La cabaña

Una familia encuentra la perdicion en una cabaña dentro del bosque.

Rolando se había ganado unas merecidas vacaciones después de haber trabajado durante 2 años sin parar en la oficina; así que una vez concluido un trato que le proporciono a la empresa, que le pertenecía, una inversión de 2 millones de euros, reservo una estancia en el campo lo mas aislada que pudo encontrar (ya que vacaciones en la playa no le parecían tan privadas) y tomo a su esposa Alicia y a sus 2 hijos, Karina de 14 y Juan de 12 y los llevo por un paseo en auto de 3 días cuyo destino era dicha estancia.

Alicia estaba emocionada por el viaje, al igual que sus hijos, ya que por 2 años habían visto poco y nada a su padre por lo que la expectativa de pasar 3 días de viaje en auto hacia una estancia lejana en la que pasarían un mes le parecía el paraíso.

El viaje había comenzado muy bien, durante las primera horas todos reían y jugaban, contaban anécdotas de lo que habían vivido durante esos 2 años de ausencia parental pero ya al final del primer día la cosa se había puesto un poco aburrida sobre todo para los chicos, por lo que Juan volcó toda su atención a jugar con un jueguito electrónico y Karina a leer unas revistas de adolescentes. Ellos eran unos chicos muy lindos, Karina estaba en la flor de la pubertad, sus pechitos insipientes pero redonditos sumados a su carita de niña le daban una imagen de criatura celestial, mientras que Juan hacia poco que había descubierto su sexualidad al ver un día a su hermana tomando sol al costado de la piscina, el ver sus pezoncitos sobresalir por su bikini, su pene despertó por primera vez y casi instintivamente fue que descubrió la paja y sobre su pancita infantil derramo su primera lechita.

Karina era flaquita (muy flaquita) pero con una cadera generosa, que si no fuera por su flaqueza y lo alta que era para su edad, la haría ver gorda, en resumen tenia un cuerpito bien formado y estilizado para sus 14 añitos pero cuando creciera se adivinaba que seria una divinidad, su hermano Juan era un poco distinto era mas bien bajito (no había pegado el estirón) y gordito pero no mucho, tenia una pancita que lo hacia adorable a los ojos de su familia.

Alicia contagiada un poco por el aburrimiento de sus hijos leía un libro mientras su esposo manejaba, pero su atención hacia el libro era minúscula, los 2 años en que su esposo estuvo "alejado" de su familia produjo estragos en su relación y había empezado a creer que ya no la amaba o que tenia una amante, lo que la había llevado a pensar en conseguir uno para ella pero nunca se había animado, veía este viaje como la oportunidad para reconciliar y repara su relación. No veía la hora de llegar a la estancia donde llevaría a su esposo a su habitación y mandaría a los chicos a montar a caballo o a jugar en el lago que tenía la estancia, para poder recuperar 2 años de sexo que había perdido. Ella era una mujer de 35 años muy bien llevados, dada la buena situación económica tanto de su familia como de su esposo nunca tuvo que trabajar y mataba el tiempo entre su familia, el gimnasio y sus amigas, ya antes de casarse tenia una vida sexual variopinta pero con el único hombre que conoció en su vida, los dos eran salvajes y todos esos años de aventuras sexuales pasaban por su mente para pasar el aburrimiento del viaje.

Ya en el segundo día de viaje, luego de haber parado a un costado del camino para descansar, el aburrimiento seguía siendo constante, pero la monotonía del viaje se vio interrumpida por una explosión ocasionada por la rotura de una de las ruedas del auto.

El incidente no paso de ahí, Rolando detuvo el auto y se dispuso a ver los daños, la rueda estaba totalmente destruida y el auxilio del auto hacia tiempo que llevaba pinchado por lo que quedarían varados hasta recibir ayuda pero sabían que eso iba a ser difícil ya que el ultimo auto que vieron pasar por esa desolada carretera había pasado a mitad del primer día que llevaban de viaje.

Rolando trato de usar su teléfono celular para llamar a una grúa o a la estancia para que los fueran a buscar pero el teléfono no daba señales de vida, no tenia recepción de ningún tipo.

-"Aparentemente vamos a tener que caminar hasta la estancia, y rogar porque aparezca algún auto que nos pueda acercar"- dijo Alicia luego de evaluar la situación. Todos asintieron y sacando los bolsos del auto emprendieron el viaje. Era una suerte que tanto Juan como Karina habían traído carpas y sacos de dormir, ya que pensaban pasar alguna noche en el bosque cerca de la estancia, ya que viendo las perspectivas les vendrían útiles.

