La Casa de la Playa

En la Casa de la Playa de mi mejor amigo fue donde tuve mis primeras experiencias sexuales que me llevaron al éxtasis.

La Casa de la Playa

Por tópico que suene y siendo sincero mi fantasía sexual predilecta es la de sexo entre adolescentes. Alguna gente se sentirá ofendida por este relato y lógicamente el límite entre el sexo placentero y la perversión lo pone con su juicio cada uno de nosotros.

Esas vacaciones estaba muy entusiasmado por poder pasar las vacaciones con mis dos mejores amigos en la playa y como ya tenía dieciséis años podía pasarlas solo con ellos sin tener que ir con mis padres.

Carlos nos aseguró que su casa de la playa era un lugar perfecto para tener unas vacaciones interesantes y que incluso el pueblo y los vecinos eran encantadores.

Las vacaciones nos las habían dado a principios de junio y nos escapamos una semana entera a la casa de la playa de mi amigo . Solo fuimos yo y otro amigo porque la casa no era muy grande y solo había tres habitaciones justas para los que éramos pero nunca se descartaba el hacer fiestas o invitar a gente a la que sería nuestra casa esa semana.

Preparé las cosas y quedamos en la Estación Sur que era de donde salían los autobuses para la costa , por desgracia el autobús salía muy pronto por la mañana y tuvimos que madrugar.

Colocados los bultos nos situamos en la parte trasera del autobús y nos despreocupamos del resto. El autobús salió de la estación y tomó ruta.

Mientras Carlos escuchaba música yo y Rubén no parábamos de hablar de todo tipo de cosas , incluidas algunas muy personales que me hicieron pensar , aunque no les di importancia.

Quizá ese fue mi error. A la mitad del trayecto hicimos una parada en una gasolinera y compramos algunas cosas de comer porque era media mañana y teníamos hambre.

Volvimos al autobús y hasta ahí todo normal.

Poco después comencé a tener sueño y al mismo tiempo a sentirme excitado sexualmente , cerré los ojos imaginándome fantasías sexuales ( heterosexuales ) y empecé a sentirme más y más caliente.

Sería de muy mal gusto masturbarme en un autobús y sobretodo con mis amigos delante a los que les resultaría una situación peculiar así que dejé de pensar en eso y abrí los ojos.

Mi amigo Carlos estaba durmiendo mientras que Rubén me miraba de una manera que me llamó la atención , me miraba como si esperara algo de mi , no interpreté nada de lo que él esperaba en sus miradas.

Me percaté poco después de que ambos estabamos muy empalmados pero no le di más importancia y después de reírme discretamente volví a cerrar los ojos con la intención de dormir.

Empecé a pensar en cosas y no pude dormir como deseaba.

Después de un rato Rubén empezó a acercarse a mi de una manera preocupante y estuve apunto de pararle los pies pero por otra parte me sentía muy cómodo con mi cuerpo apoyado en el suyo y permanecí así.

Abrí los ojos un momento para ver que estaba pasando y vi que estaba dormido y no era consecuente de sus actos.

Aún así parecía como si sus movimientos fueran hechos aposta y me extrañé bastante.

Una mano se posó en mi pierna , una mano fuerte y hermosa se posó en mi pierna y seguí sin hacer nada porque no me sentí incomodo.

Poco después el brazo de mi amigo Rubén , un brazo musculado y bello , reluciente en parte

por sus características y en parte por el sol.

Tampoco tuve objeción a ello porque probablemente al estar medio dormido no me enteré.

De lo que si me di cuenta más tarde fue de cómo la mano se iba deslizando discretamente por encima de la tela de mis vaqueros hasta llegar a mi abultado paquete.

Primero lo acarició y luego lo apretó como si pretendiera alguna reacción por mi parte , me mantuve frío para ver como seguía la situación.

Mi paquete estaba apunto de reventar y si encima mi mejor amigo me masajeaba el miembro por encima del pantalón era imposible que me sintiera abstemio.

La situación siguió así durante un rato y no me molesté porque me encantaba que sus manos me tocaran , pero tengo un límite.

Cuando intentó desabrochar la bragueta de mi pantalón hice como que me despertaba.

Él bruscamente aparto la mano de mi paquete y se hizo el dormido.

Abrí los ojos y vi a mis dos amigos durmiendo plácidamente y desde ese momento permanecí despierto porque el roce con Rubén no me había gustado y sentí miedo porque la situación se repitiera.

El viaje siguió sin ningún acontecimiento importante más hasta llegados a la casa.

Me llamó la atención al llegar al chalet como nos recibieron los vecinos, los de al lado fueron extremadamente amables y el hijo de ellos que tendría unos quince años también me llamo la atención. Me tiré encima de mi cama y descansé un rato porque estaba exhausto y al despertar me di cuenta de que tenía que compartir la habitación con Rubén.

La situación me amargó un poco , últimamente tenía muchos pensamientos homosexuales y aunque sabía que no era nada malo pero temía por un cambio en mi sexualidad.

