La Caída De Chun-Li

Chun-Li es invitada al torneo Street Fighter, pero antes tiene que completar las rondas preliminares ¿podrá conseguirlo o caerá en el camino?

Chun-Li caminaba por las calles mirando en todas direcciones, como la mayoría de las ciudades chinas de más de un millón de habitantes que ella había conocido, las calles eran caóticas y desordenadas, no solo por la gran cantidad de gente sino por la abundancia de callejones que se entretejían y hacían que una forastera como ella le costara encontrar su destino, los comerciantes ambulantes que se veían por todas partes tampoco ayudaban demasiado, entre sus gritos y ubicaciones aleatorias hacían que la joven artista marcial quisiera abrirse paso a patadas.

Pero después de una lenta respiración siguió caminando buscando el lugar de su destino, ignorando a la gente alrededor aparte de echar una mirada de reojo para evitar ladrones o algún idiota que la quisiera atacar, no es que tuviera mucho que robar ya que todas sus pertenencias habían quedado resguardadas en el hotel donde se quedaba, tampoco había mucho peligro de que fuera atacada, cualquiera que tuviera el más mínimo instinto de supervivencia se daba cuenta lo peligrosa que era. Ni siquiera se tenía que preocupar porque alguien al azar se acercara aprovechando la multitud para manosearla, había un círculo alrededor suyo provocado por gente que no quería acercarse a ella, le gustaría pensar que era porque los intimidaba, pero se daba cuenta que era simplemente porque llamaba bastante la atención.

Llamaba la atención de varias maneras, para empezar su metro setenta que en otros países era perfectamente normal, en esa ciudad era bastante más alta que el resto de las mujeres e igualaba o superaba a varios de los hombres, también llamaba la atención su vestimenta, no solo por las pulseras con grandes púas que llevaba sino por su qipao, que de hecho era bastante común en el país, lo que no era común era el azul brillante como color y las alteraciones que hizo para poder moverse con facilidad dejando gran parte de sus musculosas piernas a la vista, sobre todo en los costados donde se veía claramente sus muslos y a veces hasta sus trasero cuando se movía muy rápido.

La última razón por la que llamaba tanto la atención era porque era extraordinariamente hermosa, un rostro bello y solemne adornado con la cuidadosa aplicación de maquillaje que no hacía más que acentuar sus bellos rasgos asiáticos y enmarcado por su cabello castaño, arreglado con cuidado en dos moños muy apretados sobre su cabeza, un cuerpo firme y musculoso pero que no por eso dejaba de ser femenino y bastante curvilíneo, sobre todo sus amplias caderas y tonificado trasero.

Pero en ese momento a Chun-Li no le importaba nada de eso, estaba cansada, hambrienta y frustrada, todo partió con la carta que le llegó a su oficina a la Interpol, era de Bison, el mismo bastardo que mató a su padre cuando ella era niña, la invitaba a un torneo de artes marciales especial Street Fighter (¿qué clase de nombre de torneo era ese?)  lo que ella consideraba era una gran oportunidad de llevar a la justicia al asesino de su padre, además de que daría un golpe casi letal a Shadaloo uno de los grupos más perseguidos e investigados por la Interpol, por lo que estuvo de acuerdo de inmediato y se preparó para el torneo.

Pero no todo fue tan fácil, para empezar la interpol no podía apoyar "oficialmente" su participación, por lo que tuvo que dejar su trabajo, aunque tenía la promesa de permitirle volver una vez terminado el torneo sea cual sea el resultado, por otro lado, no bastaba con la invitación para poder participar en el torneo, Bison preparó una especie de preliminares en que ella tenía que viajar por China peleando con distintos luchadores, con las reglas del torneo.

Lo que de hecho la ilusionó en un principio, tendría la oportunidad de prepararse adecuadamente, ganando experiencia y analizando que tan efectivo eran sus artes marciales contra otras desconocidas, pero resultó ser una gran decepción, ya había derrotado a 22 oponentes de los 30 necesarios sin siquiera recibir un golpe, no diría que eran simples matones sin conocimientos de combate mínimos pero eran bastante mediocres, de hecho normalmente era más difícil encontrarlos que pelear con ellos, al menos no se opusieron al combate (aparentemente no estaban obligados) aunque la mirada de lujuria que le daban siempre le provocaba una necesidad imperiosa de lavarse durante horas.

No era solo ella, sabía por sus mensajes con Cammy (su amiga que competía también) que ella tenía que hacer lo mismo solo que en europa, no había grandes peleadores en las preliminares salvo los mismos invitados directamente por Bison, Chun-li no entendía que pasaba por la mente del megalómano, aunque tampoco estaba segura de querer saberlo, por ahora le seguiría el juego, hasta que lo tuviera al alcance de sus manos y lo llevara a la justicia.

Se dio cuenta que sus pensamientos se estaban volviendo un poco agresivos, era por pura frustración porque no podía encontrar el maldito lugar donde estaba el siguiente peleador y tampoco podía preguntarle a nadie porque cada vez que se acercaba a  alguien este se alejaba como si tuviera la peste, estaba demostrando ser un día pésimo, además que el calor húmedo estaba haciendo que sudara de tal manera que se veían manchas oscuras en su ropa y sentía las piernas empapadas y con las pantimedias totalmente pegadas a ellas.

Ya cuando se disponía a amenazar a un inocente transeúnte, vio la calle que estaba buscando, rápidamente se dirigió allí, con una mezcla de alivio y molestia porque pasó varias veces cerca de la maldita entrada sin verla, una vez en la calle encontró rápidamente el edificio en cuestión, un gimnasio pequeño semi oculto entre dos edificios más grandes, simplemente entró y se quedó paralizada en la puerta, no por todos los hombres sudados que le quedaron mirando, sino porque de manera increíble el ambiente estaba aún más húmedo y caluroso y el olor a sudor masculino hizo que sus ojos lagrimearon, decidida a no pasar más tiempo de lo necesario dentro de ese lugar le preguntó a uno de los miembros del gimnasio que rápidamente le indicó una dirección, se veía asustado lo que de hecho provocó cierta satisfacción en la luchadora.

Siguió las instrucciones hasta que la llevaron a una habitación semi oculta a un lado del baño, dentro encontró una especie de oficina tan caótica y desordenada como el resto del edificio... y la ciudad ahora que pensaba en eso, detrás de un escritorio había un hombre semi oculto por la gran cantidad de papeles y algunos paquetes vacíos de comida instantánea, al escucharla entrar se puso de pie y Chu-Li pudo ver por primera vez a su siguiente contenedor.

Era un hombre de unos cuarenta años, de su altura y algo corpulento, no al nivel de ser considerado gordo (como otros rivales con los que había tenido que luchar) pero si tenía una notoria barriga cervecera, al menos no estaba todo perdido para Chun-Li porque tenía bastante músculos en los brazos por lo que al menos debería darle un mínimo desafío, aparte de eso a la luchadora no encontró otros rasgos notables, tenía un rostro normal, sin barba y su cabello se veía que había pasado por una mejor época por que tenía una gran calva, mostrando solo cabello a los costados y en la parte trasera.

-Tu eres Jian- le dijo casi acusatoria- me equivoco?

-Lo soy, señorita Chun-Li- le dijo bastante molesto por el tono, aunque al menos no la miró con lujuria tan evidente como los otros babosos con los que había tenido que pelear.

-Entonces sabes por qué estoy aquí- no fue una pregunta, ella lo dijo como si fuera la declaración de un hecho.

-Si, supongo que desea una pelea- ante el asentimiento brusco de parte de ella- le avisaré al juez designado, debería estar aquí en un par de horas, mientras puedes esperar donde quieras- le dijo tranquilamente mientras volvía a sentarse como si ella no estuviera allí.

“Eso era nuevo” pensó la luchadora, es decir la mayoría de las veces tenía que esperar el juez, pero normalmente el rival aprovechaba ese tiempo para tratar de intimidarla, burdos intentos de coqueteó y unos pocos le ofrecieron dejarla ganar por ciertos favores sexuales, a estos últimos se encargó de romperle todos los dientes antes de que terminara la pelea.

Chun-Li decidió no pensar mucho en eso, con un suspiro se dio vuelta y salió de la habitación, imaginando (correctamente) cómo Jian tenía los ojos fijos en su trasero, una vez fuera de la habitación sintió nuevamente todos los ojos a su alrededor, no sabiendo muy bien qué hacer decidió dar una vuelta por la zona y tal vez comer algo, en general no comía antes de una pelea pero tenía un par de horas y sería peor llegar sin energía a la pelea.