Para colmo de males el tiempo se descompuso y el cielo se cubrió de nubes grises que amenazaban con aguarles el viaje, y de nada sirvió que apuraran el paso ya que les faltaba casi día y medio para llegar a la estancia. Durante todo el recorrido, ningún auto se apareció por la desolada carretera.

La lluvia al fina los sorprendió al final de día; el agua estaba fría y las nubes no daban señales de disiparse, por lo que, empapados, decidieron internarse en un bosque que estaba al costado del camino para que los árboles altos les sirvieran de resguardo mientras preparaban las carpas en las que pasarían la noche muy apretados.

A pocos metros de la carretera, ya metidos en el bosque, Karina diviso un camino de tierra y le dijo a su padre. Rolando al comprobar que el camino había sido usado recientemente decidió explorarlo y tomo a su hijo Juan con el y dejando instrucciones a sus mujeres para que fueran poniendo el campamento improvisado, se dispuso a explorar con la esperanza de encontrar un poco de ayuda en ese paraje tan austero y solitario.

No había pasado ni 5 minutos cuando Juan diviso a pocos metros una pequeña cabaña destartalada, Rolando no podía verla bien a causa de la lluvia y el follaje de los árboles, pero ahí estaba.

Se apresuraron hacia ella y cuando llegaron golpearon a la puerta varias veces pero no obtuvieron respuesta, luego de la quinta vez el golpe abrió la puerta dando salida a un olor a humedad y a algo pudriéndose que provenía de la casa. Rolando tomo una linterna que Juan llevaba en la mano e ilumino el interior.

La cabaña, pese a su estado deplorable podía servirles de refugio por la noche y la visión de una pequeña estufa a leña, tan derruida como la casa, alentó esa idea en la mente de Rolando. Llamo a viva voz a su posible propietario, pero la cabaña estaba tan desolada como los parajes que la rodeaban.

Le devolvió la linterna a su hijo y le indico que se quedara allí mientras iba por su madre y su hermana. El chico protesto, la idea de quedarse solo en esa casa lo asustaba tanto como al que mas, por lo que ambos volvieron al campamento.

Las mujeres ya casi habían terminado y se estaban poniendo nerviosas cuando Rolando y Juan aparecieron, les contaron lo que habían encontrado, las ayudaron a levantar todo, y las llevaron a la cabaña.

Una vez todos dentro de la cabaña Rolando dejo a su familia para que arreglaran las cosas para su corta estadía y se decidió a explorar el resto de la cabaña.

El living donde todos se encontraban daba hacia la cocina por una puerta de la que solo quedaba el pomo en el piso y hacia una escalera que daba a un piso superior, la cocina estaba vacía tanto de muebles como de comida y no esperaba otra cosa por encontrar.

En el piso de arriba había un cuarto con lo que parecía una cama grande, y enfrente al cuarto un baño tan desagradable como el resto de la casa o más.

Rolando contó sus hallazgos a su familia y se decidió por unanimidad que todos dormirían en el living y que a la mañana siguiente bien temprano emprenderían el viaje a la estancia.

Luego de una frugal cena se dispusieron a acostarse, Karina y Juan usarían los sobres de dormir y Rolando y Alicia pondrían las pequeñas carpas como fundas a unos estropeados sillones que se enfrentaban en el medio del living a ambos lados de donde dormirían sus hijos y dormirían en ellos, todos cerca de la estufa la cual Rolando había encendido con unos trozos de madera vieja que estaban en la cocina (probablemente de una mesa).

Les fue difícil conciliar el sueño pero el cansancio de haber cargado con los bolsos y mochilas por kilómetros durante el día les facilito la tarea. Aun así Alicia albergaba la esperanza de que los chicos se durmieran antes que ella y su esposo para poder jugar un poquito con el, la misma idea la había tenido en el auto la noche anterior pero no pudo hacer mas que caricias al paquete de su esposo ya que el sueño la venció como lo hizo esa noche también.

La mañana despunto con un sol radiante borrando toda señal del mal tiempo de la noche anterior y la luz que se filtraba por los agujeros en el techo y las paredes de la cabaña, despertaron a Rolando de un sueño muy profundo producto del cansancio.

Al abrir los ojos, las primeras imágenes que entraron a su cerebro ese día lo marcarían para toda su vida.

Frente a él había un negro enorme, gigante, como de 2 metros de altura y gordísimo, este le asesto un golpe con el puño en la cara que mas parecía que le habían pegado con una maza.

Inmediatamente y sin darle tiempo a recobrarse tanto de la sorpresa como del golpe el negro tomo sus manos las coloco detrás de su espalda y las ato con una cuerda inmovilizándolo, una vez atado lo sentó en el despojo de sofá en el que había dormido y le ato las piernas y lo dejo ahí.

