La Boda (Desenlace)

Adrián estaba hecho un lio, por un lado feliz de haberse acostado con Judith, pero por otro preocupado por si eso cambiaba la relación con su prima. Lo que sucedió lo descubriremos a continuación...

Me desperté desorientado, estaba desnudo, me dolía la cabeza y no sabía que demonios hacía en esa habitación. Tras unos segundos recordé lo sucedido en esa habitación y en esa misma esa nocha, vamos solo unas horas antes. Al ver que Judith no estaba me asusté, pensé que se habría avergonzado o asustado de lo que habíamos hecho y que se habría marchado. De repente se abrió la puerta del baño y Judith salió de el. En esta ocasión no llevaba rodeada la toalla, estaba completamente desnuda, se acercó hasta mi.

-Vaya... ¿Ya te has despertado?, buenos dias dormilón. (Me besó en los labios)

-Si, buenos dias. Me duele mucho la cabeza...

-Si a mi también... ¡Qué resaca joder!

-La verdad es que anoche nos pasamos un poco...

-¿Solo un poco?... Además esta noche me he despartado varias veces...

-Judith, la verdad no se que decir...

-No digas nada, vamos a desayunar que tengo que irme a la peluqueria, ya hablaremos tu y yo mas despacio.

-Ya pero es que estoy preocupado y avergonzado...

-Joder que vergonzoso eres. A ver para que te quedes mas tranquilo, anoche lo hicimos porque yo quise, además me encantó y si no fuera porque no tengo tiempo repitiriamos ahora mismo... ¿Mas tranquilo? (Me volvió a besar)

-Si la verdad es que si.

-¿Pues a que esperas?... Vamos a desayunar...

-Si vamos.

Bajamos a desayunar a un pequeño comedor, el hotel solo daba servicio de desayunos, mi prima fue hasta un pequeño tostador y preparó unas tostadas. Yo por mi parte preparé dos cafés, dos zumos y dos vasos de agua para tomarnos un espidifén. Nos sentamos en una mesa, un par de mesas al lado había una pareja de pensionistas y en otra mesa mas retirada cuatro turistas japoneses por lo que podíamos hablar con total libertad.

-Verás Judith lo de anoche fue increible y quiero decirte algo.

-No me asustes... (Me miró con cara de asombro mientras se tomaba el espidifén para la resaca)

-Eres muy lista, anoche me quedé to loco cuando dijiste que sabías que me gustabas.

-Hombre... es que se notaba a la legua... ¡Dios que resaca joder!

-Pero lo qur no sabes, es que no solo me gustas, además estoy enamorado de ti.

-También lo intuía.

-¿También?

-Adri eres un chico muy timido, y esa timidez hacia mi a la hora de hablar, de mirarme, etc, te delata.

-Joder, ahora si que estoy avergonzado.

-No tienes de que avergonzarte. Mira Adri eres un chico estupendo, yo te quiero mucho, pero como lo que eres, o sea mi primo.

-¿Entonces?

-Entonces ya te he dicho que por mi no hay problema en repetir pero hay que ser cautos.

-Entiendo...

-Lo digo en serio Adri, aqui Victor nos conoce, no podemos pasarnos en la boda ya tendremos tiempo cuando estemos a solas.

-¿Y en el pueblo?

-No pienses aun en el pueblo, vamos a disfrutar de hoy y también de mañana, no adelantes acontecimientos.

-Ya pero...

-Pero... pues en el pueblo va a ser muy complicado Adri, quizás allí esto debe terminar.

-Claro...

-No estés triste vamos a disfrutar de la boda. (Diciendome esto me volvió a besar pero en esta ocasión no lo hizo de forma pasional, mas bien de prima mayor protectora)

-Bueno vamos a terminar de desayunar que te tienes que ir a la peluqueria.

-Si aunque esta aqui al lado, cuando busqué en internet para pedir cita busqué la mas cercana al hotel.

Judith se marchó a la peluqueria, yo me subí a la habitación a ducharme y vestirme para la boda. Mientras me duchaba, las palabras de Judith retumbaban en el interior de mi cabeza. Un mar de sentimientos enfrentados rondaban en mi interior. Por un lado estaba feliz de la relación que acababa de comenzar con mi prima, el amor de mi vida, pero por otro lado no dejaba de pensar que esa relación podía tener las horas contadas.