Volvió unos 45 minutos después, después de haber comido un poco de comida en el local de apariencia más higiénica, lo que tampoco era demasiado de hecho, pero no sentía molestias después de media hora así que suponía que estaba bien, contra el calor sofocante no podía hacer nada contrarrestarlo, ni siquiera la sombra servía de mucho así que finalmente decidió volver a entrar al gimnasio para esperar allí, no quería arriesgarse a que llegara el juez de la pelea y ella no lo viera, no es que la fueran a descalificar pero tendría que esperar quizás cuanto tiempo hasta que peleará, esta vez no se detuvo al entrar se fue directo a unos bancos más o menos aislados donde se sentó a esperar lanzando una mirada mordaz a cualquiera que pasara cerca.

Tuvo que esperar mas de lo que tenía pensado, agradeció internamente el tener la idea para comer algo porque después de 4 horas de espera estaba segura que estaría muy débil para pelear, lo peor por lo que tuvo que pasar fue que se se vio obligada a ir al baño para hacer sus necesidades lo que la obligó a entrar al desagradable baño que además no estaba separado por sexo, lo que ella pudo haber adivinado por la falta de mujeres en el gimnasio, lo peor es que su ropa no facilitaba precisamente el hacer sus necesidades, lo que hizo tuviera que tuviera que hacer malabares para conseguir hacerlo sin ensuciase la ropa, tanto que ni siquiera podía estar segura que no la había espiado un pervertido,  le gustaba pensar que no pero un par de tipos la miraban demasiado sonrientes cuando salió del baño.

Trató de no pensar en eso y concentrarse en la pelea que se avecinaba, no creía que fuera tan necesario, pero su maestro le enseñó a tratar a todas las peleas como si fuera contra un rival a su nivel o incluso superior, lo que se hacía cada vez más difícil con cada pelea ridícula que la hacía enfrentar Bison, respiró profundamente para calmar la rabia que empezaba a acumularse en su pecho, cuando se dio cuenta que se estaba quedando sola en el gimnasio, miró el reloj en la pared y vio que eran cerca de las 5 de la tarde, no sabía el horario del establecimiento pero parecía una hora prudente para cerrar, se levantó y caminó hasta la oficina de su rival para preguntar nuevamente cuando entró el juez por la puerta.

Pasó a su lado, tan creído como el resto de sus colegas que había conocido en su recorrido por China, ni siquiera la miró al pasar, dirigiéndose derechamente a la oficina de su contendiente, ella esperó tranquila aun sentada, se hubiera molestado más si los jueces no la hubieran tratado así en el resto de lugares que había estado, ella pensaba que era porque todos la odiaban por que ellos debían trabajar para shadaloo y ella para la interpol y eran enemigos naturales, la otra posibilidad es que tengan órdenes de Bison para molestarla lo más posible. Lo que de hecho les había funcionado bastante bien, si no fuera porque su entrenamiento requería que pasara horas meditando para controlar sus emociones estaba bastante segura que ya habría atacado a uno de esos bastardos, seguramente provocando su descalificación.

Respiró profundamente por última vez antes que saliera tanto Jian como el juez, ambos se subieron a un viejo ring de boxeo por lo que ella la siguió sin esperar más tiempo, el juez se paró firme aun sin mirar a Chun-Li y comenzó a describir las reglas del combate, que básicamente se podía resumir en que no había reglas, salvo retroceder cuando el juez señale un ganador de la ronda, que eran 3 y se decidía por quien ganaba primero 2, nada nuevo para ella al menos.

  • Dicho esto ¿alguien quiere retirarse?- ambos negaron con la cabeza, Chun-Li con determinación, Jian con la misma apatía que le había mostrado en todo momento- ¿alguien quiere hacer un cambio en su vestimenta antes de la pelea?

Ante eso Jian asintió y rápidamente se quitó la camiseta quedando con el torso desnudo y unos pantalones cortos, mostrando la imagen típica de un boxeador, ella no le dio más de un vistazo, salvo unos pocos músculos no se veía en buena forma y por cierto no era muy atractivo, en lo que realmente pensaba era en otra cosa, ella siempre se había vestido igual para sus peleas, era la ropa en que se había acostumbrado pero en esta ocasión, el calor y la larga espera habían hecho que sus pantimedias se sintieran muy húmedas e incómodas, no demasiado, pero sí lo suficiente para ser una molestia y lo que es peor una distracción.

-Yo… quiero hacer un cambio- dijo finalmente  Chun- Li extrañamente nerviosa al sentir por primera vez la mirada del juez en ella.

-¿Qué cambio?- le contestó el juez con una sonrisa burlona.

  • Yo quiero quitarme esto- dijo agarrando un pedazo de la prenda en cuestión y estirándose.

-No hay problema…quíteselo- Chun-Li por supuesto hizo el ademán de retirarse al baño para poder quitárselo en privacidad.

-Ya ha aceptado el combate- dijo el Juez haciendo que ella se quedara con el pie detenido en el aire- no puede retirarse del ring o será descalificada.

-Yo…- no se esperaba esto, lo peor es que de hecho tenía sentido aunque hubiera sido mejor que le preguntaran antes de establecer el combate- entonces no haré un cambio en mi ropa.

  • Ya afirmó que lo haría- le dijo con una sonrisa siniestra, Chun- Li ya adivinó hacia donde iba y no estaba contenta, solo se le quedó mirando con rabia apretando los puños al costado- de hecho su reticencia a hacerlo de inmediato me hace creer que está ocultando algo así que deberé revisar la prenda después que se la quite- al decir esto estiró la mano como esperando que se la pasara de inmediato, ella dudo, buscando la manera de evitar la vergüenza hasta que él habló nuevamente.

-Si no lo hace pronto tal vez debamos hacer una revisión completa de su vestuario para asegurar que no haya… irregularidades.

Esto sacó a la luchadora de sus dudas, enrojecida de ira y vergüenza se quitó sus botas blancas antes de agarrar el borde de sus pantys antes de bajarla con cuidado de no pasar a llevar sus bragas o mostrar algo, lo segundo no pudo evitarlo por completo dada las características de su ropa no era fácil cubrirse correctamente, además se dio cuenta tarde que al quitárselo así de lento y cuidadosamente le estaba dando un espectáculo involuntario al par de hombres.

Estuvo cerca de patearlos fuera del ring, principalmente para aprovechar a desquitarse del enojo que sentía, pero vio que el juez aún tenía la mano estirada, simplemente se lo tiró suavemente mientras desviaba la mirada no queriendo mirar la mirada victoriosa del bastardo aunque las risas pervertidas casi hizo que perdiera el control y le rompiera la cara, cuando iba a ponerse las botas vio al maldito abrir la boca así que simplemente las dejó a un lado sin pelear, seguramente hubiera podido discutir porque no había dicho que no usaría botas, pero ya estaba demasiado enojada y para alguien que buscaba estar en completo control de sus emociones antes de cualquier combate era bastante preocupante.

Finalmente ambos se pusieron en posición, Chun-Li en su pose tradicional y Jian en una guardia tradicional de boxeo, ante el grito de “FIGHT” ambos avanzaron rápidamente, la luchadora mucho más rápido que su rival pero no era algo positivo, ella normalmente giraba alrededor de su rival analizando sus fortalezas y debilidades antes de atacar, lo que ahora arrojó por la ventana en su afán por terminar la pelea de inmediato, dirigiendo en solo dos movimientos una patada lateral apuntada directamente a la cabeza de Jian.

Para su sorpresa Jian la esquivó simplemente agachándose, ella tuvo que girar en otra dirección rápidamente antes de arriesgarse a un contraataque, pero no pudo evitar un gancho que le dio en la parte baja de la espalda la empujó hacia adelante casi haciéndola caer, respondió con una patada trasera que sintió que lo impacta pero con demasiada poca fuerza como para causar daño, así se encontró en una de las peores situaciones de un combate, desequilibrada y sin saber que pasa a sus espaldas, no quiso arriesgarse y se abalanzó hacia adelante rodando por el suelo, antes de mirar atrás suyo donde Jian permanecía firme con la guardia en alto.

