La casa en la playa. (2)

Sentía un vértigo pavoroso, pero no podía evitar caer en esa espiral creciente de diversión, o pensar donde me llevaría, como tener unas ganas locas de saltar al borde de un precipicio oscuro, sin saber si hay red más abajo.

La primera en caer.

La siguiente semanas fue un calco, daba igual en la piscina o en el mar, los 4, Jaime, Sara, mi madre  y yo, jugábamos a hundirnos, y la temperatura subía cada vez más, me sorprendió que mi madre fuera tan extrovertida, mi padre tenia razón, Sara la cambiaba, nunca pensé que fuera capaz de retorcerle los huevos a Jaime para que la soltara, ni de usar sus pechos como arma asfixiante contra mi. Por suerte, mi Padre estaba perdido, no salía de casa, y si lo hacia era solo para ir a ver a los vecinos. Un día al volver de la playa nos fuimos a duchar y nos quedamos hablando Jaime y yo, mientras el se fumaba un porro.

-JAIME: ¡dios, ¿has visto como se ha puesto Sara?!, le importa una mierda que se la meta entre las piernas, se deja hacer lo que sea, me ha pegado tantos mordiscos en la polla para coger aire que tengo marcas.

-YO: estaba liado…..

-JAIME: ¡ya, tú madre no se queda corta!, me ha bajado el bañador para ver si la soltaba, y al no hacerlo,  ¡te juro que me  ha besado la polla!

-YO: ¿estás mal de la cabeza?, solo jugamos a sus ojos.

-JAIME: pues que juegue conmigo cuanto quiera.

-YO: ¡no seas brusco!, es mi madre.

-JAIME: a la que tú también la metes mano, no creas que no me fijo…...- me puse rojo de la verdad que era, me masturbaba a diario,  varias veces,  por culpa de los juegos con mi madre y mi tía.

-YO: ¿y que vamos a hacer? – a estas alturas era un títere en manos de Jaime, quería sexo con mi tía, y la idea de hacerlo con mi madre no me era extraña.

-JAIME: tenemos que ser listos, tengo que pillar a tu tía  vulnerable.

-YO: ¿y por que tú,  y no yo?

-JAIME: por que la vas a cagar, deja que la dome primero, pero tu madre no se aparta de ella.

-YO: puedo distraerla un rato.

-JAIME: no basta, tiene que estar KO, mete pastillas del mareo en su bebida al cenar, tu padre se va a dormir pronto, y las chicas se van con los de la playa,  nos vamos a quedar los 4 solos.

-YO: ¡no voy a  drogar a mi madre!

-JAIME: hazlo, o te vas a pasar 3 meses matándote a pajas como hasta ahora, solo serán una o dos para que se adormezca, yo me ocuparé de Sara.

Busqué las pastillas y obedecí, en parte por que tenía miedo de Jaime, o de que me dejara solo y perdiera aquella diversión tan rara que sentía. Pasó el día de lo más normal, y a la cena mi madre  se bebió su limonada de un trago, y nos quedamos abajo viendo la TV un rato. Todo ocurrió como dijo Jaime, mi padre se fue a dormir nada más cenar, y su sueño era profundo,  nos quedamos los 4 solos en el salón de abajo, sentados en los sofás, mi madre y yo en uno, Jaime y Sara en otro. Mi madre empezó a dar cabezazos, se acurrucó a mi buscando calor y acomodo,  y se apoyó en mi pecho para quedar KO, iba con un suéter largo de fina tela que la cubría poco más allá de los muslos, me recosté de lado y ella se venció sobre mi, usándome de colchón, la zarandeaba de vez en cuando pero estaba ya dormida. Jaime me miró y le leí en la mirada que yo me tenía que “dormir” igual, como si pudiera con el peso del cuerpo  de mi madre pegado a mí, con sus pechos golpeándome con cada respiración.

Jaime era un genio, o me  parecía, al sentarse se puso de tal forma que a Sara no le quedó otra que sentarse entre sus piernas, al pasar el tiempo ella se cansaba de mantenerse erguida y se iba ladeando hasta que estaban los 2 sentados con el pecho de Jaime pegado a la espalda de Sara, aprovechando para darla un masaje lento y calmado, Jaime iba solo con unas bermudas mientras que Sara llevaba una corta falda con vuelo y una camiseta de un solo hombro, de remate cogió unas mantas del sofá y la tapó cubriéndola desde las rodillas hasta el pecho, y tan relajada del masaje, que se dejó recostar sobre Jaime, que la rodeó con los brazos por el vientre, y la iba susurrando cosas inaudibles, la hacían sonrojarse y mirarlo hacia atrás con descaro, mientras de vez en cuando la besaba en el hombro libre de tela y de la melena rubia que le había acomodado al otro costado

-JAIME: odio estas de películas románticas, endulzan el amor y lo hacen irreal.

-SARA: no lo sabes tú bien……….y baja la voz, o los vas a despertar.

-JAIME: vale, pero es que no me imagino a hombres así, ¿su marido es tan romántico? – ahora susurraban los 2.

-SARA: mi ex marido, y si lo fuera,  no seria mi ex…..

-JAIME: si no es indiscreción, ¿por que lo dejaron?

-SARA: pues por cosas de adultos…..

-JAIME: yo soy un adulto.