Menos atontado pero todavía asustado, Rolando vio que enfrente a su sofá estaban Alicia y los niños en la misma situación que el.

-"¿Estan Bien?"- les pregunto y entre llantos y sollozos los tres asintieron.

-"De nada les sirve gritar..."- dijo el negro –"…estamos muy lejos de todo como para que alguien los escuche y los pocos camiones que a veces pasan lo hacen tan rápido que no pueden oír nada."-

-"¿Que quiere?"- pregunto Rolando con lagrimas en los ojos y casi sin voz pero haciendo un esfuerzo por hacerse escuchar entre los llantos y gritos de sus hijos y su mujer.

El negro no contesto estaba el la puerta de la cabaña mirando hacia afuera como esperando algo.

Rolando grito un par de veces, no dándose por vencido, y forcejeando con sus amarras pero todo era inútil y se dedico a tranquilizar a su familia y a tratar de negociar con el monstruo que les estaba haciendo eso pero sin poder captar su atención.

Al poco rato el negro se puso a dar gritos y a hacer señas a alguien que estaba afuera diciéndole que viniera. Enseguida por la puerta, junto al negro habían 2 hombres negros tan altos y tan gordos como el, uno incluso más gordo que él.

-"Bueno, bueno, bueno pero ¿que encontraste hermanito?"- dijo uno de los nuevos.

-"Cuando vine estaban todos dormiditos y bien acurrucaditos en nuestra casa."- dijo el que los ato a todos ellos.

-"¡Pero mira que par de hembras que hay ahí!"- dijo el mas gordo de los tres.

El que hablo primero era el más grande de los tres y era el hermano mayor, se llamaba Mal,

el que los encontró y los ato era el hermano menor y se llamaba Corky y el mas gordo que desde que había pisado la cabaña no le sacaba los ojos de encima a Karina era Melón.

Los tres maldecían y reían mientras todos en la familia lloraban de terror y Rolando trataba de hablarles ofreciéndoles cosas para que los dejaran libres, se disculpaba para haber entrado a la cabaña una y otra vez, que el no sabia que estuviera habitada y que si los liberaban les pagaría cualquier suma.

-"No tienes nada que pueda interesarnos…"- le dijo Mal, el hermano mayor, -"… o tal vez si"- mirando fijamente a Alicia y a Karina.

-"POR FAVOR DEJENLAS EN PAZ"- gritaba Rolando pero Corky y Melón lo acallaron a golpes.

Alicia lloraba y gritaba hasta quedarse sin vos al igual que el resto pero cuando Mal se acerco a ella brotaron fuerzas de su interior y se dijo a si misma que no les daría la satisfacción de verla así, que pese al inmenso dolor de ver a su esposo ser apaleado por 2 brutos, ella defendería a su familia con uñas y dientes si era necesario.

-"Que hermosa hembra" dijo el negro mayor pasando su mano por la cara de Alicia, ella aun con lagrimas que brotaban de sus ojos giraba su rostro para evitarle pero eso solo parecía divertirle, Rolando pese a los golpes seguía pidiendo por su esposa.

-"Apuesto que este puto no te satisface en la cama" le decía riéndose.

-"Rolando quédate tranquilo que no nos va a pasar nada. ¿Y usted que quiere?"- dijo Alicia con un coraje que la sorprendía.

-"¿No sabes lo que quiero?"- le dijo el negro con una sonrisa.

-"¿Y si se lo doy nos va a dejar en paz?"-

-"Puede ser, pero te tienes que portar muy bien"-

-"Por Favor, Alicia NOO"- grito Rolando antes de ser acallado por un nuevo golpe en el rostro por parte de Melón.

-"Tranquilo Rolando que no va a pasar nada. Esta bien, pero dejen que mis hijos se vayan y haré lo que ustedes quieran."- dijo Alicia con coraje pero con rendición.

-"Pero si los chicos quieren ver, ¿No es verdad chicos?"- dijo sin apartar la mirada de los ojos de Alicia.

Los chicos lloraban y suplicaban a su madre que no los dejaran solos, ella les decía que era mejor que se fueran y les grito un par de veces para asustarlos e incentivarlos a que se fueran pero su terror ya era inmenso, nada los separaría de sus padres.

-"Ya vez, mami los nenes se quedan y si no quieres que corra sangre infantil nos vas a dar lo que queremos."- dijo Mal riendo y mirando a sus hermanos que habían dejado de apalear a Rolando que sin fuerzas y rendido sobre el sofá miraba a su esposa con ojos empapados por las lagrimas.

