La casa de madame de la sarte

Salieron del restaurante camino de la mansión donde sería la cita. La casa estaba situada en un paraje solitario y al entrar con el coche hicieron como un kilómetro hasta llegar a unas balaustradas desde las que se subía a la entrada de la casa. Dejaron el coche y un amable sirviente se lo llevó. Subieron por las escaleras y ahí estaba Madame de la Sarte.

Paúl y Elena llegaron a casa aparcaron el coche en el garaje y entraron en el ascensor. Paúl le dijo a Elena.

Ahora vas a descubrir un nuevo mundo un mundo lleno de satisfacciones, pero también no exento de dolor y placer. Para esto tenemos que estar de acuerdo y has de aceptar una serie de normas. Yo seré tu mentor y te guiaré por este nuevo mundo en el cual tú tendrás que desenvolverte algunas veces en solitario, pero yo siempre estaré cerca de ti. Tienes que aceptar una serie de normas esas normas son primero tu palabra de seguridad, que será rojo. Esta palabra la usaras siempre que te sientas en peligro y no dudes en hacerlo. Tienes que saber que el placer y el dolor muchas veces van Unidos pero el dolor por dolor no tiene ningún sentido. El único sentido del dolor es que produzca más placer. Ahora te voy a llevar a tu casa vas a ir y vas a meditar lo que hemos estado hablando esto no es un mundo que no tenga vuelta atrás evidentemente claro que tiene vuelta, pero lo que sí que es cierto es que una vez metidos en él es más difícil dar la vuelta.

¿Te ha quedado suficientemente claro?

Sí Paul me ha quedado suficientemente claro. Claro que tendré que pensarlo como todo en esta vida hay que pensar, pero creo que tengo muy claro lo que quiero.

Muy bien entonces te llevó a tu casa y el próximo fin de semana te llevaré a una fiesta especial, ya te diré lo que tienes que ponerte y como te lo tienes que poner. Esta semana en la oficina seremos unos completos desconocidos hasta el sábado.

Salieron de la casa de Paul se montaron en el coche y fueron a casa de Elena, Elena estaba seria a ella le gustaba este nuevo mundo que había descubierto, pero la producía un cierto temor. Siempre que nos enfrentamos a lo desconocido tenemos algunos temores, pero esto no iba a ser impedimento para lograr vivir esa nueva vida. Llegaron a casa de Elena y se besaron tiernamente en los labios, recuerda que el sábado te mandare las instrucciones de lo que tienes que hacer.

Elena pasó toda la semana llena de dudas dándole vueltas en la cabeza a esa nueva vida que iba a vivir, la verdad es que le producía un cierto temor y mucho morbo, empezó a mojarse.

Buenas tardes Elena te llegará un paquete en breve tiempo, quiero que lo abras y todo lo que hay en él te lo pongas, cuando venga a recogerte no deberás de llevar nada que no esté en ese paquete.

Buenas tardes Paul no te preocupes haré todo lo que me dices.

A media tarde llegó una caja con un paquete, en el paquete había un vestido negro totalmente abierto en la espalda y con una tremenda raja que llegaba hasta justo su cintura. También traía una nota, en la carta se podía leer que tendría que ir con ese vestido, las medias que iban con él, unos zapatos de tacón impresionantes que también venían en la caja, tendrían unos 17 cm por lo menos, un huevo vibrador que también venía en la caja y que solamente debería de introducir en su cuerpo. Elena entró en el baño se duchó se perfumó y cogiendo el huevo lo metió en su boca lo chupo y levantando una pierna sobre el bidé se lo metió en su coño. Se puso las medias llevándolas bien hasta sus pantorrillas y después se puso el vestido que la quedaba perfectamente pegado al cuerpo la espalda abierta totalmente hasta casi llegar a su rabadilla, hacía que el vestido con la tira abierta por un costado fuese realmente espectacular.

Hola Elena estoy debajo de tu casa cuando quieras puedes bajar.

Elena bajo y al salir por la puerta Paúl dio un suspiro de admiración, estaba realmente espectacular ese vestido la quedaba como un guante Y hacía que su figura fuese aún más espectacular de lo que ya de por sí era.

Guaaauuuu Elena estas espectacular

Muchas gracias tú también estás muy guapo con ese traje negro. ¿Dónde me vas a llevar ahora?