Chun-Li se levantó de la posición en que se encontraba respiró lentamente y caminó hacia él con determinación, aun así no pudo evitar la sorpresa en sus ojos, no había recibido ningún golpe en toda la preliminar y ahora recibió uno bastante bueno, le dolía bastante y eso que tuvo suerte y no recibió uno directo en el riñón lo que podría haber sido mucho más grave, molesta consigo misma decidió concentrarse más  y avanzó con cuidado a su enemigo, pensando cómo tomar la pelea fue sorprendida cuando él cerró el espacio entre ellos con una andanada de golpes que la hizo retroceder, contra el borde del ring, usando su habilidad casi sobrehumana pudo esquivar todos, aunque no estaba segura de cómo contraatacar, dado que no podía dar patadas con tan poco espacio, se estaba empezando a  preocupar, el tipo no era tan malo como parecía y la tenía literalmente contra las cuerdas tomó la decisión que era lo necesario para salir de la solución, cuando vio que venía un gancho particularmente fuerte contra la boca del estómago en vez de esquivarlo lo bloqueó con ambas manos aunque venía con tanta fuerza que no pudo pararlo fue suficiente para desviarlo aunque con mala fortuna que el golpe desviado le dio en la costilla antes de alejarse de cuerpo, apenas pudo evitar un quejido de dolor, de hecho sintió por un momento que el golpe le rompió una costilla pero supo que era una falsa alarma.

Aprovechó la oportunidad que se había fabricado y aprovechando el espacio giró sobre sí misma dándole una fuerte patada lateral contra su brazo que lo alejó  lo suficiente como para tomar el suficiente espacio y darle tres patadas rápidas, las dos primeras fueron bloqueadas pero después no pudo evitar una que le dio en el centro del pecho que lo mandó de espaldas al suelo, con un salto Chun-Li ya estaba encima de él listo para terminarlo cuando el árbitro la interrumpió.

  • Primera ronda, ganador Chun-Li- grito y ella no pudo evitar sonreír ante su tono molesto, se colocó en posición y vio que su rival también lo hacía, a pesar del golpe no se veía tan dañado, si lo hubieran dejado terminarlo seguramente no estaría en pie en este momento, el problema es que ella incluso se veía peor que él, respiraba agitadamente, tanto esquivar en espacios reducidos y el golpe que recibió hizo que se arrepintiera de no haber comido más  mientras esperaba, ahora sentía que estaba perdiendo fuerza.

No tuvo mucho tiempo para recuperar el aliento, nuevamente el avanzó rápido hacia ella, con miedo a quedar atrapada nuevamente ella usó su velocidad superior para moverse alrededor de él para evitar quedar atrapada, esquivó unos cuantos golpes preparándose para una abertura, el que finalmente llegó cuando esquivó muy de cerca un derechazo a su rostro, dio un paso al costado antes de repetir la patada en el pecho que terminó la ronda anterior, pero esta vez el lo bloqueó con ambos brazos haciéndolo retroceder vulnerable para la patada ascendente al mentón favorita de Chun-Li, empezó el movimiento pero pasó lo impensable, su pie humedecido por el sudor resbaló en la lona, se desestabilizó y empezó a caer, antes que pudiera tomar ninguna medida sintió un golpe en la parte superior de la cabeza que la obligó a retroceder aturdida aun en pose inestable, lo siguiente que sintió fue dolor agudo en el tobillo derecho que la hizo caer de rodillas al suelo, alcanzó a alzar la vista antes un rodillazo la hiciera caer sentada en el suelo.

Estaba confundida, aturdida por los dos golpes en la cabeza, ni siquiera podía fijar la mirada y por primera vez deseó que el árbitro terminara la pelea por que si recibía otro golpe la noquearía, sobre todo cuando pudo ver a Jian acercarse con una sonrisa en la cara, y el puño en alto, Chun-Li levantó ambos brazos para cubrirse pero no en una  posición de defensa marcial sino casi como si estuviera rogando que no continuará.

-Segunda ronda- gritó el árbitro, interrumpiéndolos- Ganador Jian.

El alivio inundó a la luchadora, respiró lenta y profundamente sentada en el suelo como estaba, cuando su mente se empezó a aclarar y pudo mirar fijamente al hombre que la había derribado, la idea de lo que había pasado se asentó en su mente, había perdido una ronda, en una pelea preliminar, contra alguien que era muy inferior a ella, de manera bastante humillante y si no hubiera sido por la intervención del juez ahora estaría totalmente a la merced del vencedor incapaz de defenderse, solo bastaba mirar su situación, sentada en el suelo, con las piernas abiertas y la falda descolocada por lo que dejaba parte de su ropa interior en exhibición, usando su vergüenza como motivante se puso de pie tambaleante, tomó un instante para analizar su estado, tenía el ojo derecho adolorido y sentía que se podía cerrar producto de la hinchazón en cualquier momento, su tobillo derecho le dolía pero no sentía nada roto así que debería estar bien.

-un momento- interrumpió Jian, levantando la mano- yo decido dejarlo en empate.

-¿que?- exclamó ella confundida- pero…

  • entonces se declara el empate en esta pelea.

Ante eso los dos hombres sonrieron mientras la mujer abría la boca confundida intentando darse cuenta de que pasó, hasta que recordó de golpe, cuando le dieron las primeras instrucciones, dijeron que cada peleador estaba obligado solo a dos rondas por pelea si no podía o quería simplemente podía solicitar el empate, se había olvidado porque no pensó que perdería una pelea en la preliminar, lo peor es que en el torneo principal pondrías los resultados de todos y ese “empate” constaría como una derrota para ella y dada la calidad de sus rivales estaba segura que sería la única en esa humillante situación, además la pelea anterior afectó su confianza necesitaba pelear de nuevo y ganar o las dudas se asentaron en su psique y luego será muy difícil pelear en plenitud.

-Espera- gritó en pánico, cuando vio que su rival ya salía del ring, pero él la ignoró y simplemente volvió a su oficina, ella lo iba a seguir pero se dio cuenta que sin el juez no podría pelear la tercera ronda aun si lo convencía, lo miró dudosa no sabiendo muy bien cómo convencerlo, el árbitro había demostrado ser un pervertido y ni siquiera intentaba fingir que no le estaba mirando las tetas con lujuria, antes que Chun-Li hablará probablemente humillándose a sí misma, él habló primero.

-tengo que esperar a las 12 antes de anotar el resultado de la pelea, si lo convences ven a esta dirección, le dio un papel y ella asintió agradecida antes de ir a la oficina casi corriendo, se estaba haciendo tarde y debía convencerlo rápidamente iba a entrar simplemente como entró antes, pero pensando que tenía que ser algo más educada para convencerlo tocó la puerta y esperó respetuosamente a que de un grito la hicieran entrar.

Lo encontró nuevamente detrás del escritorio, aunque esta vez la miraba fijamente sin tener en cuenta su papeleo.

-Debemos tener una tercera ronda- dijo Chun-Li no muy segura de como iniciar esta conversación.

-¿Por qué lo haría?- le contestó con una sonrisa burlona- no me impresionaste allá afuera, estoy bastante seguro que si hubiéramos tenido la tercera ronda de inmediato habría pateado tu gordo trasero.

-Yo- por un segundo dudó, entre el insulto a su trasero (que era un tema delicado para ella) y su subestimación a su capacidad de ganarle fue demasiado, aunque debía reconocer que las cosas no se veían bien en ese momento, aún ahora ella se veía más cansada y lastimada que él y eso hacía que tuviera aún más ganas de ganarle esta vez para reivindicarse- ¿Qué quieres para continuar la pelea?

-Mmmm- dijo reflexionando como si ya no hubiera todo planeado de antemano- ¿Qué tienes para ofrecer?

-Una apuesta- dijo después de reflexionar un poco.

-Oh..?- dijo por primera vez pareciendo realmente interesado en lo que estaba diciendo- ¿Qué clase de apuesta?

-Si me ganas la ronda te daré dinero, o algo que quieras- esta vez Jian se quedó reflexionando, Chun-Li pensaba que él le pediría acostarse con ella si perdía y era un riesgo que estaba dispuesta a correr, le serviría también para incentivarse a sí misma.

-Hagamos lo siguiente- le dijo poniéndose de pie y acercándose tanto a ella que podía sentir su aliento en su rostro- empecemos la pelea de nuevo, borrando las dos rondas.

