La campanilla de Peter Pan
Deja la ventana abierta para mi. Esta noche volveré a visitarte...
LA CAMPANILLA DE PETER PAN
Estoy segura de que nos conoces a mi y a mi buen amigo Peter. Habrás leído sus aventuras cuando aún tu mayor tesoro era la inocencia. Y antes de dormir, tu mente imaginaba que volabas como él...y como yo.
Pero las cosas han cambiado ¿ verdad ? Has perdido esa inocencia. Por tu cabeza ya no pasan grandes y aladas aventuras. Antes de caer en la inconsciencia que te da el sueño, piensas en tocar la piel de alguien. ¿ En la de quién ? Muchas veces no puedo saberlo, a no ser que susurres su nombre entre gemidos. Si no lo haces, no se en quien estás pensando mientras tus manos recorren tu cuerpo. Mis únicos poderes son el de volar y el de ser tan pequeña que puedo esconderme cerca de ti, sin que me veas y observarte en medio de esa búsqueda de placer que emprendes cada noche.
Creías que no había nadie contigo ¿eh?. Pues te equivocaste. Disfruto mirándote. Escapo de mi lejana estrella todas las tardes, para poder llegar a tiempo de compartir tu placer.
Espero escondida ( no te diré donde ) hasta que llegas. Observo como tu ropa va deslizándose por tu cuerpo y mostrando cada centímetro de tu piel. A veces te pones esa prenda que los humanos llamáis pijama, y otras veces dejas que la sábana sea tu único abrigo. Prefiero cuando haces esto último, porque muchas veces las sábana se mueve o cae y puedo mirar tu cuerpo detenidamente mientras te acaricias.
Los segundos que tardas en entrar en la cama se me hacen eternos. Estoy deseando verte y oírte. Hazme un favor...no te entretengas tanto, odio esperar...
Desde mi oculto rincón, puedo oír como tus manos comienzan a rozar tu piel. Ese simple y leve sonido hace que mi piel se erice. Me excita saber que has comenzado...
Algunas veces, no puedo resistirme y te acompaño. Levanto la corta faldita de mi vestido verde y comienzo a acariciar mi sexo...¿ O creías que las hadas, al igual que los ángeles no teníamos esas cosas? Si eso es lo que pensabas, te equivocaste. Disfrutamos del sexo tanto como los humanos. Pero a algunas, nos gusta mezclarnos con vosotros, aunque sea sin tocaros.
Me encanta oírte jadear y gemir. Si, ya se que lo tienes que hacer bajito para que nadie te oiga, pero eso lo más mágico. Al ver como intentas amortiguar los sonidos que emites contra tu mano o contra la sabana o la almohada me digo... Esto es sólo para nosotros...
Yo jadeo también, pero mis sonidos son inaudibles para ti, puedo gritar si quiero cuando tengo un orgasmo. Estás a salvo, no puedo delatar lo que está pasando en tu cuarto con en mis estallidos de placer. Y al mismo tiempo estoy a salvo yo...
¿ Sabes lo mejor? No me importa si eres hombre o mujer. Lo que me excita es violar esa intimidad en la que te crees. Piensas que puedes dar rienda suelta a tus perversiones, sin saber que sin querer las estás compartiendo conmigo.
¿ A que no esperabas esto de la inocente Campanilla ?
Bueno...ahora ya sabes que los personajes de los cuentos no sólo están en las noches de los niños.
Ahora que ya sabes mi secreto, deja la ventana abierta para mi...esta noche volveré a visitarte....
Para cualquier comentario podéis escribirme a estadovirgen@yahoo.es