Estaba anudandome la corbata cuando mi prima hizo acto de presencia. Dios estaba guapísima. La habían hecho un recogido de moño alto que dejaba a la vista su precioso y apetecible cuello, también la habían maquillado. Comenzó a desnudarse mientras yo la miraba embobado. Se quitó las braguitas y el sujetador y se puso un tanguita de hilo con encajes en color cereza. En la parte superior se puso un sujetador invisible push up de silicona dejando a la imaginación que no llevaba nada. A continuación se puso un vestido granate por debajo de las rodillas y con una raja hasta casi las ingles y con toda la espalda al aire. Dios, estaba para comersela, también se plantó unos taconazos enormes.

-Ahora si que me he enamorado de ti.

-Jajaja que tonto eres.

-Estás preciosa Judith.

-Gracias tu también estás muy guapo.

-¿Nos vamos "mademoiselle"? (Le dije mientras le ofrecia mi brazo como un autentico caballero)

-Si vamos "monsieur", pero recuerda que debemos guardar las formas.

Llamamos un taxi para que nos acercara a la iglesia donde se celebraba la boda, no podia contenerme y acariciaba los muslos de Judith. Observaba la cara del taxista mirando por el retrovisor a mi prima. Supongo que con la raja del vestido podria verla el tanga y el hombre se estaba poniendo malo. Cuando llegamos a la iglesia Victor estaba en la puerta esperando a la novia. Angela llegó unos diez minutos después y entramos a la iglesia. Cuando la boda terminó nos salimos a la puerta para esperar a Victor y Angela y lanzarles el arroz. Después nos montaron en un minibús y nos fuimos al convite en una finca a unos kilómetros de la ciudad.

El banquete pasó de forma amena, nos sentaron con los amigos de Victor y como los conocíamos de la noche anterior esuvimos muy cómodos en todo momento. Tras la comida llegó el momento del baile y de la barra libre. Cuando Victor y Angela salieron a bailar el valls los observamos y ya después de sumarse al baile los padrinos y demás invitados, saqué a bailar a mi prima, estaba en una nube, bailando un valls con el amor de mi vida.

-Este momento lo quiero vivir contigo. (La dije al oido)

-Sabes que eso es imposible.

-Si he conseguido acostarme contigo tambien conseguiré enamorarte.

-No se trata de enamorarme, eso no es lo dificil. El problema es que somos primos.

¿Y...? Ni seremos los primeros ni tampoco los ultimos, somos primos, no hermanos.

-Eres increible Adri.

-Te amo Judith. (Diciendole esto al oido me tuve que contener para no besarla allí mismo)

En ese preciso momento, uno de los amigos de Victor me quitó a Judith para bailar con ella, y a mi aprovechó para agarrarme Miriam, la hermana de Angela. Está claro que la chica quería rollo conmigo, pero yo solo tenía ojos para mi prima, es mas, incluso estaba celoso de los amigos de Victor. Después de unos cuantos bailes nos tomamos unos gin tonics. Entonces los amigos de Victor nos invitaron a irnos luego a una discoteca donde continuarían la fiesta. Con la excusa de que mi prima se quería cambiar de zapatos y de vestido conseguimos escaquearnos e irnos al hotel para por fin poder tener un instante de intimidad ese dia. Asi que cuando el minibús nos acercó de nuevo a Burgos, nosotros nos fuimos al hotel y les dijimos a los amigos de Victor que nos pasaran la ubicación de la disco para ir luego a buscarlos.

Llegamos a la habitación del hotel, mi prima comenzó a desanudarme la corbata mientras nos besábamos apasionadamente, continuamos besándonos apasionadamente, estábamos soltando esa tensión acumulada y reprimida durante todo el dia. Judith se tumbó noca arriba en la cama y yo encima de ella no paraba de besarla, jugabamos con nuestras lenguas, poco a poco fui bajando, me detuve en su cuello, también mordí los lobulos de sus orejas, continué bajando y llegué a sus preciosas tetas, las amasaba con mis manos al mismo tiempo que mordía sus pezones que ya estaban completamente duros. Tras un buen rato continué bajando por su torso desnudo. Besé su ombligo durante unos instantes hasta que continue mi viaje hacia abajo. Por la cara interna de sus muslos, hasta que por fín llegué a su sexo. Olía que alimentaba, estaba muy excitada con dos de mis dedos se lo abrí y al mismo tiempo acerqué mi lengua hasta el. Comencé a lamer su clítoris con movimientos circulares de mi lengua, Judith se retorcía de placer, me ayudaba de mi dedo corazón para estimularla, tan pronto acariciaba su clítoris como lo metía dentro de la vagina para masturbarla. Entonces cambiamos, yo me tumbe boca arriba y Judith de rodillas comenzó a chuparme la polla que llevaba tiesa desde antes de llegar al hotel. En un momento dado, Judith se puso a orcajadas sobre mi, agarró mi polla con su mano derecha y la acercó hasta la entrada de su chochito, se dejó caer y comenzó a cabalgarme, al principio despacio, pero pronto fue ganando velocidad, no llevabábamos ni dos minutos follando cuando...

