La buena, la mala y yo (capitulo 5)

"Algún día sabrás toda la verdad y tendrás que perdonarme. Por ahora no te puedo decir nada, seria difícil de asimilar pero te aseguro que te enteraras de lo que realmente paso."

CAPITULO CINCO

Toda la semana fue un batallar con Dom. Su ropa sucia tirada en el suelo, un desorden en el baño, la cocina estaba hecha mierda y ella ni se inmutaba. En realidad solo volvíamos a ser las de antes. Por desgracia ya me había acostumbrado a estar sola con Pelusa y mantener todo en orden por mi cuenta pero de la nada llega ella y me destruye el ritmo de vida. El reclamo se dio mientras construía un rompecabezas 3D y Dom jugaba con Pelusa a la pelota. El juguete cayó justo encima de mi Big Ben y destrozo más de dos semanas de trabajo por tiempos. Estalle con furia contra la mujer, mi niña no tenia la culpa.

-¡¡¿Lo hiciste a propósito?!! -. Era preferible gritarle lo mas fuerte posible.

-Lo siento, fue un accidente -. Logre mi cometido y respondió muy bajo.

-¡¡Un accidente nada!! Se que te encanta destruir todo lo que hago, es tu costumbre.

-¡¡Es tu maldita culpa por ponerte a construir estas cosas en la sala!!

-Ahora resulta que la culpa es mía -. Me quejaba con sarcasmo –Es tu maldita culpa en realidad. Me acostumbraste a estar sola. Tú me abandonaste.

-Seguirás recordándome todo el día, todos los días, ¿verdad? -. Se me acercaba lentamente hasta que tuve sus manos en mi rostro y su cabeza en mi pecho –Algún día sabrás toda la verdad y tendrás que perdonarme. Por ahora no te puedo decir nada, seria difícil de asimilar pero te aseguro que te enteraras de lo que realmente paso.

Me la quite de encima y continúe construyendo lo que había desecho.

Para la fiesta de noche vieja, Annie nos invito a casa de uno de sus amigos es una zona exclusiva de la ciudad. Obviamente que fui junto a Lorena pero también nos acompañaron Eliza, Karla, Arturo, Luis y Marla. En fin, la casa era enorme y estaba a reventar de gente. Todos en sus grupitos bebiendo y fumando como si fuera el fin del mundo, algunos estaban en la piscina a pesar de que casi estaba que congelaba el clima y Annie ya había empezado con sus cosas. La vi metiéndose una raya pero cuando nos vio, se hizo la loca y se acerco fingiendo que nada había pasado.

-Que genial que se decidieron a venir.

-Ann, ¿Quién vive aquí? -. Le pregunto Lorena observando todo el lugar.

-Del padre de un amigo. Míralo -. Señalo a el típico mirrey –Es Carlitos Olvera.

Un tipo gordo, muy alto, cabello muy corto, camisa rosa con rayas blancas abierta demasiado del pecho, pantalones ajustados de color caqui y mocasines de mismo color. Se acerca y abraza a mi hermana de manera muy cariñosa.

-¿Qué paso, chavas? -. Nos saludo a las mujeres de beso y a los tipos con un abrazo muy pegajoso.

-Ella es mi hermana y su novia Lorena. Los demás son sus amigos.

-Pues están en su casa. Tenemos lo que quieran en la mesa de allá, la piscina esta climatizada y lo que necesiten, avísenme -. Este tipo hablaba con la papa en la boca.

Me dio por girar la cabeza hacia la derecha y vi a mi archienemigo, Ramsés Covarrubias. Al parecer el también me vio por lo que se acerco contoneando las caderas.

-Hola, Dibildox. ¿Qué te trae por acá? Pensé que después de Dom no asomabas la cabeza a la calle.

-No me molestes, Ramsés. Lárgate de aquí.

-No intentes correrme, gata.

-¿Gata? Mira perrita de sin raza… -. Comenzaba la típica discusión que teníamos siempre.

-Me dijo perra –. Se reía –Mira, estúpida…

-Cállate jota falsa. Retírate de mi vista si no quieres que vuelva…

Llego Dom algo ebria. De hecho Ram era amigo de Dom desde que protagonizaron juntos una obra de teatro en la preparatoria.

-No sabia que también te habían invitado – Se acerco y nos saludo a todos menos a Lorena.

-Llegas a tiempo, amiga. Tu gatita me estaba amenazando.