-De acuerdo- dijo ella de inmediato, si lo hacía volvería a tener el récord perfecto.

-Pero si gano una ronda- continuó él acercándose aún más y agarrando sus cintura con ambas manos, Chun-Li no se resistió se sorprendió pensando que la sensación no se sentía para nada mal y cuando él continuó hablándole al oído solo sintió un escalofrío que le recorrió la espalda- tendré todo lo que tengas.

-¿Todo?- pudo balbucear ella, distraída por la cercanía de Jian.

-Si, Todo, dinero, lo que traes en tus maletas incluso la ropa que traes puesta, por tu honor como artista marcial debes jurar entregar todo lo que tienes si pierdes la ronda.

-Lo juro- dijo un poco demasiado rápido, aun mas distraída por las manos errantes de Jian que bajaban y la acariciaban a los lados de su glúteo, cuando ella habló él la pegó a su cuerpo antes de derechamente meter las manos bajo su qipao y apretar sus nalgas casi desnudas, ella tuvo que reprimir un gemido que le salió por la garganta, confundida no entendía qué pasaba con ella con un hombre que no solo la había golpeado hace menos de 5 minutos si no que ni siquiera estaba cerca de su tipo, aun así se quedó quieta mientras él seguía apretando su trasero, hasta que el finalmente se aburrió, le dio una suave nalgada antes de alejarse de ella que miraba hacia al suelo con el rostro enrojecido de vergüenza.

-¿Mañana a las 10 de la mañana?

-El juez dijo…

-Seguramente puedes convencerlo ¿no?- ante el asentimiento de cabeza de su parte, el empieza a revisar sus papeles en su escritorio, interpretándose como una despedida Chun-Li se marcha aun confundida por sus propias reacciones.

Fue poniéndose las botas que se dio cuenta que tenía los pezones endurecidos y la entrepierna mojada solo por su conversación con Jian, después de reflexionarlo un minuto se dio cuenta que Jian fue el primero en toda su vida en ganarle una pelea real, estaba acostumbrada a tratar con tipos que eran mucho ruido y pocas nueces, incluso los compañeros de trabajos con los que se llevaba bien, o los que le coqueteaban con palabras dulces, le parecían débiles e insuficientes, ahora comparándolos con un hombre que había demostrado que podía vencerla se daba cuenta que el de hecho si era su tipo, pero que no se había dado cuenta porque nunca la habían tratado de esa manera.

Mientras salía del gimnasio y se dirigía a la dirección del árbitro trató de no pensar en eso, concentrándose en la pelea de mañana y en cómo convencería a ese cabrón, de nada le serviría estar fantaseando sobre todo porque la mayoría de las ideas que le pasaban por la cabeza era de ella perdiendo mañana de maneras humillantes y vergonzosas.

No fue tan difícil de encontrar, seguramente porque esta ocasión la gente no huía de ella cuando se acercaba, cosa que imaginaba que era porque no se veía tan intimidante ahora,  por lo que podía preguntarles la dirección, aun así cuando se acercaba a su destino ya eran cerca de las 10 de la noche, por lo que las calles estaban oscurecidas y había menos gente en ellas, pero cuando llegó a la calle de la dirección la situación cambió de improviso, había bastante luces en la calle en distintos edificios, mucha gente principalmente hombres adultos y las mujeres que había vestían tan poca ropa que hacían que el traje de combate de su amiga Cammy fuera un ejemplo de recato, no tuvo que preguntar para darse cuenta que estaba en el barrio rojo y después de un último vistazo al papel notó con molestía que el edificio central era su destino.

Llegó en 5 minutos, a pesar que solo tenía que cruzar la calle tuvo dos proposiciones bastante indecentes que hizo que ella tuviera que demostrar porque no era una buena idea meterse con ella, al menos no fue necesario romper ningún hueso pero estaba segura que no volverían a molestar a nadie por un par de días.

Entró al lugar rápidamente, el guardia de la entrada se hizo a un lado de inmediato, no le quedó claro si era porque tenía órdenes de dejarla pasar o porque le temía después de esa exhibición. Al verla entrar muchos de los clientes la miraron con hambre y las otras mujeres con curiosidad, habló con una de ellas que pasó cerca suyo y le dijo cómo encontrar al árbitro o Mihai, como se llamaba aparentemente, solo tuvo que subir una escalera imaginando a los babosos de abajo buscando mirar bajo su falda y entrar a la primera habitación a la izquierda, a diferencia de la oficina de Jian ella no tenía la necesidad instintiva de ser respetuosa y simplemente entró de improviso, se arrepintió de inmediato.

Porque al otro lado de la puerta se encontró con un espectáculo indeseado, de pie con los pantalones bajados y mirando a la puerta se encontraba mihai, de rodillas delante de ella y haciéndole una mamada con entusiasma estaba una mujer desconocida, lo más chocante es que ella no hizo ademán de detenerse y el mismo árbitro la miraba divertido y de una manera fija que le estaba resultando perturbadora.

-Entonces- dijo como si nada extraño pasara en la habitación, Chun-Li pudo quitar los ojos que estaban fijos en la cabeza en movimiento de la mujer para mirarlo a el, sin poder ocultar la confusión en su rostro- ¿lo convenciste para terminar el round?

-S..si- dijo sonrojándose de vergüenza y tratando de no mirar el acto sobre todo porque el se fue moviendo ligeramente y ella podía ver el miembro entrar y salir de la boca de la joven- de hecho está de acuerdo en repetir la pelea por completo…

-Que afortunada y…  ¿dónde está?- dijo antes de mirar hacia la mujer y decirle- usa tus tetas.

-El no…- se detuvo cuando vio a la mujer sacar sus pechos y sin la menor vergüenza empezar a exprimir el miembro con ellos- la pelea será mañana a… A las diez de la mañana.

-Eso es un problema- dijo con una sonrisa misteriosa- será considerado otra pelea distinta pero en tu historial seguirá constando el empate.

-¿No puedes simplemente no avisar de eso?- la molestia hizo que la voz saliera sin dudas, pero ahora miraba fijamente el espectáculo pornográfico que pasaba frente a sus ojos.

-¿quieres que incumpla una de las órdenes de Lord Bison- dijo simulando una mirada ofensiva, totalmente ajeno al hecho que acababa de nombrar al líder de una organización altamente secreta delante de una prostituta al azar.

-¿Qué…- sabiendo que no llegaría a ningún lado decidió tratar de evitar los preámbulos- ¿Qué es lo que quieres?

-Mmm- dijo, aunque ella no sabía si estaba reflexionando su pregunta o disfrutando de la cubana que le estaban haciendo, que Chun-Li podía ver, dentro de su insignificante experiencia que se veía muy bien hecha.- creo que podemos arreglar algo.

-No voy a hacer eso…- dijo apuntando a la Chica de rodillas que se rio por su comentario- ni nada que se parezca.

-Lo sé- le dijo sonriendo- no te lo pediría, además no lo harías ni la mitad de bien que ella- curiosamente esto molestó bastante a la luchadora a pesar que estaba bastante de acuerdo con la declaración.

-¿Entonces qué quieres que haga?

-Como puedes ver tengo a una trabajadora de mi establecimiento ocupada por el resto del turno de la noche, así que quiero que tomes su lugar por hoy- Chun-Li iba a protestar seguramente violentamente, pero él continuó- no es el tipo de trabajo que piensas, serías básicamente atención al público recibir a los clientes explicarle los servicios y llevarle tragos si es necesario, ese tipo de cosas, no tendrás que acostarte con nadie… si no quieres, aunque te pido que los rechaces sin violencia.

-¿Eso es todo?

-Sip- dijo distrayéndose un segundo por la mujer arrodillada- aunque tendrás que cambiarte de ropa, eso envía mensajes contradictorios.

-¿Qué quieres que ocupe?- él solo le apuntó una silla que tenía un vestido y unos tacones agujas, ella tomó las prendas y se dirigió a una habitación lateral justo antes que entrara escuchó un grito a sus espaldas.

