La cachonda mujer de un amigo

No lo puedo evitar, trato de tener una conciencia limpia, tranquila, pero lucha con mis pensamientos y deseos que en algunas ocasiones son muy SUUUUUUCIOS

Por dejar las cosas para otro día, me veo con prisas, me toca hacer el seguro para cinco cosas, la casa, el coche, la moto, etc. y además contratar una alarma para la vivienda. Todo porque he estado centrado en el curro y ahora que ya está al 75% de funcionamiento, puedo darme un pequeño respiro, porque además este año me parece que no tengo vacaciones. Varias mañanas desayuno o almuerzo con los colegas del fútbol y hablando con uno de ellos salió lo de los seguros y la alarma. No vi llegar a Jordi de 46 años y compañero de los partidos. Que al oír lo que hablábamos preguntó diciéndole al otro lo que me pasaba. “Venga ya, te estás quedando conmigo?” me extraño esa pregunta y le conteste con otra, “es que te dedicas a los seguros? Porque creía que eres funcionario” Jordi me miro serio “pues claro que soy funcionario, pero cojones, ya te lo dije, que si necesitas un seguro mi mujer tiene una correduría de seguros” si me lo había dicho no me acordaba, pero es que no me sonaba nada. Alabo a su mujer que era la mejor en seguros y que me asesoraría muy bien. No le valió nada de lo que le decía, llamó a su mujer y le preguntó qué momento le venía bien para atender a un amigo que quería hacerse varios seguros.

A la mujer le venía bien cualquier momento y entonces me paso el móvil a mi para que quedara con ella. Su voz era agradable y quede en pasarme un día a verla, en cuanto tuviera un hueco. Al día siguiente busqué un hueco, la llamé y quedé para el día siguiente que era jueves. Me dio la dirección y quedamos a las diez de la mañana. No sé porque me esperaba algo un poco más suntuoso, pero no, era un local pequeño y había dos mujeres. Una físicamente normal y la otra bastante atractiva, lo que se veía. Dije quién era y pregunte por ella, pensaba que sería una de las dos, pero la que estaba mejor se levantó y avisó a otra mujer que estaba en un despacho, “Regina aquí está la visita que esperabas” y salió a recibirme invitándome a pasar. El despacho era casi más grande que el resto del local. Decorado con muy buen gusto y nos sentamos en una mesa de reuniones redonda. Tenía unos ojos grandes, azules y vestía juvenil, pantalón vaquero desgastado, camisa verde con dibujos atada no abotonada y un top blanco debajo, con un escote redondo y dejando ver un buen par de tetas. Tuvimos una pequeña presentación entre nosotros, frases sin importancia y luego a lo que íbamos.

Le digo los seguros que quiero, se le iluminan los ojos y ya hablamos de los seguros solamente. Era una buena vendedora de seguros. Va detallando los distintos tipos de seguro, lo que cubren, le digo lo que quiero que me cubran los seguros y sobre eso se pone a trabajar y me va diciendo. Lo que pensaba que me llevaría poco tiempo se empieza a alargar. Me pregunta si me molesta que se fume un cigarro, le digo que no y me invita a una terraza próxima. Cuando se quitó la mascarilla me quedé prendado de ella. Que mujer más guapa, una boca perfecta y provocadora. Mientras me hablaba, mi cabeza me decía “amigo Jordi tener una mujer así, es ser candidato a llevar súper cuernos” por prudencia quería acabar esa reunión rápido, porque aprecio mucho a Jordi y no quería meter la pata. Tanto él como ella estaban perfectos físicamente, se notaba que hacían deporte. Regina se levantó para ir al aseo, eso me dijo. Menudo culazo que tenía, levantado, de buen tamaño y ese vaquero lo marcaba de forma perfecta. La realidad que se levantó a pagar y no me permitió ni hacer el amago de invitar. Me excuse diciendo que me habían llamado con un problema y quedo en mandarme todo a mi correo electrónico, se lo di en un momento y me marché.