-No es su gatita -. Me defendió Lorena con evidente molestia –Si no te importa, retírate por favor.

-¿Tu quien eres y por que me estas hablando? -. Grito histérico.

-Soy Lorena, la novia de Sam.

-Lorena ¿who? Ni quien te conozca, básica.

Comenzaron a hacerse de palabras los dos. Detrás de nosotros los chicos se reían y trataban de calmar a Lorena.

-…Pero al menos yo no la abandone -. Culmino Lorena.

Vi como la expresión de Dom cambio por una sumamente triste. Era momento de intervenir y calmar el ambiente.

-Tú lárgate maldita jota payasa antes de que te arranque las extensiones -. Le puse la mano en el rostro maquillado en exceso y lo empuje. Termino quejándose y chillando porque le arruine el maquillaje.

Fui con Dom y la abrace por la espalda ante la vista de todos.

-Dom, en serio, no te culpo por lo que paso pero debes explicármelo para entenderte y que podamos cambiar de pagina. Ven, te llevo a casa.

Nos subimos al auto únicamente Lorena, Dom y yo. Los demás se quedaron en la fiesta. Conduje en silencio hasta casa y ahí nos quedamos las tres.

-¿Me vas a decir que paso?

-No puedo -. Me dejo con Lorena en la sala y se metió a su habitación.

-¿Regresamos a la fiesta? -. Le propuse.

Negó con la cabeza, tomo sus cosas y se marcho.

Luego de ese suceso, Dom comenzó a ser más ordenada con sus cosas. Para cuando me iba al gimnasio o a correr, ella ya se encontraba limpiando algún lugar de la casa. Ya fuera el suelo, el baño, las habitaciones o la cocina. También lavaba la ropa de las dos, hacia las compras y hasta me ayudaba con la organización del restaurante.

Note que Lorena se comportaba más distante conmigo después de eso. En las cenas solo se limitaba a seguirme la plática y la vida sexual se fue en picada. Únicamente salíamos dos o tres veces a la semana y después de la cena cada quien a su casa. Por lo tanto decidí arreglar el problema.

-Dime por que estas molesta.

-No estoy molesta -. Contesto muy seca.

-Si es por Dom…

-Ya me tiene harta. ¿Qué pensarías si tu novia vive con su ex que en realidad no es su ex porque nunca terminaron ya que ella se fue sin explicación alguna y de la nada regresa; Se ven todos los días, se conocen completamente y hasta comparten circulo social en el que por cierto me veo poco incluida  y para colmo, sientes a tu mujer como si aun siguiera enamorada de ella?

-¿Fue por el abrazo de la fiesta?

-En parte. Aun la miras con ese brillo especial. Te pones nerviosa cuando alguien la menciona y te preocupas por ella.

-Te aseguro que entre ella y yo no hay absolutamente nada. Si estoy contigo es porque te quiero a ti. Solo te pido que confíes en mí.

Sonrió apenada y me beso dulcemente.

-Confió en ti.

Esa fue nuestra segunda pelea y todo por culpa de Dom. No podía correrla de casa porque también era suya y yo no me iría por obvias razones. Mas valía comenzar a llevar la fiesta en paz.

Dormía tranquilamente cuando me despertó el sonido de mi celular. Hacia tiempo que esto no sucedía. En esta ocasión no era la voz de Annie aunque si era su numero.

-¿Hola? ¿Con quien hablo?

-Soy la hermana de Annie.

-Soy amigo de la Flaca. ¿Puedes pasar por ella? Se le paso la mano y esta mal.

Me levante de inmediato y salí en pijama, tome el auto y la dirección. Conduje como demonio hasta que llegue. Tenían a mi hermana desmayada en un sofá.

-¿Qué le paso?

-Se cruzo y no reacciona. Si llamábamos a la ambulancia, vendría la policía y todos estaríamos en problemas.

-A costa de la vida de esta pendeja. Ayúdame a subirla al auto.

La pusimos con cuidado en la parte trasera del auto y me fui lento pero seguro a un hospital privado donde papá tenía un amigo que se encargaba de estas cosas. Por suerte mi señor padre y mi señora madre no estaban de guardia así que no tuve problema alguno. Durante la desintoxicación me interrogaron los médicos que la atendieron y tuvieron que llamar a nuestros padres.

-¿Cómo fue que Annette tuvo una sobredosis? -. Me gritaba en su oficina dentro del hospital. Eran las seis de la mañana.

