La Casa de la Albufera

Detrás de una típica caseta de campo, se esconden los placeres más ínfimos y seductores

Situado a la afueras de un pueblo alejado de toda civilización se encuentra el mayor tesoro de la terreta, una preciosa casa de campo situada en medio de arrozales donde se respira paz y tranquilidad, vista desde fuera puede parecer inocente pero en su interior hay una puerta secreta que te eleva a un universo de perversión y depravación del que no querrás escapar nunca.

Contando con las luces del coche como única iluminación, nos movíamos como guiados por el viento y yo con la sensación de que nos habíamos perdido y de que hemos atravesado media comarca por carretera secundaria  y él con toda la soltura de quien ha hecho ese camino millones de veces, le miro de reojo y veo en el navegador que el destino está a menos de cinco minutos. Cinco minutos ¿a dónde? a un campo de lodo porque vamos....

-Deja de pensar tanto y disfruta, que te estoy viendo como no paras de trastear con el móvil intentando descifrar hacía donde vamos, ¿acaso no confías en mi después de todo este tiempo pequeñaja?. Me pierdo en su mirada y sonrío.

La capacidad que tiene este hombre para leerme no dejará de sorprenderme nunca, tranquilizo mi mente respirando profundamente hasta volver a tener el control total de mi ser, levanto la vista y diviso unas diminutas luces que guían el camino hasta esa enorme casa de campo cuya fachada está super iluminada deslumbrando a todo aquel que la mira y aprecia su belleza en medio de esa oscuridad absoluta. Bajamos del coche y recorremos el camino de piedra que lleva hasta su puerta principal dos postigos de madera que abren paso a una estancia caldeada por una maravillosa chimenea situada en una de las esquinas nos dan la bienvenida, ese aire señorial e histórico que tanto me gusta, recorro la misma con la vista y diviso en los sillones a tres parejas que conversan distraídas de nuestra llegada. Mi mirada de pierde en la belleza de una mujer de melena negra y espesa, una sonrisa amplia de color magenta brillante y una mirada perversa y profunda que hiela mi ser, está enfundada en unos vaqueros de cuero y un top a juego que resaltan su silueta y despiertan mis mayores deseos carnales,tiene un olor embriagante que me hace salivar, cruzamos miradas y fija su ojos en mí a la vez que camina lentamente hacia nosotros, se detiene a escasos pasos de mi y aspira mi aroma, extiende su mano hacia mi Señor y se funden en un caluroso y afectuoso abrazo, atónita observo la escena y espero impaciente a que me den algo de información. Saludo educadamente y me presento a la vez que le doy los abrigos y una sospechosa mochila que ha aparecido de la nada, se aleja contoneándose y con una pícara sonrisa en sus labios. Nos acercamos a las otras parejas y empezamos la temida interacción social, tengo malísima memoria para las caras pero puedo asegurar que no conozco a ninguna de estas personas y empiezo a hacer mi planograma facial para no perder el hilo de las conversaciones que se cruzan a mi entender sin mucho sentido.

