda, todo el día de pie me ha dejado cansada, ¿te importa?

-YO: no, claro……- sonrío feliz.

Se giró sobre la cama  tumbándose boca abajo, me puse a su lado y estuve un rato dándola un manejase tranquilo, pero no llegaba a toda la espalda, así que me hizo ponerme encima suya de rodillas, sentí su culo aplastado por mi peso y fui aumentando las caricias.

-SARA: jajaja y no sabias darlos…….me estás dejando muy relajada.

-YO: por que tú me enseñaste.

-SARA: te podría enseñar un par de cosas más…..

-YO: ¿como que?

-SARA: a dar un buen masaje en el culo, por ejemplo…..- se llevó la mano a los riñones y abrió la cremallera de la falda, dejando ver un tanga amplio y negro, me cogió de las manos y me las puso en su trasero, indicándome como ir dando apretones, soltar, como estirar y donde tocar.

-YO: puffff  tienes un culo genial, está duro.

-SARA: antes hacia mucho ejercicio jajajaja me está gustando mucho, aprendes rápido.

-YO: cuando algo me gusta presto atención y se me queda – fue pensando en como aprendí historia, o sacarme el carnet, pero ella se giró agradecida.

-SARA: eres todo un hombre ya – me cogió de la nuca y en vez de cosquillas sentí una corriente eléctrica que me tumbó sobre ella, y la besé, el 2º beso fue lento y con lengua, pude saborear sus labios con calma.

-YO: no, para, no quiero que me dejes como esta mañana……

-SARA: no, cielo, ahora iremos hasta el final.

-YO: ¿para dar celos a Jaime? No, gracias…..- me disponía a salir.

-SARA: no es por Jaime, o no del todo, amor, si quieres irte, vete, lo entenderé, pero quiero que sepas que cambiaría todo lo que va de verano con él, por el día de hoy contigo.

Se giró quitándose el top,  dejándolo en el suelo, luego se puso en pie bajándose la falda, y al verla allí de pie, solo en tanga, no pude contenerme, “¡a la mierda mi orgullo y mi amor proprio!”, deseaba follarme a esa mujer, así que la cogí de la cintura de cara y la besé con furia, casi la dobló la espina dorsal, jadeó sorprendida y luego me cogió de la cabeza calmando mis ansias, al 4º beso ya iba a su ritmo, uno  cauto y lento, pero más excitante. Se dejó caer a la cama y yo tras ella, al soltarse el recogido su melena rubia me dejó sin aliento, y la besé por el cuello tras la oreja, se reía al rozarla allí, mientras me sacaba la camiseta a tirones, luego metió sus 2 manos en mi bañador y sentí sus manos acariciándome el miembro, pase unos minutos sin creérmelo hasta que me dio un empujón y quedé  de pie, se sentó delante de mi y me bajó el bañador, mi erección saltó viva y dura.

-SARA: jajaja estaba deseando tenerla de nuevo ante mí sin ir medio borracha.

La cogió con ambas manos y besó el glande con ternura, no le daba para cerrar los dedos en torno a ella, pero si para masajear con gracia, luego se metió el glande con esfuerzo en la boca y lo chupaba como un huevo duro entero, se me puso como nunca, quizá por que estabamos los 2 allí de propia voluntad y sin bebidas de  por medio, al verla en su esplendor soltó un risa muda, y volvió a la carga, teniendo que lamer y besar de lado aquel tronco de árbol

-SARA: es de lejos la más gorda que he visto nunca, es espectacular.

-YO: ¿podrás con ella? – fue  una suplica.

-SARA: jajaja claro cielo mío, o al menos lo intentaré……

Se pasó unos minutos dejándomela brillante de babas, luego fue subiendo por mi pecho, quitándose el tanga, y dando lentos besos hasta llegar a mis labios, me dio reparo besarla pero lo hice, y terminé cogiéndola del culo y subiéndomela encima abierta de piernas, sonrío feliz al sentir mi miembro cabeceando entre sus muslos, lamí sus senos como me habían enseñado esa mañana y la oí gemir levemente, buscó a  tientas mi falo a su espalda y lo acariciaba con cuidado, hasta que apuntó a su interior, sentí su calor en el glande antes de notar la presión inicial, Sara soltó un “JODER”, al ver que no entraba, pero siguió apretando hasta que lo hizo, fue doloroso y dulce a la vez. Esperamos a estar bien colocados, se fue dejando caer retorciéndose, y mirándome a los ojos con ternura, creo que era por que estaba gozando mucho, y   sabia que yo no era consciente de lo que estaba disfrutando por mi culpa.

-SARA: ¡madre mía Samuel, es que no me pasa de la mitad, me matas!

-YO: lo siento – se me escapó tras un beso.

-SARA: jajaja no te disculpes por nada cariño, solo estoy un poco cerrada, dame unos minutos, sepárame bien las piernas y bésame el cuello con suavidad.

Era una esponja, todo aquello se me quedaba grabado, ella se dedicó a subir sobre mi como si fuera una pared, y dejarse caer lentamente, cada vez sentía menos presión, pero notaba más en ella,  así que no lo pude evitar, rememorando lo que había visto hacer al mulato y a Jaime,  di 3 golpes de cintura, seguidos de 3 gritos roncos y  fuertes que salieron de los pulmones de Sara.

-SARA: ¡POR DIOS! – siseó con el cuello hinchado a punto de explotar.

-YO: es que…..

-SARA: ¡calla!, bésame y vuelve hacerlo, pero de una sola vez, ¡mátame Samuel, dámela toda!

La agarré del culo con fuerza, la besé, y di un bote que aproveché, al caer su cuerpo embestí con tanta fuerza que casi me caigo. Es inútil intentar reproducir lo que salió de la boca de Sara, una mezcla de pánico, horror, dolor, placer, lujuria, y autodeterminación.

-YO: ¡¿estás bien?!

-SARA: ¡dios, como nunca Samuel!, me siento como en mi vida jajaja, ¡vaya joya!, túmbame, ¡por todos los cielos! me mareo……

La recosté con cuidado sobre la cama sin sacarla de ella, me dediqué a chuparle los pezones mientras ella seguía tratando de asimilar lo que la tenia abierta de piernas mucho más de lo que necesitaba. Empezó a moverse con cuidado, lentitud y excitación, tardaba un mundo en sacársela y metérsela, pero cada vez un escalofrío nacía en mi espalda.

-SARA: ¡ve despacio por favor!, fóllame con cuidado, otros necesitan mucho ritmo para hacer gozar a una mujer rápidamente, pero tú no puedes empezar así, ve despacio al principio.

Lo hice lentamente, y Sara se puso colorada, había cogido las sabanas con fuerza y no las soltaba, totalmente tumbada y ofrecida en la cama, cogí su cadera con cuidado y fui penetrándola con una calma que no sentía, quería destrozarla, pero me guiaba por sus consejos. Iba dando pequeños aumentos de velocidad a su petición, Sara gemía de forma diferente en cada uno de ellos, hasta que al final sus senos se movían al son de mi cadera, y pude empezar a desatarme. Sara se tapaba la cara cuando nuestras pelvis chocaban y daba igual como se pusiera, por que se le hinchaban las venas del cuello, terminando gritando con cada golpe, tan fuertes que seguro que estaban escuchándola por toda la casa, escucharían como gritaba mí nombre. Con cada embestida de mi cintura  bufaba de placer al verla gozar gracias a mí,  hasta que tembló entera y me mojó la cadera al salir de ella, vi un agujero enorme y un chorro caer como si se le  hubiera roto una tubería. Sara se puso a chupármela poseída, pero luego ponerse a 4 patas y volver a metérsela, gimió sin control sobre su propio cuerpo, hasta que me corrí azotándola duramente en el culo, sentí que podrían llegar a  salirle por la boca cada chorro de semen, con un bramido animal, y Sara terminó doblándose de placer, quedando abrazados sin motivo alguno.

-YO: ¿tía……..como estás? – roja y compungida diría yo.

-SARA: ¡en la gloria Samuel!, con un par de trucos serás espectacular, apenas te has movido y me has hecho papilla…..jajajajja – no la entendía, estaba sudando y agotado, ¿y se supone que no me había movido?

-YO: ¡eres la mejor, tía!

-SARA: gracias cielo, casi lamento que hayas conocido a Vanesa…..- de golpe pensé en ella, y me sentí terriblemente mal.

-YO: ¿y si se entera?

-SARA: ¿sois novios o algo?, la conoces de una noche, no son cuernos.

-YO: ¿pero y si se entera y me deja?

-SARA: no le diremos nada si no quieres, aunque si nos ve jugando a las cartas no le parecerá tan malo,  si es lista lo dejará pasar, pocas veces se encuentra a un buen chico como tú, listo y dulce, y  con una traca así……

Me pasé media hora con la cabeza pegada al costado de Sara, que jugaba con mi pelo, viendo como su pecho subía y bajaba con menos ritmo paulatinamente, quedando con una respiración profunda, me cogió de la cara y con un beso largo y sonoro  fue a ducharse, yo me di otra ducha rápida y me puse un calzoncillo para dormir, mientras que Sara regresó completamente desnuda y se metió en la cama, hundiéndose en mi pecho cobijándose del resto del universo. Marta llamó a la puerta, y se asomó con calma.

-MARTA: ¿puedo entrar?

-SARA: claro princesa, ¿que te pasa?

-MARTA: nada…….que quiero dormir….

-YO: ¿ya está Sonia haciendo ruidos arriba?

-MARTA: si…bueno….antes no, pero os han debido de oír y se han puesto a follar como conejos……¿habéis terminado? si no, puedo  irme y dormir sola, pero…..

-SARA: no digas tonterías, ven aquí, ya te dije que mi cama es tu cama – yo me moría de vergüenza, si ella lo había oído, toda la casa lo escuchó, mi madre incluida, y allí estaba Marta,  mirando al suelo siendo consciente de lo que había pasado.

-MARTA: muchas gracias – sonrió por 1º vez con su candidez natural.

Se quitó el camisón que llevaba dejándose solo unas bragas de lana blancas, y se tumbó a mi lado, revolviéndome el pelo y mirándome con gesto de aprobación, la abracé y la besé en la espalda mientras Sara se pegó a mi cuerpo. Me costó dormirme, estaba acelerado pese al transcurrir del tiempo, pero caí dormido y feliz.

Por la mañana me despertó Sara, que regresaba del baño, se había puesto un tanga y se tumbó cogiéndome del brazo y rodeándose con él, la apreté con firmeza y la besé en el cuello, me lo agradeció contoneando su culo sobre mí. Me quedé así, perdido, con un miedo irreal a salir de esa cama y enfrentarme a la mirada de mi madre, o de Jaime, me daba pánico pensar en que haría si se sentía ofendido o traicionado por follarme a su chica, hasta que pensé que no menos que yo por saber que hacia lo mismo con mi madre. Unos dedos aparecieron sobre mí, buscado el ombligo de Sara que se retorció entre risas, a  Marta le gustó aquel juego y de golpe estabamos los 3 de nuevo luchando para hacer cosquillas  a los otros 2, había un componente erótico en todo ello, innegable, pero era divertido a rabiar.

-CARMEN: ¡ya basta estruendosos!, que se os oye reír desde la piscina jajajajaja -  mi madre estaba en la puerta mirándonos con ojos maternales, iba con solo el biquini minúsculo recién comprado.

-MARTA: ¡jajja jo mamá!, es que la tía me hace cosquillas.

-SARA: hoy has empezado tú, jajajaja ¡no te quejes!

-YO: ¡mamá socorro! – y fui a abrazarla totalmente rojo de cada vez que me tocaban el cuello, me abrazó con cariño y la levanté del suelo medio palmo ante su sorpresa, me besó en la mejilla y se quedó mirándome a los ojos, con orgullo.

-CARMEN: deprisa chicas, que nos vamos a estrenar los biquinis a la playa.

-MARTA: jajaja ¿en serio vamos a ir así?

-SARA: mujer, para eso los compré…..- Marta sonrió nerviosa y se la notó un “¿por que no?” en la cara.

Fueron a darse una ducha y ponerse los biquinis, con una camiseta o un vestido ligero por encima, Sonia salió con la parte de arriba de uno de los viejos suyos, diría que más recatado pero con sus pechos no lo era, solo que no hacia el ridículo como le pasaba con el nuevo, pero si iba con la parte de abajo. Al llegar les costó desvestirse, pero al final lo hicieron, y juro que hasta el aire y el mar se detuvieron unos segundos. Camino del agua algún que otro hombre soltó piropos, y las miradas de las mujeres eran asesinas.

En el agua  fue como siempre, jugar a hundirnos, pero entre todos, Jaime con mi madre y mi hermana, yo con Sara,  y Sonia con Jony, que no se creía todo lo que veía, todas eran preciosas a su manera, destacando  más o menos en algo, con una desinhibición que nuca imaginé ni en mis mejores sueños eróticos, eran 4 hembras de bandera divirtiéndose sin pensar en consecuencias ni convencionalismos.

Al salir del agua hubo casi una pasarela, las pararon varios grupos de chicos para pedirlas fotos y números de teléfono, Marta fue la única que le dio el suyo a un chico, bastante mono, que la hizo sonreír con 4 frases estudiadas, tardamos un mundo en volver a nuestras toallas, y sin mucho esfuerzo terminaron todas en top less, tanto Sara como Marta se negaron a dejarse embadurnar por Jaime, y casi me obligaron ha dársela yo, que no me resultó para nada desagradable, sobretodo sentir la piel de Marta, era tan fina y delicada que me puso los pelos de punta.

-MARTA: ¿hoy hacemos algo? ayer nos aburrimos en casa.

-SARA: yo vuelvo al mercdillo con Samuel.

-CARMEN: si te apetece coger el coche, vamos todas, así miramos algo más.

-SONIA: vale.

Tomaron el sol tostándose de tal manera que casi desaparecieron las marcas del biquini, en unos días ni se notarían, volvimos a casa y ayudé a mi madre ha hacer la comida, me miraba queriendo preguntarme algo, seguro que sobre Sara, pero no decía nada. Jaime estaba fuera fumando un porro y hablando acaloradamente con Sara, trató de darla unos azotes y esta le apartó la mano con suficiencia, fue una pequeña victoria para mí, aunque no sabia cual era el motivo concreto.

Sonia pidió que, si no le importaba a nadie, Jony se quedaría por casa unos días, mi madre la dijo que si sin poner una sola objeción, era un chico callado y que entretenía  a Sonia, casi no molestaba ni hablaba, no parecía muy listo pero tampoco demostraba ser tonto, no era un incordio tenerlo por allí, y así habría un hombre más, ya solo faltaba Marta por “emparejar”.

Nos fuimos a echarnos una siesta después de comer, a las 3/4 de la tarde era un infierno salir a la calle rozando los 45ª. En vez de dormir  Sara, Marta y yo, al escuchar follar a mi madre  con Jaime, nos quedamos charlando, bueno, ellas charlaban, yo oía, veía y aprendía, decían cosas muy útiles, como trucos que hacia Jaime al chuparla entre las piernas, o como a Marta la tocó una pierna un chicho de tal forma que la gustó. Sara terminó detallando como me la había tirado aquella noche, Marta sonreía sorprendida ante algunas cosas que oía y  que preferiría que no supiera. Marta sonreía mientras sus pezones se pusieron duros al escuchar como había hecho correrse a mi tía, y no supe si fue por el frío de ir solo con el biquini de tanga de abajo, o por que la excitó la cantidad detallada de cosas que Sara mencionó.

Llegada la hora, otra ducha para ir frescos al mercadillo, Sara y mi madre con vestidos de verano con estampados, Marta con camiseta ceñida y falda con vuelo hasta las rodillas, Sonia con un top escandalosamente sexy y unos shorts vaqueros, mientras que los chicos como siempre, bañador y camiseta. Como éramos 7 personas y solo había un coche más  mi moto, nos apretamos. Sara querría ir conmigo, quise pensar, pero era la única que conducía, así que Marta se pegó a mi espalda, mientras que los demás iban en  el coche, pero no era tan grande como para llevar a 5 personas, así que Sonia se sentó encima de Jony con mucho descaro.

Al llegar, las chicas se fueron de la mano a ver todo, mientras que los 3 chicos las seguíamos a cierta distancia, Jony se separó por una llamada y nos quedamos Jaime y yo solos.

-YO: bueno……¿y como va todo?

-JAIME: de fábula, tu madre es más guarra de lo que nunca pensé…..- le di un manotazo en el hombro.

-YO: deja de llamarla así, es mucha mujer para ti, es lo que pasa – sonrió meditando si provocarme.

-JAIME: tranquilo, solo bromeo, pero es que no veas como se mueve, de tu tía me harté, pero es que con tu madre no puedo……ahora, en la siesta, me ha tenido 1 hora comiéndoselo, para luego montarme otra hora más – le gustaba detallármelo.

-YO: ¿y que dice ella?

-JAIME: ¿de que?

-YO: no se……sin ir bebida pensaba que…….

-JAIME: te dije que el alcohol ayuda, pero el sentimiento es real, tu madre estaba sola, y yo le doy lo que necesita, así se juega, busca que quiere una mujer y dáselo.

-YO: ¿y de mi, y….Sara?

-JAIME: puffff anoche habíamos terminado de follar, o eso me  creía,  y empezamos a oír como gritaba Sara, se me tiró encima hasta ponérmela dura de nuevo por 3º vez, y  estuve abriéndola el culo tanto tiempo  que me quedé  reventado.

-YO:   no os oí.

-JAIME: ¡como para oírme, cabronazo!, Sara gritaba como una leona, ¿que coño la hiciste?

-YO: follármela – dije firme y orgulloso.

-JAIME: jajaja no te vengas arriba, es normal, en cuanto dejo de lado a una se buscan al 1º imbécil que las consuele…..- le dejé pensando eso, aunque quizá fuera cierto, Sara estaba conmigo por no podía estar con él, saberlo no cambiaba que me gustara aquel juego, pero lo sabia.

Las chicas se pasaron media tarde probándose todo, creo que no hubo un puesto que al menos no miraran, y Marta regresó con un tatuaje de una mariposa en la espalda, era de esos que duraban 2 semanas y se iban, mientras que Sonia se compró una pulsera con su nombre y Sara una tobillera de caracolas muy bonita. Luego nos acercamos al puesto de biquinis donde Sara compró todo lo del día anterior, y se compraron otra media docena más, luego se pusieron a buscar algo para mi, ya que Jaime se negaba a volver ha hacer el ridículo, pero yo era una marioneta en sus manos, buscaban algo que cuadrara, y en un probador, (que era una cortina mal puesta), me dieron varios bañadores que me quedaban de formas raras, eran diferentes  a las bermudas habituales, cortos, estrechos, de licra, a cada cual más atrevido, unos parecían calzoncillos de señor mayor, lo llamaron turbo paquete,  me negué a llevar puesto esas bobadas,  hasta que apreció Marta con uno tipo slips, de licra azul oscuro, al ponérmelo me sentí extrañamente agraciado, y al abrir la cortina sin pudor alguno todas abrieron la boca sonriendo.

-CARMEN: ¡jefe, póngame 3 de estos de diferente color para mi niño!  – le gritó a pleno pulmón al tendedero, lo que provocó que me mirara medio mercadillo.

Eran de no más de 15 centímetros de largo, de tela elástica y apretada, mi pene caía hacia un lado marcándose con claridad, pero sin parecer vulgar ni quedar mal, y con mi bronceado me veía de cine. Me gustaba como me quedaba pero más me gustaba como me miraban, no solo mi madre  o las chicas, si no toda las mujeres de por allí, una le tapó los ojos a su hija y se la llevó lejos, y  por 1º vez en mi vida me sentí atractivo, guapo, o al menos destacable, alejándome de la sensación ordinaria y  común que me acompañaba siempre.

Nos tomamos unas bebidas frías en una terraza, y mientras Jaime sentó a mi madre en su regazo, Sara lo hizo encima de mi, sin ningún reparo me rodeó con un brazo por la nuca, y de vez en cuando me daba un beso en los labios, el 1º me puso tan acalorado que me bebí la horchata del tirón, lo hizo delante de todos y nadie puso mala cara o dijo algo. Lo seguía haciendo hasta que perdí la vergüenza y se los devolvía, mirando a mi madre, que dejaba de lado a Jaime por ver a su hijo juguetear con su tía.

-CARMEN: ¿y tú que? – miró a Marta.

-MARTA: ¿yo que, de que?

-CARMEN: ¿para cuando un chulazo? El de la playa de esta mañana parecía mono…….- Marta se ruborizó.

-MARTA: no sé…….es que para una noche vale, pero ninguno  me llena a nivel personal.

-JAIME: estás de vacaciones, no busques un novio, busca un tipo al que follarte y pasar el rato…….- señaló con cuidado a Jony, que no se enteraba de nada, perdido en el escote de Sonia.

-SARA: jajaja no sufras, pronto volverá Vanesa y mi galante sobrino dejara mis atenciones para mejor momento.

-CARMEN: es verdad, ¿cuando regresa? Quiero conocerla.

-YO: creo que mañana, quedó en llamarme, es solo una amiga, la conozco de una noche……- quería minimizarla, pero me mentía a mi mismo, aún son Sara a mi lado, pensaba en ella, en su cuerpo vibrando ante mi empuje, en sus senos y culo engañosamente grandes bajo el vestido, en como se comportó conmigo y al ver a mi madre con el mulato, y en aquellos ojos azules vivos escondidos tras unas grandes gafas de pasta, y sobretodo su espeso cabello rizado, aquella mujer me había hechizado con algo.

-SARA: ya…….tendremos que ir a buscar chulazos Marta y yo jajajaja – sonó a broma pero tenia parte de verdad. Regresamos al coche paseando y me quedé atrasado con Sara.

-YO: siento si con Vanesa me alejo de ti, y más ahora que……

-SARA: ya sabia lo que había cariño, ojalá te vaya de cine con ella, pero si no…..ven a verme cuando quieras, al menos esta noche serás mío, ¿verdad?

-YO: si, todo yo – me abrazó con ternura,  me dejó besarla en el escote.

Al volver a casa me sentía nervioso, ¿que aprendería esa noche en su cama?, ¿y que me esperaría cuando volviera Vanesa?, quizá se había olvidado de mi, fue solo una noche, quizá me dio un número de móvil falso y ahora estaba en la cama de algún otro bobo enamoradizo, hechizándolo. Lo pensaba, o quería que fuera verdad, y así podría quedarme con Sara sin sentirme culpable, en cualquier caso, necesitaba imperiosamente volver a ver a Vanesa.

En casa descansamos mientras cenábamos, y montamos una pequeña sala de cine en que vimos algunas películas, poco a poco la sala de cine quedó vacía, solo quedábamos Marta, Sara y yo abajo, mientras que se oía a Sonia de fondo gimotear del polvo que seguro que se estaba echando con Jony. Mi madre salió con Jaime a la piscina y se les veía tontear en el agua, ya me daba igual mirar o no, pero creo que estaban ambos desnudos. Marta se había quedado frita en mi hombro, casi parecía que solo dormía bien cuando estaba a mi  lado, pero yo tenia unas ganas locas de separarme y follarme a Sara, que llevaba media película con su mano por dentro de mi bañador.

-SARA: deberíamos ir arriba, tengo ganas de  otro masaje……

-YO: me da cosa Marta, la pobre está sola y parece tan dulce durmiendo.

-SARA: jajaja es verdad, pero te necesito arriba – acarició la cara de Marta y luego la besó en los labios lentamente, Marta se despertó con ternura, y miró a Sara al sonrojarse.

-MARTA: tía…….no me hagas eso.

-SARA: jajaja era solo para despertarte….- y echó la cabeza hacia mí con gesto claro, Marta tardó unos segundos en comprenderlo.

-MARTA: jo, ¿otra vez?.......vale, pero avisar  al acabar, si no es con Samuel no duermo…. – me besó en la mejilla al apartarse – ….. disfruta hermanito.

Sara me cogió de la mano y me alejó de Marta, que se quedó hecha un bola en el sofá con un manta por encima, la naturalidad, y aceptación, de todos en una situación así me dejaba descolocado, mi hermana me dejaba irme a follarme a nuestra tía, para que la avisara al acabar y meterse en la cama con nosotros, de locos.

Fui siguiendo el culo de Sara que se contoneaba en la escalera como mejor sabia, iba con el bañador de los nuevos y un pareo a la cintura, mientras que yo ya solo iba con un bañador antiguo, al subir la seguí hasta el balcón, el aire frío de la noche la uso la piel de gallina y se apoyó en la barandilla mirando a la piscina, donde Jaime parecía penetrar a mi madre por detrás, desde lejos no se veía bien.

-SARA: míralos, ya están liados…….- me pegué a su espalda, y se estremeció al sentirme los brazos rodeándola la cintura.

-YO: pensaba que ya te daban igual.

-SARA: no puedo evitar tenerla envidia, siempre ha sido la niña bonita de tus abuelos, siempre tenia lo mejor, la más dulce, la que daba igual como se comportaba, la que sentó la cabeza antes, la que escogió mejor marido y la que tuvo hijos buenos y educados, y ahora me quita a Jaime…..

-YO: hasta ahora pensaba que mi madre era una mujer…..trivial, sosa, no pensaba que nadie pudiera envidiar su vida.

-SARA: es mi hermana, pero algunas veces la ahoga en la puta piscina, la mujer que has conocido toda tu vida es la que ha moldeado tu padre, la que ves ahí arqueándose para besar a un crío de 19 años mientras se la folla,  esa es la que yo conozco, pero esta se la voy a devolver – echó el culo hacia atrás y se quito el pareo, jugó a frotarse hasta sentirme duro y se desnudó sin darse la vuelta, me bajó las bermudas y se lamió la mano preparándose con delicadeza.

-YO: ¿que haces?

-SARA: vengarme jajajaja, fóllame, métemela de golpe, se fuerte y rudo, destrózame aquí, en el balcón, donde mis gritos puedan alertarla, y nos vea tener el sexo más salvaje que recuerde, ¡HAZLO! POR FAVOR – “encuentra lo que necesita y dáselo”.

Apunté a su húmedo interior, que se abría con los dedos, y la cogí de la cintura con energía, apretaba tanto que se me doblaba, pero a los pocos intentos mi glande se guarecía en ella, soltó un bufido largo y sensual, echó el brazo atrás para cogerme de la nuca y pegarme a ella, mientras la iba penetrando, fue mucho más sencillo meterla que el día anterior, o al menos eso me pareció, por que ella vibraba con cada golpe de cintura hasta que la di los 3 o 4 empujones finales, seguidos de sus alaridos correspondientes. No pude ni mirar a la piscina para ver si la habían oído, tenia que centrarme en la mujer que tenía delante, que daba pequeños tirones apoyada en el balcón mientras la ensartaba.

-SARA: ¡AHHH!, ¡madre mía, que gusto, es como si me ardiera todo!

-YO: como me pones tía – solté abrumado al sentir como la tenia entera dentro, y como ella se recostaba contra mí con fuerza.

-SARA: pufffff, y tú  a mi cariño, por  favor, dame despacio, espera a que me acostumbre, pero después haz lo que quieras conmigo, disfruta cuanto desees, por que yo haré lo mismo.

Casi me corro solo de oírla decir eso, la saqué entera notando cierto alivio en la tensión de Sara, que regresó junto a mi embestida pausada y larga, lo iba haciendo tan lentamente que podía respirar varias veces entre ida y vuelta, Sara permanecía casi en silencio, solo gemía nasalmente cuando se la metía toda. Luego me pareció oír risas y ver a mi madre apoyada al borde  de la  piscina con la cabeza de Jaime entre sus muslos, esa imagen me enfureció, y lo pagó Sara.

Di 4 empujones sacándola entera cada vez, de tal magnitud que Sara se puso de puntillas con la boca abierta, la cogí de los senos y comencé a darle tan fuerte que pensaba que la iba a hacer atravesar la barandilla, Sara comenzó a gritar como creo que pretendía lograr, puede que exagerara para su venganza, ¿quien sabe?, lo que sé,  es que me estaba desatando, no dejaba de subir el ritmo, Sara se retorcía tratando de aguantar aquello, pero a los 5 minutos cayó de cuclillas frotándose el clítoris saliendo de ella un manantial, cuando dejó de temblar me cogió la polla chupándola con prisa, para luego sentarse en la barandilla, la cogí del culo para no dejarla caer y me rodeó con las piernas, esta vez al metérsela fue como hundir los dedos en un bizcocho tierno, entró limpia  y seguí bombeando fuera de mi, le gustaba tanto que me daba tirones en el pelo y me besaba  o mordía en el hombro soltando gemidos audibles. Yo  estaba a punto de correrme y di un sprint en que lo di todo, Sara echó la cabeza hacia atrás tanto que creí que se caía, con el cuello alineado con su cuerpo y gritando fuerte.

-SARA: ¡OHHH DIOS, FOLLAME SAMUEL, DESTRÓZAME DIOS, COMO ME ABRES! – la azoté un pecho por que no dejaba de moverse y se lo lamí antes de vaciarme con 5 o 6 largos latigazos que la hicieron abrazarme con sonidos agudos hundidos en mi  pecho.

-YO: ¡tía, eres espectacular! – quise ser cortés, pero estaba cansado, la ayudé a bajar de la barandilla y me senté en una silla cercana, Sara estaba de pie confundida, se acariciaba su intimidad con celo y me miraba traviesa.

-SARA: escúchalos…- de fondo Jaime y mi madre estaban gritando poseídos, no los había oído por que Sara los tapaba, pero ahora eran claros.

-YO: ¿les hemos provocado?

-SARA: jajaja si quieren guerra, ¡la tendrán! – se arrodilló ante mi,  me hizo tal mamada que en 4 minutos ya la tenia como una estaca, se montó de rodillas encima de mi y se penetró tan fácil que ya la tenia rebotando encima mía antes de poder cogerla de la cintura.

Apartó su pelo rubio pegado a su piel del pecho por el sudor, y lamí sus pezones, con el mismo tacto y cuidado que me habían enseñado, pero dando golpes de cadera cada vez que Sara bajaba su cuerpo, eso se lo vi a alguien hacia poco, pero me costaba recordar a quien o cuando. Solo gozaba de follarme a esa mujer, me daba igual que fuera mi tía y lo hiciera para ganar una batalla de sexo a su hermana, a fin de cuentas mi madre, que se follaba a mi  amigo.

Mis manos bajaron a sus nalgas y la amasé como me dijo Sara la noche previa, pero seguí penetrándola con virulencia, Sara se reía de reconocer sus enseñanzas, y de vez en cuando me sacaba su pecho de la boca para darme largos besos cálidos con lengua.

-SARA: jajajaja eres un gran alumno, me estás llevando al paraíso.

-YO: es que….dios……me gusta esto….- no atinaba a poder hablar, bastante tenia con recordar como masajear un culo, comerse unas tetas y besar,  a la vez que mantener un ritmo de caderas bueno, “esto tendría que ser disciplina olímpica” me dije a mi mismo.

-SARA: mereces otra lección – me chupó varios dedos con calma y luego se los llevó al ano, sentir aquella textura me puso a 1000, su sonrisa era malévola,  me guiaba el dedo,  acariciaba mientras apretaba  un poco, y luego entró en su ano con facilidad, Jaime la había dejado un buen entrenamiento, un dedo no seria problema.

-YO: es una sensación rara.

-SARA: mi niño, es  primordial preparar bien a una mujer antes de un anal, la tienes muy ancha, y si no tienes cuidado puedes hacerme daño, con calma mete un dedo, y fóllame el culo con él, cuando lo veas listo, otro y así hasta que te lo pida.

Era divertido y didáctico a la vez, lo hice según sus indicaciones, el ritmo  de sexo era lento pero continuo. Al sentir el 2º y 3º dedos se acarició el clítoris con fuerza, y terminó corriéndose antes de lo que esperaba, salió de mi rondado por el suelo, llenando todo de fluidos.

-SARA: ¡DIOS! Joder, en mi vida me había corrido así …– se puso en pie, se me sentó de espaldas, frotando su culo contra mi verga –…. me cago en la puta, ¡ábreme el culo Samuel, me vas  ha hacer polvo, pero lo necesito!

Apoyó sus dos pies en mis rodillas y elevó la cadera mientras que la sujetaba del culo, cogió mi miembro y dejó caer un río de saliva hasta él, embadurnándolo para luego apuntárselo al ano, fue como mi 1º vez, era tan cerrado y prieto que me dolía el glande, pero aguanté mordiéndome el labio. Sara se quejaba de que no acertaba, pero logró subir el trasero y de golpe sentí  que le entraba media barra, su boca estaba abierta con ganas de soltar otro grito colosal, pero no salió nada de sus labios, se quedó quieta más de un minuto, en que casi pareció no respirar, hasta que soltó todo el aire de golpe.

-SARA: ¡Y YO QUE ME LO QUERIA PERDER, JODER, QUE POLLA, ME DUELE COMO EN MI VIDA!

-YO: ¡a mi también! – pero era un dolor cálido, más bien un malestar, como cuando se te resiente una articulación justo antes de sonar el crujir de huesos.

-SARA: cariño, por favor, muy despacio, me duele mucho, deja que sea yo, no des empujones y te juro que terminamos en el hospital.

-YO: si quieres la saco…..- me daba un miedo enorme terminar en esa misma posición, pero  en una camilla en el hospital.

-SARA: ¡NI DE PUTA BROMA, TU ME VAS A FOLLAR COMO DIOS MANDA! – y se dejó caer un poco más, lo justo para sentir sus nalgas en mi  pelvis.

-YO: ¡AHH TIA….ME ….ME GUSTA! – era como si la tuviera aprisionada debajo de mil almohadas.

-SARA: ¡Y A MI,  JODER, ME ESTOY VOLVIENDO LOCA! – y soltó todos sus agarres, sentí como la abría algo, aunque no se el qué, pero la tenia entera dentro de su ano, se retorció sobre mi, con alaridos de mezcla de dolor y placer.

Se pasó 3 minutos acomodándose, hasta que volvió a  apoyar sus pies en mis rodillas y empezó a subir y bajar, aumentando el ritmo, la ayudaba con la manos aunque solo a subir, al bajar se dejaba caer a plomo y un sonido rarísimo me llamó la atención, era como un “chop chop”, eran los fluidos de Sara cayendo de su pubis a su ano, y bañando la zona donde nuestros cuerpos se golpeaban. Me encolericé, la subí el culo y planté lo pies con firmeza, dejando que mi cadera cobrara vida, nunca creí que podría moverme así, veía meterle ni tranca en su trasero a una velocidad espectacular, y ella se pellizcaba un pezón o se acariciaba el clítoris, pero tenia que agarrarse a los antebrazos de la silla para no caerse de tanto vaivén, me decía lo bien que lo hacia y lo mucho que estaba gozando, y ahora no parecía ser cara a la galería.

Me desfondé pasado 10 minutos en que no pude más, y me senté sin poder moverme, sentía calambres en los gemelos, y mi tía se fundió sobre mi, me usó de cama mientras se contoneaba aún con mi miembro duro dentro de ella, no es que  me hubiera corrido, me había quedado sin fuerzas.

-SARA: jajajajaja me encantas, eres como un conejito, tienes que aprender a controlarte, das mucho muy rapado, y te casas, no tienes fondo, tienes que ser listo, e ir creciendo lentamente, aumentando poco a poco, para llegar al clímax cuando lo estés dando todo.

-YO: gracias tía, eres muy buena conmigo….pero es que ahora no puedo…no tengo energía.

-SARA: déjame a mí.

Bajó su pies al suelo con las piernas juntas entre las mías y se puso en pie, la visión de su culo en pompa medio agachada me encantó. Ella solo subía y bajaba sobre mi como un turco de magia en el que lo que desaprecia era mi miembro, y empezó un “twerking”  en que la carne de sus nalgas iba en contra de la dirección de las caderas, de vez en cuando dejaba de moverse y se recostaba para descansar,  la frotaba el clítoris sin descanso, me cogió de la mano  y me guió  para hacerlo bien, era como un oso tratando de abrir un caramelo, pero me enseñó a ser un fino estilista.

-SARA: ves, así es más placentero, y si metes los dedos así, encontrarás el punto G de las mujeres, no es un mito, y es un muy buen truco para lograr que una mujer se vuelva loca sin gastar energías – había seguido sus dedos y los tenia dentro, buscando con cuidado.

-YO: está muy caliente.

-SARA: jajajaja es que estoy ardiendo – se sacó mi miembro del ano,  y cogiéndolo de la base se golpeó repetidamente sus labios mayores  con ella, como si fuera un bola de demolición, para luego metérsela entera hasta rozar nuestros sexos.

Allí saqué de donde no tenia, y fui aumentando lentamente un ritmo pausado, eso la gustó y sorprendió a la vez, pero  pasó a ponerse como un tomate y romper en otro orgasmo del que salió mucha menos cantidad de fluidos que antes.

-SARA: ¡madre mía!, como no pares me vas a dejar seca jajajaja – vibraba al decirlo.

-YO: estoy durando mucho, ¿verdad? – me pareció importante recalcarlo.

-SARA: claro que si, cielo, es que la 1º siempre es la más rápida, según vayas mejorando la 2º, o hasta la 3º,  serán más tardías.

-YO: ¿cuantas veces puedo correrme?

-SARA: depende del hombre, a mi ex marido con 1  ya no se le levantaba, pero a Jaime he llegado a 4 veces, por la juventud supongo.

Mi ritmo lento la estaba derritiendo, hablaba y sonreía, pero buscaba apretar contra mí, ya no la sacaba, solo giraba su cadera en círculos y terminé llenándola de semen con un chorro que sentí rebotar dentro de ella. Nos quedamos así unos minutos, en que el sudor y aire frío hacían una mezcla rara.

-SARA: mi niño, como te voy a echar de menos…..

-YO: tal vez Vanesa se haya olvidado de mí.

-SARA: jajaja ojalá, pero no, esa chica tiene algo raro, algo que encaja contigo, se lo vi en los ojos, te miraba como miraba yo a mi ex, está coladita por ti, te lo digo yo.

Eso me desconcertó, que yo me enamorara era normal, me había pasado toda mi vida con cada mujer o chica que había sido mínimamente amable o cariñosa, me enamoraba sin remisión, pero que alguien se colara por mi era nuevo.

Al recuperar algo de fuerzas nos dimos una buena ducha, y mientras Sara se acostaba desnuda, con un olor  a crema entre sus muslos, fui a buscar a Marta en bermudas, estaba en el sofá, y si bien no puedo saberlo, olía  a hembra, el mismo olor que había notado en los dedos de tenerlos dentro de Sara.

-YO: Marta…….ya hemos…….si quieres…..

-MARTA: si que has durado jajajajaja – me puse rojo cuando me acarició el pelo.

-YO: no se que hacer, la tía me esta ayudando mucho, pero Vanesa…..- me abrazó con dulzura.

-MARTA: ni siquiera se que hacer con mi vida, no te diré que tienes que hacer con la tuya, solo quiero que seas feliz.

-YO: y yo que tú lo seas también, no me gusta que te sientas sola, ¿que puedo hacer? – me pellizcó en la mejilla.

-MARTA: pues vamos a dormir, que estoy molida, así seré feliz unas horas jajaja.

Al subir Marta se desnudó quedado en tanga azul cielo, y le hizo un pedorreta en la cadera a Sara, que se río adormilada, me acosté de lado  abrazando a Marta, odiaba verla triste, cuando era una mujer alegre y risueña, al sentirme rodeándola sonrió, y se volvió para enterrarse entre el colchón y mi pecho, usando mi brazo de almohada, me resigné a despertar con una extremidad adormecida  y me fue quedando traspuesto. Estaba feliz por algo, quizá por que Sara por fin era mía, o por que mi hermana estaba conmigo, o tal vez por que Vanesa regresaba al día siguiente.

La metamorfosis y sus complejos pasos.

No se muy bien como explicarlo, al despertarme esa mañana no era el mismo chico que se acostó, o mejor dicho, se acostó un niño y se despertó un hombre, no pensé en mi miembro duro pegado a mi tía, ni en mi hermana escondida entre los brazos de Sara, no se que pasó de noche pero estaban las 2 en un lado y yo al otro, cuando al dormir estaba en medio, no pensé en apartarme para no molestar, ni en lo bien o mal que estaba acostarme con mi tía, y menos dormir con ella y mi hermana juntas y desnudas, por que el tanga de Marta no se podía considerar ir vestida.

El sol pegaba fuerte a esas horas y calentaba la habitación, y sin pensarlo mucho acaricié el culo de Sara con mimo, mientras la daba pequeños besos en el hombro y el cuello, ronroneaba al sentirme rozando en su culo y giró su cara para mirarme aún traspuesta.

-SARA: jajaja que alegre te has levantado…..- se sorprendió al lanzarme a sus labios, y me respondió con lengua pasados unos instantes.

-YO: tía, lo de ayer……me encantó.

-SARA: jajajaja y a mi, jajaja llevaba mucho sin que nadie me dejara así, estás aprendiendo, con unos trucos más vas a dejar tiritando a cualquier mujer.

-YO: ahora solo quiero dejarte tiritando a ti  - sonrió con una carcajada que despertó a Marta.

-MARTA: shhh quiero dormir….- Sara la pellizcó el culo y luego se lo azotó.

-SAR: arriba dormilona.

-MARTA: ¿por que?

-SARA: vamos a la playa, y no querrás ir con esas piernas llenas de pelos….- Marta se miró sorprendida.

-MARTA: ¿si?, podría darme un repaso…….supongo….- se levantó, no si antes jugar unos minutos con Sara a hacerse cosquillas, y se fue.

-YO: yo no la veo pelos en las piernas.

-SARA: ni los tiene…….era para quedarnos solos – y se aferró a mi cuello, me hacia reírme tanto que casi me dolía.

Trató de montarme para inmovilizarme, la cogía una mano pero se liberaba la otra y me acariciaba el cuello, hasta que la di la vuelta dejándola boca arriba en la cama, sujeta, el juego había subido nuestra temperatura y la besé con energía. Sara sonreía lujuriosa al sentir mi miembro dando cabezazos por salir, hasta que dejó de intentar liberarse cuando lamí sus pezones, me apretaba la cabeza contra su cuerpo y remoloneaba con gracia y sensualidad bajo mi cuerpo. Entonces me bajó el calzoncillo y la penetré con dulzura, lentamente, daba respingos seguidos de cortos gritos agudos, pero le entró sin dificultades, me abrazó  agarrándose a mi espalda mientras sentía como la iba abriendo con gestos lentos y pausados.

-SARA: cielo, que bien lo haces ya.

-YO: ¿así bien o más rápido?

-SARA: jajaja eso no se pregunta, lo sientes, como con la moto, te lo pide el cuerpo.

Embestí tan fuerte que se dio con la cabeza en la mesa de noche, sonrió tapándose la cabeza dolorida, pero gratamente complacida, para cuando quise darme cuenta la estaba follando salvajemente, o me lo pareció, me rodeó con las piernas y gritaba descontrolada, era increíble ver como toda la piel, desde sus senos hasta su barbilla, se ponía roja y tensa, se le marcaban las venas y pareciera de un momento a otro que su cabeza saldría disparada como el corcho de una botella. Rebajé el ritmo un poco, pretendía durar, así que Sara se relajó un poco y pudimos estar devorándonos un buen rato, hasta que se  separó para chupármela con avidez  lo que podía meterse  en la boca, que no era mucho.

-SARA: ¿te gustaría aprender a comerte un coño?

-YO: claro, pero me da cosa…….- metió sus dedos en su húmedo interior y los sacó bañados.

-SARA: no es nada malo, ni repugnante, es algo amargo nada más, pruébalo – olí sus dedos asqueado, y ante su insistencia los lamí, esperaba un sabor mucho peor, fue agrio pero con un potente aroma sensual.

-YO: enséñame.

Sonrió y se abrió de piernas de cara a mi, comenzó a explicar como tocar bien, cosas que ya me había dicho, y otras nuevas, como el clítoris, un bultito que se debía tratar con manos de seda, y chupar  o lamer con cuidado, luego me acercó a su entre pierna y me dijo que unos besos tenues en la cara interna de los muslos encienden a muchas mujeres, y lo constaté.

Salía un olor potente y un calor profundo de ella,  al besarla en la vulva sentí como se estremecía, luego lamí un par de veces intrigado, y guiado por sus consejos ya me lo comía, se reía hasta que en un momento dado dejó de hacerlo, se tumbó y se dejó llevar, se amasaba los pechos con erotismo mientras le separaba los labios mayores y veía su rosado interior. Terminé metiéndole la lengua como su fuera una boca que besara. Sara se descompuso, sin llegar a bañarme pero tuvo un orgasmo intenso y lento, soltaba gemidos largos con la boca cerrada.

La volví a penetrar por sorpresa sacándola una tos entre el sobresalto y el disfrute,  en 15 minutos me perdí entre sus caricias y besos, cambiamos a cuchara y luego de medio lado, hasta que aumenté tanto el ritmo que me creí desvanecer al llegar al orgasmo  y sentir como la llenaba, lo que la hizo, esta vez si, correrse manchando las sabanas con un chorro fuerte y casi interminable, se quedó temblado con una gran sonrisa dibujada en la cara.

-SARA: jajajaja así, mucho mejor, te voy a dejar tan bien enseñado que Vanesa me tendrá que poner un monumento.

-YO: si es que me llama……

Sara retozaba a mi lado riendo y besando mi cuerpo, mordiéndose el labio traviesa y acariciándome  con delicadeza. Más tarde me quedé en la cama descansando mientras Sara se duchaba y salía con uno de los biquinis nuevos, yo me di otra ducha y al bajar a desayunar todos nos miraban curiosos, notaba que mi madre miraba cómplice a  Sara,  esta se lo devolvía con cariño, y Jaime me miraba con aires de grandeza.

-JAIME: bueno, ¿fiesta?

-CARMEN: ¡si!, pero abrían la discoteca  mañana ¿no? – Marta y yo nos miramos.

-MARTA: si, ¿quieres ir?

-CARMEN: si, por fi, la semana pasada fue una locura pero me lo pasé genial, quiero repetir todo lo que pueda.

-SONIA: ¿y hoy jugamos a las cartas? – todas tenían ganas de fiesta.

-JAIME: claro.

-YO: a mi la cerveza me sienta fatal – era verdad, y no era al único.

-SARA: a mi tampoco me gusta, ¿y si lo probamos con otras cosas?