-SARA: verás…….es que……el tiempo…los roces……al final la pasión se apaga y te das cuenta de que ese hombre no te hace feliz – sorbió por la nariz disimulando su tristeza.

-JAIME: no creo que un hombre no sea feliz con usted a su lado, es una belleza de mujer.

-SARA: jajaja gracias, pero era yo quien no era feliz.

-JAIME: pues era un idiota, es usted hermosa y muy divertida.

-SARA: jajaja eres muy amable, pero no me llames de usted, que me siento vieja.

-JAIME: nada más lejos de mi intención, seria un insulto – la apretó contra si, y Sara le devolvió el gesto con una mirada de refilón por encima del hombro que derretiría a cualquiera.

-SARA: eres un cielo, me estoy divirtiendo mucho, y gracias a ti se me pasan los pesares – la acarició la cara y Jaime se quedó mirándola atónito.

-JAIME: pídame lo que sea, y la complaceré como pueda.

-SARA: por favor…¿me darías un fuerte abrazo? – se giró sobre si misma y  extendió los brazos, se fundieron unos segundos, al separarse Jaime ya no se alejó, estaban tan cerca que Sara tuvo que levantar las piernas  y pasarlas por encima de  la de Jaime, para ponerse cómoda.

-JAIME: si puedo ayudarla en lo que sea, dígamelo, soy su fiel servidor.

-SARA: ya haces mucho – le estaba acariciando la nuca jugando con el pelo de Jaime, que  empezó a vencerse hacia Sara, que sonreía dulcemente.

-JAIME: ¿puedo pedirla yo una cosa?... - Sara asintió con una sonrisa alegre - ….me gustaría besarla.

-SARA: jajaja, claro – puso la mejilla.

-JAIME: no, no me lo tome a mal, pero me gustaría besarla……..en los labios, desde el 1º día que la besé no me quito de la cabeza su sabor – Sara sonrió halagada, pero algo confusa.

-SARA: eres un encanto de niño, pero no se si….- no la dio tiempo y se lanzó a besarla, ella sonrió sorprendía, pero no se apartó mientras Jaime apretaba los labios contra ella, para justo después devolverle el beso, y cuando me quise dar cuenta sus lenguas se fundían en una.

-JAIME: dios, eres preciosa, y besas como un ángel.

-SARA: jajaja que bobo, para……pueden vernos - se había echado hacia atrás, por no se si para alejarse de Jaime, o para sentarse de frente  y recibirle mejor.

-JAIME: están durmiendo, y tu sobrino es un capullo que aunque oyera algo no se atrevería a decirlo, te deseo Sara, y se que me deseas -  se volvieron a besar, y esta vez ella le cogió del cuello y abrió tanto la boca para dejarse “violar” por la lengua de Jaime que al final un sonoro beso la cerró los ojos.

-SARA: jaja que bribón, me tienes cachonda perdida con estos juegos……. - acarició su pecho mientras le besaba el cuello.

-JAIME: pues juguemos.

La manta se bajó hasta las cinturas y pude ver lo que ocultaba, Jaime tenía una mano metida por dentro de la camiseta de Sara y amasaba un seno con delicadeza, mientras que la otra mano estaba metida por debajo del vuelo de la falda. Le quitó la parte de arriba y se dedicó a besarla las tetas que rebosaban en un sujetador  azul de licra,  lamió hasta oír gemidos de Sara que apretaba su cabeza contra sus tetas, mientras alguna vez nos  miraba de reojo, por si nos despertábamos, pero mi madre estaba KO, y yo escondido detrás de ella, lo veía todo desde la seguridad. Entones Sara se volvió a poner de espaldas a Jaime, y se tapó de nuevo, solo veía sus cabezas y sus pies, el resto era un movimiento aleatorio bajo la manta, pero tenían las cabezas tan pegadas y los gestos eran tan rítmicos que podía adivinar que Jaime la estaba masajeando un pecho con una mano, mientras la otra hurgaba entre las piernas de Sara, que en un momento dado sacó su camiseta, y después el sujetador de debajo de la manta, Jaime la susurraba cosas y besuqueaba la piel de su espalda y hombro,  ella  giraba la cara buscando sus caricias. Pagaría por tener rayos x, me conformaba con estar usando a mi madre para frotarme de forma sibilina, la sujetaba de la cintura para que no se  moviera, y apretar  su culo hacia mi, que hacia de  dique para mi brutal erección.

-SARA: ohhhh dios……..sigue…….- murmuraba con pausa.

La mano entre las piernas ya era rápida, y el ángulo de lo pies era amplio, Sara hacia fuerza para subir y bajar por el cuerpo de Jaime, mi idea fue rezar por que no se la estuviera follando ya, se le arqueaba la espalda de tal forma que la manta parecía hincharse, para luego caer a plomo, de forma que  la manta cayó de nuevo, y vi a Jaime sonreír, una mano estaba pellizcándola un pezón rosado, magullado, totalmente duro y saliente, mientras que vi como la falda estaba del revés, y Jaime tenia la otra mano metida por dentro de las bragas, masturbando, ella estaba apoyada con ambas manos en las piernas de él, subiendo y bajando frotando su trasero con ritmo.

-JAIME: ¿te gusta?

-SARA: ¡oh. Dios….si…..me encanta…..no pares! -  Jaime la besó en el cuello y apretó tan fuerte que sonó el vacío, y tras unos segundos se separó dejando una marca clara que duró días, eso solo hizo que Sara gimiera y se retorciera de placer.

