La casa de playa de mi hermano...

Después de 5 años de no ver a mi hermano Jorge, nos invita a su nueva casa y a conocer a su prometida... sin embargo, al caer la noche, descubro el animal que tiene dentro mi querido Jorge...

Mi nombre es Alely y tengo 23 años, sin embargo, esta historia me pasó hace 4 años, cuando tenía 19. Soy alta, delgada, tez clara, ojos azul oscuro, un cabello largo y rizado, café oscuro, y de cuerpo estoy muy bien: tengo un buen busto, una cinturita, estómago planito y una caderas enormes [herencia de mamá], además de unas piernas largas, firmes y torneadas.

Bueno, todo comenzó un día que llegué de casa de mi novio [acababa de follar con él y ese día fue mi primer anal]. Mamá estaba dando saltitos y llorando un poco mientras hablaba por teléfono. Papá no estaba, de seguro estaba trabajando.

-Claro que si mi cielo... y a que no adivinas quien acaba de llegar!? ..... Claro! ahorita te la paso. -Cuando me dió el teléfono, me susurró "quiere hablar contigo!" y una sonrisa le iluminó el rostro.

-Si?

-Mi alely! cariño! como estas!?

-Jorge!-La emoción de hablar con mi hermano hizo que me pusiera a saltar igual que mamá - Eres tú! Dios! donde estas? hace años que no hablamos! -Y era verdad, desde hacía 5 años que no vivía con nosotros, y desde hacia 3 no sabíamos casi nada de él.

-¡Jaja, tranquila cariño! Cuando los vea les contaré todo...

-¿Y cuando nos visitarás? -Le interrumpí, emocionada de ver al niño con el que había jugado desde siempre.

-Deja te explico cariño: hace unos meses compré una casa en la playa, muy cerca de la costa, y quisiera que vinieran a verla... además de que les tengo una sorpresa. Alely, confío mucho en tí, por eso te voy a decir cual es, no quiero que se lo digas a mamá y a papá, si? -Después de jurarle que no lo diría, me confió -Es que... Alely, estoy a punto de casarme, y quiero que conozcan a mi prometida.

El mundo se me vino abajo. ¿Casarse? ¿Con qué puta lo iba a hacer? ¿Cuando me iba a hacer tía? ¿Y el adolescente de 17 años que se fue de casa hacía 5 años, donde estaba?

Seguimos platicando, y cuando le pasé el teléfono a mamá para qe acordaran cuando lo visitaríamos, me fui a mi cuarto a llorar. Yo no quería que se casara!

Pasó una semana, en la que ví a mi novio 2 veces más, en las cuelas follamos las 2 veces y le hice una mamada descomunal. Recuerdo como se había corrido en mi boca, haciendo que su leche se escurriera por mi cuello y callera en mis pechos.

Y viajamos a visitar a Jorge. Yo iba con un mini short de mezclilla que ni siquiera me llegaba a la mitad de muslo y dejaba muy poco a la imaginación, y una camiseta negra de tirantes con las que podia lucir un escotazo, y mi largo cabello lo había recogido en una coleta para que los que quisieran ver mi escote no tuvieran ningún obstáculo. Todo el camino papá me estuvo regañando de que esa no era forma de vestirse una señorita, que en sus tiempo me hubiera pegado y obligado a cambiarme de ropa. Pero mamá me defendió diciendo que yo ya no era una niña, y adempas que ibamos a ir a la playa donde hace mucho calor. Y con eso papá se quedó callado. Yo, debajo del short y de la camiseta, traía puesto ya mi bikini, que por cierto me dejaba lucir mis encantos, pues quería ser la primera en estrenar la alberca que Jorge nos había dicho que tenía la nueva casa.

Llegamos. Vimos una casa mucho más grande que la nuestra, y se alcanzaba a ver una alberca. Pero ¿Acaso ese muchacho bronceado y sin playera era Jorge?

-Hijo!-Le dijo papá a Jorge mientras le daba un fuerte abrazo.

-Ay, mi cielo! -Le secundó mamá, que ya estaba llorando.

Yo estaba sacando las maletas de la camioneta mientras ellos se saludaban -mamá necesitaba un salón de belleza entero para ir a la playa-. Cuando estaba bajando la última maleta, una voz completamente desconocida me sonó en la espalda.

-Ey Alely! Mirate!

Cuando me dí vuelta para saludar a Jorge, me quedé un momento boquiabierta: Tenía 22 años ahora, y del rostro había cambiado muchísimo, y era sumamente guapo. Bajando la vista me encontré con un cuerpo de modelo. Brazos fuertes, estómago marcado, pectorales iguales... y debajo de los shorts que traía, se notaban unas piernas fuertes. No me pude aguantar y me mordí un poco el labio inferior. Lo abrazé para que no se diera cuenta, y también para que notara los cambios que había tenido. De estar plana del busto, ahora tenia dos muy grandes orgullos, de tener forma de tabla, ahora tenia todas mis curvas en su lugar, de tener piernas de palo, ahora tenia unas piernas estupendas.