-No tengo idea, papá. Solo me llamaron para que fuera por ella.

-No puedo creerlo, Samantha. Primero tu y ahora ella. Ya no se ni en que falle.

-En nada. No es tu culpa. Annie ya es adulta y sabe lo que hace. Solo deberías meterla en cintura.

-Supongo que no me estas diciendo que hacer.

-Es un consejo.

Manuel Dibildox, mi padre era El jefe de trauma en la sala de urgencias de un hospital público y daba consulta en uno privado. Alto, delgado, cabello castaño muy claro, ojos verdes, piel muy blanca, usaba gafas gruesas y tenia una actitud de la mierda. Mamá insistía en que solos exactamente iguales tanto físicamente como en carácter.

Como siempre, me culparon de todo y regrese a casa. Ya no dormí. Solo tome un baño, discutí con Dom para que sacara a la perra a pasear, desayune y me fui a trabajar. No se cuando pero me quede dormida en la oficina. Había llegado a casa a las tres y media hora después ya estaba dormida, a las cuatro me despiertan y ¡boom! Me dejaron sin dormir.

Annie me despierta luego de algunas horas.

-Vamos, Sam, despierta. Necesito hablar contigo.

Levante la cabeza y la vi medio borrosa. Me puse las gafas y la situación se aclaro un poco.

-¿Cuándo saliste del hospital?

-Me dieron de alta a las nueve de la mañana y mírame, completamente sana.

-Papá me regaño por tu culpa. Cree que es por mi el hecho de que estas en drogas.

-Que ingenuo. Bueno, tengo sospechas de que tu ex regreso. Me pareció verla.

-¿Neta? -. Dom estaba justo venia entrando a mi  oficina –Esta detrás de ti.

Gira sobre si misma y se encuentra frente a frente con su rival. Ellas nunca, nunca, nunca se han llevado bien. Son como el agua y el aceite. Dom se queja de que mi hermana es una maldita mimada y Annie le dice marimacho a Dom. Ella no es precisamente masculina pero si es muy tosca en tratos.

-Dominica “perra infeliz traicionera” Noriega. ¿Quién te dejo volver?

-Tu no y es Dominique -. Tenia tiempo sin verla furiosa. -Si me la hiciste una vez, no volverá a suceder. Dile a tu hermana que paso exactamente, maldita ladrona.

-Fue tu culpa por no querer cooperar. Te di opciones y las rechazaste.

-¡¡Mentira!!

Dom casi se abalanza hacia mi hermana pero me interpongo en el centro y me llevo tremendo puñetazo en la mandíbula. Juro que hasta vi estrellitas. Paran la pelea y Dom se me acerca para ver que sucedió.

-¿Te sientes bien?

-Si, solo fue el golpe,

Me toco el rostro con tanta ternura que simplemente me deshice por dentro. Volví a sentir ese cosquilleo en mi interior, el cosquilleo bonito, no el sexual. El contacto de nuestras pieles y miradas ya había durado demasiado. Aclare mi garganta para romper la tensión.

-Retírense las dos por favor. Por ahora no quiero que me digan nada. Pactemos un encuentro y me lo platican todo.

No había objeción alguna y ambas se marcharon ante la mirada de los compañeros que se acercaron para ver que sucedía.

-Compañerita, le tengo una sorpresa. Vístase elegante y paso por usted a las nueve -. Escuchaba la voz de Lorena tras el auricular del teléfono.

-Estaré lista cuando venga, madame.

Cortó y seguí con mis cosas. Luego del enfrentamiento de hace días en la fiesta aquella, Dom no me dirigía la palabra y Annie no se aparecía ni para pagarme. No es que alguna vez lo haya hecho pero tenía que ser responsable con sus actos. Y justamente a destino se le ocurría ponerlas juntas en la misma habitación. Acabe los pendientes, avise a Eliza que me iría temprano y les encargue el changarro por el resto del día. Supuse que les estaba cargando la mano pero los recompensaría poniendo un gerente o algo. Ya se me ocurrirá algo bueno.

Arroje la filipina en el sofá y entre a bañarme pero si de inmediato. Tenía un vestido nuevo que acababa de comprar por lo que decidí usarlo esa noche. Era nuestro cuarto aniversario y supuse que esta vez si podríamos hacer algo. Pasó puntal a la hora estipulada y condujo hasta la zona restaurantera de la ciudad, al norte. El lugar inauguraba esa noche por lo que estaba hasta las manitas.

