La Capitana
Se quito la casaca y me dejo ver bien su torso definido y su musculatura, pude ver sus senos, se quitó botas y pantalón, sus piernas y nalgas eran espectacularmente duras y bien formadas.
Un sábado con mis amigas a tomar una copa, se fueron despidiendo yo me quede un momento mas ya que estaba esperando mi tarjeta, pero ellas tenían que irse.
Pasado unos minutos se acerco una chica vestida de militar (según yo no era militar) y me empezó hacer la plática, amablemente la rechace y ella siguió.
La mesera no traía mi tarjeta y ya estaba preocupada, pero la chica siguió tratando de sacar la plática.
Vamos a bailar en una canción te traerán tu tarjeta, así se va el tiempo y mientras te diviertes, me tomo la mano y me dio un ligero jalón.
Salimos a la pista y por que no en ese momento cambiaron por música romántica, me tomo de la cintura y no me quedo mas que poner mis manos en sus hombros, me empezó hacer platica y para oír mejor yo me incline la cabeza hacia ella y así estuvimos un rato cada vez que podía se acercaba más.
Olía verdaderamente bien, me embriagaba el olor y cada ves estábamos mas juntas aprovechó un choque con otra pareja para definitivamente abrazarme y terminar de juntar los cuerpos, mis grandes senos se pegaron a los suyo no tan grandes y se froto ligeramente, me éxito mucho cuando ella despego un poco la cara para vérmelos por el escote. Sin más puso una mano mas abajo y toco casi mis nalgas, hice un ligero intento de sepárame un poco, pero ella me tenia firmemente abrazada. Puse mis manos en sus bíceps para poner otra ves un poco de distancia, pero me sorprendió los duros que estaban y lo fuerte.
-¿Haces mucho ejercicio?
-Si, soy militar
-Creí que era solo un atuendo
-No, pequeña soy militar y me beso
Me comió la boca y metió su lengua, cuando me di cuenta ella tenia la legua rígida dentro de la mía y yo se la chupaba como si fuera una pequeña verga, cuando me di cuenta me volvía separar y ella sonrió. Estaba empezándome a mojar.
-Vámonos de aquí
-No, mi tarjeta
Y saco de su bolsa trasera la tarjeta.
¿Por qué la tienes tu?
Porque quería que te quedaras para bailar conmigo Vámonos. Y salimos del lugar.
Me condujo hasta una camioneta, me abrió la puerta y yo entre.
Me llevo a su departamento, durante el trayecto me jalaba en cado semáforo rojo para besarme. Entramos en el estacionamiento apago la camioneta y beso de nuevo.
Bajamos y en el elevador se apodero de mi y sin mas me tomo las nalgas
Paro el ascensor y entramos a un departamento amplio cerró la puerta y me llevo a la sala, sirvió unas bebidas y en ese momento no supe que le había puesto algo a mi bebida, nos seguimos besando en el sillón, estaba yo ya muy cachonda nos abrazábamos y yo cada vez estaba mas caliente, no lo podía disimular, después de unos 20 minutos me abrió la blusa y pudo que ver que traía un sujetador de encaje. Y me saco la blusa y en un movimiento rápido desabrocho el sujetador y mis tetas quedaron expuestas, se fue encima y me las empezó a lamer y pellizcar. Empecé a sentir todavía mas excitación y me bajo la falda que traía, estaban mis bragas ya empapadas cuando toco mi raja por primera vez.
-¡Estas lista!
-No entendí por qué lo decía, después lo entendí
Me bajo las bragas y metió la mano y yo abrí bien las piernas quería que me cogiera ya.
Seguía succionando mis tetas y metiendo los dedos a mi conchita, me recostó en el sillón y abrió mis piernas hasta dejar una encima del respaldo y la otra como rana en el borde del sillón se tiro un clavado me abrió los labios con los dedos, metió la lengua y me estuvo metiendo la lengua como me había besado en la pista de baile, yo gemía de placer.
Se quito la casaca y me dejo ver bien su torso definido y su musculatura, pude ver sus senos, se quitó botas y pantalón, sus piernas y nalgas eran espectacularmente duras y bien formadas.
Me llevo a su habitación y me invito a la cama, abrió las piernas y nos acomodamos para una tijera, por tener el cuerpo tan trabajado fue fácil ya que ella me ayudaba a sostenerme. Fue delicioso tocar nuestros labios y clítoris la una contra la otra, una vez que tuvimos respectivos orgasmos, yo seguía caliente y eso me llamo la atención ya que en lugar de bajar la excitación seguía subiendo. Yo quería más, ella se relajó un momento y yo trepe encima de ella.
-¿Que más quieres?
-No se nunca me había sentido así de caliente y no baja aun con todos los orgasmos.
-¿Pero qué te gustaría?
-Necesito ser follada, ¿tienes algo?
Ella se levantó y trajo un consolador doble, un arnés una bala y algo que no supe que era.
Se tiro entre mi entrepierna y tomo el que no sabía que era, ¡dios era un succionador clitoriano!, ¡¡me llevo al mismísimo cielo!! Fue realmente fascinante, después usamos el arnés el cual manejaba como una extensión de su cuerpo y al ser doble ella recibió la alegría que yo recibía, me daba duro y yo gemía como nunca, usamos no se cuantas posiciones y yo todavía no podía bajar el deseo que la capitana me siguiera follando, tenia una resistencia increíble, el final fue increíble, me ensarto el consolador doble y luego se lo clavo ella y así empezamos a movernos rítmicamente ensartándonos una a la otra con el movimiento, nunca pensé que se sintiera de esa manera tan deliciosa estábamos las dos gritando de placer. Tuvimos varios orgasmos y yo llego un momento que estaba extenuada, se lo saco y me lo dejo dentro para seguirle dando con la mano hasta que vio que ya no podía más. Aunque hubiera querido que nunca parara. Quede agotada y al poco rato me quede dormida.
A la mañana siguiente desperté en la cama de la capitana desnuda, oliendo a sexo, agotada y doliéndome todo el cuerpo. Ella ya estaba despierta y haciendo el desayuno. Lo trajo a la cama desayunamos y después ella empezó a tocarme de nuevo, yo no podía más.
-Toma una de estas y me ofreció una capsula.
-¿Qué es?
-Yum.. Vamos- y me la volvió a ofrecer- ¿que no te encanto lo de anoche?
-¿Me diste?
-Claro, por eso pudiste hacer todo lo que hicimos.
Le di las gracias, me vestí y salí de su casa, tomé un taxi a la mía. Aunque no me gusto que me hubiera dado el fármaco, la verdad es han pasado unos meses y uso los recuerdos de esa noche para masturbarme varias veces a la semana. No la he vuelto a ver y a veces les pido a mis amigas que volvamos al antro para ver si me la encuentro.