La boda

Una madura logra seducir a Aitor en una boda y conducirlo a los baños donde lo folla y hace que un hombre también se lo folle para seguido culminar en la casa de ella

LA BODA

Aitor había acudido a la boda de unos amigos. La ceremonia había sido preciosa y muy emotiva pero lo que iba a ocurrir en el banquete no se lo hubiera imaginado ni, aunque lo hubiera deseado durante años. A él le habían sentado en una mesa con amigos y amigas de los novios. Habló con bastante gente. Había una mujer que era amiga de la novia que estaba frente a él y que le cohibía mucho. Voz aguardentosa, muy ronca y una mirada muy penetrante. Parecía que con la mirada podía meter su mano dentro de su cuerpo y arrancarle el alma.

Lo que no sabía la Dama era que cada vez que le miraba él tenía una erección. Lo que si veía era que Aitor agachaba la mirada y evitaba las más de las veces su mirada. Ella intuía en él un alma sumisa pero no sabía si sumisa desde un punto de vista BDSM. Dudaba si intentar someterle porque no sabía que ocurriría si metía la pata, pero si no lo era podía decir que solo se lo quería follar.

Ana que así se llamaba la mujer, más cerca de los 60 que de los cincuenta, sabía que era atractiva y que si lo deseaba salvo que él tuviera pareja no le sería difícil. Por lo menos, conseguir que él dudase, así que decidió intentarlo.

Se levantó con la excusa de ir al baño cuando comenzó el baile y muchos de ellos se fueron a por una copa. Ella pasó a su lado y le ordenó recalcando cada sílaba que le siguiera. Aitor dudó, pero la verdad es que la mujer lo excitaba y en ese entorno controlado no podía pasar nada malo.

Pero Aitor no vio el movimiento que hizo la mujer con la mano. Un hombre enorme esperó a que Aitor saliera detrás de la Dama y fue tras ellos. Sabía lo que iba a ocurrir. La mujer entró en el baño de mujeres y cuando llegó Aitor le miró para que le quedase claro que debía entrar. Allí comprobó las cabinas y eligió la última de la esquina y esperó que Aitor pasara delante de ella.

¡Desnúdate, perro!  ---- ordenó a Aitor.

Este no sabía si mandarla a la mierda u obedecer, pero sus manos actuaban solas. Fue desnudándose, pero cuando solo quedaba el bóxer entonces paró por orden de ella. La mujer metió la mano en el bolso y se puso una especie de dedal. Con éste dedal metálico y labrado con figuras que parecía recién salidas de un cuadro de Rubens. Fue acariciando el pecho del hombre. Jugueteó en sus pezones cortó algún pelo de su torso, luego bajó hacia sus piernas y en dos movimientos precisos cortó el bóxer que cayó al suelo.

Ahora con el juguete lo pasó por la base de la polla hasta la punta. Aitor estaba teniendo una erección y el precum empezaba a mojar la punta de su polla. Se estaba poniendo muy caliente. La mujer llevaba un vestido lencero de color lila. Lo dio la vuelta, Del bolso sacó unas esposas y lo esposó con las manos por encima de la cabeza. Lo conminó a no moverse con susurros al oído.

Extrajo un dildo de su bolso con forma de cono y le hizo chuparlo al chico para luego introducirlo en su ano. Le costó, pero al final logró meterlo. Jugó con el culo hasta que el dildo entraba y salía sin dificultad. Le había tapado los ojos con lo que no vio como la mano que metía y sacaba el dildo cambió.

La mano sacó el dildo y soltó el pañuelo que tapaba los ojos de Aitor. Este giró y vio junto a la puerta a Ana. Algo le dio mala espina y cuando se giró del todo vio detrás a un hombre enorme, de más de uno noventa. Lo había visto en la boda que había acudido con una amiga de la novia.

Si aceptas seguir, a partir de hoy harás todo lo que yo diga y eso incluye en follar con quien yo diga o permita que también incluyen a personas como él---- dijo Ana.

Aitor aceptó y nada más hacerlo el hombre lo empujó contra la pared y lo sodomizó hasta eyacular sobre sus nalgas.

Ahora volvamos a la boda…y dentro de dos horas espérame en el parking para pasar unos días siendo sometido. Si no quieres eres libre de marcharte cuando quieras, pero si aceptas dentro de dos horas te quiero allí. --- dijo Ana.