Estamos sentados alrededor de la chimenea delante de nosotros una mesa maciza de madera que esconde un secreto que descubriría mas entrada la noche, mi Señor lanza un cojín al suelo y me indica con la mirada que me siente en el, lo sitúo entre sus piernas y me acurruco, con el pasar de los minutos se produce un efecto domino que me deja bien claro el ambiente en el que estoy inmersa, poco a poco más cojines van al suelo seguida de su respectivo cruce de miradas y conversaciones mudas. Sentados en los sillones se encuentran: El_Sr.M criatura especial donde las haya misterioso caballero, cautivador, enigmático, una mente profunda de esas que ya no se encuentran y  a sus pies Nagini la mujer de la melena azabache, encantadora, sensual, sádica, perversa, dulce... un encanto de mujer un veneno por el cual moriría. El Sr.Oscuro un Caballero en toda regla,enfundado unos vaqueros   oscuros que resaltan sus muslos y sus nalgas, una camisa ceñida color gris y una corbata de un tono mas claro que enaltece  su carita de ángel que es  iluminada con las dos perlas preciosas de crisópalo que tiene por ojos, la intensidad de su mirada te hacer perderte en ella y la perversión de su sonrisa te deslumbra y te deja sin aliento sedienta de su esencia, lleva puesto el mi perfume masculino preferido Versace Eros, un olor embrigador y seductor, ese hombre desprende sensualidad y sexualidad por los poros  y la poetisa empoderada, LA MUJER  de sonrisa carmesí y olor dulcemente embriagador, su sola presencia impone su cuerpo está envuelto en un vestido semitransparente negro  que se ciñe a su magnífica figura y que si te fijas bien puedes ver el catsuit trenzado que hay debajo y que  anhelo romper con los dientes,de su cuello cuelga un collar de perlas que se pierde entre sus curvas y la tela que cubre su belleza, sus largas piernas adornadas con unas medias transparentes negras que se alargan y se adentran al paraíso y te hace querer perderte en ellas. Mistress Lioness belleza de mujer con curvas infinitas de piel canela y ojos azabache, la dureza y profundidad de su mirada te hace temblar y ponerte a sus pies, viste un mono ceñido de cuero con la espalda descubierta y de escote profundo que acaba sobre las plumas de la perversión y sus dos cachorros la dulce e inocente juguetito, un bombón de niña  con una melena rizada y  una piel morena resalta sobre ese vestido de encaje rojo que cae inocentemente sobre sus muslos  y el diablillo perverso, EL HOMBRE que perfección de ser, su piel tostada y sus labios carnosos hacen que mi mente pierda el equilibrio, viste una camisa estrecha que deja poco a la imaginación y que resalta sus abdominales esculpidos por el mismísimo Thor, unos vaqueros que se ciñen a su miembro notablemente erecto a pesar de que a mi vista "no está pasando nada".

De la nada aparece una adorable criatura de ojos profundos y unos labios jodidamente apetecibles enfundada en un vestido de conejita, lleva un pequeño delantal que apenas cubre sus pechos pinzados por dos pinzas  chinas que cuelgan adorablemente de sus pequeñas orejas de conejita, en sus manos lleva una bandeja con las copas, se dirige hacia nosotros caminando e intentando mantener el equilibrio, al llegar  a la mesa se inclina y veo en primera persona su colita negra, un adorable y perversamente excitante plug de cola de conejo una simple bolita de pelo asomada entre sus nalgas, un ahogado gemido retumba en mi pecho y busco con la mirada la complicidad de mi Señor y le encuentro observando mis movimientos, sonríe y me acerca la copa de la cual bebo un trago profundo,al volver a mirar la apetecible conejita había desaparecido. La normalidad con la que han recibido a la camarera me hace pensar que la única que no sabía donde se estaba metiendo era yo, el ritmo de la conversación se mantiene: política, actualidad, economía, los típicos tópicos van y vienen, hasta que por arte de magia el silencio se va haciendo dueño de la estancia dando paso a murmullos y cuchicheos seguidos de una risa tonta, esa risa cachonda, ese "folláme ya" escondido detrás de un jaja; miro a mi alrededor y veo como los cojines empiezan a estar vacíos y una especie de cola se forma a la entrada de la cocina, sumida en mi distracción ni cuenta me dí cuando me puso el collar, se acerca a mi mejilla me da un pequeño mordisco y me susurra al oído queme ponga a la cola y traiga un par de platos, sigo al rebaño cual vaca y me coloco al final de la fila a la espera de mis platos, en el fondo de la cocina puedo ver moverse una orejas y sonrío ampliamente al verla de cerca, su belleza y desparpajo me dejan sin palabras y solo atino a decirle un mudo hola antes de que desapareciera entre los platos que iban y venían, una mano me indica el camino a seguir y camino en dirección a los demás, al llegar a la mesa veo a la conejita tumbada  con las piernas separadas y las manos extendidas hacia abajo encima de la mesa, los sumisos se sitúan a su alrededor y comienzan a poner los pequeños bocados de comida sobre su cuerpo, miro de reojo una vela que está encendida a sus pies y la muevo hacia la V que separa sus muslos marcando distancia suficiente para no hacerle daño, la adorable conejita esta inmóvil en la mesa, con una venda en sus ojos y si mi vista no me engaña de su coño cuelga un extremo de un huevo vibrador y que está encendido por como sus caderas se mueven y su vientre se contrae haciendo tambalear un trozo de pescado marinado con aguacate. Acaricio el dorso de su cuerpo empezando por los pies hasta llegar a la cabeza, me inclino sobre la mesa y aspiro su dulce aroma, me acerco más hasta llegar a su cuello y justo cuando iba a darle un mordisco un tirón del collar me pone de pie y me encuentro con su cara a centímetros de la mía, tiene la mandíbula dura y me observa con una profunda intensidad que me hace tragar, tira del collar obligándome a ponerme de puntillas y me susurra al oído:

-¿Tan hambrienta está la perra que no puedes esperar a acabar la comida antes de comerte el postre? Es más ¿quién te ha dicho que esta noche vayas a tener postre? Por ahora la cachorra se queda sin postre y si te quejas te quedarás sin comer. Te ataré y te dejaré con los ojos vendados y amordazada en el rincón más apartado que pueda encontrar. Ahora asiente si lo has entendido y vuelve a tu sitio.

No me atrevo a decir ni una palabra, estamos en el culo del mundo y esa amenaza ha sonado muy real, me acomodo entre los cojines y antes que encontrara el confort noto como una cuerda roza mi piel y empieza a enredarse mi torso, las palmas de mis manos han quedado a la altura de mis hombros, unas manos desconocidas me ayudan a incorporarme y me sienta en una silla. Siento su respiración detrás de mi oreja, ese olor embriagante me es familiar y cual perra empiezo a salivar. Enreda sus dedos en mi melena y tira de ella elevando mi cara obligándome a mirarla a los ojos, se pierde en mi mirada,busca en lo profundo y finalmente dice:

-Esta noche además de servir a tu Señor me servirás a mí también. Durante la cena servirás de posa vasos, comerás cuando te alimentemos y beberás cuando te demos de beber. Asiente si has entendido. He visto lo que has hecho con la vela, tienes ideas perversas cachorra y eso me enciende. Esta noche claudicarás ante mí y vas a estar agradecida por haberlo hecho.

Los comensales empiezan a situarse alrededor de la mesa y la cena transcurre con relativa normalidad, mis manos están sosteniendo dos copas de vino mientras que de cuando en cuando un bocado de comida o un sorbo de agua llega a mis labios. Las risas y las charlas invaden la habitación, desde la otra punta de la mesa envían un reto a mi Señor, se acerca a mí y dice:

- Cachorra desde la otra punta de la mesa te retan a beberte media copa de vino sin usar las manos. Si lo logras se te liberarán las dos  manos y podrás comer y beber lo que quieras. Si al contrario no lo logras pasarás al medio de la mesa y tendrás que sostener esas dos velas que ves ahí hasta que se consuman.

Trago saliva y sin pensarlo mucho digo que sí. Mi Señor rellena una copa de vino rosado y lo sitúa justo delante de mí, sopeso las alternativas que tengo y mi capacidad bucal no da como para meterme una copa sin romperla y acabar en urgencias. Una chispa de creatividad salta en mi cabeza, me inclino sobre mi plato y aparto el trozo de pan que hay en el, muerdo con los labios el dorso de la copa y la dejo caer lentamente sobre el plato y empiezo a beber de ella cual perrita sedienta. Los "ohhhh" y los "ahhhh" llenan la habitación seguidos de una carcajada general, puedo ver la mirada encendida de mi Señor y de Nagini, que murmuran sin dejar de mirarme. Me preparo para defenderme técnicamente no he roto ninguna regla he bebido de la copa mientras caía en el plato y no he usado mis manos. Se acerca mi Señor lentamente y empieza a liberar uno de mis brazos, tira de la cuerda y la enreda mas en mi cuerpo, limpia mi mano aún atada y coloca sobre ella la vela encendida.