Por la noche en mi casa abrí el correo, había sido muy diligente. Era un correo muy detallado. Donde había varias tablas de lo que cubrían distintas compañías y sus precios. Lo mejor que me detalla los pros y los contras de las compañías que me había seleccionado. A los dos días y siguiendo sus consejos, elegí una misma compañía para todos, lo que suponía que el precio bajaba. Era una compañía con solvencia y muy conocida. Quedamos en que le mandaría los datos de todo y en concreto más detallado lo de la vivienda. Jordi me llamó al día siguiente invitándome ese fin de semana a cenar a su casa y aprovechar para la toma de datos. Ni me lo pensé, le conteste que no. Se que se quedó contrariado y puse una excusa para dejar la conversación, que estaba en ese momento muy liado. Pensaba que todo quedaba zanjado y no conocía bien a Jordi, porque al día siguiente lo tenía llamando para desayunar y no se anduvo con cuentos, entró de lleno en lo que quería, lo traía más que mascado.

--- Me quedé preocupado con nuestra conversación y quería saber que te pasa o qué ha pasado.

--- Nada hombre, que ya sabes que estoy hasta arriba de trabajo.

--- Pelayo no me toques los huevos, no me tomes el pelo. Venga, qué ha pasado?

--- (Dudé bastante si ser sincero, medio sincero, muy poco sincero o mentir claramente. Opte por ser políticamente correcto dentro de lo que cabe) Pues verás Jordi, tú y yo nos llevamos muy bien, no quiero que esa buena sintonía se estropee. Sabes que las mujeres me pierden y reconozco que siempre habías dicho que tu mujer estaba bien, pero es que está algo más que bien. Como me conozco, no quiero meter la pata y lo mejor es guardar distancia con ella, no contigo.

--- Es que ha hecho algo Regina?

--- No, que va, te juro que no. Si ella ha estado en todo momento muy correcta, el problema soy yo.

--- Jajajajajaja, ya sé que no ha hecho nada, era para meterme contigo. Eres el primer tío sincero, ya sé que mi mujer está de puta madre, está muy buena.

--- Pues ya está, seguro que me entenderás.

--- De verdad que estoy agradecido, porque otros han intentado levantarla y tú has valorado más nuestra amistad.

--- Ya lo sabes. Ves como no era nada.

--- Hay tíos que han dicho que se la han tirado y con algunos he tenido más que palabras. Porque además son torpes, porque dijeron por ejemplo que se la habían tirado en la boda de mi hermano que estaba fuera de Valencia. Con uno llegue al juzgado y lloraba pidiendo perdón.

--- Eso no lo vas a poder evitar, siempre hay algún fantasma.

--- Lo que flipas es que hemos hecho deporte y tenían una churra de pena, que eso se ve cuando estás en las duchas, por lo menos que la tengan más grande que yo. Ves, tú en eso vas sobrado, Jajajajaja. Pero vamos acepta nuestra invitación.

--- No es por haceros un feo de verdad, ya veremos en otro momento.

Esta vez parece que me entendió y no insistió. Seguimos viéndonos con otros amigos y no volvimos a hablar de ello. Hasta que un día me trajo las distintas pólizas, que no entraban en vigor con la misma fecha y me explico unas cosas que le dijo la mujer. La cual le decía a su marido que si por falta de tiempo ella se tenía que acercar a verme no tenía problema. la respuesta fue la misma, que no hacía falta. Dudó, se quedó con ganas de insistir y no se fue muy convencido. A las 14:30 en punto me suena mi móvil y es Jordi. Me llama para decirme que es urgente que hablemos y me pregunta si me viene bien que comamos juntos, estaba a punto de salir a comer y le digo que vale. Como el sale a las tres pasadas, le digo de quedar en un asador que nos queda a mitad de camino a los dos. No estaba programado, pero me gustó la idea, porque es un sitio donde hacen unas de las mejores costillas y me gusta ir cada cierto tiempo. Jordi estaba desganado y se pidió un filete, mientras yo me pedía unas costillas sabrosas. Jordi tenía ganas de soltar lo que fuera y le hice esperar a terminar de comer las costillas por lo menos. En los postres soltó el bombazo.

