La buena esposa
Esto es la historia de como mi mujer empezó a cumplir todos mis deseos y descubrió un mundo excitante y placentero para ella obedeciéndome.
-¿Qué quieres que me ponga?
Dios mío!!!!!! La de tiempo que llevaba esperando esa pregunta y en esas circunstancias de mi mujer.
Tras doce años de matrimonio con muchas más cosas buenas que malas y dos hijos en lo concerniente al sexo mi mujer era muy tímida y recatada, habíamos usado juguetes eróticos, practicado sexo en la calle, sin que nos viera nadie por supuesto, de vez en cuando jugábamos en la intimidad del dormitorio a alguna perversión pero siempre era yo el que proponía y el que hacia todo, ero lo que más me ponía era hacer el papel de amo y pensar en ella cumpliendo mis deseos con otro. Se lo propuse muchas veces pero era algo superior a sus fuerzas ,la proponía también ir a un local de ambiente liberal pero nada y mucho menos invitar a algún hombre a casa para un trio y ya no sabía como proponerlo ni como tan siquiera que fuera más activa hasta que un día la dije:
Cariño va a venir Jose mi amigo del barrio a tomar una cerveza y ver el partido, ya sabes que si estas con nosotros no voy a parar de pensar en un trio y no le podre atender bien ya que tendremos muchas cosas de que hablar puesto que hace tiempo que no nos vemos y si estas espero que sea para cumplir todas mis ordenes(la dije entre sonrisas) sabiendo que su respuesta iba a ser negativa pero de repente se gira y me dice:
S-¿Qué quieres que me ponga?
Y-que quiero que te pongas que más
S-¿Qué quieres que me ponga señor? (en ese momento supe que iba a cumplir todos mis deseos y que íbamos a disfrutar de lo lindo)
Me fui a su armario y la ordené (me metí en el papel al segundo) que se pusiera una minifalda muy mini con vuelo un culot de encaje rojo y una camiseta de tirantes muy corta y muy escotada que dejaba ver más que tapaba, he de decir que tiene un buen par de pechos algo caídos por la edad y la maternidad pero muy voluptuosos y un buen cuerpo aunque un pelín rellenita pero con un culo que no hacías más que pensar en follartelo.
Y-Ponte esto, los tacones negros y nada más.
S-¿Y el sujetador?
Y-Te he dicho que eso y nada más.
Después de eso le di un buen azote para que entendiera que tenía que obedecer sin preguntar. Pasados diez minutos sonó el timbre era mi amigo Jose, salí al jardín a abrirle y pasamos al salón, dos minutos después entro mi mujer y se inclinó sobre el mueble bajo del salón sin doblar las piernas, dejando ver prácticamente todo su culo y sus pechos colgando sueltecitos por debajo del top que apenas cubría. Yo mientras tanto observé la reacción de mi amigo que sabía de su mes y medio sin relaciones con su mujer por la operación a la que había sido sometida (nada grave), el miro sorprendido a mi mujer intentando disimular pero no podía apartar la mirada de su culo, llevándose la mano a la entrepierna tosió disimuladamente, yo le pedi a mi mujer que fuera a por unas cervezas y aproveché para hablar con mi amigo.
Y-Anda cabronazo que menudo repaso le has hecho a mi mujer.
J-Que quieres estoy harto de hacerme pajas y es que se ha puesto………
Y-Se ha puesto como yo la he ordenado, y si tú quieres esta noche te complacerá en todo lo que la pidas.
El no salía de su asombro y no articulaba palabra pero haciendo un gesto tímido asintió a lo que yo respondí que nadie se iba a enterar de lo que pasara esa noche, su gesto se relajó e inmediatamente llamé a mi mujer.
Y-Cariño ven y ponte como antes que te vea bien Jose y tu dale un par de azotes si quieres o lo que te apetezca.
Jose no tardó en soltarse y le dio unos cuantos cachetes en el culo después se lo sobó bien y le dio un buen repaso a las tetas cuando metió mano a su entrepierna noto que mi mujer estaba chorreando de excitación, eso explica la cara de asombro que tenia ella que no debía imaginar excitarse tanto con esta situación.
Y-Vamos cariño ponte de rodillas, desabróchale el pantalón y empieza a chupársela no me hagas quedar mál.
Ella dudó un momento pero la cogí un pezón y pellizcándoselo la dije que empezara. Ella asintió y saco la polla de mi amigo (que ya sabia yo que era más grande que la mia pero no me importaba) y empezó a chupar.
Y-Vamos métetela toda en la boca y que no tenga queja.
S-No se si voy a poder
Zas¡¡ le solté un bofetón en la cara y le dije: has de llamarme señor y si puedes meterela entera a si que hazlo. Ella asintió y con alguna lagrimilla que le salía por el picor del bofetón se la metió entera y empezó a chupar y chupar pero mi amigo que estaba que no podía más se levantó la puso en cuatro patas y se la metió entera de una embestida, ella se quejó un poco pero enseguida comenzó a gemir de placer, la estaba dando bien duro cuando la cogió por el pelo y la hecho la cabeza hacia atrás y asi veía yo mejor balancearse sus tetas a lo que ya no aguante más que tenia mi polla a punto de explotar me la empecé a menear y en tres o cuatro sacudidas me corrí en la cara de mi mujer, muy poco después se corrió mi amigo llenando de leche el coño de mi mujer. Que hermosura toda mi corrida en la cara y los muslos chorreando del semen de mi amigo.
Y-Ahora vete a duchar, lávate bien todos tus orificios que esto no ha hecho más que empezar y cuando salgas ponte lo que te haya dejado encima de la cama.
Continuará