-"Por lo menos llevenlos arriba para que no vean a su madre en esta situación."- rogó Alicia esperando encontrar al rastro de bondad en esos monstruos.

-"No mami, los niños se quedan y vos nos vas a satisfacer a mi y a mis hermanos o de aquí no se va nadie"- dijo Mal perdiendo la paciencia.

-"No haré nada con mis hijos en frente."- gritó Alicia a Mal para intimidarlo pero Mal dio media vuelta y le dio un salvaje puntapié a Rolando en el estomago que hizo que este se doblara sobre si y que Alicia accediera a todas sus demandas.

Los tres negros rieron al ver que Alicia se rendida ante sus peticiones y se dispusieron a la acción. Primero sentaron bien a Rolando que se encontraba al borde de la inconciencia (le dijeron que no querían que se perdiera de nada), luego tomaron a Juan y lo sentaron junto a su padre y a Karina la corrieron como si fuera un libro viejo para un extremo del sofá en el que se encontraba.

El espíritu de Alicia estaba destruido, no podía soportar ver a su esposo siendo atacado tan brutalmente y la imagen de sus hijos llorando le partía el corazón, por eso pidiéndole disculpas a sus esposo y a sus hijos se dispuso a satisfacer a los tres monstruos que los tenían cautivos.

Los tres se pusieron uno al lado del otro en frente a Alicia, como eran tan altos Juan y Rolando podían ver a Alicia entre las piernas de Mal que estaba en el medio, pero Karina podía ver todo el espectáculo ya que solo se encontraba a poca distancia del lado derecho de su madre. Se bajaron sus grasientos pantalones y luego sus calzoncillos aun mas sucios y dejaron sus vergas al aire.

Alicia había cerrado los ojos debido al olor pero al abrirlos pudo ver las enormes herramientas que traían aquellas bestias, eran tan descomunales como ellos, largas y gruesas como el brazo de un bebe.

Al principio se aterro, pensaba en el destrozo que esas tres vergas le harían pero luego de un momento decidió no darles el placer de asustarse y tomo la mas larga, la de Mal, con una mano y poniendo cara de asco, debido al hedor, se la llevo a la boca mientras que con la otra mano pajeaba la de Corky que era la mediana, mientras que Melón la puteaba por no haberlo elegido y se pajeaba solo, decidió no intentar nada, como morderlos, porque si los enfurecía sabia que todo iba a terminar mal.

Karina miraba todo con mas atención que asco, nunca había visto un pene masculino (el de su perrito no contaba) y menos uno de ese calibre y ahí tenia tres que mas que penes parecían alguna otra extremidad y no podía creer que a su madre siquiera le entrara la punta en la boca.

Juan del otro lado también podía ver a su mama con ese monumento de carne en la boca y parecía hipnotizado por la imagen de eso tan enorme en la boca de su madre.

Rolando cerraba los ojos y lloraba y puteaba a los tres hijos de puta que hacían que su esposa les comiera el rabo.

Los negros disfrutaban cada segundo de las atenciones que Alicia, en contra de su voluntad, les proporcionaba, a cada rato le decían a Rolando lo bien que chupaba pija su esposa y que calentita que era su boquita.

Luego de un rato, tal vez por el shock, Alicia se olvido de la razón por la cual estaba haciendo eso, tal vez la abstinencia de sexo de 2 años la llevaron a empezar a disfrutar de las maravillas extraordinarias que tenia enfrente y para su sorpresa y horror se oyó como se le escapaba un gemido cuando le mamaba la pija a Mal.

Los tres negros rieron y aplaudieron a Alicia y felicitaron a Rolando por la puta que tenia por esposa.

Karina volvió a llorar y a Rolando, la impresión lo estaba matando, en cambio para Juan el mundo exterior no existía, en su estado catatónico lo único que existía eran la boca de su madre y la expresión en la cara de esta al mamar las pijas de los tres negros.

La baja en las defensas de Alicia motivo a sus tres atacantes a aventurarse mas, y con sus manos liberaron las tetas de Alicia y las manoseaban a conciencia, Melón (el menos atendido por Alicia debido al olor que salía de su verga) bajo su mano hasta la concha para comprobar que Alicia estaba empapada.

-"A esta puta le encanta mamar vergas, tiene la concha empapada."- dijo y los tres rieron, y Mal al voltear para reírse en la cara de Rolando se percato que Juan tenia un pequeño bulto en sus pantalones.