--- Y puedo decir lo que quiero decir?

--- Venga, suelta lo que sea. No te lo pienses. Si es un problema económico lo que necesites y yo pueda. Si es en “enchufar” a alguien en mi trabajo, lo podemos ver.

--- Gracias, eso lo tengo claro, pero no, es algo distinto y lo mismo te asustas.

--- Coño, Jordi ahora sí que me has llenado de curiosidad. Porque pocas cosas me asustan.

--- Pues vamos, es el cumpleaños de mi mujer y quiero que asistas.

--- Eso me iba a asustar? Jajajajaja, puedo hacer un esfuerzo.

--- Espera, quiero que mi regalo seas tú. Me has entendido?

--- No me asusta, lo he entendido y mi pregunta es, lo vais a comprender los dos?

--- Yo sí y ella no lo sé, hasta el momento no lo sabré.

--- Ahora sí que tienes que explicarte, porque no hay nada mejor que la claridad.

--- Mi idea es, tú esperas a un mensaje mío o llamada. Subes, te abro sin que ella se entere y estará con los ojos vendados, juegos nuestros. El resto no creo que necesite más explicación. Cómo lo ves?

--- Pregunta sencilla, Regina te ha expresado alguna vez que quiera estar con otro hombre?

--- Sinceramente no lo ha expresado, hemos fantaseado y en esas fantasías ha respondido bien, eso es lo que te puedo decir.

--- Otra pregunta, quién ha fantaseado tú, los dos, o ella te ha seguido la corriente?

--- Siempre las he empezado yo y si, luego ella se ha dejado llevar.

--- Tu estas seguro de que va a responder bien? Porque no te lo he dicho nunca, pero he estado con muchas parejas y en distintas circunstancias. No siempre los maridos aciertan.

--- Que se tiene que dar para que una mujer acepte?

--- Aunque parezca básico. Que le guste mucho follar, que sean una mujer cachonda, contra mas mejor, que tenga pocas líneas rojas en el sexo, etc.

--- Pues aunque no te voy a dar detalles, reúne esos requisitos.

--- Dame un día para pensármelo.

Si hubiera sido otro le hubiera dicho que si en ese mismo momento, porque Regina no estaba para decir que no. en este caso me llegaban muchas dudas, si ella se enfadaba, seguro que le exigiría a Jordi que no me volviera a ver. Si decía que sí, luego le podían venir los remordimientos a cualquiera de los dos y el resultado sería el mismo. Pensaba de esa manera porque en ningún momento él había hecho a su mujer una proposición clara. Que una cosa es fantasear cuando se está cachondos y otra en frío. Jordi no espero a las 24 horas, me llamo pasadas las doce. Su saludo fue, “te lo has pensado ya? que has decidido?” y mi decisión estaba más por el no, que por el sí, pero acepté. Me pregunto por alguna recomendación ,“actúa con normalidad, estos dos días que quedan nada de follar, que esté con ganas y dime que colonia te vas a poner ese día, porque siempre vas muy perfumado” se oyó una exclamación de sorpresa y “lo de no follar va a ser difícil porque es de las que quiere todos los días y lo de la colonia no había caído en ello, es verdad, uso la que me regala ella, eternity de CK” tome nota de todo y quedamos en que me llambria el sábado, que también le dije que se podía echar atrás en cualquier momento y esa conversación nunca se había producido, me dio las gracias y me dijo que el sábado me llamaba.

Mi primera conclusión que lo tenía claro y estaba emocionado con la idea. El perfume me costó encontrarlo. No era de mi estilo pero por ese día merecía la pena ponérselo. El sábado nos vimos para hablar y me comentó que era casi un ritual, la noche del sábado lo celebraban solos y daban rienda suelta y el domingo lo celebraban con familia y amigos. La hora era a las siete y media de la tarde. A esa hora estaba en su portal, envié un wasap a Jordi. No tardó en contestarme con un OK. Tardó poco en decirme que subiera y sonó la apertura del portal. Llegue a la puerta y me abrió sin llamar, con un dedo me indico que silencio y fuimos a la cocina. “Está dándose un baño de relax y no tardará en salir, ven acompáñame” le seguí hasta su habitación, sobre la cama no había nada más que la sábana, un antifaz, cuatro correas y un látigo de varios flagelos. Me dijo que me fuera desnudando en el pasillo y que cuando viera que tapaba los ojos a su mujer entrara sin hacer ruido. Puso música suave pero con un volumen que podría amortiguar cualquier sonido raro.

