La buena relación de unos compañeros de trabajo

La complicidad entre compañeros de trabajo nos hizo disfrutar a todos mucho y bien.

A veces suceden cosas que ni uno mismo puede comprender aunque durante mucho tiempo las hayas estado deseando y esperando, y esto es lo que me sucedió con una compañera de trabajo a la cual siempre deseé y que siempre creí inaccesible.

Lo que voy a relatar sucedió hace aproximadamente diez años y desde es momento hemos mantenido una muy buena relación pero hace aproximadamente dos que todo terminó sin mediar ninguna palabra más alta que otra entre nosotros, simplemente se terminó.

Todo comenzó prácticamente desde que ella empezó a trabajar en el departamento al que yo pertenecía.

Ella, a la que llamaremos Juani era una joven de 22 años a punto de casarse, con un cuerpo lleno de curvas, un altura de 1,60 y unas tetas talla 105. No se la podría considerar como una mujer delgada al estilo y usos actuales más bien era una mujer con cierta tendencia a engordar aunque ella se cuidaba en extremo y hacia verdaderas barbaridades para no coger ni un gramo de más, así pues era y es una mujer  absolutamente deseable sobre todo por su voluptuosidad y por el morbo que exhalaban todos lo poros de su cuerpo.

Juani sabia perfectamente que era poseedora de un cuerpo deseable y conocía la manera de sacar el mejor  partido a su físico.

El caso es que cuando comenzó a trabajar se inicio una carrera entre los tres compañeros del departamento por ver quien era el primero que podía ligar con ella, yo en ese momento tenia 32 años, casado y con dos hijos, lo cual en principio me alejaba de ella, otro de mis compañeros divorciado y el tercero estaba libre y se veía a si mismo cómo el que más posibilidades tenía por encima de cualquiera de nosotros.

Por cierto debemos tener en cuenta que a ella le faltaban tres meses para casarse y que no parecía ver nada más que por los ojos de  su novio y pensaba en su próximo enlace, por lo que mis dos compañeros le daban un poco de miedo con sus intenciones  y en cambio yo le parecía menos peligroso y eso creo, que fue la causa de que se acercase a mi.

Nuestra relación más personal comenzó justo una semana antes del día de su boda, ya que como no nos había invitado a la fiesta de su boda, se vio prácticamente en la obligación de celebrar una pequeña fiesta para los compañeros del departamento y alguna amiga que llevo más que nada para no encontrarse sola.

Nos invitó en un pequeño restaurante, y a esta cena asistimos nosotros tres y tres chicas más sus amigas, con lo que en total éramos siete las  personas que nos reuníamos para cenar, y pasar un rato,  a esta cena ninguno de los asistentes fuimos acompañado por nuestra pareja si es que en ese momento la teníamos  y todo mas bien parecía un puro compromiso para  los asistentes que entre si apenas nos conocíamos.

Pero tras la cena, que ya resulto animada, vinieron las copas y después  el baile y así nos fuimos animando hasta que sobre las cuatro de la madrugada y todos bastante cargados decidimos retirarnos a nuestras casas. Cogimos dos taxi para distribuirnos en ellos y a mi me tocó con Juani y una de sus amigas que estaba totalmente ebria y que no paraba de intentar de meterme mano por cualquier conducto, ya lo había intentado durante el transcurso de la noche en otros momentos, pero en el taxi intento desabrocharme el pantalón y sacarme la polla con total descaro y decisión, realmente  no es que a mi no me faltasen ganas de ceder a sus deseos, pero como  yo  veía en el estado que estaba no trataba más que de rechazarla y comportarme como un caballero, a mi pesar,  lo que hizo que Juani  cogiera confianza en mi y además se molestase por el comportamiento de su amiga, el caso es que dejamos a esta amiga en su casa y seguimos hacia el domicilio de Juani.

Poco antes de llegar me indicó que despidiese el taxi cosa que me sorprendió pero que así hice. Según  llegamos me hizo subir a su casa un segundo piso de una barriada popular y moderna, me invitó a tomar otra copa, yo le dije que no me parecía era el momento ni el lugar y ella medio ofendida me dijo si no me apetecía un “revolcón”, que sabia de sobra que la deseaba y que ella estaba dispuesta a saciar cualquiera que fueran mis deseos pues se encontraba muy caliente y necesitaba un buen polvo con otro hombre que no fuese su novio. Me sorprendí muchísimo y la verdad es que no lo pensé mucho y sin hacerme más el duro decidí coger lo que se me ofrecía.