-Para.... para Judith...

-Ummm..... ahhh.... ahhh... ¿Que pasa?

-Que me he corrido....

-¿Ya....?

-Si... lo siento... estaba tan cachondo que no lo he podido evitar.

-Tranquilo no pasa nada (Me besó)

-Joder es que tenía unas ganas...

-Si yo también, pero no pasa nada esta noche espero que aguantes mas jajaja.

-Cuenta con ello...

-¿Nos vamos a buscar a estos?

-Si pero antes vamos a cenar algo que me ha entrado hambre.

Cuando Judith salió de mi, un enorme chorro de semen salió del intetior de su chochito, y fue bajando por sus muslos hasta que cayó en las sabanas haciendo un enorme lamparón. Nos duchamos, nos arreglamos y fuimos a buscar a Victor y a sus amigos a la discoteca donde habíamos quedado, pero antes nos pasamos por un burger que había de camino y cenamos un poco.

Llegamos a la discoteca y lo pasamos genial, pero mis peores presagios se estaban haciendo realidad, alguno de los amigos de Victor estaban intentando ligar con mi prima. Ella lógicamente los daba largas, pero el alcohol ingerido hacía que ellos se pusieran cada vez  mas pesados.

-Joder que tio mas plasta.

-Ya te digo.

Judith... ¿Por que no nos vamos al hotel?

-Si creo que es lo mejor.

-Tengo unas ganas locas de volver a acostarme contigo.

-Y yo también, además ya estoy algo cansada.

-Pues vámonos de aquí.

-Espera habrá que despedirnos de esta gente.

-Si claro.

Nos despedimos de Victor y de sus amigos, no entendían que nos fueramos tan pronto, pero la excusa de que estábamos cansados coló perfectamente. Nada mas montarnos en el taxi comencé a besar a Judith y a buscar con mi mano su rajita por debajo de una minifalda negra de cuero que se había puesto para salir de marcha. Se sorprendió que fuera tan lanzado con lo vergonzoso que soy. La verdad es que menos mal que estaba oscuro porque no nos cortábamos lo mas mínimo y el taxista debería estar flipándolo.

Llegamos al hotel, nada mas entrar en la habitación tumbé a mi prima en la cama, la quité la ropa y comencé a comerla el coño, esta vez me esmeré mucho mas. Movía mi lengua en todas las direcciones y también la introducía dentro de la vagina, con mis manos buscaba sus tetas y se las sobaba, Judith comenzó a estirarme del pelo, yo continuaba lamiendo su coño, succionaba su clítoris, y ella movía su pelvis aumentando asi la fricción de su coñito con mi cara. Tal es así que pasados unos minutos comenzó a correrse como una loca, al mismo tiempo que bebía todos sus jugos me sentía bien, pues creia que se lo debía tras haberla dejado a medias por la tarde. Entonces me levanté, y giré bruscanente a Judith dándola la vuelta, quedando ella boca abajo. Entonces me lancé a lamer su otro agujerito, estuve haciendole un beso negro durante otros diez minutos. Tenía tantas ganas de follarmela que la puse a cuatro patas y sin que ni siquiera me la chupara se la metí. Su coño estaba muy lubricado y la penetraba con facilidad, la azotaba en las nalgas y ella gritaba y gemia sin parar. Se la saqué ella se tumbó boca arriba, acerqué mi polla a su boca y la comenzó a lamer. Daba pequeñas lengüetaditas en mi capullo, mientras yo metia mi dedo corazón en su coño, después de un rato introduje también el dedo índice dentro de su coñito que se tragaba mis dos dedos, mientras con el dedo pulgar hacía círculos en su clítoris, esto puso a cien a Judith que se tragaba mi polla entera hasta la garganta. Comencé a moverme y era yo quien la follaba la boca a ella en lugar de ser ella quien me la chupara. Entonces me situé encima de ella, acerqué la punta de mi polla hasta su rajita y se la metí de un solo empujón. Comencé a darle muy duro en la postura del misionero, después levanté sus piernas, llevando sus rodillas contra sus pechos, esto hizo que la penetración fuera mas profunda y placentera y después de unos pocos minutos, Judith volvió a correrse. Para follar mas tranquilos y relajados, nos acomodámos haciendo la cucharita, mi pelvis se pegaba a su culo con cada una de mis envestidas, mientras que con mi mano acariciaba sus tetas, y de vez en cuando su clítoris, despues acercaba mi dedo a sus labios y lo lamía saboreando su propio sabor.