-Técnicamente no has incumplido ninguna regla pero tampoco has cumplido lo que se te ha pedido exactamente, así que este es el término medio.

Puedo notar como la cera caliente empieza a caer sobre mi mano se inclina sobre mí y separa mis piernas mientras introduce un huevo vibrador y pellizca mis labios. Se inclina sobre mí y besa mis labios y nos fundimos en un profundo beso antes de alejarse. Busco con mi mirada  a Nagini y dulcemente le lanzo un beso y vuelvo mi atención a mi plato, los siguientes minutos transcurren tranquilamente, comiendo, bebiendo, hablando, riendo, hasta casi había olvidado que tenía un huevo vibrador en mí, y de repente aparecen las vibraciones que empiezan a llenar mi interior y a encender cada fibra de mi ser, me revuelvo en la silla y siento como Nagini me mira fijamente mientras se saborea los labios. Se acerca caminando lentamente hasta donde estoy sentada y me ordena que me levante, me coloca frente a ella con la mano libre extendida y las piernas separadas, durante unos minutos no hace mas que observarme como el resto de la mesa, con una agilidad digna de un ninja rasga mis ropas que se reducen a dos trozos de tela que cuelga de mi y que dejan ver  el catsuit de encaje negro que llevaba debajo, no hago mas que mirarla fijamente, desafiante, rebelde, enojada.

Una carcajada perversa sale de  su boca y con tono jocoso se dirige hacia mí, soy incapaz de escucharla y cuando vuelvo en mí la tengo envolviéndome con sus brazos mientras acaricia mis tetas, coge la vela que tenia en la mano y deja caer toda la cera caliente sobre mis tetas y mi clavícula, coge la copa de vino y me da de beber y deja caer liquido sobre mí. Me indica que me arrodille delante de ella y eso hago, mientras busco con la mirada a mi Señor que no está por ninguna parte, ni él ni ninguno de los sumisos. Nagini está sentada delante de mí, posa su copa sobre mi mano atada y en la otra coloca su pie para que le haga un masaje, muevo mis dedos  a lo largo de su pie haciendo lo mejor que puedo con una mano, con su otro pie libre empieza a acariciar mi entrepierna palpitante y evidentemente humedecida, vuelve a sonreír y no me queda mas que sonrojarme y seguir con mi mantra de control, su pie se mueve a un ritmo frenético y empiezo a mover mis caderas en busca de mayor placer, tira del collar y se apodera de mis labios y de mi lengua, susurra a mi oído que cabalgue sobre su pie hasta correrme y eso hago, la combinación de la vibración del huevo con la dureza de su pie tan delicado me hace entrar en éxtasis, mis caderas suben y bajan, se mueven y se restriegan contra ella en busca del máximo placer, ese placer que te hace chorrear y gemir desde las entrañas. Sus manos envuelven mi cuello y sus dedos aprietan lo suficiente como para dejar pasar un hilo de aire que me mantiene al limite de desmayarme, me pierdo en su mirada mientras mis instintos primitivos toman posesión de mi cuerpo, me muevo, me restriego, cabalgo y gimo disfrutando de ese placer que me proporciona, la velocidad del huevo aumenta  y mis energías se dirigen a un mismo punto que amenaza con estallar en poco tiempo, se hace dueña de mi boca y muerde mis labios, esa presión, esa energía fue la que hizo explotar en un orgasmo profundo, fuerte, ronco y muy húmedo, estoy arrodillada en mi charco de placer y su pie gotea, me inclino y empiezo a lamerlo desde la planta hasta los dedos, puedo ver su mirada encendida en lujuria; engancha una cadena a mi collar y me lleva a gatas hasta una puerta que antes no había visto, entrega mi cadena a unas manos que no alcanzo a ver a la vez que le dice: " -Está preparada. La doma ha empezado y la cachorra ofrece buen material,llévala arriba."