Por una ranura vi salir del baño a Regina, se me cortó la respiración. Llevaba puesto un body transparente de color morado claro. Con un escote que le llegaba casi al ombligo. Por detrás las nalgas quedaban en su práctica desnudas y no llevaba liguero pero si unas medias del mismo color y tacones. Me dio ganas de entrar como un toro y follármela. Él le coloco un antifaz de color negro. Lo primero que hizo fue amarrarle sus muñecas y la dejó de pies, pero con un cordel ancho y largo que la sujetaban a la cabecera de la cama. Tiraba del cordel y la colocaba con el culo en una posición prodigiosa. Jordi cogió el látigo y le dio unos latigazos suaves en su hermoso culo. Había algo que no me había dado cuenta y es que llevaba colocado un masajeador dentro de su coño, Jordi me pasó el mando, que tenía doce velocidades. Entre los latigazos que le daba su marido y mis bajadas y subidas de las velocidades, se retorcía.

Jordi estaba ya más que “animado” y su lengua se fue soltando, “que puta que eres, como te gusta, te imaginas dos pollas para ti sola o tres mejor” ella a todo le decía que sí, que era muy puta y entonces Jordi le pregunta como era de puta. Regina no contestaba y él dejó pegarla y me indicó que parara el masajeador. Ella se cabreaba y él le decía que ya sabía que tenía que hacer, “si, ya lo sabes soy muy puta, me pone cachonda calentar a los hombres y si no me importaría que me follaran dos, tres cuatro o cien tíos, con pollas grandes, más grandes que la tuya, como mi amiguito” y Jordi me enseñó un consolador de buenas medidas. Le pase le mandó a él, agarre el látigo y le di un latigazo fuerte, bastante más fuerte que los que había dado él, me hizo señas de que no me pasase, hasta puso cara de enfadado. No le hice caso y le di varios seguidos, él quiso quitármelo y se paró cuando ella le dijo, “Jordi, ya era hora de que te animaras, que eras muy mariquita azotándome” lo siguiente que hice fue darle una serie contundente de latigazos. Me acerqué más y toqué su culo, lo acaricie y ella gemía con mis caricias.

Pase mis dedos a lo largo de toda su raja, desde el clítoris hasta el ano. Se llenaron de los líquidos que rezumaba, me los empapo. No deje de hacerlo y me puse a hacerle una paja, lo hacía bien porque dijo, “de verdad Jordi hoy te estas saliendo, que bien lo haces. Por qué no lo haces siempre de esta manera?” gemía y mascullaba soeces. Me agaché y con mi lengua lamí su culo y su coño, aquí sí se dejó de tonterías y gritaba que le metiera la lengua en su coño. Sabía deliciosamente y cuando metía y sacaba de seguido mi lengua de su coño, se enrabieta de placer. Tenía un condón preparado y cuando me lo empecé a poner, Jordi agitaba su mano diciéndome no con un dedo. Me hizo una señal de que me esperara, tenía una libreta preparada y escribió que no usaban condones. Agarre mi rabo y se lo pasaba a lo largo de la raja y ella pedía que la follara, que no fuera malo, que la necesitaba dentro de ella.