Ahora iremos primero a cenar a un bonito restaurante y después iremos a ver una fiesta privada quiero que antes de meterte en este mundo sepas lo que hay en él y puedas ver si te gusta o no te gusta.

Se dirigieron hacia el restaurante que estaba no muy lejos de la casa de Elena, allí entraron y pidieron mesa.

¿Buenas noches señores deseaban una mesa?

Sí por favor, queríamos una mesa discreta un poco fuera de la gente.

Cómo no señor, ahora mismo les buscó una.

El camarero los guío hasta una mesa que estaba en una esquina apartada y un poco tapada por unas columnas que hacían como de biombo.

¿Esta le parece bien señor?

Paul había ido mirando todas las mesas y vio que la que le ofrecía el camarero era la más apartada y la más escondida por lo cual le respondió.

Muy bien Caballero, está me parece perfecto, aquí nos quedamos muchas gracias.

En cuanto se sentaron Paul puso en marcha el huevo el vibrador. En ese momento Elena dio un saltito hacia arriba

¿Qué haces, estás loco quieres que nos vean todos?

No te preocupes si nos ven no se van a asustar y si se asustan lo más que puede pasar es que nos echen de este restaurante.

¿Pero qué dices cómo nos van a echar? Hummm ahhhhh hummm ahhhh. Para HUUUUMMM para.

Esta es tu iniciación, este será tu primer reto.

Elena se agarraba con fuerza al borde la mesa para poder aguantar la intensidad de esas vibraciones. El camarero se acercó y Paul puso una intensidad más.

Aquí les dejo las cartas, si tienen alguna duda, no duden en preguntarme. Que lo disfruten.

Elena tenía los ojos abiertos como platos, el huevo la estaba poniendo a mil y la situcion hacía que tubiese que aguantarse. así cogida de la mesa, miro a Paul y lo sonrió.

Eres un cabronazo

Posiblemente al final de la noche me lo agradecerás.

No se yo, no se.

Al ver acercarse al camarero, Paul subió el nivel del mando y Elena tuvo que agarrarse a la mesa y juntar las piernas para que el huevo no saliese volando. El camarero la miraba intrigado y Elena le sonreía aguantando con fuerza sus piernas. Cuando marchó el camarero Paul la dijo.

Metete debajo de la mesa y chúpame la polla.

¿peroooooo?

¿A que estás esperando?

Elena se metió debajo de la mesa y cogió la polla de Paul que ya estaba fuera de su bragueta. Ahora tenía la oportunidad de vengarse. Lamió sus huevos mientras pajeaba la polla y fue subiendo muy lentamente chupando cada milímetro de esa preciosa polla. Al llegar al capullo la metió entera, hasta su garganta y noto como el huevo subía de intensidad. Ya no pudo aguantar mucho más y con la polla hasta la garganta tuvo un intenso y cálido orgasmo, que a punto estuvo de mandar el huevo al otro lado del restaurante. Hábilmente había puesto su mano en el coño para evitar que eso sucediese. Paul viendo que había bajado las defensas cogió su cabeza y follo si boca con rapidez hasta terminar llenando su boca con su cálido semen. Elena subió a su silla relamiéndose.

Eres un cabrón hummmm pero me has puesto muy cachonda.

No te preocupes, esta noche será inolvidable y el principio de algo muy especial.

Siguieron cenando, pero el huevo aunque muy lento siguió calentando el coño de Elena.

Ahora cuando salgamos, vamos a ir a una fiesta, una fiesta especial, hoy solo serás una espectadora, aunque seguro que algo harás y te harán. Pero estoy seguro que pronto querrás ser una de las protagonistas.

Todo lo que ocurre en esa casa es improvisado, las voluntarias se prestan y las amas y los amos disponen. Todo está muy bien organizado y todo se puede apreciar por parte de todos.

Hummmm me parece cuando menos interesante. ¿Y el huevo he de llevarlo siempre?

Hoy sí, hasta que salgamos, o hasta que alguien te lo quité, si se da el caso.

Hummmmm interesante.