Al abrirse la puerta unas escaleras alumbradas por una tenue luz roja ilumina la antesala a la degeneración absoluta, subo a cuatro patas la escalera y al final de ella cual aparición divina se encuentra mi Señor vestido con unos vaqueros oscuros y su camisa gris esa que tanto me pone porque le resalta cada uno de sus músculos, sonríe al verme llegar y toma el relevo de mi cadena y tira de mí hasta el potro de madera que se encuentra en el lugar, lo recorro con la mirada y veo el Cielo en los infiernos el paraíso materializado frente a mí: cadenas y agarres colgando del techo y de las paredes, una preciosa Cruz de San Andres, un potro, varias jaulas, sillones, camas, un cepo para torturas, una pared llena de artilugios para azotar: palas, paletas, floggers,látigos, fustas, varas, al fondo hay una bañera de cristal transparente, sillones, camas, velas, esposas, vibradores, dildos, todo lo que se pueda imaginar una mente perversa y degenerada está en ésta habitación,  levanto la mirada y veo a juguetito suspendida entre dos columnas con una venda en sus ojos y una mordaza en su boca, extasiada por lo que veo me subo lentamente al potro y me acomodo en el mientras  mis pies son atados y asegurados a cada lado. Incapaz de moverme y con el vientre ardiente y palpitante dejo caer las barreras brats y me sumerjo de lleno en mi pozo de sumisión y obediencia.

-Respira cachorra que la noche acaba de empezar.

"La noche acaba de empezar" Esas palabras no dejan de resonar en mi mente mientras mi mirada se pierde por la habitación y veo que vienen caminando en mi dirección Mistress Lioness subida en su tacones de aguja y a cuatro patas arrastrado por la correa el diablillo, se detienen a mi lado y después de un tirón de correa el diablillo empieza a lamerle los pies a su Ama mientras ésta le acaricia, sube lentamente lamiendo sus piernas kilométricas y al llegar a la zona del vientre se detiene y le indica que se suba al potro quedando cara a mí, ata sus pies a un anclaje múltiple que hay bajo y antes de macharse le susurra algo al oído, la enorme erección del diablillo reposa sobre el potro e instintivamente me relamo los labios. Nuestras miradas se centran en el juguetito que cuelga entre dos columnas entre sus piernas tiene un bellezón de curvas infinitas y una piel morena brillante, entre sus labios tiene el coño humedecido y palpitante, sus rizos rebotan contra sus muslos mientras la devora entera y le saca hasta la última gota de placer, se gira hacia nosotros y camina enfundada en su catsuit de cuero, se limpia la boca con mis pechos y se funde en un apasionado beso con el diablillo, se inclina y desancla el potro del suelo y ágilmente nos mueve hacía donde yace colgada juguetito, sitúa al diablillo debajo de ella y como por arte de magia el juguetito cae unos centímetros lo justo para que su coño y culo quedasen a la altura de la boca del diablillo, los restos del orgasmo aún resbalan y pequeñas gotas caen sobre su pecho, me inclino sobre el y las lamo lentamente, recorro con mi lengua su torso esculpido y vuelvo a incorporarme, cuando siento unas manos empujándome hacia delante obligándome a doblarme, ágilmente engancha mis manos a los anclajes, al levantar la mirada veo la polla palpitante del diablillo acercarse y sin pensarlo mucho me la llevo a la boca, sentir esa dureza en mi boca me pone más cachonda, uso mi lengua para recorrer su capullo y me centro en esa hendidura mágica que hace temblar los cimientos de su vientre y endureciendo aún más esa obra de los dioses, levanto la mirada y veo que tiene entre sus manos las caderas del juguetito mientras hunde su cara en ella, les gemidos invaden la habitación, el mundo ha desaparecido para nosotros y nos dejamos llevar por la atmósfera de placer y lujuria que hemos creado; siento como unas manos juguetean con mi culo expuesto y necesitado, varios pares de manos nos acarician, nos pellizcan, se empiezan a escuchar pequeños azotes, siento la caricia del flogger que recorre mi espalda antes de dejar un sonoro recuerdo en mis nalgas, mis quejas son ahogadas por el pollón que no para de entrar y salir de mi boca, dedos entran y salen de mi coño palpitante que no ha dejado de ser ligera pero continuadamente azotado, me revuelvo y unas uñas se clavan en mis caderas sube lentamente dejando su huella allí por donde pasa hasta llegar a mi cabeza y calvarse profundamente en mi cuello cortando mi respiración y empalándome contra esa dureza esculpida por los dioses, duramente me aparta de mi improvisada mordaza y como puedo recupero la respiración, los azotes han parado y otro empujón al potro nos trae de vuelta a la realidad, el juguetito cuelga entre nuestros cuerpos sudados y adoloridos, lentamente la bajan hasta la altura de la polla que hasta hace unos pocos momentos entraba y salía de mi boca, uso mi lengua para saborear su sexo y aprisiono entre mis labios su clítoris palpitante, succiono y lamo, mi lengua se mueve dentro y fuera de ella, tiene un sabor delicioso, siento mis manos liberadas y agarro la polla endurecida del diablillo y la restriego contra el sexo humedecido y palpitante que esta lamiendo, la muevo rápidamente y la tomo entre mis labios, la lamo y la escupo, repito el proceso con ese coño palpitante, me los llevo los dos a la boca, lamo y lamo, mi lengua no para de moverse, las caderas del juguetito no paran de moverse en busca de la penetración, y de una estocada la tiene dentro y moviéndose salvajemente, mi lengua no para de moverse, chupo y lamo todo lo que esté por delante, hundo mi cara en ellos cuando siento como empiezan a follarme, una polla entra y sale de mí a un ritmo frenético, vuelven los azotes con mayor intensidad, siento el torturado dolor de la vara acariciar mi culo y me retuerzo sobre el potro, el juguetito sube y baja sobre aquella polla  de color canela que desea a toda costa correrse, la sinfonía de gemidos es maravillosa poco a poco nos adentra en una espiral orgásmica que crece con cada azote y embestida, el ritmo del conjunto aumenta e inevitablemente empezamos a caer uno a uno en ese vacío de placer y liberación. El mundo se detiene, no tengo aire en los pulmones y me fallan las fuerzas, cierro los ojos y termino de caer, escucho un susurro casi inaudible que me dice: Respira cachorra, que la noche acaba de empezar.

