La buena, la mala y yo (capitulo 10)
-¿Te casaras con ella? ¿Me vas a dejar así como así?
CAPITULO DIEZ
Viajamos cerca de dos horas ya contando el tráfico para llegar hasta San Nicolás de los Garza en Nuevo León que es donde actualmente residen sus padres.
-Entenderás que es la primera vez que visito a los padres de alguna novia. Estoy demasiado nerviosa.
-Eso supuse. Mis padres son alivianados. No hay problema alguno.
Llegamos y la pareja ya estaba esperando en el porche. Grata sorpresa al ver que Lorena es una mezcla entre ambos. Que si el cabello de la madre, los ojos del padre, la sonrisa de su madre y el porte de su padre.
Se lanzo para abrazar a los señores mientras me bajaba del auto tímidamente y me acercaba a ellos.
-La famosísima Samantha -. Dijo su padre muy sonriente –Lore no se cansa de hablarnos de ti.
Sonreí bastante apenada. Se acerco y me dio una palmada en la espalda.
-No seas tímida, somos buena onda. ¿Cómo dices que te apellidas?
-Dibildox.
-¿Qué mas? -. Ahora era la madre.
-Attíe.
-Ahhh pues tu mami, Mariela, mando saludos la vez pasada, ¿no?
-Eso creo.
-¿Cómo se encuentra?
-Trabajo por todas partes. Entre el hospital y la casa, a penas le queda tiempo de para ella.
-¿Sigue casada con Manuel?
-Aún.
-¿Sabes como le decíamos en la universidad? “Monserga”. Prácticamente todo el día estaba chingando. Discúlpame pero no entiendo como congeniaron tus padres -. Comento el suegro.
Esta platica era bastante incomoda. No es de suponerse que tus padres y los de tu novia se conozcan tan bien.
Durante el día ayude en lo que pude y a la hora de la cena todo transcurrió muy ameno entre charlas que no entendía muy bien, anécdotas sobre mis padres en la universidad, el típico comentario vergonzoso de la niñez, risa y mas risas. Extrañaba mucho la convivencia en familia pero era casi imposible que pusiera un pie en casa tras todo este tiempo. A media noche se abrieron los regalos. Traje cosas simples y neutras para sus padres (un bolso y un juego de bolígrafo y billetera), así como algo bonito y especial para Lorena. Le di un precioso collar y un abrigo al que note que le echo un ojo mientras paseábamos unas semanas antes. Ella me obsequio un bonito reloj, una chaqueta y algo que realmente no me espere nunca.
Saco una pequeña caja de su bolsa. Dentro de la caja estaba una pelota. Se hinco frente a mi y abrió la pelota. Un anillo de compromiso.
-Sam, desde el momento en el que te conocí, supe que eras distinta a las demás chicas. Al principio me trataste con indiferencia pero supe ganarme tu corazón poco a poco. Después, te conocí mejor y aunque admito que me asusto tu pasado, no me da miedo proponerte un futuro juntas. ¿Te casarías conmigo?
Se me fue el aliento, me puse roja, se me fue el color, recupere el aliento y se me volvió a ir. Sus padres esperaban mi respuesta y yo solo reía como retrasada.
-¿Si? -. Titubeaba.
-¿Es una pregunta o una afirmación?
-Afirmación.
Se levanto y me abrazo tan fuerte que casi me saca la cena. Me levanto en el aire y reía más feliz de lo que la había visto nunca.
Dentro de mi solo estaban los focos naranjas de “creo que estas cometiendo un grave error” aunque aun no llegaban a rojo. Era justo que olvidara a Dom y empezara una vida nueva pero nuestra última charla me hizo pensar algunas cosas. Ya no había vuelta atrás. No podía decirle que se en un segundo y al otro cambiar de opinión. Me estaba volviendo completamente loca.
Llegaron sus demás hermanos. Siempre creí que era hija única o algo parecido pero en realidad tiene cuatro hermanos. Todos se pareen demasiado. Solo que barbas, bigotes, cortes de cabello y estilos es lo único que los hacen diferentes. El mayor era Miguel (alto en extremo, fornido, de espesa barba negra y unos ojos risueños color almendra), Gibrán (igual de alto que Miguel pero muy delgado y con el cabello castaño contrastando con unos expresivos ojos muy oscuros), Leonardo (un poco mas bajo que los dos anteriores, cabello negro, barba recortada, ojos color miel y una piel mas blanca que los demás) y por ultimo Claudia (similar a Lorena pero mas bajita, cabello negro hasta los hombros, ojos miel y tan blanca como la madre). Una familia hermosa donde todos están casados y con mínimo un hijo a excepción claro, de Lorena. Estaba realmente incomoda junto a ellos y mas incomoda porque lo único que hacían era hablar de planes de boda, recordarme lo bonito que esta mi anillo de compromiso y jurar y perjurar que era la mejor chica que Lorena había traído a casa. No era capaz de seguir completas las conversaciones y supongo que creían que sufro algún retraso debido a esto. No me importa mucho.