-JAIME: vamos, córrete de una vez, yo también necesito de tus caricias – aceleró tanto la mano que Sara abrió los ojos y la boca, de la sorpresa casi ni respiraba,  luego sentí como se tensaba hasta que unos minutos después su cadera dio fuertes latigazos.

-SARA: ¡madre mía, que gusto joder!

-JAIME: te toca, chúpamela – Sara soltó un bufido y le miró absorta.

-SARA: no seas grosero, te lo agradezco, pero no soy una cualquiera.

-JAIME: mujer, no me puedes dejar así -  la apartó para dejar ver su miembro totalmente duro fuera del bañador, al verla, Sara palideció ruborizándose.

-SARA: jaja, está bien, pero una paja y punto.

Le cogió la polla y volvió a taparse, mientras se besaban con pasión, la manta revelaban un gesto repetitivo, de vez en cuando  se bajaba, y al final veía como Sara le masturbaba a 2 manos mientras Jaime la pellizcaba los pezones con fuerza.

-SARA: jajaja estoy cansada, ¿puedes seguir tú?

-JAIME: yo no he parado, es injusto…..no se por que se la chupas a ese imbécil y  a mi no….- me señaló con la cabeza, quise matarlo.

-SARA: ¿te lo ha dicho?, ¡dios que vergüenza!, por favor no lo digas, estaba borracha……..- borracha si, pero se acordaba, me había mentido.

-JAIME: claro que si, es un mierda, en cambio yo te doy lo que necesitas, pero solo si me correspondes.

-SARA: jajajaa vale, pero ni una palabra.

Se dejó caer hasta ponerse de rodillas y lamió su glande un par de veces, Jaime se recostó como el líder de una manada y dejó que empezara a comérsela, Sara usó  la manta de escudo y se tapó ella sola,  aunque era ridículo ver el bulto de su cabeza subir y bajar en la pelvis de él, cualquier a que mirara sabia que pasaba, con  manta o sin ella. Jaime me chistó y me asomé, su gesto de OK con el pulgar me enfureció, luego me dijo que mirara bien.

Le quitó la manta de la cabeza, y le ayudó apartándola el pelo rubio, haciéndola una coleta con la mano, no hacia falta guiarla, se la comía con devoción, hasta que Jaime le cogió la cabeza con ambas manos y  se puso en pie, sin sacarla de su boca empezó a follársela, tal cual, usaba su cabeza como un melón al que embestía, el sonido de ahogarse era claro, y la saliva brotaba de su miembro, poco pudo hacer Sara salvo dejarse penetrar la boca como si fuera su coño, y al rato Jaime se vació en su boca, sin pedirla permiso o avisar, , se sentó en el sofá sonriendo, mirando a Sara, de rodillas con la cara llena de babas y semen, pero no sonriendo menos.

-JAIME: eres un regalo del cielo.

-SARA: jajaja que bestia eres, me has hecho daño – le limpiaba la barbilla con el dorso de la mano.

-JAIME: lo siento, es que me pones a 100.

-SARA: no pasa nada, pero tienes que tranquilizarte, esto no puede pasar  más.

-JAIEM: ¿como?

-SARA: si, ha sido peligroso, pueden vernos.

-JAIME: el único que tendría huevos a decir algo seria tu cuñado, si tenemos cuidado de que no nos vea podemos hacer lo que queramos.

-SARA: no es solo él, mi hermana y el pobre Samuel…..

-JAIME: no hemos hecho nada malo, pero si lo deseas no volveré a tocarte.

-SARA: NO, no es eso…- gateó hasta su regazo.

-JAIME: pues no soy de piedra, si te tengo cerca pasará esto, y lo sabes.

-SARA: está bien…..pero ten cuidado – Jaime sonreía de forma diferente cuando lograba que alguien hiciera lo que él quería, pensando que era idea suya.

-JAIME: ven aquí, mi sirena – la cogió de la mano y se la subió de rodillas encima, besándose con lentitud, mientras Sara se quitaba los restos de la cara.

-SARA: vístete, se van a despertar y no me pueden ver así.

Lo hicieron y se fueron a ducharse, yo solo pude quedarme abrazado a  mi madre y rogar por que no le hubiera manchado la blusa con mi semen de tanto rozarme, al par de horas mi madre se despertó algo desorientada, y la tuve que ayudar a acostarse, al ir a mi cuarto Jaime estaba en la terraza, fumando un porro.

JAEIM: ¿has visto? Dios, es más puta de lo que pensaba.

-YO: está deprimida y se siente sola.

-JAIME: como quieras………ya está en mi mano, solo es cuestión de tiempo que me la folle.

-YO: ¿y yo?

-JAIME: tú cierra la boca y espera, no hagas nada ni digas nada, como si no hubiera pasado, como lo jodas te mato, ¿me oyes?

-YO: no me gusta que me faltes al respeto, le dices que soy imbécil y un mierda.

-JAIME: por que lo eres, la tienes en tu casa y no haces nada, menos mal que he venido, le hacia falta una buena polla y un hombre de verdad, tú no lo eres.

-YO: eres un capullo – me fui de allí ignorando sus palabras, al bajar vi a mi tía metida en la piscina, y me acerqué con curiosidad, estaba metida en el agua apoyada en la pared, con un biquini negro y diminuto.