Si hasta ahora no se había dado cuenta o no había imaginado que era otro y no su marido, en el momento que probara mi rabo se daría cuenta. Porque estábamos los dos empalmados y la diferencia de su rabo con el mío, era muy notable. Jordi estiró más de las cuerdas y eso hizo que quedase con los brazos más separados y con las tetas sobre la cama. Mi rabo estaba en la entrada de su coño, metí muy poco mi rabo y salto con un grito, “¡Qué ES ESTO JORDI!? Para esto o me voy a comisaría a poner una denuncia, LO JURO” por comentarios de Jordi sabía que su mujer era de armas tomar, su tono no era nada sexual y ante cualquier posible follón me pare y me aparte. Ya se había jodido la tarde y la noche. Ella exigía a su marido que la soltase y él me hacía gesto para que me fuera diciéndole a la mujer que no entendía porque se ponía así. No quise salir corriendo y me quedé. La soltó y ella misma se quitó el antifaz. No se tapó corriendo ni nada de eso, su cara era de furia. Habló a su marido.

--- Cómo te has atrevido a hacer esto? COMO?

--- Regina es mejor que lo hablemos a solas, no te parece?

--- Tú te oyes? Si me ha visto desnuda, me ha metido mano, ha hecho lo que ha querido y ahora me pides intimidad, que eres gilipollas?

--- Solo quería tu placer.

--- No seas mentiroso y el tuyo más que el mío. No sé cómo llamarte, eunuco, cabestro, manso, cornudo. Cuando empezaste con tus fantasías lo pensaba pero no quería creérmelo.

--- No te pases.

--- No me paso y este quién es? eres capaz de haberlo contratado que te conozco.

--- Nunca contrataría a nadie, este es mi amigo Pelayo.

--- Pelayo, joder tu famoso amigo, creía que estabas enamorado de él, Pelayo por aquí, Pelayo por ahí, Pelayo desnudo es la leche, Pelayo la tiene enorme estando relajado, empalmado tiene que ser la ostia.

--- Vale ya regina.

--- Diré lo que quiero y tú te vas a callar.

Ya había oído bastante y me fui al pasillo por mi ropa cuando Regina me dice, “tú a dónde vas? Tú no te mueves de aquí, me has oído?” mire directamente a sus ojos, “tú con Jordi haz y di lo que quieras, pero mírame bien, yo no soy Jordi y no te consiento que me hables así” Jordi intentó mediar y me pidió calma. le conteste “Jordi, por lo que veo tu mujer se ha quedado corta con lo que te ha llamado, te aprecio mucho y lo sabes, nada va a cambiar en mi aprecio, pero no te permito que me toques los cojones, si la zorra de tu mujer te acojona es tú problema, porque por si no lo sabes te tiene calado” ella se aguantaba la risa y el cara de mustio, sin saber qué hacer. Tardó en reaccionar. Adquirió un poco de valor para decirme “te has pasado con mi mujer, Regina no es como dices, aquí el único que ha metido la pata he sido yo y os pido perdón a los dos y tú pídele disculpas a ella” y en vez de decirle nada, me acerque a Regina, intente darle un beso en la boca, se “resistió” y a los segundos mi lengua estaba dentro de su boca. Ella se animó y respondió jugando con su lengua, en ese momento justo, me aparte le di la vuelta y esta vez con mis manos azoté sus nalgas.

Jordi alucinaba y se empalma viéndonos, hice que se incorporara un poco, para que quedara a cuatro patas y en esa posición le metí mi rabo un gran “quejio” y le dije a Jordi que se la metiera en la boca. Ella decía que no, que no se lo merecía. Unos nuevos azotes diciéndole quién mandaba y a comer rabo de su marido. Lo que hizo que se pusiera mas cachonda, jugaba con su ano y ella no protestaba. Nos mirábamos Jordi y yo, estaba salido como un mono. Su mujer se corrió y le hizo un poco de daño a su marido con su boca, él se quejó y ella solo le dijo “calla, te jodes” ya no era tan modosa. Aunque estaba cortándose. Deje de follarla y les hice hacer un 69 quedándose ella arriba. Quería darle a Jordi una de las cosas que más le gustan a los maridos, ver como un buen rabo folla el coño de su esposa. Jordi protestó un poco, supongo que debía de estar a punto de correrse y le corté el momento. Tardó poco en correrse porque se le oyó bien cuando se corrió y él con su lengua logró que su mujer lo hiciera detrás. Seguí follándomela sin bajar el ritmo de penetración y empezaba otra vez a aumentar la respiración, a dejar escapar más de un gemido contenido se empezó a correr de nuevo y también empecé a correrme, al notarlo fue un poco más expresiva y me decía, “lléname, no dejes nada, vamos, vamos, quiero sentirte” y me corrí profusamente. Luego con voz suave me pidió que me saliera despacio, Jordi se quería quitar y lo atrapó con sus muslos, me quite del todo y la muy zorra se sentó sobre su marido, que quiso decir algo, pero ella poniéndole el coño sobre su boca lo impidió. Estuvo así hasta que se corrió y menuda cara de “guarra” que puso, fue algo hermoso verla corriéndose. Se quitó y se fue al baño, quedándonos Jordi y yo solos.