-Sin ropa interior- Chun-Li suspiró y decidió simplemente obedecer, el vestido era suficientemente vergonzoso con o sin ropa interior así que no valía la pena pelear por eso, al menos notó que la habitación lateral era el baño de la oficina por lo que tendría privacidad para cambiarse de ropa, no había mucho solo un excusado y un pequeño lavabo ella se desnudó rápidamente dejando su ropa con cuidado en el suelo que afortunadamente estaba limpio, mucho más que su ropa que tenía rastro de polvo y sudor, después se lavó en la medida de lo posible en el lavabo pero no pudo hacer demasiado, por lo pequeño que era, lo que habría dado por tener una ducha en ese momento, ya arreglada lo mejor que pudo se miró al espejo, ella temía que su ojo que recibió el golpe estuviera morado e hinchado, pero solo se veía un poco enrojecido, como si hubiera llorado por un solo ojo, deseó tener un poco del maquillaje que siempre ocupaba pero tendría que hacerlo con lo que tenía, así que con parsimonia se puso el vestido de una sola pieza.

Luego se alejó para poder ver su cuerpo completo en el espejo, el vestido solo podía describirse como escandaloso, de lo que debían usarse en una película porno mas que en la vida real, era de color gris claro, cubría desde la mitad de los senos dejando descubierto un gran escote y sus hombros, en la parte baja terminaba al final de sus nalgas,  dejando casi todas sus piernas al descubierto y casi asegurando que quedaría totalmente expuesta si hacía un movimiento equivocado, pero mas que la longitud del traje lo que lo hacía realmente indecente era su material ultra delgado y elástico, que se pegaba a su cuerpo como una segunda piel, de manera que se podía distinguir cada curva de su cuerpo.

Chun- Li miró como se veía totalmente avergonzada, no podía creer que efectivamente saldría así, no tenía otra opción en el asunto y estaba conciente que podría haber sido peor, si el hubiera insistido en algo más sexual no estaba segura si no habría terminado cediendo y ahora estaría arrodillada en el suelo con las tetas al aire como la otra chica, el solo pensamiento hizo que dos protuberancias se notan claramente en la tela del vestido, lo que hizo que la luchadora se sonrojaba de vergüenza ante la traición de sus propios deseos.

Trató de apartar su mente de esos pensamientos, tomando su vestimenta y botas salió lentamente del baño, ella estaba preparada para encontrar aún con la misma escena que vio en primer lugar, se concentró para no quedar aturdida esta vez actuar como si no le importara lo que estaba obligada a presenciar, pero cuando abrió la puerta no estaba preparada para lo que vio, ambos completamente desnudos en el sofá, ella en posición de perrito y el detrás de ella penetrándola por detrás, con una mano sobre el trasero y con la otra tirándole del pelo con violencia, Chun-Li se quedó totalmente paralizada, mirando con la boca abierta la intensa escena sexual, la violencia con que él la follaba parecía casi animal, el sudor que los cubría a ambos, los gemidos violentos incluso el olor que atacaba la nariz de la luchadora remarcaban esa idea, lo que más le llamó la atención no fue ni el bamboleo de los senos, ni la zona donde se juntaban las entrepiernas, de donde Chun-Li no podía quitar la mirada era el rostro de la chica.

Chun-Li no era virgen ni mucho menos, había tenido algunos encuentros sexuales y había pensado que habían sido divertidos, ahora viendo la cara de la chica lo dudaba, nunca había alcanzado el nivel de placer que podía ver en su cara, la mirada perdida, la boca abierta intentando respirar a través de sus gemidos incontrolables, la lengua que casi le colgaba de la boca sin control, esto hacía que su rostro se viera extraño para ella, feo tal vez, aun así ella estaba tremendamente celosa y no podía evitar enojarse con sus amantes anteriores, después de un rato de observación no pudo evitar imaginarse a sí misma en esa posición, lo que hizo que su respiración se volviera lenta y pesada, sin darse cuenta llevó su mano a su pecho y justo cuando iba a apretar un seno un estruendo la sacó de sus fantasías.

Se tardó un segundo en darse cuenta que el ruido que escuchó fue una nalgada a la chica, lo que hizo que la luchadora desviara la vista y se concentrara en no pensar lo que había estado a punto de hacer, carraspeó con tanta fuerza que se dañó levemente la garganta, lo que hizo que ambos la miraron, por supuesto, sin dejar de follar.

-te ves bien- le dijo el árbitro y Chun- Li se sintió extrañamente complacida, aunque hizo su mayor esfuerzo en ocultarlo, él quedó mirando fijamente su pecho y ella no necesitaba preguntar para darse cuenta que miraba, ella misma sentía que sus pezones erectos se restregaban contra la prenda.

-¿dónde dejo esto? - dijo refiriéndose a su ropa, aunque al hacerlo notó que al juntarla distraída sus bragas había quedado en la parte superior del montón por lo que eran claramente visibles, no le dio vergüenza como había pasado antes de ver el espectáculo, pero aun así se maldijo internamente como cometer ese error ridículo.

-déjalo ahí- apuntó a su escritorio y ella hizo precisamente eso, iba a guardar mejor su ropa interior, pero otro ruido de nalgada la hizo saltar y decidir que en este caso huir era algo perfectamente aceptable.

Una vez fuera de la habitación se dio cuenta que no sabía muy bien cómo hacer el trabajo que le encomendaron, pero justo al otro lado de la puerta había una mujer atractiva de unos 40 años, que la miró de arriba a abajo juzgando, instintivamente se puso en posición firme, su entrenamiento policial mostraba resultados, aunque seguramente nunca fue la intención de sus superiores que se mostraran en estas circunstancias.

Si la mujer lo encontró extraño no dijo nada simplemente asintió satisfecha y tomándola del brazo un poco bruscamente la dirigió a un lugar, mientras caminaba le explicó que ella era la organizadora de las "chicas" y que debía obedecer sus órdenes, que Mihan ya le había explicado lo que podía o no podía hacer, aunque si quería acostarse con alguien era libre de hacerlo, la manera burlona en que le dijo eso le daba a entender que ella no esperaba que pasara eso, pero si lo deseaba.

Finalmente bajaron a una amplia habitación cerca del lugar donde había entrado, ambas se pararon a un lado de la puerta y de inmediato todas las conversaciones cesaron y los ojos quedaron fijos en la increíble belleza que había entrado en la habitación, no es que el resto de las mujeres sean feas o poco atractivas, pero ella era muy superior y llamaba rápidamente la atención por su tamaño, belleza y actual vestimenta.

Chun-Li se esperaba las miradas, pero no la intensidad, el hambre con que la miraban, tanto que estuvo cerca de retroceder intimidada de no ser por el brazo que estaba sujeto por la mujer, esta le susurró algo al oído y le indicó con el brazo a uno de los hombres, ella se acercó lentamente tratando de forzar la mejor de sus sonrisa, pero cuando llegó a él, de inmediato él tomó el borde de su falda y lo levantó repentinamente, exponiendo su pubis con algunos rastros de humedad tanto a el hombre como a la mayoría de la habitación que contestó con risas y silbidos.

Ella lo bajó bruscamente con tanta fuerza que casi libera sus pechos de la prenda, miró al tipo por un segundo pensando en romperle la cara de una de sus famosas patadas, pero solo pudo respirar lentamente y alejarse unos pasos de él mientras internamente pensaba "será una larga noche".

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De hecho, lo fue, una larga y cansadora noche, las primeras horas no fueron tan malas, aún tenía un rastro de excitación subyacente entonces las miradas, los toqueteos e incluso las exposiciones a las que se vio sujeta eran algo divertidas, pero después de un largo rato de lo mismo, se aburrió lo que quedaba de excitación desapareció y fue reemplazada por molestia y cansancio, había estado toda la primera mitad del día buscando al Jian, luego una espera larga, de inmediato un combate difícil y después tener que venir a trabajar estando de pie con esos malditos tacos moviéndose entre hombres ebrios, mientras esquivaba manos que buscaban agarrar sus partes blandas o desnudarla aún más.

Esto podría agotar a cualquier persona incluso a una mujer como ella, lo que fue peor para su autoestima que después de unas horas, ya no tenía energía ni ánimo para esquivar las manos ni para quitarlas de inmediato por los que los manoseos fueron más frecuentes y duraderos, fue incluso peor cuando le movían la ropa, a veces se quedaba 3 segundos completamente expuesta antes de cubrirse como es debido, cerca de las 2 de la mañana ni siquiera discutía con ellos, solo quitaba las manos y continuaba con su trabajo, eso ni siquiera fue lo peor para ella, lo peor es que haber comido solo un bocadillo a largo del día le estaba finalmente pasando la cuenta, no recordaba nunca haber estado tan hambrienta como en ese momento, lo que se volvía aún peor porque de vez en cuando los clientes pedían comida y ella tenía que llevar las bandejas llenas y su estómago rugía celoso.

