La brisa

Adentrate.

La brisa.

“Uffff”’ sentía el cansancio en cada célula de mi cuerpo. Mire alrededor de la salida del gimnasio con la esperanza de poder verla nuevamente, otro día, a escondidas, solo a ella.

Resignada salí del gimnasio, sintiendo la suave brisa por mi cabello húmedo, me encantaba la primavera,” que estación más bonita para enamorarse una”, pensé con ironía. Sabía que era una locura seguir observando, casi acechando, para mí vergüenza, a esa Mujer, sí, con mayúscula, pues no existe otra igual para mí. Lo dicho, pobre de mi.

Recuerdo perfectamente cuando la vi, o más bien cuando me la lleve por delante, soy así de torpe. Cubierta de sudor, para más gracia, cuando ella salía del vestuario, recién duchada. Andaba en su momento pensando en la clase de spinning que me había metido, vaya caos, era la segunda clase y ya de antemano tenía que comprar unas calas para la siguiente clase o saldría volando de la bici. Continuo con el primer encuentro, tiendo a irme por las ramas, tenía tantas ganas por salir de aquel sitio que no calcule la velocidad de entrada al vestuario, chocando de cara con ella, si, ella. Aún recuerdo su olor a jabón, a limpio. No pude si quiera articular alguna palabra, solamente mire su cabello largo, negro, sus ojos azules, que no me miraban nada amables, y sus labios rellenos, el superior más que el inferior. Solo sabía una cosa en su momento, quería salir volando.

Me fulminó con la mirada y se fue.

Beth.S.

Cualquier crítica bienvenida sea. Continuación?

Un saludo.