Carlos ya bien entrada la tarde nos propuso ir a la playa a tomar un baño porque el calor asfixiaba y accedimos.

Estando en la playa yo me dediqué a bañarme en una calita mientras Carlos y Rubén tomaban el sol en una zona más abarrotada.

Más tarde me reuní con ellos en la playa.

Me sequé con la toalla y estuvimos un rato jugando a juegos playeros , al fin y al cabo era el primer día y no me importó llenarme de arena , pero sabía que si después quería estar presentable debía ducharme.

Les dije a Rubén y Carlos que volvía antes a casa para ducharme y ellos se quedaron en la playa mientras.

Estando en la ducha me empecé a masturbar porque después de lo del autobús no había hecho nada para eliminar tensiones.

Me encanta masturbarme con agua caliente y mientras introduje dos dedos en mi ano , siempre tengo la costumbre de introducirlos para sentir más placer durante la masturbación.

Me dejé la puerta abierta porque estaba seguro que nadie entraría en casa mientras lo hacía pero Rubén me sorprendió mientras estaba en plena faena.

Rápidamente me di la vuelta ( la mampara de la ducha era trasparente) para que solo me viera el culo. Cada vez se acercó más a mí y me sentí impotente sin saber que hacer.

Abrió la mampara con un movimiento forzado y me besó.

No hice nada para impedir que siguiéramos besando , más bien fue él quien interrumpió el beso para cerrar la puerta del baño con pestillo.

Se quitó la ropa y se metió en la ducha conmigo.

Siguió besándome con rapidez y una pasión que jamás había visto en ninguna mujer , yo no fui menos y le seguí el royo besando a la velocidad que me era posible.

Mantuve mis manos apoyadas contra la pared de la ducha para no caerme mientras el me empujaba cada vez más y me hacía tambalearme.

Siguió besándome toda la boca , después el cuello y así fue bajando y bajando hasta rebañar mis pezones con su lengua.

Me fui soltando poco a poco y alejé las manos de la pared de la ducha.

Toque su musculado cuerpo , su pecho fuerte y duro , bajé mis manos a su culo y lo palpé sin ningún pudor.

Él mientras había bajado la boca hasta mi miembro , lamió los cojones y pelo de mi pubis mientras yo introduje los dedos en su ano.

Primero dos dedos y luego hasta cuatro introduciéndose a la vez , dio un gemido.

A esto reaccionó bajando el prepucio de mi miembro de dieciséis centímetros hasta dejar todo el capullo al aire. Con suaves movimientos linguales acarició la parte superior y después empezó a succionar al ritmo de introducción de mis dedos.

Fue un éxtasis de placer , no recuerdo ninguna experiencia sexual mejor excepto las que he tenido en esa casa.

Siguió mamando mientras yo estaba apunto de correrme , toda la actividad del día me había hecho llegar a esa situación.

Llevaba casi todo el día empalmado y en tres minutos me corrí.

Me corrí entero en la boca de Rubén y el sumisamente tragó todo el que pudo , el resto se le cayó de la boca.

La situación fue interrumpida por Carlos que había vuelto de la playa y nos casi nos pilla en faena. Rubén rápidamente salió de la ducha y se puso una toalla para taparse el miembro erecto.

Cerró la puerta del baño y yo seguí duchándome como si nada hubiera pasado.

Esa noche la pasamos durmiendo en casa porque estabamos muy cansados.

Nada pasó y cada uno durmió en su cama aquella noche como si nada hubiera pasado.

A la mañana siguiente nos fuimos a la playa bien temprano pero esta vez permanecí con ellos todo el tiempo , nos bañamos y luego quedamos para comer algo con los amigos de Carlos.

Luego de comer volvimos al chalet para dejar las toallas sucias y pegarnos una ducha.

Esta vez cada uno se duchó solo y por turnos , me faltaba la compañía de alguien en la ducha como el día anterior pero en ningún momento se me ocurrió llamar ni a Carlos ni a Rubén ya que habría sido muy impactante sobretodo para Carlos.

Todo transcurrió normalmente durante unos días y nunca se me ocurrió mencionar el tema de nuestro ‘’affaire’’ a Rubén.

Al cuarto Carlos fue a hacer la compra por la mañana mientras yo y Rubén veíamos la tele en el sofá. La programación en vacaciones es bastante decadente y pronto mi atención se desvió del cacharro. No sabía como hacerle entender a Rubén que deseaba repetir lo que había sucedido en la ducha y no hice nada por un rato largo.

Cuando estaba apunto de abalanzarme sobre él llamaron a la puerta.

Fui a abrir y era el hijo de quince años de los vecinos , me excité porque estaba en bañador , dijo si podía ver la televisión con nosotros , que en su casa no había nadie y se estaba aburriendo.

Dijimos que no nos importaba y se sentó entre Rubén y yo.

No tardé en darme cuenta de que la programación también le aburría a él y dejó de prestar atención a lo que decía la televisión.

Tenía que romper el hielo y dije que me iba a darme un ducha.

