La buena, la mala y yo (capitulo 13)

Creo que estoy haciendo las cosas mal.

CAPITULO TRECE

Eran principios de mayo y con eso,  el obligatorio día de la madre. Mama celebraba con sus compañeras del hospital y Lorena fue a ver a la suya. Ese día me quede hasta tarde en el restaurante para terminar el inventario de insumos. Sola, después de las tres de la mañana y de reojo veo una sombra en la puerta de mi oficinilla. Me levanto con suma cautela y abro la puerta.

-Manuel, ¿Qué haces aquí? -. Era mi padre.

-Buenas noches, Danielle. ¿Cómo estas?

-Estoy, gracias –. Papá era el único que nos llamaba por el segundo nombre.

-Yo igual -. Al parecer se arrepintió y ahora regresaba sobre sus pasos.

-¿A que viniste?

-A verte.

-Si es por lo de la boda, no pienso cambiar de opinión aunque no te parezca.

-De eso estoy consiente -. Continuaba dándome la espalda. –No venia a eso.

-¿Entonces?

Al fin volteo y entro a la oficina, empequeñeciéndola aun mas con su imponente altura.

-Necesitaba hablar contigo. Tu madre me convenció para venir. Ya es demasiado el tiempo que hemos estado distanciados.

-¿Piensas arreglar las cosas casi seis años después? Logré bastantes cosas sin ti. Eso prueba que no te necesito.

-Pero yo si. Eres mi orgullo. Marie es un desorden completo. Se me fue de las manos y mira como acabo. Alejandro no tiene carácter. Me da gusto que siga mis pasos pero le falta mucho -. Se notaba que era complicadísimo para el. –Hasta ahora la única que sé que ha triunfado sola, eres tu. Estoy arrepentido de haberte echado de casa así como así pero, fue impactante la noticia. Mariela intercedió por ti durante mucho tiempo pero soy obstinado y no iba a permitir que la luz de mis ojos saliera con esas cosas. Ahora estas a punto de hacer tu vida junto a alguien más. Es increíble la rapidez con la que crecen.

-Papá -. Tenía años sin llamarle así de frente. –No estoy segura de lo que estoy haciendo. No quiero casarme.

Me miro con ternura y sus ojos se llenaron de lágrimas.

-¿Por qué?

-Creo que estoy haciendo las cosas mal.

-Todo lo que hagas tiene una razón de ser. Desconozco tu vida desde este punto pero confió en que tomaras la decisión correcta sea la que sea.

-Eso no me ayuda -. Lo abrace muy fuerte y ambos lloramos. –Igual, ya todo esta perdonado. Discúlpame también por no haberte buscado más que para desgracias.

-Discúlpame por no haberte apoyado cuando lo necesitabas.

-Todo olvidado a partir de hoy.

Y así quedo la cosa. No me ayudo con mi problema pero al menos nos perdonamos y desahogamos.

Unos meses después del suceso con Annie y Dom, la primera se decidió  a visitarme. Aun traía vendajes en el brazo. Suspire aliviada al ver que si se recuperó completamente y acepto nuestra ayuda. No supe que paso en ese lapso de tiempo ya que entre los preparativos de la boda y mi bebé restaurante, terminaban con mi tiempo y ganas de vivir. Estaba estresada pero dentro de poco, valdría la pena. Solo faltaban cuatro meses para la boda y ya me faltaban muchos cabellos.

-Sam, quiero saber si me podías hacer un favor.

-Eso depende.

-¿Podrías decirme por que carajos le dijiste a mamá lo que paso?

-No tengo idea de lo que dices. No le comente nada. Únicamente le dije que estabas un poco mal y que te ayudara pero fue hace mucho.

-Pues alguien le dijo que hago a parte de la escuela -. Como si nadie mas supiera.

-Esa persona no fui yo.

-¿Mamá habla con tu ex?

-No lo creo. La odia.

-Ese es papá.

-No. Mamá también la odia. ¿Te dijo como se enteró?

-Nop. Estoy en graves problemas. Me van a quitar todo -. Sonaba falsamente preocupada.

-Deja lo que estas haciendo. ¿Puedes?

-No es tan fácil.

-Arregla todo y tal vez hable con Dom para que interceda por ti y te libres de toda esa basura.

-Ya estamos a mano. Se vengo de mí. Yo hice que se fuera y luego la mande enterrar pero con las que me ha hecho, ya pague con creces todo -. Creo que al fin caía en cuenta de sus errores.

-Trataré de hablar con ella pero no te garantizo nada.

-Ayúdame con lo que puedas.

Ahora me tocaba meter las manos al fuego para que todo esto terminara con un final feliz.

Bendito julio. Estaba de cumpleaños y me armaron una súper mega fiesta en mi maldito restaurante. Me obligaron a salir a eso de media noche con la excusa de que Lorena me tenía un regalo y que debíamos vernos en mi casa. Total, fui y en efecto, ahí estaba pero me hizo regresar luego de dar vueltas como idiotas por toda la ciudad durante más de una hora.