Finalmente pasó lo inevitable y mientras entregaba una de las bandejas su estómago rugió a menos de veinte centímetros de la oreja de un cliente, haciendo que él se riera divertido y ella enrojeciera hasta las orejas (lo que no pasó ni cuando se desnudó parcialmente) cuando ella se volteó él hizo su solicitud, quería que se sentara en sus rodillas, ella iba a negarse, después de todo según el trato con el dueño del lugar ella estaba bastante libre de no hacer lo que le pedían, pero el hombre extendió uno de los bocadillos como ofreciéndoselo.

Después de unos segundos de dudas, ella aceptó, la posibilidad no solo de comer algo si no de descansar un poco ganó por sobre su orgullo, con rostro tímido hizo caso y se sentó tranquilamente sobre sus piernas, donde de inmediato una mano se apoyó en su trasero sujetándola y apretando sus nalgas al mismo tiempo, cuando abrió la boca para quejarse un trozo de comida fue puesta en su boca, ella ni siquiera se fijó en que estaba hecho el bocadillo o a que sabía lo tragó de dos mordiscos antes de mirarlo fijamente esperando mas, el comer algo su necesidad de comer aumentó aún más, cosa que de hecho ella no creía posible, se olvido de la mano que le toqueteaba el trasero y solo se concentró en abrir la boca como una mascota que le dan premio.

Siguió así hasta que se le terminaron los bocadillos, aunque varios otros clientes la esperaban con las mismas bandejas de comida, cada uno solo tenía unos pocos y no alimentaban demasiado, así que tuvo que pasar por tres clientes antes de estar satisfecha, aunque tuvo la fortaleza para rechazar el alcohol ofrecido, aunque hubiera servido para pasar mejor el pésimo día que había tenido y que aun continuaba, pero estaba segura que si empezaba a beber en esas circunstancias es probable que sometida y follada por alguien tal vez más de uno.

Aun así el tener que prácticamente rogar por comida hizo que lo que quedaba de su orgullo se desvaneciera, pasó las siguientes horas, caminando entre los clientes con los ojos bajos, ignorando los manoseos y las nalgadas, dejando a veces su falda mal colocada por largos segundos, tan visible era esto para los hombres, que aumentaron las ofertas de sexo y sus negativas se hicieron cada vez mas suave y dubitativas.

Finalmente se acababa su turno, ella ya estaba física y mentalmente agotada, se iba a ir de la habitación cuando la misma mujer que le había ordenado toda la noche le apuntó en una dirección, en la esquina más alejada estaba un hombre gordo sentado con un vaso de algún licor en la mano, con un suspiro ella se acercó lentamente, él le sonrió con burla y lujuria sin disimular, como la habían mirado el 80% de los hombres durante la noche así que no era una sorpresa, se paró cerca de él con la cabeza baja esperando que todo terminara rápido.

-desnúdate- dijo el hombre, el número 26 en decirle eso durante la noche, normalmente ella decía un No, cada vez menos enérgico durante la noche, pero esta vez miró alrededor, eran los únicos en la habitación, incluso su jefa temporal ya se había ido, lo que era normal, después de todo ya estaba amaneciendo, lo consideró por un segundo, ya la habían visto en varios estados de desnudez durante la noche, verla completamente desnuda y terminar con este maldito trabajo no parecía tan malo y a su mente embotada por la falta de sueño y el cansancio le pareció perfectamente aceptable.

Con movimientos torpes tomó su vestido y lo bajó de un solo tirón exponiéndose completamente, ni siquiera levantó las manos para cubrirse, y se quedó quieto viendo como el hombre frente a ella se ponía de pie y la miraba casi babeando, no se sorprendió cuando él estiró las manos y le apretó los pechos con torpeza, si se sorprendió cuando ella no reaccionó ni siquiera para quitarle las manos, incluso dejó que bajara una mano y toqueteara su entrepierna sin pestañar, se daba cuenta que así de apática como estaba seguramente follaría con él si él la presionaba lo suficiente, pero él pareció conformarse con eso, la miró con desprecio una vez antes de darse la vuelta e irse, dejándola desnuda y sola.

Escuchó unos pasos a su espalda y volteo para ver a su jefa con su traje de combate en las manos, la estaba mirando con una ceja enarcada pero ella la ignoró le quitó el traje de las manos y se lo puso con rapidez, casi sin darse cuenta que la ropa interior estaba desaparecida, se sintió incomoda, el traje su ropa estaba sucio y ella estaba cansada y el traje ahora le parecía pesado, además parte de ella pensaba que no se lo merecía después de esta noche.

Después la mujer le dijo que su jefe estaría en la pelea a las 10, después le ofreció a pagar un taxi y se despidió con una sonrisa divertida, Chun-Li estaba casi inconsciente en ese momento, aguantó apenas el camino a casa, se arrastró del taxi a su habitación de hotel y se derrumbó en la cama durmiendo casi al instante.

Una llamada telefónica la hizo despertar con un quejido, era una llamada despertador que había encargado en algún momento que no recordaba, vio la hora y supo que tenía suficiente tiempo para hacer sus necesidades matutinas, bañarse, vestirse y marcharse, lo hizo en silencio e intentando no pensar, una vez que estuvo lista con ropa limpia y maquillada como le gustaba, estaba impecable, se miró al espejo fijamente por un segundo hasta que habló con voz suave.

-Voy a perder- no era que ella fuera pesimista, pero se daba cuenta que en las condiciones que estaba, adolorida, cansada y con su determinación tremendamente golpeada no estaba en condiciones de pelear incluso con un rival débil y Jian había demostrado no ser débil.

Lo que la angustiaba más era la apuesta que había hecho, aunque se las arreglara para ganar, las posibilidades de ganar sin perder una ronda eran casi nulas y ¿Qué iba a hacer después aunque ganara, sin fondos, desnuda en ciudad desconocida? Seguramente terminaría muerta en una zanja o obligada a prostituirse en menos de una semana, pensó mientras reunía todas sus cosas en su maleta y salía de la habitación que podía hacer, la única idea que se le ocurría era terrible, pero no tenía otras opciones, sería todo o nada.

Ya decidido el camino a tomar, caminó hasta el lugar de la pelea con su maleta en la mano y toda la confianza que pudo reunir, llegó 5 minutos antes de las 10, notó para su sorpresa que la puerta del gimnasio estaba cerrada, pero cuando se acercó a la puerta le abrieron, simplemente entró y vio que salvó su rival y el árbitro estaba completamente vacío, agradeció mentalmente, si iba a ser derrotada prefería que fuera sin público, subió al ring dejando la maleta a un costado y se paró delante de Jian esperando que no notara lo cansada que estaba, al ver su sonrisa confiada supo que ese barco ya había zarpado.

-antes de la pelea- dijo con toda la calma que pudo reunir- me gustaría ofrecer un cambio en la apuesta que hicimos.

-¿Ah sí?- dijo con la molestia bastante evidente en su rostro- te das cuenta que la única razón por la que acepté esta pelea es por la apuesta.

-Si- no lo dijo como preguntó pero ella respondió como si lo fuera- pero es solo una propuesta si no estás de acuerdo simplemente la rechaces e iremos con lo acordado.

-¿Cuál es tu propuesta?- dijo ahora sonando un poco interesado.

-En vez de ganar por solo una ronda, para ganar la apuesta tienes que ganar la pelea completa.

-¿Y por qué aceptaría eso?

-Porque aumentaría la apuesta.

-¿Qué más puedes ofrecer? Recuerda que la apuesta es todo lo que tienes incluyendo tu ropa, no te queda nada.

-Si queda algo- dijo bajando la voz dudando por última vez antes de decirlo.

-¿Que cosa?

-Yo- dijo casi susurrando, suspirando por última vez alzó la voz y repitió- me quedaré yo, si pierdo la pelea completa… me entregaré por completo a ti para que hagas lo que quieras… estaré completamente a tu merced.

Ante esto hubo un largo minuto de silencio, los dos hombres absolutamente sorprendidos por lo que acababa de decir, pero para Chun-Li era el único camino a tomar, de todas maneras si hubiera perdido y se hubiera quedado sin nada hubiera tenido que terminar sometiéndose a alguien para sobrevivir, entonces si tenía que pasar al menos estaría con comida y techo, además que sería a manos de alguien que podía vencerla y la idea de someterse a él no le parecía tan repulsiva.