Rubén dijo que tenía que pasar al baño y se metió antes que yo , sus intenciones era muy evidentes. Estando el chico viendo la tele y nosotros dos solos en el baño con la puerta abierta decidí entrar a Rubén y pronto empezamos a besarnos.

Del baño nos fuimos juntos a nuestra habitación pero como el crio estaba viendo la tele no cerramos lo puerta y seguimos a lo nuestro.

Nos desnudamos completamente el uno al otro y empecé a besarle todo el cuerpo y a lamerlo.

Estaba excitadisimo y no pude contener un solo momento , con mi mano le moví el prepucio hacia abajo y comencé a masturbarle con todas mis fuerzas.

Él mientras me lamía todo el miembro , y pronto empezó a succionarlo con todas sus ganas.

Entre gemidos el chico se percató de nuestras actividades y se metió en la habitación con nosotros.

Nuestra primera reacción fue parar y intentar darle explicaciones absurdas pero el chico se bajo el bañador y de él emergió un pollón de dieciocho centímetros.

Era sorprendente que un chico fibradito de quince años pudiera tener semejante miembro.

Ante esa situación Rubén y yo nos quedamos flipando literalmente pero empezamos a tomar confianza y el chico se unió a nosotros.

Mientras el chico de quince me enculaba yo hacía un sesentinueve con Rubén.

Se que puede parecer una posición un poco extraña pero tenéis que probarla para decirme si no es lo mejor que habéis probado.

Me esmeraba en mamársela a Rubén pero entre enculada y enculada tenía que parar por el dolor acompañado de gemidos que me estaban produciendo entre los dos.

Un chico de quince años me estaba metiendo su polla de dieciocho centímetros mientras hacía un sesentinueve con mi mejor amigo y eso a raíz de unos tocamientos en el autobús días atrás.

No podía creérmelo pero no le di más vueltas y seguí succionando como una aspiradora.

Después de un rato estabamos los tres en la gloria pero ...

De repente Carlos nos interrumpió , entró en el chalet y al darnos cuenta paramos.

Me sentí sucio y un maricón de mierda pero ahora he aceptado mi bisexualidad totalmente.

Carlos entró en la habitación donde estabamos los tres uno encima del otro abrazados y al principio se mostró sorprendido pero luego los sorprendidos fuimos nosotros.

Se acercó y le dio al chico un beso en los labios y todos nos sentimos aliviados.

Carlos se quitó el bañador y también tenía un buen miembro de unos veinte centímetros , desde luego más grande que el mío y pronto nos pusimos manos a la obra.

Hicimos un sesentinueve a cuatro personas , fue una buena experiencia.

Nos colocamos en el suelo poniendo almohadas bajo nuestros culos y empezamos con el sesentinueve.

Mientras yo se la chupaba a Carlos el chico me la chupaba a mi , al chico se la chupaba Rubén y a Rubén se la chupaba Carlos.

Nuestros culos mirando a techo estaban ansiosos de leche calentita pero eso llegaría después.

Primero nos calentamos a mamadas , absorbí como nunca en mi vida aquella enorme tranca , me comí el capullo y hasta los veinte centímetros enteros que eran como una salchicha.

Mientras con mi mano también movía la base del miembro para que Carlos tuviera un placer mayor. Al mismo tiempo el hijo de los vecinos me sorbía los cojones con fuerza y de vez en cuando solté algún gemido de placer.

La situación duró hasta que los cuatro estuvimos con la polla bien dura.

Cogimos la vaselina que estaba en el baño y nos untamos un poco cada uno en los dedos.

Nos pusimos un poco en la punta del capullo y nos masturbamos el uno al otro para extenderla por toda la base de los miembros.

Rubén sería el primero en probar el calibre de nuestros rifles y se colocó inclinado contra la pared mientras Carlos le puso un poco de vaselina dentro del ano.

Sucesivamente me coloqué de rodillas para poder mamársela y empecé a sorber mientras

Carlos le penetraba.

Carlos y Rubén abrieron las piernas formando un túnel para que el chico me la pudiera chupar a mi. Y así fue , yo estuve un buen rato comiendo arriba y abajo aquélla polla deliciosa como un calipo tropical mientras el chico hacía delicias en la mía.

Estuvimos así un largo rato y al final decidimos corrernos todos en la boca de alguien.

¿Quién habría sido el elegido?

En esa ocasión fui yo el encargado de que los tres se corrieran y se colocaron en circulo y yo de rodillas para poder mamarla a todos al mismo tiempo.

Uno a uno se fueron empalmando y con una mano cogí los dos miembros más pequeños ( es decir el de el chico y el de Rubén ) y con la otra la más grande ( la de Carlos ).

Los empecé a masturbar mientras se besaban entre ellos y se lamían , yo observaba atónito la escena que me puso a cien.

Cuando los tres estuvieron listos me metí un miembro en la boca y con la manos agité los otros como pude. Seguí chupando y así me fui alternando uno a uno para que ninguna polla se quedara sin probar mis labios. Seguí y seguí con todas mis fuerzas y al final todos se corrieron en mi boca abierta deseosa de leche caliente.