La bruja (2: El Sintoma)

De como Omar, un adolescente de 17 años vivencia una faceta no pensada de su sexualidad.

LA BRUJA 2. El síntoma.

DIARIO DE OMAR BEDOYA. Nov 2

Hoy fue un día extraño, pero excitante; a mis 17 no esperaba que me fuese a suceder amanecer mojado en mi ropa interior, siento que he tenido el orgasmo mas intenso de mi vida y lo peor es que no recuerdo lo que he soñado o lo que ha sucedido; me he levantado sin hacer ruido y llevo las sabanas al fregadero un poco avergonzado pues siempre he sido un muchacho pulcro, allí diligentemente retiro la gran mancha de semen del cubre lecho.¡ Que pena si mi madre se entera de esto¡. Pensara que soy un masturbador compulsivo o un morboso, y si mi hermano Daniel se entera me gozaría por el resto de sus días.

He entrado a la ducha y al enjabonar mi espalda he descubierto unos rayones como rasguños en mi espalda, son cuatro líneas paralelas que obligarían a pensar que fueron hechas a propósito por una mano, ¿seria que al dormir me rasguñe?, pero quien podría ser tan tonto o tan elástico para hacerse esto en su espalda. Pero lo que mas me intrigo fue que mi pene estuviese tan rojo, como lacerado, tal si como hubiese tenido sexo salvaje por mucho tiempo y además al lado derecho de mi afeitada pelvis he descubierto como un lunar muy rojo, de verdad luce erótico pero es un nuevo lunar que me ha nacido de la noche a la mañana.

De regreso en el cuarto paso por el lado de la cama de mi hermano que me mira aterrado.

Dany que pasa – sus ojos profundos me evaden.

Nada Omar, solo he tenido una pésima noche con un muy mal sueño...¿tu estas bien?.

Si ¿por qué?.

No me prestes atención solo fue una pesadilla.

Daniel con sus solo 14 años ya cursaba el grado 10 ( 5 de secundaria), es un niño brillante, que si bien no es feo las chicas dicen que parece un sapito al lado mío que parezco un príncipe... y modestia aparte soy el chico mas atractivo del colegio, se que soy envidiado por los compañeros porque todas me rodean. Hablando de Daniel y yo somos bastantes distintos pero exitosos cada quien en lo suyo; yo soy el centro delantero de la sub. 18 del club Deportivo Independiente Medellín y soy el goleador de la liga Antioqueña de fútbol; de su parte Dany es un nerdito, no tiene aspecto de idiota ni mucho menos pero es considerado el mejor de su grado en todo el colegio.

En el colegio he estado sobnoliente toda la jornada, ni me pregunten que paso pues lo único que recuerdo es que me he quedado dormido en el cubículo de estudio de la biblioteca, solo me despertó el ruido de cambio de jornada y una mano sobre mi pecho y era ella, Natalia, una niña algo extraña que hace seis meses yo había rechazado, en cuanto abrí los ojos su rostro estaba pegado al mío y sin poderlo evitar me beso tal como se despiertan a las princesas de un cuento de hadas, luego deslizo su mano sobre mi bulto ( paquete) y me acaricio por sobre los jeans. Lo raro es que su beso me rapto algo de mi y su voz me inspiraba a quedarme dormido, tuve que hacer un gran esfuerzo para retirar su mano de mi zonas erógenas, pero cuando lo conseguí recibí una descarga orgazmica, podía sentir la humedad pegajosa en mi ropa interior y mi temor a mancharme el pantalón, luego escuche la voz de Daniel.

-Omar, Omar, nos va dejar el transporte.

-Si Dany ya voy, en cuanto traiga la mochila.

-aquí la tengo-señalo Dany.

-¿Se van tan pronto?- pregunta Natalia en un tono casi erótico, casi aterrador- La estaba pasando súper con tu hermano hasta que llegaste... pero bueno, fue un placer despertar a mi bello durmiente

-Hasta luego- dice Dany como cortándole el tema en tanto yo me levanto del asiento un poco aturdido...

-Chao pues... dulce sueños Omar y recuerda lo que te dije aquella tarde...

Salimos pronto del colegio en tanto me acomodaba el buzo (suéter) como si fuese un delantal mientras meditaba en aquella seudo violación, total no me pesa reconocerlo soy un chico soberbio y Natalia no esta mal del todo, pero no es la mujer para mi, es extraña, usa lentes, no viste bien y utiliza sombras oscuras en su maquillaje...

-Omar que te dijo aquella tarde.

-Las ultimas palabras de esa inbecil fueron: serás mío lo quieras o no.

-Si ves, quien te manda a ser tan lindo.

He llegado a casa me duche, almorcé y prepare el uniforme del equipo y nuevamente no se que paso, creo que me he dormido de nuevo pues al despertar eran las 5:30 de la tarde, he faltado a practica pero dormir me ha reconfortado, escucho susurros en la pieza(habitación) de mis padres, se trata de Daniel y Sebastián su mejor amigo, el arquero de la sub. 15 de Envigado FC.

-Mi hermano duerme en la otra pieza y en cualquier momento puede despertar.

-Te juro que yo no hago ruido.

-No Sebas, aquí no esta es la pieza de mis padres y aquí no soya...

Y por medio de la puerta entre abierta decidí espiar mientras Sebas decidió silenciar a mi hermanito con un beso boca aboca que Dany correspondía... es gracioso darte cuenta que a tu hermano le gustan los hombres y en lugar de sentirte fastidiado te sientes excitado, pero imaginen la escena de dos chicos menores de 15 besándose, Sebastián es un monito con una muy buena presencia y radiante de vitalidad y Daniel es lindito o se veía precioso besando tan ardientemente a su noviecito, ¿quién diría que Daniel con todo lo preciso que es , tan serio y ordenado le gusta la maricadita, y quien lo sospecharía de un chico deportista de competencia que trae locas a mas de una niña del barrio?.

-Dany quiero que lo hagamos.

-En cuanto mi hermano se valla... yo también quiero hacerlo.- se besan nuevamente.

Decido entrar en escena, creo que no es justo con Dany pero es preferible que pare la maricada. Daniel me mira avergonzado mientras Sebastián me mira como con odio me toma por el cuello y me pregunta.

-¿cómo pudiste?

-No se lo dirás a nadie ¿verdad?. – Atina a decir Daniel mientras sale llorando del cuarto y se encierra en el cuarto nuestro.

-Lo heriste Omar... – dice Sebastián mientras se sienta a llorar – ¡que pena!

Paso como media hora para que Daniel abriera la puerta y me mira con ira, mientras se despide de Sebastián y le lleva a la porteria, luego de regreso en nuestro cuarto trate de abrasarlo pero me golpeo con fuerza con sus puños sobre el pecho mientras lloraba.

-Dany perdóname, no fue mi culpa... Dany perdóname...

Esa noche Daniel no quiso hablar con nadie ni con papá ni con mamá y creo que me lo tengo merecido... por hacer bien creo que he hecho un daño terrible en estos dos chicos. Me falto ser mas maduro a la hora de darle manejo a la situación, ¿ mas que podría hacer? era mi deber como hermano mayor evitarle a Daniel ese tipo de situaciones, yo se que también le simpatizan las niñas, por eso no temo tanto ... bueno será poner en marcha mi plan para reconciliarme con mi hermanito, siempre lo consigo.