La cadena

Lucia Carolina cuenta una leyenda de un chico que guarda muy en sus adentros sentimientos transexuales y deseos de que sentirse mujer, logra que su padrastro le de todo ello. Lo extraño es que puede atribuir esto a una cadena que recibió por internet.

La cadena

Patricio un Joven de confección delgada que a pesar de sus 18 años no pierde su tierno y angelical rostro; como es su costumbre, en la mayoría de las tardes se dirige al cibercafé que esta cerca de su casa; con movimientos muy masculinos y todo seriedad pasa por una construcción donde abundan los albañiles, algunos sin camisa y no puede evitar excitarse al ver cuerpos tan viriles, hombres recios  y fornidos, le es muy difícil no desviar su mirada paro aun así sigue caminando, ve pasar una hermosa señorita y en vez de ser atraído por tal bella figura se dice a si mismo

· Como me gusta esa blusa.

Llega a su destino y lo primero que hace es abrir su MSN y su correo, encuentra  algún amigo con el que platica mientras abre su bandeja y comienza a leer los nuevos mensajes, de los cuales uno le llama sobre manera la atención "Por favor léelo", de inmediato lo abre y se da cuenta que se trata de una cadena, se ríe al leer como "doña Marru la hizo y a los 5 días se gano una casa… que hace 8 meses un alto ejecutivo de la General Motor la desprecio y ahora la empresa está en la quiebra" y cosas semejantes al final de la misma  sentencia que tiene 3 minutos para enviarla a sus contactos o si no le caerá la maldición. Patricio alegre se dispone a enviarla, y en ese momento llega a su mente el recuerdo de esta mañana en que entró al baño por su ropa sucia y vio a su padrastro sin camisa afeitándose, fue tal el impacto que en toda la mañana no dejó de pensar en lo sucedido y hasta se imaginó a si mismo  como una dulce y tierna chica entre los potentes brazos de su padrastro. Todas estas mismas imágenes se le presentan  en el momento que el envía el correo, y siguió trabajando 2 horas más.

Sale del lugar y al pasar por la construcción recuerda lo que había pasado, y sin proponérselo busca a algún trabajador, mas por la hora que es el lugar está desierto y así él sigue adelante. Al llegar al departamento en que vive con su madre, su hermana y el esposo de su madre, es difícil no darse cuenta del gran alboroto y alegría que tiene su hermana solo un año menor que él. Dicho alboroto se debe a que el grupo de baile donde participa tendrá una exhibición en la capital del estado y se irán desde el sábado muy temprano hasta el domingo por la tarde, además de que su madre había sido seleccionada como chaperona.

A Patricio le encanta la idea pues ama a su hermana y sabe lo feliz que estas actividades la ponen; pero  no puede evitar muy en sus adentros la envidia que siente, pues él hubiese querido ser la reina del momento, ir con su madre a la modista a tomarse medidas y hacerse lindos vestidos, o con la peinadora, usar maquillaje y todo el   encanto que rodea a una adolescente.

Así la familia sigue con los preparativos del viaje hasta que llega el momento de despedirse el sábado muy de mañana, Patricio no va a ir a la estación de autobuses y las despide en la puerta del departamento, besos y abrazos, no sin antes la madre le encarga varias cosas de la casa, lo que parece lo más normal, pero las indicaciones son más para una hija que para un hijo.

El se queda solo un short muy pequeño y coqueto una camiseta color violeta y así se dispone a alzar la casa como lo hacían los 3 todos los sábados por la mañana. Limpia sacude los muebles y acomoda con delicadeza los baratos adornos de la casa.

Estaba haciendo su recamara cuando se oye abrir la puerta, era su padrastro que había regresado, al verlo, el señor, pone cara de desagrado y le dice

· Oye tu ¿Qué haces?

· Debería estar en el fut o con una chica.

· Ya deja las naguas de tu madre.

Patricio ríe y responde.

· No hay problema, a mi me gusta esto.

A lo que el padrastro responde.

· Pero Pato llevas vida de señorita, tu eres macho.

Patricio ríe tímidamente y responde.

hay como eres, te digo no hay ningún problema te lo juro.