--- Ha sido espectacular y si no se cortara tanto, hubiera sido una follada de película.

--- Si se ha cortado un poco, suele ser más efusiva.

--- Y ahora, cómo te encuentras tú?

--- Si ella quiere y repetimos seguro que será mucho mejor. Me encuentro muy bien, aunque ha habido algo que no esperaba, pero estoy abierto a todo.

--- Tarda mucho en salir, no?

--- La conozco estará dándole vueltas a la cabeza.

--- Un consejo, no la atosigues, deja que componga todos sus pensamientos. Si dice que quiere otra vez bien, que te dice que no, pues no y si te maldice, aguanta el chaparrón.

--- Qué crees que pasará?

--- Esta claro que le gusta mucho follar, que le gusta el sexo potente, besa de forma muy cachonda, ha habido ratos que ha sido ella la que me ha follado con sus movimientos y luego ver como se ha corrido estando encima de tu boca, “castigándote” de alguna manera, ya me entiendes, la cara que ha puesto era de ser muy puta.

--- No la llames así por favor.

--- Eso es lo que a ella no le hace falta, le hace falta más “agresividad” física y verbal.

--- En eso te equivocas, es muy dulce.

--- Jajajajajaja y muy puta, pero solo follando, no lo interpretes mal.

Nos quedamos callados y Regina seguía sin salir, Jordi le preguntó si estaba bien y ella solo dijo que sí. Jordi se iba poniendo nervioso o preocupado por momentos. Trate de tranquilizarlo y ya le entraban dudas, no por él, le entraban dudas por lo que pudiera decir su mujer o hacer. Le dije de irme y dejarlos solos, pero no quiso, me dijo de esperar. Por fin salió del baño Regina, se había duchado y venía con un albornoz. Se sentó en la cama junto a nosotros. Carraspeo un poco antes de hablar y su boca olía a fresas, había usado algún colutorio con sabor a fresa. Quería hablar con Jordi de lo sucedido, era el momento indicado para irme y cuando hice el amago ella no tardó en decir “no te vayas, si mi marido ha tenido confianza para que te lo montes conmigo, hay confianza para que puedas oír lo que hablamos” a pesar de lo que me decía, estaba por marcharme y fue el propio Jordi el que me decía que me quedara

--- Jordi, no me voy a extender con circunloquios innecesarios, iré al grano. Por qué? y ahora como te sientes?

--- Es largo como he llegado a esto y quiero explicártelo…

--- Jordi, no me cabrees, suéltalo.

--- Vale, no te enfades. Porque quería verte pasarlo bien y si ya sé lo que me vas a decir, también porque deseaba verte con otro y desde que vi a Pelayo desnudo, pensé en él. Si tu te sientes bien yo me siento bien, porque me he sentido muy bien.

--- Y ahora qué?

--- Lo que tu digas, no sé. Qué quieres? Cómo te has sentido?

--- Empezaré por lo último, me he sentido bastante plena, porque reconozco que has elegido bien, aunque he estado algo tensa. No es muy normal que tu marido vea como te, ya sabes. Pero una vez que me he sentado sobre tu boca y como me lo hacías, me he puesto SUPER y te he entendido un poco mas, mientras me duchaba me he dado cuenta de todo.

--- No me lo esperaba, pero no me ha resultado desagradable. Y de que te has dado cuenta?