-JAIME: decidme que os gusta y esta tarde vamos a comprarlo, ¿cuantos seremos?

-CARMEN: todos, aquí nadie se libra,  eh Jony….- la miraba sin atreverse a hablar, ese chico era un fantasma, estaba pero no tenia interacción con nadie, solo se pegaba a Sonia, que visto así, no era una mala idea.

-MARTA: ¿y Vanesa ……….se vendrá hermanito? – la miré sin saber que responder.

-YO: dijo que me llamaría, pero no he oído el móvil.

-MARTA: por que lo tienes en el suelo del cuarto de arriba, melón, se habrá caído de tanto vibrar cuando te estaba llamando Vanesa jajajaja – lo dijo de broma pero me sentí estúpido.

Mi móvil era para emergencias, no tenía amigos con los que mandarme mensajes constantes, y los únicos que me llamaban eran mi madre o mi hermana, que estaban allí conmigo, así que lo tenía por ahí perdido, pero ahora esperaba la llamada de Vanesa y se me había pasado por completo. Subí como el rayo a por el móvil entre risas de todos, lo encontré en el suelo al lado de la mesa de noche donde lo dejé, estaba apagado, y descargado, lo tuve que enchufar y pasarme 2 minutos viendo como cargaba para poder encenderlo, al hacerlo sonó varias veces. Lo 1º fueron unos mensajes de mis otros amigos en Ibiza, chinchando con lo bien que se lo estaban pasando, la idea de que lo podría estar pasando yo mejor me hizo reír. El 2º mensaje fueron 2 llamadas pérdidas de mi padre, al que llamé al momento.

-YO: hola papá, siento no habértelo cogido, estabamos…..liados.

-ROBERTO: no pasa nada, solo quería saber como van las cosas por allí, hablo con tu madre pero me parece que sigue molesta, ¿se comporta de forma rara?

-YO: bueno…….- decirle algo era hundirnos a todos - ….. un poco, pero ya la conoces, siempre tan dispuesta a agradar a los demás…..- fue lo mejor que se me ocurrió sin mentirle.

-ROBERTO: ¿y tú y tu hermana?, siento haberme ido pero nos ha caído un caso gordo  en la policía de Madrid, sale en las  noticias  a todas horas……..

-YO: no vemos mucho la televisión, estamos en la playa y divirtiéndonos, no te preocupes por irte.

-ROBERTO: está bien, confío en ti hijo, se que soy duro contigo pero se que harás lo que sea por cuidar de tu familia, dale un abrazo a tu hermana…….- como no, las últimas palabras dedicadas a Marta.

Me quedé mirando el móvil esperando más mensajes, pero no saltaban, así que lo dejé cargando desalentado, lo tenia en la mano  con el número de Vanesa marcado, sin atreverme a llamar, con el fondo de la foto mordiéndome la barbilla que tanto me gustó, pero casi perdiendo toda esperanza. Hasta que lo vi sonar, al mirar la pantalla era la foto lanzando un beso de Vanesa que puso de perfil al llamarme, se me aceleró el corazón llegando al punto en que no me atrevía a coger la llamada, quizá no lo hubiera hecho antes de todo aquello..

-YO: ¿si?

-VANESA: hola, soy yo………Vanesa…..ya sabes, del fin de semana……- “como si pudiera haberte olvidado”

-YO: si……….se quien eres……. estaba ansioso por ver si me llamabas.

-VANESA: ¿acaso no te fiabas de que lo hiciera?

-YO: pues un poco, la verdad……..¿que tal el viaje?

-VANESA: un tostón, compañeras fingiendo ser niñas buenas, con familias pedantes y aburridas, ¿y tú, alguna aventura nueva?

-YO: alguna…….pero me gustaría contártelas en persona – eso no hubiera salido de mis labios en toda mi vida si no fuera por la locura transitoria que atravesaba.

-VANESA: ¿así que tienes ganas de verme?....- sonó ilusionada - … yo también, y no pocas, me lo pasé genial contigo.

-YO: ¿cuando puedo verte? – se me notó desesperado.

-VANESA: cuando quieras, acabo de llegar del viaje ¿después de comer salimos a dar una vuelta?

-YO: bueno……..en mi casa van a jugar a algo…..

-VANESA: estoy algo cansada de familias…. – “no creo que de la mía se pueda cansar nadie ahora” pensé –…. me gustaría pasar la tarde contigo, ya sabes, a solas,  conocernos un poco mejor, sin tanto jaleo  ¿te apetece? – de golpe dejar a Jaime solo en mi casa con todas me pareció aceptable.

-YO: si, desde luego……. ¿me paso a buscarte en moto?  ¿vamos donde quieras? ¿a que hora? – estaba nervioso.

-VANESA: jajaja, pues  a las 5 o así, que así  no nos morimos de calor.

-YO: pues………. hasta luego, un beso…..

-VANESA: dámelo luego, MUUUUAK – me sacó una carcajada al lanzar el beso y  la oí sonreír al colgar, sentí un hormigueo en mi vientre y me quedé con  la oreja pegada al teléfono unos instantes.

Estaba  enajenado, una noche y una llamada de teléfono, nada más,  y ya pensaba en quien llevar de padrino a nuestra boda. Sara llamó a la puerta y me miró, torció el gesto leyendo mi cara como un cartel de carretera, y se sentó a mi lado.

SARA: era ella…….¿va a venir?

-YO: si….bueno, no, nos vamos ella y yo esta tarde a dar un paseo.

-SARA: jo…..en fin……cuidaré el fuerte por ti.

-YO: lo siento de verdad, pero………- no sabia que decir, “Vanesa es la mujer de mi vida” sonaba muy fuerte como para decirlo en alto, pero pensarlo era fácil.

-SARA: no pasa nada, te lo mereces,  trátala con cariño y   será tuya esta misma noche.

-YO: no se si querrá acostarse conmigo – me acarició la cara con calidez.

-SARA: no me refería a eso,  cielo – un suave beso en los labios me supo a despedida.

Nos preparamos y fuimos a la playa, esta vez era yo quien no se atrevía a desnudarse, iba con el bañador nuevo, pero jaleado por las chicas me quité la camiseta y de nuevo noté esa sensación de poder, rara y extraña, muchas chicas me miraban al ir al mar, allí jugamos a hundirnos, con Sara muy melosa, supongo que quería aprovechar el tiempo que pudiera, si no hubiera tanta gente creo que me la hubiera follado en el agua, pero solo nos acariciamos con ternura. Salimos a tomar el sol y se quedaron con los senos al aire, eran un espectáculo boca arriba o boca abajo. Sentí de todas formas que su presencia espantaba a algunas chicas que se paseaban cerca de mi, quizá sin ellas hubiera regresado a casa con unos números de teléfono. En cambio lo que hice fue ir a comprar al supermercado con Jaime unas cuantas botellas de ron, tequila y  vodka, para sus juegos.

-JAIME: ¿te vas y me dejas con ellas?

-YO: si.

-JAIME: jajaja muchas gracias, quizá me vuelva a follar a Sara y le recuerde quien es el que manda.

-YO: más te vale tratarlas con cuidado, como las pase algo……..

-JAIME: ya sabes lo que va a pasar - lo sabia, pero me daba igual, ¿que más daba? conmigo, o sin mi, no podía dominar sobre lo que ocurría.

Regresamos a casa y comimos entre risas, para echarnos una buena siesta, acostarme con Sara y mi hermana era una pequeña delicia, más con diminutos tangas. Me sonó el móvil varias veces, del que ahora no me despegaba, eran mensajes de Vanesa, tonterías como “no se que ponerme”, “estoy nerviosa”, “tengo ganas de verte”, apenas la contestaba con miedo a meter la pata. Al llegar la hora Sara jugó a no dejarme irme, pero me di una ducha concienzuda y me puse un pantalón de vestir y una camiseta, me pareció que iba bien y me preparé para todo, despidiéndome  de mi madre, que me miró con curiosidad y salió a despedirme cuando cogí la moto.

Me fui a casa de Vanesa, era una idéntica a la nuestra, pero había 5 coches tuneados y una fiesta ya montada, con unas 30 personas fuera, al llegar a la puerta, la vi, de pie hablando con una chica. Iba con un vestido de rayas horizontales negras y blancas, de tirantes con escote recatado y hasta medio muslo, elástico pegado a su contorno, con su melena rizada negra y las gafas de pasta, seguro que con tacones iría tremenda, pero con unas simples zapatillas sin calcetines estaba para comérsela. Al verme se le puso una sonrisa enorme y le susurró algo a la chica que me miró incrédula, le frotó  el brazo con cariño y la dejó  sola,  se acercaba apartándose el pelo detrás de la oreja. Al tratar de aparcar  estaba tan nervioso que no daba con el pie de cabra para dejar la moto apoyada, así que fingí quedarme montado por gusto.

-YO: ho…hola.

-VANESA: ¡hola! – se apoyó en mi hombro y me dio un dulce beso en la mejilla con su sonrisa llena de dientes blancos como perlas, y esa ligera separación entre los paletos.

-YO: vaya fiesta…….- miré detrás de ella para llamar su atención, por que no tenía otra forma de poder hablar, sus ojos azules brillaban por el sol y sentía que me llegaban al alma.

-VANESA: ¿has visto?, llevan así 2 semanas, estoy harta de tonterías de críos y sus fiestas de pacotilla.

-YO: ¿y por que viniste si no te gusta esto? - no necesitaba explicaciones,  solo no parecer idiota.

-VANESA: por que quedarme en casa es más triste que no salir  de vacaciones, la casa es del padre de una de mi clase, que nos la han dejado, era gratis y pensé que seria algo  divertido, pero aquí todos se transforman, tengo amigas de  matricula chupando pollas por una copa de 8€, estoy por volver a casa.

-YO: ¡no!, por favor, quédate…….- me abrazó girando su cabeza de forma alegre.

-VANESA: si no llegas a aparecer tú,  lo mismo me voy, pero ahora tengo un motivo por el que quedarme – se me subió toda la sangre a la cara.

-YO: ¿solo por una noche?

-VANESA: ¡pero que noche……jajajaja!, venga, que no quiero que te vean  las cotillas de mis amigas.

-YO: ¿y donde vamos?

-VANESA: me da igual, solo quiero alejarme de esta casa…..¿subo? – amagó con acercarse a la moto.

-YO: claro, pero…….ponte el casco…..- saqué uno del cajetín.

-VANESA: ¿y tú no llevas? Que alocado jajajaja – sentí su pecho cuando se pegó a mí al reírse, se lo puso con estilo, y su cabeza pareció más pequeña, el pelo rizado le abultaba un montón.

Se subió atrás remangándose un poco el vestido y se me abrazó a la cintura, sus senos se aplastaron contra mi espalda y arranqué la moto, sin saber que dirección o donde ir, solo conducía y llegamos al pueblo del mercadillo, me lo señaló y allí paramos, nos sentamos a charlar tomando un refresco, y el tiempo me pasó volando. Era tan fácil hablar con ella, de los estudios, de un futuro trabajo, de un padre autoritario, todo encajaba y todo era divertido a su  lado. Dimos un largo paseo y terminamos sentados en unas rocas viendo el atardecer, mientras se tomaba un helado.

-VANESA: ¿seguro que tú no quieres un helado?

-YO: no, trato de cuidarme un poco, cojo peso enseguida.

-VANESA: ya, yo también debería cuidarme, pero es que no puedo controlarme, me encanta el helado de leche merengada jejejeje – verla darle lengüetazos al helado era hipnótico, y me miraba siendo consciente de cómo la admiraba.

-YO:   eres preciosa…. – alzó la vista con las mejillas sonrosadas – ….quiero decir…….. que no tienes por que cuidarte, que estás muy buena… – creí meter la mata aún más- …perdona.

-VANESA: jajaja no pasa nada, muchas gracias, así me sentiré menos culpable por tomarme el helado jajaja, ¿seguro que no quieres un poco del mío? Lo miras mucho – a quien miraba era a  ella.

-YO: un poco – me lo ofreció sin reservas y lamí por un borde, era tan dulce que empalagaba.

-VANESA: ¿y que tal en tu casa?

-YO: puffff la verdad es que es una locura.

-VANESA: ¿pero buena o mala?

-YO: no se que decir……pasan cosas muy raras pero todos actúan de forma normal….

-VANESA: ¿tu madre sigue llevándose mulatos a casa?

-YO: no, ahora se acuesta con Jaime, mi amigo.

-VANESA: ¿y tú? Has estado con alguien…….- sonó terriblemente mal siendo una pregunta inocente.

-YO: es que….bueno…..no se si ……tú….- me cogió la mano y la apretó.

-VANESA: tranquilo, si has estado me lo puedes decir, no soy una loca celosa.

-YO: bueno, es que si he estado con alguien……….mi tía – casi se le cae el helado.

-VANESA: jajaja ¿en serio?......... ¿y que tal?

-YO: bien…….bueno….raro…pero bien….creo que necesitaba reafirmarse ahora que Jaime pasa de ella……¿te molesta?

-VANESA: para nada, es más, me parece de lo más entretenido, y me gusta que seas tan sincero, ¿lo saben los demás?

-YO: si, como todo, parece que es normal, aunque no lo sea, ayer me pase media noche en una batalla de sexo, lo hicimos en el balcón mi tía y yo mientras mi madre y Jaime lo hacían en la piscina, fue una locura.

-VANESA: allí no se aburre uno eh……- me dio con el hombro en el pecho recostándose sobre mi, fue tan raro verla aceptarlo, que pensé que estaba mal de la cabeza. Eso pensaba, pero mi mano bajó a su muslo y estaba acariciándola con los dedos, sin una sola muestra de desagrado.

-YO: eres muy extraña……- me miró a los ojos -….y me gustas mucho – sonrió feliz y sentí el sabor del helado de sus labios al besarme.

-VANESA: es raro, a mi me pasa lo mismo contigo, pareces un chico normal, pero estás lleno de sorpresas – y de un giro puso sus dos piernas juntas por encima de las mías, con mi mano apretando su piel,  y tan cerca que sentía sus rizos acariciándome la cara.

La rodeé la cintura y me quedé abrazándola tanto tiempo que se terminó el helado, y se acurrucó en mi pecho, mirando como el sol desaparecía en el horizonte. No sabia que hacer, así que no hacia nada, solo sentía su respiración sobre mí, creo que la gustaba escuchar mi corazón latir acelerado por su culpa.

-VANESA: te voy a parecer una chocha, pero..…tengo hambre, ¿cenamos? – como el tiempo se aceleraba a su lado no sabia si el helado se lo terminó hacia 10 minutos o una hora.

-YO: ¡claro!, si quieres…..

-VANESA: he visto un puesto de kebab ahí a lado, me vuelven loca – me cogió de la mano y la seguí hasta puesto, donde el bullicio de la gente nos mezclaba con los demás, pero yo solo la veía a ella.

Comió con  ansia, se reía cuando la salsa le manchaba un dedo al morder y  después  se lo chupaba, la miraba sin creerme como devoraba aquello, pensaba en la cantidad de chicas finas y educadas que comen como periquitos, dando pequeños bocados de una ensalada, y la vi a ella, dando mordiscos voraces a un panecillo lleno de carne y salsa, tan grande como su cara. Terminó antes que yo, y acabó comiéndose lo que me quedaba  del mío. Charlábamos entre risas y me pasé otra hora paseando con ella cogida de la mano, para bajar la comida, después nos sentamos en el borde del paseo un marítimo, en un bloque de cemento, donde Vanesa se reía de si mima por no llegar al suelo con los pies allí sentada.

-VANESA: si es que soy enana……..- puso su pies en alto encima de mi regazo y se pegó a mi cuerpo buscando algo de calor corporal, olí su pelo, ese aroma a manzana lo llenaba todo.

-YO: los mejores perfumes vienen en frascos pequeños……- se mordió el labio al sonrosarse las mejillas.

-VANESA: eso dicen…..y los peores venenos – un mechón rizado cayó sobre su cara, y no pude evitar apartárselo con cariño, me miró tan profundamente que quise besarla.

-YO: aunque fueras el peor de todos los venenos, te volvería a besar sabiendo que moriría – me sentí tremendamente estúpido y bobalicón al decirlo, pero lo supe, sabia que si no lo decía, moriría a los 90 años en una cama, y mi último pensamiento seria  aquel momento en que no  lo dije a esa extraña mujer que la quería.

-VANESA: ohhhhhh que dulce… – creo que toda mujer aspira a que un hombre la diga algo así para poner “esa” cara entre el romanticismo y el amor, y allí la tenia delante de mi  - …por suerte no soy venenosa.

Hizo fuerza para sentarse en mi regazo cruzándose de piernas de forma sensual, y  apoyó sus manos en mis hombros, tan cerca que podía notar el aire salir de su boca, la cogí de la cadera para que no se cayera, o para meterla mano, y me buscó una primera vez con los labios, a la segunda no fallé, y nos fundimos en un beso de película. Arqueaba la espalda de forma generosa mostrándome sus pechos mientras que sus gafas incordiaban de forma divertida, repasaba el contorno de su pierna con una mano mientras que sentía sus labios tirar de los míos tras cada beso largo. Luego su lengua se abrió paso con delicadeza en mi boca, y al enlazarla con la mía se separó medio centímetro mordiéndose la lengua y apretando los ojos en una sonrisa que me derritió por completo.

-VANESA: besas muy bien, me gusta que me dejes llevar el ritmo – si la decía que era casi inexperto no me creería.

-YO: me gustas mucho Vanesa.

-VANESA: jajaja y tú a mi más, nunca había sentido nada tan fuerte por alguien al que casi no conozco.

-YO: ¿y por qué? no he hecho nada.

-VANESA: puede que sea eso, que no eres un moscón que trata de lucirse, o que va tonteando  con niñatas por un polvo rápido, no se…..

-YO: no me conoces tanto, quizá sea un cabrón, o un cerdo, solo nos hemos visto 2 veces.

-VANESA: puede, pero soy un poco bruja, y cuando veo a tío de esos los calo a la 1º, en cambio a ti…….eres raro, desde que te presente tu hermana, como hablas, o como bailas, como tocas, todo es diferente…..extraño, y me atrae – la pellizqué en la mejilla y sonrió un poco. La abracé y ya pensaba adonde ir en nuestra noche de bodas.

Eran las 2 de la mañana y aún no querría despedirme de ella, ni ella de mi, creo, pero la vi gesto cansado, sin duda de volver de viaje, había hecho un esfuerzo para quedar conmigo, así que se agarró de mi brazo como una gran señora y volvimos a la moto. Me daba miedo que se quedara dormida detrás de mi y se cayera, así que la senté delante y me puse detrás sujetándola,  me pase media hora conduciendo lentamente con ella adormecida sobre mi pecho, la rodeaba la cintura con una mano mientras conducía con la otra por la noche, y sentía su cuerpo tibio sobre mi. Al llegar a su casa y parar se despertó.

-VANESA: ¿ya estamos en tú casa?

-YO: no….bueno, pensé….querrás descansar…..estamos en la tuya.

-VANESA: ah….vale…gracias, la verdad es que no he sido buena compañía al final, estoy muy cansada, lo siento.

-YO: ¡no, por dios!, ha sido perfecto, tú eres perfecta – la apreté del estomago y se río ante la presión.

-VANESA: como sigas diciéndome esas cosas al final me voy a  enamorar – giró su cara y me dio un beso, largo y tenue.

Se quitó el casco, su melena negra brilló con la luz de la luna y sus rizos botaron alegres, lamenté no haberla llevado a mi casa. Me dio el casco y me cogió de la cara para volver a besarme, tantas veces  que fue cansándose y  acabó adormeciéndose de nuevo en mis brazos. La cogí de la cintura y las piernas, como si fuera mi mujer en la noche de bodas, y la metí en su casa, se agarró de mi cuello y me iba diciendo donde era, la casa estaba llena de gente riendo, hablando y algunos dándose el lote, la dejé en su cuarto con un cuidado excesivo y se quedó hecha un bola sobre la almohada sin llegar a despedirse. Medité si quedarme a dormir con ella, pero simplemente la arropé, le quité las zapatillas, las gafas,  y me fui dándola un beso en la frente apartándola lo rizos.

-YO: hasta mañana princesa – solo recibí un mugido como respuesta.

Volví a mi casa diciéndome que no podía ser real, olía su esencia en el casco mientras pensaba que esa mujer era demasiado perfecta, encajábamos como 2 piezas de puzzles  diferentes, pero encajábamos. Al llegar a casa se me pasaron los pensamientos de Vanesa, había un ruido estruendoso, mucha luz y gente gritando, “¡Jaime!”.

Al entrar era peor de lo que esperaba, todos desnudos. Sonia estaba en el sofá follando con Jaime, le montaba como a un caballo mientas él amasaba como podía sus senos. Mi madre se la estaba comiendo a Jony, que estaba tumbado inconsciente en el suelo, y Marta estaba haciendo la tijera con Sara, que la acariciaba el clítoris con el pulgar. Al verme, Sara se levantó dejando a Marta con ganas de más.

-SARA: ho…….. hola …..sooooobrino……- apestaba a alcohol y tenia el cuerpo pegajoso.

-YO: estás pringosa…….

-SARA: ya…ya, es que….. pedi atrevimiento y ……hip, me han usado como vaso, para beberse los chupitos de tequila, ja,  me echaban la sal  en el vientre,  el limón en los pezones, y bebían de mi ombligo jajajajjaa.

-YO: ¿pero que ha pasado?

Y se pasó media hora repitiéndome lo mismo, por lo visto jugando a lo mismo de siempre,  pero con chupitos de vodka, tequila y ron, se habían pasado desde la 7 de la tarde hasta ahora bebiendo sin parar,   mano tras mano, hasta pulirse 6 botellas entre todos, a palo seco sin mezclar. Sonia había logrado mantenerse con ropa hasta el final, pero el resto no, y cuando Jony se sacó el rabo empezaron los problemas. Sonia tuvo que masturbarse con un pepino, mi hermana chupársela a Jony, mi madre comerse el coño de Sara, y Jaime masturbó a las 4 con las manos y se comió el culo de Marta. Mi madre reconoció que estaba deseando encontrarse con el mulato, Marta que se había cepillado a un profesor de la universidad, y Sara que Marta la ponía cachonda, lo que incitó a que Jaime  hiciera a Marta comerse el coño de Sara. La sorpresa llegó en la última mano, la del sexo, perdió Sonia, y en vez de elegir a su noviete, que estaba ido, escogió a Jaime, que la estaba follando desde entonces, y los demás estaban a su alrededor tratando de divertirse.

-SONIA: ¡JODER, QUE BIEN FOLLAS!

-JAIME: ¡me cago en dios, que par de tetas! – las aplastaba y luego las azotaba.

-SONIA: ¡quiero que me folles a partir de ahora, que gusto joder!

-JAIME: ¿y Jony?

-SONIA: que le den por el culo, ¡míralo!, una mamada de Carmen y se desmaya, tú si que sabes hacerme sentir mujer – se agachó y casi logró asfixiar a Jaime con sus pechos,  él la separaba las nalgas mientras la destrozaba con un ritmo  que la tenía chorreando.

-SARA: ¿y tú que tal? – lo dijo mientras se abría de piernas sentándose en el sofá, y Marta acudía a seguir lamiéndola.

-YO: bien……..es un cielo de mujer.

-SARA: que lastima, por que Marta es hábil, pero no tiene polla, ¿esta noche puedes ayudarme?

-YO: no sé, tía, quiero tomarme en serio lo de Vanesa.

-JAIME: no te preocupes Sara, cuando termine con esta vaca, me voy a por ti – Sara sonrió, supongo que quería volver a sus brazos.

-SARA: pues date prisa.

Se la dio, sacó su miembro de Sonia y se la hizo chupar, recogiéndola toda la larga melena caoba, y luego follándola por la boca hasta llenarla de esperma hasta mancharla los senos. Luego cogió a Sara de la mano y se la llevó arriba, donde al rato ya se les oía follar.

-MARTA: tranquilo……la tía va como una cuba…….- lo decía como si ella no lo estuviera, de rodillas reposando los brazos en donde había estado Sara.

-YO: no me preocupa….. sabía que quería volver con Jaime - y ya lo tenía.

-MARTA: es mamá la que me preocupa, lleva 1 hora chupándosela a un tío desmayado.

-YO: mamá, para - alzó la vista con los ojos entre cerrados.

-CARMEN: ¡ah…...hola  hijo!…..¿cuando has llegado? – casi se cae al ponerse en pie.

-YO: hace un rato, creo que deberías acostarte.

-CARMEN: estoy bien, solo necesito sentarme un rato…….- se derrumbó en el sofá, y antes de acercarme se quedó frita, tanto que ni zarandeándola se despertó.

-MARTA: tenemos que llevarla a la cama……

Lo dijo pero la realidad es que la llevé yo solo, y Marta iba detrás tratando de no vomitar por el esfuerzo de cada escalón, no fue como con Vanesa, mi madre era un peso muerto, y por indicaciones de mi hermana la mojé la cabeza en la ducha, antes de ponerla un camisón y dejarla en la cama como un saco de patatas, pese a ponerla de lado por si vomitaba, parecía tirada.

-MARTA: puffffff no vuelvas a faltar……esto se nos ha ido de madre…..

-YO: ya se iba de madre conmigo aquí.

-MARTA: no es lo mismo…….el puto Jaime me ha comido el culo, me ha puesto a mil con su lengua, es un cerdo, pero como sabe moverse el condenado.

-YO: deberías darte una ducha.

-MARTA: si….pero me da miedo caerme………¿me ayudas? – no pude negárselo, no fue un treta sexual, casi se resbala al quitarse una zapatilla, en una bañera de cerámica era un desastre en potencia.

La metí en la bañera y la dejé sentada,  como si fuera un bebé de 1 año, la mojaba la cabeza y frotaba la espalda con gel, me tiraba espuma a la cara y se reía, la di un aclarado y se puso como pudo unas bragas que la busqué, no eran ni suyas creo. Sonia se fue arriba a trompicones a dormir dejando a Jony en el suelo del salón, y mi hermana y yo nos acostamos en una habitación libre, se me abrazó y se durmió. Me pasé media noche tratando de saber que hacer con Jaime, si es que podía hacer algo, pero me dormí pensando en Vanesa, y sus rizos ocultando sus ojos azules.

Me despertó el peso de Sara acostándose a mi espalda, apartó a Marta y me obligó a abrazarla, su hedor de la noche dio paso a un fresco aroma a frutas en la piel y el cabello, se habría dado una ducha y estaba con el tanga biquini ya puesto abajo y los senos al aire.

-SARA: hola, ¿que tal ayer?

-YO: bien, llegué a las 2 pasadas, se os fue de las manos……..

-SARA: ¡ya te digo!, traté de que Jaime no se pasara, pero es listo el cabrón, usó a Marta para sacarme de quicio,

-YO: ¿has visto a mi madre?, estaba muy mal……..

-SARA: está bien, en la cama tirada como si la hubieran dejado caer …– entonces seguía como yo la dejé –… ¿y tu damisela?

-YO: bien, te lo dije anoche.

-SARA: cielo, no me acuerdo ni si cenamos…….

-YO: pues fue increíble, fuimos en moto, dimos un paseo, tomamos un helado, cenamos, y nos besamos durante mucho tiempo, al volver se quedó tan adormilada que tuve que llevarla a la cama.

-SARA: jajaja el viejo truco no falla, ¿bebisteis alcohol?

-YO: no, ¿que truco?

-SARA: cariño, somos mujeres, no marmotas, sobrias podemos despertarnos y acostarnos solas, pero de vez en cuando queremos que un apuesto hombre nos lleve en brazos a la cama, y que sea lo que dios quiera….- me sentí tonto al no quedarme con Vanesa.

-YO: ¿crees que lo hizo?

-SARA: si la cita fue bien, si.

-YO: no era una cita…

-SARA: jajaja ¿no? ¿Toda una tarde/noche de paseo por la playa, tomando  helados, dando besos  y cenando juntos? Claro que era una cita, pequeñín.

-YO: pero ella no lo dijo.

-SARA: que inocente eres, que lo diga  es diferente a que lo sea, ¿iba mona?

-YO: ¡si!,  con un vestido a rayas muy bonito…….- el gesto de Sara dándose la razón hizo que en mi cabeza se cayera un muro de estupidez.

-SARA: jajaja lo bueno es que le gustas de verdad, y si fuiste todo un caballero, ahora mismo estará pensando en ti, en tus fuertes brazos subiéndola por las escaleras, en el calor de tu cuerpo en contacto con el suyo, y el ritmo de tu corazón latiendo en tu pecho – lo decía mientras recorría con sus dedos mi cuerpo.

-YO: te follaste a Jaime – solté de golpe, eso la descolocó.

-SARA: bueno……..si…..estaba muy borracha…..pero si.

-YO: ¿ya no estás harta de él?

-SARA: no es eso, cielo, es solo que llevaba  media tarde cachonda perdida, necesitaba apagarme, y tú me dijiste que no – en eso tenía razón.

-YO: es que quiero…….necesito que lo de Vanesa salga bien.

-SARA: ¿le dijiste algo? ¿De nosotros?

-YO: todo.

-SARA pues si lo sabe y continua, no sueltes a esa chica…– no pensaba hacerlo –… por cierto, toma tu móvil, no para de sonar.

Me lo dio y tenia 20 mensajes de Vanesa, todos eran sonrisas y guiños, palabras dulces y cariñosas, incluso me mandó una foto de ella despertado en la cama, parecía recién levantada pero no podía ser si ella misma se hacia la foto, aún así me gustó el detalle. Al responderla con un saludo me dijo que sus amigas iban a la playa, preguntando  si iba a ir yo, dije que si con los ojos cerrados, y la mencioné donde solíamos ir. Me puse en pie y me di una buena ducha, la casa cogía vida y Jaime salió del cuarto de Sonia, a la que se había vuelto a tirar por la mañana. Nos encontramos a Jony en el sofá de abajo,  aturdido, Sonia le sacó de casa a patadas y le dijo que no se molestara en buscarla más. Mi madre fue la última en salir, iba con una resaca enorme, me dio un abrazo y me preguntó por  Vanesa, sonrió alegre al escucharme hablar de ella, y al saber que la vería en la playa apresuró a todos a prepararse.

-CARMEN: vamos chicos, que es un día largo, desayunen bien.

-YO: ¿largo?

-CARMEN: es jueves, ¡hoy abre la discoteca!

-MARTA: ¡jajaja eres insaciable mamá!, ¿quieres ir de verdad?

-CARMEN: ¡pues claro!, y esta tarde más juegos, quiero divertirme.

-SARA: jajaja os lo dije.

-JAIME: por mi vale.

-SONIA: pues ir buscando maromos, por que Jaime es mío esta noche, lo de ayer me dejó muerta.

-JAIME: jajaja, todo tuyo –  la azotó con fuerza varias veces, fue como un ficha de dominó, y las 3 mujeres suspiraron al escuchar los azotes, ya se las había follado a las 4 y las tenia en su mano.

-YO: yo con Vanesa no sé si me quedaré….

-CARMEN: tráetela, no pasa anda.

-MARTA: claro, si quiere que venga.

-YO: no se si nuestros juegos la gustarán.

-JAIME: solo nos divertimos, tú tráemela – de la mirada que le eché achantó la cabeza.

-YO: vendrá si ella y yo queremos venir…- mi madre me cogió del brazo, como hacia con mi padre cuando sabia que estaba enfurecido - …se lo preguntaré.

Fuimos a la playa y me pasé un rato buscando a Vanesa, mientras que Jaime se daba un festín con Sonia, todas con sus relucientes biquinis diminutos de tanga, hasta que en horizonte vi a un grupo de chicas, y a un lado a  Vanesa, con una camiseta grande enseñando un hombro y tapándola hasta las rodillas.

-CARMEN: ¿es  esa?, es mona.

-YO: es muy guapa.

-MARTA: jajaja tú tranquilo …– me frotó la cabeza, sabia que yo necesitaba que funcionara. Al verme Vanesa, correteó y dio un salto para llegar hasta mí, que me adelanté, me cogió de la nuca y me dio un beso corto y suave.

-VANESA: ¡hola! - se apoyó en mi pecho  levantando un pie de la arena.

-YO: hola, ¿has descansado?

-VANESA: si, fue muy dulce que me acostaras, deberías haberte quedado a dormir…….- “Sara tenia razón”.

-YO: es que estabas tan tranquila que no quería molestar.

-VANESA: tú nunca me molestas…….- me dio otro beso y vi como alguna de sus amigas la miraban sorprendidas, supongo que igual que mi madre y mi hermana nos miraban, detrás de mi.

-CARMEN: hola bonita, encantada, soy la madre de Samuel…….- le dio la mano.

-VANESA: jajaja si, ya la vi en la discoteca el otro día.

-CARMEN: espero que no hiciera el ridículo, hacía mucho que no salgo jajajaja

-VANESA: nada mujer, yo tampoco, pero ese día mereció la pena salir……- me cogió de la mano y mi madre suspiró emocionada.

-CARMEN: jajaja si, mi niño es  especial.

-MARTA: hola, soy su hermana,  Marta.

-VANESA: ¡ah, si! jajaja no para de hablar de ti, te pone por las nubes.

-MARTA: es muy amable, y un buen chico, no me gustaría que le hicieran daño…….- salió la vena protectora de una hermana mayor.

-VANESA: Samuel es mucho más fuerte de lo que parece – no sabia si la cosa iba bien o mal, pero al menos Vanesa no se achantaba.

-CARMEN: pues un placer conocerte, y si no te parece muy osado, esta tarde vamos a jugar un rato en casa antes de ir a la discoteca, si te quieres venir, estás invitada – quería habérselo dicho yo antes.

-MARTA: no te sientas obligada, pero para ir conociéndonos y eso…….

-VANESA: claro….- me miró a los ojos buscando aprobación - …si no molesto – la abracé con dulzura.

-YO: tú nunca molestas – sonrió y me perdí en sus ojos.

-CARMEN: pues nada, nos vamos a dar un chapuzón, aquí os quedáis, “tortolitos” - se separaron y me quedé con Vanesa.

-YO: lo siento, quería decírtelo antes, pero……

-VANESA: no pasa nada.

-YO: si pasa, en esos juegos…..se bebe mucho, y Jaime se aprovecha, ayer se folló a Sonia, la tetona de ahí, la única que le quedaba sin estrenar, para luego tirarse a mi tía, la rubia de la lado -  se las señalé

-VANESA: ¿esa es la que estos días te has…….? … - asentí - ….me voy a tener que poner celosa, es muy guapa jajajaja

-YO: si……parecía ir en serio con lo de hartarse de Jaime, pero cuando llegué me pidió que la tomara, y al decirla que no, se lío con Jaime.

-VANESA: ¿y por que le dijiste que no?

-YO: pues…….por ti…….¿no? – me cogió de la cara poniendo morritos, como si hubiera dicho el poema más hermoso jamás escrito.

-VANESA: jajaja no somos novios, y ayer ya te dije que no me molestaba.

-YO: pues me gustaría…..- giró la cabeza confusa.

-VANESA: ¿que me molestara?

-YO: no………..ya sabes….lo otro…….- estaba rojo de vergüenza, para ser una petición de noviazgo fue pobre, pero era  mi 1º vez.

-VANESA: ¡¿quieres que seamos novios?! – lo dijo tan ilusionada que me pareció irreal.

-YO: pues…….no se….ayer lo pasé muy bien….eres genial, y……..pensé que….- me cogió de la mano y se frotó la mejilla con el dorso.

-VANESA: ¡pues claro que si, bobo!, ¡me gustaría un montón jajaja! – se aferró a mi cuello y se estiró para besarme un par de veces.

Nos sentamos apartados bajo una sombrilla y hablamos un buen rato, me divertía mucho como hundía los pies en la playa  y jugaba  con los dedos mientras caía la arena, luego se quitó las gafas y vi que era tan guapa con ellas como sin ellas, pero con ellas tenia algo  especial. Se puso en pie y se sacó la camiseta, quedándose  en biquini, era de colores vivos a rayas, con lazadas a los costados, la nuca y la espalda, amplio sostén  para guardar la mayor parte de  2 pechos grandes y salientes,  un culo firme, redondo y bien puesto, con un vientre fino y cintura diminuta, con buenos muslos pero el resto de piernas o brazos eran finos y esbeltos.

-VANESA: jajaja no me mires así, que me da vergüenza…..- “¿de qué?” quise saber.

-YO: lo siento…….es que……eres espectacular.

-VANESA: ¿de verdad lo crees?, yo me veo un poco rara, muy delgada por unas partes y ancha por otras…..- no mentía ni decían nada raro.

-YO: lo digo en serio.

-VANESA: ¡pues me has alegrado la mañana! jajjaja, ¿vamos al agua?, me estoy asando aquí.

Al quitarme la camiseta creo que me sentí como ella, iba con el bañador nuevo y me veía arrebatador al observar como me comía con los ojos, como creí que nadie haría nunca. Me cogió de la mano y nos metimos en el agua, pensé en jugar a hundirnos con ella, pero antes de que pudiera hacer nada, se me echó encima, se subió a mi espalda, y entre risas nos hundía a los 2. Al rato, la vi con todo su pelo mojado, y sus indestructibles rizos, le daban un aire salvaje que me encantaba, pero creo que revolcada de mierda también me gustaría. Se acercó a mí contoneándose, escurriéndose el pelo con las manos en un hombro,  y se me subió al pecho pegando sus senos  a mi cara, la abracé con ganas de no volver a soltarla nunca, y nos quedamos flotando como nenúfares dejado que el oleaje nos meciera.

-VANESA: si no quieres, no iré esta tarde.

-YO: no es que no quiera, me da miedo.

-VANESA: ¿por lo que pueda ver? Ya vi a tu madre muy suelta…..

-YO: mientras solo sea ver….pero si juega Jaime se aprovechará, siempre lo hace.

-VANESA: ¿y tan malo es?

-YO: ¿y si te enamoras de él como ha hecho con todas?

-VANESA: jajaja no seas crédulo, no las tiene enamoradas, las tiene encoñadas, no las conozco así que no juzgaré, pero me suena a un chulo playa y 4 salidas.

-YO: tal vez……..eso querría pensar……pero el resultado es el mismo, se las folla a todas, y no quiero que te toque.

-VANESA: pues no iré, pero tarde o temprano tendré que acercarme a tu casa si vamos a ser novios, no puedes evitarlo siempre.

-YO: ¿y que hago?

-VANESA: confiar en mi, como yo confío en ti, te has acostado con tu tía y no me afecta, tal vez haga alguna locura, y si bebo, más, pero solo quiero estar a tu lado, y si para ello tengo que pasar un mal trago, lo haré.

-YO: ¿y si lo que pasas es un buen rato…..con él? – pasó sus dedos por mi cara.

-VANESA: lo disfrutaré, y volveré a tus brazos.

Quise abrazarla tan fuerte que nos convirtiéramos en un solo ser, lo notó y se dejó caer sobre mí, nos dimos una serie de besos cariñosos antes de volver a la orilla, allí nos tumbamos, apartados, a tomar el solo. Me quedaba mirando su piel, las gotas de agua salada resbalar por su costado y el sol iluminando su espalda, a la 4º vez que me pilló observándola,  me cogió de la mano y pasamos media hora jugando a entrelazar los dedos.

-YO: ven…….contigo me siento firme y seguro.

-VANESA: iré, pero solo por ti, recuérdalo cuando peor lo estés pasando.

-YO: lo haré – rodé a su lado y me recibió de costado, dándonos besos y carantoñas un buen rato, hasta que sus amigas la avisaron, se iban ya, Vanesa las miró con ganas de mandarlas a la mierda y quedarse conmigo, pero se puso la camiseta y me abrazó tanto tiempo que sus amigas ya se iban, corrió tras ellas,  a saltos alegres, y gritando.

-VANESA: ¡luego nos vemos!

Al volver con mi madre,  estaban todas con los senos al aire, y Sonia besándose con Jaime, que le estrujaba de los pezones con descaro. Marta estaba escuchando música mientras Sara y mi madre estaban sentadas charlando, al decirlas que Vanesa venia se alegraron más que yo, y me frieron a   preguntas sobre ella. Regresamos a casa, durante la comida no dejaba de recibir mensajes de Vanesa, de golpe entendía a todos esos que van con el móvil en la mano a todas horas, tonteábamos diciéndonos chorradas, y descubrí que en vez de mandar emoticonos con caritas, mandaba fotos de ella poniendo caras, me resultó tan originalmente divertido, que hacia lo mismo.

Me acosté con Sara y Marta, para echarme una siesta, y escuchar de fondo a Sonia gritar como una cerda siendo sacrificada mientras Jaime le destrozaba. Para cuando llegó la hora de ir a buscar a Vanesa, mi hermana y Sara ya estaban con sus juegos medio inocentes de hacerse cosquillas, siempre conmigo de por medio. Fui en la moto a buscar a Vanesa, eran pocas calles pero el asfalto abrasaba, al llegar había otra fiesta montada, y Vanesa me dijo que entrara ya  que aún no estaba lista, con un mensaje. Había como 50 personas dentro, todos adolescentes exaltados, y subí a su cuarto, la pillé saliendo de la ducha con una toalla sin cerrar a su espalda, al verme saltó a mis brazos con un lluvia de besos tiernos, y se fue vistiendo, con biquini de por la mañana y la camiseta.

-YO: deberías ir  con más ropa…….

-VANESA: ¿voy mal?

-YO: no…….es que…….

-VANESA: ¿tu madre es muy puritana?.....– la sorna era evidente - …por que las he visto esta mañana con sus  mini biquinis jajaja

-YO: no…..es que….si vamos a jugar a algo…y si es lo siempre…..pagas prendas, es mejor llevar mucha ropa, o Jaime te tendrá desnuda antes de que te des cuenta.

-VANESA: ¡joder con el Jaime! - se quitó la camiseta y se puso una falda corta,  una camiseta de tirantes con una camisa abierta y  sudadera por encima, al cambiarse la vi en biquini, el sujetador era  con refuerzos en el pecho,  espectacular,  con su melena rizada alborotada y sus gafas de pasta, estaba para ponerla un piso donde quisiera.

-YO: ¿eres real? – me abrazó y luego me besó con ternura.

-VANESA: ¿tú que crees? jajaja eres muy dulce – “que ojos más azules”, la 1º  noche no lo vi, pero ahora con la luz del sol eran 2 piedras cristalinas de cielo. Dimos un paseo de vuelta arrastrando la moto, quería evitar el trance cuanto pudiera.

-YO: ¿y como es que no tienes novio?

-VANESA: ¿y tú novia?

-YO: pero tú eres mucho más guapa que yo – me cogió de la mano y me dio con el hombro con una sonrisa en los labios.

-VANESA: eres un encanto, pero no debes pensar así, eres mono, y de los pocos que saben como empieza el numero Pi por aquí….jajajaja además, tengo un síndrome raro, me gustan los chicos algo tímidos y retraídos, es como sacarlos del cascaron.

-YO: visto así……pero no entiendo por que estás sola, tendrías al hombre que quisieras.

-VANESA: y lo tengo………..cogido de la mano – me paré en seco, me quedé mirándola perplejo, llevó el dorso de mi  la mano entre  sus pechos y besó mis dedos, cerrando los ojos.

-YO: ¿donde has estado toda mi vida?

-VANESA: jajajaja buscándote – “Alberto, si, creo que es un buen nombre para nuestro 1º  hijo varón”.

-YO: espero que no te asustes por lo que pueda pasar, pasan cosas muy locas con Jaime.

-VANESA: ese tal Jaime es un pieza, si no quieres no abriré la boca, pero me parece increíble que le dejes hacer esas cosas.

-YO: no le dejo, pero no puedo con él, sabe mucho de mujeres,  las tiene a todas a su merced, mi hermana se había librado pero usó el juego para tomarla, se folla a mi tía, a mi madre  y ahora al irme estaba machacando a Sonia, era cuestión de tiempo que cayeran  una tras otra.

-VANESA: bueno, si lo desean, no soy nadie para criticarlas.

-YO: tú ten cuidado, Jaime también me ha dicho cosas de ti……..- “y casi le tiro por un balcón por ello”.

-VANESA: me empieza a caer mal el chico jajajaja – otra cosa que teníamos en común.

Llegamos,  ya estaban todos sentados en una gran mesa en el salón, con una nevera llena de cervezas heladas, y 7 botellas de todo lo que se les ocurrió. Jaime comandando a las demás, por muy fuerte y grotesco que fuera el día anterior, las 4 mujeres estaban dispuestas a volver a jugar a aquello, pero iban preparadas.

Mi madre y Sara, camisón y falda, para sumar una prenda más, Sonia iba igual pero con medias, 2 prendas más. Mi hermana la siguió con las medias,  sumando una gorra, y esta vez poniéndose una camiseta y una chaqueta fina, todas con el biquini minúsculo debajo. Jaime iba solo con el bañador, yo iba con uno también y una camiseta, pero me puse  otra camisa abierta por encima, además de 2 calcetines. Charlamos un rato en el que Vanesa se mostró dulce y tierna con mi familia, pero tocaba jugar. Vanesa me dio otro beso que me dejó sin habla un buen rato,  como para coger o dar  fuerzas, y me acariciaba en el brazo.

-JAIME: bien, las reglas son las mismas, por deferencia a nuestra nueva amiga las  repetiré, se reparten cartas, 1 por persona, la de menos valor pierde, una lata de cerveza o un  chupito a palo seco, del tirón, y elige verdad o atrevimiento,  puedes librarte de hacer nada quitándote una prenda, pero antes  de decidir, nunca después, luego no puedes mentir ni negarte a nada,  ¿entendido? – asintieron y empezamos de nuevo.

Mano tras manos el juego era algo inocente, como siempre al inicio, solo pasadas 2 horas Jaime empezó a hacer de las suyas, la bebida subía y la ropa bajaba. Antes de darnos cuenta mí madre estaba en biquini y Sara solo con la parte de abajo, Sonia había tenido  que darse un par de chapuzones en la piscina marcando tetas, Marta había dicho que perdió la virginidad a los 15 con un mayor de edad, y yo había tenido que llamar a mi padre y gastarle una broma telefónica. Todos con un globo descomunal, hasta Vanesa sonreía sin motivo, aún tenia todo puesto menos la sudadera, y casi todas sus pruebas fueron besarme o hacerme cosas a mi, incitadas por mi madre o mi hermana, protegiéndola mientras eran capaces. Si las decisiones se tomaban en grupo, era inocente,  pero en un momento dado Jaime volvió tomar el poder.