Padrastro

· No te entiendo, a tu edad yo hacia mucho deporte, nadie me ganaba el beis o en fut; ya vistes que bracitos tienes, parecen de una niñita.

A Patricio le gusta el comentario pero está consiente que aun no se debe abrir.

· ¡Oye que te pasa! Yo no me meto contigo, tú deberías hacer lo mismo.

Padrastro

· No Pato es que la vida hay que disfrutarla, y así no creo que lo logres.

Patricio

· Te lo juro yo la disfruto mucho.

Padrastro

· Que se me hace que eres joto

Patricio caya; no sabe que decir, se siente descubierto y mejor decide cambiar de tema

· Hablo Don Manuel para que le repares el congelador de la carnicería

Padrastro

· Si ahora voy

Patricio

· ¿Vas a venir a cenar?

Padrastro

· Si, pero quiero que una linda chica me sirva la cena.

Patricio, a modo de juego le cuestiona.

· ¿Y de donde la saco?

A lo que el padrastro en tono burlón le responde.

· Ponte falda.

Y carcajeándose sale de la habitación; minutos después se oye como se abre y cierra la puerta principal.

El muchacho sigue con lo que estaba haciendo, sin dejar de pensar en la anterior, se va a verse al espejo los brazos.

· Pues si tiene razón.

Se dijo, y sin pensar fue al cuarto de su hermana para tomar una blusita que sabe que resaltaba brazos y se prueba, en efecto, si, si parecía niña.

Al verse con la prenda en el cuarto de su hermana, recordó la ultima parte de la conversación, le brillaron los ojos y a manera de broma tomo la gran decisión

Sigue con su rutina, estudia un poco y a la hora adecuada se pone a preparar la cena, en verdad es un experto en la cocina. Una vez que finaliza esto se mete a bañar. El sabe perfectamente como se usa cada producto de los que tiene su hermana y los emplea para suavizar y perfumar su cuerpo sin ningún problema. Hacía tiempo que él había comprado unas tanguitas y las tiene muy bien guardadas de las cuales toma una negra de encaje que le encanta, y se dirige al cuarto de su hermana, de sus cajones saca un sostén también negro, unas calcetas limpias y las enrolla formando unas bolitas para rellenar el bra, la blusa negra sin mangas y una minifalda recta también negra; así como unas medias oscuras y unos tacos de 3 cm, de su madre, que le quedan bien y seguido usa. Se siente hermosa, hacia tiempo que quería hacer esto; lo esta disfrutando al máximo. Viéndose al espejo se da cuenta que aun le falta, por lo que trata de peinar su cabello pero al no lograrlo toma una peluca castaña de su madre y se la ajusta. Con algo del maquillaje que su hermana tiene por ahí se termina de arreglar; está asombrado de lo hábil que es para usarlo, dejando sus ojos y labios impecables. Por último, va al espejo, es una chica completa y hasta se puede decir que hermosa.

Justo en ese momento se volvió  a escuchar la cerradura de la casa, y los gritos del padrastro.

· Pato ya regrese, no seas tráeme una cerveza.

Le tiemblan las piernas a Patricio, es ahora o nunca, y así se anima a salir

· Hola papito.

El hombre se queda perplejo, no da crédito a lo que ve. Sus principios de macho le dicen que le debe de golpear, que es su obligación corregir al muchacho,  que no es correcto lo que ve; pero al mismo tiempo siente entre morbo y ternura, que a decir verdad, para él no es nada nuevo lo que ve, mejor en tono jocoso le pregunta.

· ¿Y que pasa contigo?

· ¿Por qué te vestiste así?

A lo que Patricio respondió

· Tú así lo ordenaste.

Mientras que contoneándose muy pizpireta se dirige a la nevera, busca la cerveza más fría, y en vez de dársela en la mano o aventársela como lo hace regularmente, busca un baso de cristal y vierte en él el liquido haciendo caras de niña coqueta; que como a Patricio a pesar de su edad, no le sale nada de barba, y si a esto se le suma un buen maquillaje, el señor esta frente a una belleza. Ya que el baso se encuentra al tope se lo ofrece; al tiempo que el padrastro le responde:

· ¿Y desde cuándo cumples al pie de la letra mis órdenes?