Salieron del restaurante camino de la mansión donde sería la cita. La casa estaba situada en un paraje solitario y al entrar con el coche hicieron como un kilómetro hasta llegar a unas balaustradas desde las que se subía a la entrada de la casa. Dejaron el coche y un amable sirviente se lo llevó. Subieron por las escaleras y ahí estaba Madame de la Sarte.

Buenas noches don Paul, ¿Qué tal está usted?

Muy bien Madame es un placer verla de nuevo.

¿Y esa preciosidad que llevas asida a tu brazo?

Ella es Elena Madame, es la primera vez que acude a un evento de este tipo.

Madame de la Sarte se acercó a Elena y la plantó un buen morreo mientras su mano acariciaba su culo a través de la raja del vestido.

Creo que como buena anfitriona he de enseñarla la casa

Vente conmigo guapa.

Cogiendo a Elena por la cintura Madame de la Sarte la guía por las diferentes dependencias de la casa. Una era la habitación del dolor, donde un sumiso estaba siendo castigado por su ama.

El ama tenía su pene en una especie de rodillos a los que daba vueltas haciendo que este pasase por un reducido espacio provocando quejidos de dolor. Sin embargo, el pene estaba duro como una roca. El ama dejo el pene metido en ese artilugio y cogiendo una fusta azotó sin piedad el culo del sumiso, que en poco tiempo empezó a descargar fuertes chorros de semen producto del placer y dolor recibidos.

Es alucinante, nunca pensé que podrías correrte con el dolor.

El dolor bien administrado produce mucho placer.

En otra sala había una mujer atada en una silla con un asiento muy pequeño que dejaba expuesto su coño . Un gran mastín chupaba este coño mientras la mujer gemía y gemía de placer.

Hummmm siiiii siiiii que lenguaaaa hummmm sigue perrito sigueeeee.

El perro cada vez chupaba más fuerte pues los jugos de la mujer lo excitaban y está cada vez chillaba más fuerte hasta que se desmallo .

En otra estancia había dos mujeres chupando el rabo desproporcionado de un enorme negro. Ese rabo mediría más de 30cm y tenía un grosos considerable.

Las mujeres se afanaban en que se pusiese bien duro para metérselo en sus coñitos. Una vez que lo tuvieron bien duro, una de ellas se montó lentamente sobre esa preciosa polla, fue bajando por ella hasta tenerla entera dentro y entonces sujetándose de unas correas que había en el techo empezó a subir y bajar sobre ella con gran rapidez .

Siiiii hummmm siiiii que polla tienes cabrón hummmmm siiiiiiii me corroooooo

Siiiiiii

Y se corrió dejando esa polla bien mojada. Elena sintió una mano en su culo y se giró. Madame la besó con pasión y la dijo.

¿Quieres probar?

Hummm me encantara.

Elena se acercó al moreno y se quitó el vestido por la cabeza, quedando completamente desnuda. Acogió ese miembro enorme entre sus manos y lo acaricio como si fuese una preciada reliquia. Notaba como palpitaba en sus manos que casi no llegaban a abarcarlo juntando las dos. Noto sus venas y la volvió loca su calor. Poniendo una pierna a cada lado del moreno, dirigió la polla a su entrada y fue metiéndola poco a poco. Sentía como la polla rozaba en los bordes de su coño, llenando este completamente. Bajaba muy despacio para que su coño se acostumbrase a esa magnifica polla. Subía y bajaba despacio, muy lento buscando estar muy lubricada.

Joder cabrón, me llenas el coño, me estas matando hummmmmm

Sigue asiiiii hummmmm siiiiiiiii. Quierooo más.

El negro la cogió en volandas y levantándola en vuelo empezó a follarla con fuerza. Con sus poderosos brazos la subía y bajaba sobre su polla, llevando esta hasta el fondo. Elena ponía los ojos en blanco, mientras un orgasmo se la iba y otro la venia.

Jodeeeeer siiiiii me cooorroooo siiiiii hummmmm

Elena se agarró con fuerza al cuello del moreno a la vez que un charco aparecía a los pies de este. El hombre tuvo que ir apoyándola en el suelo con cuidado, pues estaba desmayada. El placer que había sentido, había hecho que perdiese el sentido.

Elena despertó en pocos segundos y echo sus manos a su coño, que noto abierto como nunca.

  • Jodeeer menuda follada.