-"¡¡Hey, parece que al pequeño le gusta ver a su madre chupar pijas!!"-

Esto llamo la atención no solo de los otros 2 sino de Alicia, que por un momento se quedo cortada al verse sin las vergas en su cara, y de Rolando que no podía creer que su hijo se excitara al ver a su madre. Karina seguía llorando pero se había percatado del bulto de Juan incluso antes que Mal lo hiciera, y eso la hizo sentir mas miserable.

Alicia pese a su excitación al ver el bulto de su hijo volvió un poco a la realidad y pidió que dejaran en paz al niño que no importaba lo que hicieran con ella o le dijeran pero que dejaran en paz al muchacho.

-"Vamos mami, deja que tu hijo se divierta también, no es justo que solo tu lo hagas mientras ellos sufren."- dijo Corky y a Mal no le pareció una mala idea, se acerco al chico y le dijo –"¿Te gusta ver a tu madre chupando pijas?, ¿Te gustaría que ella te la chupe a ti?, es muy buena te va a encantar."-

Karina con un caos en la cabeza por todo lo que había visto y oído aprovecho la falta de atención sobre su persona y de un salto se incorporo y dando saltos, ya que sus pies estaban atados también, se dirigió hacia la puerta buscando libertad dentro de tanta locura.

Faltaban unos poco saltos más y estaba afuera, pero Melón fue más rápido y tomándola de la cintura la trajo de nuevo a la pesadilla.

Esta vez en lugar de volverla a poner en el sofá, Melón le desato las piernas y controlando sus pataleos le ato cada tobillo a dos patas de una pequeña mesa, entonces Karina quedo con sus tobillos atados a cada pata, con su cuerpo recostado sobre la mesita con su culito en pompa y sus manos aseguradas por un clavo que sobresalía.

-"¿Mal, puedo cojerme a la chiquilla? Mira lo que es, esta divina."- dijo Melón mirándole el culo a Karina pero Mal negó con la cabeza ya que miraba fijamente a Juan esperando a que este respondiese a la invitación que le había hecho.

-"¿Y bien Chico, que dices?, ¿Te gustaría que tu mama te chupara la pija?"- dijo Mal por sobre los gritos de Alicia que suplicaba por su hijo e hija.

El chico seguía sin reaccionar lo único que lo delataba era el bulto en sus pantalones, fue así que Mal perdiendo la paciencia tomo a Juan del brazo y lo llevo a los pies de su madre

allí estaba Alicia, con la ropa desgarrada, sus tetas al aire, sus piernas abiertas pero atadas todavía de los tobillos, sus ojos llenos de lagrimas, su boca abierta desde la cual pendía un hilo de saliva mezclada con líquidos seminales de los tres negros que habían puesto sus pijas dentro de su boca y ahora a sus pies, de rodillas, su hijo menor Juan, con lagrimas corriéndole por las mejillas mirándole con vista inexpresiva.

-"Hijo de puta deje en paz a mi hijo."- lloraba Alicia ya sin fuerzas.

Mal no le hacia caso, solo se limitaba a mirarla a ella y a su hijo, -"Vamos chico, ¿acaso no te calienta tu madre?, porque tus pantalones dicen lo contrario."-

Alicia, no podía hacer otra cosa que llorar y Rolando que se había desmayado un par de veces lloraba desconsolado, Corky reía a un costado de Mal que trataba de obtener alguna respuesta de Juan que seguía catatónico y Melón le comía el culo a Karina con los ojos.

Mal se canso del niño y de los llantos de sus padres y hermana, así que tomo por los pelos al chico y le restregó la cara por la entrepierna de su madre.

-"¿Te gusta tu madre?, bueno cómele la concha entonces."- le dijo gritando –"Si no lo haces voy a matar a tu padre a golpes."- Termino de decir esto y con un fuerte tirón le arranco la bombacha a Alicia y volvió a pasar el rostro del chico por la vagina de su madre.

Mal se disponía a darle a Rolando una paliza que acabaría con el, al ver que Juan seguía sin reaccionar, cuando Alicia en un suspiro, bastante audible para todos los presentes, le dijo –"Juan ven y cómele a mami la conchita."-

El silencio fue general, nadie lo esperaba, Karina dejo de llorar, Rolando con los ojos como platos miraba a su esposa y a su hijo y los tres negros con sonrisas en sus rostros que se relamieron cuando Juan paso su lengua por la concha de su madre.

Alicia seguía llorando pero las lamidas de Juan pronto surtieron efecto, para solo tener 12 años, el chico lamía como si lo viniera haciéndo todo su vida y la concha de Alicia estaba necesitada así que los mimos de su hijo comenzaron a arrancarle gemidos y suspiros que fueron la alegría de los negros.