Patricio no dice nada, pero continua con una picara sonrisa y  el padrastro continuo hablando.

· Para que veas que soy tu cuate (amigo) Patricia, vamos a seguir el jueguito

· A ver hijita sirve la cena que me muero de hambre

Y Patricio canturriando le contesta.

· Si papi en un momento está.

Así Patty se mete a la cocina y comienza a poner una mesa más formal de lo que comúnmente se acostumbra en esa casa, al mismo tiempo que platicaban de un modo demasiado cotidiano para el momento que estaban pasando.

Patty se sentía feliz, pero comienza a notar en su padrastro un tonito especial que ya le conocía, el tonito que usa cuando pretende seducir a una dama; tonito que le ha escuchado con su madre, y con dos o tres conquistas.

Se sentaron juntos, Patty atendía a su padrastro, comportándose de lo más coqueta. Las calcetas que usa para simular los senos, combinadas con su esbeltez, le dan una magnifica figura a su cuerpo. La charla era amena y hasta excitante, Patty se siente en las nubes, y por un momento piensa que se encuentra más que satisfecha. De repente Julio (nombre del padrastro) se pone de pie dirigiéndose al minicomponente para poner un CD de música bailable y le dice.

· Ven vamos a bailar

Patty se muere de ganas, sabe que lo puede hacer, pero vacila un poco, en eso Julio insiste y rápido se para y comienzan a moverse. La música es alegre, Patty disfruta las vueltas y pasos que su pareja le pone. Así pasaron varias melodías rítmicas mas de repente comienza una muy suave y tranquila. Patty se queda esperando que Julio cambie la canción o ponga algún pretexto para no seguir; pero en cambio siente la mano de Julio apretar más su cintura que en las anteriores melodías, ella busca su otra mano y comenzaron a moverse suavemente, el muchacho sentía el aliento del hombre, además que por sus largas piernas sentía el potente instrumento de su padrastro.

De repente Patricia siente un beso en su cuello que la hace temblar, Julio al ver su reacción y por su amplia experiencia se da cuenta que la nena ya se está entregada; Julio busca sus labios y comienza a besarlos con pasión.

Patricia se abandona  por completo, sus labios y lengua no dejan de responder las caricias de su amante; ella pasa sus brazos por su cuello y las de el se van a su cintura y de ahí comienzan a bajar hasta tocarle la cola; ella responde con un  gran beso en el cuello y se aparta de el para comenzar  a desabrocharle la camisa y bajársela.

Una vez que Julio se quedo con el torso descubierto Patricia procedió a comérselo en besos y caricias.

De pronto Julio la toma del brazo y le dice

· Ven; en tu cuarto estaremos mejor.

Patty admirada de si misma gustosa acepta y como dos enamorados se van. Una vez en su cuarto, él la ayuda a quitarse primero la falda y luego la blusita; se ve espectacular,  el encaje del borde superior de las medias hacen lucir más sus delgadas piernas, la tanguita, es tan  sexy que lo excito aun más.

Ella lo abraza metiéndose entre sus brazos y dándole los besos más profundos que jamás pensó dar tira a su padrastro a la cama, ella también se recostó poniendo su cara sobre el pecho de su amante, le acaricia la barriga cervecera y beso sus tetillas; en ese momento se hacia realidad lo que tanto se imaginaba en esas solitarias pajas. Empieza a descender tanto sus besos como sus caricias hasta que se besa con gran avidez esa panza y una mano dibujaba círculos en sus piernas. En eso Julio se incorpora e intenta zafar el broche del brasier,  y al estar luchando con eso se oye una voz muy débil decir:

· Porfis déjamelo, me siento mejor con él puesto

Y Julio vuelve a recostarse para seguir disfrutando esas caricias.