-de acuerdo- dijo finalmente- aunque creo que sería mejor que decidamos esto en una sola ronda.

Chun-Li tuvo que contenerse de sonreír, no lo esperaba pero de hecho eso le convenía mucho, no tenía energía para dos rondas, solo quedaba que el arbitro lo aprobara, el aun la miraba a ella, un poco sorprendido y tal vez algo celoso, tal vez pensaba que ella se terminaría sometiendo a el y tal vez lo habría hecho en otras circunstancias, aun tenía la imagen de ellos teniendo sexo y lo cerca que estuvo de ceder a sus propios impulsos, en caso de haberlo hecho seguramente ni siquiera se habría presentado al combate y todavía estaría follando o inconsciente después correrse muchas veces. Sacudió la cabeza quitándose esa imagen de la cabeza que ya la estaba empezando a excitar.

-hay que seguir las reglas del torneo principal, hay un estilo de combate con una única ronda, pensada para la final, aunque en este caso la pelea solo termina con rendición o inconsciencia- después de un minuto de pensarlo asintieron con la cabeza y se pusieron en posición listos para pelear.

El grito de lucha del árbitro hizo que Chun- Li bajara el peso de su cuerpo y esperara el ataque, buscando que él se abalanzara contra ella y pudiera ganarle con una buena contra, lamentablemente él no iba arriesgar la pelea y se acercaba caminando alrededor de ella obligándola a girar en guardia y sin darse cuenta retroceder lentamente, a pesar de las rondas anteriores ella todavía no estaba acostumbrada a pelear en un ring de boxeo por lo que nuevamente se sorprendió cuando su espalda chocó contra las cuerdas, aunque no lo suficiente para esquivar el izquierdazo del Jian que de haber golpeado tal vez ya la habría mandado a la lona.

Nuevamente la pelea se puso cuesta arriba, aunque esta vez era lo esperable para ella, esquivó los que pudo, bloqueo los que no, aunque la mayoría de los golpes eran sin peso, destinadas a probarla y/o cansarla, lo que estaba consiguiendo lentamente, después de unos 5 minutos de recibir castigo, Chun- Li ya le pesaban los brazos y respiraba lenta y pesadamente, decidió arriesgarlo todo esquivó por los pelos un golpe a la cara y reuniendo todas sus fuerzas lanzó una patada destinada a la cabeza de Jian.

Esperaba que lo recibiera, lo esquivara o que lo bloqueara apenas, lo que nunca esperó e hizo que abriera la boca totalmente sorprendida, es que agarrara con solo una mano su pierna, sin siquiera verse sorprendido, por un segundo Chun-Li pensó que debía tener super fuerza o algo así, había roto sacos de boxeo con sus patadas ¿cuál sería la fuerza necesaria para para así de fácil? pero después de ver la mirada de decepción en el rostro de Jian se dio cuenta que no era que él fuera muy fuerte, sino que ella había pateado muy débil, que toda la fuerza que pudo reunir en su patada no era suficiente y si aún hubiera pegado solo le habría dolido y hubiera seguido la pelea.

Chun-Li tuvo ganas de rendirse en ese mismo momento, ya había perdido, en ese momento podría ser derrotada por un niño con medio año de práctica en artes marciales, su mejor golpe había sido detenido sin esfuerzo y ni siquiera tenía la fuerza para quitar su pierna de las manos de su rival, cuando ya había abierto la boca para rendirse, Jian le lanzó un feroz izquierdazo justo en el hígado.

La mente de la luchadora se apagó, por un segundo todo en lo que podía pensar en la necesidad de respirar, su garganta se llenó de bilis y se encorvó antinaturalmente, tuvo que usar toda su determinación para evitar vomitar y contener sus intestinos, nunca había recibido un golpe tan fuerte y en el vientre precisamente, aún un minuto después del golpe aun trataba de respirar normalmente y no podía hacer nada más que inclinarse hacia abajo con lágrimas en los ojos.

Con pánico notó que llevaba el brazo hacia atrás para darle un segundo golpe, si hubiera tenido aire en los pulmones hubiera gritado desesperada por rendirse así que cerró los ojos y llevó ambas manos delante de su vientre en una posición defensiva enclenque, pero era todo lo que tenía, no quería recibir otro golpe así en este momento, estaba segura que no podría contenerse de nuevo y no quería terminar su última pelea ensuciando el ring.

Pero no era un golpe lo que venía, era una simple finta Chun-Li lo notó cuando sintió un dolor terrible en la pierna derecha y un feo crujido sonó en sus oídos, ella no estuvo segura de dónde sacó suficiente aire como para gritar de dolor, pero lo hizo, lo siguiente que supo es que la soltaron y que estaba en el suelo en posición fetal sujetándose su pierna, la luchadora notó que su tobillo estaba lastimado, seguramente roto, aunque no podía saber cuánto.

Jian la miraba con una mezcla de lástima y alegría por el triunfo, tan creía y orgullosa que llegó para terminar así, llorando en el suelo, él sabía que podía dejarla respirar y que rendiría rápidamente no le quedaba ni una gota de voluntad de lucha, pero quería humillarla un poco más antes de que dejara de ser luchadora, se acercó y la levantó del suelo de la parte trasera de su ropa, ella lo siguió solo con un grito y saltando en una pierna, no se quejó y sintiendo que él quería hacer algo simplemente se dejó arrastrar sumisa, no la llevó muy lejos simplemente al borde más cercano del ring, por un segundo ella pensó que la tiraría fuera, pero el hizo pasar su cabeza por entre las cuerdas antes de que con un ágil movimiento torciera su cuerpo, haciendo que su cabeza volviera a entrar en el ring a la altura misma de la lona, antes que entendiera que  estaba pasando él tomó sus extremidades y las envolvió en las lonas antes de alejarse y presenciar su obra.

Era una imagen vergonzosa, las piernas dobladas en posición de cuclillas y amarradas por las cuerdas, sus brazos de la misma manera y su torso encorvado, era básicamente ella colgada boca abajo mostrando su trasero de manera notoria.

Chun-Li entendía en la fea posición en que se  encontraba, miraba con los ojos vacíos tanto a su vencedor como al árbitro que se acercaba con una sonrisa y una cámara de vídeo, pero eso no fue suficiente al menos para Jian, se acercó quitó el qipao que la cubría antes de tirar con fuerza dos partes de sus pantimedias rajándole todo el espacio entre las piernas, como toque final simplemente movió la ropa interior de manera que dejaba al descubierto su pubis y ano, ambos completamente  a la vista por la posición de piernas abiertas que se encontraba, mostrándola de esa manera completamente humillada y derrotada.

Chun-Li estaba llorando, esperaba perder, sabía que podría ser su última pelea, pero no esperaba que su derrota fuera tan absoluta, tan humillante, toda su dignidad había desaparecido y solo quería esconderse bajo la cama y acurrucarse sobre sí misma.

-quieres decir algo? - le dijo Jian con los brazos cruzados sobre el pecho.

-me rindo- intentó gritar, pero como todavía no terminaba de recuperar el aliento sonó apenas como un susurro- tú ganas, por favor no más, haré lo que quieras.

Ante esto finalmente la ayudó a bajar, o más bien movió las cuerdas para que ella cayera desparramada sobre la lona, ella notó como el juez se iba del gimnasio en el tiempo en que ella le tomó levantarse hasta una posición de rodillas, Jian solo se le quedó mirando, ambos sabían que ella estaba totalmente entregada, que con apuesta o no ella haría lo que él quería sin cuestionarlo.

-desnúdate- dijo simplemente y la ex luchadora no tardó más de un segundo en empezar a cumplir la orden, con la única dificultad que trató de hacerlo sin dejar de estar arrodillada, no hubo sensualidad, era simplemente una forma práctica de sacarse la ropa lo más rápido posible, en menos de dos minutos se había quitado hasta las cintas del pelo y volvió a quedarse fija en su posición de rodillas con la cabeza baja.