La velada fue de lo más lindo pero tenia que regresar a casa y atender mis asuntos. Me encuentro a Dom por la noche cuando llegaba de trabajar y me miraba de manera extraña. Reparo en mi mano izquierda. Me partió el corazón la expresión que puso en su rostro.
-Dime que no es cierto.
-¿Qué cosa?
-¿Te casaras con ella? ¿Me vas a dejar así como así? –Notaba tristeza y desesperación en su voz
-En primera, no te estoy dejando porque no hay nada entre nosotras y en segunda, si, me voy a casar con ella –Y yo no estaba tan convencida.
-Que broma de tan mal gusto -. Ahora si se encontraba al borde de las lagrimas. -Pero, yo te amo. Sabes que te amo y se que me amas pero, ¿aun así aceptaste casarte con ella? Que poca madre.
-Escúchame bien, no tengo porque darte explicaciones de mis acciones y decisiones. Soy un adulto independiente que se libró de ti hace mucho y creo que si me caso o no, es problema mío.
-Pero no te veo convencida. No la quieres tanto como a mí.
-No voy a caer en tu estúpido juego. Fuiste una perra conmigo y me abandonaste. No pienso regresar contigo ni aunque seas la última persona disponible en el planeta. A demás, ya tengo a alguien que me ama y me cuida porque tú no supiste hacerlo en su momento. Créeme que me estoy cansando de tu actitud y un día de estos… -. No podía continuar, no se me ocurría nada. Se veía preciosa y eso me distraía. Siempre que me miraba de esa manera, no me quedaba mas que ceder.
-¿Qué?
Se me acerco cual serpiente a su presa. Estaba hipnotizada y en su poder. Ladeó su cabeza, esbozó media sonrisa y coloco su mano derecha en mi nuca.
-Estoy casi segura de que la vas a dejar plantada. Vámonos de aquí, deja todo y huye conmigo. Nos amamos y lo sabemos. Tienes para decidirte, a partir de esta noche.
Sin más miramientos, me deje llevar y junté mis labios con los suyos en un arranque pasional tremendo. Mi lengua jugaba con la suya. Mis labios se apretaban en su boca dejándome saborearla. No había inhibiciones a pesar de que ninguna de las dos estaba ebria. Nuestras manos jugaban en el cuerpo contrario. Me arranco la ropa en un santiamén para después tirarme al sofá violentamente. Estaba enojada pero me deseaba. Ese es el don de Dom, pasa de una emoción a otra en un periodo corto de tiempo.
Ahí estaba, desnuda y abierta de piernas con mi ex novia entre ellas. Gemía y jadeaba de placer mientras ella ronroneaba. Era irónico que la mano con la que sostenía su cabeza y jugueteaba con su cabello, era la misma que portaba el anillo que me había dado mi futura esposa. Lo se, era mierda pero estaba tan confundida acerca de mis sentimientos por ambas. Sabía la respuesta, mi corazón la gritaba pero tenía que hacer lo correcto y debía cumplir mi promesa, olvidar a Dom y casarme con la mujer que hasta ahora ha luchado por mí aunque no la ame tanto como ella lo hace.
Terminamos exhaustas por lo que solo tome mi ropa, me puse únicamente la interior y procedía a entrar a mi habitación cuando suena el timbre y Pelusa comienza a ladrar asustada. Dom se puso alerta de inmediato.
-Quédate detrás -. Me ordeno.
Abrió la puerta lentamente… era Manuel algo borracho.
-Perdón por el susto pero como vi luz… -. Nos miro y sonrió pícaramente. –girls just wanna have fun.
Y se fue riendo a carcajadas. Eso solo fue el antecedente a una de las peores noches de mi vida.
Hola, aqui el siguiente capitulo. Muchas gracias por leer y espero no defraudarlos. En cuanto a las consecuencias de las decisiones estupidas de Sam, pasara algo increible pero todavia falta ya que vamos mas o menos un poco despues de la mitad. Gracias de nuevo por sus comentarios, me sonrojan jaja. Nos leemos luego.