-JAIME: pierde Carmen…. – bebió una  cerveza de su turno  con sonrisa tímida, luego eligió atrevimiento –… necesito unos pechos normales jajaja los de Sonia me matan , ahora me comeré los suyos - mi madre se puso en pie  ante el asombro de Vanesa, y se quitó la parte de arriba, sentándose en sus rodillas, Jaime le apretó los pezones y se los chupó, fue el disparo de salida, después de dejarle los pezones como pitorros de carretera la dio un azote y la dejó irse, se le olvidó volver a ponerse el biquini de arriba como prenda a poder pagar.

-CARMEN: uff…….voy a  subir el aire acondicionado, que tengo calor…..- al repartir perdió Jaime, que pagó prenda y se quitó el bañador dejando su rabo tieso al aire, ya empezaba su show, pero  de golpe Vanesa se rió a carcajadas, cosa que dejó descolocado a Jaime, que esperaba que se quedara perpleja,  como las demás.

-YO: otra mano – quise  pasar rápido, pero me gustaba como Vanesa le desmontó desde lejos, perdí yo.

-JAIME: quiero que….

-VANESA: ¡cómele las tetas a Sonia!– soltó como sin querer, Sonia se levantó y, como mi madre, se quitó la parte de arriba del biquini, no me creía que grandes eran, las amasé como pude y lamí sus pechos con calma, se veían las marcas de dientes de Jaime.

Me pasé 3 manos sin jugar chupando sus pezones y mi polla golpeaba entre sus mulos sujeta por el bañador. Al volver a jugar, Sonia si se puso la parte de arriba, le di un beso de  agradecimiento a Vanesa, que lejos de mostrarse celosa vi travesura en sus ojos. Siguiente mano, Jaime repartió para pasar a más. Perdí,  tuve que hacerle un baile erótico…… ¡a Marta!, sentada en una silla,  como iba medio empalmado y algo mareado, intentaba no tocarla pero la  daba golpes con mi paquete de vez en cuando, Marta  se tapaba roja como un tomate, pero luego empezó a moverse y reír. La siguiente mano palmó Vanesa, que ya perjudicada,  eligió atrevimiento.

-JAIME: bien, ¿que tal un buen morreo con tu futura suegra? – mi madre se fue a por ella, la puso en pie y la cogió de la cara, juntaron sus labios, una vez,  y otra, hasta que abrió la boca y vi como mi madre le metía la lengua a una total desconocida, que yo me había follado, y conocía solo de hacía 3 días. La respuesta de Vanesa fue cogerla el culo y devolverle el beso con lujuria.

-YO: ¡ya basta!, ¿no?

-JAIME: pero si te está gustando…..- era verdad, estéticamente era digno de admirar, pero no por ello dejaba de ser raro. Un par de últimos besos sonoros  las separaron, al pasar por detrás de Jaime,  azotó el trasero de mi madre con brío –… esa es mi chica.

-VANESA: ¡joder, tu madre besa de cine!, me ha puesto cachonda y todo – me susurraba.

-YO: ten cuidado, Jaime está al acecho – me guiñó un ojo en señal de confianza, esta vez perdió Jaime, que ya desnudo tuvo que elegir  verdad.

-VANESA: ¿la tienes más grande que Samuel? – casi me caigo al suelo.

-JAIME: pues no lo sé, no las he medido……. – sabia que si.

-VANESA: ¡pues pollas a la mesa!.... – las chicas aplaudieron y yo obedecí sonrojado –…. pero tienen que estar bien duras, para saberlo, ¿una ayudita? – se arrodilló a mis pies, y comenzó una paja suave, para luego besar y chupar el glande. Al verlo, Sara se dedicó a lo mismo con Jaime, una vez duras nos pegamos junto a la mesa y las pusimos a lo largo, gané, y por goleada, no solo era ligeramente más larga, si no mucho más ancha.

-CARMEN: ¡vaya pedazo de polla gasta mi niño jajaja!

-SARA: ya te digo hermana…….. ¡Vanesa, eres afortunada! - Vanesa sonreía, veía algo en ella que yo no alcanza a divisar.

-VANESA: lo sé – me besó y me dio vueltas todo, pero pasado un rato entendí su jugada, todas las chicas dejaban de mirar a Jaime, y me miraban a mi. Otra mano, y perdió Sara, que desnuda eligió atrevimiento.

-JAIME: pufff yo después de la mamada no me quedo así, una cubana ahora mismo  – Sara se sentó a sus pies, y Jaime se lucio apretando sus senos contra su miembro, le había dolido en el orgullo la comparación, y se cebó con Sara mientras los demás mirábamos. Sonia se masturbaba sin descaro, mi madre con disimulo y Vanesa se sentó en mi regazo y nos dábamos el lote a la espera de acabar. Jaime duró unos 15 minutos hasta que la llenó de semen el pecho, la dio tantos azotes que tenia el culo rojo, las chicas estaban de nuevo perdidas con Jaime, pero bastó una simple  frase.

-VANESA: bueno…..no esta mal…..- cogiéndome de la mano y dedicándome un mirada perturbadora, una serie de sonrisas en todas subió el ambiente, comprendí que daba a entender que yo lo hacia mejor y ella lo sabia por propia experiencia, cuando en realidad no era así. Otra mano y perdió Vanesa, que se quito la parte de arriba y mostró sus tetas aprisionadas  y rebosando en el biquini.

-JAIME: puffffff vaya par.

-VANESA: muy amable, Samuel dice que son perfectas – la miré confuso, ¿lo pensaba? ¿se lo había dicho?

-SONIA: bueno……..- los senos grandes era su terreno, y ahora tenia competencia. Otra mano y esta vez perdió Sonia que se quito la parte de arriba y se lució mostrando su pecho desnudo ante Vanesa, que la siguiente mano se la devolvió y quedaron las 2 enseñando 4 pechos que ni un Miguel Ángel salido.

-CARMEN: ¡por dios, ¿que os dan de comer ahora? jajaja! – perdí yo, y la verdad fue confesar que me había hecho pajas pensando en mi madre, o viendo a mi madre.

-JAIME: ¡es que es normal, con esa madre! - otra mano y perdió Marta, que se quitó la parte de arriba, todas enseñando las tetas ya.

-MARTA: pufff es que con estas 2 cualquiera luce pecho aquí… jajajajaja – aún así, mientras que Vanesa y Sonia eran voluptuosas, el pecho de mi hermana era precioso. La siguiente mano perdió Sonia, que se bebió su 10º chupito de ron.

-SONIA: atrevimiento.

-JAIME: jajja me parece que todos queremos ver esto, un masaje tuyo a Vanesa en sus pechos, usando aceité, y solo usando  tus pechos jajajaja – hasta a mí  me pareció una gran idea.

El espectáculo fue una autentica barbaridad, Sonia se sentó en su regazo y vació un bote de aceite corporal entre ambas, para, con las manos atrás, empezar a estrujarse las tetas de una contra la otra, Jaime no se cortó y se masturbaba ante aquello, y a mi me faltó poco.

-VANESA: pufff…..que calor……- estaba cachonda pedida, lo que buscaba Jaime, que en un par de manos más tarde la pilló,  perdió y pidió atrevimiento.

-JAIME: lo siento Samuel, pero quiero comerme las tetas de tu chica – sin 10 cervezas y 3/4 de Vodka a palo seco, le hubiera matado, solo decía que no con la mano.

-CARMEN: ¡jajaja que grosero, no, otra cosa!

-VANESA: no puedo negarme…..- me dio un beso largo y se subió a la mesa, sentándose delante de él, abriéndose de piernas, Jaime se pasó 5 minutos lamiéndola y jugando con ella, yo estaba rojo de furia. Vanesa no era de piedra y gemía mientras se apretaba los senos, Jaime repasaba sus pezones con la lengua y lo chupaba hasta hacerla sonreír, en un completo silencio incómodo.

-JAIME: ¡dios, que bien sabes! – cogió de la nuca a Vanesa y la metió media lengua hasta el esófago, pero ella se apartó con una mano en su pecho.

-VANESA: ¡quieto!, eso no era parte de la prueba……. uffff……..buena lengua, eso si tengo que reconocerlo – temía haberla perdido,  al volver me dio otra serie de besos, para cogerme de la mano por debajo de la mesa, cosa que me tranquilizó un poco. Otra mano y perdió Marta, que se quedó desnuda, después mi madre, y luego yo, a estas alturas todos elegimos quedarnos desnudos.

-CARMEN: ¡esto es divertidísimo! – la tocó palmar,  atrevimiento.

-JAIME: tengo un idea pero es una burrada, pero si la digo no te puedes negar.

-CARMEN: jajaja dila.

-JAIME: ¿seguro?

-CARMEN: si, bobo.

-JAIME: cómale el coño a su hija mientras ella se lo come a usted – me puse en pie furioso, pero mi madre me chitó.

-CARMEN: son las normas…..no voy a ser menos que las demás……- Marta estaba tan perdida que, cuando la cogió en brazos y la subió a la mesa,  metió su lengua en el coño del que nació sin pensarlo, mi madre en cambió tuvo algún reparo, pero al final separó los labios mayores y se lo comió, fue brutal, hasta para Jaime que ya estaba pajeándose de nuevo. Marta se corrió enseguida, pero mi madre tardó unos 5 minutos, en los que Marta se tuvo que esforzar.

JAIME: da gusto jugar con gente así……- perdió Sara, y en atrevimiento  no pudo más.

-SARA: cómemelo Jaime – se recostó sobre la mesa abriéndose de nalgas ofreciéndose, y Jaime acudió presto a meter su cabeza tras ella, la dejó rota en 10 minutos animales en que se corrió  3 veces, mi madre se masturbaba y Sonia le estaba regalando un dedo a Marta.

-VANESA: ¿y esto es así todos los días? – me susurró.

-YO: si, y me temo que en adelante seguirá,……- sonrió y me empezó a pajear.

-VANESA: me voy a  tener que venir a vivir aquí jajajajaja – y se hundió mi miembro en la boca, lo que pudo, todo era una nube de sudor, alcohol,  sexo y descontrol, gozaba de sus labios en mi glande y de sentir sus senos aplastados contra mi muslo. Me vacié en su boca y me dejo estupefacto verla tragárselo. Para entonces todos tenían un subidón de escándalo.

-JAIME: ¡bien, últimas  3 manos, cenamos y a la discoteca! - perdió Marta, que aún no se había recuperado de lo de antes, y escogió comérselo a Sonia.

-CARMEN: va a coger practica jajajajajja – la penúltima la palmó Vanesa, que en verdad reconoció cuantos hombres se habían acostado con ella, nombre y  apellidos con el número de veces, fueron pocos la verdad, esperaba que muchos hombres se hubieran fijado en ella.

-JAIME: ¡la última, la del sexo seguro!, quien pierda tiene que follar con quien elija del otro sexo – eran casi las 9 y media, y al darle la vuelta a las cartas, palmó mi hermana.

-MARTA: ¡joder!……- bufó cansada- ……vamos Jaime.

-CARMEN: lo dices como si te costara jajajajaja

-MARTA: ¿y que hago? ¿me tiro a mi hermano? - fue retórica pero resonó en mi mente, Jaime sonreía, aquella jugada de la última mano le iba reportar muchos polvos.

Él se puso en pie y recostó a Marta sobre la mesa de espaldas, la abrió de piernas y la acarició hasta tenerla lista, la penetró con fuerza sacando un bramido dulce, y la cogió de los senos mientras comenzaba a ponerse serio con ella, Marta gemía y se ponía roja de pasión. Vanesa sonrió y me dedicó una mirada libidinosa, me besaba con lengua mientras la magreaba las tetas, y mi madre, a su ritmo, trataba de engullir los senos de Sonia.

Jaime hacia temblar la mesa y a Marta, mientras que Vanesa se dedicó a chupármela con vicio, se trababa por que sus labios no deban de si, pero pasaba del glande. Me corrí como un animal, di 4 latigazos largos y la manché la cara, la boca y el pecho, justo cuando Marta tuvo su un  orgasmo. Jaime la dio la vuelta dejándola colgada de la cintura en la mesa y la embistió por detrás  haciendo vibrar y gozar de sus movimientos de cadera a Marta. Para cuando Jaime se corrió mi hermana ya le pedía que no parara, metió sus dedos en ella y la llevó a otro orgasmo que encharcó el suelo, un aplauso general lo llenó todo.

Jaime se pasó unos minutos sobando y azotando a Marta, mientras los demás cenábamos, y por turnos nos duchamos y nos preparamos para la fiesta, esta vez fui menos arreglado, pero me sentía mucho más confiado, mientras que Jaime fue al revés, salió como un pincel, y creo que con la sensación de que había fallado un tiro claro con Vanesa.

Las chicas se vistieron para arrasar de nuevo, mi madre y mi hermana escogieron el mismo estilo, falda corta negra con vuelto, tacones y top llamativo, casi eran gemelas. Sara escogió un vestido rojo que era un rectángulo desde lo pechos hasta los muslos, con 2 ligeros tirantes en los hombros y toda la espalda al aire. El remate fue que Vanesa no tenia ganas, o fuerzas, para volver a cambiarse a su casa, y se puso ropa de Sonia, que si bien tenían tallas similares de busto, las caderas eran otra historia, así que Sonia salió con un vestido verde ceñido y ajustado a su piel, sin hombros, con solo un capa de tela a modo de collar bajando por su garganta hasta el resto del vestido, sus senos rebosaban por los lados. Vanesa salió con un vestido azul de tela brillante, sin sujetador y un escote hasta el ombligo dejando ver sus tetas en gran parte, con falda a las rodillas, pero con su cadera le subía hasta el muslo alto, resaltado su figura en forma de 8.

-YO: ¡madre mía, estás increíble! – quizá algo vulgar por el escote tan amplio, pero arrolladora.

-VANESA: jajaja gracias, ¡esta noche quemamos el local chicas!

-CARMEN: ¡si!

Se repitió el guión, chupitos nada más llegar, probamos la absenta y del pelotazo casi perdemos a Sonia. Teníamos a 5 mujeres y éramos 2 hombres, por suerte mi hermana encontró a unas amigas de la playa y se quedó con ellas, eso nos dejó un 2 vs 1, me quedé con Vanesa y Sara, mientras Jaime con mi madre y  Sonia. No se quien salió ganando o perdiendo, se que estaba gozando. Mientras me centraba en Vanesa, Sara se afanaba en frotar sus protuberancias contra mí.

-VANESA: creo que esta quiere montarte……

-YO: ¿Sara? Que va, ya la has visto con Jaime.

-VANESA: te toca mucho.

-YO: lo hace  siempre, me hace cosquillas, no es raro…..

-VANESA: pues te mira con deseo, me voy a tener que esforzar, ahora eres mi chico, y te buscan muchas en esa casa.

-YO: ninguna quiere conmigo, quieren a Jaime.

-VANESA: después de lo de hoy, no, ¿has visto como te han mirado  cuando habéis comparado trancas? jajaja y si no me crees, besa a Sara, hazme caso, cuando lo hagas la tendrás encima siempre que quieras.

-YO: pero a mi  me gustas tú – me acarició la cara con torpeza.

-VANESA: y tú a mi, mucho jajajaja tienes que pensar que  estoy un poco loca, pero me gusta la marcha, y tu casa es una locura, me encanta,  pero Jaime…… puedo ayudarte contra él, si quieres – aquello me dejó pensativo, pero ya hablaríamos de eso sobrios.

Los mojitos aparecieron, y luego el “wish-cola” de toda la vida, iban tan cargados que parecía que les regalaban las botellas, Sara se bebió 3 y Vanesa 2. Pasado cierto tiempo las dejé retozando una con la otra y busqué a mi madre o a Sonia. Encontré a Sonia, sin ropa, a 4 patas siendo follada desde atrás por Jaime, estaban en mitad de la discoteca, y de remate Sonia se la chupaba a otro tipo.

-YO: ¡¿que coño pasa?!

-JAIME: aquí la niña, me ha dicho que quería follar como una puta, y aquí estoy, cobrando 10€ por mamada mientras me la tiro  jajajaja – me fije y había una cola de 20 hombres, en el tiempo que estuve se la comió a 4, y cuando Jaime se corrió, Sonia terminó en el suelo en plan profesional con el vestido por la cintura, tenia una polla en cada mano, se la chupaba a otro y uno se follaba sus tetas. Según creo recordar,  Jaime ganó  140€ aquel día, cubriendo las copas….al menos tuvo la decencia de que solo podían  los que usaran condón.

-YO: ¿y mi madre?

-JAIME: adivina……

-YO: ¡el puto mulato!

-JAIME: te juro que he tratado que se quedara conmigo, tenia ganas de darle su merecido esta noche……pero ella misma se ha ido con él.

Me fui a buscarla, y la encontré con los 2 mismos del otro día, el grandullón estaba sujetándola de frente, pero el de atrás estaba con la polla fuera pajeándose usando el culo en tanga de mi madre, el grandullón le había bajado los tirantes del top y le comía los pezones.

-VANESA: ¡joder con tu madre!- me pilló alucinando.

-YO: ¡no me lo creo!

-VANESA: pues créetelo, por que está pasando –   se puso  pegada a mi, sentí su culo en mi miembro duro y mis manos buscaron sus senos, abrió el escote del vestido con facilidad, y acariciaba sus pezones con fuerza.

Mi madre estaba ida, se ponía de puntillas para ayudar al de atrás a frotarse su buena polla negra contra sus nalgas, mientras que ascendía por el otro, que intercambiaba los pezones con su  boca al besar. El de atrás se corrió llenándola el culo de semen a mi madre, se lo azotó y se alejó, mientras que el grandullón la susurró al oído algo y ella asintió traviesa, al darse la vuelta me vio con Vanesa.

-CARMEN: hijo…..estoy mareada, este hombre me lleva a  casa – señaló al mulato y sin más se fue.

-VANESA: ¿quieres que les sigamos como la otra vez?

-YO: ya se lo que harán, ahora te deseo a ti – busqué su entrepierna con la mano y sonrió halagada, froté su húmedo interior y lamí su  pechos con mis nuevos conocimientos adquiridos.

-VANESA: ¿nos vamos a tu casa o me follas aquí mismo? Por que yo no puedo más….te necesito – dudé, no quería ir a casa, pero tampoco hacerlo allí.

-YO: vamos  a la playa.

Me siguió alegre, nos separamos unos 400 metros que se hicieron eternos por la bebida, y nos tumbamos en la oscuridad, Vanesa se quito el vestido y el tanga, me desnudó tumbándome boca arriba,  me montó de rodillas y  pajeaba mi tranca ya como una barra candente, mientras acariciaba sus aureolas sacándola leves gemidos. Alzó la cadera y buscó la penetración dirigiendo con su mano, le costó horrores coordinarlo, al meterme en ella casi sentía su dolor y esfuerzo inicial, se apoyó en mi pecho y empezó a subir y bajar lentamente. Verla de fondo con las estrellas y la luna, sus ojos azules y sus gafas de pasta tras los rizos meciéndose,  me volvieron loco, la cogí del culo y desaté un infierno entre sus piernas olvidándome de dosificarme. Vanesa gimió, maldijo, lloró, río, y gozó todo a la vez, cayó de lado en un  orgasmo tenue, y la puse boca arriba de piernas abiertas apoyando su espalda en la arena, embistiendo furioso, una y otra vez, haciéndola levitar medio segundo entre cada golpe y amansando sus pechos.

-VANESA: ¡oh dios, que gusto, no pares, que polla, dios!

-YO: te quiero, te quiero - repetía cual estúpido, pero era verdad, la tomaba y la amaba.

Se dio la vuelta quedando tumbada boca abajo, la metí buscándola desde atrás,  hundió las uñas en la arena al sentir como la fundía en su interior, se corrió como si la matara y luego se dejó llevar hasta que me vacié en ella, dándola 2 sonoros azotes en el culo, se giró con gesto de alivio, y me besó tan fuerte que se incorporó sobre mi.

-YO: jajaja mira la arena – estaba la marca de ella y sus pechos.

-VANESA: ¡casi me entierras jajaja! – me abrazó mientras repasaba su cuerpo con las manos sacándola la arena pegada a su piel por el sudor.

(Siento si no soy muy detallado en estas partes, pero la verdad, iba con un ciego como una catedral).

Nos vestimos y regresamos a la fiesta, Jaime seguía con Sonia y su “negocio”, Marta se despidió pronto y se fue a casa con una pareja, si prestaba atención le esperaba una sorpresa en el cuarto de mi madre, y nos quedamos con Sara, que iba peor que nosotros inclusive.

-SARA: no voy borracha, solo tengo el puntillo…. – decía mientras no veía como su vestido se había girado y tenia una teta fuera, se lo coloqué demorando en colocárselas.

-YO: así está bien.

-SARA: gracias cielo ¿vamos a por otra copa?

-VANESA: ya vale por hoy, ¿no crees? Te has ventilado  medio bar….jajajajaja

-SARA: jajaja pues si, necesito apagar mi fuego,  estoy ardiendo y ha sido tu chico,  me ha dejado que Jaime no me colma – eso me extrañó, Jaime follaba bien.

-VANESA: ya me ha dicho… – me abrazó para hablarme al oído - …está muy mal, como no te la lleves a casa le va a pasar algo.

-YO: venga tía, vamos a casa y descansamos.

-SARA: no, jajaja otra copa por fi, y luego en casa jugamos…..- puso su índice en mi pecho y se pegó a mi cuerpo.

-YO: no tía, otro día, ahora te llevo a casa

-SARA: jo, eres siempre tan bueno…..pero no me voy sin premio - miré a Vanesa que me la señaló con la cabeza, entre dándose razón y concediendo permiso, así que, atrevido,  le cogí del culo a Sara hasta alzarla y darla un soberbio beso con lengua, no hubo fases, desde el 1º beso me lo devolvió y la degusté con mis labios, me cogió de la cara y se aferró sin soltarme.

-YO: dios, sabe a ron.

-VANESA: te lo dije, esta quiere mambo, y se lo vamos a dar  - me la quitó de los brazos juntándose de forma sensual, Sara sonreía al notar como la acariciaba Vanesa, y la besó, que tampoco mostró resentimiento al sentir en las tetas las manos de la otra tocar con  maestría,  ambas estaban rojas y deseando salir de allí.

-YO: vamos a casa.

El camino de vuelta lo hice  con una en cada lado,  cogiéndolas del culo, me sentí gigante por un momento y al llegar a casa las azoté hasta que subieron a mi cuarto,  como hacia Jaime, se desnudaron torpemente y empezaron sin mí un festín lésbico memorable. Vanesa guiaba un títere que era Sara, la tenia abierta de piernas de cara y lamiéndola todo, yo me arrodillé detrás de Vanesa y se lo comía despacio chupando su clítoris. Al mirar, Vanesa masturbaba metiendo 2 dedos en mi tía, sin separar sus labios de su vulva, Sara se pellizcaba ofuscada en los senos, y gemía perdida, mientras Vanesa paraba a coger aire cuando sentía entre sus muslos una corriente eléctrica provocada por mi.

Me harté del juego y apunté mi miembro a la entrada de Vanesa, golpeé con mi tranca a lo largo de su pubis, y arañó a Sara en las piernas al sentir como la penetraba lentamente,  comencé un lento vaivén para sacarla de  rueda, de manera que cada embestida repercutía en Sonia, fue colosal ver los senos de Vanesa rebotar sin que perdiera ritmo su lengua, y Sara explotó en un pequeño orgasmo en que cogió de la nuca a mi flamante novia y se la apretó contra su entrepierna. Mi propia tía se rehacía  al verme follándome a Vanesa, se activó pasados unos minutos,  apartó a Vanesa y me dejó caer sobre ella, la besé y  lamía sus tetas mientras buscaba ser penetrada, al final sentí su calor y empujé letalmente, su cara cambió a todos los registros, y terminó cerrado los ojos y aguantando como una jabata hasta metérsela toda.

.SARA: ¡joder que polla, me mata, me abres mamón, fóllame, destrózame!

-VANESA: ya ha oído a la señorita.

Comencé un violento ritmo que la sacó del universo, agarró un puñado de sabana con cada mano y su cara era su boca abierta de par en par, gritando, se la tapó Vanesa con sus senos, sabía como manejar tan tremendas tetas, Vanesa se puso encima de Sonia a 4 patas, mientras Sara la comía sus pechos, yo acariciaba y masturbaba a Vanesa   como me adiestró la que tenia debajo, y a la vez percutía en Sara, que no dejaba de gritar con cada inserción. Fue subiendo decibelios hasta reventar en un orgasmo que la sacó de mi frotándose posesa hasta vaciarse en unos chorros que mancharon media cama.

-SARA: ¡MADRE MIA! – convulsionaba echándose a un lado.

-VANESA: jaja mi turno – según lo dijo la penetré tal como estaba a 4 patas, agarré sus tetas y la pegué la espalda a mi pecho, podía apretárselos para llegar a lamerlos por encima de hombro desde atrás, mientras ella se frotaba el clítoris y gemía de forma descontrolada.

-YO: ¡que bien follas, me encantas, eres una diosa, eres mi diosa!

-VANESA: ¡si, lo soy, soy tu diosa, fóllame, dios, me encanta! – daba largos suspiros de placer y volvía a repetirlo.

Todo era raro y nuevo,  me gustaba, no obstante era mi 1º trío, probaba a  acelerar a un buen ritmo mientras sentía sus senos rebotar en mis manos, era como tener un kilo de flanes en cada mano, y me llevó a dar tales golpes de cadera que sentía su trasero vibrar en mi pelvis. Sara estaba tumbada, casi cardiaca y reventada,  acariciando  a Vanesa sin alzarse, aguanté tanto que logré que Vanesa explotara en un orgasmo antes de llenarla. Caí fundido a la cama con las 2 mujeres rotas, fue cuando vi a mi hermana en la cama de al lado, desnuda y masturbándose.

-YO: ¿desde cuando estas aquí? – me tapé, aún hoy, no se por qué.

-MARTA: desde que he escuchado a Sara gritar, ¡dios, como follas hermanito!

-YO: yo….es que…….verás…..

-MARTA: jajaja,  a mi no tienes que explicarme nada, disfruta, te lo mereces

-YO: ¿y la pareja  de la disco?

-MARTA: hemos jugado jajaja pero después de lo que ha pasado en  el juego,  me ha sabido a poco…. – había subido a ver si era Jaime quien hacia gritar a Sara, y tirárselo, pero en cambio  se pasó un buen rato frotándose ante mi, hasta agotarse.

Al verla se me puso dura, y tomé a Sara de nuevo, estaba  ida, pero mejor que Vanesa, hecha una bola temblando desde que la había follado. Sara no gemía ni nada, solo estaba roja y reía,  ni cuando me corrí en sus tetas, a la par que en las de Vanesa,  mostró sensación alguna más que tensión y placer.

Me di un ducha rápida para darlas paso a ellas, que una a una se asearon,  nos acostamos abrazados los 4, y nos dormimos, caí en un sueño dulce y tranquilo sintiendo el calor del cuerpo de aquellas mujeres y un nuevo renacer en mi interior.

Inevitable.

Ya era de tarde cuando nos despertamos, Sara tenia un dolor de cabeza descomunal, y al verme desnudo a su lado con Vanesa en mis brazos, sonrió como si se hubiera enterado en ese momento de lo que pasó esa noche. Vanesa estaba jugando con sus dedos en mis labios y mi hermana se había acostado a nuestro lado, los 4 en una sola cama,  Jaime apareció, y al ver el percal bufó hastiado, y se durmió en la cama de al lado. Encontré a Sonia desnuda en la cama de Jaime y con un aspecto horrible, y lo peor fue al bajar al salón, estaba mi madre cocinando,  ¡y el puto mulato estaba allí!

-YO: hola.

-CARMEN: hola hijo, ¿que tal?

-YO: bien……..¿y este quien es? – el mulato se puso en pie mostrando que iba solo con unos calzoncillos nada disimuladores, y me saludó.

-MULATO: soy Joel.

-CARMEN: si, es…… un amigo que he hecho……. no tenia donde pasar la noche, así que ha dormido aquí….pero ya se iba….. ¡¿verdad?!

-JOEL: claro mami, gracias por….su hospitalidad -  se dieron un abrazo extrañamente incomodo.

-CARMEN: adiós, nos vemos……. esta noche…..- le acompañó a la  puerta y se dieron un largo beso con lengua tratando de que no les viera. Al volver mi madre estaba roja, y no se atrevía a mirarme.

-YO: no pasa nada mamá, no tienes por que andar a escondidas.

-CARMEN: no se de que me hablas…….- la cogí de la mano y la abracé.

-YO: si lo sabes, igual que yo, ayer me acosté con mi tía haciéndome  un trío con, desde hace menos de 24 horas, mi primera novia, no creo que sirva de nada avergonzarnos por lo que está pasando, que te traigas a un mulato de polla enorme y te des unas alegrías es de lo más normal que ha pasado por aquí  – me miró abochornada.

-CARMEN: hijo……es que yo……hacia mucho que no me comportaba así….tu padre es muy estricto….y por 1º vez en mucho tiempo me estoy divirtiendo como nunca pensé que volviera a sentirme….¿hago mal?

-YO: no lo sé,  pero ¿por qué el mulato teniendo a Jaime?

-CARMEN: bueno…….es que Jaime se mueve bien, es divertido y me entretiene…….pero Joel…….ufff, me recuerda a tu padre de joven…. no solo es grande y fuerte, se maneja bien y me deja sin aliento – bajaba la cabeza algo abrumada.

-YO: solo te pido que tengas cuidado, no quiero que termines en líos de los que no puedas salir…no hace falta ir borrachos, ya no  - me abrazó llena de felicidad al ver mi comprensión.

-CARMEN: gracias.

Vanesa bajó y desayunó con una naturalidad y desparpajo que me dejó helado, hablando con mi madre, o con Sara cuando bajó, de lo que había pasado y de cómo se había divertido. Acompañé a Vanesa a su casa, por el camino nos cuestionábamos un poco todo, aunque la verdad es que nos besamos más que hablar.

-VANESA: así que tu madre se tiró al mulato otra vez jajajaja.

-YO: es tan impropio de ella, pero creo que ella era así de cría, a nuestra edad, mi padre la ha encerrado estos años, y ahora se ha liberado la fiera.

-VANESA: pues como haya disfrutado la mitad que yo…….- al despedirnos sentí pena, pero quedamos más tarde, teníamos que descansar, era viernes y tocaba más fiesta.

Acelerando la historia, nos pasamos viernes y sábado de igual manera, Vanesa regresó a mi  casa a las 7 del viernes ya con una mochila con ropa y sus cosas,  no volvió a su casa hasta el domingo de tarde. Por la mañana algo de playa o piscina antes de comer. De  tarde siesta con Vanesa y Marta,  mi hermana seguía buscándome para dormir.

Luego jugábamos a las cartas, aunque rebajamos un poco el ritmo del alcohol, algo que en principio solo nos desinhibía, pero eso ya no parecía necesario. Pasó de  todo, aunque con ciertos limites, no dejé que Jaime se aprovechara de Vanesa, aunque lo correcto seria decir que ella se defendía sola, Jaime trataba de llevarla a su terreno, la volvió a comer las tetas y la hizo hacerle una paja y al día siguiente una cubana, pero cuando trató de propasarse más le cortó de raíz. Como ejemplo mencionaré que el sábado, mientras jugábamos, Vanesa se vengó de una jugarreta pidiéndole que la dejara darle un puñetazo en los huevos, Jaime se tuvo que dejar, acabó tirado en el suelo entre gruñidos de dolor, y juró venganza en la siguiente mano que pillara a Vanesa. Vanesa, sin casi mencionarlo, preguntó si para la siguiente prueba que le tocara a Jaime,  teníamos pepinos o berenjenas en la nevera,  y vaselina……Fue suficiente para que Jaime jugara con las demás y la dejara de lado. El 1º día perdió  mi madre la última mano, que tardando un poco, escogió a Jaime para el sexo, verles follar me la puso tan dura que me follé las tetas de  Vanesa sin ningún problema delante de todos. El 2º día perdió Vanesa, que ni dudó y la tuve que montar encima de la mesa, creo que luciéndome, por que Jaime no daba abasto de follarse a Sonia y mi madre, Marta recibió una comida por parte de Vanesa, mientras la destrozaba a su espalda. Ese ida yo me pasé con el ron.

Por la noche salíamos a la discoteca, y los 2 días mi madre se llevó a Joel a casa, el 1º día fueron los últimos en volver, y les oímos durante 2 horas, el 2º día fueron los primeros en regresar, y pasadas 3 horas, volvimos a casa los demás y todavía se les oía gritar como auténticas bestias. Escuchábamos a mi madre gemir y jadear por toda la casa, Joel era un buen amante, y me bajaba junto a Vanesa a ver turcos para ponerlos en práctica, siempre desde el balcón para no cortar el rollo. Mi madre necesitaba a un hombre así en su vida, ni el mejor día de Jaime le vi hacerla correrse tantas veces como esos días, y aún así, siempre al terminar me quedaba la sensación de que mi madre no terminaba de disfrutar con él, pese a la extensión de Joel.

Por mi parte diría que me harté de tirarme a Vanesa, pero mentiría, era imposible cansarme de ella, disfrutamos como adolescentes que éramos, solos o con Sara uniéndose alguna vez, pero  mis atenciones eran para Vanesa, mientras ella se ocupaba de Sara, que relevaba a Vanesa cuando la hacia correrse 2 o 3 veces seguidas y no podía continuar. Se podría decir que fue un curso acelerado de sexo, en el que saqué mi nota media en los estudios, un sobresaliente, perdí el miedo a tocar a una mujer de esa forma, y gané confianza en mi mismo, (algo que casi no tenia), al verme colosal en una cama junto a 2 mujeres de bandera, satisfechas y remoloneado del placer que yo las daba. Lo mejor era que cuando no estabamos teniendo sexo, Vanesa era tan…..no se cual es la palabra, “tan Vanesa”, pizpireta, alegre, risueña,  y a  la vez tan fuerte, decidida y segura.

Marta en cambió un día regresó sola a casa,  al siguiente se acostó a mi lado al volver a escoger a un amante poco digno y rápido. Jaime  se pasó 2 días haciendo de todo a Sonia, creo que llegó a estrenarle el ano, según dijeron. Sonia si que no paraba de beber y podías hacerle cualquier cosa, pero sentía que Jaime en la discoteca miraba mucho a mi madre, con ganas de volver a tenerla para él solo, y al verla con el mulato le hervía la sangre.

Por la mañana del domingo…….vamos, a partir de las 12 que era cuando nos podíamos levantar, me desperté con Vanesa abrazada de cara a mi, y Marta en mi cama. Sara se habría ido a la suya después de que esa noche  volviera a probar el sexo anal con ella, creo que terminó desmayándose, al tener un orgasmo 4 veces seguidas en menos de 5 minutos,  pero estaba muy ocupado con Vanesa como para percatarme de ello. Hice el desayuno por que mi madre tardaba mucho en levantarse, y fueron bajando todos, nos reíamos y comíamos algo, la última en bajar fue mi madre que se abrazaba con Joel mientras se despedían, al regresar,  mi madre andaba con aires de superioridad disimulando un ligero escozor entre sus piernas.

-MARTA: ¿que tal mamá? jajaja

-CARMEN: en la gloria, hija…….ese hombre es una maquina….

-JAIME: al menos te dejará libre hasta el próximo jueves.

-SONIA: ¿ya te has cansado de mi o que?

-SARA: le pasa  a menudo…..- lanzaba esas puyas a Jaime para recordarle que él la había dejado de lado a ella.

-CARMEN: lo siento, pero esta noche salgo a cenar con Joel – Jaime se acercó con su chulería natural y la metió mano por detrás.

-JAIME: pensaba que me echarías de menos.

-CARMEN: claro que si, pero no puede hacerle un feo después de darle mi palabra.

-VANESA: claro que si, disfrute jajaja – la tenia entre mis brazos y la besaba en el hombro, sintiendo sus rizos en mi mejilla.

-JAIME: pues no me apetece pasarme otro ida sin follarte – la azotó el culo y sonrió perversamente.

-CARMEN: bueno, si quieres ahora en la sienta podemos subir un rato, y  luego me voy a cenar con Joel.

-JAIME: ¿que pasa? ¿ya no me quieres? – sonó lastimero, mi madre se dio la vuelta y le besó con dulzura.

-CARMEN: claro que si, ya sabes que me diviertes mucho, pero siempre que pueda,  Joel  será mi 1º opción…..- aquello sonó como una bofetada a Jaime, que se le borró la sonrisa de golpe.

-JAIME: no soy el 2º plato de nadie… – la azotó – ….así que, que  te quede claro, que aquí mando yo …– la volvió a azotar más fuerte –…. ¿queda claro? – mi madre le cogió de la cara y le dio un beso que me la puso dura hasta a mi, luego le acariciaba la cara con ternura.

-CARMEN: como tu digas,  cielo, pero por mucho que me azotes no te va a crecer la polla – si lo de antes fue una bofetada eso fue un torpedo a la línea de flotación que hundió el barco.

-JAIME: pero yo….penaba que…..- mi madre le abrazó.

-CARMEN: no te preocupes, siempre tendré un rato para ti – y se fue a darse un ducha, Jaime se quedó petrificado, yo me reía por debajo ocultándome tras a mata de pelo de Vanesa, mientras Sara tenia una sonrisa enorme en su cara.

-MARTA: no te preocupes Jaime, está divirtiéndose un poco, déjala…..

-JAIME: no lo entiendo, creía que era mía…….- Sara se levantó y le dio un pico cogiéndole de los morros.

-SARA: tú eras suyo, mi pequeño idiota……… se habrá cansado de ti…….- se giró con suficiencia y Vanesa no pudo más que chocar las manos con Sara al pasar a nuestro lado. Jaime se quedó con la misma cara que se te tiene que quedar cuando te roban el coche en la cara, y luego se giró a Marta.

-MARTA: ¡a mi no me mires!, mi hermano ya me calienta la cama….- y se fue bebiendo un café humeante y revolviéndome el pelo.

-VANESA: ánimo, que al menos tienes a Sonia – me cogió de la mano y salí tras ella al porche, a tomar el sol un rato con los demás.

Pasados unos minutos escuchábamos  a Sonia berrear en las habitaciones con Jaime azotándola, creo que quería asegurarse al menos tenerla a ella, pero de golpe, y sin saber como, Jaime no me parecía tan listo, ni tan sabio, y empecé a verle como lo que era, un juguete que habían usado. Nos pasamos  la siesta jugando Vanesa y yo en la cama, solo abrazados, acariciándonos,  y la acompañé a su casa más tarde, donde me quedé unas horas junto a ella, no quería separarme nunca de su lado.

Una semana pasó, fue un calco,  pero Vanesa y yo quedamos a diario, fue dulce  y tierno salir a tomar helados o pasear sin más, pero al volver a casa montábamos un escándalo mayor que nadie, casi siempre empezábamos nosotros, junto a Sara cuando se terciaba,  y luego terminaba follando toda la casa al oírnos. Joel era muy atento en eso con mi madre. Sonia había convencido a Marta para unirse a Jaime en sus sesiones de sexo,  a modo de apoyo lésbico,  y sin estar seguro, creo que Jaime se follaba a mi hermana también. Pasado ese tiempo, fue inevitable que Vanesa  quisiera venir a vivir conmigo, se pasaba más tiempo en mi casa que en la suya, así que nos acomodamos como pudimos, ya con las cartas sobre la mesa. Vanesa y yo en un cuarto, mi madre y Joel en otro, Sonia y Jaime en el 3º, y Sara con  Marta, a la que no entendía, mi hermana era preciosa y una mujer dulce y cariñosa, podía escoger a dedo al chico que deseara y tenerlo viviendo con ella, era hermosa, lista, divertida y alegre, pero   fue mucho más recatada en ese aspecto, solo en alguna fiesta se cansaba de Jaime y se llevaba a casa algún chico, pero se acostaba con ellos  y los echaba por la mañana.

Era la tarde del sábado, y estabamos preparando la cena para luego ir a la disco, bueno, ellos, yo estaba con Vanesa en la piscina calentándonos hasta llevar el agua a punto de ebullición, se quitaba el  biquini y me dejaba comérselas durante horas, creo que la divertía verme como un bebé al que alimentaba, entrelazaba sus dedos con mi pelo y me apretaba contra sus senos. Habíamos estado la tarde jugando, pasaron muchas cosas pero nada que no hubiera pasado antes, solo que cuando palmó Sara la última mano, me eligió a mi y no a Jaime para el sexo. Me la estuve tirando sobre la mesa, tan fuerte  que todo lo que había encima  cayó al suelo,  mi madre tuvo que pedirle a Jaime que dejara a Sonia y  la tomara allí mismo para calmar su cuerpo, mientras Vanesa se apartó con mi hermana, las veía de fondo, Marta abierta de piernas y gozando como una recién liberada de la cárcel,  la masturbación y la lengua de mi novia fue tal, que la locura me nubló, di la vuelta a Sara y la destrocé el ano haciéndola correrse 3 veces, se quedó tiritando sobre la mesa, con convulsiones lentas en su cadera al sentir como me vaciaba dentro de su esfínter. Fue natural que tuviera que salir a la piscina, me ardía todo.

-YO: no se que ha pasado, Jaime me parecía tan……..y míralo ahora – era como un cachorro apaleado.

-VANESA:   es un cerdo, no dudes que se volverá a meter en la cama de todas, ahora usa la lastima, es su juego, y mientras ellas quieran jugar, tendrá ventaja.

-YO: pero mi madre le  ha pedido……- caí de golpe, pero sonó a táctica desesperada de Jaime, Joel le ganaba por goleada en la partida que creía que era mi madre, como si no fuera ella la que les dominaba a ellos - ….no se si es buena idea intercambiar  a Jaime por el mulato.

-VANESA: eso lo decide tu madre.

-YO: me gustaría tanto que todo se tranquilizara, esto ha perdido su gracia.

-VANESA: no puede tranquilizarse, esto está desmadrado, o metes mano dura o seguirá así.

-YO: ¿yo?

-VANESA: ¿quien si no?, Jaime es un crío comparado con  el mulato, Joel  lleva jugando a esto mucho tiempo, lo he visto antes, uno del grupo se la gana, y se la terminan follando todos sus amigos, se te meten en casa y se aprovechan de la gente, luego  se cansarán de esperar turno y se follaran a Sonia o Sara, y cuando se aburran, Marta será la siguiente.

-YO: exageras…….

-VANESA: con su tranca es solo cuestión de tiempo que tu madre  meta a Joel en casa a vivir,  ¿cuanto tardó Jaime en ganárselas?, ¿y cuanto crees que tardará Joel en ventilarse a todas?

-YO: ¡no!, eso si que no, ya he soportado suficientes vejaciones por parte de Jaime, no pienso pasar por ello otra vez.

-VANESA: pues solo queda una opción…….

-YO: ¿cual?

-VANESA: está claro que todas necesitan a alguien que las de lo que piden, Jaime ha tratado de serlo, pero se ha visto superado, y ahora  Joel ocupará ese lugar…..si no lo ocupa otro antes….

-YO: ¿Quién?…….- se me encendió la bombilla - ….¿dices que yo….?  - asintió.

-VANESA: es lo mejor, si quieres cortar de raíz tanta locura, haz una locura mayor, no podrás impedir que busquen a un líder, así que solo te queda convertirte en uno.

-YO: pero no lo soy….ya me conoces……

-VANESA: por que te conozco se que lo eres, pero aún no lo quieres admitir.

-YO: no podría……..son mi familia…

-VANESA: Sara parece contenta y es tu tía, tu madre no para de decir que la tienes como tu padre, el cual la domina, y tu hermana, medio desnuda, pasa más tiempo en tu cama que en la suya……muy preocupadas por la moralidad del asunto no parecen.

-YO: yo no soy así, no sabría ni por donde empezar.

-VANESA: como te dije, puedo ayudarte.

-YO: ¿y por que lo harías? Eres mi novia, tendrías que estar muerta de celos o conmocionada……

-VANESA: por un reto, por divertirme, por  la emoción, y sobre todo por que soy tu novia y quiero hacerte feliz de todas las formas posibles, soy tuya, Samuel, te quiero – me besó con tanta delicadez que cerré los ojos y quise morir en ese momento.

-YO: te amo, y soy tan tuyo como puedo serlo, pero  Vanesa,  me resultaría muy difícil.

-VANESA: ¿acaso son orcos?

-YO: no, son preciosas, ya las ves, pero…..

-VANESA: ¿nunca has tenido la fantasía de acostarte con tu madre o tu hermana?

-YO: ¡no!……….bueno…….si…claro….pero eso son jugarretas de la mente, el complejo de Edipo si quieres llamarlo, pero de ahí a acostarme con ellas….

-VANESA: tú sabrás, tampoco quiero obligarte, pero ¿que pasará cuando acabe el verano? Tu madre, quieras o no, pensará en volver a su rutinaria vida, o quedarse con Joel en una juerga sin fin….y puede decidir no volver a casa.

-YO: ¿crees que nos haría eso?

-VANESA: antes no, pero ahora tiene a sus 2 hijos ya criados, y ninguna obligación más que con su marido, ¿y si encuentra a otro hombre que la dé lo que tu padre  ya no le da? ¿No preferirías ser tú ese hombre y volver a casa con ella? - me acariciaba el rostro para mirarme a los ojos, la evitaba por que no pensaba con claridad si la miraba.

-YO: ¿estás disfrutando torturándome? – sonrió al verse un poco pillada.

-VANESA: soy traviesa por naturaleza, pero eso no cambia que pueda ser verdad.

-YO: no, me niego, yo no seria capaz, y aunque lo fuera, está mal, yo te quiero a ti, y a nadie más – la cogí con fuerza de la cintura y la pegué a mi pecho.

-VANESA: si es lo que quieres, así será.

Cenamos y nos vestimos de fiesta, para el caso vale con describir solo a mi madre, iba con un mini falda de licra negra y un top ceñido sin sujetador, mientras que los demás íbamos como casi siempre, arreglados sin más. Pasé media noche con Vanesa pegada a mí, y con Jaime comiéndole la oreja a mi hermana, que jugaba a no dejarse engatusar pero caía en sus brazos, con Sonia roja de furia al ver como le quitaban a su chico. Sara danzaba a nuestro alrededor con 4 tontos persiguiéndola por ver quien se la llevaba a casa. Mi madre, que ya iba algo tocada del juego en casa, se bebió 3 cubatas, 2 mojitos, con 2 chupitos de tequila y absenta respectivamente, iba con tal ciego que no se tenia en pie sola, pero Joel fue tan “amable” de tenerla sujeta todo el tiempo, del culo y la entrepierna en concreto. Llegado un momento la perdí la pista, Vanesa me centraba demasiado la atención.