--¿Me dejas darte por el culo Judith?

-Vale pero muy despacio.

-¿Lo has hecho mas veces por ahí?

-Si con Miguel, estoy acostumbrada.

-¿Y que tal? No quiero hacerte daño...

-Tranquilo, el la tiene mas grande y mas gorda que tu, no creo que me hagas daño, pero lubrícalo bien.

-Está bien... ¿Tienes lubricante?

-No pero tengo otra cosa...

Judith se bajó de la cama y se marchó al baño, entonces volvió con un pequeño bote de vaselina perfumada para los labios y me lo dio. Se puso a cuatro patas en la cama  con la cara pegada al colchón y el culo en pompa. Se abrió las nalgas mientras yo le aplicaba la vaselina en el ojete, también me apliqué un poco en el glande, olía a fresa. Después de un rato estimulando su esfínter con mis dedos, cuando creí que Judith estaba lista se la metí. La sensación era increible, era la primera vez que disfrutaba del sexo anal. Mi prima me dijo que de vez en cuando cambiara al coño para lubricarmela mas y eso hice. La daba fuerte por el culo y de vez en cuando cambiaba de agujerito y se la metía por el coño, mi excitación iba in crescendo hasta el punto que una de las veces que la estaba follando por el coñito llegué al punto de no retorno y me corrí como un cerdo.

Nos quedamos abrazados, recobrando la respiración, besándonos, hasta que el sueño se apoderó de nuestros cuerpos. Esa noche follamos, o mejor dicho hicimos el amor unas cuantas veces mas, y cuando nos despertamos lo volvimos a hacer. Pasamos el domingo viendo Burgos y por la tarde regresamos al pueblo.

2 MESES DESPUÉS....

Habian pasado dos meses de la boda en Burgos, Adri consiguió convencer a Judith para continuar con su relación a escondidas en el pueblo, hasta que una noche recogiendo el restaurante...

-Ven aqui guapísima y dame un beso

-Adri, tenemos que hablar...

-¿Que me quiere decir la prima y la novia mas guapa del mundo?

-Estoy embarazada.

¿Como?

-De unos dos meses...

-¿Y que vamos a hacer?

-Es una decisión de los dos.

-Se lo tenemos que decir a nuestros padres, seguro que lo entenderán.

-¿Tu quieres tenerlo Adri?

-Yo quiero pasar el resto de mi vida contigo y con el bebé. ¿Y tu?

Después de un largo tiempo meditando la respuesta, o al menos a mi se me hizo eterno, Judith por fin respondió.

-Está bien buscate una buena fecha para comer con la familia y contarselo y ya te puedes aplicar, que vas a ser padre.

-¿En serio?

-Pero no llores bobo.

-Judith ahora mismo soy el hombre mas feliz de la faz de la tierra, te quiero. (La besé en los labios.

-Y yo a ti Adri.

Buscamos una fecha para decírselo a nuestros padres, no podiamos demorarlo pues la barriguita de Judith pronto se haría visible. Nuestros padres se lo tomaron bien, o al menos lo disimilaban muy bien delante de nosotros.

Y un año después Adri cumplia la promesa que le hizo a Judith en Burgos, estaban bailando el valls el dia de su boda, y como no, después del valls bailaron abrazados "I don't want to miss a thing" de  Aerosmith. Y fueron felices y comieron perdices.

Y colorín colorado, este relato se ha terminado.

FIN