Nos abrazamos un rato, mientras yo le restregaba mis pechos al suyo. Cuando nos separamos, noté como sus ojos bajaban a mis pechos, luego mis caderas, mis piernas, y subían lentamente. Se sonrojó un poco me dijo

-Mira Alely! Como cambiaste! -Y la verdad, era que yo podía decir lo mismo de él, ya que de los 17 años, que fue la última vez que lo vi, había cambiado demasiado. Mientras platicabamos noté como sus ojos bajaban continua y disimuladamente a mi escote, y luego se dirigían al espejo lateral de la camioneta, ya que éste reflejaba mi redondo trasero.

Llegó la noche, y muchas personas empezaron a llegar: Jorge había preparado una fiesta! Varios estaban en la alberca, y me dio un poco de miedo entrar, en la sala y el comedor había muchas más personas, y me puse a platicar con unas amigas de Jorge y su prometida. Muchos chicos me veían con ojos morbosos, y yo desplegaba mis encantos ante ellos, aprovechando que mis papás estaban demasiado ocupados admirando a Jorge. La verdad era que me estaba excitando bastante.

Cuando me encontraba besandome apasionadamente con uno de los chicos mientras sus manos me tomaban el culo, Jorge nos llamó a todos a la sala. No me dí cuenta en qué momento se cambió de ropa, por un traje negro con una camisa azul que resaltaba el color de sus ojos, igualitos a los míos. Se veía guapísimo.

A su lado estaba una chica que a mi me parecio como otra de las invitadas, e incluso había hablado con ella antes de eso. Nunca me imaginé que esa chica, que no era muy bonita, ni que tenía el gran cuerpo ni nada en especial, era la prometida de Jorge! Cuando dió la noticia de que se iban a casar, todo el mundo aplaudió y mis padres lloraron.

Yo aprovechando que nadie me estaba viendo, arrastré al chico con el que me estaba besando al baño, por que estaba muy cachonda.  Nos empezamos a desnudar, y me empezó a besar los pechos. Su lengua jugaba con mi pezón izqierdo, mojandome mucho, cuando alguien abrió la puerta.

-Dios, Alely!

-Jorge! que carajos hace aqui!?? -Le dije enfadada mientras el chico y yo nos poníamos la camiseta de cada uno.

-Pues quería orinar, si!? Claro que no me imaginé que me encontraría a mi hermana follando con un cabrón! -Me dijo enojado. Por suerte el baño estaba en el piso de arriba y no se escuchaba nada desde abajo. Cerró la puerta de un portazo, y me vestí rapidamente, mientras el sujeto -nunca supe como  se llamaba- Hacía lo mismo. Le dije que se fuera, pues Jorge era capaz de correrlo a patadas, y le dí mi número.

Cuando bajé, me puse a coquetear con otros tipos, y de vez en cuando sorprendía a Jorge mirándome, o mas bien, mirando o mi busto, o mi trasero, o mis piernas. ¿Era que Jorge se había excitado conmigo?

Acabó la fiesta, y todos se fueron, menos la inutil de la prometida de Jorge. mi mamá y yo recogimos todo, y la tonta de Susana no ayudó en nada. Se subió a su cuarto y ya no bajó cuando le pedimos ayuda y nos dijo que en un momento nos ayudaba. Papá se había ido a un bar con los papás de unos amigos de Jorge, y él se había subido a dormir.

Cuando acabamos de recoger, me dijo mamá que si no quería comer algo, y me pidió que les preguntara a Jorge y a Susana. Mientras iba subiendo las escaleras, unos gemidos me llegaron a los oídos. Llena de duda y de morbo, fui casi corriendo al cuarto de Jorge, y como era alfombra, mis pasos no se escucharon. La puerta estaba entreabierta. La abrí un poco más para ver, y de repente ví a Susana metiéndole una mamada monumental a Jorge! y sin embargo, lo que mas me sorprendió era el tamaño de la verga de Jorge! Dios, de seguro mediría 20 cm! Me puse cachonda con la escena, y me empezé a masturbar. Mis dedos se deslizaban facilmente en mi vagina, muy mojada ya. En el momento en que Jorge le inundaba la boca de leche a Susana, sentí como me atacaba un orgasmo. Las piernas me temblaron, y terminé en el piso. Mi mano estaba empapada.

Me traté de reponer rápido y bajar con mamá, y decirle que estaban dormidos. La verdad era que no tenía sueño. Estaba muy excitada por lo que acabada de ver. Mamá se subió a dormir. Yo apagué todas las luces de la casa y salí a la alberca. Noté como se estaba cambiando el agua por otra limpia. Me quedé dormida unos minutos y cuando desperté, sentí unas ganas incontenibles de meterme a la alberca, que ya estaba como nueva. Me quité la camiseta y el short y me aventé al agua. mi diminuto bikini rosa brillaba por las luces que había debajo de la alberca. Mi cabello flotaba en el agua, que me llegaba a la mitad de los pechos. Empecé a nadar sensualmente, contorneándome muy sexy. Me imaginaba que Jorge estaba conmigo, nadando, provocándonos, y acentué más mis movimientos. Me estaba mojando casi sin razón.

-Te importaría si nado contigo?