-VANESA: oye, ¿y tu madre donde está?

-YO: con Joel, seguro……

-VANESA: ¿vamos a ver que hacen? – me cogió de la mano y me llevó con ella, tardamos poco, estaba con el grupo de mulatos.

Era tan fácil localizarlos, con buscar un corrillo de salidas esperando turno, pero hoy había invitada especial, mi madre. Estaba subida a horcajadas sobre un mulato nuevo, abierta de piernas y siendo follada delante de todos,   tenía el tanga metido en la boca, y botaba sin parar,  casi me acerco para decir algo, pero no sabía que decir o hacer. El tipo bajaba la cadera y embestía tan fuerte que quedaba suspendida en el aire gritando de placer,  terminó  levantando el culo al sentir como la llenaban, el mulato  la cogió con las manos a la espalda y  se dedicó 15 minutos a montarla, mi madre seguía sin soltar el tanga ente los dientes y coceaba de rabia, hasta que se le vaciaron dentro. Al soltarla fue a los brazos de Joel,   que se la subió encima, la abrió de piernas y la perforó de cara, soltó 3 alaridos histriónicos antes de besarlo, para luego rebotar contra él como contra un muro, pero partiéndola en 2. Pasado ese tiempo  un 3º mulato se puso detrás de mi madre, la preparó el ano, y se la folló por el culo a  la vez que Joel la martirizaba, mi madre se arqueó y se retorció entre la suplica y la lujuria más absoluta, se puso de medio lado apoyando un brazo en cada mulato,  subiendo y bajando sin cesar, su cara era descompuesta y casi parecía perder el conocimiento, pero no lo hacia,  volvía a subir y bajar, con la gente alrededor masturbándose, hombres y mujeres, algunos lo grababan con el móvil, y otros 2 mulatos esperaban turno.

-YO: ¿que hago?

-VANESA: pufff te diría que follarme, me están poniendo a 100, pero si te refieres a ella, nada, no puedes hacer nada a menos que seas capaz de tumbar a 4 mulatos.

-YO: ¡esto es injusto, no, no tendría que pasar!

-VANESA: te lo dije……esto pasaría, y más tarde o más temprano alguno la dejará satisfecha, y no tendrá motivos para volver a casa.

El mulato de detrás la llenó el culo de un semen espeso y brillante, se apartó y uno de los que estaban a la espera la metió antes de que empezara a cerrarse el agujero, eso mató a mi madre que empezó a soltar chorros como un grifo abierto. Joel se reía y seguía abriéndola,  el de atrás se corrió y el 4º en discordia iba al relevo, pero Joel la dio la vuelta en el aire, la cogió de la cintura y se la metió por el culo hasta hacerla desmayarse, el relevo la abrió de piernas igual y se la metió por el coño haciendo un emparedado con el cuerpo inerte de mi madre.

-VANESA: yo ya estaría rota….bastante ha durado.

-YO: ¡por favor, ¿que hago?!

-VANESA: ya sabes lo que tienes que hacer, o eso, o llamar a tu padre y decírselo todo.

-YO: ¿pero tú los has visto? ¿Como voy a competir con ellos?

-VANESA: diría que eres el único que puede, no conozco a gente por aquí que la tenga tan gorda como tú, ninguna de esas butifarras de ébano lo son, pero son negros, altos, fuertes y con buenas pollas, las chicas se derriten, pero tú…….eres dulce, sensible y cariñoso, tú puedes hacerla ver las estrellas sin necesidad de emborracharse y follarse a 4.

Mi madre permanecía casi inconsciente mientras Joel y el otro la llenaron de más semen, al acabar la dejaron en el suelo, desorientada, todos se reían y la metían mano, hasta que Joel la cogió y se la subió al hombro como un cadáver.

-JOEL: me voy a terminar la fiesta con esta mami  guarra a su casa.

Y se la llevó, le seguí junto a Vanesa, me preocupé mucho del estado de mi madre, pero a medio camino reaccionó, y pudo caminar, o algo parecido, hasta casa. Nos subimos al balcón y allí vimos como la tumbó en la cama, la abrió de piernas y la penetró tan fuerte que creo que la hizo daño, pero se acomodaron y comenzó a reventarla de nuevo, tan fuerte y tan salvajemente que mi madre ni pudo plantear batalla, tampoco es que pudiera debido a su estado, era un trozo de carne siendo acribillado, pero su cuerpo si que respondía, y se corrió varias veces. Vanesa se desnudó y me pegó a su espalda, la penetré en cuanto pude y estuve media hora follándomela de forma tan animal como estaba viendo que hacían a mi madre, Vanesa no pudo evitar jadear  pero nadie nos oía, la cogí de los senos y la daba tales golpes que sentía la piel de la pelvis arder en su trasero.

Joel le dio la vuelta a mi madre,  que de medio lado sacó el culo, él apretó contra su ano y la perforó como quien pincha un pavo muerto, la azotaba sin recibir más que un gemido ahogado, y se pasó 10 minutos gustándose con ella. Vanesa se corrió tantas veces que perdí la cuenta, y yo al vaciarme la puse de cara a mi,  la acaricié hasta volver a tenerla dura, para subírmela encima y volver a metérsela sin descanso. Me besó de forma airada, y botando con sus rizos alegres y sus ojos azules perdidos en mí, lamía y chupaba sus pezones con arte y le  llevé a otra serie de orgasmos seguidos que acabaron  eclosionando de tal forma que sentí como las contracciones internas de Vanesa me rodeaban el miembro. Mi madre soportó su propia tortura hasta que Joel quiso,  y se derrumbó con 5 latigazos que sentía mi madre cerrando los ojos con satisfacción por  terminar.

-YO: vamos arriba, estoy cansado y borracho, tengo……….tengo que pensar.

-VANESA: si, mi amor – lo dijo exasperada, casi sobrepasada, me cogió del cuello y la subí en brazos a la cama.

Pasado un buen rato escuché a mi hermana meterse en mi cama con nosotros, y a Sonia  y Sara follándose a Jaime a la vez, “la lastima funciona”. Por la mañana estaba abrazado a Marta, que dormitaba en mi brazo, Vanesa estaba despierta, a mi espalda acariciando mi piel, dando besos en algunas partes y lamiendo lentamente otras.

-YO: no puedo hacerlo, Vanesa.

-VANESA: si puedes, y debes.

-YO: mírala, aunque mi madre cayera y la alejara de Joel, no podría hacerlo con Marta.

-VANESA: piensa en lo que viste anoche, aunque te libraras de Joel,   ¿cuanto tardarán en meterse otros entre sus piernas  y que le hagan lo mismo a Marta? – cerré el puño lleno de ira solo de imaginármelo.

-YO: no, eso no, antes llamó a mi padre.

-VANESA: o puedes convertirte en el macho alfa, Samuel, toma control.

-YO: ¿y si solo es  a mi madre?

-VANESA: puede funcionar, pero Marta querrá lo mismo que todas, creo que ya lo quiere, por eso no busca chicos, ni se aferra a nadie, y está ahí, durmiendo a tu lado, noche tras noche, inconscientemente está esperando que pase algo…..te espera a ti, pero no esperará eternamente, y alguien le dará lo que quiere.

-YO: lo haré, ¿como? – me abrazó con ternura, como sin estar segura de algo, o escuchármelo decir la hubiera dolido.

-VANESA: déjame eso a mí.

Al levantarnos y darnos unas duchas pensé en que si iba ha hacerlo, tenia que darme prisa, tenia 1 mes escaso para doblegar a mi madre y a Marta, de tal forma que se olvidaran de líos de playa o de mulatos, y solo existiera yo. No me convencía el plan, no me gustaba ni deseaba hacerlo,   no lo necesitaba, las fantasías o  los pensamientos lujuriosos se habían desvanecido con Vanesa, ella era todo lo que yo siempre quise encontrar en una mujer, y lo tenía entre mis brazos. Pero no dejaría que mi familia se descompusiera, y que Marta terminara medio muerta en la cama con 2 mulatos y mi madre nos abandonara por seguir como una perra adiestrada a Joel, por duro que fuera admitirlo, habían demostrado que eran personas sugestionables. Lo haría por un absurdo sentimiento de culpa, por que me sentía responsable de todo, y si yo no lo arreglaba, nadie lo haría.

Me pasé toda la mañana en la playa con Vanesa, hablando de cómo proceder, se cabreaba por que no la prestaba atención y me quedaba embobado repasando el contorno de su espalda con mis dedos, y estirando de sus rizos, si tiraba de su pelo seria casi tan largo como el de Sonia, pero al soltarlo volvía a su lugar.

-VANESA: ¡¿quieres estarte quieto y dejarme el pelo?!... – se lo atusaba con fuerza –… tendría que alisármelo como suelo hacer, pero con esta humedad me duraría 2 días….

-YO: me encanta como te queda.

-VANESA: ¿en serio? siempre lo llevaba así antes, pero un chico con el que salí me dijo que me lo alisara, y desde entonces siempre lo he llevado liso.

-YO: no  te lo alises, estás preciosa con el pelo  así de natural – me miró agradecida.

-VANESA: jope, no me despistes con tus tonterías …..– se sujetó un mechón y se lo llevó a la nariz para olérselo, en un gesto dulce y sensual - ….tenemos que trazar un plan que te lleve a dominar esa casa.

-YO: creía que bastaba con mí……..

-VANESA: no seas crédulo Samuel, si eso fuera suficiente las mujeres gobernarían el  mundo con un consolador enorme en su cajón…… no, tienes que convertirte en tu padre, pero de una forma mucho más sórdida, imponer un respeto con tu presencia que solo se gana con mano dura y firmeza.

-YO: yo no soy así.

-VANESA: pues tendrás que serlo, piensa que es una fachada, una careta, o un escudo, algo que enseñas para ocultar lo que ahí detrás.

-YO: ¿y como lo hago?

-VANESA: para empezar tienes que ir a por Sonia.

-YO: está enamorada de Jaime.

-VANESA: ¡deja de usar ese verbo!... – pareció enfadarla - …aquí nadie se ha enamorado de nadie,  Jaime  ofrece solo diversión, travesura y algo de buen sexo, y si él se lo da, tú puedes dar más.

-YO: ¿y que gano?

-VANESA: lo 1º es que demuestres que eres mejor que Jaime, Sara ayuda en eso, pero arrebatarle a la única que se tira de la casa es dejarle en evidencia, y todas te verán superior a él.

-YO: en cuanto lo haga, si es que puedo, irá a por Marta, creo que ya se la tira.

-VANESA: por falta de opciones, solo estás tú y Jaime, por eso no puedes dejar que Joel se meta en casa, Jaime  con poco la tiene desbordada, imagina que le haría a Joel o sus “amigotes”, tu hermana es muy inexperta

-YO: yo lo soy…….

-VANESA: cualquiera lo diría…- su gesto al girar medio centímetro la cabeza arqueando las cejas, me hizo sonreír -…...en fin, una vez que tengas a Sonia, le dará la patada a Jaime tal como se la dio al tal  Jony que me dijiste, él tratará de ir a por Marta o  a por a Sara, si, pero ahí es cuando tienes que ser rápido, actuar antes de que pueda pillar a alguna con la guardia baja,  y ponerte firme,  lograr que no  se gane a ninguna. Marta es fuerte y si no es con Sonia o 5 copas no se lo tira, y Sara está resentida por que se cansó de ella, podemos lograr que Jaime se quedé solo, y si tenemos suerte le echemos de casa.

-YO: ¿echarle? ¿y donde va  a ir?

-VANESA: conozco a unas cuantas en la casa de mi amiga que le darían cobijo, en su cuarto, y entre sus piernas, si es listo se pasará todo lo que queda de mes jugando con universitarias, y lo más importante, lejos de tu casa.

-YO: ¿y después?

-VANESA: vayamos por partes, primero Sonia, y luego ya veremos… -  me miró con cariño al verme admirándola el pelo, había enrollado un dedo en sus rizos - … ¡y deja de tirarme del pelo  jajajajjaa! – y se abalanzó sobre mi retozado en la arena entre risas.

El plan parecía tener una lógica rara y extraña, pero lógica al menos, así que me pasé 2 días tonteando de más con Sonia, con Jaime atento a lo que ocurría. No era nada, una carantoña en la cintura al pasar a su lado, una mención a su bonito pelo, quedarme mirándola a los ojos verdes, o hacerla alguna foto, todo guiado por Vanesa. Bastó para que se alejara de Jaime lo suficiente como para quedarme a solas un par de veces con ella, eso,  y que Vanesa se dejaba llevar por Jaime lo justo para que se olvidara de Sonia, y de paso darla celos. Supongo que Jaime pensaría que si yo iba a por su chica, él iría a por la mía, pero no contaba con que todo eso ya se le había pasado por la cabeza a Vanesa. Estabamos jugando a eso y me quedé en la piscina a solas con Sonia, yo iba ya acostumbrado a mi bañador marca/paquete, y ella a ir en top less y la parte de abajo del biquini minúsculo de tanga, estaba boca arriba mirándola mientras ella estaba igual, mirando al cielo  tomando el sol. Fuera de maquinaciones, su tetas eran un espectáculo digno de ver y admirar, así que no me resultó difícil quedarme mirándoselas, me pillaba a menudo, pero antes apartaba la vista avergonzado, ahora dejaba que me observara hacerlo.

-YO: joder……- me di la vuelta tumbándome boca abajo.

-SONIA: ¿que te pasa?

-YO: nada…..

-SONIA: dime renacuajo……

-YO: es que……tus……..me ponen algo contento….- sonrió mientras se las miraba.

-SONIA: ¿mis tetas? jajaja gracias, y tranquilo, no eres el único….

-YO: te debe doler la espalda un montón.

-SONIA: pues si, un poco, son tan grandes…..

-YO: no es solo eso, además las tienes bien puestas, no caen las cabronas, deben estar tan tirantes que cargar con su peso debe ser un martirio.

-SONIA: jajajja nada que no pueda soportar, y tienen su ventajas….

-YO: ¿por ejemplo?

-SONIA: estas 2 me han invitado a más copas de las que puedas imaginar, además me siento muy a gusto con ellas, me hacen sentir muy mujer.

-YO: es que lo eres, estás muy buena.

--SONIA: ¡mira al mocoso! jajaja no deberías decirme esas cosas o Vanesa se enfadará.

-YO: no es una novia al uso.

-SONIA: puede que no la moleste que me sueltes piropos, pero si la dices eso de mis pechos se puede ofender, ella no va nada mal cargada tampoco…

-YO: si, es cierto, pero las tuyas……….puffff son una barbaridad de bonitas.

Con eso era suficiente, pasarme era descarado, hasta yo lo sentía, según Vanesa planté una semilla, una idea, y con los días Sonia me vería de otra forma. Llegó el Jueves y nos pasamos la tarde entera jugando a las cartas, pese a querer beber menos todos íbamos con un punto alegre de más. Jaime seguía tratando de reconquistar a mi madre o a Sara, y como pensábamos, daba a   Sonia de lado, esta  se la devolvió en la última mano, perdió Sonia y me eligió a mí para tener sexo.

-SONIA: ¡quiero que me folle Samuel!, por lo visto mis tetas le vuelven un poco loco.

-VANESA: bonita, las tendrás más grandes, pero a mi chico solo le gusto yo…….- era lista hasta medio borracha, la había picado en el orgullo.

-SONIA: ¿ah si? Ven aquí Sam, que te voy a pegar el polvo de tu vida – cogí aire, y Vanesa me dio la mano para darme ánimos, no es que fuera un calvario, pero necesitaba de su aprobación.

Me levanté y caminé hacia Sonia, que se sentó en la mesa totalmente desnuda abriéndose de piernas, me encajé allí y la cogí de la cadera, sentí sus manos en mi pecho desnudo y me agarró la nuca para besarme, fue raro, la conocía desde crío, y sabia de sus muchas andanzas, pero sentir su lengua entrando en mi boca me dejó confuso. Me cogió de las manos y se las puso en el pecho, fue como querer agarrar 2 globos de agua del tamaño de un balón de baloncesto, sentí sus oscuros y granulados pezones endurecerse al tacto y luego me rodeó con la piernas para empujarme y caer sobre ella, que se estiró como una serpiente por la mesa. Lamí apretando uno de sus senos mientras el otro se me salía de la mano, y al alzarla vi sus ojos verdes escondidos tras una cara colorada y viva, con el largo pelo caoba puesto en forma de abanico que la coronaba. Busqué sus labios y esta vez sentí su pasión, abría la boca tanto que parecía que se le iba a salir la mandíbula, para cerrarla lentamente sobre la mía. Sentí sus manos acariciar mis hombros y mi espalda mientras regresaba a sus senos, y luego las bajó a mi cintura para quitarme el bañador, mi única prenda.

-SONIA: eres una caja de sorpresas, me tienes cachonda perdida…..- los trucos aprendidos esos días la hacían efecto.

-YO: te voy a dejar que no vas a querer que te folle nadie más – sentí su escalofrío en la piel y lamí su cuello con delicadeza mientras mi miembro daba cabezazos en sus muslos.

-SONIA: ¡fóllame ya cabrón, me vuelves loca! – antes hubiera bajado entre sus muslos a masturbarla o comérselo, pero eso ya lo había hecho durante la partida, así que froté mi glande contra sus labios un rato, y acerté contra su entrada.

Soltó un gemido travieso al sentir como la penetraba, pero llegado cierto punto noté como mi tranca se abría paso con dificultades, y la casa de Sonia cambió a un grata sorpresa, no la dejé pensar y embestí hasta metérsela hasta la base en varios intentos, gritó descontrolada tratando de sacarme de ella,  era un rodeo conmigo tratando de montarla sin caerme.

-SONIA: ¡DIOS QUE GRANDE, JODER, SÁCAMELA CABRÓN, ME HACES POLVO! – en vez de eso, sin mover mi cadera, me pasé 3 minutos lamiendo, o  chupando, con lentitud y tranquilidad sus pechos, lo que la hacia gritar menos, y jadear más.

No tenia ojos para nadie, creo que mi madre se estaba masturbando junto a Sara,  y Vanesa se ocupaba de mi hermana mientras Jaime miraba de reojo .Cuando Sonia volvió a abrazarme, entendí que ya estaba lista y comencé un movimiento lento y cauto de caderas, que ella acompañaba para no sentir otro espasmo al enterrarla de golpe,  se generó un movimiento constante que la hacia delirar mordiéndose le labio. Me alcé sobre ella y la abrí de piernas hasta el máximo, sujetándolas con las manos y empezando a subir el ritmo rápidamente, quería ir despacio pero ver sus senos ondular me desquiciaron, y para cuando quise parar no pude, embestía de tal forma que sus pechos le daban en la cara, así que se los agarró pellizcándoselos, y tratando de cerrar las piernas a cada penetración, pero se lo prohibía, y en unos 3 minutos que me hicieron sudar, Sonia guardó silencio absoluto con la cara desencajada, y explotó sacándome de ella, frotándose los labios mayores y manchando la mesa y el suelo.

-SONIA: ¡JODER QUE PUTO GUSTO, MÁS, DAME MÁS!

Me pegó  a su cadera de nuevo y la ensarté con facilidad, no sin rozarme y sentir su interior ardiendo, esta vez la cogí de las caderas y mantuve un ritmo  acelerado  sin esforzarme, fueron al menos 10 minutos en que Sonia se retorcía como un hierro candente en el agua y la llevó a otro orgasmo que la hizo resbalar de la mesa y caer al suelo. La cogí de la cabeza y me la chupó con ansia y devoción. Como a todas,  no le pasaba demasiado del glande, pero me gustó la forma en que lamía la base. Se puso en pie y se  acarició el coño por detrás para recostarse sobre la mesa y ofrecerme su culo, lo amasé y solté algún azote,  golpeaba con mi miembro entre sus mulos como castigo, y la penetré otra vez,  se resbalaba sobre la mesa, tuve que cogerla de los hombros para tirar de ella hacía atrás y dejarla empalada totalmente. Me fundía con un movimiento de caderas en círculos, y no podía permitirlo, tenia que dejarla ida, era el plan, así que la cogí del pelo haciendo un nudo en mi mano como las crines de un caballo y empecé a darla rápidos y potentes golpes de cadera, al 4º ya la tenia sollozando, con la cabeza echada hacia atrás de tirarla del pelo y las manos dobladas, como colocándose unas gafas imaginarias, con sus senos mojados se sus propios fluidos aplastados bajo su  peso en la mesa. Fue colosal, así lo sentí, la estaba matando como nunca nadie lo habría hecho, lo sentía en el fondo de de mi ser, daba cortos gritos agudos y golpeaba la mesa con las plasmas de las manos tratando de aliviarse.

-YO: ¡¿te gusta?!

-SONIA: ¡ME ENCANTA, DIOS, ME MATAS, LA TIENES GORDÍSIMA, ME ARDE TODO Y ME ENCANTA! – me tumbé sobre su espalda oprimiéndola sin dejar de dar golpes de cintura aferrado a la mesa con las manos, la arqueé la espalda para llegar a su oído.

-YO: ¡dilo…….joder….dilo…..dilo que te gusta como te follo yo!

-SONIA: ¡OHHHHHH DIOS….SI….ME ENCANTA COMO ME FOLLAS…..QUE LES DEN POR EL CULO A TODOS……A  JONY, A PEDRO, A LORENZO Y A MI ENTRENADOR PERSONAL, JODER, HASTA AL PUTO JAIME, ME ESTÁS DESTROZANDO MALDITO CABRÓN! – la levante de los senos para ponerla de pie, y sin separarnos, percutir con energía, ahora con la gravedad de mi lado, ella caía clavándosela entera y se giraba besándome desesperada.

Yo ya no podía más, sentir sus senos rebosando y temblando por mis acometidas animales, me hizo explotar en su interior,  para cerciorame, llevé mi mano a su clítoris y se lo frotaba con delicadeza mientras terminaba de cabecear en su interior, cosa que  llegado a tal punto, hizo a Sonia vaciarse por completo en el suelo. Me quedé de pie, sudando y agitado, con ella entre mis brazos, una teta en la mano y su coño rezumando de todo en la otra, sintiendo como me deshinchaba,

-YO: ¡joder!

-SONIA: ¡si!……..uf…..si……esto es joder como dios manda…..jajajajaja….que pena que no me haya dado cuenta antes….. ¡Me matas Sam!, dios….estoy rota.

-CARMEN: madre mía Samuel, Vanesa te ha enseñado unos trucos…..

-YO: no ha sido la única – guiñé un ojo a Sara, que se estaba recuperando  de aquella visión de mí machacando a Sonia.

-VANESA: es un hombre con todas las letras ya, a mi me deja igual cada día.

-SONIA: ¡pues que suerte zorra de mierda! jajajajaa – pese al insulto todas se rieron mientras Jaime estaba cruzado de brazos.

-JAIME: ¿suéltala ya, no?, tenemos que ir  a ducharnos para la discoteca – miré a Vanesa buscado su señal.

-YO: yo me quedó hoy, estoy molido, Sonia me ha dejado doblado.

-SONIA: ¿ah si? Pues yo estoy igual, me quedo a descansar.

-JAIME: pues nos quedamos entonces…..

-CARMEN: ¡no!, yo, después de esto, me voy a por Joel…….

-SARA: te sigo hermana, a ver si me presentas a alguno de sus amigos jajajajaja – “tengo que darme prisa o serán 2 mulatos en casa”.

-VANESA; pues yo tengo ganas de bailar, ¿me acompañas Marta?

-MARTA: claro, un placer…….

-VANESA: pero 2 chicas solas………Jaime, ¿te vienes? – Jaime sonrió, supongo que pensando que era una ventana abierta para llegar hasta ella.

-JAIME: claro, como podría rechazarlo.

Se vistieron y se fueron de fiesta, yo me quedé con el bañador en la piscina, al rato  Sonia apareció completamente desnuda, se metió en el agua y se acercaba peligrosamente, sabia que estabamos solos, Vanesa se ocupó de ello, como planeamos.

-YO: perdona lo de antes……creo que me he pasado….

-SONIA: nada que perdonar tonto, me ha encantado, si te digo la verdad,  ha sido el mejor de mi vida.

-YO: ¿de verdad? creía que tenías mucha….experiencia.

-SONIA: y la tengo, tiene su mérito jajajaja, y por eso me ha encantado, si hasta creo que me ha crecido la cadera, me he intentado poner unas bragas y no me entraban – como excusa para no llevar ropa era pésima.

-YO: pufffff como sea verdad vas a terminar siendo perfecta – se pegó a mi pecho con una sonrisa malvada en los labios.

-SONIA: ¿puedo preguntarte una cosa?

-YO: claro

-SONIA: ¿follo mejor que Vanesa? – una alerta saltó en mi cabeza, Vanesa me dijo que podía pasar.

-YO: no……..vamos….no se….contigo ha sido medio borracha en un juego…..a ella en cambio la dedico horas, y me saca de mis casillas.

-SONIA: ¿y que opinaría ella de que nos acostáramos…….ya sabes……. fuera del juego?

-YO: no creo que la molestara…….es extrañamente liberal…..¿por que? – se pegó a mi presionándome con los senos y besándome en la oreja.

-SONIA: por que quiero demostrarte que se hacerlo mejor, aquí y ahora – sus ojos verdes brillaban con fulgor al separarse un poco, y sus labios se relamieron.

Me besó con fuerza, y la cogí del culo, que al sentir mis manos se abrió de piernas montándome, con el  agua hasta media cintura no pesaba nada, así que di vueltas,  con ella besándome y su lengua jugando a encontrar todos mis dientes. Ya la tenia dura cuando me puso sus senos en la cara, mojados y con la piel tierna del agua y la noche, lamí uno de ello,  succioné con fuerza tirando de él, hasta que cayó rebotando. Con una habilidad anti natural, al bajarse de mi, me quitó el bañador, y me la cogió arrastrándome, me llevó al borde de la piscina y me pidió que la penetrará por detrás, como antes. Fue embestirla y se tuvo que apoyar en el borde para no salirse del agua, la cogí una pierna para levantarla de medio lado y empecé un ritmo que estaba aprendiendo a controlar, ella arrancaba briznas de hierba con cada golpe y sin dame cuenta tuvo un orgasmo, supongo que aún estaba a “punto de nieve”, del polvo de antes.

-SONIA: ¡joder Samuel, me corro, me corro y  me encanta!

-YO: eres una mujer espectacular – “si, pero Vanesa es LA mujer”, lo pensaba  a todas horas y en cualquier situación.

Se dio la vuelta y me sentó en el borde de la piscina, cogió mi tranca con ambas manos y la dio lametones con  besos hasta dejarla seca, se agachó a mojarse los senos y plantó mi polla entre ellos, mi ancha herramienta se vio ridiculizada por aquellas tetas, que la devoraban sin piedad, las movía como sacos de arena, levantándolas y dejándolas caer, no pude evitar correrme y llenarla de semen desde los pechos hasta el pelo.

-YO: ¡madre mía, que pedazo de tetas!

-SONIA: jajaja ¿a que son geniales?

Me bajé al agua y la cogí de los costados sentándola en mi lugar,  la abrí de piernas y estuve 10 minutos comiéndoselo con descaro, metiendo dedos y chupando su clítoris, se retorció como un culebra mientras se “sintonizaba” los pezones Cuando ya la tenia dura, la volví a penetrar y  no dejé de cabalgarla hasta que media hora más tarde le metí el esperma tan dentro que lo escuché rebotar en la pared de su útero, Sonia se había corrido tantas veces que solo aguantaba la respiración entre cada explosión de sensaciones.

-SONIA: ¡joder con el hermanito, me vas a dejar muerta!

-YO: una pena que Jaime te acapare.

-SONIA: le mando a la mierda a la de ya…..

-YO: hazlo  – era lo que buscaba, y me resultó más fácil de lo que pensaba……. bueno, más simple, fácil para nada, me había desfondado con Sonia.

Nos dimos una ducha y nos quedamos en el salón viendo la TV.  Regresó mi madre,  con Joel, iba borracha y se subieron a follar como mejor sabían, al oírles,  Sonia se masturbaba delante mía,  y me daba con le pie para que me percatara, al 3º orgasmo de mi madre, claramente identificables según al tonalidad de sus alaridos, Sonia  me saltó al cuello y se abrió de piernas montándome de rodillas, se penetró ella sola y se pasó un cuarto de hora botando a diferente rimo que sus senos, hasta que la llegó su orgasmo final, la cogí del culo y planté lo pies destrozándola y sacando mi reserva. Sonia gemía y se frotaba la cabeza de compresión, empezó a tener convulsiones,  tembló como una hoja al viento, sacudiendo las manos como si se hubiera quemado, cayendo a mi pecho sin fuerzas, tardé unos minutos más en lograr llenarla de un par de chorros de semen casi trasparente, al sacarla mi polla aún estaba  tensa, y  la golpeaba entre las piernas con ella.

-SONIA: ¡puffff me matas, es increíble, 4 en una noche!

-YO: me pasaría el día follándote.

-SONIA: jajaja yo no puedo más, me he mareado esta última vez, otra y me tienen que llevar a urgencias.

-YO: dame unos días y me vas a durar toda la noche – se arqueó posando sus senos en mi barbilla, a los que daba pequeños besos y lametones.

-SONIA: iba en serio lo de Jaime, le mando a paseo en cuanto vuelva, ¿y tú que harás con Vanesa?

-YO: ¿que voy ha hacer? Es mi novia….

-SONIA: pero después de esto……..yo pensaba…..- la besé.

-YO: ¿que la iba a deja por ti? jajajaja, si quieres eso tendrás que ganártelo en la cama, y por ahora Vanesa te lleva mucha ventaja.

-SONIA: puffff es que ella lleva 3 semanas contigo, dame tiempo.

-YO: tienes 1 mes, hasta la vuelta, si no soy tuyo para entonces, se acabó.

-SONIA: trato hecho – y me extendió la mano, se la di, sin soltarla el culo con la otra.

“Una menos”, pensé, Sonia era demasiado orgullosa y terca como para creerse inferior a nadie, y se pasaría el mes entero a mi disposición solo por demostrarlo, antes de darse cuenta de que la había embaucado,  o eso me dijo Vanesa. Al rato apareció Sara colgada del brazo de otro mulato, y se subieron a sumarse a los gritos de mi madre y Joel. Al llegar Jaime con mi hermana y mi novia, y vernos en el sofá desnudos y el olor a sexo, ellas sonrieron medio idas, pero Jaime me miró cabreado.

-JAIME: ¿que pasa aquí?

-SONIA: ¡que te dejo!, vete a tomar por culo, ahora Samuel se ocupará de mis orgasmos jajaja – Jaime parecía muy furioso.

-MARTA: ¡joder Sonia!, mira como has puesto el sofá jajajaja – estaba empapado.

-SONIA: ¡tu puto hermano!, que me ha follado 4 veces ya, y no puedo con él…- miró a Vanesa y no mostró arrepentimiento alguno - …perdona Vanesa.

-VANESA: jajaja no pasa nada, mi chico es fuerte como un toro, seguro que ahora subimos y me deja sin aire.

-JAIME: ¡esto es la polla, se folla a Sonia 4 veces, ¿y en vez de molestarte te lo quieres subir arriba a él?! ¡¿Cuando llevo toda la noche detrás de ti?! ¡NO ME JODAS! - me saqué a Sonia de encima, me puse el bañador  y le di un morreo a Vanesa que la dejó saboreando mis labios en el aire con los ojos cerrados.

-YO: ¿hablamos fuera Jaime? así  te fumas un porro y te tranquillas – me miró odiándome, seguro que como yo  le miraba a  él no hacia mucho. Al salir a la terraza me cogió del brazo zarandeándome.

-JAIME: ¿se puede saber que haces? Sonia es mía.

-YO: suéltame……..ella se me ha echado encima…….ya la has visto en el juego de cartas.

-JAIME: ¡a mi no me la pegas!, llevas 2 días tras ella, si Vanesa no es suficiente me la follo yo y tú quédate con Sonia – le aparté el brazo con un monotazo airado.

-YO: te dije que como toques Vanesa te tiro por el balcón, ella es mía por que quiere serlo, no por manipulaciones de críos como tú, si Sonia ha abierto los ojos no es culpa mía, es mayorcita para decidir por si sola.

-JAIME: ¡a mi no me hables así, o te parto la cara! – alzó la mano.

-YO: ya no me das miedo……..eres un niñato, engreído y superficial,  me das lastima – me soltó un bofetón que me dio de lleno en el labio, pero me rehice.

-JAIME: ¡escúchame mierdecilla, estoy hasta la polla de que se rían de mi en esta casa,  me vas a respetar! – alzó la mano, y cuando caía, sin pensar,  le cogí de la muñeca parando el golpe, fue como si creciera medio metro de golpe ante sus ojos.

-YO: si estás harto de estar aquí, en la casa de las amigas de Vanesa tienen una habitación libre, una  llena de fiestas con universitarias salidas, seguro que es tu ambiente, aquí ya no tienes sitio, ya no eres mi amigo, no sé si alguna vez lo fuiste, pero se que no te necesito en mi vida, así que pasa el mes que queda aquí encerrado, o lárgate   a otra casa, me da igual, pero ya no eres nadie – esta vez él se soltó la mano de un manotazo, y se  frotó la muñeca sintiendo el dolor de cómo se la había apretado.

-JAIME: ¿me echas?, ¡¿como tienes los santos cojones?!, desde que estás con la puta de tu novia no hay quien te soporte.

-YO: ¿como la has llamado?

-JAIME: ¡PUTA! ¡Si, a esa guarra que se te ha metido en el coco, se pasa aquí todo el día jodiéndome la vida, y ahora mírate, todo gallito, seguro que por que vas lamiéndola el culo te crees especial, pero ya me ocuparé de ella, que sepas que me la voy a  follar tanto que me la va a desgastar, son todas unas zorras, Sonia no era más que un calentamiento, me las he follado a todas, a tu tía,  a tu madre y hasta a tu querida hermanita, y  entérate bien de esto, como a ellas,   ME VOY A FOLLAR A LA PUTA DE TU NOVIA! – según lo dijo mi puño se cerró justo antes de impactar en la boca de su estómago, del golpe se dobló dando un brinco de medio palmo y cayó de rodillas al suelo, escupiendo babas y tratando de coger aire.

-YO: te quiero fuera de esta casa mañana, ya no es opcional, no quiero volver a verte hasta el día de vuelta, y como se te ocurra volver a insultar a nadie de esta casa, incluida mi novia, te juro que  te parto el cuello como una rama seca – fue sin gritar, pero mi voz salió del mismo infierno.

Jaime estaba con una mano en alto  protegiéndose de mi airada postura, amenazaba con golpearle de nuevo, tenia ganas de darle más puñetazos, tantos como me había guardado todos estos años, pero ante mi solo había un chico patético y asustado, lloriqueando postrado en el suelo, tratando de no ahogarse del poco oxigeno que lograba pasar por la garganta.

Al volver dentro me temblaba el cuerpo entero, sentía que me fallaban las rodillas y que el corazón hacia un agujero en mi pecho a  cada latido  para salir disparado, me miraba el puño, aún cerrado,  magullado y como si vibrara, el cerebro daba la orden  de que se abrieran los dedos y dejaran de hacer presión contra mi palma, pero no obedecían los músculos, “adrenalina, es la adrenalina, tienes que calmarte”. No me percaté de que tenia a Vanesa hablándome  delante de mi hasta que me cogió de la cara y me la levantó, al ver tras las gafas sus ojos azules escondidos bajo los rizos recordé que tenia que respirar, solté 4 bufidos nerviosos e intermitentes por la boca  antes de caer de rodillas ante ella, me abracé a su cintura y ella me envolvió la cabeza con sus brazos.

-VANESA: calma……..ya pasó.

-YO: ¡lo! …… ¡lo siento!… ¡no se que!…… ¡no debería!- sentía sus dedos acariciar mi pelo.

-VANESA: shhhh tu tranquilízate, respira profundo y céntrate en mi voz, piensa en el mar, en las olas y sus movimientos constantes, piensa en una huella en la arena que se va borrando con el paso de la marea, poco a poco, una y otra vez, céntrate en como se desvanece lentamente, y acompasa tu respiración con la espuma de mar, lentamente – lo hice, vi esa orilla y me pasé unos minutos enfocándola en mi mente, hasta que dejé de temblar, alcé la mirada y vi la cara de Vanesa, era casi maternal,  jugaba a peinarme con sus dedos, con un brillo inusitado en sus ojos azules.

-YO: te quiero – y la apreté tanto que la doblé.

-VANESA: jajja para que me vas a romper, ¿estás mejor?

-YO: si………..no…….no lo sé……quiero irme.

-VANESA: vamos arriba mi amor – me cogió de la mano y la seguí sin importarme la dirección, nos tumbamos en mi cama, y me aferré como un niño de 5 años a su madre tras un susto.  Marta no apareció esa anoche en mi cama, ni nadie, por un momento toda la casa se paralizó, y solo existamos Vanesa y yo.

-YO: no he debido hacerlo.

-VANESA: no creo que nadie te culpe por lo que has hecho, alguno hasta te aplaudiría.

-YO: pero mañana se enfadará conmigo y …..- me besó tiernamente, tan dulce y livianamente que fue como si me besara por 1º vez,  nunca la había sentido así.

-VANESA: si sabe lo que le conviene mañana se irá a casa de mis amigas como le has ordenado.

-YO: ¿lo habéis oído?

-VANESA: no hemos podido evitar pegarnos al cristal de la terraza, Sonia, tu hermana y yo lo hemos visto, hasta Sara ha bajado a ver que eran esos gritos, ¿no nos has visto?

-YO: no….yo…….estaba……. ¿furioso?, no se si estaban cuando he vuelto a entrar, ¿que pensarán de mi?

-VANESA: pues que tienes unos cojones como el caballo de Espartero……- fue su apreciación inicial, luego recapacitó - ….has dado un paso de gigante de cara a nuestros objetivos.

-YO: ¡me dan igual!, ahora solo quiero tenerte entre mis brazos.

-VANESA: cariño, me……me gustaría que esta noche no…… no hiciéramos nada…..¿te importa?

-YO: claro que no, no me refería a  eso – la rodeé la cintura y apoyé mi cabeza en su pecho, acostados de lado mirándonos el uno al otro, con ella cogiéndome de la cabeza, y la acariciaba como un ente diferente a mi, sintiendo como me atusaba con los dedos el cabello, me estaba quedando dormido sintiendo su corazón latir acelerado y el ritmo de su respiración.

-VANESA: gracias.

-YO: ¿por qué? – dije cansado.

-VANESA: nadie nunca me había defendido así – solo obtuvo un gemido ronco de mi parte, estaba cansado y abrumado, solo quería perderme,  me quedé profundamente dormido.

Por la mañana seguíamos igual, estaba abrazado a su pecho, al mirarla la vi dormida, casi como un ángel con el pelo revuelto y sus rizos tapándola medio rostro, le aparté los mechones  y la di un tierno beso en la frente. Eso la desperezó,  estiró los brazos y abrió la boca en un bostezo descomunal, al abrir los ojos me vio, y se le escapó una sonrisa arrebatadora, me acarició la cara con los dedos y sentí que nuestro amor duraría milenios.

-YO: hola.

-VANESA: hola, mi galante caballero de blanca armadura – se me enrojecieron las mejillas.

-YO: no digas eso, no estuvo bien.

-VANESA: pues la sensación que tengo es que te quedaste bien a gusto – eso seria si le hubiera reventado la cabeza de  Jaime el 1º día que me pidió ir a mi casa para “ver como meneaba el culo mi madre”, a gusto no, pero si obtuve una satisfacción nueva para mi al hacerlo, me habían enseñado a  ser un chico formal y educado, nadie me dijo que placentero, o cuan satisfactorio   podía llegar a ser darle un puñetazo a un pedazo de gilipollas.

-YO: ¿que hora es? – me cogió del brazo para mirar mi reloj de pulsera.

-VANESA: las 12:15…. – al girar mi mano vio mis nudillos amoratados, con  una ligera capa de piel levantada en uno de ellos, con restos de sangre reseca  –…. ¡joder si que le diste bien!, ¿te duele?

-YO: no.

-VANESA: deja que te limpie la herida, no se te infecte…. – me miró a la cara y rozó mi labio con un dedo, lo noté abombado –…además tendré que poner hielo en ese labio, está hinchado – antes de levantarse me dio un corto beso, se quiso separar pero la apreté y nos dimos 3 o 4, sonreía alegre cuando la solté.

Regresó con una pomada y unos hielos de la nevera dentro de un paño, me senté en la cama,  ella me  montó de cara, yo solo iba con el bañador y ella en bragas blancas de licra con un camisón amplío sin sostén. Me puso a sujetar el hielo en el labio y luego, con un pañuelo húmedo, limpió mi mano,  echó alcohol etílico y se rió al verme quejándome por el escozor, juntó sus labios y sopló con dulzura aliviándome, para acabar extendiendo delicadamente la pomada en los nudillos.

-VANESA: ya está mi hombretón jajajaja – apoyó sus manos en mi cuello y me frotaba las mejillas con las yemas de sus dedos, todo su proceso lo hice mirándola a los ojos, y ella se daba cuenta pero me huía la mirada, abochornada.

-YO: ¿que pasará con nosotros al final del verano?

-VANESA: ¿a que te refieres?

-YO: lo sabes bien, hablamos de que pasará con mi madre, pero no de nosotros, tú empezarás el 2º año en la universidad,  encima en Madrid, yo empiezo el 1º año, podríamos vernos…quedar…...seguir siendo….novios……..y eso….- apretó los ojos con ternura.

-VANESA: nada me gustaría más que eso, pero no puede ser, esto es uno de esos amores de verano, es mejor que queden  bonitos y hermosos en nuestros recuerdos, que descubramos la realidad del día a día y se desvanezca.

-YO: no creo que pueda apagarme como un interruptor, te quiero, y se que pensaré en ti  cada día del resto de mi vida – me huyó los ojos y esta vez fue de forma cansada.

-VANESA: Samuel, créeme, no te gustaría saber como soy en realidad, si lo supieras me tendrías asco, y todas estas palabras dulces y todo este cariño se evaporaría,  no quiero que eso te pase a ti, prefiero que este sueño sea bonito y se quede así para siempre.

-YO: lo dices como si fueras una asesina en serie o algo.

-VANESA: no, pero si que te mentí.

-YO: ¿en que?

-VANESA: en que si soy venenosa……..dejémoslo así, no quiero hablar de ello ahora……..- se reactivó cambiando de tema -……..¿que tal ayer con Sonia?

-YO: bien……- la seguí el juego, pero me dejó preocupado - ….fue como dijiste,  paso a paso.

-VANESA: lo que no esperaba era lo de Jaime,  ahora estaba abajo con las maletas hechas, se va con mis amigas, me ha pedido que las avise.

-YO: ni siquiera se ha despedido.

-VANESA: algunos tienen mal perder…….ahora es importante jugar rápido, queda menos de un mes para terminar esto, Sonia ya es nuestra, unos días en la cama con los 2 y no podrá escapar. Sara ayer se zumbó a un mulato, pero por lo visto la dejó insatisfecha, así que es tu oportunidad, me llevaré a Sonia al pueblo y esta tarde házselo como mejor sepas, y será una más.

-YO: ¿y después?

-VANESA: eso ya depende de tu hermana y de tu madre, una de las 2 se ofrecerá,  más tarde o más temprano, pero con Joel por medio apuesto por tu hermana.

-YO: Vanesa, contigo y Sonia ya me costará, si le sumas a Sara……..no voy a poder con todas.

-VANESA: no aprendes……esto no  es solo sexo, con Sonia bastará, con su orgullo solo con oírte con otras querrá superarlas, pero con las demás no. Lo de ayer con Jaime te ha hecho ganar puntos, he escuchado a Marta relatárselo a tu madre y a Sara, que llegó tarde y solo te vio asestarle el puñetazo, Carmen ni se lo  creía….ahora mismo no hay nadie en esta casa que no te vea como un hombre firme y duro, así que no pierdas ese escudo, deja que se maravillen con él.

El hombre de la casa.

Respiraba hondo, una y otra vez, preparado para continuar con el plan, estaba en la puerta de mi habitación, de pie, apretando y soltando mis puños, nervioso y expectante. Hacia un rato Vanesa había bajado a desayunar después de curarme la mano con la que había erradicado el cáncer que era Jaime de mi vida, de un solo golpe, en concreto del puñetazo que le di cuando me enfureció más allá de mi límite. Antes hubiera dejado que me gritara, antes hubiera dejado que me pegara, hubiera dejado que tomara todo lo que él deseaba, y me hubiera quedado mirando, pero eso fue antes, ahora era otra persona, ahora tenía a Vanesa, y con ella me sentía capaz de todo. No es que mi personalidad cambiara, es que ahora tenia valor para exteriorizar lo que sentía, y entre pensar en actuar, y actuar, hay un universo de diferencia.

Cuando me sentí listo, bajé a desayunar, tenia un hambre voraz, al llegar al salón estaban todas allí, y se detuvieron medio segundo para mirarme, sentí sus ojos clavados en mi al acercarme a Vanesa por detrás, rodearla con mis brazos para darla un beso en la mejilla, y sentarme a su lado. Empecé a comer, una tostada, un vaso de zumo de naranja frío, y unos bollos de crema que vendían en un puesto ambulante de la urbanización. No se cuanto tiempo pasó hasta que alguna se atrevió ha hablar, lo mediré en que iba por media tostada.

-CARMEN: ¿como estás hijo?

-YO: bien, ¿por qué?

-MARTA: por nada………es que…..Jaime se ha ido…….

-YO: no se fue él, lo eché yo.

-SARA: eso he oído.

-SONIA: ¡menuda hostia le diste!

-YO: se la merecía.

-CARMEN: ¿pero que ha ocurrido?, es tu amigo.

-YO: ya no, era un imbécil al que nunca he aguantado – mi madre dio la vuelta a la mesa y me cogió de la mano.

-CARMEN: hijo,  Jaime puede haber comentado algún error, pero no debes de ser duro con él, quizá si le pides disculpas decida volver a……- di un golpe sonoro en la mesa que hizo saltar los cubiertos.