Durante esas dos horas Aitor le dio muchas vueltas a lo que había pasado. Al de una hora el hombre que lo había follado en el baño se sentó a su lado con su copa y solo le dijo una frase.

Tienes un bonito culo que me ha gustado profanar.

Luego cogió su copa y siguió con la fiesta.

Al de dos horas Aitor se dirigió al parking. Era una finca con un jardín de varias hectáreas y el parking estaba en una zona muy discreta. Cuando llegó allí Ana estaba esperándolo y le ordenó que se desnudase y metiera la ropa en un saco. Él obedeció y ella metió el saco en el maletero. Luego le hizo meterse dentro completamente desnudo y con cinta americana tapó su boca y ató sus muñecas a la espalda, al igual que los tobillos. Colocó una capucha en su cabeza que ató en el cuello.

Para Aitor se hizo de noche. La mujer condujo durante media hora. Aitor creyó que se habían alejado varios kilómetros, pero realmente no se alejaron más de quinientos metros, pero todo el tiempo de conducción fue realizado para despistarlo. Entró en otra finca cercana y aparcó el coche en un garaje cerrado que se situaba a un lado de la edificación.

Ayudó a Aitor a salir del coche y le quitó las ataduras de los tobillos luego le quitó la capucha haciéndole mirar hacia el suelo. Así le puso un antifaz y condujo por un pasillo hasta el vestuario de la piscina. Entraron. Allí estaban el hombre que lo había follado y la sumisa del hombre. Tanto Ana como el hombre dieron la misma orden a los dos sumisos con la diferencia que a Aitor, Ana le dijo que la follase el culo hasta correrse pero que lo hiciera suave sin lubricante, pero con suavidad que la follase como si fuera su novia, con dulzura.

Entonces le sacó el antifaz. Aitor abrió los ojos y el brillo del solo que se colaba por unos pequeños ventanucos le hizo daño en los ojos y apenas podía ver nada. Enseguida vio como estaba el hombre que le había roto el culo y la chica a la que debía follar y …. casualidad la conocía.

Aitor, que haces aquí---- dijo María levantándose para ir a darle dos besos.

Pues me parece que lo mismo que tú. ---- respondió Aitor.

La chica había sido musa de muchos de sus momentos de onanismo. Era muy extrovertida pero la mirada de sumisión y humildad que tenía hizo que el chico tuviera una buena erección. No la dejó darle dos besos, se abrazaron y entonces empezaron a besarse muy dulcemente. Al contrario que el chico ella estaba vestida. Llevaba unos pantalones cortos con peto y debajo una camisa blanca. El la soltó los tirantes del peto para luego bajar la cremallera de los pantalones para luego quitárselos.

Luego soltó los botones de la camisa y se la retiró. Sus pechos desafiando la ley de la gravedad con dos pezones de un tono que apenas destacaban en el moreno de los pechos apuntaban hacia delante y arriba. Aitor fue bajando hasta llegar a los pezones, lamerlos y besarlos para seguido volver a subir a su boca y hacerla mirar a la pared como si fuera a cachearla que es lo que hizo muy lentamente hasta palpar los pechos y morder su cuello. Luego fue besando vértebra a vértebra hasta llegar a su culo. Abrió las nalgas y lamió el agujerito estrellado. Con su lengua entró y salió de ella varias veces.

María solo disfrutaba. Aitor volvió a subir y a besar a la chica. De repente, cogió a la chica de las caderas con sus dos manos para empujar con vigor, pero con mucha suavidad y penetrarla muy rápido. Ella le miró con una mezcla de sorpresa, pero de suma excitación. El, que nunca había creído que la fuera a follar, estaba tan excitado que la folló con tanta rapidez que eyaculó dentro de ella. El semen salía a borbotones cuando el Dominante de la chica los cogió y los puso contra la ducha y los bañó con una manguera y agua fría, muy fría. Luego los hizo entrar en dos grandes cubos con hielo para que al final se ducharan con agua caliente que hizo que notaran una gran cantidad de alfileres en su cuerpo como pinchazos.

Se secaron y fueron conducidos a una celda juntos donde pasaron la noche.

¿Tienes imaginación? Pues imagina lo que pasó a partir de ese momento. Este es un relato imaginario. Me encantaría que me escribierais. Si queréis, lo podéis hacer a:

Picante100@hotmail.com