La mente de Rolando estaba quebrada, podía oír los suspiros y gemidos de excitación que su hijo le provocaba a su esposa pero en su mente nada de eso era real, era solo una ilusión, una pesadilla, eso simplemente no podía estar pasando, miro hacia un lado, como buscando una sola cosa que fuera real dentro de ese universo macabro, y al hacerlo vio que Melón amasaba el culo de su hija con las manos, totalmente extasiado, con la verga parada a mas no poder, mientras que su hija se encontraba en la misma situación que él tan perdida en esa irrealidad que parecía no estar en este mundo, pero esta viva podía ver caras de dolor cuando con sus pellizcos, Melón, le lastimaba el culo.

La escena entre Alicia y Juan tenia a los negros a 100, Juan metía toda su lengua dentro de la concha de su madre y la movía, luego recorría el borde de sus labios vaginales con la punta de la lengua hasta llegar al clítoris el cual chupaba como al mas dulce de los caramelos y en el pantalón de Juan el bulto era mas evidente que nunca, eso hizo que la curiosidad (y el morbo) de Mal fueran al extremo por lo que desato a una Alicia ya totalmente entregada al placer y a un Juan tan excitado como su madre para ver como se desenvolvían.

Una vez desatados, Alicia separa la cabeza de su hijo de su entrepierna y poniendo de pie a Juan le baja los pantalones de un tirón sacando a la luz el pene de su hijo en plena erección.

El pene de Juan todavía estaba en desarrollo por lo que no alcanzaba los 12 cm. pero eso a Alicia no le importo, hizo que Juan se acostara en el piso sucio y comenzó a besarlo con dulzura comenzando por su cuello y bajando hacia sus tetitas luego bajo con su lengua por su pancita y se detuvo en su todavía lampiño pelvis, para contemplar el pene de su hijo.

Tanto Alicia como Juan decían palabra alguna solo se limitaban a mirarse, Alicia tomo la manita de su hijo y la puso sobre una de sus tetas y le indico como proceder para masajearla, mientras con su otra mano pajeaba a su hijo pensando en lo puta que estos negro la habían convertido, luego bajo su boca hasta la pija de Juan y comenzó a devorarla con voracidad.

El niño se derretía en su boca, pese a la situación, para él ese era el cielo y para su madre la cosa era bastante parecida, al poco rato Juan vertía su lechita en la boca de su madre que se deleitaba y se relamía saboreándolo todo.

Luego de sobarle bien el pene a su hijo, Alicia se dispuso a clavarse la pija de Juan en su encharcada concha, para su propio deleite y para el de los negro que la alentaban a que se cojiera a su hijo.

Los negros disfrutaban con cada subida y bajada de Alicia sobre el pene de su hijo y decidieron dejarlos tranquilos por un rato y buscar mas diversión por otro lado fue así que Mal vio como su hermano Melón se pajeaba con el culito de Karina y se le antojo probar esa fruta.

La vista de Rolando estaba fija en la de su hija cuya mirada permanecía perdida en un punto vació de la habitación, cuando Mal quito de en medio a Melón y le bajo los pantalones a su hija, Rolando hubiera querido gritarles, escupirles, forcejear con sus ataduras para tratar de romperlas pero sus fuerzas eran nulas, su única respuesta fueron las lagrimas que brotaron de sus ojos.

Mal olió el culo de Karina y le grito a sus hermanos que ese era un culito virgen.

-"¿Y papi, todavía nos has probado el culito de tu hija?, no te preocupes nosotros lo haremos por ti."- dijo Corky.

Como los tres hermanos ya tenían sus vergas fuera de sus pantalones, se pajearon, mirando alternadamente a la pareja madre e hijo y el culo de Karina. Mal humedeció su regordete dedo medio en su boca y comenzó a juguetear con el ojete prieto de la niña y esta ponía caras de dolor cuando Mal introducía la punta de su dedo, pero esa era toda la respuesta de Karina, parecía que también el dolor se había ido de viaje junto con su mirada y sus pensamientos.

Mal jugaba con el culo de la niña y pasaba su lengua por la conchita de Karina probando con su lengua su virginidad al tiempo que sus hermanos reían y continuaban pajeandose.

Para Rolando era el infierno a un lado tenia a su esposa y su hijo, ahora haciendo un 69 mientras que al otro lado su hija estaba siendo lamida por los tres monstruos que le habían arrebatado a su familia, pero el acabose fue cuando de los labios de su propia hija comenzó a oír gemidos también; allí estaba ella con todo el dedo de Mal metido en el culo y con la lengua de este en lo mas recóndito de su vagina, sus gemidos (obviamente de placer mezclados con dolor) se incrementaban a medida que Mal forzaba otro dedo en su culo, y al cabo de un rato otro y luego otro y así hasta tener cuarto adentro mientras el negro le lamía mas rápidamente su conchita.

