La caída de Laura II
Continúa la perversión en casa de Marcos
El mismo cogió su polla y apuntándome empezó a mearme, sus amigos se acercaron y a continuación todos ellos empezaron a hacer lo mismo. Una vez terminaron me dijeron, duchate y al agua.
Me acababan de hacer una lluvia dorada, nunca había hecho algo así, me encontraba en estado de shock, a la merced de ellos.
Abrí la llave de agua de la ducha y el agua limpiaba los orines y restos de lefa de los chicos.
Cuando terminé, apreció Marcos, con un bañador, supongo que sería de su hermana quinceañera, era azul y blanco a rayas.
Marcos: ponte esto, no queremos que pases frío, jajaja.
Cuando empezé a ponérmelo me di cuenta de que lo habían tuneado, habían cortado unos agujeros en el pecho, de forma que mis tetas estaban a la vista, me quedaba muy ridículo.
En poco más de media hora, había pasado de estar vestida, a estar completamente humillada y a merced de mis compañeros.
Alex: te queda muy bien el bañador, jajaja!
Risas de todos, que ya estaban dentro del agua, me invitaron a entrar en él. La situación se había normalizado, ellos hablaban de coches y de fútbol sin prestarme mucha atención, de no ser por mí atuendo, y por lo que alcance a ver en el reflejo del cristal.
Ya se me había olvidado, Leo, me había marcado, y en mi frente se podía leer "Cerdita", por suerte lo que me había escrito cerca de la boca se había borrado.
Allí estaba yo, completamente hundida, me puse a llorar.
Marcos se dio cuenta y me llevo otra vez dentro de la casa, dejo que me secarse y me explico lo que iba a pasar conmigo.
Marcos: Laurita, como sabrás todos te tenemos ganas, pero solo yo tengo tus vídeos, así que solo me perteneces a mí, me vas a obedecer en todo lo que yo te ordene, y si eres buena chica todo irá bien.
Laura: ¿Qué os he hecho, para que me hagáis esto?
Marcos: te pasaste de lista, tú y el desgraciado con el que salías. Vas a empezar por hacerme una buena mamada, quiero que me la pongas dura.
De rodillas, resignada, le baje el bañador y comencé a lamer y chuparle la polla, tras un rato así, cuando su polla de unos 15 cm ya estaba completamente dura, me hizo ponerme de pie, desde detrás mío me bajo el bañador, para dejarme desnuda de nuevo.
No estás nada mal Laurita, decía Marcos, rodeándome mientras se masturbaba despacio.
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Te vas a poner a cuatro patas en la cama, quiero verte bien.
Me coloque en la cama, tal y como me dijo, y de pronto note algo húmedo en mi vagina, Marcos me estaba comiendo el coño, no lo podía ni imaginar, tras unos minutos de placer, se retiró y cambio su lengua y sus dedos por su polla.
Sin previo aviso me penetró, me encantaba, follaba muy bien.
-Ni se te ocurra correrte Laurita, me decía Marcos, mientras yo solo podía jadear.
-¿Alguna vez te han follado el culo Cerdita? Me preguntó, mientras deseaba que terminase porque sino me iba a correr yo antes.
-No, nunca, acerté a contestarle, pero me gustaría probar, le solté, tanto él como yo nos sorprendimos.
-Nos lo vamos a pasar muy bien Cerdita, date la vuelta que viene la merienda.
Yo saqué su polla de mi coñito y me puse a merced, mientras él terminaba con la mano el trabajo
-Abre la boca Laurita, dijo mientras se corría copiosamente en mi boca, tienes dos opciones o escupirlo o demostrarme lo que eres, si eliges lo segundo, a partir de ahora serás sólo de mí propiedad.
Así que allí de cuclillas y con la boca llena de semen, elegí ponerme a su disposición.
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Bien hecho Laura, has elegido bien, la sesión de hoy a terminado, no te preocupes por mis amigos, sabrán estar callados. Pasa a la ducha, lávate te voy a traer tu ropa y un regalito que quiero que uses a partir de ahora.
Continuará....
Espero comentarios y sugerencias