-YO: ¿Disculparme? ¿Yo? ¿Por que debería?, se ha pasado 2 meses haciendo lo que le daba la gana, ha estado en la cama de todas,  y en vez de dar gracias al cielo por ese regalo, se reía de vosotras, os faltaba al respeto y os ultrajaba en vuestra cara, mientras poníais sonrisas y el culo para que os azotara, ¿y ahora pretendes que me disculpe, por defenderos  cuando amenazaba a Vanesa con que la iba a destrozar a pollazos como os había follado a las 4? ¡VOSOTRAS SOIS LAS QUE TENDRÍAIS QUE PEDIRME DISCULPAS A MI!, en esta casa se me ha tratado como a un crío, he soportado cosas que no me gustan solo por no atreverme ha hablar, pero eso se acabó, a partir de ahora voy a hablar claro, y a quien no le guste,  ahí está la puerta – fue mucho más fácil decir las palabras que  Vanesa me dijo,  por que lo sentía, eso no cambió que  me ardía la cara de furia.

-MARTA: solo estábamos jugando……

-YO: pues se terminó  jugar, somos adultos, no críos borrachos.

-SARA: ¿y donde va ha ir Jaime?

-YO: mirar lo mucho que os quería que se ha ido a la casa de las amigas de Vanesa a cepillarse todo lo que encuentre.

-CARMEN: lo siento………yo pensaba que no te importaba…….. que lo veías bien.

-YO: ¿como voy a  ver bien que mi madre se deje meter mano de esa forma por un mierda como él? – aquella frase la lapidó, como la dejaba mi padre con solo mirarla.

-SARA: bueno, vamos a calmarnos todos un poco.

-YO: si, será lo mejor, yo me voy a la playa, ¿quien se viene? – Vanesa me cogido de la mano.

-VANESA: yo misma.

-SARA: y yo, estoy acalorada.

-MARTA: yo me quedo, estoy molida de ayer.

-SONIA: pues no te digo yo…- me guiñó un ojo, para hacerme recordar la noche entera que me pasé tomándola - ….te haré compañía Marta.

-CARMEN: dame un minuto y me visto, hijo.

-YO: vale, pero usar  biquinis normales, estoy harto de ver a tíos babeando encima vuestra, os esperamos fuera – arrastré a Vanesa a la piscina, y la abracé rendido, mostrar rudeza era agotador, apoyé mi cabeza en su hombro.

-VANESA: jajaja las has dejado a cuadros, me encanta.

-YO: ¿lo he hecho bien?

-VANESA: de fábula, una semana así y no cagarán si pedirte permiso.

-YO: ¿y ahora que hacemos?

-VANESA: a la paya, y como si fuera el 1º día, seriedad, bañarse calmados sin roces, salir a tomar el sol, y vuelta a casa, si no las hablas casi mejor – la cogí de la nuca y la besé, queriendo reafirmarme en ella para saber si hacia lo correcto.

-YO: mi  madre no me dejará dominarla así.

-VANESA: ¿tú la has visto? tu madre es una tigresa que se ha pasado casi 20 años encerrada, y la han dejado corretear por la jungla, pero ahora quiere volver a su jaula, supongo que está buscando a un domador que la devuelva a ella, por eso Joel es tan peligroso, si se da cuenta será tarde, tienes que ser tú  el que tenga el látigo en la mano.

Su lógica parecía no tener fisuras, así que fuimos a la playa todos en silencio, plantamos la sombrilla y nos llevamos refrescos para tomar algo frío, en pleno agosto era infernal quedarse al aire libre sin bebidas. Cuando yo me levanté, y no antes, mi hermana y mi madre se quitaron la camiseta y dejaron sus bellos cuerpos tapados por unos biquinis de lo más ordinarios, Sonia en cambio siguió con el de tanga abajo  y arriba uno de los suyos, mientras que Sara escogió  un termino medio, no se puso los diminutos, pero si unos más estilizados, de los que usaba al principio. Vanesa iba con uno azul claro que le quedaba de escándalo con sus ojos y el tono de su piel adquirido por el sol, ni que  decir de sus curvas de carretera de montaña.

Fue el baño más tranquilo del verano, Sara y mi madre por un lado charlando, Sonia y Marta por otro, y Vanesa y yo cerca de ellas, pero por separado, unos juegos inocentes a dejarse arrastrar por las olas, y de regreso a las toallas, la única que se atrevió a quedarse con los pechos al aire era Sonia, y no creo que fuera algo que no se atreviera ha hacer antes de aquel verano. Yo las  respondía con monosílabos cada pregunta, y solo dejaba que se me acercara Vanesa, creo que me mostraba más cariñoso con ella de lo que estipulaba mi personaje o escudo, pero no podía evitarlo, tenerla reposando entre mis piernas y brazos, mordisqueándose un dedo mientras su pelo me acariciaba el pecho y se tapaba el rostro del sol con una mano. Era demasiado para no rozar su ombligo con mis dedos, o apoyar mi cabeza en la suya para besarla en la nuca. Regreso sepulcral a casa, y comida tranquila, parecía que todas esperaran un “ta - chán” y aparecieran cámaras ocultas, y todo aquello fuera una broma, pero no, se miraban y  hablaban sin alzar la voz.

Pasamos 3 días igual, en los que era seco, frío, distante e hiriente en mis comentarios, reprochaba sus actitudes, y todas, en mayor o menor medida, se avergonzaban de su comportamiento previo. Descubrí cierta adición ha hacer daño con mis palabras, y fue liberador expresar en alto lo que sentía, Vanesa llegó a  pedirme que fuera con más calma o me pasaría, y una figura autoritaria se convertiría en un enemigo común, y no en un líder. En esos días no me acosté más que con Vanesa, bueno, técnicamente solo tuve sexo con ella, ya que Marta seguía metiéndose en mi cama. Estabamos comiendo después de una mañana apacible, tranquila y aburrida en la piscina.

-CARMEN: ¿y que haremos esta tarde? Es jueves…….- la discoteca abría y Jaime no estaba para usar sus juegos de cartas.

-YO: yo me voy a  quedar en casa,  no me apetece hacer nada ni ver a nadie – Sonia me miró confundida.

-VANESA: pues yo me voy al paseo marítimo a dar un paseo, ¿os apuntáis?

-MARTA: ¡si, por dios!, necesito salir de aquí un poco.

-VANESA: ¿y tú,  Sonia?

-SONIA: claro……si Sam no.......

-CARMEN: yo he quedado con Joel, teníamos que hablar de una cosa …….pero no se si es el mejor momento.

-MARTA: ¿de que?

-CARMEN: nada………es que…..había pensado que…………vamos……nos vemos tanto que………pensé que podría quedarse unos días aquí – Vanesa me miró con condescendencia, y aquello me pilló en frío.

-YO: ¿quedarse?

-CARMEN: si……….no sé……es que están de obras en la casa en que se estaba quedando…….. y me lo pidió – “ya, de obras”

-YO: ni de  broma metes a ese en nuestra casa …- Vanesa me apretó la mano -…en mi casa.

-MARTA: seria raro mamá.

-CARMEN: tengo que hablar con él y decirle algo………- la veía tal como era, mi madre preguntaba al aire, estaba buscando a alguien que la dijera que hacer,  ese era mi padre, pero él no estaba.

-YO: dile que no puede ser, ya se ha aprovechado de ti suficiente.

-CARMEN: ¿tú crees? – era tan evidente ahora su necesidad de obedecer, que no darme cuenta antes me resultó desesperante.

-YO: y además, en la medida de lo posible, me gustaría que dejaras de verlo – alzó la mirada confundida.

-CARMEN: ¿pero entonces que voy a ha hacer yo?

-YO: cerrar las piernas,  lo que tendrías que haber hecho desde el principio – aquello la cayó como un jarro de agua fría, agachó la cabeza mirando al plato, y no volvió a hablar en toda la comida. Pasó un buen rato hasta que alguien abrió la boca.

-VANESA: ¿entones nos vamos todas?

-MARTA: si.

-CARMEN: claro, necesito despejarme.

-SARA: bueno, si salís todas……- la cogí de la mano.

-YO: no te veas obligada, si te quieres quedar……..agradeceré tu compañía.

-SARA: vale……pero solo si nos echamos la siesta juntos, que hace mucho que no duermes conmigo – fue un regalo del cielo.

-YO: como quieras, estoy roto y necesito dormir – aproveché el regalo y de paso mantuve mi escudo de frialdad.

Tal cual planeamos, Vanesa se llevó a las chicas toda la tarde, así que se ducharon y se vistieron con ropas amplias o vaporosas para aguantar el sopor del sol, y se despidieron. Sara se quedó en el sofá de abajo conmigo una media hora, hasta que bostezó y se subió a la cama, dejé pasar unos minutos y subí tras ella dispuesto a todo. Al llegar ella estaba sentada en la cama, con el biquini puesto, y me vio entrar, con solo el bañador.

-YO: espero no importunar.

-SARA: nada tonto, ya te dije que mi cama estará siempre para ti y tu hermana – extendió su mano y me senté a su lado.

-YO: te lo agradezco.

-SARA: debo confesar que me has sorprendido, parece que hayas madurado 10 años de golpe.

-YO: solo trato de poner orden en mi casa.

-SARA: ¿quieres ser como tu padre?

-YO: mi padre no se acostaría contigo ahora – me tumbé a su espalda y la cogí de la cintura con un brazo, sonrío al verse como una maniquí sin vida siendo acomodada de espaldas a mí, pegándome a ella.

-SARA: jajajaja no, él no lo haría.

-YO: te agradezco mucho de nuevo que me dejes dormir aquí, ahora mismo no soy capaz de dormir sin sentir el cuerpo cálido de una mujer hermosa   – apreté rodeándola por el vientre hasta sentir en mi pecho su espalda, su pelo en mi cara, y su culo en mi pelvis.

-SARA: jajaja un placer.

Se acomodó el cuerpo a mi, y sin querer me dormí unos minutos, me despertó el movimiento de sus caderas, con un gesto leve y amplio, restregaba sus glúteos contra mi, provocándome una erección incontrolada, al sentirla, desabrochó su parte de arriba del biquini y se la quitó. Comencé a frotar con mis dedos en su vientre, ya que aún la rodeaba con el brazo, y sonrió sonoramente. El juego fue subiendo de temperatura, se recogió el pelo hacia la almohada, dejándome ver su cara de perfil por encima del hombro, y su culo empezó a masturbarme con habilidad, soltó un gemido de sorpresa al cogerla un pecho, y acariciar con los dedos sus pezones, apoyé mi barbilla en su hombro y me miró mordiéndose el labio de forma traviesa a escasos centímetros de mi cara.

-SARA: pensaba que te habías olvidado de mí…….

-YO: solo un imbécil como Jaime lo haría, follas como una diosa.

-SARA: jajjaa que bruto, ¿y Vanesa?

-YO: la tengo contenta, como a Sonia.

-SARA: ya lo vi el otro día, jajaja pobrecilla, la dejaste muerta.

-YO: ¿y  ti como te dejé?

-SARA: puffff desde aquellos días me he vuelto loca buscando a uno como tú, pero ni los mulatos me llenan……

-YO: he pensado mucho en aquellos días, fue una locura, estaba pasando un mal momento y me aproveché de ti.

-SARA: nada de eso cielo, soy yo la que debía de haber puesto unos límites, soy adulta y lo pasaba mal, necesitaba caricias y las busqué en ti.

-YO: no es que me arrepienta de que ocurriera, pero me planteo lo bien o mal que fue hacerlo.

-SARA: yo también……………no…….miento….la verdad es que no me había parado a pensarlo, fue fugaz, intenso y rápido, y si soy sincera, me encantó, no solo por ti, si no ese sentimiento de travesura o rebeldía.

-YO: fue emocionante.

-SARA: lo fue……..a menudo sueño contigo,  me levanto acalorada y con la mano entre mis piernas, sintiendo mis braguitas húmedas…..¿por que está mal que un hombre y una mujer adultos disfruten del sexo? – era la señal, me consideraba un hombre adulto.

-YO: es verdad, es mezquino e hipócrita que por unos simples lazos de sangre se convierta en algo malvado….– me repugné de mi propia frase y cogí aire poniéndome el escudo, bajé mi mano del vientre a su entre pierna, estaba tan caliente que me ardían los dedos, pero apreté hasta meter mi mano por dentro de la tela de las bragas del biquini, al sentirlo, Sara cerró los ojos y ayudó abriéndose de piernas lo justo.

-SARA: por que es tan excitante que la gente le da miedo…….- se giró sobre si misma quedando boca arriba, acariciando mi cara con sus manos al sentir mis caricias en su piel -….me vuelves loca Samuel.

Se arqueó al sentir mis dedos penetrarla, y pasó un brazo por encima de mi cabeza, lo que me dio acceso a lamerla un pecho, me costó muy poco dejarle el pezón duro y tieso al besarla, el tiempo que tardó en mojarme la mano que la acariciaba como ella misma me había enseñado. Debí de lograr acelerarla, por que me empujó con fuerza y me tumbó boca arriba, se puso a mis pies y tiró de mi bañador con los dientes, ayudándose con las manos para sacármelo, al ver mi virilidad dura, sonrió con lujuria, la agarró con las manos y la besó en la punta con calidez.

-SARA: pufff casi no recordaba como era de ancha – al metérsela en la boca me costó no derrumbarme y echarme a llorar, su forma de chupar el glande era única, y la línea que separaba el escudo y mi deseo se desvaneció.

Se pasó un buen rato masturbando lentamente mientras su boca hacia maravillas con mi miembro, le dedicaba lametones largos desde la base hasta arriba, y luego pasaba su lengua por el capullo antes de metérsela en la boca y usarla como si fuera un “chupa-chups” enorme. Me di cuenta que al soltarla Sara,  el propio peso de mi tranca la hacia caer sobre mi vientre, y ella lo aprovechó estrujándomela entre sus senos, para subir y bajar lentamente sobre ella. La cara que ponía era de niña traviesa estudiada sabiendo que estaba comportándose mal, a la 6º vez que subió, la cogí de los hombros y la alcé hasta besarla, metí mi lengua en ella y la devoré con fuerza. La volví a  poner de lado dándome la espalda, desaté el nudo del biquini en su cintura, mientras la besaba el hombro, y tiré de él con tanta fuerza que lo rompí por el lado no desatado, su gemido de susto lo tapó mi boca al alzarme para buscar posición a su espalda. Ladeándola la cadera acaricié su clítoris para localizar la entrada a su cuerpo, apunté y embestí de un solo tirón, se quedó ronca y se apoyó en el colchón al no poder hacer otra cosa. A la vez que la tenia aferrada,  la sacaba y metía con lentitud, noté como se  había cerrado algo, pero enseguida se acostumbró de nuevo a mi presencia, para entonces soltaba gemidos ahogados con cada vaivén, y ella sacó el culo para facilitarme las cosas.

Fueron unos 20 minutos en que no paraba el ritmo, de vez en cuando la cogía del vientre y la  pegaba a mí, por que   según la iba embistiendo ella se alejaba acercándose al borde de la cama. Cuando la separé las piernas, y a la vez que la follaba, la acariciaba el clítoris,  se derrumbó, dejó de devolverme los golpes de cadera y se tensó hasta eclosionar, con 4 gritos rápidos.

-SARA: ¡DIOS………..JODER………SIIIIIIII……..ME MATA! –  me tumbé boca arriba conmigo dentro de ella aún, quedando sentada en mi pelvis,  de espaldas a mi.

En esa postura había cogido cierta practica gracias a Vanesa, así que la cogí de los muslos para ponerla como una rana, y comencé a hundírsela tan rápido y fuerte como podía, ella se mantenía rígida sonriendo, hacia contracciones para ayudar a la penetración, balanceándose sobre el eje de su trasero sobre mi. Aguantó un buen rato pero  pasados unos instantes se derritió sobre mi cuerpo, la cogí de los senos una vez que ella ya no cerraba las piernas y no paré hasta arrancarla  un 2º orgasmo, en el que esta vez si,  sentí como se mojaban nuestros cuerpos. Iba a por todas, seguí sin descanso sintiendo un calor y una humedad indescriptibles al introducirme en su cuerpo, su espalda chocaba con mi cara, terminé besando su piel  y dando pequeños mordiscos que la hacían reír,  soporté aquel martirio divino hasta vaciarme dentro de ella, da tales golpes de cintura que Sara tardaba en caer a plomo sobre mi erección.

-SARA: ¡jaajajaja, madre mía, si que te enseñé bien!

De un giró rápido, la tenia tumbada boca abajo sobre mi, la cogí del culo y nos besamos hasta perder la noción del tiempo. Mi sangre regresó a al miembro,   lo volvió duro y firme otra vez,  lo que buscaba Sara con su bamboleo corporal,  se abrió de piernas montándome de rodillas, busqué sus pelvis y la golpeaba con mi estaca, aquello la producía escalofríos, se abrió los labios mayores y de una estocada limpia la enterré en ella, se agarró el pelo de tensión unos instantes antes de caer y apoyar todas sus extremidades sobre mi, comenzando un movimiento rítmico de caderas.

Fue tremendo verla destrozarse ella sola contra mí, que casi ni me movía, así que la ayudé plantando los pies y organizando un rodeo, siendo yo el toro bravo y ella la  jinete. Se tuvo que apoyar en la pared de la cabeza de la cama para no vencerse, y luego ponerse rígida para contener su cuerpo, sus pechos temblaban sobre mi cara y eran besados, lamidos y mordidos. El sonido del choque de sexos empezó a taladrarme el cerebro, con un canto meloso, casi celestial, saliendo de la boca de Sara, que aumentaba cada poco sus decibelios, fui  aguantando el ritmo hasta reventarla, soltó 4 chorros saliendo de mi, que me salpicaron hasta la cara, para bajar y hundírsela otra vez, de cuclillas rebotaba como una poseída, sin ritmo ni cadencia, solo se dejaba caer. La cogí del cuello y la tumbé para besarla,  luego comenzó  a chuparme los dedos, y una vez húmedos fueron guiados a su ano, al sentir uno dentro de ella se calmó por unos instantes, cerrando los ojos y queriendo gritar, pero sin hacerlo. No paraba mi cadera, aunque a ritmo lento, y unos minutos después la estaba metiendo 2 dedos en su ano mientras la perforaba con mi hombría.

Elevó su  cadera rogando que me la follara por el culo, la saqué de su lubricado interior y jugué a no metérsela, ella me arañaba el pecho como suplica, y al sentirme acertando en su ano,  dejó resbalar hasta sentirla dentro de varios intentos, eso la hizo tiritar de nervios. La rodeé por los riñones con los brazos pegándola a mi y regresó el ritmo  a mi cintura, sabia que allí terminaría hasta el final. Si ya estaba abrumada, cuando me pasé 15 minutos dándola todo mi ser se desquició,  soltaba chorros leves de vez en cuando sin dejar de frotarse el clítoris, pero no dejaba de hacer círculos con la cadera buscado más penetraciones. Alguna vez se me salía de su cuerpo, pero sin usar las manos me buscaba ella y se lo volvía a meter. Era tan fácil pasado un rato que Sara dejó de parecer congestionada, y lo disfrutaba de verdad. Se puso a gatear tras un orgasmo que la provocó espasmos en los riñones, la seguí de rodillas y se la metí por el agujero descomunal que tenia entre sus nalgas,  hasta que hizo tope con mi pelvis, se mantuvo en el aire medio segundo antes de caer rota, y me dediqué a matarla entre alaridos que no reconocía en mi idioma, balbuceos calientes y risas sobrepasadas. Terminé sudando hasta el punto en que me goteaba de la nariz,  y cayendo a su espalda con una corriente eléctrica atravesándome la  columna cuando solté todo mi cargamento de semen en su trasero. Caí tumbado a la cama, tratando de recuperar el aliento, mientras Sara se tensaba y destentaba por momentos.

-YO: ¡puffffffff no puedo más……!

-SARA: no….más no por favor……no puedo……- se dejó caer rodando para acabar  a mi lado, tenia los ojos bien abiertos y su cara irradiaba felicidad - ….. jajajaja se nota que practicas a diario, jajaja has mejorado un montón en duración y la forma de llevar el ritmo.

-YO: ayuda entrenarme con mujeres de verdad, como tú.

-SARA: jajaja  me has dejado como nueva…….

-YO: eso espero, puede que te venga a ver alguna que otra vez.

-SARA: será un lujo para mí.

-YO: pero deja de buscar a otros, ya sabes que ninguno te dará esto.

-SARA: ¿y pretendes que me quede sola en la cama mientras tú estás con Vanesa?

-YO: si.

-SARA: ¿y te parece justo?

-YO: no, pero si veo a otro mulato o mierdecilla en tu cama, el que no vuelve soy yo.

-SARA: que cruel……….

-YO: si quieres te mando con Jaime, él sabrá darte placer, hasta que se canse y se busque a otra de nuevo…..

-SARA: no, por favor, no hace falta, solo que me parece injusto, soy adulta y puedo tomar mis decisiones.

-YO: me parece bien,  busca a un buen hombre,  mereces más que ser una borracha salida en busca de una buena polla, me duele verte tan rebajada, así que tu eliges, o te buscas novio de verdad o yo te vengo a ver para calmar tu fuego, pero nada de líos bajo mi techo.

-SARA: quizá tengas razón, llevo como una gata en celo desde que estoy aquí………¿pero donde voy a  encontrar marido ahora? – casi como un bofetón, lo vi, Sara estaba descontrolada por que tenia miedo de volver a empezar una relación, su divorcio le había afectado bastante más de lo que pensaba.

-YO: aquí no creo que encuentres a ningún hombre decente, pero seguro que hay cientos de hombres que matarían por estar contigo.

-SARA: eres un cielo…..- me abrazó y nos quedamos así una media hora.

Sara se duchó,  y yo detrás, quitándome el sudor, el olor a sexo y el escudo por unos instantes, fue refrescante. Terminamos acostados y vestidos como si no hubiéramos estado follando como animales. Pese a tenerla abrazada, y haber disfrutado del sexo, mis pensamientos no eran para ella, o para mi propio ensalzamiento, eran que  ya tenia la 2º pieza del puzzle, nuestro plan funcionaba,  pero esas habían sido las fáciles, ahora tocaban mi hermana y mi madre, y eso seria un suplicio.

Sonia había sido un deseo desde que mi hermana la trajo a casa por 1º vez, era una amiga muy atrevida y jugaba conmigo, aparte de no ser familia directa, era natural que alguien como yo la deseara. Mi tía fue un fetiche, algo que me enajenó ese principio de verano, su forma de ser, y ver a Jaime dándola lo que yo quería darla, me nubló la mente, pero ahora tenia a ambas mujeres y casi ni las quería, lo peor es que se cernía algo mucho más perverso. Mi madre era mi madre, y pese a sus infidelidades, los juegos subidos de tono llevados por la bebida, y los roces en la playa o la piscina, seguía siendo mi madre, aunque mi opinión sobre ella decayó bastante, que mi padre la dominara era lo que conocía, que sin él, era una ninfómana deseosa de ser tomada por el macho alfa sin importar quien fuera, fue un descubrimiento aterrador, pero así era la realidad. Y mi hermana, dios, ni siquiera me veía capaz de pensar en ella así, en toda mi vida mi hermana era la única  mujer a la que había querido sin reservas, ¿era amor de hermanos?, ¿o quizá algo más?, ya no lo sabia, ¿por que se metía en mi cama?, ¿por que se dejaba llevar en aquel verano?.

Me quedé traspuesto en la cama de Sara repasando en mi cabeza lo que había pasado, lo que estaba pasando, y lo que quedaba por pasar. Al regresar las chicas, menos mi madre que había quedado con Joel, se pasaron media hora hablando y riéndose de lo que se habían divertido en el paseo marítimo. Yo me tenía que mantener firme, así que no las prestaba atención, pese a que mostraban prendas que se habían comprado, alguna subida de tono, pero me alejaba de ellas. Sonia se me acercó pasado un buen rato en que las demás hacían la cena, iba vestida como le gustaba, top ceñido marcando pecho y shorts abiertos.

-SONIA: hola, ¿que haces aquí tan solo? – sonó  a burla.

-YO: estudiar un poco – me besó en la mejilla inclinándose sobre mi.

-SONIA: ¿y no te apetecería estudiarme a mi?... – se hizo una coleta con las manos encima de un hombro jugando con su larga cabellera –…me he comprado una cosita para ti, ven a mi cuarto luego – me cogió de la nuca y se esmeró en aplastarme sus senos al besarme en el cuello, luego se giró y caminó siendo consciente de que la miraba.

-VANESA: ¿competencia? – me pilló de sopetón a mi espalda.

-YO: quiere que vaya a su cuarto…….a enseñarme una cosa……

-VANESA: ya……vas a tener que tirártela otra vez, se huele que te has acostado con Sara, y quiere revancha.

-YO: yo quiero estar contigo.

-VANESA: luego, tu hermana y yo te estaremos esperando en la cama, pero tienes que cumplir con ella o se buscará a otro imbécil, y si la pierdes a ella, las pierdes a todas, tu escudo se vendrá abajo.

Asentí abrazándola, y besándola, su olor a champú de  manzana en el pelo me transportaba a un bosque y sus ojos azules eran el cielo, me acostaría con Sonia, como hice con Sara, y como intentaría con las demás, pero solo la quería a ella.

Cenamos con algo de cháchara, fue divertido unos instantes, al terminar decidieron darse un baño en la piscina, como no, Vanesa se las llevó y dejó que Sonia se quedara conmigo, no tardó en apretarse contra mí en el sofá, y mis ojos se perdían en su escote, era imposible no mirar por que  ella lo ofrecía encantada. Al rato ya la tenía cogida de una teta y la acariciaba con delicadeza, alzó sus ojos verdes y me clavó un beso de tornillo que casi me ahoga.

-SONIA: vamos arriba – me cogió de la mano y la seguí aceptando mi destino, jamás un hombre sabiendo que iba a follar con semejante hembra……. fue tan infeliz.

Al llegar a su cuarto me empujó a besos a su cama y me sentó, cogió una bolsa diminuta y se metió en el baño, se dio una ducha y tardó unos minutos en salir, avisó antes de sacar una pierna con unos buenos tacones y usó el móvil para poner música sensual. Lo siguiente que vi fue a  Sonia salir vestida con una bata de encaje trasparente sin anudar, con un conjunto de ropa interior, negra y con lazos rojos, a juego, tan sexy como exuberante, con todo su pelo caoba recién mojado y una leve sombra en los párpados  que hacían verla como si tuviera 2 esmeraldas en los ojos. La parte de arriba era un wonderbra de dimensiones épicas, se las ponía tan arriba y tan apretadas que rebosaban y temblaban al caminar, al darse una vuelta la bata se elevó mostrando su trasero en un tanga de hilo fino, con un lazo carmesí  en parte delantera.

-SONIA: ¿te gusta?

-YO: estás como un tren de mercancías – “basta, si, pero arrolladora”

-SONIA: jajaja he pensado que un hombre como tu tendría unos gustos más refinados, así que según lo he visto lo he comprado, es una talla menos que la mía de pecho, pero es que no tenían  nada más grande.

-YO: normal, si es que vaya tetas…..

-SONIA: hombre, gracias jajajajajaja…….y ahora tu sorpresa.

Se cuadró con la música y empezó un movimiento lento y suave de caderas, de lado a lado, tan amplio como le permitían aquellos taconazos, seguido de un par de giros de cuello regalando una estampa que ni las marcas de champú, con su pelo tan largo como brillante. Cada vez que  hacia que su pelo se moviera como un látigo, lo acompañaba de una ola en su cuerpo, fue tan burdo como excitante, logró ponérmela dura con solo agacharse ante mi y mostrar su escote, se dio la vuelta dejándose caer sobre mi,  frotando su trasero contra mi pelvis, apoyando su cabeza en mi hombro y mirándonos fijamente, usándome de apoyo para subir por mi cuerpo y dejarse resbalar por él. Aparté la bata de su hombro y la besé, aquello la encendió, su cadera cogió vida propia y me estaba masturbando con su culo antes de sacarme la ropa. Mis manos fueron a sus senos, eso ya no podía evitarse, al acariciarlas sentí la aspereza de  la tela y quise tirar de él para sacarle los pechos.

-SONIA: ¡ah, no!, que me lo rompes y es nuevo……deja que me lo quite…..- se puso en pie recolocándose, no tardé ni medio segundo en pegarme a su espalda y bajarla la bata hasta casi atarla de las muñecas, me puse mi escudo reluciente y me resigné a lo que tenia que pasar.

-YO: déjatelo, te voy a follar con él conjunto puesto – se le estremeció la piel, y sentí el escalofrío pasar por su espalda, una mano fue a su pecho y la otra comenzó a acariciarla por encima del tanga,   pegando su culo a mí…..desde atrás la visión era tremenda.

-SONIA: hazlo.

Mis dedos se metieron por dentro de sus muslos, y acariciaba con lentitud, pero ella ya estaba mojada, sentirlo me excitó, y metí un dedo haciéndola suspirar, besándola en el cuello y amasando a duras penas un pecho que se mantenía de milagro dentro del sujetador. La mano entre sus piernas se fue acelerando, había encontrado su punto G y la penetraba con rapidez, logrado sacarla gemidos muy pronto, se quejaba incluso, dando pequeños golpes sacando el culo, hasta que empezó a decir palabrotas, allí la solté, se giró de rabia y me empujó a la cama para gatear lentamente sobre mi, nos dimos una serie de largos besos en los que ella terminó recostada sobre mi pecho, en los últimos besos sentí si mano acariciando mi abultada entre pierna. Me besó en el cuello y fue bajando hasta sacarme el bañador, sonrió al masturbarme, mordiéndose el labio y terminar chupándome el glande con rudeza, Sara era mucho más dulce, pero  sabia lo que se hacia.

Estuvo unos 10 minutos comiéndomela, y me contenía a duras penas, quería follármela pero parecía tan entregada que me daba apuro. Sonia tosía y se ahogaba la tratar de meterse más   de la que podía albergar, con una mano sin parar de masturbar, la pedí que dejara de hacer eso y me montara de una puta vez, yo estaba sediento de sexo y no es que Sara me hubiera dejado con ganas por la tarde, es que Sonia estaba tremenda. Se apartó el tanga a un lado antes de sentir como la penetraba, fue tan diferente y tan parecido a la vez, le costó un mundo metérsela entera y se quedó petrificada unos segundos, en los que la aparté la bata hecha una bola. El sujetador brillaba con una especie de cristales reflectantes diminutos, y la acariciaba los senos por encima de ellos. Su cadera ya se movía cuando logré sacarle un pecho, su pezón estaba tan duro y tenso  que sobresalía con orgullo, la tumbé para poder chupárselo y a la vez ganar espacio para apoyar los pies, soltó una serie de alaridos al sentir como la penetraba fuerte y con rapidez, apoyó sus manos una a cada lado de mi cabeza y empezó a hacer fuerza contra mis embestidas,  verla con sus tetas oprimidas y  temblando ante mis ojos me llevó a perder el control, subí hasta donde mejor ritmo pude dar y no bajé en un buen rato, sin preocuparme de desfondarme.

Sonia puso los ojos en blanco y se perdió por el 2º orgasmo, allí cayó fulminada, y dejó de tener gracia follársela, así que la tumbé boca arriba sentándome en su vientre, desabroché el sujetador liberando sus senos como si se rompiera una presa y el agua fluyera libre, besé y lamí  sus pechos para después poner mi rabo entre ellos, no hacia falta ni que los apretara uno contra otro, estaban tan bien puestas que con solo frotarme ya sentía placer, tardó unos minutos en entender que ocurría y se las agarró para  hacerme la mejor cubana de mi vida, mi ancho miembro palidecía enterrado bajo 2 senos tan descomunales. Fui aumentando la velocidad hasta que el cuerpo entero de Sonia botaba al ritmo de sus pechos,  tuve que contenerme por no correrme en su pecho sin dejarla rota de nuevo. La abrí de piernas metiéndome entre ellas y de un empujón certero volvió a poner los ojos en blanco, arqueó su espalda mostrando aún más sus tetas, que lamí y chupé extasiado, cogiéndolas como ancla y llegando un punto en el que no terminaba de salir de ella y ya estaba entrando de nuevo, una vez y otra, tras otra, ella trató de rodearme con las piernas pero no podía, de la inercia se abría retorciéndose, aguantando la respiración y logrando llevarla a otro par de orgasmos que coronaron un chorro que casi me saltó por encima del hombro. Dando un pequeño descanso,  seguí hasta vaciarme dentro de ella, que casi pedía a gritos terminar con sus ojos. Me pasé media hora encima de ella comiéndome sus senos empapados de sudor y fluidos de ambos.

-SONIA: yo no puedo contigo……. ¡me matas Sam!

-YO: vas mejorando.

-SONIA: es que me haces delirar, la tienes tan gorda que me roza todo el rato, y cuando coges velocidad es como si volara.

-YO: tú sigue así – me puse en pie, y me vestí.

-SONIA: ¿te vas?

-YO: mi novia me espera en mi cama.

-SONIA: zorra afortunada……..

-YO: más sorpresas como esta, y me meteré en la tuya más a menudo – me tumbé a su lado en la cama, besándonos, al sentir mis dedos en su interior cerró los ojos sobrepasada y se lo di a chupar, cosa que hizo con gusto, sonriendo.

-SONIA: gracias.

Me fui sin saber por que me las dio, si por el polvo, o por darle de probar su propia esencia, y me quedé pensado en cuantas veces había soñado con acostarme con Sonia antes de aquel verano, y de que una vez mía, resultaba que no la quería a ella. Al llegar a mi cuarto ya estaban Vanesa y Marta acostadas, mi escudo se desvaneció al ver a Vanesa,  iba solo en bragas, mostrando sus preciosos y turgentes senos, mientras que Marta iba en tanga y un camisón amplio, desde mi cambio de actitud siempre iba así al dormir.

-VANESA: ¿ya la has dejado satisfecha?  - su mirada fría escondía algo tras ella, pero no sabría decir que era exactamente, si celos, hastío o simple desidia.

-YO: eso espero……..no puedo con mi alma – me acosté a su lado de cara, y viendo a mi hermana dormida  abrazando la espalda de Vanesa.

-VANESA: tu hermana estaba muerta, se ha dormido enseguida pegada a mí.

-YO: espero lograr lo mismo, estoy harto de acostarme con las demás y no contigo.

-VANESA: ¿entonces no quieres jugar conmigo? – la miré suplicando perdón.

-YO: claro que  quiero, pero no puedo….- pasó su dedo índice desde mi frente a mi barbilla, jugando con su uña a rascarme el mentón.

-VANESA: tranquilo, no te enfades, solo bromeaba, anda, ven aquí y descansa.

Me apretó a su pecho y me dejé llevar, me sentía muy raro al seguir las instrucciones de Vanesa, que a fin de cuentas era mi novia, y me hacia ganarme una a una a las mujeres de la casa, según ella, por mi bien y el de mi familia. Algo no me cuadraba, pero estaba muy cansado como para ver que era. Por la mañana me desperté abrazado a mi hermana de cara, estaba despierta y me acariciaba el pelo, al verme mirarla sonrió.

-MARTA: me encanta cuando te despiertas y me miras así…….

-YO: ¿como?

-MARTA: como si vieras a un ángel….

-YO: no se aleja mucho de la realidad.

-MARTA: jajaja que bobo.

-YO: es la verdad Marta, sin ti mi vida hubiera sido un infierno,  hasta ahora eras la única luz de mi vida.

-MARTA: gracias Samuel, te lo agradezco de corazón ….– me besó en la frente - …oye ¿Cómo que hasta ahora?

-YO: bueno……yo…….- soltó una carcajada y me frotó la cabeza de nuevo.

-MARTA: tendré que acostumbrarme a que tienes novia….ya no eres solo mi hombrecito – se levantó y se fue con sus andares felices.

-VANESA: muy bien jugado…….- la tenia a mi espalda.

-YO: ¿jugado el que? – Vanesa me miró confundida al darme la vuelta hacia ella.

-VANESA: lo que la has dicho……….. ha sido muy bonito, seguro que se pasa media mañana pensando en ti.

-YO: no le he dicho por eso…….- o si, ya no  sabia si mi escudo aparecía o desaparecía cuando yo quería.

-VANESA: pues mejor aún, dame un beso y vete a ducharte que tenemos unos días difíciles por delante – se lo di, un par en realidad, antes de alejarme de sus brazos.

Me pasé 1 semana en un ciclo mortal, rebotando de cama en cama, de la mía a la de Sara, y de la suya a la de Sonia, Vanesa siempre lograba que me quedara a solas con alguna, y aunque todas sabían lo que ocurría, nadie hablaba de ello, supongo que fue un paso atrás a cuando Jaime se las follaba en “secreto”. Fue suficiente para comprender que ninguna de las 2 supondría un problema mayor, mi tía necesitaba afecto y Sonia reafirmarse, con esas tonterías y un poco de mi escudo estuve más tiempo tumbado que de pie. Cada vez que estaba con alguna, regresa cansado y abrumado a los brazos de Vanesa, era frustrante querer a alguien y no poder estar con ella tanto como me gustaría, y creo que lo notaba, me alojaba en sus brazos y me quedaba en ellos solo acariciando su cuerpo y mirándola perdido en su belleza.

El plan funcionaba pero se acababa el tiempo, 3 semanas hasta la fecha de regreso,  y no estaba más cerca de mi madre o de mi hermana, empezaba a pensar que Marta no quería nada, así que me centré en mi madre, que salía muchas veces “a dar una vuelta” decía, pero Joel esperaba cerca siempre, ahora tenia reparos en admitirlo, y mentía para encubrirse, otro logro al lote supuse. Un día regresó de cenar bastante tarde, con Joel del brazo y muy perjudicada, su tono de voz era muy agudo cuando bebía y se la notaba enseguida, les escuchamos follar una hora y media. Vanesa no pudo evitar bajar  a mirar, la acompañé, y  mientras mi madre y Joel consumaban de formas sonoras, yo  tomaba a mi novia de forma animal. Vanesa se reía sorprendida de mi atrevimiento creciente, le gustaba como estaba evolucionando en el sexo, donde ya no me veía tan desigual con ningún hombre, y aquella noche lo constaté llegando a durar más que  Joel. El cabrón llegó a poner a mi madre contra el cristal, desnuda, aplastando sus pechos en el vidrio cuando se la metía por detrás, si no nos vieron en el balcón fue de milagro. Cuando terminamos las 2 parejas,  me quedé abrazado a Vanesa durante horas sentados en el césped del jardín junto a la piscina, nos reíamos y charlábamos sin dejar de acariciarnos, recorría su espalda con mis dedos tirando de su pelo, a la vez que ella jugueteaba con mi rodilla.

-VANESA: jajaja deja de enredar en mi pelo, ¡dios!

-YO: me encantan tus rizos, creo que me enamoré de ti solo por el pelo – me miró con una sonrisa brillante que se desvaneció al instante.

-VANESA: no estás enamorado de mí, recuerda que es solo un amor de verano.

-YO: para ti…..pero no para mí.

-VANESA: ya hemos hablado de ello…..no soy buena para ti.

-YO: ¿eso no debería decidirlo yo? Al menos dame la oportunidad de demostrártelo hasta final del verano.

-VANESA: no hay nada que puedas hacer salvo asegurarte de que tu familia vuelva a casa……tienes que ponerte duro con Joel, o en un par más de noches le mete en casa – tenia mucha habilidad para desviar la conversación.

-YO: ¿que más puedo hacer?

-VANESA: no se me ocurren más cosas, te has impuesto en casa, pero el aún la domina con el sexo, tienes que quitárselo.

-YO: ¿y como?

-VANESA: no lo sé, en las tribus de gorilas una muestra de fuerza ante el grupo te hace digno de ser el líder, quizá si te enfrentas a Joel…..

-YO: ¡me matará!, me saca una cabeza y tiene más músculos que una enciclopedia de medicina.

-VANESA: si…..quizá, pero la otra opción es apelar a amor maternal, enfréntate a él y al  perder, tu madre te defenderá y le echará para siempre, aunque perderás tu posición de ventaja, no te verá como al líder y si como una pájaro herido al que cuidar, pero podemos jugar con eso más adelante, en cualquiera de los casos tienes que provocar un enfrentamiento directo con Joel, y  con ella delante.

Por si no era suficiente, ahora tenia que hacerme el gallito contra un tipo que podría ser medallista olímpico en muchas disciplinas, “todo fuera por mi familia”. Nos fuimos a dormir, tratando  de pensar en que forma dar un golpe de autoridad sin terminar en el hospital. Nos despertamos pronto, para pillar a mi madre con Joel, y tracé un plan para conservarme de una pieza, tardaron un buen rato en bajar mientras hacia el desayuno, al verme mi madre trató de sacarlo por detrás.

-YO: no, por favor……….venid – mi madre me miró conmocionada, pero se acercó con Joel.

-CARMEN: ho…..hola.

-YO: hola mamá……- la saludé - … Joel.

-JOEL: hola…… brother.

-YO: estaba preparando el desayuno, ¿queréis comer algo?

-CARMEN: no…….Joel ya se iba……- la rodeé con un brazo y la senté en una silla.

-YO: no pasa nada mujer, vamos a comer algo, seguro que estaréis famélicos……Joel, ¿nos acompañas?, quiero hablar un segundo contigo.

-JOEL: claro – se sentó al lado de mi madre, mirándola totalmente perdido.

-YO: verás……el otro día vi un vídeo,  de esos vírales de Internet, de bromas que les hacen amigos a sus amigos mientras duermen, ya sabes, pintarles la cara, echarles espuma, tirarles de la cama, esas cosas……..- saqué un par de butifarras de la sartén dejándolas en la mesa ante ellos, encima de un taba de cortar - ….me parece increíble la de cosas que pueden lograr hacerse unos a otros, deben tenerse un resentimiento enorme ….- comencé cortar por la mitad una de las butifarras con un cuchillo grande de cocina -… me parece de muy mal gusto hacerle eso a alguien mientras duerme profundamente, seguramente no se enterarán de nada hasta el día siguiente….- troceaba la butifarra de forma lenta y sonora al golpear con el cuchillo sobre la tabla de madera.

-CARMEN: pues si, ¿pero a que viene…..- chité un poco.

-YO: tsh déjame acabar…..- estaba haciendo dados  la butifarra -….verás Joel, en ese estado en el que alguien tiene que esperar a que te quedes dormido para poder hacerte algo así,  creo que una persona tiene que estar muy al limite, y quiero pensar, que si alquilen les ofreciera la oportunidad de elegir, cambiaran las cosas para evitar que les hagan esas bromas…..- puse los dados encima de un plato y  la otra butifarra entera en otro -…..en fin….cosas mías…..por favor, desayunar…..Joel, ¿a ti como te gusta la butifarra? ….– puse los 2 platos a su lado - …¿entera o en trocitos? Tú eliges… – clavé el cuchillo en la tabla de cortar de madera, se quedó temblando unos segundos,  y cogí un dado de carne que me comí –….me salgo fuera….hasta la vista.

Fue glorioso ver el cuello musculoso de Joel tragar saliva, esperé fuera con Vanesa, el móvil en la mano y el número de emergencias marcado, esperando que saliera a matarme, lo que escuché fue una serie de gritos, una discusión y un portazo de Joel gritando “que ten den por culo mami,  no vuelvo, tu niño está pa´allá”. Vanesa se reía a carcajadas, y yo trataba de dejar de estar tenso, me tumbé en el suelo para centrarme, hubo un momento en el que el cielo giraba a mí alrededor, pero  la cabeza de Vanesa apareció.

-VANESA: jajajaja ¿estás bien?

-YO: ¡estoy loco!, no queda otra, no se ni como me ha salido la voz.

-VANESA: por que eres un autentico líder, eso ha sido descomunal, ¡te dije provocar, no acojonar! jajajaja

-YO: ganar la batalla antes de empezar, me ha parecido una opción válida, el sabe que soy su hijo, y a mi no me puede alejar, algún día se dormiría en mi casa…….. y ahora sabe que no puede permitírselo.

-VANESA: pueden quedar lejos de aquí….

-YO: tal vez, pero me sigue pareciendo mejor opción que dejar que me parta la cara.

-VANESA: eso no lo niego……tienes que ir a hablar con tu madre, ya, intenta ocupar su vacío, no sé, llévala   a dar una vuelta.

La di un beso para ganar confianza, y me metí de nuevo en casa teniendo algunos reparos al  saber como actuar, al ir a la cocina allí estaba mi madre sentada, con cara triste y algo enrojecida, al verme me dedicó una primera mirada de odio, tragué con eso y me senté a su lado, poniéndome el escudo.

-YO: ¿y Joel?

-CARMEN: se ha marchado…….no se si volveré a verle – sonó a reproche.

-YO: mejor para ti, era un aprovechado, estás mejor sin él.

-CARMEN: ¿tú crees?

-YO: por supuesto, ya te dije que no me gustaba.

-CARMEN: lo sé, pero me divertía……..has sido muy…..tajante al hablarle así.

-YO: tanto como he tenido que serlo,  no le necesitas para pasarlo bien..…. ¿que te parece si salimos a dar una vuelta tú y yo? – abrió los ojos entre sorprendida y agradecida por el ofrecimiento.

-CARMEN: si tú quieres….- me levanté a darla un besó en la mejilla.

-YO: claro……. y ponte guapa, quiero presumir – aquella bobada hizo que se le iluminara la cara, me acarició el pecho  y me abrazó poniéndose de pie.

-CARMEN: dame unos minutos.

Salió disparada al piso de arriba a vestirse, y me quedé con cara de imbécil al ver lo fácil que me había resultado aquello, esperando un rato hasta que bajara. Subió una madre recién levantada de una noche de infidelidad con una bata larga desgastada y despeinada,  bajó una top model. Con el pelo negro ligeramente ondulado suelto y dejándolo caer a los lados de su cabeza, con un flequillo suave, no sé si el colorete de sus mejillas era real o no, pero no parecía serlo, y salvo eso no tenia maquillaje, con un colgante largo fino acabado en una cascabel en su pecho, una blusa sin mangas  estampada de flores, ceñida hasta marcar el sujetador, con amplio escote generoso, una falda hasta las rodillas, vaporosa  con vuelo realzando sus caderas y su espectacular trasero, ayudada por unos tacones no muy exagerados  que la estilizaban la figura.