-SARA: hola Samuel, ¿has ……dormido bien?, la película era horrible…….

-YO: yo……….como un tronco……

-SARA: me alegro, yo estaba algo acalorada y me he salido a refrescarme.

-YO: ¿estás bien?

-SARA: genial, mejor que en mucho tiempo…….- su sonrisa picara me acaloró las mejillas - ….ha sido una gran idea venir.

-YO: si puedo ayudarte en algo…..- metí ficha.

-SARA: muchas gracias amor, pero no necesito nada ahora mismo, salvo tu compañía, si me haces el honor – con un gesto me invitó a  meterme en el agua, lo hice con calma, nadó hasta mi y me abrazó con dulzura, sentí sus pezones en mi piel y su olor a cloro y mujer saciada.

-YO: ¿a que viene esto?

-SARA: eres un gran chico, y quiero que lo sepas, se que Jaime está acaparando mi tiempo, pero  siempre serás mi favorito – era un crío a sus ojos, me pellizcó la mejilla y me besó tantas veces en el carrillo que me dio vergüenza ajena.

Nos pasamos media hora haciendo el bobo en el agua, pera luego volver a casa, me metí en la cama y soñé con que era yo quien destrozaba la boca de Sara a golpes con mi pelvis, pero no lo era, y el amanecer me dio de bruces con la realidad, Jaime me azuzaba para ir a la playa con mi madre y mi tía, mi padre  dormía, así que los 4 de siempre fuimos al mar. Mi tía seguía levantando pasiones con un  biquini anaranjado y de medio culo,  pero era mi madre la que me sorprendía, se presentó con un biquini rojo pasión, tan escueto que apenas le tapaba nada, Jaime le dedicó mucho tiempo en dar crema y luego en el agua jugamos un rato a hundirnos, hasta que Sara y Jaime se separaron, y mi madre tiró de mi un poco para alejarnos de ellos.

-CARMEN: déjales un rato a solas.

-YO: ¿por que?

-CARMEN: Sara está recuperando su sonrisa, Jaime la está ayudando, y no quiero que se estropee.

-YO: pero Jaime es …….- mi madre me acarició la cara - ….mamá, tengo que decirte algo, pero…….no se si………

-CARMEN: cariño, soy tu madre, y te quiero, puedes decirme lo que sea.

-YO: es que Jaime…..

-CARMEN: ya lo sé, es un poco bala perdida, pero es bueno que esté aquí, te hace ser mas abierto a ti también.

-YO: ya, pero es que mi tía…..y él……..

-CARMEN: no tienes que tener envidia de sus atenciones, Sara lo está pasando mal y solo coquetea con él…..

-YO: no es solo eso……..han estado ……ya sabes……antes – me miró confusa.

-CARMEN: seguro que son cosas tuyas…….no te preocupes, todo va bien.

-YO: pero mamá……

-CARMEN: tienes que dejar de pensar así, y divertirte tú, como cuando jugamos – increíble, tan abnegada era que se cegaba ante la evidencia.

-YO: pero es que estos juegos…….yo………

-CARMEN: ¿te refieres a los roces y eso?

-YO: es que…….alguna vez……..

-CARMEN: son cosas normales hijo, eres ya un hombre y esas cosas pasan, una erección no es nada malo – me alegraba que lo dijera ella, a mi no me salían las palabras.

-YO: pero no por que esté jugando contigo – me cogió de la cara, estaba rojo y su biquini minúsculo me la estaba poniendo dura.

-CARMEN: no pasa nada amor mío, hasta me siento halagada, que tú y Jaime,  tan jóvenes, os pongáis…….contentos con nosotras, es dulce.

-YO: es raro….

-CARMEN: puede, pero es un precio bajo por verte reír,  creo que te cuesta demasiado tener interacciones con los demás.

-YO: no soy  muy afable, lo sé  – me dio otro abrazo y apretó contra mí, sentí sus senos pegados a mí y sus labios besándome en la cara.

Quise insistir, buscar apoyo contra Jaime, pero si mi madre no venia maldad en aquello, ¿por que iba ha hacerlo yo?, Jaime y Sara jugaban a algo, se les veía de lejos, pero no a hundirse, aunque parecían divertirse, por la postura casi diría que la estaba masturbando en mitad del mar, al salir del agua Jaime le soltó varias cachetes en el culo a Sara, cada uno más fuerte que el anterior, Sara  se reía después de sisear con cada golpe, al juntarnos mi madre les preguntaba.

-CARMEN: ¿que tal el baño?

-SARA: muy relajante…….- dio un golpe de cadera a Jaime que volvió a azotarla, tan fuerte que sonó un eco y Sara gimió.

-CARMEN: ¡que bruto jajaja! – Jaime la sonrió, mientras Sara se frotaba el culo escocida, y le soltó un cachete a mi madre,  que dio un saltó, y sonrío coqueta, sorprendida.

-JAIME: tengo dos manos, tenga cuidado……

-CARMEN: ¡jajaja que trasto! – se retorció para ver la marca de la mano de Jaime en su nalga, y Sara tenia otras cuantas, al tumbarse boca abajo las vi bien, y Jaime me dio un palmada tan fuerte en la espalda que del dolor me doblé.

