La casa del placer

Poneros el huevo, ellos tienen el mando, solo os lo podréis quitar cuando alguno de los hombres lo retire. Ellos no os podrán tocar, solo vuestros pezones podrán ser tocados y apretados. Solo os podrán acariciar sin meter sus dedos en vosotras, pero la primera que se corra, tendrá un castigo. Una vez terminada la cena, todo estará permitido.

Este relato continua camino al

paraíso

, relato de

Gatacolorada

.

Los títulos son: Elena en la oficina, la casa del placer (autor

charlines

) Mi jefe me llena bien llenada, La putita de mi jefe y camino al

paraíso

(autora

gatacolorada

)

**La

casa del placer**

  • No has de hacer más que lo que te apetezca,

recuérdalo

y disfruta.

Entramos en un gran salón y ahí pudimos ver a todos.

Los voy a describir brevemente.

Estaba la pareja de blanco que eran unos jovencitos de poco más de veinte años, ella era una chica de 1,75 más o menos con unas largas piernas, unas tetitas de 80 más o menos, muy redonditas y con unos puntiagudos pezones.  él tendría menos de 25 y al estar tapado con la túnica poco más se puede decir, salvo que parecía musculado.

La pareja de negro, una morena de enormes pechos, yo creo que más de 110, sobre el 1,

60 de

estatura y un culo impresionante. El al igual que el blanco, muy tapado.

La pareja azul, había cambiado su rol en el vestuario y aquí era ella quien pasaba desapercibida por llevar el albornoz completamente cerrado. El sin embarco marcaba sus pectorales con ese vestido y dejaba asomar la cabeza de su polla por debajo de la falda. Se apreciaba una buena polla.

Los de rojo éramos nosotros.

La pareja verde, ella era una angelical mujercita de poco más de 30 años que tenía unas tetas de noventa más o menos y un precioso culito. Su mirada era muy sexi y sugerente y sus ojos me miraban sin pudor. El, al igual que los otros estaba

tapado

y no se adivinaba nada especial.

La pareja morada era de mediana edad sobre los 40. Ella era una rubia que tenía unas buenas tetas muy bien puestas y unas largas piernas. Él tampoco se dejaba ver, así que ya iremos viendo.

La pareja amarilla, también tendría sobre los 40 o poco más. Ella era una chica normalita, pero con una mirada de vicio increíble. A él ya le conoceremos más tarde, ahora solo se ve tela.

Los anfitriones espectaculares el con casi dos metros y una polla de 21 o 22 cm terriblemente musculado y con un rostro muy atractivo. Ella no lejana al 1,85 unas interminables piernas y un culo duro como sus tetas que miraban con descaro al cielo.

Antes de entrar al salón nos dieron un huevo vibrador con

mando a distancia y

el color de cada uno.

  • **Poneros el huevo, ellos tienen el mando, solo os lo podréis quitar cuando alguno de los hombres lo retire. Ellos no os podrán tocar, solo vuestros pezones podrán ser tocados y apretados. Solo os

podrán

acariciar sin meter sus dedos en vosotras, pero la primera que se corra, tendrá un castigo. Una vez terminada la cena, todo estará permitido.**

Nos acercamos a la mesa, donde una chica y un chico completamente desnudos, nos servirían de platos. Nos sentamos a la mesa, a mi lado elena y al otro lado se sentó la chica de verde. Yo había puesto despacito el huevo de Elena, pero esta chica lo tenía a tope.  Lo

podía

escuchar desde arriba. Cogí un par de canapés con mi boca, ya que no se podían usar las manos. Note como unas manos agarraban y lentamente pajeaban mi polla. Era la verde que me miraba con vicio y se mordía el labio.

Pensé para mí, esta va a ser la primera en correrse. Baje mi mano y acaricie su muslo subiendo hasta su coño, muy lento y muy suave. Elena me miraba hacer y acercándose a mi oído me dijo.

  • Eres un cabrón-

Acerqué mi mano a su coñito y pude comprobar que lo tenía todo húmedo, como la verde que ya empezaba a gemir y retorcerse en su asiento.

La verde se acercó a mí y me dijo.

  • Estoy a punto de correrme.
  • Noooo

, aun te faltan unos minutos y seguí acariciando su pierna.

Mi mano subía por todo su monte y bajaba por su coñito recorriendo el interior de su muslo, sin ninguna prisa. La verde me miraba y se mordía el labio, estaba muy madura, pero la faltaba un poco. Yo seguía con mis caricias y pretendía estar así un ratito más. La lentitud de mis movimientos, hacían crecer su ansia. La verde apretaba sus piernas y se movía arriba y abajo en su asiento. Se apretaba con las manos sus tetas. Mirando la cara de las demás era la que estaba más cerca del orgasmo.