--- Pues que no se el motivo, pero que te gusta ser un cornudo. No sé lo que hay en tu cabeza para querer eso, pero si es lo que quieres, estoy pensando en dártelo.

La cara de Jordi se iluminó y cuando Regina me miró para preguntarme, “como se dice al que se lo monta con la mujer de otro con su consentimiento?” me esperaba cualquier pregunta menos esa, “pues como mas te guste a ti” y ella después de pensar unos segundos “es que tienes cara y aspecto de empotrador, de semental. No sé, novio semental, eso es. Quieres ser mi novio semental?” me dio la risa y tire del cinturón del albornoz, diciéndole “llámame como quieras, pero te vas a comportar como lo que en verdad eres una puta cachonda, nada de contenerte, me has oído?” y ella se dejó quitar el albornoz. Esta vez era más expresiva y me decía claramente que quería que la follara de nuevo y cuando le dije que sí, pero que también me follaría su culo, se hizo la sorprendida “es que Jordi ni en sus fantasías permitía que nadie me follara el culito, porque dice que es suyo, nada más que suyo” y mire a Jordi y no le hacía gracia que me follara el culo de su mujer, aunque no lo dijo.

Nos pusimos primero a besarnos y meternos mano, participando también Jordi. Le comíamos las tetas a la vez, sobábamos sus coño y su culo, no dejábamos nada libre. Nos la estuvimos follando en varias posiciones y esta vez nada de contenerse, decía de todo y lo que quería. Intente follarme su culo y Jordi se las ingenio de todas las maneras para impedírmelo. Una vez que acabamos nos levantamos y fuimos a la cocina para recuperar fuerzas e hidratarnos. Les dije que donde me podía dar una ducha y Jordi me iba a acompañar, cuando Regina le dijo, “a mi follador le acompaño yo y le ayudo si es preciso a ducharse”. Me llevo al baño de su habitación. La ducha era de las que hacen esquina y no muy grande, pues a pesar de eso nos metimos los dos. Me puso el rabo de nuevo preparado para la batalla, Jordi estaba en la puerta viéndonos o mejor dicho intuyéndonos, porque poco se veía, en concreto debía de ver mi espalda. Ella agarró mi rabo y lo colocó en la entrada de su culo, después se apretó contra él y un gemido fuerte soltó, no paraba su culo se fue comiendo mi rabo sin hacer yo ningún esfuerzo.

Mientras le hacía una paja y se corrió dos veces, como tardaba en correrme se colocó normal y me lavo el rabo, lo dejó más que reluciente. Me hizo salir de la ducha y delante de su marido, se puso de rodillas sobre la alfombrilla del baño y me hizo una mamada lenta y dedicada tanto a mi como a su marido, que miraba con los ojos saltones. No se pudo resistir y se sacó su rabo, pelándosela como un mico. Hasta que se corrió en el suelo y después me corrí en la boca de su mujer, la avise y lo que hizo fue abrir bien la boca, sacar la lengua y recibir mi corrida en su lengua para que Jordi lo viera. Luego la degusto y se la tragó sin dejar de mirar a su marido. Pero ahí no acabó todo, con el dedo de una mano, de forma insinuante y con cara de puta, le indicaba que se acercara, le hizo agacharse y le soltó un morreo. Para ser la primera vez se soltaron mucho. Quedé con Jordi en que ya me llamaría, porque quería saber cómo se sentía una vez que pasaran unas horas solos. Desayunamos el lunes.

--- Amigo como te encuentras o cómo os encontráis?

--- Felices y contentos. Solo te puedo decir eso y algo más que Regina quiere que quedemos otra vez.

--- Eso lo vemos en otro momento, tampoco quiero compromisos largos.

--- Nunca te has planteado tener algo con una pareja de forma más seria?

--- Jajajajajaja, Siiiiii, con unos que son del Valencia CF y que se que tenemos muchas afinidades, pero ellos no quieren nada conmigo, Jajajajaja.

Quedamos en vernos alguna otra vez sin problemas, pero sin obligaciones y en conversaciones posteriores quedó claro que ellos lo entendieron y pronto nos veríamos de nuevo.