-JAIME: no seas nenaza, y ayuda a tu madre a echarse crema – deshizo el nudo de la espalda del biquini de Sara y se pasó 10 minutas frotándola con calma, yo hice lo mismo con mi madre, que ni se inmutó al soltarla las lazadas.

-CARMEN: uffff,  que buenas manos tienes hijo…….deberías darme masajes más a menudo.

-SARA: te dije que  hace maravillas con las manos – desde el principio me pedía masajes en los pies y la espalda.

-JAIME: no es el único – Sara tosió ante su osadía, pero mi madre,  cándida, lo entendió mal.

-CARMEN: ¿ah si? Prueba tú, a ver si le mejoras…..

Le faltó tiempo para apartarme de mi madre  y ponerse de rodillas en sus muslos, con el culo en 1º plano, y empezar a frotarla, mi madre ronroneaba pasados  unos minutos, sin darse cuenta de cómo Jaime amasaba su culo con la pelvis con cada vaivén.

-CARMEN: la verdad es que tampoco lo haces mal jajaja.

-JAIME: será un placer darle un masaje siempre que quiera – hasta eso me quería arrebatar.

-SARA: ¿me tengo que poner celosa? – la sorna llevaba algo de certeza.

-JAIME: como he dicho, tengo 2 manos……..- y el muy cabrón le dio otro azote a mi madre en la otra nalga, hizo moverse su piel en una marea hipnótica, mi madre se sobresaltó alzando el cuerpo y dejándome ver sus pezones, eran diminutos y oscurecidos.

-CARMEN: ¡ah bestia!, jajajaja ten cuidado – se tapó con rapidez los senos con una mano mientras con la otra se frotaba con energía el culo.

-JAIME: jajaja lo siento, es que tiene un cuerpo increíble.

-CARMEN: eres un zalamero, anda y échate crema, que te vas a quemar.

No obedeció, pese a los 45º  del medio día, hasta parecía querer quemarse. Una vez secos, regresamos a casa a comer, Jaime y yo caminábamos por detrás viendo a las 2 mujeres caminar en biquini y con la marca de las manos de Jaime en sus traseros. Sonia y mi hermana seguían perdidas con el grupo de amigos que habían hecho. La presencia de mi padre nos tranquilizaba a todos, Jaime dejaba de ser el “bribón o trasto” y se convertía en el yerno perfecto,  creo que mi padre preferiría tenerle a él como hijo. Por la tarde nos quedamos en la piscina mientras mi padre y mi madre se echaban la sienta, pero algo me decía que podrían estar follando. Sara y Jaime compartían asiento mientras yo leía un libro.

-SARA: jajaja de verdad que me duele el culo, ¡eres un animal!, mira las marcas que me has dejado……- se ponía en pie, levantando el camisón y mostrando su culo enrojecido.

-JAIME: lo siento, es que los porros me ponen un poco tonto.

-SARA: ¿fumas porros?

-JAIME: marihuana, de hecho me fumo ahora uno – y de un petate sacó uno bien largo, ante la mirada de Sara, lo encendió y le dio varias caladas, echándole el humo a la cara para hacerla rabiar.

-SARA: que bien huele, hace tanto que no la pruebo…….

-JAIME: ¿fumabas?

-SARA: claro, en el instituto,  lo dejé al casarme…………..¿me darías  una calada? – Jaime sonrío y le ofreció el porro, lo cogió con elegancia y mirando de reojo, le dio varias caladas.

-JAIME: hey, más despacio, que es mierda de la buena….- Sara tosió al echar el humo, con una medio carcajada.

-SARA: jajaja es fuerte, ¿tú fumas Samuel?

-YO: no.

-JAIME: no paro de ofrecerle, pero se niega, se cree mejor que yo…….

-SARA: haces bien Samuel, esto no es bueno…..- y le quitó el porro de nuevo a Jaime para darle varias caladas.

-YO: ya veo…..- apartó la nube de humo con la mano con rapidez, no supe por qué hasta que mi madre apreció de la nada.

-CARMEN: ¿que hacen? – Sara sonreía y Jaime pretendía esconder el porro.

-JAIME: nada, charlando……..

-SARA: y fumando………marihuana……..- Jaime soltó un chorro de aire y la situación se pauso por un instante.

-CARMEN: pues que no se entere mi marido, que nos ahorca a todos – se sentó a mi lado y le rozo la pierna a Sara.

-SARA: ya se que lo dejé,  por unas caladas no pasa nada….

-CARMEN: estabas muy rara cuando fumabas.

-JAIME: ¿y usted fumaba?

-CARMEN: ¿yo? jaja ni loca, algún cigarro – Jaime le ofreció el porro a mi madre, se quedó mirando curiosa.

-JAIME: pruébalo.

-CARMEN: no se si está bien…….

-SARA: venga mujer, que estamos de vacaciones…..

Timorata lo cogió y le dio una calada, puso cara de asco, y le dio otra antes de devolvérselo a Jaime, una serie de sonrisas fueron subiendo de nivel hasta que los 3 se reían sin un motivo, se pasaban el porro, y luego otro, hasta que se hico casi de noche.

-CARMEN: me mareo un poco…..

-JAIME: esa es la idea,  me tira la espalda y así se me pasa.

-CARMEN: normal, te habrás quemado, por no ponerte crema.