Cuando entramos a su casa y estando aun de pie empezamos a besarnos, con unos besos de tornillo que nos pusieron si cabe más encendidos de lo que ya estábamos automáticamente empezamos a desnudarnos, yo le baje los tirantes del vestido y ella me fue despojando de mi chaqueta y corbata, para continuar desabrochándome la camisa que termino tirada por el suelo a lo que yo respondí quitándole el sujetador y dejando libres esas hermosas tetas, que tanto tiempo había deseado, unas tetas que me habían gustado desde el primer día que las había visto y que ahora las tenia frente a mi, desnudas y provocadoras, comencé a acariciarlas con dulzura y suavidad, para ir pasando a un ataque más intenso, y furibundo  le fui mamando los pezones que ya estaban erectos pero que se fueron poniendo mucho más, hasta alcanzar unas dimensiones verdaderamente considerables, a la vez que ella me iba haciendo lo mismo en los míos pero mordiéndome con furia, mientras me iba palpando por encima de mi pantalón para notar el estado de mi polla.

Mi estado era de máxima excitación y lo único que deseaba era liberarme de mi pantalón y mi slip y liberarla a ella de su vestido y de su braga estilo brasileño que estaba notando por debajo de su vestido.

Estábamos totalmente calientes y dispuestos a todo por lo que nuestros deseos se hicieran realidad y en pocos segundos estábamos desnudos revolcándonos por la alfombra del salón como dos animales en celo, ella me acariciaba mi polla y me decía que la tenia durísima y que le gustaba mucho, yo la insistía una y otra vez en que quería metérsela a lo que ella ponía ciertas dificultades, lo cual no terminaba de comprender y lo más que conseguí fue una buena mamada, mamada larga y según ella muy sabrosa  y para mi muy satisfactoria que terminó en una corrida, en su boca y cara que ella relamía con gusto yo no dejaba sus  pechos y a la vez yo le había estado comido su coño introduciendo mi lengua dentro de todos los recovecos y le había masturbado su clítoris comiéndoselo con mis dientes, ella se había corrido varias veces, por lo que mi cara era todo un poema de sus jugos.

Todos estos actos los habíamos realizado en un discreto silencio tan solo roto por los gemidos de ambos que en verdad fueron muy discretos. Tras este primer asalto nos decidimos a tomarnos un descanso y a la vez tomarnos un refresco, por lo que nos incorporamos de la alfombra y dimos la luz.

Cual no sería nuestra sorpresa o al menos la mía cuando al encender la lámpara nos encontramos sentado al otro lado del salón al que iba a ser su marido en breves días, estaba fuera de si. Totalmente desnudo y con la polla tiesa entre sus manos y masturbándose como un fiera, no había rencor, ni enojo en su mirada, y en sus ojos tan sólo había lujuria.

Esta situación por lo inesperado nos dejó a los dos fuera de lugar, no sabíamos que hacer ni como reaccionar, lo único que se nos ocurrió fue tratar de vestirnos, lo que él impido con un  gesto que más parecía una orden tajante,  exigiéndole a la vez que se volviese a tumbar sobre la alfombra donde unos momentos antes nos habíamos revolcando y disfrutando de nuestros cuerpos,  acto seguido  se abalanzó sobre ella y comenzó a follarla como un loco, tenía la polla a punto de reventar y la aprovecho para metérsela con una violencia que mas parecía una violación que un acto de amor,  de mi no se olvidó, me indico que le acariciase todo su cuerpo y que le dieses por el culo, que ya que le había hecho cornudo ahora el exigía su parte, a mi no me gusto en absoluto, pues nunca lo había hecho con otro hombre  y me resultaba cuando menos desagradable, además era una situación de lo mas extraña para mi me encontraba tenso y no sabia como reaccionar y esta situación  a él pareció molestarle de sobremanera, mi negativa no la acepto indicando que si no lo hacia, lo que acababa de pasar entre su novia y yo se  iba a saber en todas partes incluida naturalmente mi mujer. Ante esta situación y estas amenazas cedí a sus deseos y mientras Juani era follada salvajemente por su novio, indicándole este a su vez, que me chupase la polla para ponérmela lo suficiente dura para podérsela meter, ya que mi estado era bastante flácido, ella se puso manos a la obra o mejor dicho boca a la obra y lo hizo produciéndome de nuevo un enorme placer y a la vez consiguió que se me pusiera dura,  a mi en ese momento me entraron unas ganas enorme de metérsela por el culo y hacerle ver las estrellas, lo que en principio me parecía que seria difícil pues pensaba que nunca lo habría hecho me resulto fácil y mi polla entró con facilidad y  sin conseguir que el lanzase un solo grito de dolor y si muchos gemidos  pero de placer, por lo que se notaba no era la primera vez que este recibía una polla en su culo, pues como  he dicho, no se le escucho ni un solo gemido de dolor y si muchos de placer, se notaba que le gustaba, y que era un experto,  así que yo comencé a bombear en su culo a la vez que el follaba a su novia, el me ordeno que no me corriese hasta que no me lo dijera y así después de un buen rato follando los tres y  de una escena de sexo digna de una película porno nos corrimos los tres como fieras con unos espasmos y convulsiones dignas de la mejor posible corrida. El caso es que terminamos y nos tumbamos de nuevo sobre la alfombra y el comenzó a decir que no se lo esperaba de ella que jamás hubiese pensado que pudiera traicionarle y mucho menos después de que ella se había negado en infinidad de ocasiones a realizar sus fantasías, y que ella sabia perfectamente que  una de ellas era  verla follar con otro hombre, así siguió un buen rato recriminándola, hasta que en un momento dado yo dije que me marchaba a lo que el se negó en redondo, llegando a ponerse bastante tensa la situación, pues el quería de alguna manera volcar toda su tensión sobre ella e indirectamente sobre mi. El caso es que llego un momento en que yo me cansé de su monserga y le dije que evidentemente habíamos estado disfrutando pero que el me había exigido que le diese por  el culo y que por lo que yo había notado no era la primera vez que esto  sucedía, a lo que el bastante serio, respondió que ese no era mi problema y que me marchase de su casa, cosa que hice lo mas rápido posible.

