La boda de mi primo (parte trece).

Décimo tercera y penúltima parte de esta historia. Espero que guste a mis lectores y que disfruten y se enganchen a lo acontecido.

Después de toda la “tralla” que la había dado durante la tarde y noche del sábado y la mañana del domingo, el lunes tuve ocasión de comprobar que, además de seguir sintiendo escozores y molestias sobre todo al mear, no había forma humana de que la tranca se pusiera dura y tiesa lo que me obligó a guardar la más absoluta abstinencia sexual durante toda la semana. Reyes y Violeta, que como sucedía todos los lunes me esperaban llenas de ansiedad y ganas, se mostraron bastante consternadas ante semejante contrariedad que originó que tuviera que limitarme a comerlas y sobarlas la seta; a apretarlas y mamarla las tetas sin dejar de recordar la leche que la había sacado a Anne Lise de las suyas y a hacerlas disfrutar moviendo al mismo tiempo los dedos que las introducía en la almeja y en el culo hasta que, el lunes siguiente, pude volver a follármelas y tanto por delante como por detrás con absoluta normalidad.

Martina y yo nos mantenemos en contacto y bastante regular, a través del correo electrónico. De esta manera me enteré de que Anne Lise parió diez días más tarde a una preciosa y robusta niña que pesó casi cuatro kilos y midió cincuenta centímetros; de que, aunque siguen viviendo juntos, desde el día de la boda de Jesús y Zdenka su relación con José Andrés había dejado de ser todo lo boyante que cabría esperar y que, tras el parto, Anne Lise aborrecía que mi primo se la “clavara” aunque a este, considerando que aquella era una nueva etapa de su vida sexual, le ponía mucho el encontrarse con la oposición y resistencia de su pareja y como no se andaba por las ramas, además de obligarla a que prodigarse mucho más en comerle la verga, se la continuaba tirando cada vez que le apetecía a pesar de que la joven demostraba que no recibía la menor satisfacción con ello por lo que Anne Lise había decidido buscar consuelo y deleite sexual en compañía de Martina a cuyo domicilio acude con frecuencia para desnudarse y abrirse de piernas delante de ella con intención de que la fuerce hasta vaciarla. Una tarde la comentó que, si no hubiera estado engendrando, habría conseguido convertirse en mi pareja sentimental y venirse a España conmigo ya que, a pesar de que no se la llegué a meter por el chocho, ningún tío la había puesto nunca tan “burra” ni la había dado tanta satisfacción sexual y que cada vez que Martina la introducía el puño ó se la trajinaba, tanto por delante como por detrás, con la ayuda de una braga-pene pensaba que era yo quien se lo hacía. Me imagino el furor que hubiera causado en mi entorno el que, a cuenta de aquel viaje, me hubiera traído del exterior para vivir conmigo a una preciosidad como Anne Lise.

Zdenka, después de lucir un espléndido “bombo”, parió hace casi medio año a dos niños. Cuando la dijeron que estaba engendrando gemelos lo consideró bastante normal teniendo en cuenta que Jesús está dotado de una chorra muy gruesa y larga, que se la mete muy profunda y que “descarga” con todas sus ganas y más de una vez en cada sesión, manteniendo la punta en contacto con sus ovarios. Supuse que mis tíos estarían esperando a que se produjera el doble parto de Zdenka para bautizar al mismo tiempo a sus tres primeros nietos y que me invitarían al acto al que, salvo causa de fuerza mayor, tenía previsto asistir para poder conocer a los críos y volver a ver a mis tíos, a mis primos y a Anne Lise, Zdenka, Katerina y por supuesto a Martina, a la que me gustaría llegar a poseer de nuevo, pero, al parecer, ninguna de las dos parejas se ha planteado el bautizar a sus hijos.

Mis tíos y los padres de Zdenka, aunque continúan viviendo juntos para guardar las apariencias, hace meses que decidieron separarse de hecho y dormir en habitaciones diferentes con lo que mi tío, al que acaban de ascender en su trabajo para pasar a desempeñar un cargo directivo, se encontró con todo a su favor para poder liarse con Lenka, la madre de Zdenka, en cuyo domicilio pasa mucho más tiempo que en el suyo mientras que mi tía parece que ha considerado que a su edad en la variedad está el gusto por lo que primero prueba a varios hombres y después, pasa una temporada con el que más la agrada. Actualmente está compartiendo su cama con un joven que tiene novia pero, como la chavala reside en otra ciudad, él aprovecha para desahogarse con mi tía. El chico, que no parece ser un cúmulo de discreción, no duda en comentar con todo aquel que quiere escucharle que se siente muy motivado cuándo se cepilla a una guarra madura como mi tía puesto que, al no poder engendrar, puede “descargar” con total libertad dentro de su coño mientras que su novia le obliga a usar preservativo ó a sacársela cuándo está a punto de eyacular ya que la joven no termina de adaptarse al DIU y se niega a tomar anticonceptivos alegando que la producen un considerable aumento del vello corporal y la revuelven mucho el estómago. Lo cierto es que, a cambio de follársela todas las noches, mi tía le facilita alojamiento, comida y dinero con el que hacer más llevaderos sus inacabables estudios universitarios. El padre de Zdenka se vio obligado a dejar su trabajo para convertirse en el representante de su hija mayor y de otras modelos pocas semanas después de que Petr y sus secuaces abandonaran precipitadamente el país al descubrirse que estaban inmersos en todo tipo de corrupción y de negocios ilegales. En la actualidad está viviendo con una modelo muy joven a la que, según me ha indicado Martina, ha hecho un “bombo” con el claro propósito de que tenga que abandonar la profesión y se dedique a ayudarle en su cometido.

Martina decidió tener siempre muy presente nuestra “apasionada noche de amor” con motivo de la boda de Jesús y Zdenka, que ninguno de los dos olvidaremos en la vida, para centrarse en su trabajo y en el sexo lesbico contando, para ello, con su amplia colección de “juguetes” y de descomunales bragas-pene siendo Anne Lise, Katerina y algunas de las amigas de la novia de mi primo Juan Ignacio bastante asiduas a visitarla para que las haga disfrutar y las de satisfacción mientras las vacía tanto por delante como por detrás lo que, en el que caso de Katerina, está originando que la chavala pase por épocas en los que se incrementa su deseo por sentirse jodida por mi primo que se alternan con otras de autentica apatía por lo que Juan Ignacio está hecho un autentico lío sin saber por cual de ellas decidirse después de que, a cuenta de esos periodos de inapetencia sexual de Katerina, lleve un tiempo manteniendo relaciones con algunas amigas y compañeras y verse presionado por una de ellas, que tiene once años más que él y que incluso se ha separado de su marido, para que deje a Katerina y se vaya a vivir con ella.

C o n t i n u a r á