-JAIME: ¿alguna buena samaritana que me ayude a echarme crema?

-SARA: yo misma, pásate por mi cuarto luego……….y te ayudo - de nuevo Jaime y su golpe de genio, ya tenia excusa para meterse en su cuarto.

-CARMEN: la verdad es que me viene bien, me duele el culo jajajaja.

-SARA: ¿a ti también? Mira como me ha puesto este bruto – se quitó el camisón quedándose en biquini, girándose mostrando el culo, las marcas eran menos visibles,  pero allí estaban.

-CARMEN: pues mira yo – hizo lo mismo, pero solo levantó el camisón, mostrando el trasero, y apartando la nalga de sus bragas, la 1º mano casi no se veía, pero la 2º era como un calco perfecto, las 2 se tocaban y se frotaban con alegría ante mis ojos.

-JAIME: es que no puedo evitarlo – se puso en pie y azotó a Sara otra vez, apretando sin apartar la mano en su culo y besándola en la mejilla.

-CARMEN: jajaja, se agradece – al oírlo, con la otra mano, la giró y la dio tal azote que mi madre se puso de puntillas arqueando la espalda.

-SARA: ¡que la vas ha hacer daño! – mi madre se giró boquiabierta, le dio un manotazo tierno en el hombro mientras se apretaba la nalga al rojo vivo.

-CARMEN: no pasa nada boba, estoy bien – lo aparentaría, pero se apretaba tan fuerte el culo que debía de dolerla.

-JAIME: ¿nos vamos al agua? – y cogiendo de la cintura  a Sara la alzó hasta tirarse a la piscina, y comenzaron a retozar, mi madre me cogió de la mano y me llevó al borde de la piscina, quitándose el camisón, me rodeó con sus brazos y nos dejó caer al agua.

Nos pasamos 2 horas jugando a calentarnos, Sara ya ni venia a por mi, Jaime la tenía colmada de todos los mimos que necesitara. Mi madre en cambio se mostraba atrevida y osada, sentía sus muslos en mi miembro y sus pechos en la cara de forma constante, la veía frotarse el culo y con un gesto hábil se lo agarré masajeando, cosa que agradeció con una sonrisa amable.

Al cenar las chicas aparecieron, apenas una hora, se ducharon y salieron vestidas con trajes de noche, Sonia destacaba con un escote que se sostenida de milagro con un vestido azul claro,  mi hermana estaba vestida de blanco con una diadema de flores, parecía un hada del bosque. Al irse, mi padre y mi madre se fueron a pasear, y yo me quedé en casa, Sara se subió a su cuarto y al rato Jaime la siguió, no había que ser un letrado para saber que pasaría algo, salí corriendo a ver que pasaba por la escalera exterior.

Era de noche,  subí a hurtadillas y vi como Jaime se estaba quitando la camiseta, estaba algo rojo pero nada que un día de cremas no subsanara,  se tumbó boca abajo y Sara le repasó el cuerpo entero, luego se tumbó a su lado y jugueteaban a acariciarse, se fumaron otro porro y las caricias subieron de nivel, hasta que Jaime metía su mano entre los muslos de Sara, la comía la oreja hasta que asintió, y la desnudó en un abrir y cerrar de ojos, mientras Sara apuraba el porro, Jaime se metió entre sus piernas,  lamía y besaba su coño,  se retorcía cuando besaba su clítoris, pasados unos minutos Jaime subió por el cuerpo de Sara, lamiéndole las tetas y la susurró algo al oído, ella asintió otra vez, mientras le daba la última calada a Jaime, que embistió con la cadera y penetró a Sara,  se dobló de gusto, mis temores fueron realidad, Jaime se estaba cepillado a Sara. Yo buscaba como masturbarme sin delatarme,  mientras no apartaba la vista del cuerpo vibrante  de Sara, recibiendo golpe tras golpe rebotando con más energía cada vez, eso me mató y me saqué la polla para machacármela fuertemente, mientras Jaime la pellizcaba los pezones, ella se masturbaba el clítoris durante el  asedio, se abrió de piernas hasta rodearle con ellas y aferrarse a su nuca para gritar en silencio. Me corrí apenas 5 minutos después, Jaime duró unos minutos más, con mucho mejor ritmo  que el desconocido que se la cepillo el 2º día, luego   dejaba que Sara hiciera el trabajo con giros de cadera mientras él no se movía.

-SARA: ¡vamos cabrón, fóllame!

-JAIME: ruégalo.

-SARA: no seas crío, ¡fóllame ya!

-JAIME: o lo ruegas o te quedas como estás.

-SARA: ¡fóllame, te lo ruego, métemela y hazme vibrar, por favor!

-JAIME: si lo pides así……

Embistió, de nuevo,  y hasta la cama se movió, al hacerlo Sara se alzó abrazándolo y dejó que él llevara el ritmo de cada acometida, una y otra vez, hasta que el sonido de sus sexos era atronador, se besaban y se daban cachetes o bofetadas leves. Jaime se separó y se sentó en el borde de la cama, Sara acudió dócil y le montó de rodillas, esta vez ella dominó y Jaime gozó lamiéndola un pezón cuando el vaivén se lo permitía, le metió un par de dedos en la boca, y ella los chupó, luego bajó la mano a  su ano y lo acarició, apretando hasta que entraron un dedo tras otro, eso hizo a Sara gemir y gritar poseída, le daba igual todo, ya estaba vibrando como deseaba,  Jaime y no yo la había llevado allí, ya era suya, y a fe que durante 10 minutos follaron como animales. Jaime se corrió tan fuerte que Sara salió disparada,  acudiendo  a chupar el semen caliente que aun brotaba, guiada por una mano de Jaime en la nuca.

