La Carta [Capítulo Único...]

You're still the one I love / Eres la única a quien amo

Hola,

Yo sé que las cosas se han salido de control entre nosotras…

Hemos pasado muchas cosas difíciles, y nos hemos enfrentado mucho. Sin embargo… ¿sabes para qué me sirvieron estos días a solas? ¿No? ¿No tienes idea? Bueno, déjame decírtelo: he reflexionado. También lloré mucho, pero luego me calmé y empecé a revisar nuestra vida en retrospectiva, empecé a mirar atrás. Y lo primero que recordé fue aquella vez que estábamos en el salón de clases de Contabilidad Avanzada 2, cuando Carlos me decía que yo te conocía, que te había dado la clase de Contabilidad Avanzada 1 que Valeria había programado. Pero la verdad es que ni de Carlos me recordaba en ese instante… Sí, soy una vergüenza en ese aspecto, nunca se lo digas por favor. El caso es que recordé ese día y tu cara de: pero si ella no sabe ni quién eres... Sin embargo, supiste al instante que era lesbiana, la pulsera que me hice lo dejó todo claro, la hice para eso justamente, ya que yo soy despistada, entonces ¡usemos algo para que me identifiquen a mí! Una solución sencilla y elegante.

Luego, ese primer día que conversamos a solas, ese día que podía haberme ido de la universidad a penas salí de clases, ese día me quedé simplemente porque no podía tener suficiente de ti, al igual que el resto de los días… ya nunca pude tener suficiente de ti. Para mí, la universidad de convirtió en mi lugar favorito sólo porque tú estabas en ella. Disfruté mucho más mí tiempo allí estando a tu lado que estando sola, le encontré sentido a mi regreso de República Dominicana, a dejar la vida que pude haber tenido allá. Contigo me sentía libre, feliz, dispuesta a hacer cualquier cosa. A superar cualquier problema, a ser feliz. Comprendí que di tantas vueltas en mi camino porque debía encontrarte y amarte como ahora lo hago.

Luego seguí recordando, y me di cuenta de que los problemas iniciaron por una cosa: nuestras familias, nuestra dependencia. Los problemas con mi madre por su homofobia y su amenaza de ir a hablar con tu familia en el momento en que ella quisiera. Tus padres y esas ganas de matarse entre ellos sin importarles lo que les pasara a ustedes. Tu temor a no tener para comer si la cosa se ponía peor, ya fuera porque a tu papá le diera otro ataque, o porque mi mamá se lo provocara, y mi frustración por verte tan mal y no poder hacer nada al respecto, de hecho, mi frustración por empeorar mucho tu nivel de estrés y frustración.

Si te das cuenta, los problemas no tienen que ver contigo ni conmigo directamente, no es que tú y yo no funcionemos bien como pareja, es que hemos asumido roles que no nos corresponden, como tú misma lo dijiste, y como muchas veces me lo achacó mi mamá. No tuvimos tiempo de deslastrarnos de eso antes de poder estar solas. Y yo no tuve el valor de decirle antes a mi mamá que ya era suficiente. Tú y yo no tuvimos tiempo de hacer eso.

Pero hay algo que te debo decir: No me voy a hacer a un lado.

Este es nuestro momento más vulnerable. Y sí, es cierto que te sientes mejor, pero no es por no tenerme: es que te sientes a salvo de mi mamá. Y eso es algo que me costó mucho dolor hacer, me dolió mucho decirle todas esas cosas a mi mamá, pero no lo hacía sólo por mí, o por ti, lo hice porque se me hizo insoportable pensar en un mundo donde mis hijos, mis morochos Fred y George, no te tengan como madre. Esa es la vida que yo quiero y que sé tú también anhelas. Yo no podía permitir que ese futuro se me escapara de las manos. No dejaría pasar esta oportunidad, no esta vez. Así que tuve que enfrentar por fin a mi madre. Las cosas no salieron bien, ella está dolida, cree que todo lo hizo mal, que yo sólo creo que ella es una mala madre, pero no es así. Me he convertido en la mujer que soy gracias a ella, porque ha sido ella quien guió mi crecimiento, pero me sobreprotegió. Y lo hizo hasta la semana pasada y quizá querrá hacerlo toda su vida, pero ahora sabe que debe parar si no quiere hacer que mi vida sea miserable. Respecto a tus padres y a tu familia… no sé qué pueda pasar… quizá al final tu mamá y tu papá queden como mi tía y mi tío… juntos hasta que la muerte los separe, y quizá en unos años tú papá aprenda a comportarse un poco mejor. No lo sé. Quizá esta nueva religión que tomado tu otra hermana la haga ser mejor persona, tampocoo lo sé. Lo que sí sé, es que ayudarás a tu hermana a salir de allí para que aprenda a ser feliz, para que estudie.

Pero lo cierto es que ambas debemos dejar el nido, pero no por separado. No creo para nada en esa teoría. Quizá lo hagamos por etapas, pero no separadas, no sin apoyo mutuo, porque sé que si nos aislamos vamos a caer, estamos demasiado solas como para volar en solitario. Sé que podemos hacerlo, que si te dejo vas a sobrevivir y que yo también lo haré, estoy segura de eso. Pero te repito: esa no es la forma en que quiero sembrar la semilla de una familia. Porque cuando los morochos me pregunten si tuvimos que pasar por alguna situación difícil, yo no les quiero responder: Sí, y nos separamos porque fue difícil y no pudimos resolverlo en ese momento, y luego, cuando la vida quiso, nos volvimos a encontrar y a empezar. No, es muy romántico el asunto, y estaba siendo muy romántica cuando escribí ese correo, al cabo de unos minutos quise deshacerlo y no haberlo enviado jamás… pero lo hice. Lo cierto es que quiero decirle a Fred y George que sí, hubo momentos difíciles, muy difíciles, unos en los que de hecho tiramos la toalla para poder respirar un poco. Pero al tomar aire y ver la recompensa al final de la carrera… volvimos a retomar el paso, lento al principio, y luego con todas las energías que nos quedaban, hasta alcanzar la meta.

Quiero poder contar esa historia a los niños, y que se sientan orgullosos de sus madres, que se sientan orgullosos de su familia. Que sientan el amor que nos tenemos y que les tenemos. Simplemente no he podido parar de pensar en ellos… y en ti.

Sé que aquí está todo lo mío, y que no quedó casi nada de ti en mi casa. Pero todo de mi ama todo de ti, y todo de ti ama todo de mi… y después de todo este tiempo, y toda esta travesía… tú sigues siendo la única a quien amo.

Sigamos juntas, aunque estemos separadas no nos distanciemos, sigamos apoyándonos, con el corazón abierto y dándonos ánimo. Mantengamos esa imagen en nuestra mente: tú, los morochos y yo, juntos… siempre…

Por favor, dime que sí.