Al acariciar tanto las piernas como la cintura encuentra la hebilla del cinturón, siente gran tensión en la   tela y reconoce el motivo, se escucha un suspiro, la mano de la joven comienza a subir por la tela estirada hasta sentir ese fuerte mástil a punto de explotar. Lo presiona entre sus dedos, lo rosa con su mano al tiempo que le da miles de besos al ombligo del hombre. De repente abandona dicha actividad y se incorpora, ve con una gran sonrisa a Julio y comienza a zafar el cinturón así como el broche de los vaqueros, para empezar a bajarlo junto con el bóxer, Patricia se maravilla al ver como el miembro de Julio salió en todo su esplendor; al momento lo tomo entre sus manos y comenzó a acariciarlo, a pasar sus dedos por todo él.  Acerco su cara y olfateo a tremendo falo, rosa su lengua por el glande; se escucha un quejido de placer por parte de Julio, que animó más, a Patty por lo que de nuevo pasa la lengua por el glande, tal y como había visto en aquella película porno, para después meterse lo más que puede soportar y jugarla con sus labios y lengua. Y así está alternando besitos en la puntita y comérsela por un rato, hasta que de repente el cuerpo de Julio se tensa y se arquea, Patty se aleja pocos centímetros pero es sorprendida por el gran chorro que sale del pene de su padrastro, el cual le embarra toda la cara poniéndola en éxtasis.

Ella recobra la conciencia, ve charcos del blancuzco líquido sobre hombre, acerca su rostro a estos para después limpiarlos con su lengua y comérselos. Ambos se ríen, ella le ayuda a terminar de quitarse los pantalones, y así ambos se acuestan cómodamente en la cama, se encuentran cansados. Pero no pueden dejar de acariciarse y besarse, la mano del hombre no deja de palpar la delgada pierna del joven, le toca la cola y a partir de ésta comienza a bajar, se siente la suavidad de su piel,  al continuar descendiendo se encontró con la media que calza la dulce niña. Por otro lado Patricia no deja de temblar; parte por las caricias de su amante, parte por las sensaciones que le daba tocar un cuerpo tan viril.

Él sube y baja por la pierna, pero en la ultima subida la hace hasta la cintura y abraza con más fuerza a la niña asiéndola a su cuerpo, y una vez más la mano comienza a bajar, pero lo hace por otra ruta, pone muy suavemente su mano en la nalga de Patty masajeándola por unos minutos, toda ella vibra, la mano comienza a moverse en dirección al agujerito. Patricia tiembla, nunca pensó estar unida, de esta forma a su amado, disfrutando cada una de las caricias que éste le proporciona, mas al sentir sus dedos en su cola, su corazón se puso a mil por hora, el placer que le proporcionaba era maravilloso, de pronto siente como el dedo de Julio entra al agujerito y comienza a moverse, se da cuenta de lo que eso significa, una parte de ella quiere parar, pero le es imposible. Se abraza más a Julio y lo deja hacerle, de pronto él se zafa de ella besando sus labios y le dice.

· Espérame ahora vuelvo, pero ponte boca abajo.

Al regresar el la ve en el centro de la cama; la peluca, los tirantes del bra,  esa diminuta tanguita y las medias que le llegabas casi  la ingle, en la penumbra de ese cuarto, le confirmaron que en la cama lo espera una verdadera mujer, por lo que se sienta en la cama y empieza a tocar esas nalgas bien paraditas, las aprieta les da pequeñas cachetadas, hasta que de pronto toma las bragas y las baja de un modo por demás delicado, se agacha y se pone a darle besitos, va de afuera hacia adentro; besa una nalga y acaricia la otra, de pronto su cara cae en medio de las nalgas para meter su lengua en lo más profundo posible para moverla con gran precisión y habilidad, Patricia se arquea y no deja de gemir. El hombre se retira y busca el frasco de crema que había traído, se pone una cantidad considerable en los dedos y vuelve para envararlos en el hoyito de su hijastro,  primero introduce con cuidado un dedo agitándolo en el interior de Patricia, después de un tiempo el segundo, para luego introducir un tercero con lo que logra abrir el esfínter; una vez hecho esto, Julio vuelve a la cama comenzando a besar el cuello y los frágiles brazos de Patty. Julio se encuentra excesivamente excitado; por lo que al tiempo que besa a Patty, su potente   falo rosa las nalgas de ésta, y poco a poco se va colocando en posición pues  una vez que la punta del instrumento  encuentre su meta, empieza a dar pequeños   golpes, está consiente que con ellos no logrará la penetración, pero será muy placentero; de pronto toma de la cintura al adolescente y pone toda su potencia en su miembro. Sale un gran gemido de la boca de Patty, el dolor le llega al alma pero al cabo de algún tiempo el dolor se convierte en gran placer. Después ambos disfrutaban en un frenético vaivén, los con toscos envistes del hombre, que a Patty le encanta y le hacen sentir más.