-"Vamos Kari, déjate llevar, linda que te va a encantar."- decía Alicia a su hija, para asombro de Rolando, mientras tenia 2 dedos metidos en culo y cabalgaba ferozmente a su hijo.

Los negros rieron con placer al ver lo puta que era Alicia y se preguntaban si la niña seria tan puta como la madre, que por lo visto así era.

Mal se aburrió de meterle dedos a Karina por lo que se irguió y se dispuso a enterrarle el vergón que tenia por el culo a la niña, y que ciertamente era mas grueso que los 4 dedos que le había metida ya. Coloco la punta de su pija en el culo de la niña y de un solo empujón la metió por completo arrancándole un grito desgarrador, que hizo que Rolando sollozara por su hija.

Luego de unos cuantos mete-saca el dolor en la niña comenzaro a desvanecerse dando paso a una sensación mas placentera al poco tiempo ya gemía de nuevo pero esta vez sin que Mal tuviera su lengua en su interior.

Mal bombeo por un tiempo mas hasta que gritó a voces que se venia, retiro rápidamente su pija del culo de la niña dando lugar a Corky (para protesta de Melón) y se dirigió hasta donde estaba Alicia con su hijo, esta vez no tubo que obligarla a abrir la boca, esta vez ella lo esperaba, y donde todo comenzó para Mal, todo termino, acabo en la boca de Alicia que con deleite saboreaba cada gota como si fuera dulce néctar al tiempo que cabalgaba a su hijo.

Corky hizo lo mismo que su hermano Mal bombeo dentro del culo de la niña y cuando estaba por terminar se salio para poder depositar su semen en la boca de Alicia que esperaba sentada en el sofá mientras su hijo le comía la concha, en cambio Melón fue diferente, había esperado mucho para coger ese culo y no lo iba a acabar así como así, bombeo salvajemente arrancándole gemidos y grititos a la chiquilla, le pasaba la mano por la concha y le metía uno o dos dedos, fue tan salvaje que del culo de Karina comenzó a bajar un hilito de sangre al igual que de su conchita desvirgada por sus dedos.

Karina se desarmaba de placer, era todo lo que podía sentir en ese momento todas las demás sensaciones estaban apagadas y lo único que la alejaba de la realidad era el placer, era lo único que quería ahora, mas placer que le hiciera olvidar todo.

Mal y Corky alentaban a su hermano llevando el ritmo de su bombeo con las palmas, Rolando ya no lloraba ni sollozaba, había alcanzado el punto donde su mente no reaccionaba a ningún estimulo, solo su cuerpo lo hacia, miraba a su esposa como se deshacía de placer por culpa de la boca de su hijo, lo veía a este con la verga parada a reventar luego de haber acabado 2 veces, una en la boca de su madre y la otras en sus tetas y que aun continuaba pajeandose y miraba a su hija como gritaba de placer por una enorme verga que tenia clavada en el culo y que solo interrumpía sus gritos para pedirle al ultimo negro que se la estaba cojiendo que le metiera un dedo en la concha, nada parecía activar su mente pero al ver todo eso la única respuesta que dio su cuerpo para corroborarle de que todavía estaba vivo fue la tremenda erección que comenzaba a formarse en su pene.

Melón terminó corriéndose dentro del culo de Karina que recibió la leche como un refresco para su tan maltratado culo, luego de acabar Melón se retiro dándole un beso en cada nalga, esto lo hizo echándole una mirada al padre de la niña que acababa de cojerse solo para corroborar que semejante polvo había sido presenciado por él, al hacerlo vio que el padre miraba a su hija con una potente erección entre sus piernas por lo que se incorporo fue hasta Rolando que no dejaba de mirar a su hija, lo levanto, lo puso detrás de la niña, le bajo los pantalones de un tirón, le corto las ataduras de sus magulladas y sangrantes muñecas y lo dejo ahí para ver que hacia.

Rolando permanecía quieto detrás de su hija pero debido a la proximidad que estaba el de ella, su pene rozaba el culo de ella.

-"Oye, mi pequeña. ¿Quieres que papá te coja por el culo?"- dijo Melón, mientras sus hermanos miraban y se reían y llamando la atención de Alicia y Juan.

Rolando pareció volver en si pero su cuerpo no le respondía estaba quieto frente al culo torturado de su hija que soltaba la leche del negro llamado Melón con cada contracción de su ojete.