Gimió muy quedo, esa era la señal. Mi mano subió lentamente hasta llegar a su pezón, lo rodee con la yema de mis dedos notando su dureza.  Lo fui apretando lentamente y cada vez más fuerte hasta que el huevo salió de sus piernas botando sobre el suelo, en la silla se

se

podia

apreciar una gran mancha que cada vez se hacía

más

grande.

Muy quedo

decia

  • Hummmm

cabroooon

hummm

como me has puesto

hummmmm

y echo las manos a su coño para disfrutar el orgasmo. * Muy bien señoras y señores ya tenemos perdedora y ahora tendrá que cumplir su castigo. Este no es otro que mientras el penetra su culo, ella le comerá el coño durante dos minutos. * Jodeeer

que pasada

ehh

? * Te gustaría ser ella? * Nooo

aun no

jajajjajajaaj

En el centro de la habitación había un gran sillón. La anfitriona recogió a la verde y la acerco al sillón, con un gel la embadurno su culito.

  • Soy virgen por el culito.
  • Que suerte tendrá mi marido y tú de que sea el quien te estrene.

El anfitrión se sentó en el sillón. Mientras la anfitriona metía dos dedos para dilatar el culito de la verde. A la vez que la dilataba, metía gel en su culito para que la penetración fuese más placentera.

Metía

dos dedos, los abría y se aventuró a meter un tercero, la polla de su compañero era considerable y no

quería

que la desgarrase. Con sus dos manos agarro la polla de su pareja y la embadurno enterita, acerco a la verde hasta su pareja y dejo que el la guiase.

El la cogió y apunto su polla a su culito, lentamente ella se dejó caer. El la paro cuando entro el capullo y la mantuvo unos momentos para dejar que su culito se fuese acostumbrando. A la vez su pareja la comía el coñito. La cara de la verde fue puro vicio cuando se dejó caer metiendo la polla hasta los huevos. La anfitriona la comía el coño con tal pericia que casi a los dos minutos recibió una buena corrida en la boca.

  • Huuuummm

siiiiiiiiiiiiiiii

grito la verde, como no haber hecho esto antes

jodeeeeer

que

pasadaaaaaaa

siiiiiiii

-Ahora te toca a ti rojo, tú la hiciste correrse.

La verde me miró se mordió el labio y me dijo.

  • Te tenía

ganas vejete

.

Me senté en la silla, Elena la embadurno bien con lubricante y luego me lo hizo a mí. Me miraba con ojos de gata en celo, con una mirada de posesión. Acerqué la verde a mi polla y de una se la metí hasta los huevos. Mi polla entro notando la opresión de ese culito recién desflorado. Ella gimió, pero el anfitrión le había dejado el culito bien abierto. Elena se puso de rodillas y empezó a comerla el coño con ganas a la vez que la metía dos dedos para sentir mi polla. Yo sentía ese culito bien prieto y ahora con los dedos de Elena aún más prieto.

Agarrándola

de las caderas la

subía

y la bajaba sobre mi polla con gran suavidad.

  • Siiiiiii

que bien me comes putita

siiiii

siiiii * Humm

que puta eres espero poder devolverte el favor. * No

pareees

huuuuummm

noooooo

Agarrando la cabeza de Elena la verde se corrió botando sobre mi polla. Se dio la vuelta y me comió la boca con lujuria, fue una tremenda corrida que dejó empapada la cara de Elena.

Una vez pasados los dos minutos era el turno del azul. Elena una vez terminó cogió mi polla y se la llevó a la boca en plan aquí estoy yo y esto es mío.

Uno a uno fueron

pasando todos los colores y llego el negro. Ella con sus enormes tetas y el cuándo se destapó mostró una polla de más de 25 cm y no menos de ocho de ancha, una polla terrible que hizo que la verde se mordiese el labio a la vez que Elena se comía con los ojos esa inmensa polla.

  • Quiero esa polla. ¿Me la conseguirás?

  • Tú lo tienes más fácil, pídeselo y seguro que no te dice que no.

  • El negro puso a su chica debajo de la verde y a cuatro patas la perforó el culo con una fuerza y una violencia descomunal. La verde chillaba y gritaba encadenando un orgasmo tras otro, tanto por la lengua como por la polla. Literalmente la estaba reventando.