El disfrutó del espectáculo por un minuto, antes de simplemente dar la vuelta alrededor suyo, Chun-Li no quiso mirar a sus espaldas aún así no se sorprendió cuando De un empujón en la espalda se derrumbó hacia adelante, adivinando lo que él quería se semi incorporó quedando en posición de perrito no pasó ni tres segundos antes que la penetrara de golpe, no se le escapó lo irónico de haber envidiado a una mujer horas que antes que se encontraba en la misma situación que en que estaba en ese momento, incluso la parte de follar como animales se empezó a repetir después de un tiempo, Jian no tenía intenciones tomárselo con calma, él estaba reclamando su premio simplemente y ella simplemente lo estaba permitiendo.

Chun-Li se encontraba agitada violentamente, sus pechos se sacudían con cada embestida y sentía que las manos se resbalaban sobre la lona, pensaba que en otras circunstancias pudo haberlo disfrutado, sentía que él estaba bien dotado, al menos más que los hombres con los que ya había estado, además el la había derrotado y desde ayer que tenía fantasías con respecto ser sometida así, pero la verdad es que estaba dolorida, sobre todo su pierna, la distraía de cualquier cosa agradable pero lo que más le impedía disfrutar es que estaba completamente agotada, incluso pensó que se dormiría en un segundo, a pesar de la violencia que estaba siendo follada, aunque tal vez lo que pasaba es que estaba cerca de caer desmayada.

Pasó así un rato hasta que él aparentemente se aburrió de su falta de reacción, la hizo girar bruscamente y le agarró ambas piernas antes de separarlas tanto que una mujer normal sin la asombrosa elasticidad de Chun-Li se hubiera lastimado, antes que ella entendiera lo que pasaba apoyó todo su peso sobre ella antes de empezar  a penetrarla nuevamente, esta vez de hecho ella la pierna no le molestaba tanto por ya no estar tocando el suelo, de manera que el placer la alcanzó y después de un rato ya se encontraba gimiendo suavemente.

Jian a pesar de que parecía imposible aceleró aún más sus movimientos, Chun-Li nunca pensó que estaría en ese estado y que el placer pudiera llegar a ser tan intenso, sus gemidos se convirtieron en gritos de placer y cuando él mordió su clavícula con tanta saña que sacó unas gotas de sangre la ex policía puso sus ojos en blanco sintiendo como su mente se desvanecía en blanco en el orgasmo más intenso que había sentido antes de derrumbarse de espaldas.

El vencedor de la pelea siguió bombeando un rato antes que también llegara a su limite y llenara su interior de su semilla, después de recuperarse en un minuto se alejó y se dio cuenta para su diversión que ella estaba completamente inconsciente,  se alejó algo molesto porque aún estaba excitado y queríA seguir follándosela pero habría tiempo para eso, pasaría unos meses bastante divertidos hasta que se aburriera y dejara que se fuera, con displicencia agarró su pie sano y la arrastró fuera del ring antes de ponérsela al hombro como un saco de papas y llevársela a su casa que estaba en el segundo piso.

11 meses después.

Chun-Li se encontraba a cuatro patas sobre el piso de la cocina de Jian, la única prenda que llevaba era unA blusa que normalmente le cubrían hasta las rodillas pero en esa posición solo cubría hasta su cintura, la razón por la que estaba en esa posición es que estaba enfrentándose a uno de sus enemigos más temible del último tiempo, esa maldita mancha en el suelo que no salía con nada, usando un paño mojado con el detergente más fuerte que tenía y aun asi no le hacía ni cosquillas, ella ni siquiera estaba segura de que era, lo único que sabía que no estaba la ultima vez que había limpiado, hace 2 días, así que debía ser algo nuevo.

Cuando la puerta se abrió ella automáticamente dejó lo que estaba haciendo con movimiento practicado se quitó la camiseta quedando desnuda rápidamente antes de quedarse de rodillas con la cabeza baja, en la pose sumisa que sabía que le gustaba a Jian, él como siempre pasó a su lado casi sin mirarla antes de dirigirse a la mesa del comedor, en cuanto se fue de la cocina ella se paró como pudo y fue al horno donde estaba listo el plato de la cena, lo puso en una bandeja y se fue a la mesa a entregar el plato.

Cualquiera que hubiera conocido a Chun-Li antes de su derrota se sorprendería por la imagen que mostraba en este momento, el cabello suelto, sin maquillaje, desnuda y sumisa ante un hombre hubieran bastado para sorprender pero también había cambiado su físico, la falta de ejercicios se notaba, no había engordado pero los músculos tonificados habían prácticamente desaparecido, se notaba sobre todo en sus piernas, que habían sido entrenadas hasta el punto perfecto entre fuerza y velocidad ahora estaban suaves y fofas, como una mujer que nunca había hecho ejercicio alguno.

Pero lo más llamativo para cualquiera que la viera (aun estando completamente desnuda) era la notoria cojera que mostraba al caminar, esto era debido a que en su última pelea efectivamente se había roto la parte baja del fémur, pero nunca fue tratado correctamente por lo que el hueso afirmó en la posición incorrecta, forzándola a la cojera, si ella no hubiera tenido la voluntad rota antes de saberlo probablemente se habría roto al enterarse que el arma más importante de su arsenal había quedado bloqueado al menos hasta que un experto le rompiera el hueso de nuevo y lo colocara en posición, pero ella sentía que no valía la pena, su carrera como luchadora ya estaba terminada.

Ella como hacía todos los días, le sirvió el plato de comida antes de arrodillarse a su lado esperando instrucciones, normalmente a él le gustaba una mamada mientras comía o si estaba aburrido le tiraba trozos de comida que le gustaba que ella atrapara en el aire como si se tratara de una mascota pero esta vez él no hizo nada de eso, ni siquiera comió simplemente la miró durante un rato.

-ya llevas casi un año aquí- dijo y ella entró en pánico, pensaba que la quería echar y después de tanto tiempo ni siquiera sabría que hacer fuera de esa casa pero él le acarició el pelo y supo que sus temores eran infundados, era increíble como un gesto tan simple consiguió que se tranquilizara.

Pensando en el tiempo que llevaba allí, no pudo evitar recordar los días, al principio no había estado muy bien, se comportaba como un robot, totalmente rota y sin motivación, simplemente hacía lo que decían y se dejaba follar cuando él quería, todo cambió un día que Jian trajo una prostituta a la casa, Chun-Li pensaba que quería un trío, pero la dejó durmiendo en el sofá mientras escuchaba toda la noche mientras ellos follaban a puertas cerradas, fue una de las peores noches de su vida, llorando en silencio, sintiéndose insuficiente, que ahora que había abandonado su vida como peleadora y policía ni siquiera podía hacer bien una cosa tan simple como cumplir todos los deseos de Jian.

Al día siguiente las cosas cambiaron, ahora ella la que activamente buscaba satisfacerlo, no solo le ofrecía sexo sino que limpiaba la casa y hasta el gimnasio de vez en cuando, incluso aprendió a cocinar y no solo se había encontrado acostumbrada a su vida sino que se sentía satisfecha, incluso cada vez pensaba menos en su antigua vida, de todas maneras cada vez que lo hacía se sentía ridicula y triste, prefería pensar que su vida simpre había sido eso.

Tan bien se sentía con su vida, que cuando Jian le ofreció después de 6 meses que podía irse e incluso que le daría suficiente dinero para viajar a su antigua casa, ella solo le preguntó si podía quedarse con él.

-11 meses- contestó ella finalmente.

  • ¿Sabes que va a haber otro torneo de street fighter?- ella negó con la cabeza, ni siquiera sabía que había terminado el primero, trataba de pensar lo menos posible en su antigua vida- Lord Bison ganó demasiado fácil la primera por lo que busca un reto mejor, incluso te invitaron de nuevo.

Ante eso ella arrugó el ceño, no tenía sentido invitarla a ella, era evidente que ya estaba acabada, por eso cuando él le pasó la invitación ella sin apenas pensarlo rompió el papel en pedazos, no solo era su comodidad lo que le hacía rechazar el asunto, una idea que ha dado vueltas en su cabeza en los últimos meses, si no pudo ganarle a Jian, otro competidor del torneo principal  la habría destrozado y Bison hubiera jugado con ella hasta aburrirse y matarla, Jian se rió al ver los restos de papel en el suelo, Chun-Li sonrió feliz por escucharlo reír, cuando el comenzó a comer, ella se relajó en su posición de rodillas, como si hubiera esquivado una bala al no entrar en otro torneo, cuando él le hizo el gesto para que le diera una mamada durante la comida ella se alegró como si le hubieran dado un regalo y se acercó a realizar su trabajo.

Fin.