-"Por favor déjenla en paz, ya ha sufrido bastante."- dijo Rolando incapaz de moverse ni

de separar la vista del culo de su hija. –"Ya se divirtieron con nosotros ahora déjennos en paz"-

-"Papi, métemela por el culo, quiero sentir tu lechita en mi colita"- dijo Karina con una sonrisa en su boca y los ojos cerrados como si estuviera en un delicioso sueño y no quisiera despertarse.

-"¿Pero Kari que estas diciendo?, estos negros…"-

-"No importa, papá. Metele la verguita en la colita a tu hijita"- respondió Karina con voz querendona y somnolienta.

Rolando se encontró así mismo con las manos apoyadas en las caderas de su hija sin que su cuerpo respondiese a otras ordenes que no fueran las de su sexo y con delicadeza dejo entrar su pene en el culo de su hija, ella soltó una risita y un suspiro y acomodo su cabeza en la tabla de la mesa como si fuera a sumergirse en un dulce sueño.

Rolando poseído por una fuerza extraña bombeo el culo de su hija que en su estado semi-onírico pedía más y más fuerte.

Al poco tiempo Rolando arremetía violentamente el culo de su hija que gemía como una posesa, al otro lado de la habitación Juan también cogia a su madre por el culo ya que le había pedido a su madre hacer lo mismo que su papa le estaba haciendo a Kari.

El orgasmo le llego a Rolando como una zambullida en una piscina calida y llego al tiempo que su hija al grito de –"Ay papa, ay papa"- también se acababa con la pija de su padre metida en el culo.

Las fuerzas volvieron al cuerpo de Rolando junto con su conciencia inmediatamente después del deleite del orgasmo, ahora ya mas sobrio y con control sobre su cuerpo busco a los culpables de tanta depravación solo para encontrar que los únicos que estaban en el cuarto eran ellos cuatro, sin señales de los tres malditos que los arrastraron a la lujuria mas extrema. Afuera era de noche, Juan y Alicia se habían dormido en el sofá, el chico apoyando su cabeza sobre una de las tetas de su madre, seguramente después de un orgasmo que ambos tuvieron ya que el pene de Juan aun estaba un poco dentro de la concha de Alicia que soltaba los fluidos propios y los de su hijo, Karina luego de su orgasmo había quedado rendida y roncaba sonoramente sobre la tabla de la mesa en que la habían apoyado.

Luego de desatar los amarres en sus tobillos, Rolando desato a su hija y con sumo cuidado, usando un pañuelo que tenia en el bolsillo, limpio la sangre y el semen que se escurrían del culo y de la concha de su hija y luego con delicadeza le levanto los pantalones para luego levantarla a ella y llevarla al sofá en el que él mismo había estado y poniéndola ahí la dejo dormir, él quería perseguir a los negros que los habían maltratado pero sintió como el cansancio y el dolor de los golpes recibidos le ganaban a su decisión y se dejo caer en el piso para quedar dormido.

A la mañana siguiente Rolando fue el último en despertar, los chicos ya habían levantado el campamento y Alicia le curaba unos cortes que tenia en el rostro, desganado y con muy pocas fuerzas Rolando pregunto a su mujer –"¿Están todos bien?"-.

Su esposa con una sonrisa en los labios asintió, beso su frente y le contó que cuando ellos se despertaron los negros ya no estaban se habían llevado algunas mochilas y la billetera de Rolando pero que por lo demás estaban bien y pregunto por la salud de Rolando, por como se sentía él, pero mas allá de un dolor general en el cuerpo estaba bien, se incorporo y apresuro a su familia, a juntar las cosas para irse de ese maldito lugar lo antes posible, todos hicieron caso y al poco tiempo ya estaban en la carretera de nuevo los chicos delante cargando los bolsos y Alicia cargando algo y ayudando a Rolando a caminar.

Rolando se vio a si mismo no pudiendo apartar la vista del culo de su hija y al notar que el pantalón blanco que Karina llevaba tenia un mancha amarillenta en el medio sintió que su verga reaccionaba, Alicia apoyo su mano en el paquete de su esposo y este la miró con asombro solo para descubrir que ella le sonreía.

-"Chicos, vamos a armar un campamento en el bosque para comer y luego seguimos el viaje"- les dijo Alicia a los chicos.

-"Menos mal ya estaba cansado, además quiero probarle el culo a Kari."- dijo Juan con alegría, mientras su hermana se reía y contestaba –"Pero no me acabes en el culo que quiero probar tu lechita Juan".-

-"Vamos Rolando que ahora nos toca a nosotros dos ponernos a tiro"- dijo Alicia tirando de la mano del Rolando llevándolo hacia el bosque.