De repente a Patty se le borro la mente, todo su cuero se cimbra, está teniendo sensaciones jamás vividas, pierde toda la noción del tiempo y del espacio.   Y así siente como su interior se llenaba de algo aceitoso y muy caliente, que para él no es extraño.

Después de un lapso de tiempo, sintió  como Julio se salía de su interior, y al cabo de un rato los dos quedan profundamente dormidos.

Al despertar Patty se siente feliz cubierta por el cuerpo de Julio, como puede se zafa y se mete a bañar, es raro, se encuentra sudada y pegajosa, pero no sucia como ha leído en varios lugares, se siente contenta por lo  de la noche anterior. Al salir envuelta en su toalla floreada, ve el vestido sencillo que su hermana semanas antes le puso en su armario, siempre quiso saber el porque lo había dejado ahí, lo toma así como una tanguita blanca del lote que tiene muy escondido y con solo estas prendas, un poco de maquillaje y la peluca se va a levantar la casa y preparar le desayuno. Al poco rato empieza a escuchar los ruidos que hace su padrastro al despertar y se de cuenta como éste se mete a bañar.

Ambos se encuentran en la sala; ella tímidamente le sonríe, a lo que el le contesta de igual forma, el se acerca a ella para darle un largo beso y le dice casi al oído

· Gracias por lo de anoche, te ves muy bien esta mañana.

Ella solo sonríe ofreciéndole una tasa de café y lo invita a sentarse para desayunar, sirviendo después un abundante menú para cubrir el inmenso apetito que ambos tienen. Conversan y al acabar él se va a la tele para ver el partido mientras ella recoge la cocina. Una vez que termina se dirige a levantar su recamara y guardar tanto sus reliquias, así como la ropa que tomo de su hermana.

Cuando está haciendo la cama de espaldas a su puerta siente unas manos que rodean su cintura y unos labios en su cuello; aunque si  era una sorpresa, no ofrece resistencia y, gustosa los acepta y disfruta. Minutos después ella gira en su eje para besar y mima a su amado.

Patiy acariciándolo y besándolo, se va sentando poco a poco en la cama, le desabrocha el cinturón a Julio dejando al descubierto el miembro, que ya se encuentra bien erecto.

Le empieza a pasar la lengua por el glande a besarlo y a comérselo todo de pronto lo suelta, se pone de pie, gira nuevamente dándole la espalda a Julio, se alza la falda y se baja la tanguita, y se recuesta en la cama dejando parte de las piernas al aire diciéndole a su padrastro.

· Hazme tuya por última vez.

Julio se acuesta sobre de ella al tiempo que va acercando su miembro a la cola de Patricia. Y esta vez, de un solo golpe la va taladrando.

Ella solo siente placer, ya no es como la primera vez, cada envestida le da gran satisfacción. Se apodera de un brazo de Julio y no deja de acariciarlo. De pronto un gran orgasmo llego para ambos, Patty se extrémese siente lava hirviendo entrar en su cuerpo. Los dos quedan rendidos en la cama por un momento. De pronto el padre dice

· Mi amor no quiero terminar esto, luego veo donde y como continuamos.

Sentimientos de miedo, culpa al mismo tiempo que de felicidad embargan al muchacho.

Primero Julio se para, se baña muy de prisa y se va a la calle. Patricio con calma se levanta termina de hacer su cuarto, recoge la ropa sucia y se baña, esta vez se arregla como  Patricio para ir al cibercafé.

Llegando como es su costumbre, abre el MSM y su bandeja de entrada; le arde la cola pero se siente satisfecho. Al ver los mensajes que encuentra en la bandeja centra su atención en la cadena que días anteriores había abierto y reenviado y da un gran suspiro.

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