Una vez terminó el negro, la verde dijo que ya no podía más. Solo queda el blanco que era la parejita joven. * Pidieron una voluntaria para que el niño pudiese terminar. La chica de amarillo se acercó. * Veamos que sabes hacer machote…..

La niña de blanco embadurno con lubricante el culo de la amarilla a la vez que dos de sus dedos se escondían dentro de su culito. Cuando considero que ya estaba se tumbó en el suelo llevando el coño de la amarilla a su boca. El niño se quitó el albornoz y apareció una polla fina pero larga, quizá la más larga de todas. La amarilla le tiro un beso y el chaval acercando su polla al culito, la fue metiendo poco a poco hasta tenerla toda dentro.

Ese culito había comido varias pollas. El chaval empezó a bombear despacio para ir subiendo en intensidad, a la vez que su chica comía estupendamente el coño de la amarilla que gritaba como una loca cuando el chaval la agarró de las caderas y poniéndose en cuclillas empezó a follarla sin duelo.

  • Siiii

cabrooooones

siiiiii

hummmm

qué gusto, me llega hasta la boca

hummmmm

siiii

dameeeee

dameeee

más fuerte

siiiiiii

. * Me

corroooooooo

hummmmm

siiiiii

Y moviendo su culito se corrió la amarilla regando generosamente la boca de la niña que tragó hasta la última gota.

Muy bien señores ahora empieza la fiesta. Ya saben un no es no y no hay escusas.

Elena se acercó al negro y le dijo que quería que la follase. Este la miro y la atrajo hacia el

morreándola

con pasión.

Como no te voy a follar preciosa si me tienes loco desde que he entrado. Le apretaba sus pezones que eran como un dedito pequeño. Elena le cogía la polla y ponía una cara de vicio que yo conocía muy bien. Le tumbó en el suelo y empezó a comerle la polla. Polla que no la cabía en la boca y lamía y

relamía

metiéndose el capullo. Se acercó a él se puso de rodillas a la altura de su polla y lentamente fue introduciéndola en su coñito.

  • Siiiiiii

hummmmm

que polla más rica tienes. * Me llena entera

hummm

Empezó a cabalgarla despacio disfrutando cada milímetro. Yo la veía gozar y me estaba poniendo muy burro. Elena levantó las manos al cielo en señal de que estaba en la gloria. Ya no pude más y me acerque a ellos. Empuje a Elena hacia adelante y lentamente la fui metiendo mi polla en su culito. Este estaba más estrecho de lo normal al tener la otra polla dentro. Polla que yo notaba perfectamente pues la fina tela que nos separaba permitía poder sentir como entraba y salía la polla de su coñito.

Elena se volvió hacia mi.

  • Dame, dame muy fuerte que quiero bañar a este tío.

Empecé a darla con todas mis fuerzas mientras apretaba sus pezones.

Siiiii

asiiiii

siiiiii

hummmmmm

estoy llena

hummmmm

más

fuerteee

siiiiiii

maaas

maaas

siiiiiii

.

Tomaaaaaaa

Y un potente chorro salió por su coño, regando con abundancia al hombre de negro

  • Joder tía menuda corrida te has pegado.

La chica de negro, la de las tetas grandes cogió la polla de su chico y empezó a lamerla metiéndose más de la mitad en la boca y con ella dentro se empezó a follar la

garganta hasta que el cogiendo su nuca se corrió dentro de su boca y su garganta.

A mí me había gustado la niña de blanco. Era una monada de niña de uno setenta y cinco más o menos con unas tetitas de 85 con unas aureolas grandecitas y abultadas y unos pezones prominentes por la excitación.

La dije

si quería venir conmigo y me dijo que

. En la casa había varias estancias y la lleve a la habitación del

placer.

La morada se vino con nosotros mientras Elena se entretenía con su acompañante en la piscina.

Tumbe a la niña en una especie de camilla y ate sus manos y sus pies a esta.

-

¿Qué la vas a hacer? Pregunto la morada.

  • Ya lo irás viendo.

Primero acaricie todo su cuerpo con mis manos, pasando las yemas por sus pezones,

notándolos

super duros y bajando hasta su coño que estaba chorreando.

Busque en uno de los cajones y encontré una gran pluma que empecé a pasar por el cuerpo de la niña, poco a poco su piel se fue erizando y al pasar por su coñito, pequeños suspiros salían de su boca. La morada no paraba de mirar y sentía como se iba excitando por

momentos.