¿Quieres seguir?

Por supuesto.

En esto vieron a Paul que venía de la cintura de una impresionante rubia, con unos pechos de 120.

Elena, veo que has disfruta, no traes ropa y tienes el rímel totalmente corrido.

Correrme me he corrido como una cerda.

Te presento a Marina, una amiga de la universidad.

Encantada, Marina.

Marina se acercó a elena y la dio un beso en los morros a la vez que metía su mano en su coñito.

Hummm sí que te abrieron bien sí.

Bueno Elena, ¿quieres ver el espectáculo?

En la casa cada reunión terminaba con un espectáculo que se hacía en una especie de teatro, pero los actores no podían ver absolutamente nada más que a ellos.

Por supuesto que quiero, estoy muy bien ahora.

Pasaron a una especie de palcos cerrados que daban a la platea del pequeño teatro.

Aquí se podía ver a una hermosa joven atada de una cruz de San Andrés. Completamente expuesta. Por un lado, de la habitación entro una mujer trans con una enorme polla. Se acerco a la joven y pellizco con fuerza sus pezones, rápidamente, junto su boca a estos y los succiono cual bebe. la joven dio un grito mezcla de placer y dolor. La mujer se acercó a ella y de una, metió su polla en el interior del coñito, dándola con todas sus fuerzas. La apretaba los pezones con fuerza hasta que la joven quedo rendida en sus brazos, mientras por sus piernas descendían grandes regueros de flujo.

La mano de la rubia se deslizo por los muslos de Elena iniciando un ascendente camino hasta su coñito que estaba muy mojado. La rubia acerco su boca al cuello de Elena y a la vez que besaba su cuello introducía dos dedos en su coño. Con un ritmo lento, metía y sacaba los dedos a la vez que Elena gemía y con sus manos y su boca, se apoderaba de los pezones de la rubia. La rubia empezó a gemir lanzándose entre las piernas de Elena y acercando su boca a su coño, empezó a lamer desde su clítoris hasta su ano. Elena se retorcía de gusto a la vez que sus manos guiaban la cabeza de la rubia en su proceder.

Mientras Paul estaba empezando a tener una erección de caballo. Esas dos preciosidades dándose lengua y en frente una chiquilla de orgasmo en orgasmo por la pericia de esa lengua. Cuando la chiquilla pareció entrar en trance, la soltaron las manos y los pies y entonces entro el imponente negro. La cogió en vuelo y acercando la punta de su polla al coñito de la chiquilla empezó a darla muy duro.

Esta chillaba de gozo pidiendo se partida en dos por la tremenda polla y sujetándose al poderoso cuello del negro, se quedó clavada en su polla mientras temblaba como una pluma mecida por el viento,

Siiii hummm siiii , chupa puta, chupa hummmmm que bien lo haces, chupaaaaaaa.

Paul no aguanto más y bajándose un poco el pantalón saco su polla, la apunto al culo de la rubia y de un empujón, se la metió hasta las bolas. La rubia abrió la boca y succiono el clítoris de elena que la agarro con fuerza la cabeza pegándola a su coño. Paul cogió las muñecas de la rubia y empezó a bombearla con fuerza, buscando solo su placer. La rubia tuvo que dejar el coño de Elena, para concentrarse en la follada.

Si cabrón, siii, asiiii, con rabia siiiiiiiii, follameeeee me corrooooooo.

Pablo clavo su polla en lo más hondo de la rubia y empezó a soltar chorros de esperma dentro de ella.

Siiiiiiiiiiii tomaaaaaaa te voy a llenar enteraaaa siiiiiii

Ambos cayeron al suelo, uno encima del otro. Paul se separó de la rubia con su polla aun goteando. La rubia se dio la vuelta poniéndose boca arriba, para respirar mejor. Elena aprovecho el momento para poner el coño en la boca de la rubia y bajar a comerla el coñito. Elena lo lamia con ansia intentando no dejar una gota del dulce néctar de Paul. Esto hizo que la rubia tuviese un orgasmo detrás de otro empezando a temblar y provocando un fuerte orgasmo en Elena.

Elena recogió su ropa y se fueron hacia su casa.

Joder, ha sido fantástico. ¿quiero volver?

Volverás, no te preocupes, volverás.