-CARMEN: ¿que tal voy? – se dio una vuelta dejando que la falda atrajera mi mirada.

-YO: espectacular.

-CARMEN: ¿salimos ya o esperamos a las demás?

-YO: no, solos tú y yo, hoy soy tu hombre – esa frase la hizo sonreír y apartarse el pelo de la cara detrás de la oreja.

Le ofrecí mi brazo al que se agarró, y salimos a pasear sorprendentemente pronto, casi a las 9 de la mañana, a esas horas el sol no apretaba tanto y el paseo marítimo estaba abriéndose, sonidos de cerrojos y verjas, camiones entregando mercancías y tenderos colocando sus puestos. Dimos un largo paseo, al principio sin hablar, solo respirando el aire saldado. Según andábamos pensé que podría dar un paso más y la rodeé por la cintura apoyándome en ella, ese gesto la enterneció e hizo lo mismo, metiendo su mano en el bolsillo trasero de mis bermudas, dedicándome usa sonrisa cálida. Nos íbamos acercando a los puestos y mirábamos, charlábamos y seguíamos al siguiente, fue extrañamente cariñoso, ya que era mi madre, las carantoñas en el brazo, sentir su mano moverse junto a mi culo,  la mía apretándola en la cintura cuando se giraba a ver algo,  o verla probarse collares con el sol reflejado en su pelo y sus ojos. Llegamos hasta la macro discoteca, lugar que no habíamos pisado en casi 2 semanas, después de ir casi a diario durante un mes. Al llegar había un cartel enorme en la entrada.

-CARMEN: ¡mira!, dice que harán una fiesta la semana que viene.

-YO: como todos lo días.

-CARMEN: no, ¡será de disfraces por carnaval!

-YO: no es carnaval.

-CARMEN: supongo que lo sabrán………. ¡¿podríamos ir?!

-YO: no, estoy harto de fiestas.

-CARMEN: ¡por favor!, me gustaría mucho acudir, disfrazarme y salir un día……

-YO: ¿no estás cansada de tanta fiesta?

-CARMEN: un poco…..supongo….pero seria como despedida….ya queda poco para volver a casa…..y sin Joel temo aburrirme, piénsalo, por mi, las chicas también lo agradecerán, llevamos una semana larga encerrados en casa…..

-YO: está bien, lo pensaré,  no te prometo nada, pero tendrás que ser una niña buena en casa, si no……- no sabia si terminar la frase, pero bastó para que me abrazara.

-CARMEN: ¡gracias!, seré quien quieras que sea – su forma de apretarse en mi pecho, la forma de hablar, y aquellas palabras, me sentí como mi padre por un  momento, la dominaba, había logrado ser su domador.

Si hasta ahora  tenia impresionada por mi actitud a mi madre, el numerito de la mañana con Joel la había demostrado que yo mandaba, y ahora obtenía resultados, aunque de igual forma,  usó sus encantos para ir a la fiesta, tal como hubiera hecho con mi padre cuando quería algo. Podría haberme negado a ir de inicio, pero pensé que seria una gran oportunidad de acometerla, tendría que hablarlo con Vanesa.

Me cogió de la mano entrelazando los dedos y se pasó todo el camino de vuelta frotándome con la otra mano, ya fuera mi brazo o mi pecho. Ya era medio día y el bullicio del paseo marítimo era enorme, estaba lleno de chavales, parejas, o familias, y sentí celos al ver como la miraban,  ella creo que se daba cuenta, por que les sonría cuando alguno se la quedaba mirando y luego me apretaba la mano tirando de ella. Decidí ir por la playa para alejarla de eso, así que se quitó los zapatos llevándolos en la mano, la arena ya quemaba del sol, y para cerrar el paseo, la cogí en brazos hasta llevarla a casa, pero era un largo trecho,  me cansé y me la subí al hombro, tal como había visto a Joel llevársela a casa borracha, pero esta vez iba sobria. Se reía al colgarse de mi hombro sin decir absolutamente nada de que la tuviera cogida del culo para que no se cayera. La sensación de cogérselo fue terriblemente placentera, era firme y duro para su edad, sus nalgas bailaban en mis manos, sin duda iba en tanga. Se  oían sus carcajadas cuando llegamos al jardín de casa,  la hice resbalar por mi pecho y quedó pegada a mí entre mis brazos.

-CARMEN: jajaja estás muy fuerte – me apretaba los antebrazos.

-YO: gracias.

-CARMEN: ¡uffff! estoy algo acalorada, como pega el sol –  cierto, pero también podría ser por que la había puesto cachonda, fue algo que no deseé pensar.

-YO: pues ahí tenemos una piscina…..- la cogí de la cintura elevándola medio palmo del suelo.

-CARMEN: ¡jajaja no por favor, no estoy vestida! – braceaba un poco pero soltaba unas carcajadas que me recordaban mucho a las que le dedicaba a Jaime cuando la metía mano, nos acerqué al borde y la bajé hasta dejarla en vilo.

-YO: has dicho que tenías calor….

-CARMEN: jajaja ya lo sé jjajajaja pero no,  por favor….jajajajajaja – la sentí nerviosa, quería que lo hiciera, se lo leía en la cara, y no pude evitar darla un beso en la frente, la quité los zapatos para después empujar, soltó un leve grito agudo y sonó el chapuzón. La falda se le quedó flotando y al emerger una sirena preciosa apareció, entendí a Jaime al verla así.

-YO: ¿mejor?  -  me salpicó agua sin perder su sonrisa.

-CARMEN: ¡si jajajaja pero eres malo, mira como me has puesto,  y tú hay tan seco! – se echó todo el pelo hacia atrás y trataba de separarse la tela sintética mojada de su piel, pero no podía, se le pegaba marcando unos pezones duros y pequeños.

-YO: pues hazme sitio – y salté a su lado, dejando su bolso, mis zapatillas  y mi móvil en el césped, la salpiqué de arriba abajo,  y cuando me puse en pie me miró con lujuria, ya era evidente, la camiseta empapada pegada a mi cuerpo la atraía  los ojos.

-CARMEN: ¡alaaaaaaaa jajaja! estás empapado, quítate la camiseta anda…..- se acercó tirando de ella  y sacándomela por la cabeza, dejando sus manos en mi pecho.

-YO: no es justo, tú también estás mojada – y sin pensarlo hice lo mismo y  la quité la blusa, se sonrojó tanto que casi ni se movió al quedar, no solo sin la blusa, si no que la quité la falda tardado en abrir la cremallera de su falda colocada en su costado.

-CARMEN: ¡jajaja mira como me tienes aquí medio desnuda…..jajajaja! – medio no, estaba con un mísero tanga y un sujetador.

-YO: me gusta verte así, pero solo para mí, me enfado cuando otro hombre te ve así, no me gusta que te deseen.

-CARMEN: pero eso es natural, los hombres sois así.

-YO: pues no me gustó nada que Jaime y Joel te vieran así, y menos que te tomaran.

-CARMEN: fue jugando, solo quería distraerme un poco, beber y divertirme…

-YO: pues mira que bien  lo hemos pasado tú y yo sin tener que beber.

-CARMEN: ¡es verdad!, me he comportado como una cría con las hormonas aceleradas, pero ahora lo veo, se que tendría que haberme comportado, por ti, pero tu padre no estaba y me sentía un poco perdida.

-YO: y yo no te he ayudado, pero ahora cuidaré de ti, como de todas – la abracé y alzó su mirada como un naufrago al ver una playa.

-CARMEN: lo sé, estoy orgullosa de ti y de cómo has cambiado estos meses, eres el hombre que siempre sabia que eras, no solo tienes a Vanesa, si no que has sabido alejarme de Joel, lo necesitaba, ese hombre me estaba volviendo loca, casi……. ¡casi lo meto en casa, dios!, y pensaba……..pensaba hasta en quedarme con él….lo siento....soy una estúpida – estaba abriéndose a mi, como hacia con mi padre, me había costado unas semanas lo que él lograba con una mirada, pero ya había ocupado su lugar.

-YO: ahora eres mía, eso quedó atrás - nos quedamos abrazados durante más de 20 minutos, en los que la escuché llorar.

Se calmó y nos secamos al sol un buen rato, antes de vestirnos y meternos en casa, allí esperaban todas como niñas buenas en el sofá, mi madre se fue a dar una ducha y me senté entre Sara y Sonia, mientras que Vanesa me miraba con unos ojos que no supe leer, creía que me estaba felicitando pero sentía un profundo dolor en la forma en que me observaba. Comimos con tranquilidad y la tarde la pasamos en la piscina, me costó un mundo estar solo con aquellas 5 mujeres y no centrarme demasiado en una más que en la otra, yo solo quería ir con Vanesa, pero ella me susurraba que jugara con Sara, le hiciera una carantoña a mi madre, o besara en el cuello a Sonia, mientras luego  hablaba con Marta.

En la cena mi madre me montó una emboscada, y comentó lo de la fiesta de disfraces, tan ilusionada que las demás se sumaron a su entusiasmo, me mantuve firme en que me lo pensaría, por mucho que me multiplicara, ¿solo 1 hombre para 5 mueres en una discoteca? Era carnaza para los buitres de la discoteca. Nos fuimos a acostar, y estaba tumbado en la cama con Vanesa acariciándonos mientras esperábamos a mi hermana. Vanesa dormía solo con un tanga, lo que me provocaba erecciones constantes, algunas las calmaba con ella, y otras me mandaba a calmar a Sara o Sonia, según su parecer. Yo, con mi bañador abultado, la rodeaba de cara por la cintura acariciándola las piernas a lo largo del muslo.

-VANESA: ha ido bien con tu madre por lo que veo.

-YO: si, demasiado, esta mañana estaba con Joel y a medio día ya me ha contado todo, tenias razón, Joel la había hecho pensar en quedarse con él.

-VANESA: te lo dije, pero ahora no importa, ya es tuya, solo tienes que seguir así hasta la fiesta, Sonia mantendrá tu posición, Sara la sostendrá, y  te digo yo  que tu madre estará tan salida después de una  semana sin tener a Joel ni a nadie, oyéndote con las de la casa, que   te saltará al cuello a la mínima.

-YO: ojalá, y así termine esta pesadilla.

-VANESA: ¡¿pesadilla?! ¿sabes cuantos hombres matarían por tener a una de  las 5 mujeres bajo este techo? No te digo ya varias a la vez…..

-YO: estoy harto de juegos mentales, y de manipulaciones, sabes que no lo hago por que lo quiera, lo hago por que mi familia lo necesita, pero no pienso en nadie más que en ti – me besó tiernamente acariciándome la cara.

-VANESA: ¡eres tan ……- irritante iba a decir - ……. Raro!  ¡¿Tan difícil te resulta cumplir una fantasía inherente al hombre, que es el incesto, con mujeres tan guapas?! Es casi de relato erótico.

-YO: puede ser, pero quiero que lo sepas, no lo deseo, ni ansió que ocurra, ya no, puede que antes, pero llegaste tú y pusiste mi vida patas arriba…….- esta vez la besé yo,  sentí su lengua en mi garganta, la acaricié su piel en las nalgas y la apreté contra mi.

-VANESA: para….ummmmmm….para…...no puedo….tienes que ir con Sonia …..- lo decía, pero me daba cortos besos -…te ha visto con tu madre, y necesita tenerte cerca hoy.

-YO: me da igual, quiero estar contigo esta noche – la cogí de un seno y lamí su pezón con delicadeza, suspiró de forma alargada, y se dejó hacer unos minutos, sentía su mano queriendo alejarme pero no lograba separarme de ella.

-VANESA: por favor, te lo ruego..…..ve con Sonia….tu hermana está al llegar – logró apartarme la cabeza de sus pechos, que tenían los pezones duros y firmes de mis labios, se mordió le labio y me dio un largo beso húmedo y sensual -… vete…..te lo pido…. por tu bien.

Me levanté, no sin antes acariciar su pelo, sus rizos me dejaban hipnotizado. Al acudir a la puerta de Sonia, y verme, me asaltó encima y no tardé ni 2 minutos en estar follándola de forma salvaje, de todas era la que más violentamente se movía, creo que exageraba sus movimientos para tratar de ganarme a su causa, con sus voluptuosos senos saltando en mi cara, pero la pobre sufrió mi ira, a quien quiera estar penetrando no era a ella, y sin embargo allí estaba, amasando sus senos con ambas manos, chupándolos mientras daba golpes de cadera uno tras otro, provocándola alaridos y orgasmos uno tras otro, hasta que la metí mi semilla hasta el fondo de su ser. Sonia se quedó ronroneando en la cama cuando me fui, y regresé a mi cama.

Ya estaba harto, casi más furioso que al irme a ver a Sonia, y al ver a Vanesa sola allí tumbada con mirada triste y melancólica,  me encendí otra vez,  evitó mirarme de forma directa al acercarme, mosqueada, me vencí encima suya y casi diría que la forcé, aunque no fue así, la acariciaba y me huía los gestos. Entre besos fuertes y caricias brutas, hubo un momento en que ella cedió dejándome tomar el control, resignándose a lo inevitable y preparándose a disfrutar de ello, sentí que su deseo superó  algún tipo de barrera mental, más que física. Casi diría, si no la conociera,  que estaba enfadada por haberme ido con Sonia, pese a que fue ella la que me mandó a su cama.

Se abrió de piernas y la arranqué el tanga de un tirón, me recibió cálida y húmeda como siempre, y quise castigarla por algo, aunque no tenia claro que era. Durante 20 minutos la penetré con fuerza hasta hacerla delirar, su cuerpo rebotaba de mis embestidas, tumbada boca arriba en la cama,   se retorcía al sentirme morderla en los senos, pegándome a su cuerpo con sus brazos, gritando como una poseída que era suyo al sentir varios orgasmos seguidos. Me vencí encima de ella, sudando y derramándome en su interior con ganas de no separarme nunca de ella. Pasó un buen rato  hasta que la puerta se abrió, no me sorprendió ver a Marta.

-MARTA: perdón…….no quiero molestar….pero si habéis terminado…..- cogí aire apoyando la cabeza en el pecho de Vanesa, que  se rió,  estabamos aún desnudos y no podía vernos así.

-YO: ¿hemos terminado? – Vanesa me miró con gesto alegre.

-VANESA: eso espero   jajajajaja, Marta deja que nos pongamos algo…….- Marta asintió saliendo unos minutos, aparté los rizos de la cara a Vanesa, tenia el pelo revuelto y una cara de felicidad extraña, sonrojada y riendo.

-YO: hola preciosa.

-VANESA: hola… jajajajaja….pufffffff estoy molida

-YO: lo siento, no se que me pasó…….- me besó en la barbilla.

-VANESA: no pasa nada, estabas enfadado……

-YO: no es excusa.

-VANESA: eres muy duro contigo mismo, no debes culparte, es culpa mía…..se que no te gusta el plan, y me olvido de que me…… me quieres.

-YO: pues no lo olvides, por que eso no va a cambiar.

-VANESA: ¡para de decir esas cosas!, tendría que………… esto es un error,  tendría que irme….

-YO: te seguiría.

-VANESA: ¡¿por que?! Está tu familia, tu vida, eres un buen chico, conocerás a una mujer buena y dulce que será afortunada por tenerte, tu sitio no está a mi lado.

-YO: ¿Y donde iba a ir si no?  ¿Con Sonia? ¿Con alguna chica normal y aburrida? No, te veo Vanesa, no sabré…. “eso” que temes decirme, pero si sé quien eres….y te quiero – por primera vez vi que se le humedecían sus bonitos  ojos azules mientras me acariciaba la cara.

-VANESA: eres un tozudo y un cabezota, te dije que soy venenosa,  si te quedas a mi lado terminaré haciéndote daño.

-YO: acepto,  si estoy a tu lado – bufó cansada con una sonrisa leve.

-VANESA: no puedo contigo……. eres tan tozudo – sonreía siempre que me decía lo cabezota que era.

-YO: ¿entonces……..todo bien? – me miró de forma extraña, casi agotada.

-VANESA: claro jajajaja …- no me dejó nada convencido -…… es más, si jugamos nuestras bazas esta noche Marta es tuya, podría irse con Sara o tu madre,  nos ha tenido que oír, y aún así vuelve a tu cama, tiene que estar deseando que la tomes.

-YO: no,  hoy ya he tenido suficiente, esta noche solo te quiero a ti – me acarició el pelo y me besó en los labios como pocas veces sentía que me besaba, como si una parte de ella solo saliera cuando  decidía quererme.

-VANESA: vale jajajaja – asintió feliz de oírlo, o eso me pareció, apretando los labios para evitar las lagrimas,  me abrazó durante un buen rato, me apretaba tanto que me hacia un daño dulce y cálido.

Nos fuimos a dar una ducha y nos pusimos algo de ropa encima, yo busqué a Marta, y me disculpe por hacerla esperar,  me revolvió el pelo y me sonrió diciéndome que no pasaba nada, que estaba contenta de verme así de feliz con Vanesa, tampoco me convenció. Nos acostamos los 3 como siempre, y me abracé a Vanesa como si fuera un peluche y yo un crío asustado.

Fuera  disfraces.

Desde ese día fue una rutina mecanizada. Por el día mi fachada era fría y distante con todas. En la  mañana iba a dar paseos con mi madre, y algunas veces nos acompañaba mi hermana,  al volver  íbamos a la playa  o la piscina un rato y regresábamos a comer. En  la siesta era el momento de Sara, iba a buscarla como su bombero particular a calmar su fuego, no todos los días,  ya se ocupaba ella de que estuviera sola. Después de cenar tocaba ir con Sonia, que empezaba a saberme a poco. Para terminar acostándome junto a Vanesa, de noche era otra historia, mientras que sentía como un trabajo el sexo con Sara o  Sonia, al sentir la piel de Vanesa cambiaba el chip, con ella era diferente, más dulce, cariñoso y tierno, ello lo sentía, y ya no dedicaba aquellas miradas de reproche que había aprendido a descifrar en su rostro, cuando terminábamos aparecía Marta para dormir;  por ahora la cosa iba tranquila en casa.

En una de esas noches bajé a por agua, por que por mucho que quisiera ser cariñoso y atento con Vanesa, me dejaba sin aire,  y al pasar por el cuarto de Sara, vi desnudas a mi tía y mi hermana, con un festival lésbico e incestuoso, Sara estaba de rodillas con su cabeza entre las piernas de mi hermana, que la apretaba contra su pubis y jadeaba llevada por el placer. Fue una imagen impactante, que yo supiera no habían bebido nada, y ninguna parecía avergonzada de lo que estaba pasando, Sara había declarado muchas veces que Marta la ponía cachonda, y que no le hacia asco a las mujeres, en cambio mi hermana se dejaba llevar,  puede que así hiciera tiempo hasta que Vanesa y yo termináramos, o puede que solo estuviera hablando con ella y al oír como lo hacíamos se encendieran. Pero en el fondo me dio igual, por raro que fuera, no me quedé ni a mirar, podría haber entrado en ese momento, sorprenderlas y aprovecharme para montármelo con mi hermana, que esos días me miraba de forma muy ardiente, seguro que por que Sonia y Sara le contaban lo que les hacia, hubiera sido tan fácil. Pero no, simplemente pensé que si mi tía y ella eran felices así, nos ahorrábamos tener que jugar con ellas para evitar la intrusión de más imbéciles de playa, y me fui a beber agua.

El plan iba bien, muchas noches, al acostarme entre Vanesa y mi hermana,  decidía vengarme de mi novia, y me abrazaba a Marta, pese a que yo sabia que todo  lo que hacia era por los consejos de Vanesa para ayudarme con la familia, me sentaba mal que me obligara ha hacerlo, por que así lo sentía, ella me obligaba a acostarme con ellas, eso si, usando una lógica irrefutable. Si dejaba de ir a la  cama de Sonia, me mostraría débil, y si dejaba a Sara, no se resignaría a tener sus líos con Marta,  se buscaría a otro bombero. Pese a que todo estaba encauzado, dependía de que siguiera siendo frío, distante, dominante y agresivo en determinadas acciones en casa, mientras que no podía dejar que nadie ocupara ni un centímetro del terreno ganado, pese a que me quedaba aún territorio por explorar. Mi escudo era asfixiante, agotador y empezaba a sentir que lo llevaba más tiempo puesto, de lo que era yo mismo.

Durante una semana fue como había pensado y planeado, y mi madre se comportó como la mujer que siempre había conocido, una devota esposa y madre atenta, no bebió ni una gota del alcohol más allá de alguna copa de vino en las comidas, y casi retrocedió hasta el punto del inicio del verano. Solo que esta vez era yo quien la mantenía firme, y no mi padre, y aún así diría que aquellos paseos matutinos y los chapuzones en el agua era mucho más de lo que mi padre la concedería, y eso la hacia sonreír como casi nunca lograba él. No tuve otra que acceder, debido a su buen comportamiento, e ir a la fiesta de disfraces, todas había sido justo lo que pretendía que fueran, y si me negaba podría perderlas. Al preguntarme si iríamos a la fiesta,  todas guardaron un silencio expectante, y al decir que si, saltaron de alegría, fue raro tener ese control sobre ellas, siendo el más joven de los presentes. Se pasaron 2 días de tiendas, y buscando disfraces, o donde hacerse arreglos a su ropa para ir lo más monas y divertidas posibles. Yo me fui una tarde con Vanesa, que también tenia su disfraz, para ver que me ponía yo.

-VANESA: sabes que esta fiesta va ser el día en que tienes que ir a por tu madre, ¿no?

-YO: tal vez, yo la veo muy tranquila.

-VANESA: lo ha estado por que quería ir a la fiesta,  si no la disfruta, te pedirá otra al día siguiente, y así hasta que obtenga lo que quiere, que según el paquete del sex shop que compró  ayer, es una buena polla.

-YO: ¿se ha comprado un consolador?

-VANESA: y de los grandes, decía que necesitaba algo de allí para su disfraz, pero vi la bolsa al regresar.

-YO: quizá le baste….

-VANESA: no, o tal vez si, todo depende de esta noche, tienes que pegarte a ella, por que si no le vale su amigo del cajón, buscará a alguien que si le valga, y ese tienes que ser tú.

-YO: ¿y las demás? Si me centro en mi madre otro puede tentarlas.

-VANESA: de Sara y de Marta olvídate, pégale un buen polvo a tu tía por la tarde y Marta se ocupará de su noche.

-YO: ¿y Sonia?

-VANESA: no hay remedio, de esa me ocupo yo – la sola imagen mental de las 2 juntas, desnudas,  besándose, me la puso dura.

-YO: y me lo voy a perder……- me cogió del brazo con ternura.

-VANESA: si no cae Carmen  te guardaré un sitio a nuestro lado jajajaja, hasta   te diría que si te quedas con ganas después de tu madre, te unieras,  pero si pasa, ya sabemos como es, la vimos con el mulato y con Jaime,  vas a tener que darlo todo.

-YO: ¿y que hago?

-VANESA: no dejes que beba mucho, pero si una copa o dos, así su moral se irá al traste, tampoco es que tenga mucha, la tienes en tu mano, solo hay que verla como te mira, ocúpate de no dejarla sola, de que se ría,  guía si te da paso, la conversación puede ir por mil sitios, pero se corto y conciso, la música no permitirá más y así te mostrarás firme y rudo, lo que le gusta.

-YO: ¿y en la cama?

-VANESA: reza jajajajaja, y procura atrasar la penetración cuanto tiempo puedas, has mejorado mucho pero ni el mulato podía con ella, usa muchos preliminares, y cuando se la metas, ritmos lentos y pausados, no dejes de acariciarla el clítoris, y aunque le guste el anal, evítalo, cuesta llegar a un orgasmo mucho más.

-YO: cuando pase todo eso, y nos despertemos, ¿que la digo?

-VANESA: no lo sé, la verdad, eres su hijo, puede asustarse, o que le encante, o puede que olvide quien eres y solo seas su hombre, en cualquier caso has de quedarte a su lado, si no, cualquier barrera moral se irá al garete, ya se ha follado a su hijo, si te rechaza ¿que más le da irse a buscar a Joel?

Solo tenia un disparo y no podía fallar, para algo que yo no quería hacer, pero podría funcionar, esos días vi muchas veces en los ojos de mi madre que empezaba a verme de forma diferente, sin otro hombre, jugaba conmigo a excitarme, en la piscina, el mar o en casa, seria inconsciente, pero lo notaba. Me compré un disfraz y me preparé para lo que fuera a pasar.

Por la mañana del aquel día fue como siempre, me costó separarme de los arrumacos mañaneros con Vanesa, y me fui con mi madre a dar una vuelta, esta vez en moto, con un top blanco ceñido y unos shorts de Marta negros y elásticos que la hacían una figura espléndida, tan juvenil como seductora. Al abrazarme por detrás sentí algo más que sujeción, y me pasé media hora bordeando la costa, con  el amanecer brillante reflejado en el mar. Llegamos a una colina que se alzaba, y se veía a lo lejos la cuidad de Valencia, donde nos sentamos uno al lado del otro.

-CARMEN: hacia mucho que montaba en moto.

-YO: conmigo nunca.

-CARMEN: ya, pero de joven…….antes de tu padre había un chico con moto que me volvía loca.

-YO: eras un poco traviesa de joven ¿no?

-CARMEN: ¡jajajaja no lo sabes tú bien!, menos mal que conocí a Roberto, si no, hubiera terminado muy mal.

-YO: tengo curiosidad, ¿como te enamoraste de papá? No es que coincidierais en una fiesta o algo…..

-CARMEN: jajaja pues si, o algo parecido, yo tenia 17 recién cumplidos, y estuve toda la noche con unas amigas en un concierto, pero el local era ocupa, así que a las 6 de la mañana la policía asaltó el lugar, mis amigas huyeron pero yo iba muy mal como para moverme, me detuvieron y pasé 1 día en la cárcel, hasta que apareció un gallardo y apuesto hombre, y se presentó como mi abogado, me sacó de allí y me llevó a casa, fue tan firme y tan seguro conmigo que me quedé mirándole como una tonta. Le vi un par de veces antes de un juicio de allanamiento, logró que no me imputaran y ni siquiera tuviera antecedentes, y antes de despedirnos me dio su número, por si me metía en líos. A las 2 semanas le tuve que llamar por otro asunto, una pelea con una amiga, no se ni por qué, creo que solo quería volverle a ver, y desde entonces soy su mujer.

-YO: te cambió.

-CARMEN: lo necesitaba, aquella vida no era para mi, si no es por él, no hubiera tardado en caer en las drogas o algo peor, fue como lo que hiciste con Joel, me salvaste de mi misma jajajaja no soy una mujer fuerte, necesito a alguien  que me protegía y me haga sentir segura -   al abrazarme supe que se refería a mi.

Al regresar a casa nos dimos un buen chapuzón en la piscina todos juntos,  comimos con ansias y ganas de coger energía, incluido yo, tenia ganas de salir de fiesta después de 2 semanas largas de “encierro voluntario”. Como me dijo Vanesa, en la siesta me metí entre las piernas de Sara, y la dejé extasiada, follarla por detrás era demencial para ella. Luego me echaron con mi disfraz al salón, y se quedaron unas 2 horas vistiéndose y preparándose.

Mi disfraz era tan simple como idóneo, de salva vidas, con un bañador rojo a juego con una chaqueta abierta del mismo color, con solapa, muñequeras y cintura de color azul oscuro,  y la palabra socorrista en el culo. Entre mi aspecto, el tono moreno de mi piel y un físico mejorado  de 2 meses de sexo descontrolado, hasta me veía guapo, además el bañador era ceñido e iba marcando paquete, cosa que ahora me gustaba, y me compré una lata de rescate como las que llevaban en la famosa serie de vigilantes de la playa. Empezó el carrusel, no me habían dejado ver sus disfraces, esperaba algo descocado, tampoco es que se pudieran poner 20 capas de ropa y complementos con el calor que hacia, rondábamos los 25º de noche, así que iban a ser ligeros y alegres, pero no me esperaba aquello.

La 1º en bajar fue Sara, iba disfrazada de militar, obviamente sexy, no de campaña, con un vestido palabra de honor ajustado,  de largo  hasta las rodillas de forma recta,  color caqui, y una chaquetilla del mismo color,  abierta y  corta en los hombros, con manga larga,  como   un sombrero ovoide coronando un recogido serio en su pelo rubio, y zapatos negros,  con los tacones color rojo, del mismo rojo que finas líneas  en el vestido,  chaquetilla y sombrero, con 3 estrellas doradas en línea vertical desde su pecho a su ombligo y otras 2  horizontales en el sombrero. Destacaba su cadera y se pegaba bien a su trasero, con un escote agradable pero no exagerado. Y solo con un pintalabios rojo fuego.

La 2º en aparecer fue Sonia, iba de Jasmine, con un conjunto azul cielo de 2 piezas, la parte de arriba era un desafío a  sus senos, apenas  ocupaba el espacio de un sostén, salvo por unas tiras transparentes en los hombros, con la tela apretada sujetando sus pechos y un escote avasallador, una línea amarilla rodeándola por debajo de los senos con chapitas doradas colgando. Ya no había más tela hasta muy por debajo de su cintura, un pantalón de tiro bajo por sus caderas, de azul cielo igual pero totalmente vaporoso y transparente, dejando ver que iba con un culotte del mismo color y todas sus piernas de forma clara, con un cinturón fino de chapitas de la danza del vientre que le caía de forma diagonal, y tacones amarillos. Se hizo un leve recogido por detrás pero el resto del pelo largo caoba caía llegando a  su cintura. Apenas una sombra de ojos resaltado su color verde, un pintalabios rosa pastel, y  se había comprado una lamparilla de aceite de juguete.

La 3º en discordia fue Marta, iba de policía, o como nos gustaría a los hombres que fueran las policías, con un vestido negro  de 1 sola pieza palabra de honor, casi un corsé que terminaba en una serie de minifaldas ondulantes una encima de la otra, con líneas amarillas,  una placa de policía en un pecho, y gorra de policía encima de un peinado simple, se había despejado un lado de la cara echándolo todo para su espalda y el otro lado de la cabeza, con medias de rejilla de “putón” hasta medio muslo dejando unos 15 centímetros de distancia con la minifalda, y zapatos dorados con algo de tacón. Solo se había perfilado los labios ligeramente y un poco de sombra de ojos apenas perceptible. Se compró unas esposas de atrezzo que llevaba en una muñeca, y una porra de plástico.

La 4º me dejó en el sitio, fue Vanesa, iba de marinera, por decir algo, con un disfraz de 2 piezas, arriba era apenas un top deportivo azul reflectante con mangas hasta el inicio del antebrazo y anudado en el escote con un lazo rojo, solapa blanca a juego con un sombrero típico del mar encima de su espesa cabellera llena de rizos,  y unos zapatos de tacón igual de blancos. Con un escote estudiado al milímetro, apretado y rebosante sin resultar estridente, también sin nada de tela desde debajo de los senos hasta la parte de abajo, que era un short azul del mismo tono que arriba, pero ni siquiera llegaba a ello, era tan ajustado y pegado a su piel que estaba a caballo entre un pantalón corto y una prenda intima, con 4 botones metálicos formando un cuadrado en la parte delantera. Sin nada de maquillaje con sus gafas de pasta y sus ojos azules penetrantes.

No pude evitar acercarme  ella y besarla mientras recorría su cuerpo, si llegamos a estar solos la arranco esos 2 trapos y me hubiera vuelto loco con ella,  lo mejor es que me lo leyó en los ojos, se ruborizó de cómo la miraba, y ella no se ruborizaba con  nada.

Por fin bajó la 5º, mi madre, que eligió algo en principio inocente,  caperucita roja, con su caperuza con capucha y capa larga hasta al suelo anudada al cuello, de un color rojo brillante, un corsé negro  transparente salvo los senos, dejando brazos, hombros, espalda y escote al aire,   una falda con vuelo negra que comenzaba en su cintura apretada pero se holgaba hasta caer como una minifalda, con medias de rejilla menos llamativas que las de Marta,  a medio muslo igual que mi hermana, dejando esa divina separación hasta el final de la falda, pero  ligueros visibles, con zapatos negros de tacón de aguja. Un rojo fuego pasión en los labios y colorete en las mejillas, sin esmerarse en su peinado ya que con la caperuza se le estropearía.

-CARMEN: jajaja que monas vais todas.

-SONIA: gracias, espero que si froto mucho me lleve a algún genio a casa jajaja – acariciaba con exageración la lamparilla de aceite de juguete.

-MARTA: ¡que burra jajajaa!

-SARA: déjala que disfrute.

-VANESA: de eso me ocupo yo, tengo ganas de bailar y Samuel me ha dicho que Sonia se mueve muy bien.

-SONIA: jajaja pues será genial, si 2 tetas tiran más que 2 carretas, imagina estas 4 jajajaja  – le cogió del pecho a Vanesa que hizo lo mismo con ella, la cosa se desmadraba,  me acerqué a mi madre y la rodeé con el abrazo por los hombros, no la tuve ni que decir nada.

-CARMEN: será divertido, pero tengan cuidado.

-YO: eso es, vamos a bailar, y reírnos, pero no quiero borrachas salidas ni capullos que salgan a escondidas en mi casa, que quede claro, eso se acabó – hubo alguna cara de lastima, pero con las ganas que tenían de salir aquello no las iba a detener.

Me pasé lo que tardamos en cenar  pegado a Vanesa, recibiendo consejos que no escuchaba por que me perdía entre su escote apretado, sus cruces de piernas y sus ojos azules, lo único que entendí es que no me separara de mi madre, tal como iban todas eran peligroso dejar sola a ninguna, pero mi madre tenia  prioridad.

Nada más  salir a la calle y echar a andar ya las silbaron un par de veces, y según nos acercábamos a la discoteca el fluido de gente era continuo, muchos disfrazados ya que así te ahorrabas la entrada. Cogí a mi madre de un brazo y a Vanesa de otro, con miedo a que me las quitaran, dejando que Sonia, mi hermana y mi tía, andarán  delante de nosotros alegrándome la vista, al igual que todos los que nos miraban. Incluso Sara, que por decirlo de una forma, iba la más formal, se paraba a saludar como una soldado profesional a otros que iban de militares, lo que la ganó varios seguidores que se pasaron todo el camino haciéndola reír.

Llegamos a la discoteca, que estaba a rebosar, tardamos media hora en pasar la cola, y ya era la 1 cuando llegamos a la barra, pedimos una copa que pagué a cada una, ninguna tenia donde llevar cartera y solo llevaban el móvil haciéndose fotos unas a otras, solo yo llevaba dinero,  así me aseguraba que no bebieran de más, aunque ya había 3 tíos invitando a Sonia y Marta, que de una sola mirada que me echaron, les dijeron que no y volvieron a mi lado. Formamos un corrillo en un lateral y nos pusimos a bailar de forma escueta, la cantidad de gente no permitía más. Trataba de darle su parte de protagonismo a cada una, para no desmerecer a ninguna, me puse en el centro e iba rebotando de una a otra.

Pasó el tiempo y entre risas y bailes la cosa se iba calentando, Vanesa cumplió su parte y se estaba ganando a Sonia, no se separaba de ella, bailaban de forma caliente y sensual, como un juego, pero de vez en cuando Vanesa la susurraba algo que lograba que Sonia se estremeciera. Verlas con tan poca ropa una contra la otra llamaba la atención,  y no solo la mía, un grupo de 3 chicos a su lado se las comían con los ojos. Si bien ellas me preocupaban, por Sara y Marta no tenia motivos, ambas habían formado su pareja sin necesidad de echarlas una mano, de echó Marta se esposó con Sara, y jugaba a detenerla, golpeándola en el culo con la porra de plástico, empecé a pensar si mi hermana  era lesbiana o solo se dejaba guiar por mi tía, pero eso ya lo dejaría para más adelante. Por ahora me centraba en mi madre, en no separarme de ella lo más mínimo.

Mi madre estaba feliz de tenerme para ella, se movía con ritmo jugando con la capa, regalando poses que encenderían  a cualquiera, se bebió la copa en nada, y se dedicó durante una hora a trastear conmigo, a acariciar mi torso con sus manos, ha dejar que el vuelo de su falda me hipnotizara, o abrazándome mientras no dejaba de mover sus caderas. La rodeé por la cintura para atraerla a mí, y le daba besos en la mejilla,  largos y sonoros.

-YO: ¿te lo estás pasando bien?

-CARMEN: si jajajaja ¡bailas mejor de lo que esperaba!

-YO: ¡pues anda que tú!, mueves el culo que da gusto – abrió la boca sorprendida del piropo.

-CARMEN: ¡jaja muchas gracias!, aunque mirando como se mueve Vanesa con Sonia……. me siento en desventaja jajaja – no era para menos, estaban dando un espectáculo que no pasaba desapercibido para cualquier varón, algunos se acercaban pero Vanesa les daba calabazas.

-YO: para nada, eres preciosa, y te mueves muy bien, cualquier hombre soñaría estar contigo y papá es un imbécil por irse – sonrió abrumada.

-CARMEN: jajaja que osado, no hables así de él, es que es de otra época, y estas cosas no le gustan.

-YO: pero a ti si, y debería hacerte feliz.

-CARMEN: tal vez….me alegro de que se fuera, así puedo divertirme contigo, hijo.

-YO: hoy no soy tu hijo, soy tu hombre – se sonrojó al rodearla por la cadera y pegarla a mi, sintiendo mis manos peligrosamente cerca de su trasero y mis labios rozándole la oreja al besarla en el cuello, me rodeó con los brazos por la nuca y por instante la sentí aguantar la respiración.

La cosa marchaba, mi madre no mostraba ningún desprecio por aquellas caricias, y cada vez que la hacia sonreír se acercaba más a mi. Había perdido un poco de vista a las demás para que se sintiera segura en mis brazos, ya pensaba que solo con no separarme de mí madre pasaría la noche y no tendría que acostarme con ella, fue un error, y desencadenó todo.

Pasado un buen rato en que la invité a la 2º, y última copa, se la estaba bebiendo cuando escuché un tumulto, ese cambió de entonación en los gritos tan evidente que diferencia la fiesta de un problema, cogí de la mano a mi madre y nos aceramos, al apartar a la gente vi a los 3 chicos de antes acosando a Sonia y Vanesa, esta vez ni las palabras tajantes de Vanesa les alejaban, 1 de los chicos estaba muy borracho, se le veía al moverse, y se pegaban a ellas metiéndolas mano, mientras Sonia se resistía levemente al borracho, Vanesa soltaba zarpazos cuando una mano bajaba a su trasero, o le hacia la cobra a otro que intentaba besarla.

-VANESA: oye guapo, por que vas a meter mano a tu padre – otro manotazo.

-CHICO1: eres tú la que has venido así vestida, ¿y esperas que me crea que no quieres que te metan mano? – la volvió a coger del culo.

-SONIA: déjala, tiene novio – huía como podía de las manos del otro chico, que buscaba sus senos, se las cogía y las bajaba a la cintura.

-CHICO2: ¿y te deja salir así de guarra? ¿Donde está ese calzonazos? jajajaja

-VANESA: ¡que me sueltes, joder! – le dio un empujón que no bastó para sacarse sus manos de encima.

-CHICO1: ¡mira como pelea la marinera!, ven aquí que te voy a dar un buen remo para que agarres – la cogió de una mano y se le llevó al paquete, Vanesa le debió coger de los huevos y estrujarlos por que el tío se retorció y la soltó doblándose.

-VANESA: ¡con esa mierda de remo no llego ni al agua! jajjajajaja – Sonia se reía y el orgullo del chico se vio herido, la cogió de una muñeca para pegarla a él y levantó la mano con ánimo de pegarla, pero no llegó ha hacerlo, se la cogí en el aire.

-YO: ya estáis soltándolas, son mías.

-CHICO1: ¿y tú quien coño te crees que eres?

-VANESA: ¡es mi novio, pedazo de gilipollas!

-CHICO2: ¡coño, el calzonazos!

-SONIA: ya quisieras tú ser tan calzonazos como él jajajaja

-YO: suéltala de una vez – la dejó de agarrar la muñeca pero no la soltaba del trasero,  pese a los esfuerzos de Vanesa.

-VANESA: ¡suéltame el culo! - en uno de los manotazos le dio en la cara, lo que no le gustó nada, pero una vez libre Vanesa se puso detrás de mi y de un tirón rápido Sonia se puso a mi lado.

-CHICO1: ¡eh! quédate a tu novia, pero la rubia lo estaba pasando bien ¿verdad? – miré a Sonia que se reía diciendo que no.

-YO: creo que os tenéis que ir a buscar a otras - le solté el brazo que tenia agarrado.

-CHICO2: está bien, no pasa nada, ya nos vamos….- por un instante pensé que se había acabado, se iban.

-CHICO1: si…...pero controla a la guarra de tu novia, no la dejes ir así vestida o te la podrías encontrar follando con 4 jajajajajaja – ya me había dado la vuelta pero me paré en seco.

-VANESA: ¡no!,  déjalo, no pasa nada, es solo un bocazas….- tiraba de mi brazo pero no podía  moverme.

-SONIA: ya está, ¡son unos capullos!, no vale la pena.

-YO: retira eso – al darme la vuelta se quedaron petrificados.

-CHICO1: ¡mira al calzonazos!, ¿te crees que estamos en el medievo? ¿Vas a defender su honor o algo así?, ¡si va como una guarra se dice y no pasa nada!

-YO: va como quiera ir, y no por ello tienes derecho a meterla mano o insultarla, así que pídela perdón – sentía las manos de Vanesa en mi brazo apretándose fuerte.

-CHICO2: no pasa nada tío, vámonos….-  trataba de llevarse a los otros 2, el borracho se iba con él, pero el tipo que insultó a Vanesa no cedía, y ninguno  apartábamos la mirada.

-YO: ¡no os vais hasta que la pida disculpas!

-CHICO1: ¡pues espera sentado! – me acerqué de un paso largo y me encaré con él.

-YO: prefiero partirte la cara ahora – apretaba con un puño la lata de rescate  de socorrista, a punto de estrellársela en la cabeza, quizá lo hubiera a hecho si no aparece Vanesa.

-VANESA: ¡no, por favor, déjalo, otra vez no, al último le mandaste al hospital! – al oír eso me confundí, pero mantuve mi pose, la que se derrumbó fue la del chico, que la miró tratando de saber si decía la verdad, y luego a mi, que tenia fuego en los ojos.

-CHICO1: ¡vale!, mira…- se acercó a Vanesa - ….he bebido de más, te pido perdón….. ¡¿vale?,  ¿ya está?! – alzó la manos y se alejó con sus 2 amigos, no aparté la vista de ellos hasta que se fueron bien lejos, Vanesa me cogió de la cara y me serenó, estaba igual de tenso que el día que pegué a Jaime.

-VANESA: ya…….respira…...recuerda la orilla y el mar…….respira y suelta el aire……- la miré a los ojos y  el azul fue templándome los nervios.

-YO: ¿estás bien? – me miró con una leve sonrisa rara.

-VANESA: claro bobo, no es la 1º vez que un listo se pasa de la raya conmigo….no puedes ponerte así cada vez que algún imbécil me insulte.

-YO: no voy a  permitir que nadie hable así de ti.

-VANESA: mira que eres anticuado, no puedes ir de caballero de reluciente armadura, podrías salir herido, y menos por mí.

-YO: me da igual, eres mi chica, y si no te defiendo yo, ¿quien lo hará?

-VANESA: ¡DIOS! ¡Eres un……..cabezota! – me besó con ternura después de agitar las manos de los nervios, la abracé serenándome, y quedándome con ella unos minutos.

-YO: ¿por que has dicho eso?, no he mandado a nadie a un hospital…..

-VANESA: pero eso él no lo sabia, “ganar la batalla antes de que empiece”, ¿recuerdas? – la acaricié el rostro con su bella sonrisa traviesa.

-YO: no sabes cuanto te quiero.

Fue como encerrar a un perro rabioso, el tacto de su piel, sus caricias y jugar con su pelo rizado me devolvían a un estado de tranquilidad que no conocía sin ella. Me movía a su ritmo mientras bailábamos de forma pausada, con Sonia a mi espalda sin separase demasiado.

-VANESA: hey, ¿y tu madre?

-YO: no sé, ¡mierda!, no la he visto desde hace un rato.

-VANESA: ¡joder Samuel!, no tendrías que haberla dejado sola……vamos a buscarla.

Tardamos unos minutos en encontrarla, de hecho vimos a Marta y Sara pegándose el lote ellas solas, pero no había tiempo para pensar en ellas,  vimos a mi madre en la barra, siendo cortejada por un moreno alto y guapo, Vanesa me besó y me dijo que me la llevara a casa,  a la fuerza si era necesario, y me enfadara con mi madre, que ella ya se ocupaba de Sonia y las demás. No seria difícil, apenas 10 minutos sola y ya se estaba buscando a otro, me acerqué furioso y  cogí de la mano a mi madre, que al verme se le esfumó la sonrisa.

-YO: ¿que haces?

-CARMEN: nada…es solo que este chico me ha visto con la copa vacía…..y me quería invitar a una…….

-YO: ¡dios mujer!, ¿es que no puedes evitarlo? Nos vamos a casa – de un tirón ya la tenia siguiéndome.

-CARMEN: perdona, no quería ofenderte, solo es que……- no la escuchaba, salimos de la discoteca y todo el camino a casa lo hicimos en silencio, con ella tratando de seguirme los pasos con sus tacones de aguja, y la capa al aire de la velocidad.

Al llegar a casa la dejé en el salón, se quedó de pie con la mirada baja y huyéndome la vista, me crucé de brazos delante de ella,  solo dejaba que la vergüenza la minimizara. Tenia que enfadarme con ella, y ya era evidente que mi madre ansiaba más que rudeza de mi, así que casi lloro al ponerme mi escudo mentalmente, aquella fachada que detestaba, pero tan necesaria.

-YO: ¿se puede saber que te pasa?

-CARMEN: nada…..es que te fuiste con Vanesa……el chico apareció……y….. ¡Dios!….- casi se echa a llorar.

-YO: tenía que defender a mi novia, te dejo sola 10 minutos y ya estabas buscándote una polla que montar ¡¿Es que no tienes limite? ¡

-CARMEN: lo siento…….llevaba mucho sin beber y….- la encaré silenciándola.

-YO: te has bebido 2 copas de mierda, te he visto meterte botellas enteras, no estás borracha, ¡estás salida!