Agotada, agitada, extasiada, caigo rendida encima del potro que ha sido testigo directo de esta maravillosa depravación, siento como mis manos y mis pies se liberan, y de un ágil movimiento me elevan y me llevan en brazos a descansar sobre unos cojines gigantes situados al lado de la chimenea, posa mi cuerpo sobre la pila de cojines y unas manos fantasmas empiezan a masajear todo lo que anteriormente había sido azotado, lo hace con una suavidad y con un mimo digno de admirar, hago un intento inútil de ver quién me acaricia pero mis esfuerzos son en vano, dejo caer mi cabeza sobre los cojines y me sumerjo en una profunda calma... las suaves caricias empiezan a ser más bruscas y logran sacarme de mi estado de relajación, abro los ojos y me doy de bruces contra la realidad varios pares de ojos no dejan de mirarme y cuchichear. Una voz me susurra que me levante que la siesta ha terminado y me empuja hasta ese grupo de personas que se callan justo cuando llego hasta ellos, se limitan a observarme, siento como me desnudan con la mirada puedo ver la lujuria relampaguear en el brillo de sus ojos, ese brillo oscuro y perverso que te recorre el cuerpo y te deja helada. Me empujan y me colocan delante de una especie de mesa redonda tamaño XXXL y me suben a ella a cuatro patas dándole la cara al borde exterior de la mesa , mis manos y pies son atados con agilidad y elegancia, siento un líquido caliente deslizarse sobre mi culo expuesto, algo metálico y frío se desliza por mi ano y lenta pero firmemente se introduce en él, escucho el chasquido de un mechero y el olor a cera caliente empieza a inundar la habitación, la gravedad y el calor de las llamas harán el resto, pasados unos minutos la cera empieza a caer sobre mis nalgas y espalda, tengo los ojos vendados y una mordaza abre boca, mis babas empiezan a crear un pequeño charco sobre la mesa, un tirón de pelo me endereza y siento unos dedos recorrer mi boca humedecida, la caricia de un par de pinzas enganchadas a mi lengua me hace quejarme y ganarme un par de azotes por ello, la cerca caliente se acumula en mi nalgas y espalda, siento como tiran de mis dedos de los pies y empiezan a azotarlos ligeramente con la vara, mis intentos de permanecer callada duraron apenas unos minutos el inconfundible ardor de la vara rompe mi umbral del dolor en mil pedazos, de la nada la mesa empieza a girar suavemente y se detiene un par de vueltas después, siento como un trozo de hielo de desliza sobre mis labios y recorre mi cuerpo centímetro a centímetro hasta adentrarse en mi palpitante y humedecido coño, siento como la mesa cede ante el peso de tres o más personas, después de unos instantes de calma la mesa vuelve a girar y mi cara es apretada por un par de manos, recorre mis facciones con los dedos y me abofetea un par de veces, el inconfundible olor del Versage Eros inunda mis fosas nasales y automáticamente rebota en mi clítoris, ese perfume derriba las barreras de la más dura, sin duda alguna es el Sr.Oscuro que he conocido antes un hombre así no se olvida, siento otra presencia a su lado, un par de manos más delicadas juguetean con mis babas, olisqueo cual mascota y perfume dulcemente embriagador, es la poetisa empoderada quien está a su lado y es ella quien remueve las pinzas que colgaban de mi lengua, un dolor punzante y agudo me recorre todo el cuerpo y me hace soltar un alarido que silencia a la sala, el sonido del látigo rompiendo en el aire me hela la piel y me enmudece, una suave caricia recorre mi mejilla y baja hasta mis pechos sus dedos se recrean con mis pezones pinzados, clava sus uñas en mi pecho y con un cuchillo empieza a dibujar pequeñas líneas sobre ellos, siento como su punta amenaza con romper mis carnes.