-JAIME: ¡dios, follas como una diosa!

-SARA: para ser tan joven, no lo haces mal – un forma suave de decir que la había vuelto loca.

-JAIME: aún no has visto nada, me gusta tu culo, ponte a 4 patas.

-SARA: jajaja ¿serás capaz?......- otro azote la sumió en la lujuria, se puso sobre la cama a 4 patas y Jaime hundió su lengua en su coño, y su ano, se pasó unos minutos haciéndola gemir mientras ella se acariciaba el clítoris.

Para entonces, Jaime ya la tenia como una piedra, de nuevo una buena visión me dejó ver que aunque el acompañante de mi tía iba bien armado, pero la mía era mejor, o eso me parecía, más ancho al menos, aunque el escuálido cuerpo de Jaime resaltaba su miembro y no ayudaba a la comparación. Jaime apretaba contra su ano, y  se la metió lentamente por el culo a mi tía, yo ya iba por mi 2º paja, y no podría creerme como rebotaba la piel de su culo ante cada golpe.  Sara mordió una almohada para acallar unos gritos que se oían pese a ello,  y cuando  estaba dándole más fuerte, mi tía se dobló, arqueó la espalda y soltó un alarido animal, Jaime se separó y metido 3 dedos en el coño, con una velocidad terrible,  vi como un chorro salía  de Sara, que de inmediato echó el culo hacia atrás para volver a ser empalada. Jaime la azotaba tan fuerte que tenia la mano roja, la cogió del pelo como las crines de un caballo, hasta que se corrió dentro de su culo y se venció sudando sobre la espalda de Sara, que estaba jadeando y riéndose.

-JAIME: ¡madre mía, que culo, que animalada, que mujer!

-SARA: jajaja, gracias, echaba de menos  buen sexo anal, gracias, te compensaré con creces.

-JAIME: guarda tus compensaciones, vamos a follar a diario, ¿me oyes?, ni loco te dejo escapar.

-SARA: es peligroso, si se enteran…….

-JAIME: no lo harán, somos listos, podemos hacerlo sin que se enteren – la metía una mano entre la piernas y cogió restos de mil cosas, se los hizo chupar cuando se dio la vuelta, y quedaron cara a cara, el rostro de mi tía era un puzzle desecho, pelo alocado, restos de rímel corrido y pintalabios por la cara.

-SARA: jajaja como negarme……

Los dejé jugando a besarse y vestirse, al bajar vi a mi madre dormida como un tronco en el sofá de abajo, no pude evitarlo y me tumbé a su lado, de forma inconsciente se abrazó a  mi  y me dejó su culo ofrecido, lo cogí con firmeza mientras me frotaba con ella, Jaime apareció y me vio, susurrando me decía que todo iba bien, y se fue a darse una ducha, a los pocos segundos vi la sombra de mi tía, y fingí dormir separándome de mi madre, debió de asomarse para asegurarse que no habíamos oído nada, y se fue. Me quedé dormido y fue mi madre la que me despertó por la mañana.

-CARMEN: ¿que haces aquí?

-YO: nada, te quedaste dormida abajo, y aquí me he quedado, ¿y tú?

-CARMEN: puf…..que sopor……..no se que me ha pasado, estaba tan cansada…….- evadía la respuesta, no era la 1º vez que mi madre dormía lejos de la cama de mi padre por alguna bronca de las que nunca hablaban.

-YO: ¿ya estás mejor?

-CARMEN: como nueva, ¿vamos a la piscina?, me apetece jugar…..- me dio un beso en el pecho y se levantó, no podía dejar de mirar el culo de mi madre, era increíblemente bonito.

-YO: ahora voy – subí a mi cuarto a ponerme el bañador, donde Jaime estaba tumbado cogiendo aire.

-JAIME: me ha dejado seco, ¡que mujer!

-YO: lo he visto todo.

-JAIME: jajaja vicioso, pues ya ves, ahora tu tía es mi puta.

-YO: no es tu  puta, te aprovechas de ella……

-JAIME: y ella de mi.

-YO:  me dijiste…..

-JAIME: me da igual, imbécil, voy a follármela hasta que me canse.

-YO: eres un desgraciado, no tendría que haberte traído.

-JAIME: pues estoy aquí, mala suerte, ahora vete, necesito descansar para follarme a tu tía.

Lograba echarme del cuarto de mi casa, tenía tal poder sobre mí con sus promesas vacías que le dejaba dominarme, o puede que simplemente fuera un cobarde. Mi tía ni me respondió cuando llamé a la puerta. Al salir a la piscina mi madre estaba en el agua chapoteando.

-CARMEN: ¿y los demás?

-YO: están cansados dicen – “seguro que lo están………de follar”

-CARMEN: jaja pues tú y yo, contra el mundo.