-CARMEN: ¡pues claro que lo estoy! Tu padre no está, has echado a Jaime y asustaste a Joel, ¡estoy…….. sola!,  escuchando como noche tras noche le haces el amor a Vanesa,  y como Marta ha caído a los encantos de Sara, como caí yo…..encima tu te comportas así, y yo no puedo más, estoy ardiendo y no puedo calmarme, lo he intentado pero…..

-YO: ¿el consolador que te compraste? – se puso roja,  todavía más.

-CARMEN: si…..lo vi tan grande y tan llamativo que pensé que…….pero ni así, yo necesito un hombre en mi cama Samuel, sentir su piel, su aliento y su calor, sus caricias y su miembro duro dentro de mi, si no me…. me vuelvo loca….me has ayudado a quitarme a esos hombres de encima pero no  puedes darme lo que necesito.

-YO: ¡estás enferma! – del gritó retrocedió hasta casi tropezar, pegándose a una pared de espaldas, la apuntaba con un dedo a la cara, pegándome a ella.

-CARMEN: ¡no!….solo ……..solo soy una mujer que necesita un hombre Samuel, por favor…..no me mires así…..- trataba de cogerme la cara para calmarme, pero no se atrevía a tocarme.

-YO: ¿necesitas?, ¿es lo que necesitas? ¿Es esto lo que necesitas? – metí mi mano por debajo de su falda y sentir la tela de su tanga.

-CARMEN: ¡NO! ¡Para Samuel, soy tu madre! – se bajó la falda apartando mi mano.

-YO: acabas de decir que eres una mujer, y necesitas un hombre – volví a meter mi mano y la empujé contra la pared.

-CARMEN: ¡pero no a ti! - hacíamos fuerza uno en el brazo del otro, yo para acariciarla y ella para sacar mi mano de entre sus piernas.

-YO: no finjas que ahora te importa, desde que empezó el verano te he estado metiendo mano, y tú a mi, hemos jugado a autenticas barbaridades, me has hecho pajas y me he besado cada centímetro de tu piel, te he visto follarte a Jaime y a Joel, y tu a mi con Vanesa o  Sonia,  y Sara  te habrá dicho como la hago vibrar.

-CARMEN: ¡no era eso!…solo jugábamos,  por favor no me hagas esto – mis dedos apretaban su tela intima y notaba su calor y su humedad, sus manotazos seguían firmes, pero sentía que realmente necesitaba caricias.

-YO: ¿juegos? Aquí  se acabaron los juegos, soy tu hombre de aquí en adelante, y si necesitas un polvo….. te lo voy  a dar – tembló al oírlo, posó sus manos en mi pecho alejándome,  mordiéndose el labio excitada.

-CARMEN: Samuel, para…….me……..me estas haciendo polvo…….te comportas así y me asustas…..no está bien….- comencé a besarla por el cuello cuando ya le acariciaba con toda la palma en su interior.

-YO: no voy a  dejar que nadie más se meta entre tus piernas, y no puedo vigilarte 24 horas, así que esto ha de ocurrir – la cogí del culo con la otra mano,  y la besaba por el pecho sintiendo como se apartaba, entre la negación y el deseo.

-CARMEN: no…….suéltame….por favor……- la daba besos cortos en la cara mientras ya no forcejeaba tanto, en uno de esos manotazos me acarició la nuca y me besó en la mejilla -… déjame, déjame o no podré parar…..- la solté el culo y la cogí del pelo, llevado por la excitaron la besé en la boca, sentí su repulso inicial, pero según mi mano la acariciaba comenzó a  devolveremos, a gustarle como la tocaba y a darle igual todo.

-YO: te deseo, eres preciosa y se que tú me deseas.

-CARMEN: pero no está bien…….- levantó una pierna para que se la cogiera mientras cerró los ojos y me apretaba contra ella.

-YO: tu cuerpo me dice otra cosa……- se abrió de piernas para dejarme apartarla el tanga y sentir sus labios mayores quemándome los dedos -… pero dejaré que decidas, me voy a  tu cuarto a hacerme una paja, por que yo no puedo más, te quiero allí en 3 minutos, si no vas lo entenderé, pero quiero que sepas que no tendrás a nadie más, me voy a pegar a ti día y noche.

Al separarme se venció sobrepasada, se bajó la falda y se recolocó todo en su sitio algo mareada, me fui a su cuarto y me desnudé, la tenia tan gorda que pensé que me iba reventar, con las venas tan marcadas que eran estrías. Me  estuve masturbando tan fuerte que me dolía, quería acabar y evitar que mi madre apareciera, o estaba muy excitado, no lo sé, confundido esperaba que no ocurriera nada, pero mi madre entró por la puerta con la mirada en el suelo.

-CARMEN: estoy aquí – cerré los ojos y supe que ya no podía evitarse.

-YO: ya te veo – me puse en pie y me miró acalorada, me acerqué con mi rabo tieso cabeceando y desaté el nudo de su caperuza, que cayó al suelo a plomo.

-CARMEN: estoy loca, pero lo……… lo necesito, necesito  que me folles………no lo soporto más – la separé las manos y la hice abrazarme, mientras la cogí del culo levantándola la falda.

-YO: yo tampoco.

De un tirón me la subí encima, me rodeó con las piernas y me acarició la cara unos instantes antes de besarme, fue extremadamente excitante probar sus labios de esa forma, daba cortos tirones con sus dientes al separase, y metía su lengua con firmeza. Mis manos amaban su trasero, mientras mi miembro se balanceaba en sus muslos, me giré recostándola en la cama y cayendo sobre ella.

CARMEN: ¡dios…quítame esta mierda, que me está ahogando! – trataba de desabrocharse el corsé, la deshice los nudos a su espalda, tirando de su escote se lo saqué dejándola con sus pechos al aire, y sus pequeños pezones a mi disposición, los lamí y   gimió acariciándome el pelo.

Mi mano levantó su falda y ella se abrió con las rodillas encogidas para dejarme meter la mano por dentro del tanga, al sentir mis dedos se estremeció y cerró las piernas en un último gesto de repulsa, pero la separé  de nuevo, y ya no hubo nada que pudiera pararnos.

No se cuanto me pasé masturbándola y sintiendo como mojaba mis dedos mientras no dejaba de besarla en el cuello, el pecho y sus senos, su temperatura subió, sentí su piel ardiendo y quise penetrarla, pero recordé a Jaime su 1º día y como se quedó, debía atrasarlo. Así que la dejé de masturbar y me puse a su pies, levantándola las piernas y tirando de su tanga, abriéndola al máximo, besé sus piernas lentamente hasta llegar a la cara interna de sus muslos, y poco a poco alcancé la abertura por la que nací, fue raro pensar en eso antes de chupar uno de sus labios mayores y oler su necesidad.

-YO: ¡que buena estás!

-CARMEN: hijo mío……..por favor – no se que pedía, pero hundí mi legua en ella, soltó un gemido dulce apretando sus muslos contra mi cara.

Me cogió del pelo apretándome hasta hacerme daño, lamía y chupaba  jugando con mi lengua en su clítoris,  se tensaba por momentos, llegando el instante  en que metí un dedo en ella, y se retorció acariciándose los senos. Sin dejar de penetrar con el dedo, lamía sin descanso su clítoris,  llegó a temblar antes de gritar descontrolada en un orgasmo rápido que la cambió de posición.

-CARMEN: uffffffffff, si que te ha enseñado bien la tía, joder, uffffffff ven aquí – me tumbó boca arriba y me montó a 4 patas besándome desenfrenada, dejando que mi miembro duro se frotaba con su ombligo y su falda colgando.

Se pasó un minuto sacándome el  aire de los pulmones y cogiendo mi erección entre sus manos, masturbando lentamente. Me descabalgó tumbándose de lado encima de mí dándome la espalda,   agarrándomela con ambas manos. No iba a darla ventaja,  la abrí de piernas para acariciarla su pubis, cosa que agradeció con cortos lametones a mi miembro, se reía antes de tratar de metérsela en la boca, comenzó dando pequeños besos hasta que abrió los labios chupando la punta del glande, midiendo el punto máximo donde podía alcanzar,  sentí la tensión en sus labios al abrirse,  y como ladeaba la cabeza para hacer fuerza y llegar a meterse el capullo entero y parte del tronco, dejando resbalar sus labios al separarse, lo hizo unas cuantas veces,  sin dejar de sentir mis dedos en ella.

-CARMEN: ¡MADRE MIA! jajaja es más ancha que la de Roberto, o al menos a él no se le pone así desde antes de que nacieras, me duele la comisura de los labios jajajajaja.

Empezó a masturbar con ritmo mientras lamía de lado aquella monstruosidad que por lo visto tenia entre las piernas, se giró para meterse entre las mías,  y tuve un 1º plano de mi madre comiéndome la polla, pajeando con una mano mientras me la llenaba de babas y las sobria de nuevo. Me gustó que se la sacara de la boca y se golpeaba la cara con ella, fue un detalle muy profesional,  y cuando se dedicó a chuparme la base y lamer mis huevos casi me desmayo, tenia que pararla. Me alcé para tumbarla boca arriba, le rompí el cierre de la falda al sacársela y le quité las medias de rejilla junto con los zapatos, quedó desnuda  ante mi, rogándome que la penetrara, se lamió los dedos y se masturbaba preparándose.

-CARMEN: no esperes, necesito que me folles, demuéstrame que eres mejor que tu padre – me confundió su frase, pero no era suficiente como para descentrarme.

La aparté su mano y masturbaba yo, metiendo ahora 2 dedos  buscando su punto G, acelerando al escuchar un chapoteo claro al verla gemir y revolcarse al sentir otro orgasmo que la dejó medio ida. Entonces apunté a su entrada, y golpeaba con mi tranca en su pubis, antes de apretar la punta y sentir como iba penetrándola lentamente. La realidad es que fue sencillo, la que más de todas de aquel verano, sin darme cuenta ya tenia la mitad dentro y solo unos gemidos leves salían de ella, me acerqué con cuidado y di una estocada final, eso si lo sintió, se alzó abrazándome con un grito apasionado, aquello la dejó mansa, la cogí del culo y la tenia en el aire apoyada en mis piernas con sus muslos y la sacaba despacio para ir dando fuertes golpes de cadera que la hacían volver a gritar, una vez tras otra hasta que ya no gritaba, gemía.

-CARMEN: ¡JODER…SI……..ASI SI……QUE GRANDE…….DIOS, FÓLLAME!

No la hablaba por no estropearlo, pero ansiaba decirla unas cuantas cosas, algunas buenas, y otras malas. Lo que hice fue dejarla en la cama otra vez y vencerme sobre ella para besarla, sin dejar de mover la cadera con gesto amplio, me rodeó con una pierna y la otra se la sujeté para tenerla de agarre, aumentando el ritmo paulatinamente hasta verla moverse a mi compás. Fue glorioso para que negarlo, le entraba y le salía con facilidad pero notaba que no bajara su excitación, me clavó sus uñas en la espalda y  se contraía con cada penetración.

Estaba cansado y veía que ni había empezado, me giré sobre la cama para ponérmela encima, y tomar un respiro, dejando que ella cogiera el timón, lo que fue un desastre, empezó a cabalgarme como no había sentido a nadie, su cadera iba a una velocidad que me mató, percibía su culo en mis manos temblar de la velocidad. Comencé a dar golpes de cintura cuando bajaba la suya para compensar su arranque de pasión, la hizo ponerse a 4 patas y mirarme con gesto de perversión, le estaba encantando como la follaba su hijo. Planté lo pies y fue una pelea demencial entre ella y yo. Había momentos en que parecía que la ganaba la mano,  pero otros en que me mataba, la sacaba de ella y frotaba su clítoris con mi glande, mientras lamía uno de sus pechos, cuando podía la volvía a penetrar  retomando el pulso y en una de esas hacer que se estremeciera arqueándose con gestos cortos y rápidos de cadera.

-CARMEN: ¡que bien lo haces!, ni el maldito Joel  me dejaba así.

-YO: puffff me voy a correr…- sonrío y me besó con dulzura, para quedar a la altura de mi oído.

-CARMEN: métemela hasta que me salga por la boca – la solté una azote furioso de lo caliente que me puso, escuchar a la timorata de tu madre decirte eso deja huella.

Arranqué la moto y di todo durante unos 5 minutos en que no hubo pelea, fue una masacre, mi madre se derritió otra vez antes de sentir como soltaba mi cargamento en su interior. Se quedó tumbada encima mía extasiada, sin aire, sonriendo y sin levantar la mirada, la abracé con ternura, sintiendo como me deshinchaba, y como de ella salía un goteo constante de fluidos. No sabia que hacer, así que dejé que ella decidiera.

-CARMEN: ¡eres increíble!, jajajaja sabes que hacer con un mujer en la cama jajaja.

-YO: eso me han dicho.

-CARMEN: puffffff no ha estado nada mal jajaja, pero yo necesito más – se puso agachada a lamer y jugar con mi miembro un buen rato, no tardó en ponerse como una estaca y volver a montarme como antes.

-YO: ¡joder, eres insaciable!

-CARMEN: ¡lo sé, pero tú me llenas, maldita sea, me vuelves loca!

Apretó el ritmo de su cadera y dio un festival, se movía sin parar deleitándome con su cuerpo, cada vez que bajaba ella daba un giro de cadera rápido antes de subir, me sentí estúpido y sobrepasado por unos instantes, me rehice y la cogí de los senos, se los besaba y chupaba, tirando de sus pezones con los dedos y haciéndola sonreír agradecida. Terminó provocándose ella sola otro orgasmo de cómo me estaba montando, se derrumbó de lado dándome la espalda y me pegué a ella, abriéndola de   una pierna y penetrándola desde atrás. La acaricia el clítoris sin descanso mientras el vaivén la estaba matando, me arrodillé para tener mejor posición sin cambiar su postura y ahora si la oía soltar gritos cortos agudos apretando las sabanas con sus manos, la atraía hacia mí al dar cada golpe de pelvis, sin dejar de acariciarla, eso lo tenía claro. Fueron 1 o 2 orgasmos los que la sacudieron, extasiada rodó hasta ponerse encima mía de espaldas, conmigo tumbado boca arriba, sentada en mi vientre, se abrió de piernas y me la cogió para penetrarse otra vez, puso sus pies en el colchón para terminar lo que empezó, subía y bajaba con velocidad, con una mano la ayudaba en el culo pero la otra seguía masturbándola sin cesar.

Lo sentía en su cuerpo, la estaba sacando de quicio, y al siguiente orgasmo gateó por la cama echa un harapo, pero no iba a dejarla respirar, era un todo o nada, la tumbé boca abajo y me arrodillé en sus piernas, metiéndosela de un tirón abriéndola las nalgas. Estaba implorando que siguiera cuando la sacudieron otros orgasmos cortos y continuados. Estaba haciendo flexiones encima suya para metérsela hasta el fondo, me sentía mareado y sin fuerzas, sin saber como seguía percutiéndola. Mi madre estaba mordiendo la almohada cuando bajé el ritmo, y pudo salir de debajo de mi cuerpo.

La cogí de la cadera y la hice abrazarme de cara, montándomela encima, estando en las  rodillas sobre la cama, me rodeó con brazos y piernas el sentir como me introducía en ella, y mis dedos jugaban en su ano, uno de ellos entró en aquel apretado agujero cuando ya se le metía entera,  se descolgó  un brazo de mi nuca y su cuerpo ondulaba usándome como una barra a la que se agarraba. Sus alaridos y gritos eran escandalosos cuando se acercaban aquellas pequeñas explosiones de sensaciones que sentía en su interior, y que al llegar la hacían vibrar pegándose a mi pecho, una tras otra se hacían menos espaciadas en el tiempo, llegando el momento en  que iba casi a una por minuto y no lo soportó más.

-CARMEN: ¡JODER, SIIIIII, ME CORRO, DIOS MIO, ME CORRO, DIOS MIO, JODER! – lo repetía sin parar, soltaba un río de fluidos echando la cabeza hacia atrás, y continuaba gritando haciendo fuerza contra cada embestida hasta la siguiente vez que se vaciaba.

Me costó aguantar su ritmo,  casi me desmayo y la cabeza me daba vueltas,  pero logré mantenerme de forma tan animal, dando botes altos haciéndola caer a plomo,  que mi madre tuvo otro orgasmo final al sentir como le volvía a llenar de semen, gocé sin desearlo, y sentí un temblor   leve y cansando en nuestros cuerpos. Me derrumbé encima de ella sin aliento, de forma  que solo pudo acomodarse y soportar mi peso, sentía mi pecho chocando con el suyo para respirar, notando pequeñas convulsiones en su cuerpo. Con mi último gramo de energía,  me aparté  tumbándome a su lado, y mi madre  serpenteó para llegar a mi pecho. Me quedé dormido con su cabeza apoyada en mí, y  pensando que mi padre era un cerdo afortunado, ni cuando me lo montaba con tríos junto a Vanesa y Sara me habían dejado así de roto, y él  había disfrutado de mi madre en exclusiva desde los 17 hasta los 41 años.

Dormimos mucho tiempo, y al despertarme seguíamos tal como me había dormido, la vi acurrucada sobre mi, con una mano en mi pecho y su cabeza en mi costado, su melena cayendo con gracia y con sus ojos cerrados, sonriendo sin parar. Empecé a ser consciente de donde me encontraba y lo que había pasado,  era importante que cuando ella se despertara viera aquello normal, si se horrorizaba la perdería y no regresaría a casa. La cogí de la barbilla y la besé en los labios con cariño, se desperezó devolviéndomelos, y cuando abrió los ojos me miró un segundo sin moverse, temí una espantada,  pero solo sonrió fascinada pegando su mentón al hombro.

-YO: buenos días.

-CARMEN: jajaja buenos días – la apreté contra mí hasta subírmela encima y quedar tumbada sobre mí, cogiéndola de culo,  y besándola con lengua.

-YO: me has dejado agotado.

-CARMEN: jaja, y tú a mi, no me acuerdo de la última vez que alguien me sacó de quicio, puffff la cama entera apesta a sexo salvaje.

-YO: ahora ya sabes a lo que estoy dispuesto por hacerte feliz.

-CARMEN: ¡no esperaba que fueras capaz!, pero llevo desde el 1º día que te la he visto dura deseando que me follaras así.

-YO: pues no solo eso, siempre que lo necesites avísame,  y te dejaré igual, no quiero que te toque a otro hombre que no sea yo, ¿me has oído?

-CARMEN: ¿por que voy a  molestarme? Tal y como haces el amor no necesito ni a tu padre, madre mía……. ¡que locura!

-YO: voy a darme una ducha y ver donde están las demás, tú haz el desayuno, estoy famélico – la cogí de la nuca y nos dimos un largo y pausado beso con lengua.

-CARMEN: vale.

Se rió cuando la di la vuelta y la besé en el cuello, se quedó en la cama retozando en una sabana arrugada, descolocada, manchada de fluidos y que desprendía un profundo olor a  sexo. La ducha me sentó genial, creo que necesitaba purgarme, que hubiera disfrutado no cambiaba que lo que había pasado me hacia sentir mal. Cuando salí del baño,  ella entró detrás, dándome otro beso húmedo y cálido.

Al pasar por el cuarto de Sara, la vi a ella y a mi hermana desnudas, al igual que al subir a mi cuarto y ver a Sonia boca arriba roncando,  y Vanesa a un lado despierta, riéndose de los ronquidos, al verme se puso en pie y salió conmigo a la terraza, no le importó ir desnuda y que la abrazara por detrás rodeándola la cintura, oliendo sus rizos al pasar la cabeza por uno de sus hombros.

-YO: hola amor mío.

-VANESA: jajaja hola campeón.

-YO: estoy que no puedo con mi alma.

-VANESA: pues no te creas que yo estoy mejor, me costó una hora en la disco bailando que Sonia no se llevara a casa a ninguno, y luego en la cama me ha tenido media noche entre sus pechos, ¡madre mía, que pedazo de tetas!, casi me ahogo jajjajaja

-YO: ¿y mi tía y mi hermana?

-VANESA: nos siguieron, pero ellas van a su bola, creo que a tu hermana le está gustando mucho pasar las noches con tu tía………¿tú?

-YO: mi madre es una bestia parda, ¡que mujer!

-VANESA: ¿y esta mañana?

-YO: bien, lo he normalizado todo, he evitado mencionar lazos de sangre ni  nada, como dijiste,  y parecía encantada, me ha dicho que no recordaba la última vez que la habían dejado así…..

-VANESA: ¿lo hace mejor que yo? – sonrió  dándole un tono travieso.

-YO: no lo sé, tal vez si…….pero a ella no la quiero…..solo te quiero a ti – quería y necesitaba que lo supiera, la apreté con fuerza y se rió girando su cara para besarme en la frente.

-VANESA: ya te olvidarás de mi cuando regreses a casa y tengas a tu tía, tu madre y a Sonia, y si no tardas mucho a tu hermana también.

-YO: ¿hace falta? Si mi tía la mantiene contenta……

-VANESA: ya veremos como reacciona a lo de tu madre y tú, pero muy a mi pesar creo que si.

-YO: ¿a tu pesar?

-VANESA: si…….bueno…….las demás han sido una partida de ajedrez, pero tu hermana, a ella la quieres de verdad.

-YO: no la quiero.

-VANESA: si la quieres, y un amor mucho más tierno, cariñoso  y fuerte que el que sientes por mi, la adoras.

-YO: pero por que es mi hermana mayor, es  una chica dulce y agradable, me ha ayudado mucho.

-VANESA: por eso es a mi pesar, de ella……de ella si que siento celos.

-YO: no lo entiendo.

-VANESA: ni yo…..no debería……pero si no hay más remedio……- me cogió de las manos y entrelazó sus dedos con los míos, nos quedamos un buen rato así.

Al bajar a desayunar todos manteníamos una facha de hipocresía y falsedad, todos sabíamos que pasaba y decidimos actuar como si nada. Nos dimos un paseo hasta la playa y disfrutamos del día, por un segundo me olvidé de todo y disfruté de Vanesa y su compañía. Por la tarde repasamos las fotos, se veía a los 3 chicos molestándolas, al verlas Vanesa se hizo un bola en mi pecho.

Y desde ese día pasé 2 semanas como un loco, por las mañanas iba a la cama de mi madre, y si quería dar un paseo lo dábamos, pero varios días deseaba sexo, y se lo daba, esos días no tenia para nadie más, nos pasábamos en torno a unas 2 horas haciendo el amor de una forma salvaje y animal. Si no era uno de esos días, le dedicaba ese tiempo a Sonia o Sara, que eran mucho menos……. voraces en ese aspecto. Por la noche me acostaba con Vanesa si teníamos ganas, pero me gustaba quedarme horas tumbados,  de cara, mirándonos y acariciándonos,   sin hacer nada más, hasta que Marta aparecía y nos dormíamos.

Quedaba una semana escasa para volver a casa y pensaba que todo había acabado, mi tía y mi hermana juntas, Sonia feliz de poder tener replica algunas veces, y mi madre encantada de poder desfondarse cuando lo necesitaba. Pero Vanesa me citó en la piscina,  acudí presto, pensaba que solo me quería a mi, pero al verla sentada  en el bordillo con los pies en el agua, y su mirada triste que sabia esconder,  supe que iba algo mal. Me metí en el agua y acaricié sus piernas para abrazarla y besarla, sus ojos azules a medio día podrían ser ventanas al paraíso, y esa vez estaban oscurecidos.

-YO: no me gusta tu cara.

-VANESA: que bien me conoces ya…..- me acarició la mejilla.

-YO: ¿que pasa? dímelo.

-VANESA: pensaba que ya se había terminado…….pero me equivocaba……tu hermana está pensando en no volver a casa.

-YO: ¿como? – eso no me lo esperaba.

-VANESA: lo he leído en su diario…..

-YO: ¿se lo lees?

-VANESA: claro…ya me conoces, no puedo evitar ser traviesa…….da igual……..lo he leído y se que está confusa con su sexualidad, quiere aclararse las ideas y no puede hacerlo en tu casa, bajo la supervisión de tu padre.

-YO: ¿confusa en que?

-VANESA: ¿tú que crees? Lleva 3 semanas acostándose a diario con tu tía, se de buena tinta que Sonia también se acostaba con ella antes de todo esto, tu hermana cree que es lesbiana.

-YO: bueno……..no es algo tan raro….

-VANESA: para ti, pero piensa en tu padre…..y en como se lo tomaría, tiene miedo y quiere alejarse hasta tenerlo claro.

-YO: pues que lo haga, es mayor y puede tomar sus decisiones.

-VANESA: NO, tiene que volver a casa.

-YO: ¿por que?

-VANESA: por que si……….si no…….nada de esto servirá – sonó a excusa.

-YO: ¿y que puedo hacer para convencerla?

-VANESA: lo que ya temía……un hombre como tú puede………..despejar sus dudas.

-YO: no voy a  acostarme con mi hermana para evitar que se haga lesbiana, ya tengo controlada la situación, hablaré con ella.

-VANESA: no será suficiente, tienes…tienes que hacerlo – torció el gesto, su fachada de cariño no ocultaba un profundo pesar, a esas alturas sabia que si ella me enseñó a tener un escudo, es por que ella llevaba uno, y de alguna forma yo lograba atravesarlo.

-YO: no pienso hacerlo, y menos sabiendo que te duele tanto.

-VANESA: ¡No me duele! ¿Por que debería? ¡Solo somos amores de verano, tenlo presente! – por lo que la conocía, que se enfadara así significaba que tenia razón.

-YO: ¡ya basta Vanesa!, deja de fingir que no me quieres……- quiso apartar mi mano pero me dejó acariciarla la mejilla, sentí una gota caer en mis dedos, era una lágrima que caía de sus preciosos ojos.

-VANESA: ¿por que me haces esto?………. ¡esto no tendría que ocurrir!

-YO: pero ha pasado, es real, y ya no quiero seguir siendo ese chico asustado que no dice lo que piensa, te amo Vanesa, y nada de lo que ha ocurrido, o de lo que pase va a cambiar eso….- soltó un bufido rápido.

-VANESA: eso dices ahora……- me cogió la mano y la besó en el dorso - ….tú sabrás, si quieres regresar a casa con toda tu familia tienes que  acostarte con tu hermana, no hay otra, en su diario no solo habla de sus dudas, si no que te menciona mucho,  crees que ella es tu luz, pero tú eres tierra firme para ella, sin ti se siente perdida.

-YO: ahora tengo un sol entero delante de mí, no necesito rayos de luz, si mi hermana ha decidido……- me cogió de la cabeza amagando hacerlo un par de veces, mi tozudez la sacaba de sus casillas,  pegó su frente a la mía, Vanesa estaba llorando y no quería hacerlo, pero no podía evitarlo, así que  la abracé  queriendo tranquilizarla.

-VANESA: no lo hagas más difícil de lo que es, por favor……..solo……hazlo, y pronto – me besó, con un sabor salado, y se alejó.

La discusión se repitió varios días, ella insistía y yo me negaba, discutíamos y ella lloraba por que me negaba, no la comprendía y eso me frustraba. Tanto que al final, no se como, accedí ha hacerlo, odiándome por ello, pero parecía que era lo único que la tranquilizaba. Diría que Vanesa quería que lo hiciera para que la demostrara algo, pero no sabia el qué, a  esas alturas ya sabia que ella no se la convencía con palabras, si no con hechos, y no me dejaba otra salida. Me armé de valor para hacer lo que me pedía, con la esperanza de que eso me hiciera ganar puntos de cara a su marcha inminente  al final del verano, y así ganármela de una vez y para siempre. Me acompañó hasta la puerta de Sara, donde estaban ella y Marta, era el mejor momento para meterme en su cama y acostarme con ambas, y por ende, con Marta.

-YO: no quiero hacerlo.

-VANESA: por favor……no lo compliques…….tú solo entra.

-YO: no lo haré si no quieres que lo haga.

-VANESA: ¡no quiero que lo hagas, joder!………lo…..lo necesito….. ¿vale?……tú hazme caso, entra ahí y déjala feliz, regresa a casa con tu familia y olvida que todo esto pasó – tenia que cogerla de la cabeza para que me mirara.

-YO: soy tuyo, me da igual lo que ocurra, el tiempo que pase y las circunstancias……te  amo….y si necesitas que pase esto lo haré,  por ti….-  asintió con lágrimas en los ojos,  y rostro firme.

-VANESA: por favor…..- me señaló la puerta, la besé antes de que hiciera un puchero y se alejó unos pasos.

Llamé a la puerta y me quedé mirando a Vanesa, que escondida en las sombras, me miraba de forma tan triste y solitaria que me conmovió, al abrir la puerta entré,  y al perder de vista a Vanesa sentí un enorme vacío en sus ojos.  Sara me hizo pasar, iba solo en tanga y tenia a Marta en la cama tumbada,  con un camisón de los suyos.

-YO: hola chicas, ¿que hacéis?

-SARA: nada…….aquí charlando….

-YO: ¿puedo unirme?

-MARTA: ¡NO!- miró a Sara.

-SARA: mujer no seas así, mi cama siempre os recibirá a ambos.

-MARTA: pero es que es “él”……si se entera…..- lo dijo muy bajo, como si no lo fuera a oír.

-YO: ¿que pasa?, Marta, puedes decirme lo que sea…….- Sara me acompañó hasta la cama y me senté cogiendo de la mano a Marta, Sara se tumbó en la cama con gesto sensual.

-MARTA: si quieres estar con Sara puedo irme…..

-YO: no, hoy he venido a  por ti.

-SARA: ummmmm se pone interesante.

-YO: no es eso………te noto distinta Marta, no solo por lo de Sara, te veo agobiada y pensativa, y tu no eres así, eres alegre y dicharachera,  me duele verte así.

-MARTA: jope…….lo sé, y lo siento….pero tengo la cabeza hecha un lío – la besé la mano.

-SARA: díselo…..- Marta la miró asustada.

-YO: no la mires a ella, yo soy tu hermano, ¿si no me lo puedes decir a mí, a quien se lo vas a decir?

-MARTA: mi hermano no eres tú, tú eres una versión joven y potente de papá,  si me da miedo decírselo a él, a ti me da pánico.

-YO: se que mi comportamiento ha sido raro y extraño, pero he tenido que ponerme así o esta casa se volvía una locura, pero eso ya ha pasado, en unos días volveremos a casa y esto quedará atrás.

-MARTA: es que….no se si voy a  volver a casa -   fingí no saberlo.

-YO: ¿Por qué?

-MARTA: ¡por que si!… ¿vale?……..no estoy muy segura de lo que quiero, y si voy a  casa terminaré haciendo lo que diga papá.

-YO: ¿pero que es eso que te tiene confusa? – no me lo decía, guardó silencio tirando con los dedos de la sabana.

-SARA: hija mía…- dijo aburrida - ..…pues que le gustan las mujeres…..- Marta la miró odiándola y sorprendida.

-MARTA: ¡TIA!

-SARA: merece saberlo, es tu hermano y sabes que te quiere,  antes de darle la espalda tiene que saber por qué.

-YO: no pasa nada……..te gusta acostarte con Sara, estás experimentado, doy fe de lo buena que es  en la cama.

-MARTA: no es solo ella Samuel, Sonia también, y  hace un mes me traje a una pareja y me pasé más tiempo con ella que con él, ya no es una travesura…….siento que me atraen más, y no puedo evitarlo…….me  meto en tu cama por que eres el único hombre que quiero, con las esperanza de que se me pase, de que sea una fase……pero no ocurre nada y yo…….yo pienso que seria mejor no volver a casa.

-YO: ¿y que pretendías que pasara en mi cama? – tragué saliva.

-MARTA: no lo sé…….te he visto con Sonia, con Sara, con Vanesa…….. y ahora con mamá,  creía que no te importaría, que seria una más de tu harén particular, y así me demostraría  que no era cierto….pero yo no soy suficiente para ti….- verla llorar era tan raro como enternecedor, la abracé con cariño.

-YO: eres la mujer más maravillosa que he conocido, eres guapa, lista, dulce, cariñosa y buena persona, eres la única persona que quería en mi vida, un rayo de luz en mitad de mi caos, y no iba a mancillar eso por un mal polvo.

-MARTA: ¿iba? ¿y ahora si?  – la besé en la mejilla, y cogí aire varias veces, tomando la decisión que lo cambiaría todo, la tenia delante de mi pidiéndome que lo hiciera, algo dentro de mi me pedía a gritos que lo hiciera.

-YO: no………….Marta, no, ahora tampoco…….te quiero, eres mi hermana y te apoyaré en todo lo que decidas hacer,  pero vuelve a casa conmigo, estaré a tu lado cuando hables con papá, no dejaré que te avasalle ni te intimide.

-MARTA: ¿harías eso por mí?

-YO: si, ya es hora de que maduremos, no podemos seguir siendo niños bajo su cinturón, papá ya no me da miedo.

-MARTA: eso es fácil decirlo sin él delante.

-SARA: yo también estaré a tu lado pequeña.

-YO: y mamá nos ayudará, sabe como manejarle……… pero no te apartes de mi lado, no podría soportar mi vida sin ti, pero  no voy a   decirte que hacer, eso haría papá,  ahora haz lo que creas que debes hacer,  y te apoyaré en todo, tú decides.

-MARTA: no sé…….necesito pensar, pero me alegro un montón de  que lo entiendas…- la sonrisa de mi hermana regresó -….. ¿Me dejas a solas con Sara? – la besé la mano y la acaricié la  cabeza.

-YO: claro, y no te preocupes.

Me arrepentiré el resto de mi vida salir por el balcón, fue un momento muy emotivo y me apetecía dar un paseo hasta la playa a solas, pensar en mi vida y en que todo había cambiado, nunca pensé que aquellas vacaciones terminarían así, pero  ocurrió. El niño asustando y tímido que fue a unas aburridas vacaciones familiares había muerto,  renació como un hombre fuerte y decidido.

Tenia que decírselo a Vanesa, tenia que decirla que no ocurrió nada, eso la alegraría, aunque no lo iba a reconocer, es posible que se enfadara conmigo incluso, pero en el fondo le gustaría saber que salve esa parte de mi, y que lo hice por que la amaba, si le decía todo eso seguro que se olvidaría de eso del  “amor de verano” y me querría tanto como yo la quería a ella.

Al volver a casa la busqué, habían pasado unas horas, pero no la encontré, subí a mi cuarto y todas sus cosas habían desaparecido, aquello me aceleró el corazón, la llamé a gritos,  y luego a su móvil, sonó en la mesa del salón, allí estaba el móvil,  encima de una nota en papel.

“Lo siento mucho Samuel, pero esto es más de lo que puedo soportar, ha sido irritantemente sorprendente y gratificante  como has logrado llegarme al corazón,  y no quiero que descubras que tipo de persona soy en realidad, así que me voy. Eres feliz con tu familia unida, y eso debo respetarlo, no sabes cuanto deseo quedarme a tu lado, te quiero aunque me cueste y me odie admitirlo, pero……. ¡Dios, te he mentido tanto!…….lo justo es que me vaya sin una despedida, no la merezco. Te pediría que me olvidaras, pero se que  me dirías que no puedes, y terminarías diciendo alguna frase de las tuyas, de esas que me encantan y que me derriten por dentro, acabaría quedándome a tu lado, y te mereces algo mejor que yo, lo nuestro no puede  funcionar. Así que prefiero que me  recuerdes tal como me has conocido, y espero que añores este verano con cariño, por que yo pensaré en ti cada día de mi vida.

Por favor, no me busques, ni vayas detrás de mi,  no me sigas, es mejor así.

Te doy un beso dulce y tierno, a ese chico bueno,  gentil  y amable que conocí. Por favor, no cambies, tira el escudo que yo te enseñé,   por que  quedan pocos hombres como tú en este triste y amargado mundo…….Adiós  y gracias, de corazón, por este verano.”

Me eché a llorar a mitad de carta, las lágrimas cayeron al papel,  volqué la mesa y empecé a gritar, sentí que mis alaridos no expresaban la profunda desesperación que sentí. Bajaron todas corriendo al escucharme, pero llegaron tarde, yo ya iba camino de la moto,  casi atropello a una persona al ir a la casa donde estaba Jaime, donde vivía Vanesa antes de mudarse a mi casa, Solté la moto, que se quedó dando vueltas, y entré llamándola a viva voz, Jaime apareció con una en cada brazo y le cogí de la pechera.

-YO: ¿DONDE ESTÁ VANESA?

-JAIME: ehhhhhhh tranquilo, ha venido hace  una hora.

-YO: ¡¿donde ha ido?!

-JAIME: ha sido rarísimo, se ha quedado fuera, estaba llorando, no se por qué, con las maletas y todo, ha pasado un coche negro de lujo de 5 puertas, y se la ha llevado, no se ha donde….. ¡te lo juro!

-YO: ¡JODER! ¿QUIEN LA CONOCE AQUÍ, DONDE VIVE, ALGUIEN TIENE  NUMERO DE TELEFONO? – repetí aquellas preguntas por todas las habitaciones, pero no encontré a nadie que la conociera, incluso las chicas con las que la había visto se habían ido hacia una semana, solo quedaban unas 10 personas y a ninguna le sonaba de nada Vanesa.

Cogí la moto, llevado por la rabia y la desesperación,  me metí con un ciclomotor de 49 caballos en la autovía, algo prohibido, y  le di  gas hasta recorrer 60 kilómetros,  buscando un coche negro de lujo de 5 puertas, pero me llevaban media hora de ventaja y ellos llegaban a más de 80 por hora. Inconsciente de ello no paré hasta quedarme sin gasolina, y aún así empujé la moto otros 3 kilómetros hasta la siguiente gasolinera, pero al llegar me di cuenta que no llevaba la cartera, no llevaba nada, ni el móvil….me tiré al suelo y seguí llorando, no había parado de hacerlo desde que leí la maldita nota, que también me había dejado en casa. Quería echar a correr por la carretera tras ella, pero no podía sin dejar la moto, y tenia calambres ya de empujarla. Iba a causar un accidente, casi me mato 3 veces al pasar con algo tan liviano al lado de un camión grande, no sabia que hacer y sentía una punzada en el corazón que me estaba matando.

Al verme allí tirado varios conductores creyeron que me había caído de la moto, y se mostraron amables para ayudarme, uno me dejó el móvil,  y llamé a Vanesa, pero lo cogió Sara en mi casa, ni me acordaba de que también se había dejado el móvil, la dije donde estaba y me pidió que no me moviera, que vendrían a por mi. Una señora se quedó conmigo y le conté lo que ocurría, se conmovió al oírlo, y se quedó conmigo hasta que Sara apareció con el coche con todas las chicas, me abracé a Marta y no la solté. Quería ir con el coche de Sara a seguir la búsqueda, pero ya era inútil, había pasado otra hora larga, me metieron en el coche y me eché en el regazo de Marta, llorando sin comprender nada, “¿que más podría haber hecho?”.  Ni los dedos de Marta jugando con mi pelo me calmaron, se quedó a dormir conmigo esa noche, y todas. De golpe di 4 pasos atrás y volvía a ser un niño asustado y débil, me trataban como un jarrón a punto de romperse, sin saber que ya estaba roto. Marta me decía que no podía dejarme así, y que volvería a casa, como si eso me importara en ese momento, pero se lo agradecí.

De los últimos días en la playa no recuerdo haber salido de la cama, y no hablaba con nadie que no fuera Marta. Cuando regresó mi padre para recogernos en el coche, me miró con desprecio al verme tan mal, pero me daba igual. Mi hermana trató de animarme haciendo el viaje de vuelta con ella, Sara y Jaime, pero no hubo manera. Estaba sentado atrás con Jaime, que no habló en casi todo el camino.

-JAIME: esa chica te gustaba de verdad, ¿no? lo siento de verdad tío.

-YO: tú que vas a sentir…….

-JAIME: lo sé, se que he sido un capullo este verano, pero  te miro,  y veo que esa chica era especial para ti, la traté mal, y tampoco es que me haya comportado mucho mejor con las demás, te pido disculpas.

-YO: gracias, pero llegan tarde, y no me ayuda en nada.

-JAIME: joder….ha sido duro….. ¿Sabes que hasta llamé a tu padre cuando me echaste? Le dije unas cuantas cosas y dijo que el se ocupaba……supongo que al final todo sigue su curso…

No le presté atención, fui un cadáver todo el camino, y al llegar a casa me pasé 2 días en la cama. Solo dormía y comía algo, tampoco mucho, me quedaba horas mirando el  móvil de Vanesa, las fotos que nos hicimos, los mensajes  y recordando cada instante a su lado,  anotándolo, y aquí os lo he dejado.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Depresión post vacacional, así lo llaman ahora, es esa sensación de hastío y sopor al regresar de unas vacaciones, lo que toda la vida se ha llamado volver a tu mierda de vida, pero la gente se afana en ponerle nombres a las cosas para sentirse mejor, supongo, a mi no me ayuda. Me estoy volviendo loco, y no es por que tenga que volver a una vida rutinaria y normal en todos los aspectos, si no por el hecho de que todos a mi alrededor se comportan de forma natural, como si no hubiera pasado nada en estos 3 meses de vacaciones que me he pasado en la casa de la playa con la familia, es como si un gran dinosaurio se hubiera paseado por el centro del salón  y solo yo pareciera haberlo visto,  cuando trato de hablar de ello, me evitan, se hacen los locos o directamente me ignoran. Pero casi lo prefiero, estoy destrozado por dentro.

Mi madre volvió a ser la misma mujer servicial en cuanto entró por la puerta, tratando a mi padre como a un dios, supongo que así consiguió que Sara se quedara en casa hasta que encontrara donde ir. Marta mantuvo su compostura hasta que al 2º día me dijo que iba a hablar con papá de su sexualidad, no estaba para tonterías, pero se lo prometí, y estaba  harto de auto compadecerme. Esperamos a que regresara del trabajo y nos sentamos todos juntos, me puse al lado de Marta cogiéndola de la mano.

-MARTA: mira papá, mamá,  esto me resulta muy duro, pero tengo que decir algo.

-ROBERTO: adelante, hija mía.

-MARTA: este verano me he dado cuenta de algo, o mejor dicho,  me ha ayudado a convencerme de algo……….siempre te estás quejando por que no tengo novio formal……pues bien…- cogió aire- …..creo que soy homosexual.

-ROBERTO: ¡¿como?! – solo con su tono de voz Marta me clavó la uñas, y mi madre agarró del brazo a mi padre.

-MARTA: si……bueno…..que me gustan las mujeres.

-ROBERTO: ya se lo que significa, no soy estúpido, ¿digo que como puedes hacer esto?, te vas a arruinar la vida.

-SARA: deja que se explique.

-MARTA: me siento así, y no puedo cambiarlo.

-ROBERTO: eso son cosas de críos, os pasa a todas, tu olvídate de líos, ya encontrarás a un hombre que te haga feliz y te de hijos.

-MARTA: pero papá….- la lanzó su mirada, esa que según todos sus compañeros hacia temblar hasta a los jueces.

-ROBERTO: se acabó la conversación – se puso en pié y se disponía a irse, como siempre, con la última palabra y nadie tenia derecho a decir nada, todos agacharon la cabeza y guardaron silencio, y se hubiera ido con la potestad,  como siempre.

-YO: no…………..papá, no se ha acabado – me puse en pie, él se giró dedicándome su mirada  a mi, casi me vuelvo a sentar, antes lo hubiera hecho, antes.

-MARTA: no, déjalo……….- la acaricié el pelo.

-ROBERTO: ¿como dices?

-YO: Marta está tratando de decirte como se siente, y eso no lo vas a cambiar zanjando la conversación.

-CARMEN: escúchale Roberto.

-SARA: Marta se siente así, y tenemos que aceptarlo – mi padre la culpó con un gesto señalándola con el dedo.

-ROBERTO: ¿y pretendéis que sonría y asienta ante esa desfachatez? – de golpe mi madre desapreció, como solía hacer cuando mi padre se ponía así, se dio la vuelta y se fue. Deseé que Sara dijera algo, y sobretodo,  tener a Vanesa a mi lado, pero allí estaba,  solo delante de él.

-YO: lo que pretendo es que dejes que Marta sea libre de hacer lo que quiere, somos adultos y tenemos que tomar nuestras propias decisiones, Marta no está aquí para pedirte tu opinión, te lo está diciendo, esperando que la apoyes, por que no es nada fácil decirte esto.

-ROBERTO: ¿y lo tiene que ser para mi?, Samuel, basta, esto no va a ir a ningún sitio, Marta está confundida, ya sabia yo que no era buena idea llevar a tu tía, Sara logra que las mujeres pierdan el norte, lo se bien, pero mi niña no es una burda bollera, no la he educado para que se pase su vida comiendo coños de camioneras – su forma de acercarse imponía un respeto brutal.

-MARTA: papá, eso no es así…..- se puso en pie a mi lado, casi se vuelve a sentar al mirarle a la cara, pero tiré de su mano.

-ROBERTO: ¿Y como es? ¿Acaso piensas en como me va a afectar esto? imagina las risas si se enteran en mi trabajo ¿sabes cuanto daño puedes hacer a esta familia si se difunde?

-YO: eres un retrogrado y un hipócrita de mierda…. – me salió del alma, lo llevaba guardado en mi interior desde hacia años, me sentí liberado al decírselo, y al oírmelo, hasta él se sorprendió más que yo –…. te importa una mierda tu hija, a Marta la has tratado con mimo y cariño toda su vida,  y ahora que se abre a ti  ¿solo te importa tu trabajo y la opinión de unos completos desconocidos?

-ROBERTO: esos desconocidos me ayudan a mantener a esta familia, ¡así que tenlo muy presente antes de faltarme al respeto de esa forma bajo mi techo! – oírle gritar no daba tanto pavor como que fuera la 1º vez en mi vida que le veía fuera de si.

-YO: ¿y debemos que ser tus marionetas toda nuestra vida a cambio?

-ROBERTO: mira, calmémonos…………..Samuel, antes de hacer o decir alguna barbaridad más, espero que recapacites, no se que demonios a pasado estos 2 meses allí, pero se tiene que terminar ahora, estáis en mi casa, vamos a comportarnos todos como siempre y dejar pasar todo esto…….

-MARTA: no papá, estoy harta, harta de tus apariencias y de tus mentiras, de cómo nos tratas – verme enfrentándome a nuestro padre la dio valor.

-ROBERTO: maldita desagradecida, ¿acaso te he tratado mal?

-MARTA: a mi no, me lo has dado todo, mientras fuera tu niña bonita, pero ahora que te necesito no me aceptas como soy,  a Samuel le has hecho la vida imposible, y a  mamá la has minimizado hasta ser tu criada.

