La casa de madera

Un viaje con los amigos a una casa de madera acaba en travesuras

Comenzaré por dar una breve descripción de mí y de mi vida. Me llamo Lara , vivo en Andalucía y tengo 26 años. Soy una chica pelirroja, de pecas, ojos verdes y labios bonitos. Tengo unas curvas pronunciadas que no dejan pasar por alto las miradas ajenas  aunque delgadita,alta aunque no demasiado. Vivo con Marcos, mi novio desde que era adolescente, es un buen chico. He terminado la carrera de periodísmo donde he podido conocer a toda mi pandilla actual.

La mayoría de los miembros de dicha pandilla son varones, está Alejandro, un chico moreno, alto, fuerte y muy carismático que aparece en varias de mis fantasías cuando me toco o me aburren mis relaciones sexuales con mi novio. Pablo, su mejor amigo, un chico rubio de ojos claros, también muy alto pero algo más flacucho, con un lunar cerca de la boca de lo más sexy; y Javi un chico algo bajito pero de lo más simpático. Sólo hay una chica a parte de mí, Paula, una rubia delgadita con un culito respingón que provoca varias miradas, es algo mandona.

El caso es que hace unos días a Paula le tocó por una red social un viaje de cuatro noches a una casa de madera para cinco en Galicia. Nos lo contó en cuanto lo supo por nuestro grupo de Whatsapp, todos aceptaron inmediatamente, yo incluida. Lo único malo es que había una habitación para dos y otra para tres.

Paula queria estar con Javi en la habitación debido a que es homosexual, y según ella no quería que la acosasen sexualmente por la noche...que tonta, ya quisiera ella. Yo estaría por lo tanto con Alejandro y Pablo en la habitación. ¿Por que no?, nos conocemos de hace cinco años, no pasará nada.

Se lo comenté a Marcos y me dispuse a hacer la maleta ya que era ese mismo fin de semana. Al llegar la mañana del viernes, Alejandro estaba ya en la puerta de mi casa, con sus gafas de sol nuevas y montado en su coche junto a los demás.

Le dí un beso en la mejilla a Marcos y fuí corriendo a subirme.

-¡Te la cuidaremos bien Marcos!

-Traerla de una pieza jaja

Nos pasamos todo el trayecto del viaje cantándo cada una de las canciones que salían en la radio. Alejandro me parecía aún más sexy conduciendo, que espalda más ancha y que brazos tan fuertes.

Al llegar me quedé embelesada por la imagen, Era una preciosa y enorme casa de madera en mitad de aquel bosque tan bonito, a penas a unos metros de un pequeño lago, genial para darse un chapuzón.

Lo primero que hicimos todos, como si fueramos niños pequeños, fue entrar en la casa para ver la habitaciones y soltar las maletas. La nuestra era preciosa, tenía una cama de matrimonio muy grande, una gran alfombra de pelos que provocaba un ambiente de lo más cálido y luces muy suaves. Contaba con un cuarto de baño propio, no muy grande y una gran ventana que se salia un poco de la habitación dejando una especie de sofalito para sentarse.

No me dió tiempo a terminar de disfrutar de la estética de la habitación cuando escuché los gritos de mis amigos llamándome

-¡Lara venteeeee!

Salí corriendo de la casa y ví a mis amigos corriendo hacia el lago mientras se iban quitándo y dejándo caer la ropa por el camino, me encantan, están locos. Cuando llegué al lago ya estaban todos metidos en el agua. Me quedé embobada viendo el torso de Alejandro, nunca lo había visto sin camiseta y estaba tremendo,, sonriendo, así como me vuelve loca,picarón...

-¡Métete ya, esta buenísima!

-Lo dudo mucho jeje

Me dispuse a quitarme la ropa imitándo de manera muy cutre un streptease para hacer la payasa un poco frente a mis amigos, me pareció notar que Alejandro me miró más de la cuenta. Este salió del agua y fue a por mí, yo le saqué la lengua traviesa. Para cuando me dí cuenta me había cogido como un saco de papas y metido en el agua.

¡Estaba muy fría!, apenas duramos un rato más en el lago, para colmo Paula y Pablo empezaron a enrrollarse, !mira la quejica¡, ¿no tenías miedo de que te metieran mano?..., el resto nos fuimos a la casa muertitos de frío.

Al llegar a nuestra habitación Alejandro dijo que se ducharía primero ya que es más rápido y se metió al cuarto de baño, me pareció bien. Yo mientras me quite la ropa interior mojada para tenderla y me enrollé en una toalla. Cuando terminó de ducharse, salió solo con la toalla colgando de su cintura, chorreando y oliendo super rico...quien pudiera pegarle un bocado..

No podía evitar mirarle deseosa, mordiéndome el labio,llena de lujuria.Alejandro se me acercaba cada vez más, yo quería portarme mal...

-Seamos sinceros, queremos esto...

Dijo mientras pasaba su mano por mi mejilla para posteriormente pasar su dedo gordo por mis labios

-Sabes que estoy saliendo con Marcos..

Dije mientras le miraba lujuriosa

-No tiene por qué saberlo, ni él ni nadie..