Me metí en el agua y nos abrazamos, mi madre me leía en la cara cuando necesitaba su cariño, y lo necesitaba. No jugamos a nada, solo nadamos, pero no por ello los roces pararon,  mi madre estaba buena, ya era plenamente consciente, con  sus biquinis ya no escondía nada, y todo lo que le podría faltar de pecho lo compensaba con un culo de cine, se movía con una elegancia increíble, colocándose el escote o sacándose la goma del bañador del culo, cosas poco refinadas lograba que parecieron estudiadas.

-CARMEN: ya estás triste de nuevo……..

-YO: no puedo evitarlo, Sara está muy……….centrada en Jaime.

-CARMEN: se que la quieres, por eso debes apartarte un poco, no pienses en ti, si no en lo bien que le va ha venir a ella estas vacaciones.

-YO: pero quiero ser yo quien juegue con ella….- sus caricias en mi cara me hacían sentir aún más crío de lo que me veía.

-CARMEN: pues juega conmigo – era su solución para todo, ser ella quien se desvivía por los demás.

Luchamos un rato a hundirnos, al estar solos no me cortaba, ni ella, roces, caricias, apretones y sentir nuestras pieles me puso como una piedra, y ella lo debía de sentir, pero no paraba. Una de las veces la hundí tanto tiempo que me bajó el bañador, me puse rojo, ella se rió al atacarme a traición, así que me enfurecí y la levanté por el aire, de un tirón la arranqué la parte de arriba del biquini y se quedó blanca tapándose las tetas, tiré la prenda tan lejos que golpeó la pared de la casa en la terraza, y la boca de mi madre se abrió tanto que temí haberme propasado.

-CARMEN: ¡ve a por ella, ahora! jajajajja - estaba atónito, mi madre con el agua por la cintura y el torso desnudo apretándose las tetas con las manos.

-YO: has empezado tú…..

-CARMEN: Samuel, no puedo quedarme así jajja por favor, ¿y si me ven?

-YO: yo te veo, eres preciosa mamá, deberías ir así a la playa – se puso colorada.

-CARMEN: ya, y tu padre me mata jajaja

-YO: la mitad de las veces no viene, por favor, me haría feliz……vértelas - puso ojos tiernos, y se soltó los pechos, dejándome grabar en la retina aquella imagen.

-CARMEN: ..…son horribles, se me han caído un poco y no es bonito, anda déjame que me ponga algo……

-YO: no, mamá, estás genial, de verdad, eres la mejor – la abracé, no me creía que aquella mujer, con tal de agradar, estuviera enseñándome las tetas.

-CARMEN: está bien, pero ni palabra, y menos  a tu padre

Como si me fuera a creer, nos pasamos otra hora jugando, y ahora si, mordí, besé y lamí las tetas de mi madre, sin pudor, al igual que ella, se reía y se dejaba, creo que la rebeldía de aquello la atraía tanto como a  mi, salimos al sol y se tumbó boca abajo,  yo boca arriba con una erección tan clara que mi madre no apartaba la vista de ella.

-CARMEN: veo que has heredado cosas de tu padre.

-YO: ¿eso crees?

-CARMEN: también la tiene  gordita – se tapó la boca como sin creerse decirlo en alto.

-YO: pues para lo que me sirve……..

-CARMEN: ¿puedo verla?, tengo curiosidad……- ¿me estaba volviendo loco yo, o mi madre?, pero al momento tenia la polla fuera, tiesa y dura.

-YO: ¿como la………?

-CARMEN: jajaja es una buena herramienta hijo, vas ha hacer feliz a unas cuantas….deberías irte con Marta y Sonia, alguna amiga podrá aliviarte – hacia esfuerzos por apartar la vista.

-YO: no sabría ni como hacerlo, me da pánico hablar con ellas, menos ligar, aquí solo hay tontas que no me gustan.

-CARMEN: no seas brusco, estamos de vacaciones y no todos somos cerebritos como tú, también se desinhiben y parecen menos de lo que son, deberías conocer mejor a la gente antes de juzgarlas.

Esa idea rebotó en mi cabeza unas horas, en las que tomamos el sol casi desnudos, podía tener razón pero yo solo deseaba a mi tía. Sara apareció un rato después, y me pidió que la llevara en moto al pueblo, ya que necesita ir a la farmacia, sentir sus senos en mi espalda valía la pena el viaje, quiso quedarse sola pero no la dejé, tenia curiosidad por ver que compraba, crema depilatoria, cuchillas, y con algo de disimulo la pastilla anti beby, por lo visto a Jaime le gustaban rasuradas y correrse dentro. Ella obedecía a Jaime, lo peor fue verla comprar otra caja de pastillas contra el mareo de mi madre, tenían intención de dejarla KO más a menudo.

Al llegar la noche todo se repitió, Jaime era tan educado con mi padre delante como fanfarrón sin él, empezó a azotar el culo de Sara a menudo, y el de mi madre, sin motivo, al cruzarse por la casa o al estar en la terraza o piscina, Sara jugaba, mi madre se reía, y ambas coqueteaban con descaro con aquel chico. Nos pasamos un buen rato en la terraza, Sara se sentó directamente encima de Jaime, mientras se fumaban un porro,  sin muchos prejuicios por la presencia  de mi madre, que les miraba con gesto alegre. Al final Jaime logró quedarse a solas con Sara, nos fuimos todos a la cama menos él, que se fue a la de ella,  y follaron, les oía por que su habitación estaba debajo de la mía, y al par de horas Jaime subió exultante.