-ROBERTO: por que me dan lastima, vuestra madre necesita mano dura, y  Samuel…………. es  débil y un cobarde, me deja a cuadros que tenga los arrestos de hablarme así, solo pretendía forjarle un poco de carácter.

-YO: pues enhorabuena, ya tienes al hijo que siempre has querido,  y no ha sido gracias a ti….con una esposa sumisa y una hija a la que has querido moldear a tu gusto y has fallado…………así que no te debemos nada.

-ROBERTO: me estáis empezando a enfadar.

-YO: pues acostúmbrate, por que las cosas van a cambiar.

Cogí de la mano a mi hermana y nos fuimos a su cuarto, de fondo escuchábamos a mi padre enervado con mi madre. Yo  trataba de calmar junto a Sara a Marta, que parecía a punto de derrumbarse, temblando sin control, la pedía que visualizara una playa, con las olas, y respirar al ritmo de aquel oleaje tranquilo, hasta que se quedó dormida en mis brazos. No nos hablamos con mis padres durante toda la noche, y cenamos en los cuartos, para después a petición de mi hermana, dormir con ella, para no dejarla sola, aunque en realidad solo ella durmió, yo estaba despierto a su lado, no pegué ojo en toda la noche.

Me sentía con fuerzas, como un gigante,  por enfrentarme a mi padre, y aquello empezó a darme vueltas a la cabeza, había algo, lo notaba, sentía que se me escapaba algo, pero no sabia que era, todo se mezclaba en mi cabeza, Vanesa, mi familia, aquel verano, mi padre…………. tenia una imagen borrosa en la cabeza y necesitaba enfocarla, me faltaba una pieza enorme del puzzle, y no la tenia.

“Vanesa, tengo que encontrar a Vanesa.”

FIN.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Huida.

“Vanesa, Vanesa, Vanesa, me llamo Vanesa”, me lo repetía una y otra vez, me lo llevaba repitiendo desde que me fui de la casa en la playa de Samuel, me lo repetí todo el camino a Madrid, me lo repetía al llegar a mi casa y me lo repito cada vez que pienso en él. Me siento estúpida al recordar un momento a su lado y echarme a llorar, incluso me sorprendo llorando sin motivo alguno, simplemente estoy sentada en la cama,  y las lagrimas surcan mis mejillas, allí donde él me besaba o me acariciaba.

Y lo peor es al mirarme en el espejo, al ver mi pelo  rizado me derrumbo, aquellos rizos que había llegado a detestar tener, y ahora los odiaba todavía más, me recuerdan a él, a mi tozudo y cabezota caballero de reluciente armadura, a ese maldito imbécil que se ha colado en mi corazón sin pedir permiso. He tratado de alisarme el pelo unas 6 veces, para volver a ser Vanesa,  alejarme de este verano y de Samuel, pero no puedo, es superior a mí, me quedó mirándome en el reflejo, con la plancha del pelo en el armario del baño, jugando con mis dedos enredándolos en mis rizos. Huelo  el champú de manzana y  noto como me reconforta, esa bobada me transporta a la playa con Samuel, a esas largas horas  tumbados acariciándonos sin hacer nada más que mirarnos y sonreír. ¿Como he permitido que esto ocurra? No soy una niña tonta enamoradiza, soy una mujer fuerte, independiente y  solitaria, ni siquiera mis compañeras de piso de estudiantes saben quien soy, apenas hablo con ellas, no me gusta la gente ni relacionarme, no confío en nadie y  creo que el amor es una fantasía, una reacción química del cerebro tan real como la ira, el dolor o la felicidad, y por lo tanto,  controlables por el cerebro consciente, y aún así no he podido evitarlo.

Llevo 5 días sin salir de mi casa, no tengo ganas de salir, ni de hablar con nadie,  no  como y solo apenas bebo agua, me siento como si estuviera  colgando en mitad de un precipicio y  algo tirara de mi,  estoy desesperada pidiendo ayuda a gritos,  mientras que  a la vez, no dejo que nadie se acerque. Noto un peso incesante oprimiéndome, no hablo de una sensación o una idea, si no que siento  un dolor agudo y constante en mi pecho, algo real,  y no lo soporto más,  no sé como hacer que pare,  no me veo capaz de hacer nada,  mucho menos volver a mi vida, tengo que irme. Llamé a mi trabajo para dejarlo, el que me había buscado para pagarme los estudios de la universidad de psicología donde  iba  a empezar mi 2º año, a la que también llamé  para abandonar, estoy harta del trabajo, del piso, de los estudios, de mi vida y de todo lo que me rodea, me doy asco a mi misma por lo que he hecho, necesito alejarme,  pienso que si pongo distancia con todo me sentiré mejor, o al menos eso espero.

Estoy cayendo, mi vida entera ha sido un descenso descontrolado, he aprendido a sobrellevarlo y moverme sin apego a nada ni a  nadie. Soy huérfana, mi padre nos  abandonó, ni lo recuerdo bien,  y mi madre murió de cáncer cuando yo tenia 11 años,  he ido rebotando de una  casa en acogida a otra hasta ser mayor de edad, nadie se ha preocupado por mi,  ni me han demostrado el más mínimo interés o cariño, no importa,  se vivir de esa forma, lo he hecho siempre, me he forjado una careta, un escudo que me protege ante todo,  estoy acostumbrada a ser así, pero ahora………..Por fin había encontrado a “esa” persona, que paró mi descenso, me cogió la mano y me hizo sentir segura por primera vez en mi vida, vio a  través de mi mascara y no se asustó,  sentía en su mirada que no me fallaría jamás, que me quería y que me amaría para siempre, que estaría dispuesto a darlo todo por mi, y fui tan estúpida que solté su mano, por miedo. Tenia pánico a que descubriera quien era y dejara de quererme, no me quedó otro remedio, tuve que obligarle ha hacer algo tan sórdido que me convenciera a mi misma, y a él,  de que no me quería, y así tener una excusa para marcharme.

Podría haberlo aguantado todo, desde como le conocí hasta que le obligara a acostarse con su madre, pero lo de Marta…….verle entrar por esa puerta fue más doloroso de lo que nunca pude imaginar, me quedé en la puerta oyéndolos hablar, quise darme la vuelta y salir corriendo para ver que ocurría desde el balcón, pero no me atrevía, solo escuchaba sus  voces, ni les entendía. Mi cuerpo y me mente me pedían a gritos que abriera la puerta,  le pidiera que parara y dejarme caer en sus brazos, decírselo todo y que ocurriera lo  que tuviera que ocurrir, pero no lo hice. Pasados unos minutos comencé a escuchar a Sara y a Marta gemir,  y la sola idea de ver a Samuel con Marta me volvió loca. Me fui, auto convenciéndome que era lo correcto para él, llamé al chofer y me vinieron a buscar, les había  avisado desde hacia unos días par que estuvieran cerca, mi trabajo había terminado y me sentía demasiado mal como para poder aguantar un minuto más en aquella maldita casa de la playa. Le dejé una nota a Samuel y  el  móvil que había usado esta vez, así tendría algo con lo que recordar a esa tonta de los rizos que tanto le gustaba, y no al monstruo que lo abandonó.

Pero el pasado es implacable, hace un rato me llamó mi jefa, por lo visto ya tiene preparado todo lo que le pedí para irme, y necesita que vaya en una hora a las oficinas, así que aquí estoy, delante del espejo un maldita vez más, con la plancha del pelo en la mano, tratando de recomponer los trozos de mi vida que me quedan para no parecer el ser asustado,  débil  y angustiado que soy. Logro plancharme el pelo, y eso me da cierto confort, dejo de llorar y me visto para ir por última vez a mi trabajo, decido ir con unos vaqueros y una camiseta a rayas blancas y azules debajo de una chaqueta negra  por encima, con unos zapatos sencillos y elegantes sin mucho tacón, por un instante me pongo las gafas de pasta, y me vuelvo a echar a llorar, las dejo en su sitio y me maquillo de forma grosera, quiero ocultar quien soy al mundo. Vienen a buscarme con un coche de lujo, el mismo que me trajo sollozando de Valencia,  respiró hondo al llegar y ver a mi jefa abajo esperando, con una chaqueta amplia cubriéndola el cuerpo,  y sus inseparables amigos detrás de ella, hago acopio de fuerzas y me bajo a saludarla.

-YO: hola…………. Madamme.

-MADAMME: ¡hola bonita!, me tienes preocupada – extiende su mano como si fuera una reina, como hacia siempre, se la cojo y la dedico una falsa sonrisa.

-YO: lo siento……es que estoy algo cansada.

-MADAMME: no solo es eso querida, ¿seguro que quieres dejarnos? Eres de las chicas más prometedoras que he tenido, en este año has ganado mucho dinero,  y me lo has hecho ganar.

-YO: si…….de verdad que la pido disculpas, pero necesito alejarme de todo.

-MADAMME: como desees, aunque quiero que sepas que siempre tendrás un lugar  aquí.

-YO: gracias, pero no tengo intención de volver……- pretendo mostrarme firme pero esa mujer te lee el alma.

-MADEMME: mi dulce niña, este último trabajo te ha afectado más de lo que pensaba, con los otros no has tenido problemas….. ¿que ha ocurrido esta vez?

-YO: que he cometido el mayor error que se puede cometer, por favor, solo necesito mis cosas, y me marcharé.

-MADAMME: como quieras, lo tiene todo uno de mis chicos en el coche, como pediste, solo yo sabré  donde vas, y ni siquiera sabré donde exactamente, el coche te llevará donde necesites.

-YO: muchas gracias, me sorprende lo comprensiva que es.

-MADAMME: jajaja digamos que desde hace un par de años alguien me ha hecho ver el mundo de una forma diferente, ahora creo en el amor………….en fin querida, si quieres puedes irte ahora, pero deja que te pida algo antes de marcharte, no estás obligada a nada,  ni nada te ocurrirá si te niegas.

-YO: pues dígame.

-MADAMME: debido a tu….”cambio  de parecer” en las condiciones, el cliente está confuso, y desea hablar contigo para saber por qué.

-YO: ¿está aquí?

-MADAMME: aún no, pero si aceptas, se pasará en media hora, será arriba, y con mis chicos vigilando, para evitar problemas, os veréis a solas aunque me gustaría estar presente.

-YO: no me apetece verle.

-MADAMME: como te digo, no estás obligada, pero parecía muy molesto con tu trabajo.

-YO: ¡hice lo que pidió!

-MADAMME: han surgido complicaciones derivadas – “¡y a  mi que más me da!”, estoy a punto de decirla que no, e irme, pero algo me retiene, la curiosidad, de golpe necesito saber que le ha pasado.

-YO: está bien, y después me voy, se acabó todo.

-MADAMME: perfecto, subamos y llamo al cliente.

La sigo al edificio de oficinas a su espalda, quien diría que esa zona céntrica y de negocios se encontraba una sede de la mayor red de prostitución del país. Subimos en el ascensor, hasta la última planta, Now Servies S.A, al subir Madamme le tira la chaqueta a la recepcionista y deja ver su voluptuoso cuerpo en un vestido  de noche exuberante y que la hace ver arrebatadora, con una cola de caballo en el pelo negro  teñido y una capa de porcelana de maquillaje en su cara para ocultar sus 45 fáciles años. Deja a sus acompañantes en la entrada, 2 castillos del este con trajes baratos, y me acompaña hasta una sala de reuniones donde espero sentada junto a ella. Pasados los 30 minutos Madamme recibe un mensaje y me mira.

-MADAMME: está subiendo.

-YO: perfecto, si es posible……..¿puedo verle a solas?

-MADAMME: como prefieras, estaré cerca con mi chicos, si pasa algo raro avísame.

-YO: no creo que pase nada, pero no te aseguro que el cliente salga contento de aquí.

-MADAMME: a nosotros ya nos ha pagado, y a no ser que recapacites, no nos debe nada, así que siéntete libre de expresarte – se agacha y amaga darme 2 besos pero no  llega a contactar, y se va contoneando su enorme trasero.

Respiro profundo, me tiemblan las manos y no se como actuar, tengo que ser firme o me comerá, no me resultaría difícil en circunstancias normales, pero ahora mismo no soy yo. Espero unos 5 minutos, oigo el ascensor y a Madamme charlando con un hombre de voz potente y  contundente, escucho como se acercan y me pongo en pie. Al abrirse la puerta carraspeo y veo a Madamme invitando a  entrar a un hombre, le conozco pero no le he visto nunca en persona, tiene 50 años, poco pelo y blanco,  barriga prominente, bien trajeado y aspecto impecable. Pasa a la sala sin casi mirarme y cierra tras de si la puerta. Coge  aire cansado y me mira, no solo eso, me analiza, leo en sus ojos oscuros como intenta ver algo a través de mi piel, y mi poca fuerza de voluntad se disminuye ante aquel rostro inexpresivo, frío y duro. Extiende su mano y al dársela me la agarra con ambas manos, siento su aspereza y su fuerza más allá de lo físico.

-HOMBRE: encantado, soy Roberto….el padre de Samuel.

-YO: se quien es.

-ROBERTO: ¿y tu nombre es……? Vanesa, creo recordar….

-YO: así es….- quiere molestarme para soltarme la lengua.

-ROBERTO: pues un placer, por favor, siéntate – me suelta la mano y rodea la mesa para desabrochar la chaqueta del traje y sentarse frente a mi,  me siento cruzándome  de piernas y brazos, tratando de que no se note mi enfado.

-YO: usted dirá, es quien ha pedido la reunión.

-ROBERTO: veo que estás molesta conmigo…..

-YO: por lo visto no soy tan buena ocultando mis sentimientos…- Samuel podía dar fe - …. no tengo tiempo para charlas, ¿que quiere?

-ROBERTO: al grano, perfecto…….cuando contacté con mis compañeros de trabajo para contratar los servicios de Madamme, estipulé que no quería saber nada del como y el por qué, solo pretendía saber si me tenia que preocupar de la casa  de la playa.

-YO: haberse quedado….

-ROBERTO: mi trabajo es vital y cuando nos dan un caso grande no tengo tiempo que perder, el que me ocupó este verano sale en todas las noticias, sin duda sabrás del caso…..- le corté tajante, sus trucos de abogado caro no funcionarían conmigo.

-YO: me da igual su trabajo.

-ROBERTO: está bien, sea como fuere, al irme de la casa de la playa sabia lo que iba pasar, al contrario de lo que se creen en mi casa, no soy idiota, tengo ojos,  y tras un mes viendo como el amigo que Samuel que se había llevado, Jaime,  le tiraba los trastos a mi mujer y a la  hermana de esta, sin mi allí sabia lo que iba a pasar, conozco a mi mujer desde que tenia 17 años y me costó mucho convertirla en la mujer que es, son 24 años de matrimonio donde he aprendido que no puedo dejarla sola ni una  semana, casi se tira al que trae la compra, y cada vez que me alejo unos días tengo que regresar, o cortar de raíz,  por que está tonteando con algún aprovechado, si es que hasta la dejé un fin de semana con su hermana y terminó acostándose con ella, Sara es ……..perturbadora en ese sentido….…. ¿2 meses sin mi,  con Jaime y Sara, la guarra de Sonia, la amiga de mi dulce hija, y el único que podría hacer algo era el enclenque de mi hijo? O hacia algo o antes del verano perdería a mi mujer, si no a mi familia, alguien en mi posición no puede permitirse eso, así que contraté a alguien para que vigilara.

-YO: a mí.

-ROBERTO: exacto, solo ver que ocurría, podría haber usado otros modos, pero tenia que saber que pasaba dentro de la casa, y para ello se necesitaba acceso directo, pagué tu estancia en una casa cercana, y nada más sencillo para entrar que usando a Samuel, dios sabe que le quiero, pero es una persona débil y acomplejada, con unos ligeros consejos cualquiera se lo ganaría, bastaría con una mujer fuerte, directa e inteligente, que le hiciera sentirse especial.

-YO: y así fue – me duele reconocerlo.

-ROBERTO: correcto, cuando  pasó la primera noche y volviste,  pedí un informe no muy detallado a Madamme, y me dijo que…….en finas palabras….necesitaba controlar la situación con mi mujer, Madamme me habló bien de ti y que hacías estas cosas a menudo, así que te mandé de vuelta con un solo propósito, fuera como fuera, asegurarte que mi familia regresaba a casa.

-YO: así ha ocurrido.

-ROBERTO: si……..pero en casa están pasando cosas que no me gustan.

-YO: ¿el que? – “quiero saber, necesito saber como está Samuel”

-ROBERTO: digamos que los que han vuelto son mi familia, pero se comportan de forma diferente, hasta mi mujer,  la he notado estos días más liberal de lo que me gusta, pero se manejarla….es una gata adiestrada durante muchos años, unas miradas firmes, dejarla satisfecha cada noche y vuelve al redil…..pero el resto……sabia que su tía Sara iba a revolucionarlo todo, pero ahora no sé si es solo ella, o si pasó algo más allí……. el amigo de mi hijo me llamó hará un mes y me dijo que Samuel le había echado de casa, y que una loca de ojos azules le estaba comiendo la cabeza, supongo que eres tú.

-YO: Jaime es un imbécil.

-ROBERTO: tal vez, pero no es relevante para el caso, lo que me interesa es que ahora, de golpe mi casa es un feria,   tengo  a una mujer alterada a la que tengo que controlar, una cuñada recién divorciada que desestabiliza el orden de todo,  y de remate,  2 hijos que no reconozco, una hija que era perfecta, y ahora se quiere hacer bollera, dice que está harta y que se irá de casa si no acepto su….. “condición”, para colmo Sara y Samuel la apoyan, hasta mi mujer me habla de lo maduro que se ha vuelto Samuel, no me hacen caso, y si no doblo la rodilla con lo de mi hija, Sonia  ya la está diciendo que se van a vivir juntas. Por otro lado un hijo, que era un mierdecilla sin agallas que lleva desde que regresó llorando en la cama por ti, y ante mi asombro, solo se levanta para dedicarse a discutir mi autoridad, cuando en la vida jamás se hubiera atrevido ni a alzarme la voz….. – no puedo evitar una sonrisa al oírlo -….para colmo, cuando voy a pagar por tus servicios, Madamme me dice que al final solo tengo que pagar la mitad, no me quejo, pero cuando pregunto por qué,  me dice que la chica que hizo el trabajo renuncia a su parte del dinero, sin motivos aparentes……

-YO: ¿es una pregunta? – gano tiempo, que  Marta se hiciera lesbiana me confunde, si Samuel hizo su parte no tiene sentido.

-ROBERTO: no…….jejejeje……no, no lo es, verás, no quería saber que había pasado allí, pero ante los acontecimientos…..no me queda otra que preguntar, ¿que diablos pasó en  esa casa?

-YO: usted quería que su familia volviera a casa completa, y así ha sido, me ocupé de ello.

-ROBERTO: ¿como?

-YO: hacia falta mano firme, solo eso.

-ROBERTO: eso ya lo se, a punto estuve de mandar a otro tipo de personas,  pero me pareció demasiado directo, una manipuladora nata es lo que pedí, más sutil y menos evidente, así que….¿quien  impartió mano dura?

-YO: pues el enclenque, el débil y acomplejado, y el mierdecilla sin agallas……..su hijo.

-ROBERTO: jajajjaja por favor chiquilla, no me hagas reír, ¿él?

-YO: si, él, ¿tan difícil de creer le resulta? – frunzo el ceño, me duele en el orgullo, que no me crea o que no crea a Samuel capaz, no lo sé.

-ROBERTO: no se atrevería ni a cruzar la calle sin mi permiso, ¿y quieres que crea que  puso mano dura? jajaja es cierto que antes me gustaba la idea de  que aprendiera y mostrara algo de carácter, casi no parecía hijo mío, pero ahora está descontrolado.

-YO: es mucho más fuerte y listo de lo que usted cree, solo necesitaba un empujón – deja de reírse de golpe.

-ROBERTO: ¡pues te has pasado 4 pueblos con el empujón, ahora  no me respeta, y se ha puesto del lado de su hermana en su locura tortillera, su tía dice que ayudaría a mi hija a marcharse si no cambio de actitud! ¿Te lo puedes creer? ¡No voy a  permitir eso en mi casa!

-YO: si quiere gritar  a alguien, vaya con su mujer, puede que hasta la excite, pero yo no estoy a su cargo, ni le tengo ningún miedo, ni me merece  respeto alguno, ¿que tipo de persona deja a su familia vendida en unas vacaciones que él mismo obligó a tomar, para luego meter a un lobo entre corderos, usando a su propio hijo como cebo, para seguir manipulando a sus seres queridos como quien juega  al ajedrez?

-ROBERTO: no voy a recibir lecciones de moralidad de una……- “puta, dilo, así me siento” - …mujer como tú, no entenderías lo que es ser un hombre de verdad.

-YO: jajaja por favor, ahora no me haga reír usted a mí.

-ROBERTO: escúchame niñata de mierda, a mi me tratas con respeto.

-YO: le trato como me salga de las narices, el respeto se gana, no se impone, su hijo ha demostrado ser 10 veces mejor hombre que usted.

-ROBERTO: ¡ahhhhhhhhh! así que era eso…….la puta se ha enamorado de mi hijo – me pongo me pie furiosa, pero recuerdo que no ha dicho ninguna mentira.

-YO: ¿y que más da?

-ROBERTO: importa si quieres renunciar a tu parte del pastel, esperando dar el braguetazo con el idiota de mi hijo, si pretendes sacarme un solo €, entérate de que no vas a lograr…..- me doy la vuelta, abro la puerta para salir-….¿donde cojones te crees que vas? ¡No he terminado de hablar!

-YO: que crea que lo que busco es dar un braguetazo me indica el tipo de persona cínica y perversa que es usted… – me vuelvo a girar hacia él - …si quisiera hacerlo no tendría más que haber dejado de tomar la pastilla, y haberme quedado embarazada  en una de las decenas de veces que su hijo me ha hecho ver las estrellas cada vez que hacíamos el amor…. – para cuando llego a la mesa a su lado, se recuesta en la silla sin mirarme, incómodo –…. quizá otra lo hubiera hecho, y si sacaba beneficios puede que también lo hiciera yo, pero jamás  le haría eso a Samuel, es el hombre más bueno y decente que he conocido en mi vida. Usted no sabe lo que ha tenido que llegar ha hacer para mantener unida a su familia,  no se merece una vida  tan destructiva por su culpa, y no se merece a alguien tan sucia y rastrera como he tenido que ser con él, Samuel se merece algo mucho mejor de lo que yo puedo ofrecerle, y desde luego,  de lo que usted le ha dado, rezo a  dios por que sea capaz de encontrar a una mujer que esté mínimamente a la altura del gran hombre que  es, y pueda alejarse de sus garras, Don Roberto – le beso en la mejilla y trato de no llorar antes de salir de la habitación.

-ROBERTO: ¿a donde vas?

-YO: me voy, lejos, no se preocupe, no volverá a saber de mí.

Salgo a paso ligero por el pasillo tratando de mantener mi compostura, Madamme sale a mi encuentro y me para en seco, yo solo miro el ascensor, quiero salir huyendo, pero me falla el cuerpo entero, me lleva a otra sala y me da un té caliente mientras trata de consolarme, se lo agradezco pero tengo que salir de allí. Cuando puedo caminar salgo disparada mientras Madamme avisa al chofer de abajo. Según voy bajando por el ascensor y escucho el sonido de la campanilla de cada piso estoy más segura de tener que irme, como una cuenta atrás.

Se abre la puerta del ascensor y bajo unos peldaños, levantó la mirada secándome las lagrimas, y le veo  en la puerta de la entrada, “¡no, él no, ahora no!”, pienso al ver a Samuel allí plantando, va con un pantalón de vestir marrón y un polo rojo, está de pie sujetando la puerta para dejarme pasar, “no me ha reconocido, ¡el pelo, claro, estás maquillada y no llevas los rizos!”, agacho la cabeza y paso a su lado murmurado un gracias, mi brazo se roza con su pecho y siento que me voy a desmayar, paso de largo, “¡que no me reconozca, por favor, que no me vea!”, estoy saliendo por la puerta, no me ha visto.

-SAMUEL: huele a………….¡MANZANA! ….– me paralizo, al dejar de moverme  un mechón de pelo  me roza la nariz, y  noto la esencia como ha debido de olerla él, “¡el maldito champú!” -…… ¡VANESA!

Echo a correr sin saber hacia donde ir, al girarme veo a Samuel tropezando con el marco de la puerta al salir a la carrera  detrás de mi, esta gritando mi nombre, me ruega que pare con la voz rota y gallos agudos, se rehace del golpe y me está alcanzando, veo el coche de lujo y a una de las moles de Madamme, que al verme correr se pone alerta y corre hacia mi, pero no llega a tiempo. Samuel me alcanza antes, y me coge del brazo, me suelto de un manotazo pero me vuelve a agarrar, y me encara, no quiero mirarle a la cara.

-SAMUEL: ¡así que por esto quería que viniera con él, ¿no?!  ¡Trabajas para mi padre!

-YO: ¡no….para……..déjame!

-SAMUEL: ¡contéstame!, ¡¿trabajas para él?! ¡¿Así se aseguraba de controlar la casa?! ¡De tener a su mujer vigilada ¿eh?! ¡Me ha usado para meterte en esa casa y así darle informes detallados! – mis peores pesadillas se hacen realidad, me zarandea y me hace las preguntas que tanto miedo me daban, lloró de rabia por que ahora se que no me querrá jamás, ¿como podría quererme después de esto?

-YO: ¡suéltame Samuel, ya basta por favor! -  quiero soltarme pero no lo consigo, no es que no pueda, es que no quiero, por raro que sea, vuelvo a estar en sus brazos como tanto deseo.

-SAMUEL: ¡“te he mentido tanto”, eso decía la nota, ¿a esto te referías? ¿A que nunca me quisiste?, ¿a que nunca me has querido?! ¡Has jugado conmigo y con mi familia!, ¡DIOS! ¡Las cosas que he hecho por tu culpa, y todo por que te mandaba mi padre!,  ¡Espero que hayas cobrado bien, te mereces hasta el último céntimo, ¡mírate! ¡¿Donde están tus gafas?! ¡¿Y tu pelo?! ¡¿También eran tan falsos como tú?!

La mole llega, le cuesta separarnos, me quita a Samuel de encima y le inmoviliza agarrándole por detrás,  mientras no deja de repetirme las mismas preguntas, con la voz quebrada, braceando para liberarse inútilmente. Me siento mareada, asfixiada, me tengo que apoyar en un coche para no caer a la acera, mientras no puedo dejar de mirar con ojos vidriosos como Samuel lucha por zafarse.

-SAMUEL: ¡Dímelo, necesito saberlo, tu pelo, las gafas, tus caricias, ¿todo era falso?! – lo repite hasta la saciedad, me llega a taladrar el cerebro.

-YO: ¡Para! te vas ha hacer daño.

-SAMUEL: ¡Más del que me has echo tú, lo dudo! ¡Eres una maldita zorra manipuladora!

-YO: yo no pretendía que ocurriera esto.

-SAMUEL: ¡¿Y que narices pretendíais que pasara?! ¡¿Que me obligaras a todo aquello y cobraras sin saber nada más de mí?! ¡Te fuiste abandonándome y dejándome creer que había sido culpa mía, que había hecho algo mal! ¡Y la verdad es que me has usado y manejado a tu antojo solo para ganarte un sueldo!......– su mirada hace que me sienta peor aún de lo que creía que podría sentirme, pero debo ser fuerte,  por él. Forcejea sin parar llegando a   quedarse sin aire de tanto luchar -…. ¡¿y tus rizos?, ¿eh?,  ¿donde están las gafas y tus rizos?! ¡ME HAS DESTROZADO LA VIDA!-  “que me odie y así todo será más fácil”.

Me pongo en pie, y trato de serenarme,  me parte el alma verle así pero no quiero que él se de cuenta, me pongo mi escudo de nuevo, dejó que me vea a su lado para que se calme y me coloco de frente, acerco mi mano para acariciar su mejilla,   al sentir su cara en mis dedos noto como me late el corazón a  un  ritmo vertiginoso,  él cierra los ojos dejando de decir que no con la cabeza,  y busca mi brazo con sus labios, me besa en la muñeca y me mira de nuevo.

-YO: no seas estúpido Samuel…..nada fue verdad, las gafas no estaban graduadas, solo estaban pensadas para darme un aire intelectual, tu padre nos dijo que así seria más fácil, todo lo que pasó fue para que tu familia regresara a casa, y nada más, ¿Acaso crees que alguien se deja entrar así  en una discoteca? ¿O que veía normal lo que pasaba en tu casa? ¿Que se deja manosear por Jaime o te ve con las demás sin ponerse celosa? Era todo falso.

-SAMUEL: ¡no te creo!, tú te ponías celosa.

-YO: mentira ….- mentía ahora, llegó el momento en que me dolía verle irse a la cama de las demás, pero nada como verle entrar en el cuarto de su hermana, y él lo vio -…. la única que me daba celos era  Marta,  y me fui cuando te acostaste con ella…….- me miró como si viera un ángel.

-SAMUEL: ¡no lo sabes!  jajajaja no me acosté con Marta.

-YO: no trates de engañarme, estaba al lado de la puerta cuando entraste, y después de que hablarais……..os escuché follar.

-SAMUEL: ¡Serian mi hermana y Sara cuando me fui por el balcón tras hablar con ellas!, traté de convencerla para que regresara a casa, y que le contaríamos juntos a mi padre lo de su homosexualidad, ¿por que te crees que está tan enfadado? Pierde a su niña bonita, y ya no nos domina como quiere,  busca culpables.

-YO: ¿entonces……. no pasó nada con Marta?

-SAMUEL: NO……no podía……hice muchas cosas de las que no estoy orgulloso pero no pude hacerle eso a ella, ni a ti, sabiendo cuanto te dolía, pero cuando regresé ya no estabas,  te perseguí con la moto hasta donde dio la gasolina, y llevo 3 días volviéndome loco pensando en todo esto, he repasado todo mil veces y no lo comprendía, sabia que mi padre tenia algo que ver,   hasta que mi padre me ha dicho que le acompañara hoy, sabe que he hablado con sus compañeros de trabajo, sabia que me olía algo, y el muy cerdo  quería que te viera para que  así me enterara de quien eres, quiere devolverme a mi caparazón y seguir siendo él el hombre de la casa, ¡Para que supiera que no me quieres! – saber que no hizo nada con Marta me llena de felicidad, y que lo hizo en parte por mi me trastoca más allá de lo que puedo entender, “tengo que hacer que me odie, tiene que dejarme ir, no le merezco, le he hecho demasiado daño”.

-YO: pues es así, las caricias, los besos y las carantoñas, todo estaba planificado, pensado y guiado para darme acceso a la casa, tú…..tú no me importas nada Samuel, no te quiero, eras solo un trabajo más – quiero sonar convincente, necesito que me crea y que dejé de luchar por mi.

-SAMUEL: ¿y por que lloras?.... – me toco la cara y veo las lagrimas brillantes en mis dedos, cruzamos nuestras miradas unos segundos, mi escudo se desmorona, y él lo ve, siempre lo veía –….puedes mentir cuanto quieras, has demostrado que se te da muy bien Vanesa….pero te veo, te lo dije, se que me quieres, todo lo que pasó no puede ser mentira, lo sé en el fondo de mi corazón, no se pueden fingir las horas de miradas juntos acariciándonos, como  me mirabas al jugar con tus rizos….- “tengo que ser tajante”.

-YO: ¡Maldito cabezota, no entiendes que no fue real!, asúmelo, ni siquiera me llamo Vanesa, es solo un nombre de batalla, ¡Y mis malditos rizos!……. ¡JODER!….yo odio mi pelo.

-SAMUEL: ¡Me da igual!…- lo grita lleno de ira -…….me da igual…...- pero ahora lo dice casi murmurando, dándose cuenta de ello a la vez que lo repite -  ….…me da igual tu nombre, o lo que ocurrió, tus rizos me enamoraron desde que te vi, estoy…………..estoy enamorado de ti,  y quiero que lo sepas, me da igual……me da igual mi padre o mi familia, no quiero nada,  salvo estar a tu lado …- “no, eso no, no me hagas esto” - … te lo perdono todo….todo aquello que has hecho, TODO, pero deja que me quede contigo, por que te quiero…..te quiero, te quiero y lo diré mil veces más hasta quedarme afónico – “¡CALLA, maldito idiota, cállate, tú no puedes quererme, debes odiarme!”

-YO: ¡Ya basta!, no te hagas esto, nunca funcionaríamos, tú tienes a tu familia, y una buena vida, yo estoy sola, nadie me pagará los estudios como a ti, necesitaba dinero, solo eso……te……te lo dije, te dije  que era venenosa.

Por fin deja de moverse, la mole suspira, estaba teniendo serios problemas para sujetarle, Samuel cierra los ojos y apoya la barbilla en su pecho, inhala profundamente por la nariz soltando el aire de una sola exhalación por la boca,  y  parece calmarse, creo que está aceptando la situación. Abre los ojos y me mira a los míos, siento como me desnuda el alma, y suelta una carcajada que va creciendo poco a poco, se vuelve contagiosa, la mole casi se ríe aflojando su agarre  y yo sonrío sin entenderle, cuando deja de reírse alza la cabeza hasta casi arrastrar a la mole, hace un esfuerzo descomunal y pone su cara a centímetros de la mía, está tan cerca que  tengo que levantar la cabeza para mirarle a los ojos, durante unos segundos eternos no dice nada.

-SAMUEL: y yo  te dije que aunque supiera que iba a morir, volvería a besarte……. – estira el cuello tan rápido que no logro evitar sentir sus labios en los míos, y no solo no lo evito si no que le sujeto del cuello y me mantengo en vilo devolviéndole el beso,  hasta que la mole le vuelve a alejar unos instantes más tarde, con un sobre esfuerzo -… ¡ESO!, ¡eso no era mentira!

“Maldito cabrón, le amo, le quiero y ahora lo sabe”, me pongo a dar vueltas sobre mi misma, tengo la cabeza hecha un lío. Quiero, deseo y puedo quedarme a su lado, pero no lo entiendo, no comprendo como, pero me quiere a  pesar de todo lo que le he hecho, me ve tal como soy, sin más mentiras ni falsedades ni engaños, y aún así, está dispuesto a todo……..no …..no puede ser…..no merezco esto, él puede tener a alguien mejor que yo, alguien bueno y cariñoso, que no le mienta ni le manipule como he hecho yo, debo irme.

-YO: nos vamos, asegúrate de que no nos sigue, pero vámonos.

Veo como la mole le gira para quedarse de cara a él, Samuel me mira a mi, no dice nada, solo sonríe, sabe que le quiero, y eso es suficiente, nada de lo que diga o haga le hará cambiar de opinión. La mole le da varios  puñetazos en el estomago hasta que lo dobla y lo deja en el suelo tirado, se aleja y se mete en  el coche.

-SAMUEL: dime………cof cof…..dime……cof …..dime tu nombre……cof …..al menos dame eso…..- trata de ponerse en pie pero el dolor no le deja.

-YO: lamento todo el dolor que te he causado.

-SAMUEL: no…cof…….yo no – logra cogerme de la mano,  aprieta con fuerza,  la acaricio con los dedos y me cuesta toda mi voluntad soltarla.

-YO: adiós Samuel, no me sigas, no me encontrarás.

-SAMUEL: jajajjaajacof….cof……cof…….no dudes cof….cof….no dudes ni por instante que te encontraré jajajaja cof….cof….jamás me rendiré.

Un escalofrío me recorre todo el cuerpo al mirarle a los ojos cuando me lo dice, se ríe por que  él  sabe que no quiero que se rinda. Me alejo unos pasos de espaldas para tener una imagen suya antes de marcharme.

-YO: Amanda…………mi nombre es Amanda – no se por qué se lo digo, solo quiero que lo sepa.

Me giro para meterme en el coche, le veo gatear, “¡no, no te levantes, quédate ahí!”, no me hace caso, se arrastra a duras penas, no puede ponerse derecho, y tropieza al caminar, pero se acerca. No puedo dejar de llorar al verle seguir intentándolo una y otra vez, por fin arranca  el coche cuando está a apenas unos pasos, mi mente se divide, una parte quiere que el coche acelere y otra le anima para llegar hasta mi. Por fin nos movemos,  la última imagen que veo  es a Samuel doblando, con cara de sufrir un infierno, tirado en la acera, y mirando al coche desolado. Aceleramos y dejo de verle al doblar la esquina.

Trato de cogerme las manos para que dejen de temblar, pero es inútil, la que tiembla soy yo. Veo como las lágrimas caen sobre mi regazo mientras el coche avanza y  deja atrás mi mundo. Caigo sobre el asiento y no paro de llorar hasta que el coche se detiene en mi casa, tardó una hora en hacer las maletas y marcharme. Me llevan al aeropuerto, donde ya tengo reservado un vuelo gracias a Madamme, con una mochila que contiene mi nueva vida, y el número de cuenta con todos mis fondos ingresados, cancelo todas mis tarjetas, mis contratos y mis cuentas en redes sociales, corto todo contacto con cualquiera que me haya conocido, y me marcho lejos.

No se cuanto tiempo pasa ni me importa donde estoy, encuentro un trabajo de camarera por las mañanas y estudio por las tardes para seguir mi carrera. No tengo vida, soy un fantasma que va del trabajo a la universidad, y de allí a casa, no hablo con nadie ni tengo amigos. Trato de seguir con una vida normal y olvidarme de todo, pero no puedo.

Muchos chicos se me acercan y tratar de ligar conmigo, pero siento una profunda repulsión por ellos, unos son guapos, otros feos, unos son amables y otros cariñosos, otros son hoscos o  soeces, me da igual, todos salen perdiendo, les comparo con Samuel y ninguno me vale, ¿como podrían?

Samuel fue el chico que tuve que enamorar, y terminé enamorándome de él, alguno que conozca la historia dirá que fue por la emoción del momento, y por como me hacia el amor de tal manera que me hacia sentir como al entrar por las puertas del cielo, pero no, fueron pequeños detalles que se sumaron uno tras otro.

Que tuviera que parecer inteligente con las gafas  era solo inicial, aquella primera hora hablando con él en la discoteca de cosas mundanas me hizo ver que estaba ante alguien diferente. La mañana después de ese día,  me trajo el café y se mostró tan tímido como asustado al no saber como moverse en esa situación. Aquella 1º foto que puse de perfil cuando le llamaba y la que puso de fondo en su móvil conmigo mordiéndole el mentón. La 1º cita el día que regresé, su forma de hablar y de moverse, tan sincera y tan inocente, apenas se atrevía a tocarme y cuando lo hacia era tan dulce que me derretía. Su forma de mirarme tomando mi helado favorito, o como me subió en brazos a mi cama, y en vez de aprovecharse de mi, como era mi plan,  me dio un beso en la frente, me susurró un “buenas noches princesa” y se marchó, eso me desesperó por que aún no comprendía que me quería de verdad, no entendía que un hombre me dejara sola en la cama pudiendo dormir a mi lado. Como fue metiéndome en su vida, cuidando de que Jaime no se aprovechara de mí, anteponiéndome a su propia familia. Su miedo real a perderme, y como aquello fue cambiando su carácter. Como aceptó tener que hacer lo que debía para unir a su familia, y hacerlo pese a no quererlo, le obligué y al final lo hacia por mi. Como se enfadaba cada vez que le mandaba a acostarse con Sonia o con Sara,  y regresaba a mi cama cada noche, me abrazaba y se quedaba dormido en mis brazos sin querer nada más de mi que  cariño. Como me defendió de Jaime o  se encaró con 3 chicos en una discoteca, dispuesto a todo y fuera de si, por que simplemente me estaban molestando, y como tuve que calmarlo después. Que al final no se acostara con su hermana Marta por que me importaba de verdad, que llegara a ver que me importaba de verdad a mí, pero además por que también lo decidió él, tomando el control de su vida. Sus melosas y empalagosas frases de película que me arrancaban mi escudo y me hacían mostrarme con él tal como soy. Como me miraba, esa forma de observarme, entre la incredulidad y la adoración. Me sacaba que quicio lo cabezota que era, y en el fondo me gustaba que lo fuera.

Y aquellas interminables horas acariciándonos, sentir sus dedos en mi espalda, y como tiraba de mis rizos…….mis odiados rizos….le di todo lo falso que pude para que se enamorara de mi, le mostraba mis pechos, me quedaba desnuda en su cama, mi forma de vestir, de actuar y de comportarme con él, todo era falso, hasta mis gafas de pasta, podría haberse enamorado de todo ello, o de cualquier otra cosa, podría haber dicho mil aspectos de mi que podrían haberle engatusado,  pero el muy imbécil me dijo que se enamoró de mi por mis malditos rizos, la única parte real y sincera de mi que no podía evitar mostrarle, algo que he llegado a odiar y detestar de mi misma, era lo que más le gustaba de mi.

Me paso el día entero pensado en ello, mirando a una pareja junta besándose,  o a otra de la mano por la calle, pienso en lo que he perdido y me parece justo el castigo. Fui manipuladora, fría y cruel con la única persona que ha llegado a amarme tal como soy. Yo misma me desprecio y no entiendo que vio él en una ser como yo, que pese a saberlo todo, seguía luchando por mí. Y pese a ello, de ser consciente  que no lo merezco, anhelo estar a su lado, cada vez que una persona grita un nombre, o me sobresalta alguien, mi corazón se acelera esperando que sea él, cada vez que  suena el móvil, o  llaman a la puerta, creo que es él, que por fin me ha encontrado, que no se rindió y ha estado todo este tiempo buscándome, y viene a rescatarme de mi propia miseria, que a dejado todo atrás y aparece solo con una maleta a empezar una nueva vida junto a mi. No puedo evitar ilusionarme, pese a que en el fondo no deseo que ocurra, por que sé que no puede ser verdad, nadie puede quererme de esa forma, y menos alguien tan bueno como él, se habrá cansado de perseguirme y estará haciendo su vida olvidándose de aquel verano.

Así que alzo la mirada ansiosa y veo que saludan a otra persona, me giró acelerada a ver quien se asoma por la calle y reconocer a alguien que no es él, contesto al móvil ilusionada hasta que oigo una voz que no es la suya, o abro la puerta esperanzada, para desilusionarme al ver que Samuel no ha sido quien llamó.

Es mi castigo, y lo acepto, me tengo que convencer a diario de que fue una locura, y que no habría funcionado, me repito  que fue lo mejor para Samuel, por que si no lo hago, y me doy cuenta de que le dejé sin una razón,  me sentiré el ser más miserable de la tierra. Al menos me aparté de su camino para que pudiera tener una buena vida.

Estoy en casa, una aburrida noche más, la puerta suena, y como una tonta vuelvo a pensar en él, me atuso el pelo rizado que ya no puedo, ni quiero, quitarme,  me recolocó el escote  bajo el top ceñido azul claro y me miro en el espejo para verme guapa con unos shorts negros, por que “tal vez sea él”, respiro profundo y abro la puerta del tirón, de puntillas doy un salto y me vuelvo a desilusionar una vez más, es el repartidor de la comida que había pedido.

-YO: ah hola…..- me da la bolsa -… ¿está todo?

-REPARTIDOR: si…..un kebab y  una bola de helado de leche merengada, ¿no?

-YO: si…...gracias……¿cuanto es?

-REPARTIDOR: son …….6€.

-YO: aquí tiene – le pago y me da el ticket, pero se queda mirándolo.

-REPARTIDOR: espere, usted es la del helado, ¿no?

-YO: si, ¿ocurre algo?

-REPARTIDOR: nada, es que se me olvidaba, un tipo me ha dado esto para usted – me da otra bolsa, la abro y siento un hormigueo por todo el cuerpo,   es un champú de manzana con una etiqueta “Solo para pelo rizado”, se me cae la comida con el helado al suelo.

-YO: ¡¿Quien le ha dado esto?!

-REPARTIDOR: no lo sé, un chico…….es la comidilla de los restaurantes de la zona, lleva semanas dando vueltas,  paga bien por avisarle cuando alguna mujer pide una bola de helado de leche merengada, en especial si el pedido va a nombre de Vanesa o de Amanda,  le he avisado ya que su pedido iba  a nombre de Amanda,  y me dio la bolsa…..¿no habré metido la pata y será  un acosador o algo así?

-YO: ¡¿donde está?! – el corazón se me sale por la boca, miro al largo pasillo y no veo a nadie.

-REPARTIDOR: estará en algún restaurante, no lo sé.

-YO: ¡llévame, te lo ruego, llévame ya!

Le cojo de un brazo y me voy sin cerrar la puerta, le arrastro hasta la calle y no aceptó un no por respuesta cuando me acerco a su moto aparcada en el portal, discutimos, no atiendo a razones, mi cabeza gira sin control y no puedo dejar de respirar de forma acelerada.

“Te dije que te encontraría.”

Al oír su voz me fallan las piernas,  me doy la vuelta  tropezando y  precipitándome a la acera, antes de caer siento como me agarran de la cintura y me pegan a un cuerpo, que siento cálido y familiar, reconocible, veo unos vaqueros y una camiseta de manga corta,  le siento como si fuera el hombre más apuesto del universo, y por primera vez en mucho tiempo, quiero echarme a llorar y no puedo. Veo una maleta a sus pies,  y siento como me aprieta contra él, agacho la cabeza y me entierro en su pecho, quiero fundirme a su cuerpo y no separarme nunca jamás de sus brazos.

-YO: ¡por dios, con todo lo que he hecho!………no podemos estar juntos,  aunque  quisiera, lo nuestro no funcionaria, si te quedas a mi lado terminaré haciéndote daño…….- viajo al pasado,  estamos ambos desnudos en la cama y le dije esas mismas palabras, su respuesta fue un “acepto,  si estoy a tu lado”, y no hace falta que lo repita -…….. ¡Maldito cabezota, ¿que haces aquí?!

Me separa un poco de él, lo justo para poder alzarme la cabeza con su mano, por que no puedo mirarle, no me atrevo, temo que sea  un sueño del que me despertara de golpe, como me ocurría  cada noche. Noto  las yemas de sus dedos   rozándome los labios,  y al fin nuestros ojos se cruzan. Deseo morir en este instante por que no creo que pudiera ser más feliz en toda mi vida, hasta que me besa de forma tierna, cariñosa  y dulce.

-SAMUEL: ¿Adónde iba a ir si no?

Fin.