Su voz me hizo voltear hacia arriba. Jorge me estaba viendo desde el balcón que tenía su habitación. Se veía en una pequeña sombra, pero podía distinguir sus ojos azules, que brillaban. Por un momento me cruzó por la mente el provocarlo. ¿Qué tenía de malo? No pensaba follar con él... Aunque al imaginarlo me excite mucho más.

Me extendí en el agua, para que viera mis curvas, y lo llamé con el dedo indice, de forma sensual. Bajó casi corriendo, y se veía especialmente sexy. Primero dejó colgando las piernas, metiendo los pies al agua.

-Y... ¿que te parece?

-Buenisimo... -contesté, aunque sabía que se refería a la casa.

-Hablo de la casa... -Me dijo él, entrecerrando los ojos -Cambiaste mucho, Alely... -Me dijo, mirando mis pechos mientras me acercaba a él sensualmente. -La ultima vez que te ví tenías 14, no?

-Si, Jorge... y tu solo tenías 17.... y mira, ya tienes 22... -y sentándome al lado de él, haciéndo notorio que mis ojos bajaban al bultazo que se marcaba en sus pantalones, le dije -y también cambiaste mucho... -Jorge se separo un poco, incómodo.

-¿Y qué haces despierta a estas horas? Son las 2 de la mañana

-Pues... -Me incliné hacia él, dándole una mejor vista de mi pecho, y me excité mucho al ver como me desvestía con los ojos. -... Hiciste mucho ruido cuando estabas con Susana... -Y le puse la mano en su pecho. El sonrió de satisfacción.

-Ya vez, le tengo que dar su leche antes de dormir... -Me rodeó la cintura con las manos, y me besó. Yo le seguí en beso. Nuestras lenguas se entrelazaban, y nuestra saliva se mezclaba. Nunca imaginé que un solo beso me daría tanta excitación. Sus manos me recorrían la espalda de arriba a abajo, y las mías hacían lo mismo en su pecho. -... Aunque me quedé con ganas, sabes? -terminó la frase. Lo empujé suavemente al agua y seguimos besándonos. Sus manos buscaban el seguro de mi bikini, y cuando lo encontraron no tardaron en quitarlo, liberando mis pechos. Sus manos jugaban con mis pezones, lo cual provocaba que me excitara aún más. Él restregaba su bulto contra mí.

-Alely, ya no puedo más... - y me quitó la parte de abajo de mi bikini, que flotaba al lado de la parte de arriba. Me sacó de la alberca, desnuda y en sus brazos, mientras yo le besaba el cuello. Me llevó adentro de la casa, y me acostó delicadamente en el sofá. Se me echó encima y empezó a chupar mis pezones, que estaban duros. Me encontraba con sus ojos azules seguido, y me rogaba con la mirada que lo dejara penetrarme...

Lo separé de mí y me levanté. Le dije que se sentara y cuando lo hizo, le bajé los boxers. Una verga enorme estaba frente a mis ojos, hinchada y caliente. La tomé y mi mano subía de arriba a abajo. Jorge gemía suavemente. Después, me la llevé a la boca, y se la empezé a chupar. Trataba de metérmela toda, pero no me cabía. Mi lengua rodeaba su glande, haciendo que los gemidos subieran de volumen.

-Oh, Dios, Alely... lo haces mejor que Susana...-Me dijo entre gemidos.

Y seguí por un rato, hasta que me tomó de los hombros y me levantó.

-Alely, ya no puedo más... tengo que follarte. -Me acostó sobre el sillón otra vez, y yo, abriendo las piernas lo jalé del brazo para que se acostara sobre mí. Su verga entró con muchísima facilidad, ya que yo estaba muy mojada. Empezó a bombear lentamente, mientras me besaba.  De repente, sus bombeos se hicieron más intensos y rápidos, al igual que sus gemidos. En eso un tuve un orgasmo, que Jorge prolongó por sus bombeos.

-Ahhhh... Jorge, me matas...-Le decía en voz un poco baja, pues no queríamos despertar ni a Susana ni a mi madre.

-Mira que tu Alely... -Me decía él.

De repente, sus bombeos se hicieron mucho más intensos y salvajes...

-Ahh... Alely, me vengo... no aguanto...

-Pues qué esperas? ... vente dentro de mí... anda -Le dije moviendo las caderas, ayudandole. Mientras lo besaba, sus ojos tomaron una expresión de placer, al tiempo en que sentía como un río de leche me inundaba por dentro. Sentí como 8 golpes de leche, y en eso, me vino otro orgasmo...

-Ahhh..- dijimos al mismo tiempo.

Cuando terminamos, él se sentó mientras yo seguía tendida, recuperándome del orgasmo. Sentí cómo la leche de Jorge empezaba a bajar por mis muslos.

Cuando desperté, estaba en la cama del cuarto que me había dando Jorge, con la ropa del día anterior. ¿Lo había soñado todo? No, no podía ser! Había sido tan real! Aun sentía un pequeño placer!

Cuando volteé a mi buró, encontré una nota. "Gracias por lo de anoche. Te quiero Alely" y había un corazón al final. No sé por qué me sentí muy contenta. ¿Me estaba enamorando de Jorge?