De la nada mi cuerpo es brutalmente azotado por varias personas con diferentes instrumentos, mientras que mi boca está siendo llenada con una polla de buenas dimensiones, siento como mi cuerpo se estremece con cada azote, el trallazo del látigo  provoca en mí contracciones involuntarias que son controladas por las agarraderas que aprisionan mis manos y pies, siento como el objeto metálico que reposaba en mi culo empieza a moverse con cierta dureza, la cera caliente cae sobre mi espalda desnuda y vapuleada recibe otra dosis de azotes, los dulces sabores del dolor se mezclan entre sí creando una amalgama  de estímulos que acaban, de un solo movimiento sale de mi culo para dar paso a un dildo de textura fibrosa y suave, lentamente noto como entra lentamente hasta que hace tope, de inmediato una sensación de frescor, un picor mentolado refrescante que gradualmente evoluciona a un calor que se transforma en escozor, siento como mi ano empieza a contraerse , mi excitación está por las nubes, los azotes se centran en mis muslos y nalgas, mi boca vuelve  ser violentamente follada a la vez que unas fuertes manos apretaban mi garganta, la intensidad de flagelación me lleva al abismo del orgasmo, las pinzas que apretaban mis pezones son retiradas y acariciadas con una especie de líquido que los endurece, es la misma sensación que tengo en el culo, mi clítoris está atrapado por una bomba succionadora uno de mis descubrimientos más recientes, sin agujeros que rellenar y sintiéndome completa  y ajada disfruto del subspace creado por la química de mi cuerpo y me dejo llevar por cada una de los estímulos que me inundan y sin resistencia alguna me corro con una virulencia jamás experimentada, chorros y chorros salen sin control alguno impregnando toda la estancia con mi esencia, se hizo el silencio mientras yo disfrutaba de las mieles del subspace.

Live.Love.Laugh.