El lunes siguiente nos encontramos de nuevo en el trabajo y aunque yo trate de ponerme en contacto con ella, ella me rehusó durante todo el día y así hasta el jueves que se despidió de nosotros pues el sábado se casaba y no la volveríamos a ver en dos o tres semanas, al llegar a mi despacho me dijo que quería volver a verme y que necesitaba de mi lo antes posible, por lo que quedamos para las siete de la tarde en un local próximo a su casa.

Cuando llegue me volví a encontrar con la pareja y yo me di media vuelta con el fin de marcharme, a lo que ellos salieron detrás de mi y me dijeron que necesitaban hablar, yo sin ningún convencimiento entre en el local y nos sentamos hablar, pedimos unas copas y casi de inmediato el comenzó a pedirme disculpas por su reacción del sábado pasado y que en ningún caso era su intención ofender a su novia ni a mi y que simplemente era que se había enfado muchísimo cuando nos vio en su casa y sobre todo sin contar con él, pues ella siempre se había negado a esta situación y que se vio fuera de lugar y aunque el estaba muy satisfecho por ser ya un cornudo en toda regla le hubiese gustado más ser consciente de que iba a suceder y por otra parte el haberle dado por culo y el que yo le denunciase delante de su novia no hizo más que reconocer ante ella que es bisexual y que le gustan tanto los hombres como las mujeres, pero según su propia confesión no había estado con ningún hombre desde que había conocido a su novia, lo que no había hecho olvidar el placer que representa este acto y que quiso en cierta manera vengarse de ella con este acto y que lo único que consiguió fue correrse de gusto.

Después de esta charla y ya en un tono bastante mas relajado yo les dije que ya que ambos aceptaban la situación que lo que a mi me faltaba era follar con ella, ambos se sonrieron y me dijeron que para eso estábamos allí y que ahora subiríamos a su casa y lo haríamos a gusto. Dicho y hecho, nos fuimos a su casa y en breves minutos estábamos los tres desnudos en la cama, esto me parecía un poco raro pues yo era el que quería follar con ella aunque no me importaba que el mirase pero no me apetecía demasiado tenerle desnudo a mi lado tocándome por todas partes e incluso guiando mi polla a al coño de su novia, cosa que hizo con sumo placer y donde fui recibido por un coño caliente y húmedo, que realizaba movimientos de contracción y dilatación muy precisos que me provocaban una excitación mayúscula, sabia follar, así estuvimos un buen rato follando en un mete y saca perfecto mientras el se masturbaba a nuestro lado, yo me corrí muy a gusto en su coño, sin dejar que se escapase una sola gota de mi semen de tan linda cueva y ella tuvo varios orgasmos, pero como no tuvo bastante una vez que yo había terminado ella se masturbo obligando a su novio a comerle su coño con mi semen brotando de el y llamándonos maricones y otras lindezas tales como que no éramos capaces de satisfacer a una hembra como ella con la polla y  que tenia que masturbarse para poder correrse y un largo etcétera.

El novio se iba calentando a cada frase y cada vez se me arrimaba más a mi y yo a mi vez mi iba arrimando más a ella, con lo que en poco tiempo me encontré de nuevo follándola y a el tratando de darme por el culo, cosa que en un principio me sobresalto y rechace, pero ella me trataba de hacer olvidar lo que tenia por detrás y el insistía una y otra vez, la verdad es que como tenia una polla bastante delgada, aunque me hacia algo de daño, logro meterla, produciéndome un largo espasmo que sirvió para que a mi vez volviera a eyacular en el coño de Juani y el a su vez echarme un buen polvo en mi culo, era la primera vez que me pasaba esto y al terminar me encontré muy extraño y con una sensación que no podía explicar.

Nos despedimos y quedamos en vernos al regreso de su viaje de novios, cosa que así sucedió y desde entonces y hasta hace aproximadamente dos años hemos seguido teniendo relaciones de trío incluso en los dos periodos que ella se quedó embarazada nosotros continuamos con la relación. Pero eso es otra historia que contare en otro momento.