-El lugar es de un amigo mío. Yo hice los planos, ¿Qué te parece?

-Increíble. ¿También supervisaste?

-No, eso lo hizo otra persona.

Pidió la carta y se acerco al mesero para pedirle algo al oído y asegurarse de que no la escucharía. El joven asintió y se retiro.

-Solo déjame consentirte el día de hoy. Déjame ordenar y confió en que te guste. Será complicado pero quiero conocerte mejor.

-Vamos a ver que tanto me conoces.

Rato después llego el mesero con dos entradas. Crema de aspecto rosado. El peor error de mi vida fue ir con catarro controlado a esa cita. No percibí bien el olor del platillo y lo probé sin más. Eran mariscos. Rosa, mariscos, comenzó una tos espantosa y sentía mucha comezón en el rostro y el cuerpo.

Me levante disculpándome y Salí al estacionamiento. Se supone que en la bolsa que deje en su SUV tenia mis pastillas para alergia. Llego casi de inmediato a mi lado.

-¿No te gusto o… que te pasa? -. Su semblante anunciaba que si me encontraba mal.

-¿Tenia camarón? -. A penas y pudo salir un hilo de voz.

-Crema de mariscos. Tú eres la chef.

-¡¡SOY ALERGICA A LOS CAMARONES, CARAJO!!

-Dime que hago.

-Madre… hospital.

-¿Llamo a tu madre y te levo al hospital?

Esto comenzaba a desesperarme. Marque de mi celular el número de mamá y se la pase a Lorena. Hablaron en lo que me subía al vehículo y ella arrancaba.

Llegamos al hospital en menos de cinco minutos. En esta ocasión valió la pena el coraje que hice por su manera de conducir. Mi madre ya esperaba en la puerta de emergencias.

Estuve mas de tres horas con suero intravenoso y soportando la cara de arrepentida de mi novia. No era su culpa y no se lo reprochaba por lo que solo comencé a reír.

-Ya cálmate, estoy bien. Sucede mas seguido de lo que piensas y bueno, ya conociste a mi madre.

-Es Annie con 25 años más.

-27 en realidad. De suerte que papá esta en consulta.

-Así que tus padres son médicos.

-Si. La única esperanza es tontín. Ya esta cursando el primer año y le encanta.

-¿Tienen otro hermano?

Sonreí. Creo que es hora de conocernos a fondo. Aun me quedaban un par de horas y no teníamos nada que hacer.

-Platícame todo lo que tenga que saber de ti y yo hare lo mismo. Así no tendremos percances como este.

Hablamos de nuestros pasados durante todo el tiempo que estuve desintoxicándome en el cubículo de emergencias. Era una persona realmente fascinante o será que no acostumbro salir con gente más grande que yo. En realidad Dom había sido mi única novia oficial en todo este tiempo.

Lorena era genial hasta el punto donde se puede ser genial. Considerada, con modales, sabia donde trabajaba, me conto la mayor parte de su vida desde que se mudó hasta como llego a esta ciudad.

-Y realmente me fije en ti cuando fuiste a recoger a tu hermana a una fiesta. Recuerdo que estaba ahogada en alcohol y te la llevaste cargada.

-¿En cual de todas? Fui muchas veces a recogerla en ese estado.

-Una de muchas. Luego te reconocí cuando fuimos a tocar y quede encantada. Eres todo lo contrario a tu hermana.

-Me lo han dicho mas veces de las que recuerdo. Creo que ya sabes también gran parte de la historia. Después te mando algún correo con mi historial de alergias.

Entra mi madre al cubículo. Sonríe para Lorena y revisa el suero.

-En diez minutos mando a una enfermera para que te lo quite. Ya podrás irte.

-Muchas gracias, mamá. Por cierto -. Señale a Lorena. -Lorena Melo, mi novia.

Sonríe más ampliamente y estrecha la mano de mi mujer.

-Mariela Dávila. Mucho gusto. ¿Puedo saber tu segundo apellido?

-De La Peña.

-Tu madre es Gabriela De La Peña, ¿no?

-¿La conoce?

-UNAM. Ella arquitectura y yo medicina. Dale mis saludos -. Voltea a verme -Mucho mejor que la otra. Para que te fijes con quien andas. Nos vemos.

Tres palabrillas más y mi madre se fue a hacer su trabajo. Al menos a mamá le agrada. Eso ya es ganancia.

Ahora si un poco mas largo para compensar un poco el anterior. Gracias por leer.