Llegamos y el lugar no era el mismo. Estaba cerrado pero dentro estallaba la música. Esperaba una multa enorme pero de casualidad Dom estaba ahí y dijo que si había problemas, con una simple llamada lo arreglaba. Así se solucionan muchas cosas en mi pueblo.

Estaban todos mis amigos (Annie incluida), algunos amigos de Lorena y otros de mi hermano. Me felicitaron absolutamente todos y como siempre, Lorena se monto en el escenario y siguió con la música. Tocaron especialmente para mí, las tres canciones que más amo en la vida “Plush” de Stone Temple Pilots, “Scream” de Misfits y “Holding Out For A Hero” de Bonny Tyler, a demás de un amplio repertorio en el que mi novia solo bajaba a besarme entre canción y canción. Al final me dedico una guapa versión de “Never Gonna Be Alone” de Nickelback. Joder, estaba ebria y sentía culpa por lo que me puse a sollozar y se bajo al final de la canción para abrazarme. Paso sin pena ni gloria pero quede al día siguiente para regañarlos a todos por lo que hicieron.

Al día siguiente no tuve corazón para hacerlo y me di a la fuga con Lorena para acompañarla a comprar el vestido. Quedamos en que la ceremonia seria sencilla. Nos casaríamos en una palapa que pertenece a los padres de Lorena y el juez iría al lugar antes de las cinco.

Faltaban dos meses y mi cabeza tenia como mil cabellos menos. Cada vez sentía más la presión y Dom no ayudaba mucho. Reclamaba cada que tenia oportunidad y para evitar caer en su trampa, salía a caminar con Pelusa o me iba a algún lado.

Un mes antes de la boda, Lorena me cito para darme lo que ella decía “Una noticia chingona”. Quedamos en un restaurante cercano al mío.

-Más vale que sea importantísimo. Esto de consumir con la competencia no me agrada nada.

-Olvídate de eso por un rato y escúchame. Me acaban de dar un jugoso proyecto.

-Felicidades. Me alegro -. Era sincera.

-Gracias. El caso es que… no es en la ciudad. Tengo que supervisar y manejar la construcción de unos puentes más al norte. Ya es un hecho y me necesitan a partir de agosto.

-Pero nos casamos en septiembre.

-Lo se. Vendría para la boda. La duración de la obra es de un año. Tenía planes de visitarte cada fin de semana.

-Podría visitarte también.

-Quiero que te vengas conmigo.

-Eso ya lo hice muchas veces -. Comencé a reír ante mi mal chiste.

-Esto es en serio. Te quedas un mes en lo que arreglas y designas un encargado para el restaurante y te vas conmigo cuando ya estemos casadas. ¿Te parece?

-¿Es una consulta o me estas obligando?

-Si no te quieres ir, esta bien. Programaríamos las visitas. Así que tampoco le veo inconveniente pero me gustaría que vinieras conmigo. Decidas lo que decidas, me marcho en tres días. Como te digo, es solo un año así que regresaríamos.

-Necesito pensarlo. No es fácil dejar todo así de repente.

-Tienes todo el mes para pensarlo. No te exijo que nos vayamos el día siguiente a la boda pero si que me respondas cuanto antes si lo vas a hacer y mas o menos para cuando para hacerme a la idea y tenerte todo listo.

-Lo pensare.

Ahora si que me ponía en un gran apuro. Esto me obligaría a dejar todo. Tampoco teníamos establecido donde íbamos a vivir. Ella comparte casa con su primo por ahora y yo con Dom.

-Por cierto, ¿Dónde viviremos después de casadas?

-En mi depa. Anuar ya se va. Te dije que estaría un tiempo y ese tiempo ya se acabo. Lo he pensado todo.

De nuevo estaba tomando decisiones sin consultarme.

-¿Algo mas que hayas hecho sin decirme?

Me miro extrañada.

-¿Por qué te pones en ese plan?

No podía haber reaccionado peor. En realidad quien más fallos había tenido era yo.

-Nada personal. Son asuntos ajenos a ti que me traen vuelta loca. Estoy bajo mucho estrés. Quiero dejar a Eliza como encargada pero no se si vaya a querer. En caso de que diga que si, es cuestión de buscar otro bar tender. Será complicado.

Continuamos hablando de nuestros planes que sonaban mas a separados que a “somos una pareja”.

Hola de nuevo y gracias por leer. Oficialmente esta es la recta final o el penúltimo capitulo, como se le pueda llamar. Hice el final en dos partes o mas bien, hice dos ramificaciones de final. Uno representa lo que pasó en realidad y el otro es lo que me gustaria que hubiera pasado pero de todos modos pienso publicar ambos. Nos leemos luego y gracias por los comentarios, Yo tambien odio a esas chicas.