La pasé la pluma por todo el cuerpo y poniéndose de rodillas cogió mi polla y lleno su boca con ella. Me chupaba muy despacio mientras yo seguía con la pluma. La niña cada vez se retorcía más en la camilla, pero aún no estaba muy excitada. Quería juntar sus piernas y apretar su coño, pero no podía. La niña tenía los ojos vidriosos por el placer, estaba a punto después de casi media hora de caricias. Ahora su cuerpo era un volcán, estaba tan excitada que cualquier roce la volvería loca. Chúpala los pezones, cómeselos como si quisieras sacar la leche. La morada se apodero de los pezones de la niña y está empezó a estremecerse

  • Que pasada se corre en mi boca solo chupando sus pezones.

De su coñito salía un líquido blanquecino que hacía palpable su orgasmo. La solté de las manos y acercándola al borde de la camilla la introduje mi polla, mientras la morada no dejaba de lamer y chupar sus pezones. La metía la polla muy lento

haaastaaa

deeeentrooo

y luego

aaaafuuuueeeeraaa

, a la tercera embestida, la niña empezó a convulsionar teniendo una tremenda corrida que la morada se

prestó

a relamer. Mientras la morada lamía su coño, yo metí mi polla en su boca.

Una boca cálida y suave que trataba a mi polla con mimo, con adoración.

Haciendo pinza con mis dedos apreté su pezón y volvió a correrse mientras tragaba mi polla hasta su garganta

para volverla a sacar lentamente y volver a tragarla otra vez entera.

No pude aguantar

mucho y

me corrí en su boca mientras ella encadenaba un orgasmo tras otro con la boca de la morada en su coño y mis dedos apretando su

pezón

.

Cuando salí de esa habitación ya brillaba el sol. La azul se acercó a mí y por fin pude verla, tenía un cuerpo de impresión, aunque las tetas eran un poco pequeñas, pero no me importo, vaya cuerpazo.

  • Me

han dicho

que con la edad se aprende a hacerlo muy lento. * Creo que te han dicho bien, ¿pero tú ya deberías

saberlo? * Pues no, no lo sé y no quiero salir de aquí sin saberlo.

Se acerco a mí y poso sus labios en los míos, besaba muy bien, muy suave. Acerque mi mano a su coño y lo note muy húmedo, seguramente habría una mezcla de fluidos. La acaricie el coño así de pie mientras nuestras bocas se sellaban. Mis caricias eran lentas de su culo hasta su clítoris y vuelta a empezar. Ella también cogió mi polla con su mano y me pajeaba lentamente, siguiendo el ritmo de mi mano. Sus suspiros morían en mi boca y su cuerpo se retorcía buscando sentir los dedos en su interior. Apretaba mi polla con fuerza mientras

gemia

buscando mis dedos.

  • Follame

hummm

follame

ya

cabronazoooo * ¿Como

quieres que

te folle? * En misionero, quiero verte la cara, esa cara de cabrón con esa sonrisa burlona de suficiencia.

La tumbé y pasando sus piernas por encima de mi cuello procedí a acercar mi polla a su coñito. Me ti solo el chapullo y un suspiro se escapó de su boca a la vez que lanzaba sus manos por detrás de su cabeza.

Metia

mi capullo muy lento y lo

volvía

asacar.

  • Toda cabrón

hummm

la quiero toda.

Lentamente fui metiendo mi polla hasta tocar su útero, sintiendo la presión de las paredes de ese coño de seda que me envolvía como el capullo de una crisálida. Mi polla entraba

milímetro

a

milímetro

, para volver a salir de la misma forma.

  • Siiii

hummmm

esto es la gloria

hummmmmmm

que rico y que

razón

tenían

hummmmmm * Sigue

asi

hummmm

siiiiiii

Lentamente rodeo mi cintura con sus piernas y mi cabeza con sus manos. Se pego literalmente a mi

manteniéndose

en vuelo.

  • Siiiii

huuuuummm

siiiiiiii

ohhhhhhh

que gusto,

siiiiiii

hummmmmm

. * Meeeee

coooorrooooooo

.

Así empezó a temblar sobre mi polla a la vez que su boca se fundía con la mía. Lentamente deshizo el amarre y

ambos

caímos

uno encima del otro sobre el suelo.

  • Joder

tío

que pasada.

Busqué a Elena, pero no la vi y decidí ir a nuestra habitación. Ahí estaba Elena tumbada en la cama desnuda y con una cara de satisfacción terrible. Me

duché

y me acosté a su lado. Por la tarde tendríamos que volver y me tenía que contar su

noche.