Su mano llego al filo de mi toalla, la tiró al suelo dejándome desnuda frente a él. Hacía mucho tiempo que nadie que no fuera mi novio me veía desnuda, por ello mi reacción fue taparme los pechos con las manos como buenamente pude. Alejandro no se quedó conforme así que me tiró a la cama y me agarró las muñecas con una de sus manos quedándo sobre mí.

Nos besábamos, más bien nos comíamos. Él me mordía el cuello mientras me acariaba con su otra mano los pechos, cada vez mas erizados por el frío y su tacto. Era muy dominante. Me ponía.

Cuando bajó su mano a mi clitoris para jugar con él escuchamos la puerta abrirse, a duras penas llegamos al cuarto de baño a tiempo y cerramos el pestillo.

Eran Pablo y Paula, ¡estaban follando en la cama!. Ella comenzó a gemir como si le fuera la vida en ello, Pablo debía de hacerlo muy bien...hasta se escuchaban los golpes de la cama contra la pared.

Alejandro estaba muy excitado por la situación, de golpe me subió en el lavabo para seguir por donde lo dejamos, yo me moría de ganas y el ruído de nuestros amigos haciéndolo tras la puerta me estaba encendiendo. Bajó dándome besitos desde el cuello hasta mi vagina y pasó a dar lamidas de arriba a abajo, pasar su lengua por mi clítoris... yo estaba en el cielo, pero no quería ser la única que se lo pasara bien. Le pedí que parara un momento y le quité la toalla, tal y como él hizo antes con la mía. Su polla era enorme..increíble, mucho más grande que la de Marcos...

Antes de que pudiera arrepentirme del pecado que estaba apunto de cometer, me penetró de un solo golpe, grité de placer por lo que tuvo que taparme la boca.

Dentro, fuera, dentro, fuera muy lento y muy fuerte....todo mezclado con los gritos y gemidos de Paula y el sonido de las embestidas de Pablo detrás de la puerta del baño. Le clavé las uñas a Alejandro en la espalda, me lo estaba haciendo muy bien, me derretía , dejó de taparme la boca, estábamos super calientes. Mis gemidos se mezclaron con los de Paula, nadie paró, a nadie le molestó o sorprendió. Mi mente fantaseaba con que los cuatro estuvieramos haciéndolo ...más fuerte, más fuerte, más... o que los dos chicos fueran todo para mí... sigue...sigue..

Los cuatro acabamos terminando a la vez, agotados de placer.

-Me ha encantado Lara....pff

-A mi también mm...pobre Marcos

-No se enterará, hablando de enterarse ¿Cómo salimos ahora...?

Al minuto escuchamos a Pablo y Paula salir de la habitación así que Alejandro me dejó sola en el baño para que pudiera ducharme. Mientras dejaba caer agua fría sobre mi caliente cuerpo escuché como Pablo había vuelto a entrar a la habitación y mantenía una conversación normal con Alejandro. ¿De verdad no había escuchado nada o qué pasaba?

-¡Lara!, dice Pablo que nos arreglemos, que Javi está haciendo la cena y quiere que sea algo un poco elegante.

-valee

Decido ponerme para la ocasión un vestido negro, corto, ceñido, de mangas largas. Debajo solo mi tanga negro de encaje, el orgasmo me había dado un plus de confianza en mí misma. Todo acompañado con mis labios en rojo pasión, un collar de tipo gargantilla y unos rizos leves en el pelo.

Para cuando salgo de la habitación estaban todos ya sentados en la gran mesa del comedor, Pablo quedó a mi derecha y Alejandro justo en frente de mí. La cena estaba riquísima y yo muertita de hambre. Mientras comíamos no pude evitar pensar en el polvazo que acababa de echar y le eché miradas felinas a Alejandro...me estaba excitando yo sola...quería más, quería otra vez.

Entonces percibí que Alejandro le hizo una seña con la cara a Pablo quien me puso la mano en el muslo mientras hablaba con los demás. Qué raro, no suele tener mucho contacto físico casual conmigo. Su mano comenzó a subirme el vestido y le miré sorprendida entonces se acercó, me pusó elpelo detrás de la oreja y me susurró:

-Pórtate bien, se que quieres Lara...

Entendí de que iba el tema y me gustó, separé un poco mis piernas para que Pablo pueda acariciarme bien mi juguetito y le bajé la cremallera. Todo ante la mirada atenta y excitada de Alejandro. Yo estaba cada vez más mojada ante las caricias que Pablo me estaba haciendo, pasé a pajear a mi amigo y a dejar que se viera mi cara de placer, excitándo así también a Alejandro.

Pablo siguió juagando conmigo pero esta vez pentrando con sus dedos mi vagina, muy rápido. Yo finjí lamerme los dedos por lo rico que estaba la comida y así, húmedos, seguí paseando mi mano de arriba a abajo por su tronco...no estaba nada mal. Pablo lo estaba haciendo muy bien, tan bien que ante todos acabé corriendome, por suerte no hice ningún ruido y es algo que solo los tres sabemos.

-Tranquila bonita, disfruta, yo ya terminaré contigo después de la cena....te esperamos en el cuarto...

Continuará....